El secreto de la longevidad
SU DESEO como persona normal es vivir por mucho, mucho tiempo. Pero ¿cuánto tiempo puede esperar vivir? ¿Cuál es el límite de la duración de la vida humana? ¿Puede usted hacer algo para que la vida le dure más? ¿Cuál es el secreto de la longevidad? Estas son buenas preguntas, y el hallar la respuesta a ellas puede ayudarle a vivir mucho más de lo que en la actualidad parece posible.
Antes de buscar las respuestas a estas preguntas, tenemos que aclarar la diferencia entre dos expresiones importantes: “duración de la vida” e “índice de longevidad”. Duración de la vida se refiere al límite biológico de la extensión de la vida. Índice de longevidad se refiere al promedio de años que se espera que viva un grupo de personas que haya nacido en una misma fecha. Es triste decirlo, pero a través de la historia el índice de longevidad del hombre ha sido muy bajo en comparación con lo que la vida del hombre podría durar.
El índice de longevidad a través de los años
“Durante la vida de un hombre, es posible que vea y sufra muchas cosas que realmente le desagraden. Pues he determinado que la duración de la vida del hombre es de setenta años.” Estas fueron las palabras de Solón, un estadista ateniense y jurista griego que vivió alrededor del año 600 a.E.C. Así, pues, de acuerdo con sus palabras la duración de la vida del hombre era de 70 años. Sin embargo, de acuerdo con la información que se ha obtenido de inscripciones halladas en tumbas, alrededor del año 400 a.E.C. el índice de longevidad en Grecia era de unos 29 años.
Parece que en tiempos antiguos el índice de longevidad de la población de varios países de Europa no varió de manera sustancial del índice de la antigua Grecia. Debido a la alta tasa de mortalidad a temprana edad, el índice de longevidad era muy bajo en comparación con la duración de la vida. El recuadro de la página siguiente nos da el promedio de edad de la gente de algunos países europeos al morir, y hace posible una comparación entre el índice de longevidad de tiempos antiguos y el que existía para el año 1900 y el de la actualidad.
A medida que observe las cifras del recuadro, usted notará que en este siglo XX se ha alcanzado un aumento sobresaliente en el índice de longevidad. Por lo tanto, quizás se pregunte: ¿Por cuánto tiempo continuará este aumento? Con relación al incremento en el índice de longevidad, James F. Fries y Lawrence M. Crapo escribieron lo siguiente en su obra Vitality and Aging, 1981, páginas 74-76:
“La duración media de la vida en los Estados Unidos ha aumentado de aproximadamente 47 años a principios de siglo a más de 73 en la actualidad, un aumento de más de 25 años. [...] Sin embargo, una mirada de cerca a estos datos muestra que el aumento en el índice de longevidad se debe más bien a la eliminación de la muerte prematura que a la extensión de la duración natural de la vida. Cuando se calcula el índice de longevidad a partir de edades específicas, se puede notar que el incremento disminuye a medida que aumenta la edad. A partir de los 40 años el índice de longevidad ha aumentado relativamente poco. Desde los 75 años el aumento es apenas perceptible. Más allá de los 85 años no se puede determinar con confianza un aumento. [...] Los mejores cálculos que podemos hacer indican que la duración natural de la vida del ser humano de término medio se ha fijado en un máximo de 85 años”.
Pero ¿qué hay de la posibilidad de extender de manera significativa la duración de la vida mediante la dieta, vitaminas, drogas, y así sucesivamente? En la página 18 de su obra, Fries y Crapo explican:
“Por cientos de años los alquimistas intentaron preparar elíxires rejuvenecedores, pero fracasaron. Sin evidencia convincente, se ha informado que cientos de sustancias —entre ellas hierbas, drogas, vitaminas, extractos de células animales, leche fermentada y varios sueros y pociones— tienen propiedades rejuvenecedoras. En nuestro propio país, las tradicionales pociones de aceite de serpiente han caído en desprestigio, pero aún tenemos nuestras vitaminas. Aslan ha promovido recientemente en Rumania la droga gerovital como agente que previene el envejecimiento. La gerovital, cuyo principal ingrediente es el anestésico local novocaína, se empleó para tratar a Khrushchev [1894-1971], Sukarno [1901-1970], Ho Chi Minh [1890-1969] y otros dignatarios. Por supuesto, no existe ninguna prueba de que esta sustancia tenga dichos efectos, y no había razones previas para pensar que los tuviera. Las personas a quienes señalaron los promotores del uso de la gerovital como ejemplos de usuarios prominentes murieron, y no a una edad que fuera sobresaliente.
”En 1974, Packer y Smith publicaron en una prestigiosa revista científica estadounidense un documento en el cual informaban de experimentos que parecían mostrar que la vitamina E prolongaba notablemente la duración de vida de fibroblastos humanos normales cultivados en un matraz de laboratorio. Más tarde se retrajeron de esta afirmación, cuando ni ellos ni otros pudieron reproducir los resultados del experimento. Hasta la fecha no se ha mostrado que haya dietas, ni estilos de vida, ni vitaminas, ni drogas, ni tónicos que puedan extender la duración de la vida humana. Entre los 4.000 millones de seres humanos que han vivido y muerto, debe de haber existido casi toda posible combinación de dieta, exposición a agentes químicos y vida sicológica. La ausencia de supercentenarios confirma vigorosamente que no hay un camino fácil a la longevidad, de lo contrario, alguien lo hubiera hallado ya”.
Está claro, pues, que los humanos no han podido extender la duración de la vida, aunque, particularmente por medio de reducir la cantidad de muertes por enfermedades en la niñez, el índice de longevidad ha podido extenderse. Desde el punto de vista humano, realmente hay muy poca esperanza de que se extienda la duración de la vida. Sin embargo, hay una esperanza segura de que la duración de la vida humana será extendida. ¿De qué manera?
Se extiende la duración de la vida humana
Hace unos 2.000 años Jesucristo preguntó: “¿Quién de ustedes, por medio de inquietarse, puede añadir un codo a la duración de su vida?”. (Lucas 12:25.) Por supuesto, ¡nadie! Sin embargo, Jesús también dijo: “Las cosas que son imposibles para los hombres son posibles para Dios”. (Lucas 18:27.)
El propósito original de Dios era que el hombre viviera para siempre. El primer hombre, Adán, tuvo la oportunidad de disfrutar de una vida de duración indefinida, dependiente de la obediencia a Dios. (Génesis 2:15-17.) Sin embargo, debido a la desobediencia Adán perdió aquella oportunidad, y toda la raza humana ha heredado de él el pecado y la muerte. (Romanos 5:12.)
La duración de vida de muchos de los patriarcas antediluvianos, que se hallaban más cerca de la perfección de Adán, se acercó a los mil años. (Génesis 5:5-31.) Después del Diluvio la duración de la vida humana bajó de repente, y acerca de sus días Moisés dijo lo siguiente: “En sí mismos los días de nuestros años son setenta años, y si debido a poderío especial son ochenta años, sin embargo su insistencia está en penoso afán y cosas perjudiciales”. (Salmo 90:10.)
Posteriormente, el profeta Isaías predijo que Dios “se tragará a la muerte para siempre, y el Señor Soberano Jehová ciertamente limpiará las lágrimas de todo rostro”. (Isaías 25:8.) Esta promesa se repitió en el último libro de la Biblia, donde se nos dice que Dios “limpiará toda lágrima de los ojos de ellos, y la muerte no será más, ni existirá ya más lamento ni clamor ni dolor”. (Revelación 21:4.)
Sin embargo, usted quizás pregunte: ¿Heredaré yo esas bendiciones automáticamente, o tendré que hacer algo para poder recibirlas? La Biblia pasa a decir: “Cualquiera que venza heredará estas cosas, y yo seré su Dios y él será mi hijo. Pero en cuanto a los cobardes y los que no tienen fe y los que son repugnantes en su suciedad, y asesinos y fornicadores y los que practican espiritismo, e idólatras y todos los mentirosos, su porción será en el lago que arde con fuego y azufre. Esto significa la muerte segunda”. (Revelación 21:7, 8.)
Sí, para poder vivir para siempre usted tiene que ser un vencedor, es decir, tiene que permanecer sin que el mundo con sus prácticas, mencionadas en Revelación 21:8, lo venzan. De manera similar, es esencial que obtenga conocimiento acerca de Dios y acerca de su Hijo. (Juan 17:3.)
¿Será usted un vencedor? ¿Estará entre los millones de personas que están a punto de heredar la bendición de una longevidad eterna? El que usted obre de manera adecuada le permitirá contestar afirmativamente a estas preguntas.
[Ilustración en la página 20]
“Por cientos de años los alquimistas intentaron preparar elíxires rejuvenecedores, pero fracasaron”
[Reconocimiento]
The Bettmann Archive
[Tabla en la página 21]
Índice de longevidad
País En tiempos Para el En la
antiguosa año 1900 actualidad
Alemania 35 47 73
Austria 37 40 73
Bulgaria 39 40 72
España 37 35 76
Francia 28 47 75
Grecia 29 40 74
Hungría 36 38 70
Inglaterra 33 50 74
Italia 27 45 74
Rumania 34 42b 71
Yugoslavia 33 52c 70
Estos datos se obtuvieron de History of Human Life Span and Mortality, por Gy. Acsádi y J. Nemeskéri, Budapest, 1970, página 222, y del libro Old Age Among the Ancient Greeks, por Bessie E. Richardson, página 234. Para el período alrededor de 1900, los datos se obtuvieron de Demographic Yearbook, 1967, publicado por las Naciones Unidas, Nueva York, 1968, páginas 722-738, y de The Milbank Memorial Fund Quarterly, volumen 38, 1960, página 132. Para la actualidad, los datos se obtuvieron del 1986 World Population Data Sheet, publicado por la Oficina de Referencia de Población.
[Notas a pie de página]
a Las edades para los tiempos antiguos se compilaron de inscripciones halladas en tumbas.
b 1932
c 1931-1933