Regocíjese en la Tierra limpia que se avecina
¡QUÉ contentos podemos estar de que Jehová, un Dios de orden y limpieza, cumpla su propósito original de hacer de la Tierra un paraíso mundial! (Isaías 11:6-9.) Él promete: ‘Mi palabra que sale de mi boca no volverá a mí sin resultados, sino que ciertamente hará aquello en que me he deleitado’. Estas no son palabras vacías, porque “es imposible que Dios mienta”. (Isaías 55:11; Hebreos 6:18.)
Nos alivia saber que Jehová intervendrá amorosamente antes de que el ser humano llegue demasiado lejos, es decir, antes de que sea inevitable una catástrofe ecológica. (Revelación 11:18.)
Jehová eliminará a todos aquellos que contaminan deliberadamente y no quieren cambiar, y a aquellos rebeldes que pasan por alto sus principios de orden y limpieza. No se permitirá que nadie ponga en peligro el Paraíso restaurado. (Proverbios 2:20-22.)
Durante el gobierno del Reino de Dios bajo la dirección de Jesucristo, se enseñará a la humanidad a desarraigar cualquier causa residual de contaminación física. Entonces, no ahora, será imperativo que todos los siervos de Dios participen activamente de modo individual y colectivo en tomar medidas que contribuyan a una limpieza mundial sin precedentes. (Compárese con Ezequiel 39:8-16.)
Los sobrevivientes del fin de este inicuo sistema de cosas apoyarán este programa de limpieza física con el mismo entusiasmo y dedicación con que hoy participan en la campaña de limpieza espiritual. (Salmo 110:3.)
Se avecina una Tierra limpia, y para ello el Reino de Dios efectuará la mayor campaña de limpieza de todos los tiempos. Se eliminará todo vestigio de contaminación. No se verán más grafitos. Tampoco más botellas, latas, bolsas de plástico, envolturas de caramelos y chicles, revistas ni periódicos tirados en ninguna playa ni lugar paradisíaco.
¡Regocíjese en la Tierra limpia que se avecina!
[Fotografía en la página 7]
¿Participará usted en la limpieza mundial venidera?