Gran Bretaña, la sangre y el SIDA
HACE exactamente dos años, La Atalaya publicó el artículo “Las normas de Jehová nos ayudan” (Salmo 20:4). Dio como ejemplo de la ayuda que está disponible mediante las pautas sanas y seguras de Dios la protección que reciben los cristianos que obedecen Su ley contra introducir sangre en su cuerpo. Para aquel tiempo, en los Estados Unidos apenas se estaba empezando a enfocar la atención en una nueva amenaza para la salud... el SIDA. Se sospechaba que este síndrome mortal pudiera propagarse mediante transfusiones de sangre. Sin embargo, algunos lectores de Europa y otros lugares tal vez hayan creído entonces que esta amenaza por violar la ley de Dios se limitaba a cierto lugar distante. Como informe de la situación actual, dos años después, considere esta información reciente de Gran Bretaña.
“MI HERMANA tiene que someterse a una operación, pero tiene mucho miedo de contraer el SIDA. No somos testigos de Jehová, pero ¿pueden ustedes ayudarnos, por favor, recomendándonos un cirujano que operaría sin usar sangre?” Esa fue solo una de las peticiones sinceras que han recibido recientemente los testigos de Jehová en sus oficinas centrales de Londres, Inglaterra. ¿Qué hay tras estas peticiones?
Desde su comienzo, el Servicio Británico de Transfusión de Sangre se ha enorgullecido de su abastecimiento de sangre, provista por donantes voluntarios. “Un descanso después de la donación [de una unidad de sangre], una copa y unas galletas, y de vuelta al trabajo. ¿Por qué no lo intenta?”, anima su hoja impresa de publicidad. Como resultado, 3 por 100 de la población hace dos millones de donaciones voluntarias cada año.
“La sangre que se obtiene de voluntarios no retribuidos, como es el caso en Gran Bretaña, es de calidad superior a la que se obtiene de personas retribuidas por ella”, afirma The Guardian. En otras palabras, por mucho tiempo se ha opinado que Gran Bretaña ha evitado el riesgo de infección procedente de sangre comprada a alcohólicos u otras personas que no tienen mucho más que vender. Pero algunos sucesos recientes han revelado graves defectos en este cuadro, que han provocado una pérdida sin precedente de la confianza del público. Después de la muerte de dos hemofílicos, un portavoz de la Sociedad de Hemofílicos dijo que ‘ya no se pueden considerar seguros los abastecimientos de sangre’ del Servicio Nacional de Salud. ¿Qué ocurrió?
Aunque por años se ha sabido muy bien que es imposible eliminar de la sangre toda enfermedad y que infecciones graves, como la hepatitis o el paludismo, se pueden transmitir mediante la transfusión de sangre, estos peligros no recibieron amplia publicidad en Gran Bretaña. La deducción siempre era que la sangre donada no daba motivos para preocuparse. Pero dos factores alarmantes se han combinado, lo cual ha hecho que The Daily Telegraph concluya: “Gran Bretaña ha perdido la batalla por impedir que el virus del SIDA se infiltre en los abastecimientos de sangre”.
La primera conmoción se produjo cuando ciertos reportajes de la prensa revelaron que por muchos años Gran Bretaña, en realidad, ha estado comprando sangre en el extranjero. “Se está comprando sangre de personas de países pobres, donde hay un gran aumento de enfermedades que se transmiten mediante la sangre”, reveló un representante del sindicato de un laboratorio de productos sanguíneos. Además, unos 70.000.000 de unidades del Factor VIII concentrado se importan de los Estados Unidos y se utilizan para tratar a hemofílicos británicos. Cada partida del Factor VIII está compuesta del plasma que se reúne de hasta 2.500 donantes de sangre. Parece que al importar este producto sanguíneo el virus del SIDA fue trasladado al abastecimiento británico.
Se produjo otra conmoción cuando se confirmó que unos donantes homosexuales de las Islas Británicas habían contaminado el sistema de abastecimiento. Aunque los homosexuales han estado entre aquellos a quienes se ha pedido que no donen sangre debido al riesgo mayor de que tengan el SIDA, la advertencia no se expresó tan enérgicamente como debió haberse hecho, admitió el Departamento de Salud. La advertencia que apareció en su folleto sobre el SIDA se refirió solo a “los homosexuales que tienen muchos compañeros diferentes”. Una sobreimpresión actual de la hoja impresa A.I.D.S. and how it concerns blood donors especifica que “los hombres que practican la homosexualidad y la bisexualidad” son “especialmente propensos” al SIDA. Pero la advertencia llegó demasiado tarde. Para principios de 1985, más de 40 personas, incluso un infante recién nacido, estaban infectadas. Además está el hecho perturbador de que el virus del SIDA tiene un período de incubación de hasta dos años. Así que, ¿cuántos más se han infectado ya? Hay un “elemento de efecto retardado”, como lo describió The Sunday Times. Por consiguiente, el Servicio Nacional de Transfusión de Sangre ha preparado recientemente otro folleto para todos los posibles donantes de sangre de Gran Bretaña: Some Reasons Why You Should Not Give Blood.
De los más de 100 casos de SIDA que se han informado en Gran Bretaña, ya ha habido unas 50 muertes. La cantidad de personas que padecen de la enfermedad se está duplicando actualmente cada ocho meses. Un corresponsal médico del periódico The Sunday Times calculó que pudiera haber más de 12.000 casos dentro de cinco años. Un cálculo aun más alarmante que proviene del Colegio Real de Enfermería del Reino Unido es que para el año 1991 un millón de personas de las Islas Británicas pudieran quedar afectadas si no se toman medidas para detener la propagación del SIDA.
La persona que hizo la pregunta mencionada al principio dijo: “Me parece que se está demostrando que ustedes los testigos de Jehová tienen la razón en este asunto de las transfusiones de sangre”. Por supuesto, para ser más exactos, es Jehová Dios, mediante su Palabra, la Biblia, quien está siendo vindicado. Hace siglos él mandó a los cristianos a ‘abstenerse de sangre’ (Hechos 15:29; 21:25). Sus consejos y normas ciertamente han resultado ser una protección para Su pueblo, y continuarán siéndolo.
[Recuadro en la página 30]
¿Qué es SIDA?
SIDA son las siglas derivadas de Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida. El SIDA en sí no causa la muerte. Pero, como da a entender su nombre, la víctima queda con el sistema de inmunidad paralizado. Al carecer de esta protección, la persona que tiene la enfermedad por lo general muere de alguna infección, como alguna clase de pulmonía poco corriente o alguna forma rara de cáncer de la piel, sarcoma de Kaposi. La investigación sobre el descubrimiento y el diagnóstico está en sus primeras etapas, y hasta ahora no se conoce ningún remedio para el SIDA.