De nuestros lectores
Pit bulls
Normalmente encuentro sus revistas bien documentadas; por eso, me sorprendió encontrar algunos errores en el artículo “Por qué unos son agresivos y otros, mansos” (22 de marzo de 1988). El perro llamado Pete en Our Gang (Nuestra pandilla) no era un pit bull, sino un bulldog americano. No existen pit bulls blancos con “ojos negros”; la fotografía del perro que aparece en la página 26 no corresponde a un akita; no hay perros agresivos, solo dueños agresivos. Si un perro se vuelve “loco”, la culpa es del dueño.
D. H., República Federal de Alemania
La fuente de nuestra información (la revista “Sports Illustrated”) dice que el círculo negro alrededor del ojo del pit bull llamado Pete era, “casi con toda seguridad, obra de un maquillador”. Tocante a la fotografía mencionada, reiteramos que se trata de un akita. Los comentarios de algunos lectores que publicamos a continuación posiblemente respondan a la otra cuestión mencionada en su carta.—La dirección.
Como pasatiempo sano, me dedico a adiestrar pit bulls, y gracias a mis muchos años de experiencia, sé que ciertos pit bulls son un poco difíciles de manejar, y en algunos casos pueden ser “peligrosos”. Pero normalmente esta no es la personalidad de estos perros. Es el dueño quien la “moldea”. Concuerdo totalmente con el artículo. Sin embargo, algunos de los que lo han leído dicen que en él se enfatizaba que los pit bulls “nacen asesinos” y que son “criminales de nacimiento” sin excepción alguna. Desearía con todo respeto que aclarasen este punto, ya que muchos se han ido a extremos tocante a esta raza después de leer el artículo.
D. Q. H., Costa Rica
Ustedes han presentado esta información de tal manera que ayuda a la gente a comprender la importancia del temperamento de todos los perros, además del papel vital que desempeña el dueño. Como dueños de un pit bull, hemos descubierto que, con el adiestramiento apropiado, el pit bull puede ser uno de los animales de compañía más encantadores. Pero no creo que nadie que tenga un perro como animal de compañía pueda decir: “No muerde”, porque los animales son animales. No podemos predecir su comportamiento.
C. S., Estados Unidos
Con todo el revuelo que ha habido en los medios informativos con relación a los pit bulls, fue agradable leer un artículo equilibrado en el que se mostrase que gran parte del problema puede atribuirse tanto a dueños abusivos (algunos dan de comer a sus perros pólvora o virutas de metal) como a la procreación consanguínea descontrolada. Ambos factores pueden causar inestabilidad en cualquier raza de perros.
S. S., Estados Unidos
Irse de casa
El artículo “¿Es el irse de casa la solución?” (22 de marzo de 1988) habla de una muchacha de catorce años que se fue de casa porque no tenía una buena relación con sus padres y pensaba que no podía hablar con ellos. Creía que no había nadie que pudiera entenderla. Tengo catorce años, y hace poco pasé por la misma experiencia que la Amy del artículo. Me fui de casa para vivir con mis amistades exactamente por las mismas razones. La única diferencia es que yo no tuve relaciones sexuales ni tomé drogas. La misma noche que me marché, mis padres fueron a buscarme. Acudimos a los ancianos de la congregación y hablamos. Ahora nos llevamos mejor, y sé que mis padres están ahí cuando los necesito. Sé que comprenderán cualquier cosa que tenga que decirles. Si solo hubiese leído este artículo antes, jamás me habría ido de casa.
A. B., Estados Unidos