De nuestros lectores
Enfermedad renal El artículo “‘Esto solo es temporal.’ Mi vida con una enfermedad renal” (22 de noviembre de 1996) nos animó a mi esposo y a mí en un momento particularmente crítico. Al igual que el autor del artículo, mi esposo ha comenzado a someterse a diálisis peritoneal, lo cual ha sido difícil. A veces nos desesperamos. Pero su artículo nos consoló mucho, pues nos recordó que la insuficiencia renal es solo temporal y que el Reino de Dios pronto la eliminará junto con todas las demás enfermedades.
V. Q., Italia
Me hizo llorar la experiencia de este hombre, quien siempre apreció mucho su adoración y a su familia pese a su lucha de por vida contra la enfermedad. Soy una evangelizadora de tiempo completo de 18 años que goza de salud, y me doy cuenta de que muchas veces no la valoro como es debido. Me estimuló mucho leer acerca de la fe y actitud de Lee Cordaway.
J. S., Estados Unidos
En 1992, a la edad de 11 años, supe que tenía una enfermedad renal. Finalmente desarrollé insuficiencia renal, por lo que tuve que someterme a diálisis. Me alegro de que explicaran tan bien el proceso, porque la gente siempre se pregunta en qué consiste la diálisis. A mis amigos y a mí nos animó leer que la enfermedad que padezco ahora no va a existir para siempre.
A. H., Estados Unidos
Desde que leí el artículo sobre Lee Cordaway tengo un nudo en la garganta. Me afectó saber que murió. Mi esposo y yo deseamos transmitir nuestro amor a su querida esposa y a su familia. Su experiencia me ayuda a ver en la debida perspectiva los problemas insignificantes que se me presentan en la vida. ¡Qué cristiano tan fiel y entrañable! Su ejemplo me ha estimulado.
F. H., Estados Unidos
Aunque solo tengo 10 años y no estoy enferma, me gusta mucho leer artículos tan animadores como este. Desearía que Lee Cordaway pudiera leer esta carta, pero sé que no será posible hasta que resucite en el Paraíso.
E. T., Estados Unidos
“Peregrinos” Quiero decirles que me encantó su reportaje “Los ‘peregrinos’ y su lucha por la libertad” (22 de noviembre de 1996). En la escuela no aprendí la verdadera historia de ellos. Pero sus artículos me han enseñado mucho.
S. B., Estados Unidos
Rock alternativo Tengo 18 años, y en mi opinión, fue buena la redacción del artículo titulado “Los jóvenes preguntan... El rock alternativo. ¿Es para mí?” (22 de noviembre de 1996). Me gusta el rock alternativo, así que pensé que el artículo me resultaría ofensivo; pero cuando terminé de leerlo, estaba agradecida. Sufro de depresión, y reconozco que la música que escucho o bien empeora mi estado de ánimo o bien me ayuda a mejorarlo. Me gustó la pregunta que se planteaba: ‘¿Por qué no buscas música que te alegre?’. Gracias por este consejo alentador y práctico.
J. D., Estados Unidos
La información era increíblemente precisa y objetiva. Algunas piezas de este tipo de música me gustan. Gracias por dar advertencia sin condenar todo el rock alternativo.
S. C., Estados Unidos
Relatos de animales Me gusta leer los artículos que publican sobre animales. El titulado “El misterioso ornitorrinco” (8 de diciembre de 1996) me dejó asombrado, ya que nunca había oído hablar de este animal. También me emocionó otro artículo del mismo número de la revista titulado “Una kudú con buena memoria”, que trataba de la tierna amistad entre un animal y los seres humanos. ¡Qué bonito es que las personas traten con cariño y respeto a los animales!
F. A., Brasil