¿Qué está sucediendo en las Naciones Unidas?
ALGO está sucediendo en las Naciones Unidas. Están produciéndose cambios asombrosos que van a afectar el futuro de usted. Los líderes del mundo los ven con mucho optimismo. Considere lo que dicen:
“Cuarenta y cinco años después de su fundación, tras estar paralizada por mucho tiempo, la [Organización de las Naciones Unidas] está evolucionando ante nuestros ojos y ahora emerge como un verdadero juez, promulgando la ley y esforzándose por que se ponga en práctica.”—Presidente francés, François Mitterrand, a la 45.a sesión de la Asamblea General de la O.N.U., el 24 de septiembre de 1990.
En esta misma reunión, el anterior ministro de Asuntos Exteriores soviético, Eduard Shevardnadze, comentó que “uno no puede evitar sentirse satisfecho de la unidad sin precedentes que existe en el Consejo de Seguridad [de la O.N.U.]. [...] Las posturas adoptadas por los miembros de la Organización [de las Naciones Unidas] dan al Consejo de Seguridad la autoridad para ir tan lejos como lo requieran los intereses de la paz mundial”.
Unos días después, se dirigió a la Asamblea General de la O.N.U. el presidente de Estados Unidos, George Bush. Los cambios que vio le movieron a decir: “Desde 1945 no habíamos visto la posibilidad real de utilizar las Naciones Unidas de acuerdo con el propósito para el que se fundaron: como centro para la seguridad colectiva internacional”. Dijo esto debido a “la gran determinación y unidad históricas con que reaccionaron las Naciones Unidas” ante la crisis del golfo Pérsico. “Por primera vez, el Consejo de Seguridad de la O.N.U está empezando a obrar de acuerdo con el propósito para el que se creó.” También dijo: “Las Naciones Unidas pueden ayudar a crear una época nueva” si sus miembros ‘abandonan sus terribles armas’. Haciendo esto podrán culminar el “movimiento histórico hacia un nuevo orden mundial y una larga era de paz”.
El señor Guido de Marco, presidente de la Asamblea General de las Naciones Unidas, compartió este optimismo. Proclamó con entusiasmo: “Ya se divisan en el horizonte los albores de un nuevo sistema basado en la amistad y la cooperación entre las principales potencias. [...] Estos cambios han revitalizado a la Organización de las Naciones Unidas”. Dijo que “el papel de la Asamblea General como punto focal de discusión y deliberación internacionales se ha reafirmado de una manera impresionante”. Y debido a esto, añadió: “El mundo ya no vive en la sombra de un posible Armagedón provocado por la competencia ideológica”.
¿Cuáles fueron “estos cambios” que catapultaron a las Naciones Unidas hacia esta posición de prestigio e influencia tan esperada? ¿Qué provocó ese optimismo que impulsó a los líderes del mundo a hablar con esperanza de “un nuevo orden mundial y una larga era de paz” libre del riesgo de un Armagedón nuclear?
¿Qué produjo el cambio?
“El fin de la guerra fría [en Europa]”, respondió Javier Pérez de Cuéllar, secretario general de las Naciones Unidas, en el informe de 1990 sobre las actividades de esta Organización. Durante décadas, esa tensa situación “originó sospechas y temores crónicos y dividió el mundo en facciones opuestas”. Comentó que el “concepto de seguridad [que] ha empezado a imponerse es precisamente el que las Naciones Unidas han estado exponiendo a través de los años”.
Sí, parecía que las naciones finalmente estaban dándose cuenta de que “obsesionarse con la seguridad militar resulta en una carrera de armamentos que se autoperpetúa, [...] detiene el diálogo político [...] y agrava el sentido de inseguridad en todas las naciones”, dijo el secretario general. ¿Y a qué llevó esta nueva actitud?
Un espíritu de cooperación y confianza mutua empezó a impregnar las cumbres de las superpotencias. Como ese espíritu se iba imponiendo, ya no sentían la necesidad de mantener el mismo nivel de fuerzas armadas que sirvieran de fuerza disuasoria en lugares estratégicos de Europa. El Muro de Berlín cayó. Alemania se unió. En varios países de la Europa oriental se formaron nuevos gobiernos y se concedieron a los ciudadanos libertades de las que nunca antes habían gozado. Fronteras cerradas se abrieron para el turismo, los intercambios culturales y el comercio. Y por si fuera poco, la Unión Soviética y Estados Unidos empezaron a alabar a las Naciones Unidas y a proclamar la necesidad de utilizar esta organización como una fuerza viable en la lucha del mundo por la paz y la seguridad.
Seamos realistas
¿Le sorprendieron a usted estos cambios repentinos? ¿Empezó a pensar que por fin se divisaban en el horizonte la paz y la seguridad, y que las Naciones Unidas iban a desempeñar un papel clave en alcanzar estas metas? En vista de lo sucedido, es comprensible que haya optimismo. Sin embargo, la sabiduría y la historia nos obligan a ser realistas ante esta posibilidad.
Note lo que comentó el señor Pérez de Cuéllar en su informe: “Dos veces en este siglo, tras dos devastadoras guerras, las posibilidades de construir un orden mundial pacífico no se convirtieron en realidad plenamente”. El presidente Bush usó casi las mismas palabras cuando se dirigió al pleno del Congreso de Estados Unidos el 6 de marzo de 1991. “Dos veces en este siglo, la guerra convulsionó al mundo entero. Dos veces en este siglo, de los horrores de la guerra emergió la esperanza de paz duradera. Dos veces antes, estas esperanzas se quedaron en un sueño lejano, fuera del alcance del hombre.”
James Baker, secretario de estado de Estados Unidos, fue más específico cuando se dirigió al Consejo de Seguridad de la O.N.U. Al pedir una resolución de esta organización respecto a utilizar la fuerza en el golfo Pérsico, recordó a sus colegas que el llamamiento que hizo Etiopía en 1936 “a la Sociedad de Naciones finalmente cayó en oídos sordos. Los esfuerzos de la Sociedad de Naciones por remediar la agresión fracasaron y como resultado hubo desorden internacional y guerra”. Luego el señor Baker suplicó: “No debemos permitir que la Organización de las Naciones Unidas siga el mismo camino que la Sociedad de Naciones”.
¿Qué fue la Sociedad de Naciones? ¿Por qué se fundó? ¿Por qué fracasó? Las respuestas a estas preguntas nos permitirán comprender los cambios que se están produciendo en las Naciones Unidas.