Los proclamadores del Reino informan

La guía angelical de nuestro ministerio

A MENUDO las experiencias demuestran que el ministerio cristiano tiene guía angelical (Revelación 14:6, 7). ¿No fue un ángel quien dirigió a Felipe hacia el sincero eunuco etíope que quería entender la Biblia? (Hechos 8:26, 27.) Y cuando Cornelio el gentil, un hombre de corazón recto, oró encarecidamente a Dios por ayuda, ¿no se envió a un ángel para ayudarle? (Hechos 10:3-33.) La siguiente experiencia, que tuvo lugar en Denver, Colorado, E.U.A., nos ayuda a apreciar el hecho de que actualmente nuestro ministerio tiene guía angelical a medida que buscamos a las personas de corazón sincero.

◻ Cuando dos hermanas testigos de Jehová tocaron a una puerta mientras efectuaban su ministerio de casa en casa, la señora de la casa les dijo que estaba muy ocupada. Una de las hermanas le preguntó si alguna vez se había preguntado si se podía hablar con los muertos. La señora invitó a entrar en su hogar a las Testigos, quienes le leyeron textos bíblicos sobre la causa de la muerte, la condición de los muertos y la esperanza de la resurrección (Eclesiastés 9:5, 10; Juan 5:28, 29). La señora manifestó interés, y se hicieron arreglos para celebrar un estudio bíblico en su hogar. Después de estudiar por tres meses, la señora preguntó a las Testigos si en lo sucesivo podían conducir el estudio a las 4.30 de la tarde. Ellas estuvieron de acuerdo.

La siguiente semana, la señora y su esposo estaban esperando a las Testigos, pues el esposo quería saber lo que su esposa estaba aprendiendo. Él hizo muchas preguntas, una de las cuales fue: “¿Quién es el anticristo y el hombre de desafuero?”. Usando la Biblia, las Testigos le contestaron satisfactoriamente esta pregunta, tras lo cual él pidió seis ejemplares de La verdad que lleva a vida eterna, libro que publican los testigos de Jehová.

La semana siguiente el señor y su esposa, junto con sus seis hijos, estuvieron presentes en el estudio. Los hijos tenían buenos modales y eran obedientes. Pronto todos ellos empezaron a asistir a las reuniones de los testigos de Jehová en el Salón del Reino.

El señor pidió a las hermanas que visitaran a su hija casada y al esposo de ella, y también a la tía de él y a la hija de ésta. Se les hizo la visita, y se estableció un estudio bíblico con cada familia.

Después de estudiar la Biblia por un año, este señor, su esposa y dos hijas adolescentes pidieron ser bautizados en símbolo de su dedicación a Jehová. Los Testigos se enteraron entonces de que este señor había sido ministro metodista. Pero después de estudiar la Biblia por dos meses con las Testigos, él y su familia habían dejado la iglesia. También se enteraron de que, cuando se hizo la primera visita, la esposa había planeado suicidarse, y había pedido a Dios que cuidara de la familia de ella desde entonces en adelante.

Desde el tiempo de aquella visita inicial, diez personas han aceptado la verdad. El señor es ahora anciano de congregación, una de sus hijas es precursora, y su yerno es siervo ministerial.

Es patente que hubo guía angelical sobre el ministerio de estas dos Testigos. Ahora estas diez personas, a quienes se les ayudó a adquirir conocimiento de la verdad, están sirviendo felizmente a Jehová, libres de los lazos de la religión falsa.