BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower
Watchtower
BIBLIOTECA EN LÍNEA
español
  • BIBLIA
  • PUBLICACIONES
  • REUNIONES
  • g89 8/10 pág. 3
  • La sacudida y el trauma de la guerra

No hay ningún video disponible para este elemento seleccionado.

Lo sentimos, hubo un error al cargar el video.

  • La sacudida y el trauma de la guerra
  • ¡Despertad! 1989
  • Información relacionada
  • Los últimos días... ‘Habrá reinos contra reinos’
    ¡Despertad! 1988
  • ¿Cómo era el mundo hace cincuenta años?
    ¡Despertad! 1995
  • La I Guerra Mundial y el principio de dolores
    La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1983
  • Las amargas secuelas de la guerra
    ¡Despertad! 1989
Ver más
¡Despertad! 1989
g89 8/10 pág. 3

La sacudida y el trauma de la guerra

“HABÍAMOS estado de patrulla sin ningún contratiempo. Nuestro oficial, un hombre bondadoso y amable que no era soldado profesional, nos conducía de regreso a nuestras líneas. Un centinela nos dio el alto. Antes de que nuestro oficial pudiese responder, un soldado nervioso de detrás de nuestras líneas disparó y le dio de lleno en la cara. El pobre hombre murió ahogado en su propia sangre.” Para el soldado británico Edward B, este incidente resumió el trauma de la segunda guerra mundial.

Hay quienes tratan de ocultar el verdadero rostro de la guerra. Por ejemplo: algunos propagandistas dijeron que la primera guerra mundial fue “mitad Armagedón —la batalla final del Bien contra el Mal [...]— y mitad torneo medieval, con un ligero toque de críquet”.a (The Faces of Power [Los rostros del poder].) Sin embargo, no fue ni una cosa ni la otra. El corresponsal y novelista Ernest Hemingway hizo una descripción mejor cuando escribió que fue “la carnicería más colosal, mortífera y mal dirigida que jamás ha tenido lugar en la Tierra”. Por supuesto, esto fue cierto hasta que llegó la segunda guerra mundial.

Todas las guerras de este siglo y de los anteriores han sido carnicerías. Malcolm Browne escribió que “todas las guerras de la historia, sin importar su causa o justificación, han sido sucias, angustiosas y degradantes para todos los implicados”. Aunque en Vietnam fue testigo presencial de mucha de la matanza y agonía de la guerra, atestiguadas por la enorme cantidad de documentación gráfica y escrita, aun así pensaba que “la variedad de horrores perpetrados en Vietnam no representa nada nuevo en la experiencia humana”. (The New Face of War [El nuevo rostro de la guerra].)

Desde luego, durante la segunda guerra mundial se sufrieron horrores similares a aquellos. Alemania y Japón quedaron arrasadas, y la cantidad de militares y civiles de esos países que perdieron la vida ascendió a millones. Estados Unidos tuvo unas 400.000 bajas; Gran Bretaña, 450.000, y Francia, más de 500.000. En la Unión Soviética murieron unos 20 millones de personas. El libro World War II hace una recopilación de lo que llama “estas cifras de sufrimiento humano”, y dice: “En conjunto, el número de víctimas de la guerra, incluidos los civiles, ascendió a, por lo menos, 50 millones”.

Las víctimas civiles fueron parte de lo que Gerald Priestland, en su libro Priestland—Right and Wrong, llamó “guerra total: guerra [que afecta] a hombres, mujeres y niños sin importar dónde están o qué hacen, o lo viejos o indefensos que puedan ser”. Dijo que esto quedó ejemplificado cuando “los aliados incinera[ron] Hamburgo y Dresde y los alemanes destruye[ron] Liverpool y Coventry”.

La aniquilación de decenas de millones de personas en la guerra ha sido monstruosa. Pero, ¿qué hay de los que sobreviven al ‘sucio, angustioso y degradante’ trauma de la guerra? ¿Cómo son afectados? Y ¿cómo pueden hacer frente a las secuelas? Los siguientes artículos examinarán estas cuestiones.

[Nota a pie de página]

a Juego inglés caracterizado por su cortesía y ritmo sosegado.

    Publicaciones en español (1950-2025)
    Cerrar sesión
    Iniciar sesión
    • español
    • Compartir
    • Configuración
    • Copyright © 2025 Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania
    • Condiciones de uso
    • Política de privacidad
    • Configuración de privacidad
    • JW.ORG
    • Iniciar sesión
    Compartir