¿Puede usted saber con certeza que su religión está en lo correcto?
LA RELIGIÓN ha tenido un tremendo impacto sobre la vida de las personas, a menudo influyendo en su conducta y su entero punto de vista sobre la vida. Entonces, verdaderamente hay buena razón para que uno se asegure de lo correcto de su religión.
Sin embargo, hoy se ve que cada vez más personas tienen dudas en cuanto a lo que está haciendo su iglesia. De hecho, algunos expresan franco desacuerdo. El director de The American Church News, por ejemplo, censuró públicamente el hecho de que la Iglesia Episcopal, por razones financieras, según se alega, no puede cumplir “la única tarea que encargó Jesús a Su Iglesia”... el evangelismo. Alistó varios proyectos que su secta estaba financiando y luego agregó: “Pero no hay dinero para el evangelismo. . . . No ponemos en primer lugar las cosas primeras. Las excluimos totalmente.”
Otros, aunque quizás no expresan tan franco desacuerdo, no obstante están muy desorientados a causa de lo que se hace en su iglesia. Un semanario jesuita declaró que hoy muchos católicos andan indecisos debido a los cambios en su iglesia.
¿Se siente perturbado usted también porque creencias que usted había abrigado por largo tiempo están siendo desechadas por su iglesia? ¿Le causa perturbación el que cada vez más clérigos hablen con aprobación de relaciones sexuales premaritales, de adulterio y de homosexualidad?
Muchos que han sido perturbados por lo que han visto en sus iglesias simplemente las han abandonado. Una cantidad considerable de estas personas todavía creen en Dios. Para ellas hay abrumadora evidencia de que él existe. Pero no creen que las iglesias de la cristiandad están representando apropiadamente a Dios. Todavía otras continúan apoyando a su iglesia aunque no estén en plena armonía con ella.
En vista de esto, se podría preguntar: ¿Aprueba Dios las doctrinas y prácticas de estas iglesias?
Muchas personas sinceras, después de efectuar una investigación cuidadosa de la evidencia disponible, han llegado a la conclusión de que la Biblia es una base sana para juzgar a la religión.—2 Tim. 3:16, 17.
Lo invitamos a usted a emprender una comparación de lo que contiene la Biblia con lo que se enseña en las iglesias de la cristiandad. Muchos que han hecho esto se han asombrado al hallar que las mismísimas cosas que los ofendían en las iglesias de la cristiandad no se enseñan en las Santas Escrituras. Lo que aprendieron de una consideración seria de la Palabra de Dios los puso en situación de identificar la religión verdadera.