Venciendo la persecución roja hoy en día
¿Por qué ha permitido Jehová que sus siervos sufran violencia desde el tiempo de Abel hasta nuestro día? ¿A qué circunstancias de transigencia ha forzado a muchos a la persecución de cristianos profesos? ¿Es posible mantener integridad detrás de la Cortina de Hierro? ¿Qué se requiere para poder vencer la persecución?
NO DEBE sorprendernos el que hallemos cristianos sufriendo persecución hoy en día. ¿Por qué no? Porque a pesar de toda la pretensión del sistema actual de ser civilización cristiana, persiste la verdad de que Satanás todavía es el “dios de este sistema de cosas.” Él todavía anda en derredor “como león rugiente, tratando de devorar a alguien.” Y, airado, él hace guerra contra los que “observan los mandamientos de Dios y tienen la obra de dar el testimonio de Jesús.”—2 Cor. 4:4; 1 Ped. 5:8; Apo. 12:17, NM.
Además, ¿no están todavía presentes con nosotros líderes religiosos cuyo odio a la luz—a causa de que expone los errores de las enseñanzas y prácticas egoístas de ellos—y cuya envidia de la prosperidad de los siervos de Jehová los hacen ciegos a la justicia de la libertad de cultos? Y, ¿no existen aún poderes políticos opresivos, gobiernos totalitarios, que ven con disgusto el que el cristiano dé su lealtad a Jehová Dios y el que se les diga que ellos van a ser reemplazados por el reino de Dios? Sí, de seguro que sí, y éstos y otros de mente egoísta semejante se combinan para ocasionar persecución a los siervos de Jehová hoy en día, aun como hicieron los que desempeñaron el mismo papel que ellos en los días de Jeremías, Cristo Jesús y los apóstoles.
Por supuesto, podemos evitar la persecución por medio de transigir. Poco después de la II Guerra Mundial un oficial de los Estados Unidos se entrevistó con muchos clérigos de Alemania en un esfuerzo por determinar cómo justificaban ellos el hecho de que habían cooperado con Hitler y los nazistas. Replicando contra los pretextos de ellos, les hizo recordar el proceder denodado de Cristo Jesús. Respondió uno de los obispos: “¡Sí, pero mire lo que le hicieron a él!”
De igual manera en el Japón la religión organizada consideró conveniente transigir en conexión con la adoración del culto del emperador. Aunque shinto era la religión del estado, alegremente se presumió que era puramente asunto de política y que por eso los cristianos podían participar en tales ritos. Cómo le era posible a uno inclinarse ante el emperador sin inclinarse ante él en su capacidad de descendiente de los dioses cuando su puesto político estaba fundado en pretensiones religiosas, fué una pregunta que aparentemente no afligió las conciencias religiosas de ellos.
En Rusia, tan pronto como el gobierno confesadamente ateo demostró un poco de favor a la religión organizada por medio de nombrar a un eclesiástico a un puesto oficial, en 1942, “los eclesiásticos entraron en competencia los unos con los otros en enviar. mensajes cordiales a Stalin.”—Saturday Evening Post, 11 de septiembre de 1954.
En Alemania Oriental la religión organizada dió tanto apoyo a la propaganda de paz de los comunistas, “aunque el movimiento asumió un carácter político y estrictamente seglar,” que fué muy fácil identificar a los testigos de Jehová por el hecho de que se negaron a participar.
En Polonia unos 2,000 sacerdotes católicos en mítines populares instaron a todos los sacerdotes a que participaran en el Frente Nacional Comunista, y en un memorándum fechado el 8 de mayo de 1953 los obispos de Polonia admitieron haber hecho todo lo posible para apoyar los principios comunistas aun cuando éstos eran contrarios a los intereses de su iglesia, y declararon que “estamos buscando una solución positiva, que sería de beneficio tanto para la Iglesia como para el Estado. No hay nada que esté más lejos de nuestra mente que el introducir disensión.”
Pero el evitar la persecución por medio de transigir es lo mismo que ser tibio, y Cristo Jesús advierte que él vomitará de su boca a todos los tibios.—Apo. 3:16, NM.
¡LA PERSECUCIÓN PUEDE VENCERSE!
En contraste notable con toda esta transigencia está la manera de proceder de los testigos de Jehová por todo el mundo. El registro de intrepidez que dejaron en la Alemania nazista, donde 10,000 de ellos entraron en los campos de concentración y 8,000 volvieron de ellos, es cosa bien conocida a todos. Ellos vivieron para ver el fin de sus atormentadores. Y en el Canadá, donde la obra fué proscrita durante la mayor parte de la II Guerra Mundial, al fin de la proscripción hubo dos veces más testigos que los que había cuando la proscripción fué impuesta al principio. ¡De seguro que esto era vencer la persecución!
En el África Ecuatorial Francesa dos nativos recibieron el mensaje del Reino y comenzaron a predicar a otros concerniente a Jehová. El gobierno rehusó dejar que entraran en el país misioneros o literatura impresa. Pero, a pesar de esta proscripción y mucha persecución, durante seis años el número de ministros aumentó desde esos dos ministros hasta 666 en abril de 1954; un aumento que es aun más notable al tomar en cuenta los obstáculos de raza e idioma.
Al tiempo que la obra de los testigos de Jehová fué proscrita en la República Dominicana en 1949, había allá un número máximo de 274 testigos. Muchos han sido encarcelados, pero los testigos no han transigido, sino que intrépidamente han seguido predicando fuera de la vista pública. Como resultado, un número máximo de 371 testigos participó en la obra de predicar en 1954, siendo esto un aumento anual de siete por ciento por término medio. No cabe duda de que hayan vencido la persecución.
En 1950 más de 20,000 testigos estaban predicando las buenas nuevas regularmente en Alemania Oriental cuando los comunistas proscribieron la obra y llevaron en custodia a todos los hermanos que estaban sirviendo en la oficina directiva de Magdeburgo, los representantes viajantes y los superintendentes de las congregaciones locales. Un total de más de 2,000 testigos fueron detenidos y en la actualidad hay 1,283 en las cárceles. A pesar de las dificultades aumentadas de predicar bajo proscripción, estando presente constantemente el peligro de ser llevados presos, los vacíos en sus filas se han llenado de nuevo, de modo que hoy en día hay otra vez más de 20,000 testigos activos en Alemania Oriental. Muchas son las expresiones de gozo que vienen de los testigos de la Alemania Oriental, tanto de los que están dentro de las cárceles como de los que están fuera de ellas.
El proceder denodado de los testigos de Jehová en Alemania Oriental despierta la admiración de muchos. Por ejemplo, después de las convenciones de la sociedad del Nuevo Mundo que se celebraron en 1953, se dió énfasis a la actividad de casa en casa en Alemania Oriental. En una congregación veinte participaron en esta obra, trabajando el pueblo entero. Mientras participaban en esta campaña, dos de ellos por casualidad llegaron a la casa del alcalde. Cuando se les preguntó si eran testigos de Jehová, ellos replicaron preguntándole qué pensaba él que eran los testigos de Jehová. Luego el alcalde dijo con franqueza: “Yo sé que ustedes son testigos, pero no hay por qué sentirse tímidos. Me maravillo de su celo y valor.” Les fué posible a los dos testigos dar un buen testimonio tocante a sus creencias y obra e hicieron arreglos para volver a visitarlo. Sería posible relatar muchas experiencias semejantes para demostrar cómo los testigos de Jehová en Alemania Oriental están venciendo la persecución.
En Checoeslovaquia, Hungría, Rumania, Polonia y Yugoeslavia, donde la obra de los testigos de Jehová ha estado proscrita por años, vemos que la persecución se vence de manera parecida. En 1946 había 11,131 testigos cristianos de Jehová activos en esos países; en 1950 el número de ellos había aumentado hasta 28,183, y ¿cuántos había en 1954? Casi cuatro veces el número que había en 1946, a saber, 42,767.
VENCIENDO LA PERSECUCIÓN EN RUSIA
Pero tal vez de mayor interés es el registro de cómo los testigos de Jehová están venciendo la persecución en Rusia. En 1946 había 6,000 testigos en Rusia; en 1949 había 10,000. ¿Cómo llegaron a estar allí? Algunos llegaron a ser testigos por haber recibido testimonio mientras servían con el ejército ruso en Alemania, otros porque se encontraron con los testigos de Jehová en las cárceles y campos de concentración en Alemania. La mayor parte de ellos, sin embargo, llegó a estar en Rusia a causa de que Rusia se apoderó de los Estados Bálticos y partes de Polonia, Hungría, Rumania y Checoeslovaquia.
Sin embargo, debido a la eficacia de la Cortina de Hierro, no se podía saber hasta qué grado vencían la persecución, así que año tras año desde ese entonces los testigos de Jehová en otras partes del mundo buscaron en vano informes acerca del testimonio en Rusia en su Yearbook anual (Anuario). En 1951 el presidente de la Sociedad Watch Tówer se encontró con un señor de la radio en Viena, Austria, que había estado preso en Rusia y que había conocido a muchos testigos de Jehová mientras estaba encarcelado. En diciembre de 1953 un testigo de Jehová que había sido enviado a un campamento de prisión ruso en 1948 por haber testificado a dos soldados rusos, consiguió su libertad por causa de enfermedad, teniendo más de sesenta años. Narró cómo había testificado a los rusos mientras estaba allí en el campamento y de haberse encontrado con unos testigos que se alegraron al conocerle.
Luego, en febrero de 1954, varios artículos se publicaron en The Observer de Londres, Inglaterra, en los cuales se trató de las condiciones en los campamentos de trabajo rusos, artículos escritos por una periodista alemana, Frau Brigette Gerland, quien recientemente había conseguido su libertad de uno de ellos. Ella había sido detenida en 1946 en Alemania Oriental y sentenciada a siete años de trabajo forzado en los campamentos de prisión rusos. Por fin se le envió a Vorkuta, la capital de la Rusia del Ártico, donde hay medio millón de prisioneros más o menos.
Ella dió un informe espléndido acerca de los prisioneros en Vorkuta. Entre los que describió estaban “los creyentes, que, rehusando trabajar por el estado por motivos de conciencia, habían conseguido, después de años de lucha amarga, que la administración del campamento respetara sus puntos de vista basados en la conciencia y los empleara solamente en trabajo de beneficio para sus compañeros prisioneros. El triunfo de éstos probó que la resistencia era posible dentro del campamento.”
Ella hizo mención especial de una mujer creyente, una técnica entrenada que en un tiempo había sido miembro del movimiento de la Juventud Comunista pero que no estuvo satisfecha. Hallando un “Nuevo Testamento” accidentalmente, se convirtió al cristianismo. En su trabajo en una fábrica se encontró con una joven que creía en el evangelio y que la presentó a otros que creían las mismas cosas. Las dos jóvenes abandonaron su trabajo y se trasladaron a Asia Central, Siberia, donde trabajaron en un hospital y predicaron la Biblia. La policía secreta llegó a saber de su actividad y las sentenció a quince años de trabajo forzado por agitación religiosa. Respecto a ellas Frau Gerland dice: “La historia de su conversión [actividad predicadora] y detención es típica del destino de centenares que yo conocí y de miles más, y es la historia de un movimiento que sigue existiendo fuera de los campamentos.”
Respondiendo a una pregunta concerniente a los testigos de Jehová en Rusia, Frau Gerland dijo: “Me encontré con muchos de ellos en los campos del Ártico. La mayoría de ellos habían sido ucranios occidentales [anteriormente polacos] o personas de los Estados Bálticos, pero también había entre ellos rusos y personas de otros pueblos soviéticos, aun tártaros y armenios. Creo que solamente en el distrito del campamento de Vorkuta habría más de dos mil, tal vez aun tres mil. Han sido personas muy bondadosas y serviciales y todos los prisioneros les tenían cariño. Los administradores de los campamentos no les molestaban a causa de sus creencias.”
Este registro de cómo los testigos de Jehová vencen la persecución en Rusia nos hace recordar la confianza que se expresó respecto a ellos en el Yearbook (Anuario) de 1950, que, “sin importar dónde estén, continúan predicando las buenas nuevas. Los testigos de Jehová en todas partes ofrecerán súplicas a Jehová a fin de que él bendiga, guíe y dirija a estos fieles hermanos para que ellos también tengan parte en la vindicación del nombre de Jehová por medio de mantener su integridad a pesar de las circunstancias angustiosas en que se hallan. La fe excepcional de ellos les sirve de estímulo e inspiración a todos los testigos de Jehová, porque continúan fielmente en el servicio de Jehová.”
Y, ¿qué se requiere para poder vencer dicha persecución hoy en día? Ante todo, conocimiento. Sin conocimiento de Jehová y sus atributos, propósitos y voluntad para ellos y de por qué él permite que sufran no podrían haber resistido el terror rojo. Y ese conocimiento tiene que resultar en una fe viva, porque uno ‘puede tener fortaleza para todas las cosas’ si tiene fe, porque todo es “según su fe.” Y también se requiere esperanza, porque la esperanza es para el cristiano lo que el ancla es para el barco y el yelmo para el soldado, a saber, una protección en tiempo de peligro.—Fili. 4:13; Mat. 9:29; Heb. 6:19; Efe. 6:17, NM.
Para vencer la persecución también se requiere el espíritu santo de Jehová, porque la persecución no puede vencerse por la fuerza o poder humanos. (Zac. 4:6) Y, sobre todo, se requiere amor, porque sin amor no somos nada. Además, “no hay temor en el amor, sino que el amor perfecto echa fuera el temor.” (1 Juan 4:18, NM) Sí, los cristianos verdaderos pueden vencer la persecución y lo hacen, como lo demuestran los testigos de Jehová por todo el mundo.
[Ilustración de la página 229]
Inclinándose a lo que les conviene al momento
Religión organizada