BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower
Watchtower
BIBLIOTECA EN LÍNEA
español
  • BIBLIA
  • PUBLICACIONES
  • REUNIONES
  • g95 8/9 págs. 8-11
  • ¿Qué panorama presenta el mundo hoy?

No hay ningún video disponible para este elemento seleccionado.

Lo sentimos, hubo un error al cargar el video.

  • ¿Qué panorama presenta el mundo hoy?
  • ¡Despertad! 1995
  • Subtítulos
  • Información relacionada
  • La toxicomanía: entonces y ahora
  • Los tentáculos del crimen internacional
  • El mapa ha cambiado
  • Cómo perjudican nuestra vida las drogas
    ¡Despertad! 1999
  • Las drogas... ¿existe alguna esperanza?
    ¡Despertad! 1988
  • Cómo el abuso de las drogas lo afecta a usted y a su vecindario
    ¡Despertad! 1974
  • ¿Se puede ganar la lucha contra las drogas?
    ¡Despertad! 1999
Ver más
¡Despertad! 1995
g95 8/9 págs. 8-11

¿Qué panorama presenta el mundo hoy?

SI TIENE edad para acordarse del año 1945, ¿ha percibido algún cambio en los principios morales del mundo? Millones de personas han abrazado la “nueva moralidad”, que supuestamente ofrece mayor libertad. ¿Pero a qué precio?

Un hombre de 70 años que prestó sus servicios en la Marina de Estados Unidos durante la segunda guerra mundial recuerda: “En los años cuarenta había mucha más confianza, y los vecinos se ayudaban unos a otros. En la región de California donde vivíamos ni siquiera teníamos que cerrar las puertas con llave. No existía el crimen callejero, y, por supuesto, no había violencia armada en las escuelas. Desde entonces, la confianza prácticamente se ha desvanecido”. ¿Cuál es la situación actual en el lugar donde usted vive? Se informa que en la ciudad de Nueva York, la mitad de los muchachos mayores de 14 años portan armas. Algunos colegios tienen que usar detectores de metal para impedir que se introduzcan en las aulas navajas, cuchillas para abrir cajas de cartón y pistolas. Anualmente, cerca de un millón de adolescentes norteamericanas quedan embarazadas; de estas, una tercera parte aborta. Hay jovencitas que ya son madres; son niñas con bebés.

Los poderosos grupos de presión de homosexuales y lesbianas han promovido su forma de vida con tal eficacia que un número cada vez mayor de personas aprueba y adopta su comportamiento. Sin embargo, los homosexuales, juntamente con otras colectividades, han pagado un alto precio: dolencias y muerte por enfermedades de transmisión sexual, como el sida. La epidemia del sida se ha propagado entre la población heterosexual y entre los usuarios de drogas, segando, cual si fuera una guadaña, innumerables vidas en África, Europa y Norteamérica, sin que aún se aviste el final.

La obra Historia de la vida privada dice: “Violencia, alcoholismo, droga: tales son las principales ‘desviaciones’ en la sociedad sueca”. Esta afirmación es válida también para la mayoría de los países occidentales. La pérdida de los valores religiosos ha provocado una avalancha de degradación moral, incluso entre numerosos miembros del clero.

La toxicomanía: entonces y ahora

Allá por la década de los cuarenta, la toxicomanía era casi desconocida entre la población occidental. Cierto, la gente había oído hablar de la morfina, el opio, la cocaína, pero solo un grupo relativamente pequeño consumía estas sustancias. No existían los capos de la droga ni los narcotraficantes tal como los conocemos hoy; tampoco había drogadictos en las esquinas de las calles. Pero, ¿cuál es la situación ahora, en 1995? Muchos de nuestros lectores saben la respuesta por lo que ocurre en sus propios vecindarios. Los asesinatos relacionados con la droga están a la orden del día en las principales metrópolis del mundo. Juristas y políticos son controlados por los poderosos capos, quienes pueden mandar asesinar a cualquier persona influyente que se niegue a colaborar con ellos. La reciente historia de las conexiones de la droga en Colombia es una prueba concluyente de este hecho.

El flagelo de la droga cobra 40.000 vidas al año tan solo en Estados Unidos. Este problema de ninguna manera existía en 1945. No es de extrañar que tras décadas de gestiones gubernamentales encaminadas a erradicar la toxicomanía, Patrick Murphy, antiguo jefe de policía de Nueva York, escribiera para el Washington Post un artículo titulado “La guerra antidrogas terminó: ¡ganaron las drogas!”. Según Murphy, “el tráfico de drogas [...] figura entre las empresas más florecientes de [Estados Unidos], con utilidades que podrían rondar los 150.000 millones de dólares este año”. El narcotráfico ha alcanzado magnitudes insospechadas, y no parece tener solución. La toxicomanía va en aumento, y, al igual que muchos otros vicios, cuenta con una clientela propia. Es una industria que sostiene la economía de varios países.

John K. Galbraith, profesor de Economía, escribió en su libro La cultura de la satisfacción: “El tráfico de drogas, los tiroteos indiscriminados y otros delitos, así como la desorientación y desintegración de las familias son ya elementos de la existencia cotidiana”. También dijo que las comunidades minoritarias de muchas ciudades importantes de Estados Unidos “son ahora centros de terror y desesperación”, y agregó que “habría que esperar mayor resentimiento y conflictividad social”. ¿Por qué razón? Porque, según aduce, los ricos son cada vez más ricos y los pobres, “la subclase”, cuya cantidad va en ascenso, son cada vez más pobres.

Los tentáculos del crimen internacional

Hay abundancia de pruebas de que las organizaciones criminales están extendiendo su influencia por todo el mundo. Por años el crimen organizado, con sus sindicatos o mafias, mantuvo vínculos entre Italia y Estados Unidos. Pero ahora, según advierte el secretario general de la ONU, Boutros Boutros-Ghali, “el crimen organizado a escala transnacional [...] burla las fronteras y se convierte en una fuerza universal”. Dijo: “Las fuerzas de la oscuridad están en movimiento en Europa, Asia, África y América, y no perdonan a ninguna sociedad”. Además, afirmó que “el crimen transnacional [...] corroe las bases del orden democrático internacional, envenena el mundo de las finanzas, corrompe a los líderes políticos y socava los derechos humanos”.

El mapa ha cambiado

El presidente de la República Checa, Vaclav Havel, dijo en un discurso pronunciado en Filadelfia (E.U.A.) que los dos acontecimientos políticos más relevantes de la segunda mitad del siglo XX son el fracaso del colonialismo y la caída del comunismo en la Europa del Este. La comparación de un mapa de 1995 con uno de 1945 pone de manifiesto al instante los profundos trastornos acaecidos en la escena mundial, sobre todo en África, Asia y Europa.

Compare el panorama político que presentan las dos fechas. Durante las cinco décadas transcurridas, el comunismo alcanzó su máximo esplendor, solo para ser depuesto en la mayoría de los países donde imperó. En estas naciones, los regímenes totalitarios han cedido el paso a una forma de “democracia”. Sin embargo, muchas personas están sufriendo las repercusiones de la transición de su sociedad a una economía de mercado. El desempleo cunde por doquier y la moneda pierde valor continuamente. La cotización del rublo ruso en 1989 era de 1,61 dólares; al momento de redactar este artículo, el dólar se cotizaba en más de cuatro mil trescientos rublos.

La revista Modern Maturity (Madurez moderna) informó que en la actualidad unos cuarenta millones de rusos carecen del mínimo necesario para vivir. Una mujer rusa dijo: “Ni siquiera podemos darnos el lujo de morir, pues no podemos pagar el entierro”. Incluso un funeral económico cuesta alrededor de cuatrocientos mil rublos. Los cadáveres están amontonándose en las morgues. Al mismo tiempo, cabe notar que en Estados Unidos más de treinta y seis millones de personas viven en la indigencia.

Respecto a los problemas que afligen a la Europa del Este, el corresponsal de finanzas del Guardian Weekly, Will Hutton, dijo lo siguiente en su artículo “Entre en la Era de la Preocupación”: “La caída del comunismo y la reducción de Rusia a su menor expresión desde el siglo XVIII son acontecimientos cuyas consecuencias apenas si se entienden”. Unos veinticinco estados nuevos han venido a reemplazar al antiguo imperio soviético. Hutton dijo que “el júbilo con que se aclamó la caída del comunismo se ha trocado en una creciente preocupación por el futuro. [...] Las posibilidades de caer en la anarquía económica y política son cada día mayores, y Europa occidental no debe considerarse inmune”.

Con perspectivas tan desalentadoras, es comprensible que el escritor concluyera el artículo diciendo: “Lo que el mundo necesita es una brújula —no simples llamamientos a la democracia y a una economía de mercado—; lamentablemente no hay ninguna disponible”. Entonces, ¿dónde pueden las naciones hallar la salida? El siguiente artículo contiene la respuesta.

[Fotografía en la página 9]

Guerras como la de Vietnam han segado la vida de más de veinte millones de personas desde 1945

[Reconocimientos en la página 8]

Patrick Frilet/Sipa Press

Luc Delahaye/Sipa Press

[Recuadro/Fotografía en la página 10]

La ONU desde 1945

¿Por qué no ha podido impedir la ONU los múltiples conflictos que se han suscitado desde su creación, en 1945? El secretario general Boutros Boutros-Ghali expresó lo siguiente en su discurso “Un programa de paz”: “Las Naciones Unidas debieron presenciar, impotentes, muchas de esas crisis debido a repetidos vetos en el Consejo de Seguridad —llegaron a registrarse 279—, clara expresión de las divisiones de ese período [de la Guerra Fría entre los bloques capitalista y socialista]”.

¿Es acaso que la ONU no ha intentado mantener la paz entre las naciones? Sí lo ha hecho, pero a qué precio. “Entre 1945 y 1987 se organizaron 13 operaciones de mantenimiento de la paz; desde entonces ha habido otras 13. Hasta enero de 1992 se calculaba que 528.000 personas habían prestado servicios bajo la bandera de las Naciones Unidas en calidad de personal militar, personal de policía y personal civil. Más de 800 de ellos, procedentes de 43 países, han muerto al servicio de la Organización. Hasta 1992, el total de gastos de estas operaciones ascendían a 8.300 millones de dólares.”

[Reconocimiento]

Tanque y misil: foto U.S. Army

[Recuadro/Fotografía en la página 11]

La televisión, ¿educadora o pervertidora?

Pocos hogares tenían televisor en 1945. Para aquel entonces todavía se hallaba en sus primeras etapas de imágenes en blanco y negro. Hoy la televisión es un ladrón y un intruso aceptado en casi todos los hogares del mundo industrializado y en todos los pueblos del mundo en desarrollo. Aunque hay unos cuantos programas educativos y constructivos, la mayoría corroe los valores morales y procura satisfacer los peores gustos del público. En vista de la popularidad de que gozan las películas de vídeo, la explotación de la pornografía y las películas clasificadas solo para adultos constituyen otro paso hacia la desaparición del buen gusto y la sana moral.

    Publicaciones en español (1950-2025)
    Cerrar sesión
    Iniciar sesión
    • español
    • Compartir
    • Configuración
    • Copyright © 2025 Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania
    • Condiciones de uso
    • Política de privacidad
    • Configuración de privacidad
    • JW.ORG
    • Iniciar sesión
    Compartir