El tabaco y la salud, ¿hay alguna relación?
“Gracias por no fumar” (Un letrero que se ve a menudo.)
“Gracias por fumar” (Un contraataque publicado en una revista de una compañía tabacalera.)
SE HA trazado la línea de batalla. Los propagandistas ponen a trabajar su pluma y su ordenador, y las agencias publicitarias emiten mensajes contrarios. Esta guerra, la guerra del tabaco, se combate en el mercado mundial, y son muchos los intereses envueltos, pues todos los años se mueven miles de millones de dólares. Tanto si usted es fumador como si no, esta situación le afecta.
La guerra se pelea en dos frentes principales: la economía y la salud. Para los que están en contra de fumar, lo que más importancia tiene es la salud, mientras que para los magnates del tabaco y todos los que dependen de esta industria, lo que está en juego es la economía, las ganancias y los puestos de trabajo. Las emociones y las reacciones tienden a exaltarse, como lo ilustra lo que sucedió en un aeropuerto cuando un fumador pidió fuego a una persona. “Lo siento, no fumo”, fue la inocente respuesta que se le dio. “¡Yo no le he preguntado si fumaba!”, gruñó el fumador.
Pero, ¿qué hay detrás de toda esta controversia? ¿Es verdaderamente tan malo el tabaco? ¿Debería dejar de fumar?
Advertencias gubernamentales sobre la salud
En Estados Unidos lleva décadas debatiéndose la cuestión del tabaco y el cáncer. En los años sesenta, la industria tabacalera donó millones de dólares para efectuar investigaciones supuestamente dirigidas a precisar la relación entre el cáncer y el tabaco, con el fin de encontrar alguna manera de fabricar cigarrillos libres de elementos cancerígenos. Una de las consecuencias de esas investigaciones probablemente ha ido más allá de lo que esperaban los industriales tabaqueros.
En el año 1964 el director general de Sanidad de Estados Unidos publicó un primer informe en el que advirtió sobre los peligros de fumar. Desde 1965, los fabricantes estadounidenses de cigarrillos se han visto bajo la obligación legal de imprimir advertencias en las cajetillas. Al principio el mensaje era moderado: “Advertencia: el director general de Sanidad dictamina que fumar es peligroso para la salud”. Posteriormente, en el año 1985, se exigió que las compañías tabacaleras alternasen cuatro diferentes mensajes tanto en sus anuncios publicitarios como en el envoltorio de sus productos. Cada uno de ellos comienza con las palabras: “ADVERTENCIA DEL DIRECTOR GENERAL DE SANIDAD”. Los mensajes son los siguientes: “Fumar produce cáncer de pulmón, enfermedades cardiacas, enfisema y puede ser la causa de complicaciones en el embarazo” (véase el recuadro de la página 4). “El que mujeres embarazadas fumen puede causar daño al feto, provocar un parto prematuro y resultar en que la criatura nazca con falta de peso.” “Si deja de fumar ahora, reduce en gran manera los graves riesgos a los que está expuesta su salud.” “El humo del cigarrillo contiene monóxido de carbono.”a
Además de Estados Unidos, hay otros países que también advierten sobre el peligro de los cigarrillos. En la revista India Today aparecen anuncios publicitarios en los que se incluyen las palabras: “ADVERTENCIA ESTATUTARIA: FUMAR CIGARRILLOS PERJUDICA LA SALUD”. En Canadá solían imprimir en letra pequeña: “Advertencia: Sanidad y Seguridad Social de Canadá informa que el peligro para la salud aumenta con la cantidad que se fuma; evítese inhalar el humo”. Pero desde el 31 de mayo de 1988 ese país ha prohibido los anuncios de tabaco. En Gran Bretaña, los anuncios de cigarrillos incluyen estas palabras: “MEDIO EN ALQUITRÁN [o BAJO EN ALQUITRÁN] / Según determina el Gobierno de Su Majestad / PELIGRO: Las Autoridades Sanitarias ADVIERTEN QUE: LOS CIGARRILLOS PUEDEN PERJUDICAR SERIAMENTE SU SALUD”. En Italia, los anuncios de tabaco han estado prohibidos desde 1962. (Con todo, en los últimos veinte años los italianos fuman el doble.) Con tantas advertencias basadas en la arrolladora evidencia científica —más de cincuenta mil estudios efectuados a través de los años—, la conclusión es ineludible: fumar perjudica la salud.
Aunque fumar es un fenómeno mundial, no todos los países exigen que se impriman advertencias en el envoltorio del tabaco. Además, cuando en alguna zona se reduce el mercado, los magnates tabaqueros, abren nuevos mercados en otros países gracias a sus tenaces campañas publicitarias. ¿Existen muchos anuncios de tabaco en su país? ¿Se ha hecho que los cigarrillos extranjeros parezcan más atrayentes? ¿Qué hay de cierto tras la gran campaña publicitaria?
[Nota a pie de página]
a El monóxido de carbono, gas inodoro que constituye entre el 1 y el 5% del humo del cigarrillo, tiene una gran afinidad con la hemoglobina de la sangre, la molécula que transporta el oxígeno. Su presencia reduce la cantidad de oxígeno que debería circular en la sangre, lo que puede ser peligroso para la persona que ya padece alguna enfermedad cardiaca.
[Recuadro en la página 5]
TABACO y enfisema
El enfisema es una enfermedad que resulta en la pérdida progresiva de elasticidad de los pulmones, lo que con el tiempo imposibilita la suficiente exhalación del aire viciado. La publicación Columbia University College of Physicians and Surgeons Complete Home Medical Guide explica: “Los [estadounidenses] que tienen enfisema encajan en un mismo patrón: en su mayor parte son hombres que tienen entre cincuenta y setenta años y que durante mucho tiempo han sido fumadores empedernidos. En el pasado esta enfermedad era más frecuente entre el sexo masculino que entre el femenino, pero como cada vez más mujeres son fumadoras empedernidas, esta tendencia está cambiando”.
Esta misma obra añade: “El enfisema puede hacerse pasar por otra enfermedad durante años. Una persona con enfisema probablemente haya tenido todos los inviernos durante unos años varios resfriados fuertes, acompañados de mucha tos y quizás de bronquitis crónica. La tos suele persistir y convertirse en crónica”. ¿Cuáles son algunos de los demás síntomas de esta dolencia?
“El enfisema se desarrolla poco a poco. A las ligeras molestias que se sienten al respirar por las mañanas y por las noches, les suelen seguir poco después síntomas que empiezan a interferir en la realización de diferentes actividades. Un breve paseo puede ser suficiente para dejar a la persona sin aliento, y le resulta difícil subir escaleras. Finalmente, como los pulmones cada vez se ven más limitados para cumplir con la función de inhalar, exhalar y efectuar el intercambio de gases, llega un momento en que cada inhalación requiere un importante esfuerzo, y el paciente se encuentra incapacitado para llevar a cabo las actividades normales.”
Esta misma guía médica añade que el enfisema puede desembocar en graves trastornos cardiovasculares. ¿Realmente vale la pena? ¿Por qué malograr la preciosa dádiva de la vida a cambio del placer efímero de la nicotina?▪
[Recuadro/Fotografía en las páginas 4, 5]
TABACO y embarazo
La revista soviética Nauka I Zhizn (Ciencia y Vida) recientemente publicó un artículo del doctor Víctor Kazmin en el que se detallaban los peligros que afrontan tanto la madre que fuma durante el embarazo como la criatura. Declaró que “fumar causa un daño enorme al organismo de la mujer, cuyas diferencias biológicas la convierten en un ser bastante sensible a los envenenamientos. Al fin y al cabo, el humo del tabaco contiene componentes que representan una grave amenaza para la salud”.
Dice que las madres fumadoras pueden envenenar a la criatura no nacida. “Análisis de laboratorio han detectado la presencia de venenos —nicotina y su metabolito, la cotinina— en el líquido amniótico de esas pacientes. Lo más espantoso, no obstante, es que, como ha podido detectarse mediante microscopios electrónicos, hasta cambia la estructura del cordón umbilical de las mujeres que fuman durante el embarazo, y es a través de dicho cordón que la madre da al feto todo lo que necesita para vivir. [...]
”Si la madre fuma durante las dos o tres semanas que siguen a la concepción, los efectos producidos en el sistema nervioso central del embrión [...] son, por regla general, peores. Durante la cuarta o quinta semana del embarazo se desarrolla el sistema cardiovascular, así que es lo primero que se envenena.”
¿A qué conclusión llegó el doctor Kazmin? “Fumar es mucho más peligroso para el feto que para la propia madre.” ¿Merece la pena? Recuerde la advertencia del director general de Sanidad de Estados Unidos: “Fumar [...] puede ser la causa de complicaciones en el embarazo”, por no decir más.▪
[Fotografía]
Traducción: ¿Por qué empezar una vida envuelta en humo?
[Reconocimiento]
OMS/American Cancer Society