Las fuentes de fuego de Hawai

SE VE un resplandor rojizo en el cielo nocturno; hay un olor acre en el aire y los ojos escuecen a causa de la contaminación atmosférica. ¿Qué sucede? ¿Por qué se están preparando las personas para una posible evacuación de sus hogares? ¿Hay un incendio forestal? No, la preocupación la causa el volcán, que ha vuelto a entrar en actividad, y una vez más ofrece un espectáculo llameante.

En la “Isla Grande” de Hawai las erupciones de los volcanes ocurren con cierta frecuencia. Por ejemplo, el volcán Kilauea ha tenido 48 fases de actividad desde que comenzó a entrar en erupción el 3 de enero de 1983. Generalmente esas fases duran 24 horas o menos, y consisten en chorros de lava que pueden alcanzar desde varios centenares de metros hasta aproximadamente mil metros, acompañados de algunas coladas volcánicas que se extienden por unos kilómetros desde el cráter.a

Una erupción espectacular

No obstante, la erupción que tuvo lugar en la primavera de 1984 fue diferente. En esta ocasión, Mauna Loa —el volcán activo más grande del mundo, que mide 9.900 metros desde su base en el fondo del océano hasta su cima— entró en actividad. Después de una erupción breve de un día de duración en julio de 1975, Mauna Loa permaneció inactivo hasta que en los meses de marzo y abril volvió a entrar en actividad durante 22 días. Arrojó un promedio aproximado de más de un millón de metros cúbicos de lava por hora durante la mayor parte de ese tiempo. Esa materia volcánica arrojada durante solamente una hora sería suficiente para hacer una acera de 10 centímetrosb de espesor y poco más de 1 m. de ancho desde Honolulú hasta Nueva York, ¡una distancia de 7.842 kilómetros!

La gran cantidad de lava formó siete grandes coladas volcánicas. Algunas de ellas se encaminaron en dirección a Hilo, la ciudad más grande de la isla, que tiene una población de más de treinta y cinco mil habitantes. Las autoridades mantuvieron una estricta vigilancia, y la inquietud alcanzó su punto culminante cuando una de las corrientes principales de lava llegó a una distancia de unos 6,5 kilómetros de la ciudad. Pero a pesar de todo no hubo ningún riesgo grave para la vida o la propiedad.

Mientras Mauna Loa entraba en erupción, Kilauea también se despertó breve pero violentamente, arrojando chorros de lava a una altura de unos doscientos metros. Esto dio lugar a la situación poco corriente de que dos volcanes activos entrasen en erupción simultáneamente en la isla... la primera vez que sucedía algo semejante desde 1868.

La tradición hawaiana

Como es de suponer, unas manifestaciones tan impresionantes de la naturaleza evocan las tradiciones y supersticiones de la gente. La tradición hawaiana dice que el volcán es el hogar de la diosa del fuego Pele, y que cuando el volcán amenaza la vida o la propiedad, dicha diosa está expresando su cólera. En esas ocasiones los antiguos hawaianos ofrecían alimento y licor como sacrificios para apaciguar a Pele.

Algunos hawaianos todavía se aferran hoy a algunas de esas tradiciones. Durante el año 1984 la erupción de Mauna Loa hizo que al menos un kahuna (líder religioso hawaiano) ascendiese a la montaña hasta la zona del cráter para hacer ofrendas de pescado de color rojizo y raíces de taro a la diosa del fuego: la Señora Pele.

También afloró de nuevo la leyenda hawaiana durante el tiempo de las erupciones simultáneas de Mauna Loa y Kilauea. Durante la noche el personal del Servicio del Parque Nacional y muchas otras personas informaron haber visto una raya blanca en el cielo acompañada de un gran resplandor luminoso. Según la tradición hawaiana, la explicación de este fenómeno es que Pele estaba viajando en forma de bola de fuego o popoahi de un volcán a otro a fin de afirmar su dominio.

También aconteció otro fenómeno durante la actividad volcánica. Las condiciones naturales existentes en Mauna Loa ocasionaron una precipitación momentánea de nieve sobre la montaña durante su erupción de lava. Mientras los científicos estaban explicando cómo el humo y las cenizas arrojadas a la atmósfera podían contribuir a la precipitación de nieve, los que estaban familiarizados con la leyenda hawaiana daban otra explicación.

Según la leyenda, la nieve que caía sobre el volcán sería una evidencia de que las dos diosas —Pele y su hermana Lilinoe, la diosa de la nieve— estaban luchando por sus dominios, el Mauna Loa. El hecho de que la nieve se derritiese tan pronto como tocaba la lava significaría que Pele había ganado la batalla que peleaba por la dominación.

Actividad volcánica reciente

Mauna Loa había estado inactivo desde 1984, pero Kilauea, que ha experimentado 48 erupciones periódicas desde enero de 1983, empezó a arrojar un flujo constante de lava el 18 de julio de 1986. Un total diario de más de trescientos ochenta mil metros cúbicos de lava llegaron al mar el último mes de noviembre. El río de lava de 13 kilómetros de longitud cortó la carretera de Kalapana y añadió nuevo terreno a la costa, pero hasta diciembre había destruido 26 hogares y otros 80 todavía siguen amenazados.

Aunque en general los volcanes de Hawai han sido relativamente inocuos, recientemente han causado considerables daños a los inmuebles. No hay mucho peligro para la vida, pues la erupción de la lava de los volcanes fluye en zonas poco habitadas. Si una colada volcánica comienza a aproximarse a una zona habitada, las autoridades han podido avisar a las personas con suficiente tiempo para efectuar una evacuación segura y ordenada.

Los volcanes han desempeñado un importante papel en la preparación de la Tierra para la habitación del hombre, y han hecho mucho para enriquecer el terreno y moderar el clima. El impresionante espectáculo de las fuentes de fuego de Hawai puede contemplarse sin temor supersticioso. Más bien hace que nos sintamos impulsados a dar gloria a Jehová, el Dios de toda la creación.

[Notas a pie de página]

[Reconocimiento en la página 24]

Fotografías del Servicio del Parque Nacional

[Reconocimiento en la página 25]

Fotografía del Servicio del Parque Nacional