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La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1991
w91 15/12 págs. 28-29

Preguntas de los lectores

◼ ¿Qué debe hacer una familia cristiana si uno de sus hijos tiene que asistir a una escuela donde la instrucción religiosa es obligatoria?

Los padres cristianos no quieren que a sus hijos se les adoctrine en la religión falsa. Pero quizás haya situaciones en que los niños no puedan negarse a estar en una clase en que se enseñe religión, aunque no participarían en actos ni ceremonias de la religión falsa.

Abrahán, el amigo de Dios, fue un dechado excelente de impartir instrucción religiosa a los hijos. Crió a su prole en Canaán, donde les rodeaba el error religioso y prácticas “sagradas” detestables. (Compárese con Éxodo 34:11-15; Levítico 18:21-30; Deuteronomio 7:1-5, 25, 26; 18:9-14.) No obstante, él fue la fuente de instrucción religiosa para su familia. Dios estaba convencido de que Abrahán ‘daría mandato a sus hijos y a su casa después de él de modo que verdaderamente guardaran el camino de Jehová para hacer justicia’. (Génesis 18:19.)

De joven, Jesús también se benefició de la instrucción que recibió de su familia y de la congregación tocante a la adoración verdadera. Así, “siguió progresando en sabiduría y en desarrollo físico y en favor ante Dios y los hombres”. (Lucas 2:52.)

En la mayor parte de la Tierra los jóvenes cristianos reciben educación seglar en escuelas públicas. No todo lo que se enseña en ellas está en plena armonía con la verdad bíblica y los hechos probados. Por ejemplo, muchas generaciones de jóvenes cristianos han asistido a clases de ciencia o biología como parte de su programa normal de estudios. Por lo tanto, la mayoría de ellos se han visto expuestos a las teorías prevalecientes de evolución y a puntos de vista relacionados con esas teorías sobre los orígenes “naturales” de la vida en la Tierra.

Con todo, esa exposición no convirtió a esos jóvenes cristianos en partidarios de la evolución atea. ¿Por qué? Porque en el hogar y en las reuniones cristianas habían recibido antes información exacta fundada en la Palabra inspirada de Dios, y esta contribuyó a aguzar sus ‘facultades perceptivas para que distinguieran tanto lo correcto como lo incorrecto’. (Hebreos 5:14.) Muchos padres habían estudiado con sus hijos la información equilibrada sobre la evolución que presenta el libro La vida... ¿cómo se presentó aquí? ¿Por evolución, o por creación?a, una obra que fortalece la fe. Equipados así, estos alumnos no vieron como verosímil lo que se les enseñó sobre la evolución en la sala de clases. Sin embargo, pudieron demostrar por sus respuestas en la sala de clases y en los exámenes que estaban prestando atención y podían aprender los detalles que se les presentaban. Algunos hasta tuvieron la oportunidad de dar otras posibles explicaciones en conformidad con los hechos que el Creador del hombre presenta en la Biblia. (1 Pedro 3:15.)

No obstante, ¿qué hay de los períodos de clase que se apartan para instruir a los estudiantes sobre la religión que predomina en la localidad o aun sobre la religión en general?

Es poco probable que esa instrucción se presente de manera neutral, como simple información. Puede que el maestro hasta practique esa religión y por eso trate de influir en la mente y el corazón de los estudiantes. Por lo tanto, los testigos de Jehová prefieren que a sus hijos se les exima de las clases de instrucción religiosa. Esto puede permitir que sus hijos utilicen de manera más provechosa el tiempo que pasan en la escuela mediante terminar las tareas que se les asignan para otras clases, o estudiar en la biblioteca escolar.

Con todo, en algunos lugares se han rechazado esas peticiones; tal vez la escuela o las autoridades públicas hasta exijan que para graduarse todos los alumnos asistan a un curso de religión y lo completen. Cada familia tiene que decidir independientemente qué va a hacer en tal caso.

Algunos siervos de Dios del pasado se hallaron involuntariamente en situaciones en que tuvieron que aguantar la exposición a enseñanzas o actos religiosos mientras se mantuvieron leales al Dios verdadero. Es probable que así fuera en el caso de Moisés. Él fue criado como nieto del Faraón de Egipto y “fue instruido en toda la sabiduría de los egipcios”. (Hechos 7:20-22.) Probablemente eso haya abarcado hasta cierto grado las creencias y prácticas religiosas comunes en Egipto. Pero parece que Moisés fue salvaguardado por la instrucción superior que recibió de su familia y quizás de otros hebreos. (Éxodo 2:6-15; Hebreos 11:23-26.)

Considere también el ejemplo de los tres jóvenes hebreos, compañeros de Daniel, que recibieron instrucción especial en Babilonia y trabajaron para el gobierno. (Daniel 1:6, 7.) Ellos no tenían libertad para hacer lo que quisieran ni para negarse a hacer lo que no quisieran. En cierta ocasión el rey Nabucodonosor mandó que se reunieran en asamblea con otros funcionarios ante la imagen de oro que él había erigido en la llanura de Dura, donde se habrían de efectuar actos de devoción nacionalista. ¿Cómo respondieron los tres hebreos? Podemos estar seguros de que hubieran preferido no estar allí, pero eso no se les hizo posibleb. Sin embargo, permanecieron fieles a sus creencias y al Dios Todopoderoso. Su conciencia piadosa les permitió estar presentes aunque se negaron con resolución a participar personalmente en todo acto de religión falsa. (Daniel 3:1-18.)

Cuando es obligatorio que todo estudiante esté presente en una clase de religión y tal vez que aprenda hasta el grado de aprobar exámenes corrientes, los hijos de familias de cristianos verdaderos pudieran estar presentes, como sucedió en el caso de los tres hebreos por mandato de Nabucodonosor. Pero los jóvenes cristianos pondrían a Dios en primer lugar. No sería necesario que debatieran cada declaración incorrecta que se hiciera ni cada práctica antibíblica en que los demás participaran, tal como los tres hebreos no trataron de intervenir cuando otros se inclinaron ante la imagen de oro. Con todo, los jóvenes cristianos mismos no participarían en actos de adoración ni orarían con otros ni entonarían canciones religiosas ni harían otras cosas por el estilo.

Los jóvenes que se hallan en esas circunstancias deben esforzarse vigorosamente en otras ocasiones por adquirir conocimiento edificante ‘de los santos escritos que pueden hacerlos sabios para la salvación mediante la fe relacionada con Cristo Jesús’. (2 Timoteo 3:15.) Por comunicarse con sus hijos, los padres deben revisar constantemente el contenido de la instrucción que sus hijos reciben en la clase. Esto ayudará a los adultos cristianos a ver lo que tiene que corregirse o aclararse respecto a la Biblia, para que sus hijos no se confundan ni se extravíen.

[Notas a pie de página]

a Publicado por Watchtower Bible and Tract Society of New York, Inc.

b La Biblia no dice que Daniel estuviera en la llanura de Dura. Quizás por su puesto más encumbrado en el gobierno se le haya eximido de estar allí.

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