BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower
Watchtower
BIBLIOTECA EN LÍNEA
español
  • BIBLIA
  • PUBLICACIONES
  • REUNIONES
  • g92 8/8 págs. 3-4
  • El grave problema del sida en África

No hay ningún video disponible para este elemento seleccionado.

Lo sentimos, hubo un error al cargar el video.

  • El grave problema del sida en África
  • ¡Despertad! 1992
  • Subtítulos
  • Información relacionada
  • Los muertos y los moribundos
  • Una infección latente
  • “Díganles lo que ha sucedido aquí”
  • ¿Por qué sufre tanto África?
    ¡Despertad! 1992
  • Cómo ayudar a los enfermos de sida
    ¡Despertad! 1994
  • Portadores del SIDA, ¿cuántos pueden morir?
    ¡Despertad! 1988
  • ¿Corro algún riesgo de contagiarme del sida?
    ¡Despertad! 1993
Ver más
¡Despertad! 1992
g92 8/8 págs. 3-4

El grave problema del sida en África

Por el corresponsal de ¡Despertad! en África

PROBABLEMENTE usted también oyó las predicciones. Eran escalofriantes. Millones de personas del continente africano contraerían sida. Los sistemas inmunológicos humanos dejarían de funcionar, dejando las defensas naturales del cuerpo expuestas a la invasión de enfermedades horrorosas. Como sucedió con la peste bubónica que azotó Europa en el siglo XIV, la epidemia de sida resultaría en muerte y devastación a una escala sin precedentes.

Luego hubo un intervalo de silencio. Los medios informativos estaban saturados y el público empezaba a cansarse de tantas predicciones sensacionalistas y aciagas. ¿Tan grave iba a ser la situación? ¿Hasta qué punto, exactamente, se ha extendido la epidemia del sida en África?

“Nadie sabe cuál será la cifra en el futuro”, dice el doctor Andre Spier, investigador del sida. Pero no es optimista. “Va a ser una cantidad considerable y sumamente destructiva para toda la sociedad.” En una conferencia internacional sobre el sida celebrada en 1988 en Estocolmo (Suecia), el doctor Lars Kallings predijo igualmente que “en tan solo un par de años [...] el número de víctimas será espantoso”.

Ya han transcurrido más de “un par de años” desde aquel vaticinio. Ahora muchas de las predicciones se han hecho realidad. Del dato estadístico se ha pasado al recuento de cadáveres. Y aún no ha llegado lo peor.

Los muertos y los moribundos

En muchas partes del África subsahariana se ha producido una oleada de muerte y destrucción. Un informe reciente publicado en la revista científica Nature dice que “en algunos centros urbanos, el sida es actualmente la primera causa de mortalidad entre los adultos, y uno de los principales factores determinantes de la mortalidad infantil”. En una ciudad africana, los sacerdotes apenas pueden atender la gran cantidad de funerales de víctimas del sida que han de oficiar.

En octubre de 1991, los jefes de gobiernos de la Commonwealth reunidos en Harare (Zimbabue) recibieron un funesto memorando sobre el sida en África. Se divulgó que actualmente, en algunos países de África, entre el 50 y el 80% de todas las camas de hospital están ocupadas por enfermos de sida. Respecto a la situación en Uganda, país terriblemente azotado por esa enfermedad, el doctor Stan Houston, especialista en sida, reveló que ya han muerto más personas por sida que por la guerra civil de los últimos quince años.

Igual de preocupantes son los descubrimientos que han hecho diferentes doctores y científicos de Abidjan (Costa de Marfil). Durante varios meses examinaron todos los cuerpos de los dos depósitos de cadáveres más grandes de la ciudad. ¿Cuál fue el resultado? La revista Science publicó que habían descubierto que el sida era “la primera causa de muerte” entre los hombres adultos de Abidjan, y añadió que las cifras “probablemente no reflejaban la verdadera cantidad de muertes debidas a la infección por el VIH [virus de inmunodeficiencia humana]”.

Hasta la OMS (Organización Mundial de la Salud), que controla la propagación de esta enfermedad por todo el mundo, concuerda en que esto no es más que la punta del iceberg. Según la revista New Scientist, la OMS “está convencida de que muchos países de África oriental y central solo han informado aproximadamente una décima parte de los casos de sida. [...] La razón de que los informes sean incompletos e inexactos obedece a que los métodos de supervisión son rudimentarios”.

Una infección latente

Una característica aterradora de esta enfermedad es el largo período de infección que precede a los síntomas físicos del sida declarado. El portador infectado puede haber llevado el mortífero virus en el cuerpo por espacio de hasta diez años. Puede que su aspecto sea saludable y, de hecho, se encuentre bien. A menos que la víctima se haga un análisis para detectar la enfermedad, nunca sabrá que se encara a una enfermedad terminal... hasta que aparezcan los síntomas. Es este sector de la población, aparentemente sano y, sin embargo, infectado, el que propaga inconscientemente el sida.

Las pruebas para detectar los niveles de infección por el VIH revelan el grado al que se está desatando esta plaga letal en África. El mensuario African Affairs, por ejemplo, dice que la “populosa región que limita con el lago Victoria [...] informa una elevada frecuencia [del VIH] [...], la cual oscila entre un 10 y un 18% en el caso de los adultos considerados de bajo o medio riesgo y un 67% en el de los que tienen muchas parejas sexuales”. Así mismo, la revista Nature calculó que “en la población adulta general, la infección se ha propagado de continuo desde 1984, alcanzando una proporción de entre un 20 y un 30% en los centros urbanos más afectados”. Imagínese: ¡casi una tercera parte de la población adulta de esos lugares está sentenciada a morir en el plazo de diez años!

Gobiernos y líderes políticos, en un tiempo reacios a revelar la extensión del sida, están ahora dándose cuenta de todo el horror que conlleva esta epidemia. Un ex presidente de cierto país africano dio su autorización para luchar contra el sida... cuando su propio hijo murió de dicha enfermedad. Otro líder político comunicó recientemente que en su país había 500.000 personas infectadas por el VIH. La mayoría de esas personas no sabían que iban a morir de sida, y lo estaban propagando mediante su conducta promiscua.

“Díganles lo que ha sucedido aquí”

El aumento continuo del porcentaje de infectados por el VIH incrementará de forma espectacular la cantidad de enfermos graves y de fallecidos. Tras ellos van a dejar un inmenso pesar y sufrimiento. Ese es el caso de Khamlua, un hombre de cincuenta y nueve años de edad que vive en la región fronteriza entre Uganda y Tanzania, una zona asolada por el sida. Desde 1987 lleva ya enterrados a once de sus hijos y nietos, todos ellos víctimas del sida. “Transmitan mis quejas al mundo —dice llorando, destrozado por la tragedia⁠—. Díganles lo que ha sucedido aquí.”

En vista de los medios por los que se propaga el sida, lo que le ha sucedido a Khamlua en África puede suceder en muchas otras partes del mundo. “Pero —quizás se pregunte usted⁠— ¿por qué es siempre en África donde se acumula tanta de la miseria y el sufrimiento humanos?”

[Comentario en la página 3]

En algunos países en vías de desarrollo, “para el año 1993 el sida será la mayor causa individual de muerte”. (The World Today, Inglaterra.)

    Publicaciones en español (1950-2025)
    Cerrar sesión
    Iniciar sesión
    • español
    • Compartir
    • Configuración
    • Copyright © 2025 Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania
    • Condiciones de uso
    • Política de privacidad
    • Configuración de privacidad
    • JW.ORG
    • Iniciar sesión
    Compartir