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  • Una Revelación... de la voluntad y los propósitos de Jehová

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  • Una Revelación... de la voluntad y los propósitos de Jehová
  • La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1977
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  • ¿QUÉ? ¿QUIÉN? ¿DÓNDE? ¿CUÁNDO?
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La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1977
w77 15/5 págs. 312-315

Una Revelación... de la voluntad y los propósitos de Jehová

‘FELIZ es el que lee y los que oyen las palabras de esta profecía, y que observan las cosas escritas en ella.’ (Rev. 1:3) ¿Por qué se pudo decir esto del libro de Revelación cuando tanto de él está en lenguaje simbólico o lenguaje de señales?

¿Por qué? Porque aunque se usa el lenguaje de señales, mucho se comprende tocante a la voluntad y los propósitos de Dios, y esto forma una base para la felicidad. El libro de Revelación anuncia los juicios de Jehová contra los inicuos; encomia a los siervos de Dios por su aguante, relata que salen victoriosos y describe la destrucción final de todos los que son incorregiblemente inicuos y el triunfo final de la justicia.

En muchos respectos Revelación complementa felizmente el libro de Génesis. Tal como Génesis 1:1 habla de la creación de los cielos y la Tierra, así Revelación 21:1 habla de un nuevo cielo y una nueva tierra. Tal como Génesis, capítulo tres, revela cómo entraron el pecado y la muerte en el mundo, así Revelación da a saber el fin de éstos. Y tal como Génesis menciona un árbol de la vida y un río que fluye de Edén, así Revelación habla simbólicamente de árboles de vida y un río de agua de vida que fluye desde el trono de Dios.

¿QUÉ? ¿QUIÉN? ¿DÓNDE? ¿CUÁNDO?

Muchas ediciones de la Biblia dan a Revelación el nombre de “La Revelación de San Juan el Divino.” Pero no es así. Es “Una revelación por Jesucristo, que Dios le dio, para mostrar a sus esclavos las cosas que tienen que suceder dentro de poco. Y envió a su ángel y por medio de él la presentó en señales a su esclavo Juan.”—Rev. 1:1.

El apóstol Juan mismo dice que cuando vio estas visiones había sido desterrado a la isla de Patmos “por hablar acerca de Dios y por dar testimonio de Jesús.” (Rev. 1:9) Juan fue desterrado hacia fines del reinado del emperador Domiciano, un reinado que terminó en 96 E.C., inmediatamente después de lo cual Juan fue puesto en libertad. Por eso es muy posible que en aquel mismo año Juan tuviera las visiones que registró.

¿Cuándo las escribió? La manera vívida en que describe las cosas que vio y oyó serían un argumento a favor de que las escribió inmediatamente. El hecho de que acostumbraba escribir estas cosas sin demora parece estar apoyado por el mandato que se le dio de no escribir ciertas cosas que acababa de oír, lo cual indicaba que aquella visión en particular era una excepción.—Rev. 10:4.

MENSAJES A LAS SIETE CONGREGACIONES

En la Biblia el número siete es símbolo de lo completo, y Revelación recalca especialmente ese hecho, pues “siete” aparece en el libro unas cincuenta veces. Para comenzar, hay siete congregaciones, siete espíritus, siete candelabros de oro y siete estrellas.a

Después de su saludo y comentarios de introducción, Juan informa que ve una gloriosa visión de Cristo resucitado y oye que el Creador se llama a Sí mismo “el Alfa y la Omega.” (Rev. 1:8) Entonces, Juan menciona siete congregaciones a las cuales él envía mensajes. Primero, encomia a la congregación de Éfeso y luego la censura por haber dejado su primer amor, pero le promete un galardón cuando se arrepienta. La congregación de Esmirna solo recibe encomio y la promesa de la corona de la vida si es fiel hasta la muerte. Las congregaciones de Pérgamo, Tiatira y Sardis reciben tanto encomio como amonestaciones. Si se arrepienten se les recompensará. Sin embargo, la congregación de Filadelfia solo recibe encomio con una promesa de galardón. La congregación de Laodicea, en contraste, solo recibe censura, porque no es ni caliente ni fría; pero se le promete, si se arrepiente y vence, el galardón de sentarse con Jesús en su trono, así como él venció y se sentó con su Padre en Su trono.—Rev. 2:1-3:22.

SE ABREN SEIS SELLOS

Ahora Juan recibe una visión del cielo en la que observa una vista deslumbradora y gloriosa del Creador sentado sobre un trono, rodeado de cuatro criaturas resplandecientes llenas de ojos y de veinticuatro ancianos sentados sobre tronos, y que están diciendo: “Digno eres tú, Jehová, nuestro Dios mismo, de recibir la gloria y la honra y el poder, porque tú creaste todas las cosas.”—Rev. 4:9-11.

El que está sentado sobre el trono tiene un rollo que está fuertemente sellado con siete sellos, y Juan llora porque no se encuentra a nadie que pueda abrir los sellos. Entonces se muestra al León de la tribu de Judá, Jesucristo, como la persona que es digna de abrir los sellos, y repetidas veces se da alabanza tanto a Jehová como al Cordero.—Rev. 5:11, 12.

En el capítulo seis Juan empieza a ver que el Cordero desprende los sellos. Al abrirse el primer sello se revela a un guerrero victorioso justo que va sobre un caballo blanco, a Jesucristo. La apertura de los siguientes tres sellos hace recordar la gran profecía de Jesús acerca de guerras, hambres y peste, que forman parte de “la señal” del fin del sistema del mundo. (Luc. 21:7, 10, 11) Cuando se abre el quinto sello, Juan ve a mártires cristianos que piden que su sangre sea vengada. Gran conmoción en el cielo y la Tierra acompañan la apertura del sexto sello, pues los hombres temen la ira venidera de Dios. El capítulo siete revela que cuatro ángeles retienen la ira de Dios hasta que se haya sellado a los 144.000 israelitas espirituales. Después de eso Juan ve a una muchedumbre innumerable que ha salido de la grande tribulación y que atribuye gloria, honra y salvación a Jehová Dios y al Cordero, Jesucristo.—Rev. 7:1-17.

SIETE ÁNGELES TOCAN SIETE TROMPETAS

Al abrirse el séptimo sello, notamos una breve referencia a las oraciones de los santos y luego a que siete ángeles se preparan para tocar trompetas. Cinco de estos ángeles, uno tras otro, tocan sus trompetas. Luego en lenguaje altamente simbólico se dicen sus efectos, todos los cuales son de índole punitiva para los inicuos en la Tierra. Con el toque de la sexta trompeta, se le dice a Juan que cuando se toque la séptima trompeta quedará terminado el misterio de Dios. Se le da un rollo para que se lo coma; en su boca es dulce como la miel pero en su vientre es amargo. Luego se le manda a Juan que mida el santuario del templo y se le da información acerca de los siervos de Dios que, bajo el símbolo de “dos testigos,” profetizan durante 1.260 días en saco y ceniza. Después de esto se les da muerte, lo cual regocija a sus enemigos, pero entonces se les resucita y ensalza.—Rev. 8:1-11:13.

Cuando el séptimo ángel toca su trompeta, Juan oye el anuncio que dice: “El reino del mundo sí llegó a ser el reino de nuestro Señor y de su Cristo, y él gobernará como rey para siempre jamás.” También, los veinticuatro ancianos adoran a Dios y dicen: “Te damos gracias, Jehová Dios, el Todopoderoso, El que eres y que eras, porque has tomado tu gran poder y has empezado a gobernar como rey.”—Rev. 11:15-18.

Por medio de un cuadro vivo, el capítulo doce suministra los detalles de lo que sucedió. Juan ve a una mujer vestida del sol, con la luna debajo de sus pies y una corona de doce estrellas sobre su cabeza, cuando ésta da a luz un hijo varón que ha de gobernar a todas las naciones con vara de hierro. Después de eso hay guerra en el cielo: Miguel y sus ángeles combaten con el dragón y sus ángeles; Miguel sale victorioso y el dragón, Satanás, el Diablo, la serpiente original, es arrojado a la Tierra junto con sus cohortes. Esto resulta en gran ay para la tierra porque el Diablo sabe que sus días están contados.—Rev. 12:1-17.

LA BESTIA SALVAJE CONTRA LOS SANTOS

En el capítulo trece Juan dice que vio una bestia salvaje, de siete cabezas y diez cuernos, y la cual blasfema contra Dios y lleva a cabo guerra contra los santos de Dios. Luego se presenta otra bestia, la cual influye en los de la Tierra de modo que adoren a la primera bestia y hagan una imagen de ella. Pone a todos los de la Tierra bajo compulsión de adorarla y recibir su marca, el número de la cual es 666.

Pero no tiene buen éxito con todos, pues después Juan ve a los que están de pie con el Cordero sobre el monte Sión, los cuales han salido victoriosos, pues han permanecido sin mancha, y los cuales son las primicias. Se ve a un ángel que vuela en medio del cielo y tiene buenas nuevas eternas que anunciar, el cual insta a todos a ‘temer a Dios y darle gloria.’ Después, se da una advertencia a todos los que sucumben a las presiones de la bestia salvaje. Pero, para que aguanten, a los santos se les promete esto: “Felices son los muertos que mueren en unión con el Señor.” Un ángel más anuncia la vendimia de la vid de la tierra y que sus uvas son pisadas en un gran lagar.—Rev. 14:1-20.

El capítulo quince pinta a los que han salido victoriosos de la bestia salvaje y su imagen alabando a Dios, el Justo y Verdadero. Entonces viene una escena en la cual siete ángeles, con siete tazones de la ira de Dios, empiezan a derramar sus tazones sobre diversas partes del mundo inicuo. Después de haberse derramado el sexto tazón, se revela que hay mensajes inmundos, inspirados por demonios, que están juntando a las naciones a la guerra del gran día de Dios el Todopoderoso en el lugar Har-Magedón.—Rev. 16:14, 16.

BABILONIA Y SUS PATROCINADORES SON DERROTADOS

Los capítulos diecisiete y dieciocho pintan a Babilonia la Grande como la madre de las rameras, cabalgando sobre una bestia salvaje de color escarlata que también tiene siete cabezas y diez cuernos. Sin embargo, no pasa mucho tiempo antes de que los diez cuernos desnuden a la ramera, la devasten y la quemen con fuego. Puesto que Babilonia está condenada a la destrucción, se da la llamada de que el pueblo de Dios huya de ella para que no participe en sus pecados y reciba de sus plagas. Cuando ella es destruida, tanto los gobernantes políticos del mundo como los principales comerciantes del mundo que la patrocinaban la lamentan por la pérdida que ellos sufren así. Se nos dice que, con la destrucción de ella, la sangre de los santos de Dios queda vengada.

El capítulo diecinueve se inicia con el mandato: “¡Alaben a Jah!” Esto se repite otras tres veces. Porque Jehová ha ejecutado juicio en la gran ramera, porque Él ha empezado a gobernar como rey y porque ha llegado el tiempo para el matrimonio del Cordero y su novia. Entonces se ve al Fiel y Verdadero, el Cordero de Dios, saliendo con los ejércitos del cielo para combatir contra los reyes de la Tierra y sus ejércitos, todos los cuales son muertos por la espada.

LOS MIL AÑOS

Durante mil años Satanás el Diablo estará en un abismo y no podrá ejercer influencia en la humanidad. Después, cuando se le desata por un poco de tiempo, trata de extraviar a los de la Tierra. Todos los que sucumban a él serán destruidos, como también lo será él. Antes de la destrucción de él, y durante los mil años, todos los que están en el Hades serán resucitados. Juan también ve a Dios morar con la humanidad, como si fuese en una tienda, mientras Él le pone fin a toda lágrima, dolor, lamento y muerte. El instrumento que Dios usa para efectuar todo esto es el Novio Jesucristo y la hermosa Nueva Jerusalén semejante a novia, descrita como una ciudad que resplandece con oro y joyas. ¡Qué gloriosa culminación! ¡Todo el daño que Satanás causó en Edén y desde entonces ha quedado deshecho ahora!—Rev. 20:1-22:5.

De nuevo, a los que observan las palabras de esta profecía se les declara ‘felices.’ Entonces, a todos los que oyen se les invita a tomar gratis del agua de vida. Y a los que añadan o quiten de las palabras de esta profecía se les advierte de las consecuencias. Cuando Juan oye que Jesús promete venir pronto, contesta: “¡Amén! Ven, Señor Jesús.”—Rev. 22:7-21.

LA REVELACIÓN VERDADERAMENTE PROVECHOSA

Aunque el libro de Revelación es en gran parte simbólico, en sus declaraciones francas y llanas hay mucho en qué pensar y excelente consejo y excelente estímulo. En particular son muy provechosos sus mensajes a las siete congregaciones del Asia Menor. También, repetidas veces encontramos que se recalca la necesidad de aguante y se da la brillante esperanza del triunfo final de la justicia. (Rev. 1:9; 2:3, 19; 3:10; 13:10; 14:12) También, de principio a fin, Revelación habla de que se debe dar adoración, alabanza y honor al Creador, Jehová Dios, y al Cordero, o insta a ello.

Y nótese que, en lo que toca a sus simbolismos, vez tras vez otras partes de la Biblia esclarecen algunos de éstos. El uso de bestias por Daniel para describir poderosos imperios ayuda a identificar las bestias de Revelación como poderosas entidades políticas.—Compare Daniel 7:2-26; 8:3-25 con Revelación 13:1-18; 17:3-17; 19:19, 20.

De modo similar, en las Escrituras Hebreas se alude a un pueblo apóstata llamándolo ramera. (Isa. 1:21; Eze. 23:1-49) Por eso podemos deducir que Babilonia la Grande, la madre de las rameras, debe ser un inmenso imperio religioso que se ha prostituido.—Rev. 17:1-6; 18:1-24.

También, nótese que hay varias verdades que solo se mencionan en Revelación. Jesús llamó a sus seguidores un “rebaño pequeño,” pero solo Revelación nos dice lo pequeño que es ese rebaño... de 144.000. (Luc. 12:32; Rev. 7:4-8; 14:1, 3) Jesús también habló de “otras ovejas,” pero solo Revelación nos da un cuadro de una “grande muchedumbre” de éstas y dice que han salido de la “grande tribulación.” (Juan 10:16; Rev. 7:9-14) Solo Revelación menciona el lugar donde las fuerzas de Jehová y las fuerzas de Satanás combaten, a saber, Har-Magedón. (Rev. 16:14, 16) Jesús y Pablo mencionaron una resurrección de entre los muertos, pero solo Revelación nos dice que habrá una “primera resurrección” y una resurrección de los demás de la humanidad. (Juan 5:28, 29; Hech. 24:15; Rev. 20:5, 6) Y solo Revelación nos da un glorioso cuadro de cuando la Nueva Jerusalén desciende del cielo como una novia adornada para su esposo.—Rev. 21:2.

No se puede dudar: Revelación sí nos revela la voluntad y propósito de Dios para su pueblo y para toda la humanidad. ¡Qué buenas nuevas contiene del triunfo de la justicia al fin! ¡Qué énfasis pone en que aguantemos para que podamos salir victoriosos, y en que alabemos a Jehová Dios y su Cordero, Jesucristo! ¡Qué apropiado que haya sido colocado al fin de la biblioteca de “libritos” que componen las Escrituras inspiradas! Verdaderamente ‘felices son los que leen, oyen y observan las cosas escritas en la Revelación’... ¡al grado que las comprenden!

[Nota]

a Para una consideración minuciosa, versículo por versículo, de Revelación, vea “Entonces queda terminado el misterio de Dios,” que explica los primeros trece Rev. capítulos 1-13, y “¡Babilonia la grande ha caído!” ¡El reino de Dios domina!, que abarca los capítulos 14 al 22.

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