De nuestros lectores
Humor Quisiera agradecerles el artículo “Añádale humor a la vida” (22 de mayo de 1994). Siempre he sido una persona muy retraída y de mal genio; pero las cosas cambiaron cuando aprendí a añadirle humor a la vida. La risa es de verdad “el camino más corto entre dos personas”.
A. Q. G., Brasil
Cáncer Hace poco le di al médico de mi madre un ejemplar de la revista del 8 de abril de 1994, con el tema “Cáncer de mama: el temor de toda mujer”. En la página 10 se menciona que el sulfato de hidracina es “un compuesto no tóxico”; sin embargo, el doctor nos enseñó una publicación médica que lo cataloga como muy tóxico.
D. M., Francia
Como al parecer existe cierta controversia sobre la toxicidad de esta sustancia química, fue un error de nuestra parte calificarla de no tóxica. Un estudio ruso afirmó que resultó muy tóxica para las ratas y ratones de laboratorio a los que se administró en dosis altas. No obstante, un estudio clínico con enfermos humanos de cáncer realizado en el Centro Médico de la Universidad de California en Los Ángeles, señaló que la toxicidad de la hidracina era “leve”, y que el 71% de los pacientes no presentaron ningún síntoma de intoxicación. No cabe duda de que todavía se tiene que investigar mucho más para poder evaluar correctamente los riesgos y los posibles beneficios de este fármaco.—La dirección.
Opera Siempre he pensado que sus artículos son magníficos y que parecen estar escritos especialmente para mí. Pero jamás imaginé que fueran a publicar algo sobre un tema que me apasiona: la ópera. No podía dejar de llorar cuando leí el artículo “Una noche en la ópera” (8 de julio de 1994). Muchísimas gracias.
S. S., Rumania
La historia de Addie El artículo “Addie halló la respuesta tarde, pero no demasiado tarde” (22 de julio de 1992) fue sencillamente maravilloso. Me parecía estar leyendo una novela, con la diferencia de que eran hechos reales. Me emocioné cuando comprendí la moraleja de la historia, a saber, que el modo más eficaz de ayudar al prójimo es predicándole.
D. L., Italia
Acabo de leer la biografía de Addie Clinton Few, y por primera vez en los diecinueve años que llevo leyendo ¡Despertad!, les escribo para darles las gracias. Yo también soy negra, y he sufrido injusticias sociales en carne propia durante toda mi vida. Pero he aprendido que Jehová se preocupa sinceramente por la situación de las personas de color y que su prometido nuevo mundo va a corregir todos los males.
L. N., Estados Unidos
El artículo mostró su ingenio y humor templados con su humildad. Era una magnífica narradora. El final me pareció muy conmovedor. Ahí estaba yo en el autobús, riéndome y al rato llorando.
D. M., Estados Unidos
Sobrepeso Me impactó el artículo “Los jóvenes preguntan... ¿Por qué estoy tan gordo?” (22 de abril de 1994). Siempre me ha dado rabia estar tan gruesa, pero el artículo decía que Jehová no se fija en la apariencia, sino en lo que hay en el corazón. Gracias.
N. C., Estados Unidos
Aunque no estoy realmente gorda, a veces quisiera parecerme a las modelos. De vez en cuando me deprimo y lloro. Su artículo me hizo ver que no soy la única que se siente así, lo que me sirvió de consuelo.
R. M., Estados Unidos
No soy obesa, pero sí una chica muy fornida y ancha de hombros. Mis primos y mis hermanos mayores se burlan de mí. Agradezco que me hayan hecho entender que porque sea corpulenta no debo forzosamente perder peso.
M. T., Estados Unidos