Ofreciendo sacrificios por medio del sacerdocio eficaz de Dios
¿Cuáles eran algunas de las maneras mediante las cuales el hombre podía acercarse a Jehová Dios y comunicarse con él antes del cristianismo?
Hubo ángeles que de una gran variedad de maneras atendieron las necesidades del hombre, y por medio de ellos los hombres tuvieron comunicación con Dios. Los patriarcas mismos sirvieron de sacerdocio o de manera de acercarse a Jehová Dios a favor de sus casas, como lo hicieron, por ejemplo, Abrahán y Job. (Job 1:5) Y con el establecimiento de la nación de Israel, el sacerdocio aarónico, y en particular el sumo sacerdote, sirvió como manera de acercarse a Dios y como medio de comunicación con Él.—Heb. 5:4.a
¿Por qué es idóneo Jesucristo para servir como sumo sacerdote eficaz de Dios hoy?
Ante todo, Jesús, debido a su perfección y fidelidad hasta la muerte, pudo singularmente suministrar un verdadero sacrificio expiador de pecados al entregar su cuerpo y su vida humana perfecta, en el madero de tormento. Fue levantado de entre los muertos como gloriosa criatura espíritu y ascendió al cielo, para presentar allí el valor de su sacrificio a Jehová Dios. Él está vivo para siempre jamás a fin de servir como sacerdote de sacrificio para todos los que ejerzan fe en su sacrificio de rescate, y restaurará a toda la humanidad obediente a la perfección durante el régimen de su Reino.—Heb. 9:11-14.
¿Cuáles son los requisitos o deberes del sacerdocio hoy según fueron prefigurados por el sacerdocio aarónico?
Hoy los subsacerdotes de Cristo son aquellos que quedan de los seguidores ungidos de sus pasos. Tal como los sacerdotes típicos se encargaron de que los sacrificios animales satisficieran los requisitos de Jehová, así el sacerdocio de Cristo de hoy y sus ayudantes tienen que encargarse de que cada uno ofrezca un sacrificio de alabanza en proporción con lo que pueda hacer. Deben aclarar los requisitos de Dios en cuanto a qué clases de sacrificios le son aceptos a Él.—Mal. 1:7-9.
Tal como los sacerdotes y levitas tenían mucho trabajo que hacer relacionado con las ofrendas de sacrificio de la gente, así hoy los siervos responsables de las congregaciones tienen mucho trabajo que hacer en lo que toca a redactar horarios, preparar programas, hacer arreglos para reuniones, organizar arreglos eficaces para el servicio del campo, encargarse de que todos los asuntos relacionados con el Salón del Reino se atiendan, y que haya suficiente literatura y territorio disponibles para que los usen los publicadores.—1 Tes. 5:12, 13.
Además, tal como era el deber de los sacerdotes entonces tocar la trompeta para que se reuniera el pueblo y se preparara para la batalla, así hoy el resto y sus ayudantes tienen que dar una llamada clara a todos para que se reúnan a la organización de Jehová y participen en guerra espiritual contra los enemigos de Jehová.—2 Cor. 10:3-6; Efe. 6:10-18.
Por otra parte, tal como los labios de los sacerdotes aarónicos guardaban conocimiento, y la ley era lo que la gente buscaba de su boca, así hoy el resto del cuerpo de Cristo está obligado a seguir ministrando a sus compañeros adoradores su alimento espiritual al debido tiempo.—Mat. 24:45-47.
¿Qué obligación les imponen las palabras de Hebreos 13:15 al resto ungido a sus ayudantes?
‘Ofrecer el sacrificio de alabanza, es decir, el fruto de sus labios que hacen declaración pública del nombre de Jehová.’ Una manera de hacer esto es por medio de hablar en las reuniones de congregación, como se aconseja en Hebreos 10:23-25. Esto requiere que con anticipación se haga una preparación considerada y cabal. Entre las otras maneras en que esto se puede hacer está yendo de casa en casa con las buenas nuevas del reino de Dios en forma impresa, volviendo a visitar a los que muestren interés en la verdad de la Biblia, y conduciendo estudios bíblicos en los hogares de los que quieren aprender más acerca de Jehová Dios, su voluntad y propósitos para la humanidad.
Los siervos celosos de Jehová también estarán alerta para no pasar por alto cualesquier oportunidades de dar testimonio incidentalmente siempre que sea posible. El aprovecharse de tales oportunidades no solo trae mucho gozo al publicador del Reino mismo, sino que vez tras vez ha resultado en ayudar a otras personas a entrar en el camino a la vida eterna en el nuevo sistema de cosas de Dios.
[Nota]
a Para detalles vea La Atalaya del 15 de octubre y 1 de noviembre de 1968.