Ella le predicó a su ministro
◆ Una señora que comenzó a estudiar la Biblia con los testigos de Jehová se entusiasmó tanto por lo que estaba aprendiendo que se sintió impulsada a hablar a todos acerca de ello. Entre las personas a quienes habló estuvo su ministro luterano. Habló con él durante tres horas acerca de lo que ella había aprendido de la Biblia. Durante la conversación le recordó a él un sermón que él había pronunciado cierta vez acerca de la Trinidad. Él había dicho: “Conocemos al Padre; conocemos al Hijo, pero, ¿quién sabe quién es el espíritu santo? Yo no. ¿Y usted?” La señora le dijo que ahora ella sabía la respuesta. ¡Le dijo que está allí mismo en la Biblia! La fuerza activa de Dios, eso es el espíritu santo. Luego le dejó algunas publicaciones de la Watch Tower para que las leyera. Esta vez no era el ministro quien estaba predicando.