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  • El paraíso o un basurero, ¿qué prefiere usted?

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  • El paraíso o un basurero, ¿qué prefiere usted?
  • La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1993
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La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1993
w93 15/2 págs. 3-4

El paraíso o un basurero, ¿qué prefiere usted?

NADIE le hubiera tomado por algo distinto de lo que era: un turista europeo necesitado de descanso y ansioso de disfrutar del sol en una isla paradisíaca. Después de cruzar las amplias dunas de arena que bordean la playa, tuvo que abrirse paso a través de un montón de botellas, latas, bolsas de plástico, envolturas de caramelos y chicles, periódicos y revistas. Visiblemente irritado, se preguntaba si este era el paraíso para el que había realizado un viaje tan largo.

¿Ha tenido usted alguna vez una experiencia similar? ¿Por qué sueña la gente en pasar las vacaciones en algún paraíso, pero cuando llega al lugar no parece tener ningún escrúpulo en convertirlo en un auténtico basurero?

No solo en el “paraíso”

Esta obvia despreocupación por la belleza, pulcritud y limpieza no se limita a los “paraísos” a los que viajan muchos turistas. La contaminación plaga prácticamente toda la sociedad moderna. Muchas fábricas producen toneladas de desechos que contaminan a gran escala. Los residuos tóxicos que no se tratan debidamente y los vertidos accidentales de petróleo amenazan con convertir en inhabitables grandes extensiones de la Tierra.

Las guerras también contaminan. La guerra del golfo Pérsico añadió una nueva dimensión al problema, ante un mundo que observaba con horror lo que acontecía. Las fuerzas iraquíes incendiaron deliberadamente 600 pozos de petróleo y convirtieron Kuwait en “una visión apocalíptica del infierno”, en palabras de un periódico europeo. La revista alemana Geo llamó a ese infierno “la mayor catástrofe ambiental causada jamás por el hombre”.

Cuando la guerra terminó, empezó enseguida la labor de limpieza. Tan solo extinguir los incendios de los pozos de petróleo supuso muchos meses de trabajo arduo. La Organización Mundial de la Salud informó que el aumento de polución en Kuwait podía incrementar en un 10% el índice de mortalidad de ese país.

Menos peligroso, pero muy irritante

Para cada ejemplo de contaminación ambiental a gran escala hay miles de ejemplos menores. Los “artistas” del grafito y las personas que ensucian las calles producen una contaminación menos peligrosa; no obstante, merman el potencial paradisíaco del planeta Tierra.

En algunos lugares los grafitos son tan comunes que los ciudadanos no reparan en ellos. Se hallan en los vagones del metro, en las paredes de los edificios y en las cabinas telefónicas. Los grafitos ya no son solo característicos de las paredes de los servicios públicos.

Algunas ciudades están llenas de edificios en ruinas y deshabitados. Casas y patios descuidados afean las zonas residenciales. Automóviles averiados, maquinaria desechada y otra basura atestan los patios de las granjas, que de otro modo podrían ser agradables y atractivos.

En ciertos círculos parece que a la gente no le preocupa la limpieza ni el aseo corporal. El andar mal vestido y desarreglado no solo puede ser aceptable, sino también estar de moda. A los que valoran la pulcritud y la limpieza se les considera anticuados.

¡Qué gigantesca tarea!

Qué gigantesca tarea de limpieza supondría transformar las playas, bosques y montañas de nuestro hogar terrestre en los paraísos fotografiados en las satinadas cubiertas de las revistas turísticas, por no mencionar lo que tendría que hacerse con las ciudades, los pueblos y las aldeas, así como con la gente misma.

El turista mencionado al principio se alegró al ver más tarde cómo un equipo de limpieza se llevaba los desperdicios de mayor tamaño. Dejaron, no obstante, vidrios rotos, tapones de botellas, lengüetas de latas e incontables colillas. De modo que incluso después de la limpieza, el paisaje todavía se asemejaba más a un basurero que a un paraíso.

Una limpieza mundial para salvar al planeta de convertirse en un basurero mundial requeriría la eliminación de todos estos vestigios de suciedad. ¿Hay alguna esperanza de que se produzca esta limpieza? En tal caso, ¿cómo?, ¿quién la llevará a cabo?, ¿cuándo?

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