Testificando en un hospital
● Aun cuando están enfermos los testigos de Jehová son un consuelo a otros, incluyendo a los que están atendiéndolos en su enfermedad. Esto se puede ver por lo que sucedió cuando una Testigo de Toronto, Canadá, tuvo que ir a un hospital. Ella dice: “En octubre pasado cuando pasé dos semanas en un hospital tuve la oportunidad de testificarles a nueve personas, algunas que eran pacientes, y otras que eran empleados. Uno de los empleados era una señora alemana que aceptó las revistas que le ofrecí y me hizo muchas preguntas. Después que salí del hospital les escribí a todas las personas a quienes había hablado, enviándoles revistas. Poco después tres de ellas me contestaron. A los que vivían en la ciudad les envié mi número telefónico. Dos días después recibí una llamada de la señora alemana y ella me dio gracias por las revistas. Dijo que se siente muy cansada al fin del día y no puede escribir cartas, pero que con gusto me llamaba por teléfono.
“Me dijo, entre otras cosas, que en el hospital había recibido un ascenso y por ello los compañeros de trabajo la estaban tratando muy fríamente. Dijo: ‘Comía sola y estaba sola. No sabía qué hacer. Entonces recibí su revista y su buena carta y me sentí muy feliz. Leí el primer artículo, que usted me dijo que no me debería perder, sobre “La apacibilidad es sabiduría.” ¡Cuánto mejor me sentí por no haberles dicho nada a mis compañeros de trabajo, sino solo haberme quedado callada! Me alegro que permanecí apacible; era el proceder correcto.’ La señora se suscribió a las revistas y dice que las lee todas las noches y verdaderamente disfruta de ellas.”