Los proclamadores del Reino informan

Buenas nuevas desde Noruega

LOS más de 9.500 proclamadores de las buenas nuevas del Reino en Noruega están disfrutando de muchas excelentes experiencias. Las personas de corazón sincero reconocen que el mensaje bíblico que proclaman los testigos de Jehová es la verdad y lo consideran la respuesta a sus oraciones, como lo indican las siguientes experiencias.

◻ Una pareja joven pidió en oración a Dios que les ayudara a hallar propósito en la vida. Una semana después los testigos de Jehová visitaron a aquel matrimonio, y la esposa los invitó a entrar. El esposo, a quien le habían advertido que tuviera cuidado con los Testigos, se fue a lavar el automóvil. La esposa había nacido en el Líbano, y el idioma local le presentaba dificultades, de modo que los Testigos le mostraron el nombre de Jehová en la Biblia que ella tenía en árabe. Dos semanas después los Testigos regresaron, y el esposo de nuevo salió a lavar el automóvil. Los Testigos le preguntaron a la esposa si sería posible que su esposo estuviera presente en la próxima visita, para que le sirviera de intérprete, y ella prometió preguntarle.

En la tercera visita el automóvil estaba tan limpio que el esposo no pudo valerse de aquel pretexto para salir, así que se quedó e hizo varias preguntas para averiguar la diferencia entre los Testigos y la iglesia estatal. La visita duró tres horas y se dejó un folleto en manos de la pareja. Cuando los Testigos se fueron la esposa se acostó, pero el esposo se puso a leer el folleto y a buscar todas las citas bíblicas. A medianoche despertó a su esposa y le dijo: “Tienes que leer esto”. Ella se levantó, y leyeron juntos hasta las cinco de la mañana. Al darse cuenta de que habían hallado la verdad lloraron de gozo y oraron a Jehová invocándolo por su nombre. Se empezó un estudio regular de la Biblia con ellos, y el matrimonio comenzó a asistir a las reuniones. Él dejó su empleo con lo militar, y ambos renunciaron a la iglesia y dejaron de fumar. Ya se han bautizado y sirven gozosamente a Jehová junto con sus hermanos y hermanas de todas partes del mundo.

◻ En Noruega, dos hermanas que efectuaban su ministerio de casa en casa hablaron con una señora que se interesó en el mensaje. Ella las invitó a regresar y preguntó si podía invitar a otras personas. En la siguiente visita había otras cuatro señoras presentes. Una participaba celosamente en las actividades de su iglesia. Esta mencionó que desde joven había querido obedecer el mandato de Jesús de hacer discípulos. Aquel deseo la había inducido a ir con su esposo a África en un proyecto de ayuda a otros en el extranjero. Todas aquellas mujeres tenían muchas preguntas, así que las hermanas convinieron en visitarlas cada dos semanas. Las mujeres invitaron a otras vecinas, y algunas siguieron asistiendo mientras que otras dejaron de asistir; pero la que estaba activa en su iglesia reconoció que estaba aprendiendo la verdad. Un día, cuando el ministro de su iglesia dijo que apoyaría la guerra y que creía en la doctrina de la Trinidad, ella renunció a su iglesia. Empezó a asistir a las reuniones de los testigos de Jehová y pronto comenzó a predicar con ellos. Poco después se bautizó. Finalmente, después de 30 años, en realidad se puede deleitar en obedecer el mandato de Jesús de hacer discípulos. (Mateo 28:19.)

¡Jehová está bendiciendo a los hermanos de Noruega en su servicio sagrado, y a los que prestan atención a las buenas nuevas!