De nuestros lectores
Hijos que se van de casa La serie “Cuando los hijos se van de casa” (22 de enero de 1998) me sirvió de consuelo. Hace tres años, 3 de nuestros 4 hijos dejaron el hogar. Cuando los criaba, sabía que algún día se marcharían, pero nunca imaginé que se irían tres de golpe. Agradezco mucho el interés de la Sociedad Watch Tower por los sentimientos de los padres.
M. S., Japón
Actualmente mi esposa y yo somos precursores especiales (evangelizadores de tiempo completo) en otro estado de nuestro país. Las orientaciones sobre cómo mostrar a los padres que todavía se les ama y valora a pesar de la distancia, son muy prácticas y eficaces.
M. M. S., Brasil
Tengo 11 años. Jamás pensé que las tareas domésticas fueran una preparación para la vida adulta, pero estos artículos me han ayudado a ver las cosas de otra manera. Gracias por interesarse en los jóvenes.
D. U., Yugoslavia
Gorilas Me agradó mucho el artículo “Una visita a los gorilas de montaña” (22 de enero de 1998). Nunca imaginé que el ser humano pudiera acercarse tanto a los gorilas sin sufrir agresiones. En las películas por lo general aparecen como bestias feroces. Gracias por este brillante reportaje.
R. P., Venezuela
Tartamudez Les agradezco sinceramente el artículo “Cómo supero la tartamudez” (22 de enero de 1998). Me animó de manera especial la experiencia de Sven Sievers, pues tengo una lucha similar a la suya. Con el paso de los años, la Escuela del Ministerio Teocrático me ha ayudado a mejorar en afluencia.
E. Z. S., Brasil
La Escuela del Ministerio Teocrático se conduce semanalmente en los Salones del Reino de los testigos de Jehová.—La Redacción.
Me impresionó el optimismo de Sven Sievers ante las adversidades. En nuestra congregación hay un hermano que lucha con la tartamudez. Ahora le hablaré con más respeto e interés.
K. K., Japón
Yo también soy tartamudo desde la infancia. Dieron en el clavo al señalar que a los tartamudos se les ayuda mostrándoles comprensión, no compasión. Muchas gracias por el artículo.
E. C., Italia
Oposición de los padres Acabo de recibir el número del 22 de enero de 1998 y de leer “Los jóvenes preguntan... ¿Qué hago si mis padres se oponen a mi matrimonio?”. Creí que actuaba mal al oponerme a que mi hija se casara. Pero la revista mencionaba todo lo que me preocupaba: su corta edad, la personalidad del novio, la perspectiva de unirse en yugo desigual con un incrédulo, la posibilidad de contraer sida y las diferencias culturales. Ruego a Dios que este artículo toque el corazón de mi hija.
N. B., Estados Unidos
¡Qué artículo tan bien redactado! Abordaron un tema delicado y lo hicieron con mucha propiedad. Al exponer los diversos factores implicados, ayudaron al lector a ser comprensivo en estos asuntos.
S. C., Estados Unidos
Me dedico a la evangelización de tiempo completo desde hace ocho años. Mis padres también son cristianos, y hemos tenido discrepancias sobre mi decisión de casarme. Muchas gracias por esta información tan útil.
T. C. F., Tanzania