Ponen música a las obscenidades
“LA SAGRADA misión de los conjuntos de rock —ofender a tantos padres como sea posible— es una asignación cada vez más ardua en una cultura que día a día se vuelve más grosera”, decía un artículo de fondo reciente publicado en la revista U.S.News & World Report. Sin embargo, ese mismo artículo indicaba que algunos conjuntos de rock aceptan el “desafío de escandalizar a los que ya están aturdidos” por medio de utilizar lenguaje ordinario aún más grotesco, no solo en su música sino incluso en los nombres que escogen para sus conjuntos. Decía: “En la actualidad hay por lo menos trece conjuntos cuyo nombre alude a los genitales masculinos, seis que evocan los genitales femeninos, cuatro el esperma, ocho el aborto y uno una infección vaginal”. Luego añadía que un sondeo ha descubierto por lo menos diez conjuntos cuyo nombre evoca “diversos actos sexuales” y seis que evocan el vómito. Hay que admitir que la mayoría de estos grupos están lejos de ser famosos, pero su influencia se deja sentir.
En Florida (E.U.A.), un tribunal declaró obsceno un disco del grupo de ‘rap’ 2 Live Crew que, según uno de sus críticos, contenía “87 descripciones de sexo oral, 116 alusiones a los órganos genitales masculinos y femeninos y referencias a la eyaculación masculina en otras partes de la letra”. La decisión del tribunal fue después apelada y revocada. No obstante, el propietario de una tienda de discos fue detenido y más tarde declarado culpable de obscenidad y multado con 1.000 dólares (E.U.A.) por vender el disco. Sus abogados piensan apelar la sentencia.
Sin embargo, no a todos les ofende esta violenta embestida de obscenidad. En The Olympian, un periódico del estado de Washington (E.U.A.), un crítico recientemente se deshizo en alabanzas al hablar del concierto de un conjunto popular de heavy-metal. Indicó que el grupo ‘puede que haya establecido un récord’ al utilizar una palabra grosera —como parte de su lenguaje explícito sexual— “más de doscientas veces durante sus comentarios intercalados entre las canciones. El público respondió del mismo modo. Fue una velada de obscenidad, rock and roll y estilo de vida americano, y el público estaba encantado”. El grupo —resumió dicho crítico— “estuvo magnífico”.
Sin duda, las normas de algunos críticos y de parte de la música de hoy están muy alejadas del sabio consejo bíblico: “Que no salga de vuestra boca ninguna palabra mala”. (Efesios 4:29, Cantera-Iglesias.) Los amantes de la música, tanto jóvenes como mayores, hacen bien en no permitir que semejantes obscenidades siquiera penetren en sus oídos.