Apoplejía
UNA de las principales causas de incapacidad crónica y muerte en el mundo occidental industrializado es la apoplejía, llamada también accidente cerebrovascular. El término “accidente” indica el carácter inesperado de este trastorno. La persona se encuentra bien y de repente se siente como si le hubiera caído un rayo. Una gran apoplejía puede cambiar abrupta y radicalmente la vida, lisiando e incapacitando cruelmente a la víctima. Puede dejarla sin habla, causar estragos en sus emociones, alterarle la personalidad y las facultades cognitivas, y condenarla a una lucha aparentemente interminable para recuperar la vida normal que ella y su familia disfrutaban.
Tomemos el caso de Ellen Morgan, de 64 años de edad.a Un miércoles, Ellen era una persona saludable y activa, y el jueves, mientras hacía las compras con su esposo, perdió súbitamente el habla y se le desfiguró el rostro. Se quedó sin fuerzas y comenzó a tambalearse como si estuviera ebria. Estaba sufriendo una gran apoplejía.
Después de padecer el accidente cerebrovascular, Ellen quedó tan imposibilitada que no podía realizar las tareas más simples, como bañarse o vestirse. Tampoco podía escribir, tejer ni coser, y sufría ataques de llanto incontenible y una fatiga extrema. A todo esto, sus procesos intelectuales se mantenían intactos; cuando pensaba que otros tal vez la consideraban una retrasada, sentía vergüenza. Más adelante explicó: “Pocos se dan cuenta de cuánto afecta en el aspecto emocional y psicológico el trauma de este cambio tan repentino. Sentía prácticamente que había dejado de existir como persona”.
¿Qué causa la apoplejía? ¿Afecta a todas sus víctimas del mismo modo? ¿Cómo han salido adelante los sobrevivientes de esta enfermedad? ¿Cómo la han afrontado sus familias? ¿Qué podemos hacer todos nosotros para dar apoyo? ¡Despertad! examina tales cuestiones y le acerca a la vida de sobrevivientes de ataques apopléticos y sus familiares, quienes comparten la lucha.
[Nota]
a Se han cambiado algunos nombres por consideración a los afectados y a sus familias.