De nuestros lectores
Regalos navideños El artículo “Algo mejor que los regalos navideños” (22 de diciembre de 1992) trataba un tema controvertido con claridad, pero, al mismo tiempo, con mucho tacto. Desde el mismo principio resultaba aceptable para todo lector, fuese religioso o no. Además, no condenaba en general todas las costumbres relacionadas con la Navidad. Su agradable forma de presentar la información hizo que resultase un placer leerlo, así como ofrecerlo en la actividad de predicar.
T. T., Alemania
El artículo me hizo entender con claridad qué es mejor que los regalos navideños: el amor de mis padres y cómo dan de todo corazón. Además, me veo ante el problema de tener que explicar a mi clase por qué nosotros, los testigos de Jehová, no celebramos el “Día de San Nicolás” ni la Navidad. Pero con la ayuda de este artículo podré dar una buena explicación.
S. H. S., Alemania
Los celtas Me encantó el artículo “Los celtas. Todavía se nota su influencia” (8 de septiembre de 1992). Hoy día es muy común que [los escritores] traten el tema de las culturas antiguas como si la gente de aquel entonces hubiese llevado una vida ideal, y que den a entender que si todos volviésemos a ser primitivos, nuestra vida también sería ideal. Fue reconfortante leer un artículo que daba a conocer una cultura de una manera tan interesante, sin idealizarla ni hacerla parecer ridícula.
L. Z., Estados Unidos
El sexo de una criatura Gracias por el recuadro titulado “¿Cómo se determina el sexo de una criatura?” (8 de julio de 1992). Me han enseñado a no culpar a mi hermana mayor por haber dado a luz cinco niñas en diez años y ningún niño. Según su artículo, si hubiese que culpar a alguien, sería al marido.
E. J. O., Nigeria
Aunque el factor que determina el sexo de una criatura está en el espermatozoide, ni el esposo ni la esposa tienen culpa de nada. Como se decía en el artículo, “la procreación es, en cierto modo, como el juego de la lotería” y ni el uno ni el otro pueden determinar el sexo de la criatura.—La dirección.
Crucigramas Muchísimas gracias por los crucigramas. Hace poco leí el capítulo sobre la depresión en el libro Lo que los jóvenes preguntan.—Respuestas prácticas. En él se nos animaba a participar en “las actividades que más placer [nos] causan”, como por ejemplo, resolver un crucigrama. Es un consejo magnífico, pues me reí, me lo pasé bien y aprendí cosas nuevas. Por favor, sigan publicando crucigramas.
M. R., Estados Unidos
El libro al que se hace referencia lo edita la Watchtower Bible and Tract Society of New York, Inc., la misma que edita esta revista.—La dirección.
Padres descarriados Cuando leí el artículo “Los jóvenes preguntan... ¿Qué puedo hacer si la conducta de mis padres me avergüenza?” (22 de octubre de 1992), se me llenaron los ojos de lágrimas. Mi padre fue expulsado de la congregación cristiana hace dos años, y mi madre y yo hemos pasado por momentos muy difíciles. He hecho lo que sugiere el artículo, me he confiado a un anciano cristiano maduro y he recibido mucho ánimo y apoyo.
A. O., Japón
Mi padre era testigo de Jehová y se hizo apóstata. Ha tratado de apartar a otros de la verdad y hasta da discursos en diferentes iglesias. ¡Le llaman “reverendo”! ¡Cuánto me avergonzaba de ello! Pero este artículo me ha ayudado mucho.
B. A., Estados Unidos