De nuestros lectores
Romper Cuando su artículo (“¿Deberíamos romper?”, 22 de julio de 1988) llegó a mis manos, me encontraba en la difícil situación de tener que decidir si seguía adelante con un noviazgo lleno de problemas. Resultó un consejo dado en el momento oportuno. Me siento como si se me hubiese quitado un peso de encima, y ahora sé qué es lo que se debe esperar y hacer durante el noviazgo. Nunca he conocido una organización que piense tanto en sus jóvenes como la suya. Sigan así.
E. E., Ghana
María Hace poco apareció en ¡Despertad! (8 de noviembre de 1988) un artículo sobre María que minimizaba el valor que le concedemos. Nosotros saludamos a María como hizo Gabriel y la llamamos ‘bendita’ y ‘Madre’ como se hace en las Escrituras. Nos parece bien hacerlo y queremos seguir así.
M. P. M., Brasil
Es comprensible que el tema de María esté muy arraigado en el corazón de los católicos y concordamos en que ella fue muy favorecida por Dios. Sin embargo, nuestro artículo mostró que no existe apoyo bíblico para las muchas tradiciones surgidas en conexión con ella, como la de la Inmaculada Concepción, la Asunción y su papel de mediadora. (Levítico 12:6-8; Lucas 2:22-24; 1 Corintios 15:50; 1 Timoteo 2:5.) Por consiguiente, la cuestión a la que se encaran los cristianos no es si están adorando de la forma que a ellos les parece bien, sino si están ‘adorando en verdad’. (Juan 4:23.)—La dirección.
La infalibilidad del Papa Su número del 8 de febrero de 1989 (“¿Son infalibles los papas?”) fue una sacudida para mí. Creo profundamente que todos los que aman a Dios de verdad deberían valorar lo que tienen en común y trabajar juntos en unidad, pero lo suyo es un ataque bajo, infundado, mal enfocado y mal investigado. ¿Qué se proponían?
E. S., Estados Unidos
La mayoría de las declaraciones no eran sino citas de lo que los propios católicos dicen sobre la doctrina de la infalibilidad del Papa. En realidad, los artículos estaban basados casi exclusivamente en fuentes católicas, muchas de las cuales llevaban el imprimátur de la iglesia católica. Además, nuestro propósito es ayudar a los lectores a escudriñar esta doctrina a la luz de las Escrituras. Un examen objetivo de las creencias religiosas, aunque pueda ser doloroso, resulta de gran valor para cualquier persona sincera que busque la verdad.—La dirección.
El huracán Gilbert Al leer su artículo (22 de marzo de 1989) deduzco claramente que solo enviaron suministros de socorro para los Testigos de esa zona de México. ¿Y qué hay de las personas que no son Testigos? Además, donde el artículo dice que “los vecinos quedaron profundamente impresionados” por la ayuda que ustedes brindaron, se trasluce cierto deseo de presumir.
C. T., Estados Unidos
Los testigos de Jehová de ningún modo pasan por alto los aprietos de su prójimo cuando ocurre algún desastre. En artículos anteriores se ha demostrado lo dispuestos que están a ayudar a sus vecinos en esos momentos. Véase, por ejemplo, el artículo intitulado “¡El dique se ha roto!” (8 de octubre de 1986). De modo que nos esforzamos por obrar “lo que es bueno para con todos, pero especialmente para con los que están relacionados con nosotros en la fe”. (Gálatas 6:10.) No nos impulsa un deseo de impresionar a los demás, pero esas buenas obras mueven a los que las presencian a expresar palabras de encomio. (1 Pedro 2:12.)—La dirección.
Impedidos Agradecí mucho su artículo “Impedidos, pero triunfantes” (22 de octubre de 1988). Debido a que tengo parálisis cerebral, a veces las personas insisten en tratarme como si no pudiese hacer nada. Tal como se indicaba en su artículo, me dicen: “Esto no lo puedes hacer, ven, deja que te ayude”. Pero he descubierto que cuando lo intento, puedo hacerlo.
C. S., Estados Unidos