De nuestros lectores
Minusvalidez El artículo “Los jóvenes preguntan... ¿Por qué tengo que ser minusválido?” (22 de mayo de 1993), trató el problema con realismo. Estoy incapacitado de ambas piernas, y soy muy susceptible cuando la gente se compadece de mí. Lo que más me hiere es que alguien me dé un donativo, como si fuera un mendigo. Me consuela saber que Jehová no ve el estado físico, sino que “ve lo que es el corazón”. (1 Samuel 16:7.)
A.A.A.S., Brasil
Me opongo a que se refieran a la parálisis cerebral como enfermedad. La parálisis cerebral es un estado provocado por una lesión en el cerebro que, por lo general, se produce antes, durante o poco después del nacimiento. No es progresiva ni hereditaria. No se trata de una enfermedad, y nunca ha de llamársela así.
L.Z., Estados Unidos
Lamentamos que el término escogido haya podido incomodar a alguien. Usamos la palabra “enfermedad” con el sentido amplio que por lo general dan los diccionarios, a saber, “cada una de las diversas alteraciones del organismo que perturban su funcionamiento”.—La dirección.
Mutilación femenina Gracias por exponer lo demoníaca y vil que es la mutilación femenina (“Millones de mujeres sufren, ¿se las puede ayudar?”, 8 de abril de 1993). Con que se pueda salvar de la agonía de este crimen horrible y silencioso a una sola niña, habrá valido la pena publicar el artículo.
J.C., Estados Unidos
No pude contener las lágrimas al pensar en el sufrimiento que algunos padres causan a sus hijos indefensos. Este tipo de noticias no se publican en la prensa local, así que les agradezco que nos mantengan al día.
C.C.G.M., Brasil
Tareas escolares Muchas gracias por el artículo “Los jóvenes preguntan... ¿Qué puedo hacer con tantas tareas escolares?” (8 de abril de 1993). Leí el artículo en un período de mucho agobio debido a la gran cantidad de tareas escolares que debía hacer. No tenía tiempo para relajarme ni para prepararme para las reuniones cristianas. Ahora estoy poniendo en práctica sus sugerencias.
M.H., Estados Unidos
Emigrar Me gustaría expresarles mi agradecimiento por el artículo “Los jóvenes preguntan... ¿Debería irme a un país más próspero?” (22 de abril de 1993). Tengo 16 años, y había pensado irme a un país donde pudiera encontrar mejores oportunidades. Pero después de leer el artículo creo que lo importante no es dónde vivamos. Si permitimos que el Reino de Jehová ocupe el primer lugar en nuestra vida, de seguro prosperaremos [espiritualmente], ya que Jehová nos ayudará.
V.L.A., Brasil
Violación Cuando recibí el número del 8 de marzo de 1993 con el tema “Violación sexual, pesadilla de la mujer”, mi reacción fue una mezcla de sentimientos. Verán, mi madre, quien ha sido una evangelizadora de tiempo completo por muchos años, fue víctima de una terrible agresión con intento de violación en su propio hogar. Leer los artículos ha ayudado en el proceso de recuperación.
P.G., Estados Unidos
Soy la subdirectora de un servicio de atención a casos de violencia familiar y agresión sexual. Cuando uno de sus ministros jóvenes nos presentó el número sobre el abuso de menores (8 de octubre de 1991), nos inició en la lectura de ¡Despertad! Ahora estamos suscritos. Quería decirles que sus artículos sobre la violencia doméstica y la violación sexual me han impresionado mucho. Estaban bien redactados y la investigación fue muy minuciosa.
D.G., Estados Unidos