¿En qué se diferencian el críquet y el béisbol?
Por el corresponsal de ¡Despertad! en Australia
CUANDO la reina Victoria de Inglaterra celebró un aniversario especial en 1897, una cuarta parte de la superficie terrestre estaba bajo control británico. En la actualidad, el antiguo esplendor del Imperio británico ha quedado reducido a un simple recuerdo. Pero, por sorprendente que parezca, hoy día aún se ve y se siente su influencia en muchas partes del mundo. Uno de sus varios legados es el interesante deporte inglés llamado críquet.
El críquet es popular en la mayor parte de los países que en su día estuvieron bajo el control de Gran Bretaña —las Antillas, zonas de Asia y de África—, pero no en Estados Unidos, donde el béisbol está muy arraigado. Sin embargo, se dice que hay por lo menos cien clubes de críquet en esa anterior colonia británica. Para los que nunca han visto jugar al críquet, diremos que es un deporte que se practica en un terreno de juego grande y ovalado y que todos los jugadores van vestidos de blanco; los bowlers (lanzadores) tratan de hit (golpear) o break (derribar) una portería llamada wicket (rastrillo), que está defendida por un batsman (bateador). Luego lo explicaremos mejor.
¿Se parece el críquet al béisbol?
Sí y no. A la mayoría de los entusiastas del béisbol, el críquet les parece un juego tranquilo, más bien lento, “un béisbol bajo los efectos del Valium”, como dijo un cómico estadounidense. De todas formas, algunos términos del críquet son parecidos a los del béisbol. Por otro lado, los objetivos de los partidos y las reglas del juego son bastante diferentes. Con todo, si logra entender básicamente lo que tratan de conseguir los dos equipos contrarios que se enfrentan en el terreno de juego, su frustración respecto al críquet podría convertirse en entusiasmo.
En el críquet, igual que en el béisbol, juegan dos equipos contrarios. Cada equipo consta de 11 jugadores y un reserva, denominado el 12th man (duodécimo hombre). En este aspecto difiere del béisbol, cuyos equipos constan de nueve jugadores. El bateador de críquet recibe en inglés el nombre de “batsman”, y el de béisbol, “batter”; y tocante a la forma del bate, el de críquet se distingue bastante del de béisbol. (Véase la ilustración de la página 23.) Igualmente, el jugador que lanza la pelota —el lanzador— recibe el nombre de “bowler” en el críquet y “pitcher” en el béisbol. La expresión “scoring runs” (apuntarse carreras) es común a ambos juegos, aunque el método de tanteo es diferente. El término “innings” (entradas) también se utiliza en ambos deportes. Todas estas similitudes no deberían extrañarnos, pues la Encyclopedia International dice que el béisbol se inventó a finales del siglo XIX sobre la base del críquet inglés y de otro deporte conocido por el nombre de rounders.
No obstante, aparte de las similitudes que acabamos de mencionar, hay muchas diferencias entre el críquet y el béisbol. La indumentaria y la postura de los jugadores, la forma y el trazado del terreno de juego (ovalado en el caso del críquet y en forma de diamante, o cuadrado, en el caso del béisbol), la posición de los jugadores y la velocidad del juego parecen tener poco en común. Pero a pesar de las diferencias, si se conoce uno de los dos deportes, una vez explicados los rudimentos del juego no es muy difícil comprender el otro y disfrutar de él.
Analicemos ahora el juego en sí
El terreno de juego ideal para el críquet es un óvalo de unos 140 metros de anchura por 150 metros de longitud. Por el centro del campo está el pitch, franja de terreno de 20 metros de longitud por 3 metros de anchura. En los partidos llamados de first-class (primera clase), el pitch es de césped, cortado y cuidadosamente igualado. En otros encuentros puede ser de hormigón o de tierra batida cubierta con una estera de fibra. A cada extremo del pitch están los rastrillos, compuestos por tres estacas de madera verticales, de 71 centímetros de altura y espaciadas a un total de 23 centímetros, de modo que la pelota no pueda pasar entre las estacas. Encajados en unas ranuras de la parte superior de las estacas se colocan en sentido horizontal dos pequeños bails (travesaños, o varillas de madera), uno a continuación del otro, conectando las tres estacas.
A lo ancho del pitch hay trazadas unas líneas blancas llamadas creases, paralelas a cada uno de los rastrillos y situadas a 1,2 metros delante de estos. Estas líneas delimitan la zona en la que los bateadores están a salvo cuando la pelota está en juego. El lanzador no debe traspasar esta línea cuando lanza la pelota, de lo contrario se dice que es no-ball (un lanzamiento que no es válido) y se le penaliza automáticamente con un free run, un tanto, o carrera, en su contra.
Los capitanes de los dos equipos contrarios lanzan una moneda al aire para determinar quién bateará primero. El que gana puede hacer que su equipo batee primero o que sea el equipo contrario quien lo haga si opina que en ello puede haber ciertas ventajas para su equipo debido a las condiciones climáticas, el estado del pitch u otras razones.
Dos bateadores se colocan en sus respectivas líneas a cada extremo del pitch. Ambos llevan protectores para las piernas y el cuerpo, así como unos guantes especiales. Desde hace algunos años, la mayoría de los bateadores profesionales también llevan casco. Todos los jugadores del equipo que no batea se colocan estratégicamente alrededor del campo a diversas distancias del bateador que recibe la pelota. El guardameta (catcher, o receptor, en términos de béisbol), bien protegido también, se coloca detrás del rastrillo del bateador, atento a atrapar cualquier pelota que a este se le escape y también a tratar de eliminarle con un caught o un stumped mientras está fuera de su terreno. (Véase el recuadro de la página 24.)
El capitán asigna a dos miembros de su equipo para que jueguen de lanzadores durante el tiempo que él determine. Uno lanza seis pelotas consecutivas (ocho en Australia y África del Sur) desde un extremo del pitch y el otro hace lo mismo desde el extremo opuesto. Estas series de seis lanzamientos reciben el nombre de “overs”. En cada equipo suele haber varios lanzadores, y el capitán decide cuándo alternar desde lanzadores fast (rápidos) y medium fast (medio rápidos) a slower (más lentos) o spin (con efecto). La pelota no debe lanzarse como se hace en el béisbol, sino que hay que lanzarla por alto, manteniendo el brazo extendido sin doblar el codo hasta que se complete todo el movimiento y la pelota haya sido lanzada. (Véase la página 2.)
La pelota de críquet, normalmente forrada de cuero de color rojo, pesa unos 160 gramos y es ligeramente más pequeña, más dura y más pesada que la de béisbol. El efecto que el lanzador da a la pelota, valiéndose de las gruesas puntadas de la costura, afecta su trayectoria en el aire y determina la dirección que tomará después de botar, pues, en contraste con el béisbol, la pelota suele botar una vez antes de llegar al bateador. Solo en contadas ocasiones el lanzador hace un full-toss, o full pitch, es decir, lanza la pelota de modo que el bateador pueda interceptarla antes de que dé en el suelo. A menudo resulta más difícil enfrentarse a un jugador astuto que lanza la pelota con efecto que a uno que la lanza con rapidez. El efecto se consigue haciendo girar la pelota hacia la izquierda o hacia la derecha en el momento de soltarla. Hay dos tipos básicos de efecto: “off breaks”, si el cambio de dirección de la pelota es hacia el lado opuesto al bateador, y “leg breaks”, si el cambio de dirección de la pelota es hacia la parte del campo que queda a la espalda del bateador.
La gran responsabilidad del bateador
Cada uno de los bateadores tiene dos funciones: una es proteger su rastrillo y evitar que se le elimine por otras causas; la otra, apuntarse carreras lo más deprisa posible. (Véase el recuadro de la página 24.) Pero al bateador demasiado cauteloso que se concentre únicamente en defender su rastrillo y no en anotarse tantos, se le suele criticar por ser “stone-walling” (jugar a la defensiva), pues ese tipo de juego hace que el partido de críquet sea muy aburrido.
Un buen bateador necesita coordinación de ojos, manos y pies, reflejos rápidos y capacidad para correr deprisa de un rastrillo al otro. Cada vez que logra correr de un rastrillo al otro, intercambiando el puesto con su compañero de la portería contraria, se apunta una carrera. Si al batear lanza la pelota a los límites del terreno de juego sin que nadie la pare y la devuelva, se le apuntan cuatro carreras sin tener que correrlas. Si da tan fuerte a la pelota que la lanza fuera de los límites del terreno de juego (como cuando en el béisbol se consigue una carrera completa), se le añaden a su favor seis carreras.
Cada equipo permanece en la línea del bateador hasta que diez de sus jugadores quedan eliminados; al bateador número once, denominado “not out”, no se le elimina, porque no tiene un compañero con quien intercambiar el puesto. Entonces se invierten los papeles, y el equipo contrario trata de anotarse más carreras que su oponente. Si se trata de un partido de una sola entrada, el total más elevado de tantos es lo que determina qué equipo ha ganado. Pero la mayoría de los partidos clasificados como first-class cuentan con dos entradas para cada equipo, con lo que un partido importante de críquet puede durar (fíjense bien, hinchas del béisbol) ¡entre tres y cinco días!, y cada equipo puede conseguir ¡centenares de carreras! Algunos bateadores han conseguido permanecer en su puesto sin que se les elimine durante varios días, y se han anotado más de cuatrocientas carreras. En esto difiere bastante del béisbol, en el que aunque cada equipo juega nueve entradas, un partido suele terminar en unas tres o cuatro horas. Y al final es posible que un equipo gane por ¡una carrera a cero!
En el críquet hay dos árbitros, cada uno en un extremo del pitch. Uno se queda a un lado del bateador, a cierta distancia, y el otro directamente detrás del rastrillo junto al que está el lanzador. Las decisiones de los árbitros son definitivas. Discutir con un árbitro no se considera “juego limpio”.
Cuanto más se conoce, más gusta
Cuando uno se introduce en el juego del críquet, cada vez le resulta más atractivo. Tom, un emigrante europeo que se trasladó a Australia con su familia cuando no era más que un muchacho de nueve años, lo comprobó por sí mismo. Jamás había oído hablar de este juego, pero pronto se convirtió en un entusiasta. Tom recuerda: “A medida que aprendía a jugar al críquet y me familiarizaba con las reglas del juego, mi entusiasmo por este deporte aumentaba. En seguida aprendí que un bateador necesita una vista muy aguda, reflejos rápidos y mucha serenidad mientras espera la pelota que se le ha lanzado a velocidades de hasta 150 kilómetros por hora”.
Hay sin duda muchos detalles interesantes del críquet que no se han abarcado en este breve artículo. Pero esperamos que la próxima vez que usted vea un partido de críquet, entienda mejor el juego y quizás hasta se entusiasme con él mientras contempla los resueltos golpes del bateador y la calculadora habilidad del lanzador.
[Fotografía en la página 24]
Bateador en el momento de recibir la pelota del lanzador. Obsérvese al árbitro (a la izquierda), al guardameta (a la derecha) y al segundo bateador avanzando por el “pitch”
[Ilustraciones en la página 23]
Evolución del bate de críquet con el paso de los siglos
Bate moderno visto de frente y de costado
Rastrillo con sus travesaños
[Recuadro en la página 24]
Principales motivos por los que se elimina a un bateador
Bowled. Si el lanzador derriba (golpea) el rastrillo y los travesaños caen.
Caught. Si la pelota golpeada por el bateador es recogida antes de que toque el suelo.
Stumped. Si el bateador está fuera de su terreno y el guardameta tira un travesaño con la pelota en la mano.
Leg Before Wicket (lbw). Si el bateador intercepta con cualquier parte de su cuerpo que no sea la mano una pelota que, a juicio del árbitro, habría dado contra el rastrillo.
Run Out. Si un jugador lanza la pelota y derriba el rastrillo hacia el que corre el bateador antes de que este llegue a la seguridad de su línea.
Hit Wicket. Si el bateador derriba su propio rastrillo con el bate o con cualquier parte de su cuerpo mientras trata de batear una pelota.