De nuestros lectores

Escuela doméstica Agradecí su artículo “¿Le conviene la escuela doméstica?” (8 de abril de 1993). Recibo enseñanza en casa, pero me estaba quedando un poco rezagada en mis tareas escolares. Su artículo me animó, y ahora voy bien de nuevo.

N. S., Estados Unidos

Planificación familiar Me molestó muchísimo la serie de artículos titulada “La planificación familiar. Una cuestión mundial”, de su número del 22 de febrero de 1993. Es absurdo sugerir que los cristianos responsables han de limitar el tamaño de sus familias. ¿Qué base tienen para decir que el mandato de Dios de Génesis [de ‘llenar la tierra’] no es aplicable a los cristianos?

A. D., Estados Unidos

La orden dada por Dios a Adán y Eva de ‘llenar la tierra’ se repitió a Noé y su familia. Sin embargo, en ningún lugar impone la Biblia el mandato de la procreación a los cristianos. (Génesis 1:28; 9:1-5; Hechos 15:29.) De hecho, la Biblia encomia a los cristianos que permanecen solteros “por causa del Reino”. (Mateo 19:12; 1 Corintios 7:38.) Por lo tanto, corresponde a la pareja decidir sobre tener hijos y la planificación familiar. Dado que a los cristianos se les impone el cuidado de las necesidades físicas, emocionales y espirituales de sus hijos, los padres responsables quizás consideren prudente limitar el tamaño de su familia para que puedan ofrecer tal atención. (1 Timoteo 5:8.) Esto de ninguna manera menoscaba el hecho de que los hijos “son una herencia de parte de Jehová”. (Salmo 127:3.)—La dirección.

Alcoholismo Gracias por los excelentes artículos de la sección “Los jóvenes preguntan...” de los números del 8 y 22 de enero de 1993, titulados “¿Puedo llegar a enviciarme con la bebida?”, y “¿Qué puedo hacer para dejar la bebida?”. Tengo 48 años de edad y soy alcohólico [en fase de rehabilitación]. Los efectos devastadores de esta “enfermedad” del cuerpo, la mente y el espíritu son angustiosos. Cuando me di cuenta de que estaba enviciado con el alcohol, sentí como si Jehová jamás pudiera perdonarme. Pero acudí a los ancianos, que me ofrecieron ayuda amorosa. Después de una recaída, entré en un programa de tratamiento. Cuando ahora siento el deseo de beber, hago una oración y medito en el nuevo mundo de Dios. También leo los muchos artículos que han aparecido en La Atalaya y ¡Despertad! sobre el alcoholismo o que relatan experiencias animadoras de la vida real. Gracias por comprender los problemas que sufre el pueblo de Jehová y por suministrarnos estos excelentes artículos.

C. D., Estados Unidos

Los jóvenes preguntan... Mis más sinceras gracias por el artículo “¿Debería ir al baile de fin de curso?” (8 de marzo de 1993). He recibido muchas presiones en la escuela superior para asistir a “mi” baile de fin de curso. Pero después de leer este precioso artículo, se esfumaron todas mis dudas. No voy a ir y sé que no me perderé nada.

J. L., Estados Unidos

Gracias por el artículo “¿Qué puedo hacer con tantas tareas escolares?” (8 de abril de 1993). Puse en práctica de inmediato las sugerencias que ofrecía, y me he beneficiado muchísimo de ellas. Ahora puedo apartar más tiempo para asuntos espirituales. Muchas gracias.

M. M., Italia

Muchas gracias por publicar el artículo “¿Cómo puedo superar el fracaso de un idilio?” (8 de mayo de 1993). Estoy pasando por una etapa muy difícil. A menudo me parece que no tendré oportunidad de casarme. Así que no pude contener las lágrimas mientras leía la revista. Sin embargo, leerla me hizo sentir comprendida y apreciada. Entendí mejor que Jehová nos ama y entiende lo que nos ocurre.

R. Z., Italia