Los proclamadores del Reino informan
De depresión a felicidad
JEHOVÁ es un Dios feliz. (1 Timoteo 1:11.) Él quiere que sus siervos también sean felices. Por eso, si uno de ellos se deprime, Jehová le ayuda a aguantar el dolor y, a veces, hasta a recobrar un espíritu de alegría. La siguiente experiencia procedente de Uruguay ilustra esto.
En una clínica de Montevideo, cierta hermana esperaba los resultados de unas radiografías que le habían tomado. Una señora que estaba sentada a su lado estaba muy preocupada por lo que pudiera decirle el médico sobre un examen que le habían hecho. La hermana le dijo que desde que había llegado a ser testigo de Jehová nada la atemorizaba. Pero la señora dijo que a ella no le gustaban los Testigos porque imponían normas muy elevadas a la gente.
La hermana le explicó cómo se había beneficiado del conocimiento de la verdad bíblica. La muerte de su hija de 18 años de edad la había sumido en una depresión grave que le duró ocho años. Ni los siquiatras ni las medicinas costosas le sirvieron para vencer la depresión. Estuvo hospitalizada varias veces, dijo, pero no mejoró. Tenía sirvientes que atendían su casa porque ella no podía encargarse de nada. Trató de suicidarse porque ya no le interesaba la vida. Nada parecía ayudarle.
Pero un día los testigos de Jehová la visitaron y le dejaron literatura bíblica. Aquello despertó su interés en la Palabra de Dios, y empezó a leer la Biblia desde el principio. Esto produjo cambios en ella. Empezó a levantarse por las mañanas y a interesarse en el hogar. Por fin decidió atender la casa ella misma, y vio que podía hacerlo. ¡Fue como si nunca hubiera estado enferma! Sintió gran felicidad.
No volvió a visitar al siquiatra. Su conocimiento de la Palabra de Dios avivó su deseo de vivir, y fue la mejor medicina. Buscó a los testigos de Jehová, y recibió ayuda mediante un estudio regular de la Biblia. También empezó a asistir a las reuniones, y poco después se bautizó. Ya no se siente deprimida, y su gozo ahora es servir a Jehová.
La señora que estaba con la hermana en la sala de espera escuchó atentamente. Después dijo a la hermana: “Por algún tiempo me he estado encontrando con los testigos de Jehová; pero si algún día llego a ser testigo de Jehová, será por lo que usted me acaba de decir. Lo que he oído es como empezar a ver la luz en un lugar oscuro”.
Por toda la Tierra muchas personas se están dando cuenta de que es inútil que traten de resolver los problemas de la vida por su propia cuenta, y están acudiendo a Jehová Dios. ¡Cuánto les alegra saber del venidero nuevo mundo de Dios, donde toda persona será feliz y la depresión será cosa del pasado! (Proverbios 16:20.)