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  • ¿Cuán seguros son los bancos?
  • ¡Despertad! 1986
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¡Despertad! 1986
g86 22/10 págs. 7-11

¿Cuán seguros son los bancos?

“En nuestra opinión, es sólo asunto de tiempo —un tiempo relativamente corto— hasta que los depositantes en general y a nivel mundial exijan a sus bancos el reembolso de sus depósitos, trayendo esto como consecuencia el cierre de casi todos los bancos.” (When Your Bank Fails [Cuando quiebra su banco], por Dennis Turner.)

“El sistema bancario es completamente seguro. Tenemos colocados en su debido lugar los mecanismos que se encargarían de cualquier problema que pudiera surgir, sea grande o pequeño.” (Palabras de William Isaac, ex presidente de la Compañía Federal de Seguros de Depósitos, citadas en U.S.News & World Report.)

SON pocas las personas que todavía guardan su dinero debajo del colchón. Aparte del peligro de perderlo en un incendio o en un robo, el dinero que se guarda así está estancado. No produce y con toda probabilidad merma su valor debido a la inflación o la devaluación de la moneda.

Para que se incrementen los ahorros que uno tiene, el dinero tiene que ponerse en uso. Los medios de mayor aceptación y que más se utilizan con ese fin, tanto por la seguridad que ofrecen como por los beneficios que aportan, son los bancos. Pero, ¿cuán seguros son? Por las citas ya mencionadas, se ve que existen puntos de vista muy divergentes.

¿Existe alguna razón para alarmarse?

“El entero sistema bancario mundial está muy entrelazado —explica David Rockefeller, ex presidente del Chase Manhattan Bank—. La necesidad hace que los bancos negocien mucho unos con otros, de modo que existe entre ellos una gran interdependencia.” Ningún banco o nación, por consiguiente, se mantiene en pie por sí solo. Por eso, cuando un banco quiebra, existe la preocupación de que otros fracasen junto con él y disminuye así su fiabilidad, tan esencial a la industria bancaria. Entonces existe la posibilidad de que los depositantes en otros sitios se apresuren a retirar sus fondos, ocasionando así una serie descontrolada de quiebras bancarias.

¿Existe alguna posibilidad de que el colapso bancario en algún lugar arrastre consigo al sistema bancario internacional? “Con toda seguridad, los superintendentes de la banca, tanto de los Estados Unidos como de otros países, tomarían medidas drásticas para evitar cualquier quiebra de importancia que pareciera ser inminente —dice Rockefeller—. Creo que es muy improbable que eso suceda.”

Aunque en años recientes ha habido algunos problemas serios y quiebras por todo el mundo, hasta ahora los gobiernos han intervenido para sacar de aprietos a sus instituciones financieras. “El espectro de 1929 persigue más que nunca antes a los ministros de finanzas y a los banqueros, y estos harán todo lo posible para evitar una repetición de la catástrofe financiera de hace cincuenta años... abrigando, consciente o inconscientemente, la esperanza de evitar los resultados aparentemente naturales: la guerra mundial”, explica el semanario francés L’Express. Aún así hay razón para preocuparse.

El problema de la deuda

Los bancos son inherentemente negocios arriesgados. Manipulan grandes cantidades de dinero que en su mayor parte no es de ellos. Además, crean dinero y hacen préstamos muy por encima del valor neto de su capital. Aunque quizás tomen precauciones adecuadas, los bancos saben que algunos préstamos no serán saldados. Por lo tanto, cierta cantidad de fondos se mantiene separada como reserva para cubrir las deudas no amortizadas. Pero si la cantidad de los préstamos hechos y no saldados es extraordinariamente elevada, las reservas no serán lo suficientemente amplias para cubrir las grandes pérdidas ocasionadas ni para reembolsar al público sus fondos en caso de que este lo exigiera. “Mientras mayor sea el capital en riesgo, debido a la falta de liquidación de los préstamos hechos, mayor es el debilitamiento financiero del banco”, declara la revista New York. “La bancarrota (o quiebra) ocurre cuando se agota todo el valor líquido del banco.”

En la actualidad, cada vez más bancos se encuentran en esa situación... son demasiados los préstamos que no se pagan y no hay suficiente capital para ampararlos. Es larga la lista de las razones que se dan: la crisis del petróleo, las restricciones sobre el intercambio comercial y los déficits, los descensos en la economía, la inestabilidad de las tasas de interés, la fuga de capital, la inflación, la deflación, las recesiones, las políticas sobre préstamos excesivamente agresivas, las quiebras de corporaciones, la intensa competencia, la liberalización de restricciones y hasta la ignorancia y la estupidez.

Pero existen medios para mantenerse a flote... medios que solo existen en papel. El prorrogar la fecha de vencimiento del préstamo es un medio que se utiliza con mucha frecuencia. Otro medio es alistar como capital el valor completo de los préstamos aunque haya pocas esperanzas de que se vayan a pagar en su totalidad. Una táctica que se utiliza frecuentemente es la de prestar más dinero a los prestatarios para que estos puedan pagar los intereses.

En la actualidad los bancos están empleando todos estos métodos en lo relacionado con las deudas del Tercer Mundo, que son, según muchos consideran, la mayor amenaza contra la estabilidad del sistema bancario internacional. Según una encuesta hecha por el Banco Mundial, la deuda exterior combinada de más de cien países en vías de desarrollo alcanzó el total de unos $950.000 millones (E.U.A.) para fines de 1985, lo que representa un incremento de 4,6% sobre el total del año anterior. Aunque la deuda ya es demasiado elevada, se espera que para fines de 1986 esta alcance $1,01 billones (E.U.A.). ¿Por qué? Porque muchas de esas naciones simplemente no pueden pagar y están ejerciendo presión para que se les dé más tiempo y más dinero. Teniendo en cuenta la enormidad de sus préstamos, los bancos han cedido. Alguien explicó la situación de la siguiente manera: “Si yo le debo a usted un dólar, estoy a su merced; pero si le debo un millón, usted está a merced mía”.

En el futuro siempre existe la posibilidad de que algunas de las naciones extremadamente endeudadas, cansadas de las dificultades que les aporta la austeridad de los programas, simplemente decidan no solventar ninguna de sus deudas. Los bancos no pueden forzar a ningún estado soberano a que pague. “Para los bancos, la crisis causada por la deuda mundial es algo simple de entender —declara la revista Savvy—. Ellos adquieren la mayor parte de sus ganancias haciendo préstamos, y si los países no pueden reembolsar las inmensas cantidades de dinero que piden prestadas, los beneficios bancarios, el valor de los capitales y la cotización de las acciones podrían caer precipitadamente. [...] Las considerables quiebras del Tercer Mundo podrían llevar al sistema financiero al punto de ruptura, posiblemente ocasionando el colapso de bancos importantes.”

Algunos expertos advierten que la quiebra de solo cuatro naciones —México, Brasil, Argentina y Venezuela— podría ocasionar la ruina de los nueve bancos más importantes de los Estados Unidos. “Es admirable que no hayan acontecido verdaderas quiebras —declara la revista The New York Times Magazine—. Por supuesto, uno podría decir que esto es solo asunto de palabras. Así como las guerras ya no se ‘declaran’, hoy nadie se declara ‘legalmente’ en quiebra.”

“¿Es seguro mi banco?”

¿Se puede detectar si un banco en particular es fuerte y solvente? “A la mayoría de los depositantes les es difícil o imposible averiguar en qué condición financiera se encuentra un banco en particular”, informa la revista Changing Times. El periódico The New York Times agrega: “Recientemente la experiencia ha mostrado que es sumamente difícil para las personas fuera de este campo determinar el estado de solvencia de un banco. Prácticamente todos los grandes bancos que en años recientes han fracasado o que han estado casi a punto de la quiebra estaban siendo observados muy de cerca por los analistas de acciones bancarias. [...] Ni los superintendentes de la banca ni los revisores de cuentas pudieron detectar los problemas serios, hasta que fue demasiado tarde”.

Por lo general, lo más que hace el cliente es examinar el banco superficialmente: los servicios que este ofrece y la cordialidad y prontitud con que se le atiende. De hecho, generalmente los factores que se enfatizan cuando los bancos se anuncian son: el banquero amigable, la rapidez con que se da un préstamo, las cuentas o los servicios especiales que se brindan, la conveniencia. Algunas veces se ofrecen regalos para atraer a nuevos depositantes. Pero poco se dice del estado financiero en que se encuentra el banco. Claro está que los servicios bancarios son importantes. También ha de tomarse nota de qué tipos de interés paga el banco, ya que los réditos variarán. Pero para el depositante la seguridad de su dinero es de máxima importancia.

La clave de esto está en el seguro del depósito. “El seguro que cubre los depósitos es causa de que, a menos que ocurra un colapso total del sistema bancario, estos problemas solo atañan a los banqueros y a los accionistas más bien que a los depositantes —dice la revista The Atlantic Monthly—. Es sumamente improbable que, a semejanza de lo ocurrido en el decenio de 1930, las quiebras bancarias de la actualidad ocasionen la pérdida de los ahorros personales de toda una vida.”

De modo que es bueno investigar si las cuentas del banco están aseguradas y por quién lo están. Los seguros del gobierno, por supuesto, son los mejores. Ejemplo de esto es la Compañía Federal de Seguro de Depósitos de los Estados Unidos. Algunas personas a quienes se les había dicho que sus cuentas bancarias estaban aseguradas descubrieron, tras la quiebra de su banco, que sí lo estaban, pero con una agencia privada sin suficientes fondos para reembolsar a todos los depositantes. Averigüe también cuánto es la cantidad límite que se asegura. Si su cuenta la excede, estudie la probabilidad de abrir otras cuentas en otros bancos para que todo su dinero esté asegurado.

¿Qué nos aguarda en el futuro?

Se espera que continúen las quiebras de bancos y que hasta quizás aumenten. Sin embargo, lo que es de máxima importancia al sistema bancario es que el público continúe cifrando su confianza en él. “Se desencadenaría una crisis solo si los depositantes interpretaran estas sacudidas financieras como razones para retirar su dinero de los bancos afectados”, declara la revista Fortune. Por lo tanto, se están haciendo todos los esfuerzos posibles para fortalecer el sistema y conservar su fiabilidad.

También se están poniendo en ejecución planes para reducir a un nivel más manejable la deuda de los países del Tercer Mundo y ayudarlos a cumplir con sus obligaciones. “Al fin y al cabo el enorme déficit financiero lo absorberán los contribuyentes del mundo entero”, declara Albin Chalandon, ex Ministro de Planificación Industrial de Francia.

¿Cuán seguros, entonces, son los bancos? Un funcionario bancario lo explicó de la siguiente manera: “Los bancos son tan seguros como lo son los gobiernos que los respaldan”. Aunque eso por ahora quizás tranquilice, hace que las personas pensadoras pausen y piensen. ¿Por qué? Porque la Biblia predice que todos los gobiernos terrestres serán destruidos completamente y reemplazados por el Reino eterno de Dios. (Daniel 2:44.) También hace mención de los acontecimientos que tendrían lugar en este siglo XX como señal de la conclusión del actual sistema de cosas. (Mateo 24:3, 6, 7, 21, 22.)

La Biblia describe que la gente en ese tiempo hasta arrojaría a las calles su oro y plata por considerarlos inservibles para la salvación. (Ezequiel 7:19; Sofonías 1:18.) Si ese va a ser el caso con relación a estas sustancias de gran valor, ¿cuán fiables pueden ser la moneda nacional y las instituciones financieras que de ellas dependen? ¡Los gobiernos que las apoyan ya no existirán!

Por eso Jesús aptamente advirtió: “Dejen de acumular para sí tesoros sobre la tierra, donde la polilla y el moho consumen, y donde ladrones entran por fuerza y hurtan. Más bien, acumulen para sí tesoros en el cielo, donde ni polilla ni moho consumen, y donde ladrones no entran por fuerza y hurtan. Porque donde está tu tesoro, allí también estará tu corazón [...] No pueden ustedes servir como esclavos a Dios y a las Riquezas”. (Mateo 6:19-21, 24.)

[Ilustración en la página 8]

Si fracasaran muchos de los grandes bancos se pudiera precipitar una serie descontrolada de quiebras que causarían el colapso del entero sistema bancario

[Recuadro en la página 9]

La situación bancaria... lo que otros dicen

● “No es exagerado decir que los gobiernos de decenas de naciones plagadas por deudas, el Fondo Monetario Internacional, la Junta de la Reserva Federal y centenares de bancos norteamericanos y extranjeros se enfrentan todos a la vez a la crisis financiera más severa y de mayor envergadura que ha habido desde los años treinta.” (La revista New York.)

● “Las normas actuales solo ofrecen una protección sumamente insegura. La seguridad financiera del mundo pende de un hilo. La crisis en el endeudamiento no solo amenaza el crecimiento de los países en vías de desarrollo, sino que también amenaza la estabilidad del sistema bancario de los países industriales.” (Un informe de un grupo de expertos del Commonwealth, publicado en el periódico londinense The Guardian.)

● “La inmensa deuda que las naciones del Tercer Mundo tienen con los bancos de los Estados Unidos descansa como un alud sobre el sistema bancario norteamericano.” (El semanario The New York Times Magazine.)

● “El total de la deuda mundial es tan masivo que ha creado en la banca internacional los cimientos para una crisis de endeudamiento.” “La ironía máxima de la crisis de la deuda mundial es que los bancos se encuentran tan sumidos en ella que no pueden escapar sin derrumbar el entero sistema.” (La revista Savvy.)

● “La situación de hoy es más crítica y peligrosa que la de los años treinta.” (Kurt Richebächer, economista de Alemania Occidental, según informa la revista U.S.News & World Report.)

[Tabla en la página 10]

Diecisiete países en vías de desarrollo con vastas deudas

País Deuda exterior Porcentaje de la

(en miles de millones deuda pagadero a

de $ E.U.A.) entidades privadasa

Argentina 50,8 86,8

Bolivia 4,0 39,3

Brasil 107,3 84,2

Chile 21,0 87,2

Colombia 11,3 57,5

Costa de Marfil 8,0 64,1

Costa Rica 4,2 59,7

Ecuador 8,5 73,8

Filipinas 24,8 67,8

Jamaica 3,4 24,0

Marruecos 14,0 39,1

México 99,0 89,1

Nigeria 19,3 88,2

Perú 13,4 60,7

Uruguay 3,6 82,1

Venezuela 33,6 99,5

Yugoslavia 19,6 64,0

Total 445,9 80,8

Fuente: World Debt Tables (Tablas de la Deuda Mundial), edición de 1985-1986, publicada por el Banco Mundial, Washington, D.C.

[Nota a pie de página]

a Principalmente bancos comerciales

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