BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower
Watchtower
BIBLIOTECA EN LÍNEA
Español
  • BIBLIA
  • PUBLICACIONES
  • REUNIONES
  • w57 1/3 págs. 137-139
  • ¿Es éste un buen consejo?

No hay ningún video disponible para este elemento seleccionado.

Lo sentimos, hubo un error al cargar el video.

  • ¿Es éste un buen consejo?
  • La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1957
  • Subtítulos
  • Información relacionada
  • LO QUE LA BIBLIA ACONSEJA
  • SÚPLICA DE ACTUAR CON JUSTICIA
  • Manténgase en su lugar
    La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1955
  • Conocimiento acertado para agradar a Jehová
    La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1956
  • La obediencia conduce a la vida
    La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1953
  • Sean ricos en buenas obras
    La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1950
Ver más
La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1957
w57 1/3 págs. 137-139

¿Es éste un buen consejo?

“¿ES MALO rehusar argüir con los testigos de Jehová?” Esa es la pregunta que se contesta en la revista católica Messenger of the Sacred Heart de febrero de 1956. El que preguntó explicó: “En un tiempo todos los miembros de mi familia eran católicos, pero ahora algunos de ellos se han hecho testigos de Jehová, y nos están causando gran dificultad a todos nosotros con sus argumentos persistentes sobre puntos acerca de los cuales nosotros no sabemos lo suficiente como para considerarlos inteligentemente.”

La revista aconsejó a los católicos que rehusen considerar estas preguntas bíblicas con los testigos de Jehová, y agregó: “Es un error el que un católico busque en libro tras libro la respuesta precisa para cada pregunta que se les ocurra a ellos.” Aconsejó adicionalmente respecto al testigo: “Si se siente profundamente perturbado con sólo escuchar las preguntas de éste, y si él persiste en obligar a su víctima a que escuche sus preguntas, entonces sería justificable rehusar ver a tal persona.”

Pero en caso de que usted hable con un testigo de Jehová, éste es el consejo que se ofrece: “Escuche la pregunta con un aire fingido que encierre cortesía vana. No aparente estar ofendido, únicamente no interesado. O tal vez pudiera usted decir: ‘Yo no veo cómo ese argumento, por sí solo, pruebe el punto que usted insinúa. ¿Tiene usted algunas otras pruebas que ofrecer sobre el mismo punto?’ Puede que él tenga más que decir; o tal vez comience a tener un sentimiento de insuficiencia y frustración. Si él tiene algo más que decir, puede usted responder: ‘Aún no veo cómo eso . . .’ y así sucesivamente. Tendrá razón usted en lo que dice, y estará haciendo que él lleve toda la carga hasta que se agote. Entonces usted puede ofrecerle una taza de té y un trozo de pastel.”

¿Es éste un buen consejo? ¿Es consejo cristiano? ¿Lo confirma la Biblia o lo condena?

El que se haya dividido una familia sobre el asunto de religión no causa sorpresa. Jesús dijo que esto ocurriría: “Vine a causar división, con el hombre contra su padre, y la hija contra su madre, y la esposa joven contra su suegra. En verdad, los enemigos del hombre serán personas de su propia casa. El que le tiene mayor cariño a padre o madre que a mí no es digno de mí; y el que le tiene mayor cariño a hijo o hija que a mí no es digno de mí.”—Mat. 10:35-37, NM.

Pero cuando esta división ocurre debido al conflicto entre las verdaderas enseñanzas de Jesús y la religión falsa, ¿quién pensaría usted que estaría capacitado para tratar el asunto inteligentemente y quién pensaría usted que no estaría capacitado para hacerlo por falta de conocimiento? ¿No es razonable esperar que puedan contestar los verdaderos seguidores de Jesús, y que confiesen que les falta conocimiento para hacerlo los que están en la religión falsa? Y ¿se les aconsejaría a verdaderos cristianos que no busquen respuestas precisas a las preguntas que se les hayan hecho?

LO QUE LA BIBLIA ACONSEJA

Al contrario, el mismo apóstol Pedro les aconsejó a los cristianos estar “siempre listos para hacer una defensa ante todo aquel que les demande una razón de la esperanza que hay en ustedes.” La Biblia aconseja que se haga una búsqueda muy diligente para adquirir conocimiento: “Porque si clamares tras el entendimiento, y a la inteligencia levantares tu voz; si la buscares como a plata, y cavares por ella como por tesoros escondidos; entonces entenderás el temor de Jehová, y hallarás el conocimiento de Dios. Entonces conocerás la justicia y la equidad, la rectitud también y todo camino bueno. La discreción vigilará sobre ti, y la inteligencia te guardará: para librarte del camino del inicuo, de los hombres que hablan cosas perversas.”—1 Ped. 3:15, NM; Pro. 2:3-5, 9, 11, 12.

“El corazón [mente, Norm. Rev.] del justo medita para dar respuesta,” dice la Biblia. Y si esta mente meditadora ha buscado las respuestas y tiene el conocimiento que da Dios no será confundida por hombres que hablan cosas perversas. El escuchar preguntas no le será a ella tan ‘profundamente perturbador’ que su dueño tenga que rehusar hablar con el que pregunta. Jesús es el dechado para los cristianos, y él no temió considerar la religión ni se perturbó profundamente por tales conversaciones. Él tenía la verdad; sus oponentes no la tenían. De modo que eran ellos los que estaban profundamente perturbados y quienes rehusaron hablar más: “Y nadie podía decir una palabra en respuesta a él, ni nadie se atrevió desde ese día en adelante a preguntarle algo más.”—Pro. 15:28; Mat. 22:46, NM.

¿Recomienda la Biblia “un aire fingido que encierre cortesía vana” al razonar uno con otros? Ella no recomienda que se finjan aires de clase alguna, porque eso es hipócrita. Y ella específicamente condenó los razonamientos vanos de algunos que pretendían conocer a Dios pero que usaban imágenes en la adoración: “Aunque conocieron a Dios, no lo glorificaron como Dios ni le dieron gracias, sino que se hicieron vanos en sus razonamientos y su corazón fatuo se obscureció. Aunque aseguraban que eran sabios, se hicieron insensatos y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en algo parecido a la imagen del hombre corruptible y de aves y de cuadrúpedos y de reptiles.”—Rom. 1:21-23, NM.

Pues bien, seguramente no puede haber objeción alguna al consejo de ofrecerle al testigo “una taza de té y un trozo de pastel,” ¿verdad? Ordinariamente ése sería un acto loable, la reacción a un impulso generoso emanante del corazón. Pero ¿es ése el espíritu que hay tras este consejo? ¿No es una reprensión planeada y premeditada, una afectación de santidad hacia un opositor, parte del aire fingido de cortesía vana? Hay una objeción bíblica a tal hospitalidad fingida: “No comas el pan de aquel que tiene ojo maligno, ni anheles sus viandas delicadas; porque según piensa en su alma, así es: Come y bebe, te dice; pero no está contigo su corazón. El buen bocado que has comido, lo vomitarás.”—Pro. 23:6-8.

SÚPLICA DE ACTUAR CON JUSTICIA

Al encontrarse con la cortesía vana y una solicitud de más prueba que se repita como si fuera dicha por un loro, el testigo de Jehová podría dar más prueba, leída de la propia Biblia del católico, y tal vez se prenda una chispa de interés. Pero si no se prende tal chispa el testigo experimentado pronto se dará cuenta de la falta de sinceridad de las peticiones de más prueba y hará bien en hacerle frente al problema con una súplica franca. El testigo de Jehová podría decir:

“Sí, tengo más prueba, pero me parece que usted en realidad no la quiere. Usted escucha, pero parece que su mente usted la mantiene cerrada. Muchas veces la gente nos cierra la mente, y generalmente se debe a lo que algún amigo o pariente o clérigo ha dicho acerca de nosotros. A veces la gente nos cuenta lo que se ha dicho, otras veces sencillamente calla. No sé si tal es el caso aquí o no, pero si lo es, permítame decirle esto. Sea usted justo y déjeme oír las acusaciones. La Biblia dice que usted debiera hacerlo. La ley de Dios decía que en caso de que un hombre fuese acusado por otro deberían ser puestos cara a cara y los jueces deberían oír ambas partes. Se halla en Deuteronomio 19:17, 18 (NM): ‘Los dos hombres que tienen el litigio deben comparecer ante Jehová, ante los sacerdotes y los jueces que estarán en funciones en esos días. Y los jueces deben pesquisar cabalmente.’ Usted tiene que decidir en este caso, pero antes que lo haga, pesquise cabalmente. Oiga el lado mío. La Biblia dice que es un oprobio el que usted no lo haga: ‘El que responde palabra antes de oír, le es fatuidad y oprobio.’—Pro. 18:13, Val.

“Es justo, nada más. Pero más que eso, no es sino cristiano el que usted lo haga. Si yo estoy equivocado y usted tiene razón, como cristiano usted debiera mostrarme en qué estoy equivocado. La Biblia dice en Proverbios 3:27: ‘No niegues el bien a quienes se les debe, estando en el poder de tu mano hacerlo.’ Si usted tiene la verdad, por favor no me la niegue. Si Dios le ha consolado a usted con la verdad, es para que usted pueda consolar a otros por medio de ella: ‘El Dios de todo consuelo, que nos consuela en toda nuestra tribulación, para que podamos consolar a los que están en cualquier clase de tribulación por medio del consuelo con que nosotros mismos estamos siendo consolados por Dios.’ (2 Cor. 1:3, 4, NM) Si usted tiene la verdad de Dios y yo no la tengo, consuéleme por medio de ella. Isaías 1:18 dice: ‘¡Venid pues, y arguyamos juntos, dice Jehová! ¡Aunque vuestros pecados fuesen como la grana, como la nieve serán emblanquecidos.’ Si mis pecados son como la grana, arguya conmigo y muéstreme mis errores para que yo pueda limpiarte y llegar a ser como la nieve a vista de Dios.

“La Biblia dice que haga a otros lo que quiere que ellos le hagan a usted. Si usted no tuviese la verdad y otros la tuvieran, usted desearía que ellos se la dijeran. Si usted la tiene y yo no la tengo, cuéntemela, por favor. Haga conmigo lo que quiere que hagan con usted. Yo creo que tengo la verdad; vine para decírsela a usted. Si no la tengo, quiero tenerla. Pedro cambió de religión para llegar a ser cristiano. Yo cambiaré de la mía para llegar a ser uno, si se hace preciso. Ahora bien, yo he sido franco para con usted. ¿Quiere usted, por favor, ser franco conmigo y, en espíritu de justicia y amor cristiano, contarme sus objeciones para que yo pueda o contestárselas o ser ayudado?”

Se cree que una súplica bíblica de esta clase llegará hasta el corazón de las personas que son como ovejas y disolverá cualesquier aires fingidos malaconsejados, hipócritas, de cortesía vana.

    Publicaciones en español (1950-2025)
    Cerrar sesión
    Iniciar sesión
    • Español
    • Compartir
    • Configuración
    • Copyright © 2025 Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania
    • Condiciones de uso
    • Política de privacidad
    • Configuración de privacidad
    • JW.ORG
    • Iniciar sesión
    Compartir