Testificación productiva
“El modo en que estoy dirigiendo mis golpes es como para no golpear el aire”—1 Cor. 9:26, NM.
1. ¿Por qué es correcto y apropiado que los testigos de Jehová sean productivos hoy en día?
PARA agradar a Jehová hoy sus testigos tienen que ser productivos, así como lo fueron sus testigos de la antigüedad. A sus discípulos Jesús, el Dechado perfecto, dijo: “Si alguien quiere venir en pos de mí, que se niegue a sí mismo y levante su madero de tormento y me siga continuamente.” (Mat. 16:24, NM) El apóstol de Jesús, Pedro, hizo eso; por consiguiente pudo escribir: “De hecho, ustedes fueron llamados a este curso, porque hasta Cristo sufrió por ustedes, dejándoles un modelo para que siguieran cuidadosamente sus pisadas.” (1 Ped. 2:21, NM) No sólo tenemos a Jesús de modelo sino que ahora él está presente invisiblemente, dirigiendo el trabajo de testificación productiva. Por lo tanto los que son testigos hoy tienen que mostrar buenos resultados en el ministerio.—Juan 4:36; 1 Cor. 3:8; Gál. 6:9, 10, NM.
2. ¿Por qué puede decirse que en las “buenas nuevas” se incluye el factor de productividad?
2 El hecho de que en 1914 d. de J.C. se estableció el reino permanente de Jehová con Cristo Jesús en su trono celestial verdaderamente constituye buenas nuevas. Incluído en estas buenas nuevas se encuentra el factor de productividad, pues los que oyen tienen el privilegio de transmitir lo que oyen a otros y están obligados a hacerlo. Note cómo se declara esto en el último capítulo del Apocalipsis: “El espíritu y la novia siguen diciendo: ‘¡Vengan!’ Y cualquiera que oye diga: ‘¡Vengan!’ Y cualquiera que tenga sed venga; que cual quiera que desee tome del agua de la vida gratis.”—Apo. 22:17, NM.
3. ¿Qué petición dijo Jesús que deberían hacer sus seguidores, y cuál ha sido el resultado de ella?
3 Jesús comparó el día en que vivimos a tiempo de cosechar, cuando hay mucho trabajo que hacer pero no mucho tiempo para hacerlo. Él dijo: “Sí, la cosecha es grande, pero los trabajadores son pocos. Por lo tanto, rueguen al Señor de la cosecha que envíe trabajadores a su cosecha.” (Mat. 9:37, 38, NM) Hoy Jehová, el Señor de la cosecha, ha contestado esta oración hecha por sus testigos ungidos, los que fueron comisionados por él para predicar las buenas nuevas de su reino, por medio de enviar a más de seiscientos mil trabajadores por toda la tierra para ayudar a recoger a los que están en el mundo y que son de buena voluntad para con Dios. A pesar de este vasto número, la cosecha todavía es grande y se necesita ayuda urgentemente. ¿Continuaremos pidiendo a Jehová que envíe más trabajadores? Sí, porque Jehová ha bendecido los esfuerzos productivos de sus testigos. A eso se debe que el número haya subido a esta cifra asombrosa. Esa ha sido la respuesta de Jehová en lo pasado. También lo será en lo futuro.
4, 5. ¿De qué otra manera se refirió Jesús al testimonio hoy en día, y cómo mostró productividad?
4 Jesús también se refirió a ello como dar fruto, fruto del Reino. Esto es especialmente así ahora, cuando el establecimiento del Reino en nuestro día ya ha acontecido. Como la semilla, dijo Jesús, el mensaje del Reino cuando es sembrado en tierra buena brota, madura y produce fruto. “En cuanto a lo que está sobre la tierra apropiada, éstos son los que, después de oír la palabra con un corazón recto y bueno, la retienen y dan fruto con aguante.” (Luc. 8:15, NM) La ley de Jehová es que se dé fruto según su género; por lo tanto nosotros debemos dar el mismo fruto que se siembra en nosotros, a saber, el fruto del Reino, su mensaje. (Gén. 1:11, NM) Jesús culminó el consejo acerca de ser fructíferos cuando dijo a sus discípulos: “Mi Padre es glorificado en esto, que ustedes sigan produciendo mucho fruto.” (Juan 15:8, NM) Note que él dijo “mucho fruto.” Esto trae enérgicamente a nuestra atención el hecho de que Jehová requiere que seamos testigos productivos, logrando mucho por medio de la predicación, localizando a personas de buena voluntad, alimentándolas y trayéndolas a la madurez para que ellas también disciernan su privilegio de dar fruto del Reino.—Tito 3:8; Heb. 13:15, NM.
5 Hemos recibido mucho a manera de verdades del Reino y privilegios de declararlas a otros. La regla fué puesta por Jesús al decir: “A aquel a quien la gente ha encargado mucho, exigirá más de lo acostumbrado de él.” (Luc. 12:48, NM) La verdad trae consigo gran responsabilidad, la cual, si hemos de ser fieles y conseguir la vida, tiene que ser desempeñada de la manera correcta. Jesús dijo: “Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el cultivador. Toda rama en mí que no produce fruto él la quita, y toda la que produce fruto él la limpia, para que produzca más fruto.” (Juan 15:1, 2, NM) Siendo la Vid, Cristo Jesús dirige la producción del fruto para alabanza de Jehová, pero las ramas dan el fruto. De acuerdo con las palabras de Jesús, las ramas tienen que producir fruto del Reino, pues de otra manera tienen que ser podadas como inútiles. Jehová limpia y poda a su organización semejante a vid para que produzca fruto del Reino. Si apreciamos la ilustración trabajaremos para lograr un ministerio productivo.
6. ¿Cómo puede ser ilustrada hoy día la testificación productiva? En conexión con ella, ¿es deseable la relación que existe entre los testigos?
6 La gran organización universal de Jehová es productiva, de lo cual da abundante testimonio toda la creación. Por medio de su director de producción universal, Cristo Jesús, Jehová ha arreglado a su organización terrestre para que produzca también. Es una organización que funciona suavemente, global en alcance, bien equipada, eficiente, dotada de cientos de miles de trabajadores anuentes. En ella no se halla el uso de piquetes, “huelguistas de brazos caídos,” ninguna dificultad de trabajo de ninguna clase; porque aquí todos tienen un interés. El amor llena el corazón de cada uno. Cada uno muestra amor al patrón, Jehová, amor al superintendente, Cristo Jesús; por eso reina la paz y todos prosiguen unidamente con el esfuerzo de producción.
7. ¿Cuáles son algunas cosas esenciales para la producción plena dentro de la sociedad del nuevo mundo?
7 En esta organización teocrática hay prácticas fundamentales que contribuyen en sumo grado a la producción; también hay actividades de sostén y de conexión que contribuyen a lograr una manera de trabajar eficiente, bien organizada. Por ejemplo, a los trabajadores se les han suministrado muchas ayudas de estudio y con generosidad se les han dado instrucciones divinas. Ellos estudian y aplican éstas diligentemente. En el Salón del Reino las reuniones semanales suministran oportunidades para que los trabajadores se reúnan para obtener fuerzas por medio de asociarse con otros de la misma fe. (Heb. 10:24, 25, NM) Aquí, también, ellos ven demostraciones de servicio y reciben consejo en cuanto a la predicación. Aquí, también, los trabajadores gozosos asisten a la escuela del ministerio teocrático, donde cada uno aprende a expresar eficazmente el mensaje. Todo esto es esencial para la producción plena dentro de la sociedad del nuevo mundo.
8. ¿Qué actitud deben tener todos los siervos de Jehová, y cómo puede uno jactarse apropiadamente?
8 Pero ellos tienen presente la esencia de todo ello: Su responsabilidad de comunicar el mensaje del Reino es la cosa importante. Cada productor sólo es el vaso que contiene las semillas de verdad. Unidamente los trabajadores son usados por el gran Sembrador, Cristo Jesús, para esparcir las semillas. Como individuos los trabajadores son relativamente de poca importancia. Cada uno siempre tiene presente esto, siempre esforzándose por magnificar la verdad y a su gran Dador, Jehová. (1 Ped. 4:10, 11; Apo. 7:9, 10, NM) Concluyendo una ilustración sencilla que él hacía a sus ansiosos colaboradores Jesús dijo categóricamente: “Así que ustedes, también, cuando hayan hecho todas las cosas asignadas a ustedes, digan: ‘Somos esclavos que no servimos para nada. Lo que hemos hecho es lo que deberíamos haber hecho.’” (Luc. 17:10, NM) Es verdad que el contacto de cada predicador fiel con las personas de buena voluntad es importante. Él será diligente en revisitar las casas de las personas interesadas, para regar la semilla de la verdad hasta que brote; luego después de eso él continúa cultivando la planta, para que resulte crecimiento, progreso a la madurez. Aun así, los trabajadores celosos todavía son esclavos que no sirven para nada. A su Señor, Jehová, no pueden traer nada salvo amor, alabanza y servicio. Por eso, no teniendo nada de que jactarse, salvo de tener la verdad, la cual se les dió gratuitamente por medio de la bondad inmerecida de Jehová, humildemente siguen trabajando. Definiendo esta manera correcta de trabajar, tanto Jeremías como Pablo escribieron: “El que se jacta, jáctese en Jehová.” (Jer. 9:24; 2 Cor. 10:17, NM) Permaneciendo humildes, dando alabanza a Jehová y magnificándolo unidamente ante otros, los trabajadores diestros prosperan.—Juan 4:36, NM; Sal. 34:1-3; Jer. 17:7, 8.
MANERA DE TRABAJAR
9. ¿Qué buenos resultados pueden esperarse del uso de la Biblia en un sermón de tres a ocho minutos?
9 Para ser ministros eficientes y productivos en la predicación de puerta en puerta los miembros de la sociedad del nuevo mundo reconocen lo necesario que es hacer presentaciones claras. Hace cuatro años la Sociedad introdujo el sermón bíblico de tres a ocho minutos. El sermón subraya un tema apropiado que muestra el propósito actual de Dios, por medio de unos cuantos textos escogidos. El leer cuidadosamente en voz alta de la Biblia cada uno de esos textos permite que la persona visitada vea que un ministro verdadero de las buenas nuevas de Dios está apoyando lo que dice con la Palabra de Dios. A veces un trabajador celoso cree que nada que él pudiera decir conseguirá el interés atento en cierta comunidad—que la gente tiene un prejuicio profundamente arraigado tocante a ser visitada en cuanto a asuntos bíblicos a causa de que es muy religiosa. En parte, esto probablemente sea cierto, pero ¿se rinde el anunciador del reino de Jehová, diciendo: ‘Nada surte efecto aquí’? No. ¿Sigue presentando paciente y prudentemente un vivo e interesante sermón de tres a ocho minutos? Sí, él abre su Biblia, o invita a la persona de la casa a que saque la de ella. Luego, leyendo en voz alta textos bíblicos para apoyar su descripción del Reino establecido, él despierta en el oyente un respeto más profundo hacia la Biblia. Poco a poco ayuda al oyente a reemplazar ideas falsas con conocimiento acertado, de modo que pueda comenzar a apreciar que el ministro es un amigo verdadero.
10. ¿Dónde puede uno encontrar buenos sermones y fuentes de material para muchos otros?
10 ¿Hallan difícil estos ministros amigables el saber qué decir en su corto sermón? No, porque ellos constantemente hacen un intercambio de sugestiones provechosas. Primero, prueban con uno de los sermones cortos impresos en su Ministerio del Reino. Esos son excelentes sermones probados en el campo. De hecho, la Sociedad pidió a sus representantes viajeros en el campo, que habían tenido éxito especial en obtener suscripciones, que describieran la presentación que habían usado con buen éxito. Casi todos contestaron que ellos usan las que se presentan en el Ministerio del Reino. Algunas personas, para empezar, se aprenden de memoria uno de estos sermones. Pronto tales principiantes hablan desde el corazón con toda la sinceridad y convicción que la verdad produce en uno. La Sociedad ha instado que, para que haya variedad, los trabajadores tengan varios sermones que puedan usar, adaptados a las muchas situaciones diferentes. Además de los que ya se han dado en el Ministerio del Reino, las revistas La Atalaya y ¡Despertad! abundan en ideas para sermones cortos y vivaces de tres a ocho minutos. Además, entre las cubiertas de “Make Sure of All Things” hay muchos puntos útiles para sermones y textos de la Biblia clasificados. Ciertamente Jehová ha provisto en abundancia materiales constructivos para que cada vocero anuente suyo los use a fin de hacerse un testigo productivo.
11. Para que la testificación sea productiva, ¿qué tiene que hacerse después de colocar literatura que explica la Biblia?
11 A medida que los ministros productivos van de casa en casa colocan cierta literatura. Puede ser folletos, revistas un libro o una Biblia—sin duda algo. La cantidad que cada trabajador coloque dependerá de su diligencia y cuánto tiempo trabaje. ¿Quién puede decir que el sermón de tres a ocho minutos no ha aumentado su colocación de literatura? Pero después de colocar una o más publicaciones útiles, ¿deja el trabajador diligente que la semilla de verdad plantada brote de sí misma? ¿Da a Satanás la oportunidad de destruirla? Durante años en lo pasado a menudo ésa era la manera en que muchos trabajaban creyendo que bastaba con colocar el mensaje en manos de la gente. El aumento vino lentamente durante esos años. Pero recientemente la Sociedad ha recordado a todos los que trabajan en el campo que, de acuerdo con el consejo bíblico, no deben negar al “extranjero” su derecho de aprender la verdad. (1 Rey. 8:41-43; Pro. 3:27; Juan 10:16, NM) En verdad, es imperativo que se vuelva a visitar a los oyentes anuentes prestamente, para regar la semilla plantada y para proteger el tierno crecimiento. El ministro productivo espera fruto. Él desempeña su parte para lograr ese resultado, sabiendo que es Dios quien ‘lo sigue haciendo crecer.’—1 Cor. 3:6, NM.
PRODUCTOR ENTRENADO AYUDA A PRINCIPIANTE
12. (a) ¿Por qué tienen menos éxito algunos trabajadores que otros? (b) ¿Cómo puede ayudar el trabajador entrenado al principiante?
12 En la organización teocrática este eslabón de hacer revisitas es fundamental. (Hech. 15:36, NM) Y también es un fuerte eslabón. Pero el cuán exactamente fuerte sea depende de cuán fiel sea el ministro individual en volver a visitar a las personas después que haga la colocación inicial de literatura. Para suministrarse oportunidades para hacer revisitas el ministro productivo emplea muchas horas cada mes en el servicio introductorio de casa en casa, usando sus sermones cortos. Muchos testigos celosos colocan literatura con facilidad, pero no tienen mucho éxito al hacer revisitas. En el caso de usted, le pregunta el productor entrenado a su colaborador joven: ¿No será que cuando usted hace una revisita se le hace difícil empezar a tratar el tema de la verdad? A veces esto pasa. Entonces, para ilustrar el punto, supóngase que usted promete a una familia de amigos ir con ellos a un día de campo. Convienen en que usted traerá la comida y que ellos suministrarán todas las demás cosas. Llega el día; usted se presenta a tiempo y lleva la comida. Esta se encuentra dentro de la canasta que usted trajo consigo. Sus amigos tienen hambre; se preguntan por qué no saca usted la comida y la extiende delante de ellos. Pero usted no la saca, y ésta permanece dentro de la canasta. Finalmente usted se va, llevándose la comida. ¿Cómo se sienten sus amigos? ¿Vacíos? Sin duda, y desilusionados también. Usted ha desperdiciado su tiempo y el tiempo de ellos también. Usted no puede decir que tuvo gozo, y ellos no se sintieron refrescados. Así pasa con el compartir alimento espiritual: ¿Por qué ser tímidos acerca de ello? Ellos saben que usted es un ministro; usted lo dijo cuando hizo su visita inicial a su casa. Ellos han visto que usted usa su Biblia y esperan que la use otra vez. Sí, usted necesita útiles apropiados para comenzar a trabajar; por eso a continuación se dice lo que usted debe hacer:
13, 14. (a) ¿De qué manera nos ha ayudado otra vez la Sociedad respecto al trabajo de revisitas? (b) ¿Cuáles son algunos puntos que debemos tener presentes cuando hacemos arreglos para la actividad de revisitas?
13 Cree la situación por medio de ir preparado para seguir hablando acerca del tema de que trató usted en su primer sermón corto, pero esta vez extiéndalo a un discurso de diez a quince minutos. En conexión con esto, de nuevo la Sociedad ha provisto lo que el ministro productivo necesita. Para hablar ahora acerca del mismo tema que usted usó en su primera visita será necesario que haya anotado su tema en su registro de casa en casa. También, cuando usted prepare sermones de tres a ocho minutos es bueno tener presente que en lo futuro usted tendrá que ensanchar el tema para usarlo en su primera revisita; por lo tanto escoja varios textos bíblicos más con ese propósito. El saber definitivamente lo que usted va a considerar en su revisita hará posible que trabaje con confianza; y luego, también, su familia de buena voluntad sacará verdadero provecho de la preparación que usted ha hecho de antemano. Después que usted llegue es esencial que se ponga a considerar la verdad de la Palabra de Dios tan pronto como sea posible. Sólo unas cuantas palabras serán necesarias para recordarles quién es usted, etc., y entonces usted puede decir el propósito de su visita. Simplemente sea humano, considerado, animado, amigable. Tal vez la familia haya tomado un folleto. Usted puede dirigir la conversación al tema de la verdad más o menos así: ‘Para este tiempo es probable que usted haya leído su folleto y haya notado que trata el tema de que hablamos la semana pasada, acerca de vivir para siempre, ¿recuerda? Dado que usted me dijo que le gustaría vivir para siempre, he buscado otros textos bíblicos para usted acerca de esta maravillosa verdad bíblica. Fortalecerán más su esperanza de vivir y no morir. Permítame leerle éste.’
14 Ahora la parte difícil—el empezar—se ha logrado, y usted se halla en camino a una revisita muy agradable y productiva. Recuerde esto: Es muy importante que planeemos nuestras revisitas con anticipación, que sepamos de qué vamos a hablar.
15. ¿Cuál ha resultado ser la actividad más productiva de la testificación, y cómo puede hacerse productivo en ella todo testigo?
15 Las revisitas tienen un propósito: el comenzar con el tiempo un estudio bíblico de casa. En las revisitas se colocan los cimientos; luego comienza la construcción. En ellas la persona recién interesada, un probable publicador del Reino, está comenzando a crecer en conocimiento y entendimiento; y así se hace deseoso de decir a otros las buenas nuevas. Durante este tiempo, sea semanas o meses, se le hace conocer a la organización cuando viene con usted al centro de servicio local, al Salón del Reino, y posiblemente a una asamblea de circuito. Se le anima a seguir hablando acerca del Reino a sus amigos. Usted le proporciona ejemplares adicionales de folletos y revistas. En todo esto usted está teniendo presente el propósito de su estudio en esa casa—producir otro alabador de Jehová. Con ese fin usted lo invita a él a que lo acompañe a usted en la testificación de casa en casa y en las revisitas. Como resultado su compañero que probablemente llegue a ser testigo pronto testifica por su propia cuenta y entonces es prueba viva de que usted es un testigo productivo.
REVISTAS
16, 17. (a) ¿Cómo considera la gente a las revistas hoy en día? (b) ¿Cómo se aprovecha esta actitud del público con La Atalaya y ¡Despertad!?
16 Ahora considere otro rasgo importante en la organización de la sociedad del nuevo mundo. Primero, algunas preguntas: Cuando usted se acerca a un puesto de periódicos, ¿qué ve? Revistas. En la tiendita de la esquina, ¿qué atrae su vista? ¡Revistas! ¿Qué hace que el cartero se doble bajo el peso de su valija? REVISTAS. Y ¿qué es lo que lee la mayor parte de la gente? ¡REVISTAS! Verdaderamente el mundo de hoy día se inclina mucho a la lectura de revistas. Pero lo que ocupa el pensamiento de los siervos de Jehová es cómo hacerlo inclinarse a la lectura de La Atalaya y ¡Despertad! Ya que la circulación de estas dos revistas está experimentando una expansión tan grande y continua, se hace imposible calcular el testimonio que se está dando. Eso es mirar al futuro.
17 Ahora mire hacia atrás: En 1939 la primera campaña mundial de suscripciones a La Atalaya produjo aumento inmediato. La producción de revistas fué lo doble de la del año anterior, pues se imprimieron más de 9,000,000 de ejemplares. Con ese principio, el aumento rápido siguió año tras año. En 1956 la impresión de ambas revistas excedió los ciento ocho millones y medio de ejemplares. Este es un aumento de casi dos mil cuatrocientos por ciento sobre la producción de 1938. Hoy La Atalaya y ¡Despertad! penetran regularmente en millones de hogares en muchos países. Por medio de la testificación productiva más y más habitantes de la tierra se están dando cuenta de la existencia de estas dos revistas e inclinándose a la lectura de ellas.
18. ¿Cuán despierta está la Sociedad a este campo de anunciar el Reino, y qué puede esperarse razonablemente de nosotros como proclamadores individuales de las “buenas nuevas”?
18 Pero, ¿basta eso? Hoy día en todas partes asciende la tensión. La perplejidad y la ansiedad acerca del futuro están despertando serio y sobrio pensamiento. La Atalaya y ¡Despertad! fidedignamente dicen lo que nos aguarda en lo futuro. Dicen cómo se puede sobrevivir en medio de la furia de la tempestad venidera. Por lo tanto a una cifra desconocida de millones de personas de buena voluntad todavía se les puede hacer reconocer con acierto el contenido vitalmente valioso de estas dos revistas. En conformidad con ello, la Sociedad continúa preparándose para servir a esos millones de personas. En Brooklyn, desde 1938, dos veces ha tenido que ensancharse el espacio de la fábrica a dos veces el tamaño anterior. Dos prensas de alta velocidad para revistas y otro equipo fueron añadidos. En el verano de 1956 terminó la construcción de un nuevo edificio de 13 pisos para revistas de la Sociedad. Poco después fueron entregadas dos prensas más para revistas. También en sus plantas de la Unión Sudafricana, Suiza, Suecia y Alemania Occidental se está ensanchando la producción de revistas. De modo que se está dando atención de manera práctica al hecho de que hay que producir más revistas. Al mismo tiempo, ¿qué están planeando los ministros productivos en cuanto a sí mismos? En 1957 los testigos de Jehová están tratando de alcanzar regularmente a más personas de buena voluntad con estas dos revistas.
19. ¿Qué será necesario para alcanzar la elevada cuota de publicadores de revistas?
19 En los meses venideros, como esperamos confiadamente, todos los anunciadores del reino de Jehová serán publicadores de revistas. Es esencial una robusta organización de congregación para lograr esta meta. Deben fijarse tiempos definidos para distribuir las revistas en la calle, de tienda en tienda y de casa en casa. Los centros de servicio están adaptados especialmente para el trabajo de revistas; y aquí también el programa de entrenamiento ayudará mucho, así como en la testificación regular de casa en casa. ¿Todavía no ha participado usted en dar el testimonio con revistas? No hay tiempo como el presente para comenzar. Usted puede comenzar con otro publicador, averiguando cuán efectivamente sirve usted. Así, unidamente, podemos lograr la meta: Cada ministro productivo un publicador de revistas. Esto naturalmente significará que tendrán que ensanchar la producción de revistas sus colaboradores de la fábrica de Brooklyn y de otras sucursales de la Sociedad alrededor de la tierra. Pero este trabajo añadido para los que ya están ocupados traerá gozo creciente. Ellos considerarán un privilegio el servir junto con ustedes para suministrar a muchas personas necesitadas estas revistas, las más importantes de todas.
20. (a) ¿Qué sugestión se ha hecho en cuanto a la testificación con revistas? (b) ¿Cómo podemos tener gozo en la testificación con revistas, y qué puede resultar de la colocación de una sola revista?
20 Como regla general, el sábado es el día de revistas. Para la mayor parte de las personas es el día más ocupado. Por la experiencia de muchos parece que una presentación corta, al punto, es lo mejor cuando se ofrecen revistas. El objeto es colocar muchos ejemplares. Ellas “hablarán.” La Sociedad sugiere una presentación de medio minuto a un minuto, una declaración bien formulada de un punto que se considera en la revista que se ofrece. Muchos publicadores encuentran atractivo el trabajo de tienda en tienda con las revistas. Han podido establecer rutas regulares. Si usted titubea cuando va a hablar con dueños o gerentes de tiendas pruebe algo semejante a esto: “Sin duda, señor, usted está muy ocupado, pero sólo tomaré un instante de su tiempo. Quiero presentarle las revistas La Atalaya y ¡Despertad! Son para personas ocupadas. Dicen mucho en pocas palabras. Estas dos son suyas por sólo—[la contribución regular]. Le gustarán, estoy seguro.” Algunos están teniendo muy buenos resultados en el trabajo en las calles por medio de prudentemente conversar con transeúntes (uno a la vez), andando junto con ellos y ofreciéndoles las dos revistas. Pero la mayoría de los que participan en la distribución de revistas tiene los mejores resultados en el trabajo de casa en casa. En cualquier parte del campo que usted trabaje usted tendrá gozo al dar el testimonio con las revistas. Ahora una advertencia: Anote en su registro de casa en casa el nombre y dirección de cualesquier personas especialmente interesadas y revisítelas después, ya que la verdad contenida en las revistas posiblemente se siembre en “tierra buena” y con el cuidado debido puede, con el tiempo, dar fruto para alabanza de Jehová.
PRODUCCIÓN DE CALIDAD
21. ¿Qué tienen que ver las palabras de Pablo en 1 Corintios 9:26 con la testificación productiva?
21 La testificación productiva no sólo significa mucha actividad de predicación; al hacerla también hay que pensar en la calidad. (Col. 3:23, NM) Hubo un tiempo cuando no pensábamos mucho en nuestro servicio ni hacíamos muchos planes. Pero esos días han pasado. Tenemos que ser diligentes, usando el tiempo precioso efectivamente. En armonía con esto, Pablo escribió a los cristianos: “El modo en que estoy dirigiendo mis golpes es como para no golpear al aire.” (1 Cor. 9:26, NM) Una línea de producción da resultados sólo cuando se hace el trabajo, y así sucede dentro de la sociedad del nuevo mundo. Nunca puede dejarse que el servicio vaya a paso lento. Todos los siervos de Jehová tienen que mantener el servicio bien planeado, bien organizado, eficiente y en movimiento.
22. (a) En los tiempos modernos, ¿cuán productiva ha llegado a ser la testificación? (b) ¿Qué obligación se les impone a los que son testigos productivos?
22 En los tiempos del principio del cristianismo los testigos de Jehová eran productivos. Dieron mucho fruto del Reino. (Hech.10:44-47; 13:48, 49; 15:30-32; 28:30, 31, NM) Ahora en los “últimos días” ha sido revivida la testificación productiva. En 1919, por ejemplo, sólo había unos cuantos miles de personas activas en la predicación; pero para 1945 el número de los activos había crecido a 141,606 en todo el mundo. Ese maravilloso crecimiento les causó mucho gozo y estímulo a los testigos de Jehová durante ese año; pero observe su gozo ahora, cuando en 1956 un máximo de 640,000 informó servicio, ¡un aumento de casi medio millón en once años! ¡La testificación productiva ha dado fruto! Pues, tan sólo en diez semanas durante la serie de las asambleas de El Reino Triunfante en el verano de 1955, trece mil personas simbolizaron su dedicación a Jehová. A los que son maduros en la organización les es urgente la obligación de ayudar a los principiantes a crecer a la madurez, para que la testificación de ellos también sea productiva. ¿Nos atrevemos a limitar el número de los que todavía se unirán a nosotros en declarar las buenas nuevas? A Jehová damos las gracias por el aumento de “trabajadores” en este tiempo de cosecha. Para su honor dirigimos toda nuestra testificación productiva y oramos por su bendición continua.
23. ¿Cuáles son algunas preguntas que tenemos que contestar afirmativamente para ser testigos productivos?
23 Por lo tanto, en vista de la productividad de la sociedad del nuevo mundo de Jehová, hagámonos unas cuantas preguntas prácticas: ¿Cuál es nuestra posición en la organización comunicante de Jehová? ¿Qué evidencia tenemos que muestre que somos testigos productivos? ¿Trabajamos, o sólo acompañamos a otros? ¿Ponemos ejemplo correcto en estudio personal, en asistir fielmente a las reuniones? ¿Mostramos regularidad y constancia en el servicio de casa en casa, en revisitas, en el uso de sermones bíblicos, en conducir estudios bíblicos y en ayudar a otros al dar nuestro apoyo al programa de entrenamiento? ¿Participamos en todas las campañas de testificación y les prestamos apoyo? Para tener buena producción se requiere que se hagan todas estas cosas. Así como Jehová es productivo, también tenemos que serlo nosotros a medida que trabajamos juntos en su sociedad del nuevo mundo de productores de fruto del Reino. Esto tiene que ser así si deseamos la vida en su nuevo mundo. Las más maravillosas bendiciones de Jehová les esperan a los que son testigos productivos, y todo el que conoce la verdad puede dar testimonio. Todo lo que hay que hacer es hablar a su prójimo y considerar con él la Biblia. Aun todos ustedes, lectores de La Atalaya, pueden declarar que el reino de Jehová es la única esperanza del género humano.