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  • ¿Quién era Rashi?
  • ¿Por qué era necesario un comentario?
  • La meta y los métodos de Rashi
  • Influido por su época
  • ¿Cómo influyó en la traducción de la Biblia?
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La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1999
w99 15/3 págs. 26-28

Rashi: influyente comentarista bíblico

¿CUÁL fue uno de los primeros libros hebreos impresos? Un comentario sobre el Pentateuco (los cinco libros de Moisés), que se publicó en 1475 en la ciudad italiana de Reggio Calabria. ¿Quién lo redactó? Un hombre conocido como Rashi.

¿Por qué se otorgaría a un comentario esta distinción singular? Esra Shereshevsky dice en su libro Rashi—The Man and His World (Rashi. El hombre y su mundo) que dicho comentario “se convirtió en un texto fundamental en los hogares judíos y en las casas de estudio. Ninguna otra obra de la literatura judía ha recibido semejante reconocimiento [...]. Hay más de doscientos supercomentarios que tratan directamente sobre las glosas de Rashi del Pentateuco”.

¿Se ha limitado a los judíos la influencia del comentario de Rashi? Aunque muchos no se han dado cuenta, su comentario sobre las Escrituras Hebreas ha influido en la traducción de la Biblia durante siglos. Ahora bien, ¿quién era este autor, y cómo llegó a ser tan influyente?

¿Quién era Rashi?

Rashi nació en Troyes (Francia), en el año 1040.a De joven asistió a las academias religiosas judías de Worms y Maguncia (Renania). Estudió bajo la tutela de algunos de los eruditos judíos más destacados de Europa. Cuando tenía unos 25 años, sus circunstancias personales lo obligaron a volver a Troyes. Reconocido ya como eminente docto, no tardó en convertirse en el guía espiritual de la comunidad judía de la localidad y fundó su propia academia religiosa. Con el tiempo, este centro de enseñanza judío llegó a ser aun más influyente que los de sus maestros de Alemania.

En aquel tiempo, los judíos de Francia vivían en relativa paz y armonía con sus vecinos que se llamaban cristianos, lo cual permitía que Rashi se dedicara a sus actividades académicas con mucha libertad. Sin embargo, no era un estudioso reservado. A pesar de su posición prestigiosa como maestro y jefe de la academia, se ganaba la vida elaborando vino. Este conocimiento directo de los oficios comunes lo puso en contacto más estrecho con el judío medio, lo cual le ayudó a comprender sus circunstancias y a condolerse de él. La ubicación de Troyes también incrementó los conocimientos de Rashi. Dado que por allí pasaban varias de las principales rutas comerciales, era un centro cosmopolita, lo que le permitió familiarizarse con la mentalidad y las costumbres de diversas naciones.

¿Por qué era necesario un comentario?

A los judíos se les conocía como el pueblo del libro. Pero “el libro” —la Biblia— estaba en hebreo, y “el pueblo” de aquella época hablaba alemán, árabe, español, francés y muchos otros idiomas. Aunque a muchos judíos aún se les enseñaba hebreo desde la niñez, había numerosos términos bíblicos que no entendían claramente. Además, durante siglos hubo dentro del judaísmo rabínico una marcada tendencia que desanimaba al público de examinar el significado literal del texto bíblico. Abundaban las alegorías y las leyendas respecto a palabras y versículos bíblicos. Muchos de esos comentarios e historias se recogieron en escritos voluminosos que se conocen colectivamente como el midrás.b

El nieto de Rashi, Rabí Samuel ben Mayor (Rashbam), también era escriturario. En su exposición sobre Génesis 37:2, dijo que “los comentaristas más antiguos [anteriores a Rashi] [...] tendían a predicar sermones (derashot), pues consideraban que ese era el objetivo más importante, [pero] no estaban acostumbrados a ahondar en el sentido literal del texto bíblico”. Al comentar sobre esta tendencia, el doctor A. Cohen (redactor jefe de la colección The Soncino Books of the Bible) escribe: “Es cierto que los rabíes establecieron una regla que prohibía incluir cualquier interpretación que fuera incompatible con el peshat, es decir, el significado claro del texto; pero en la práctica, no le hacían mucho caso a dicha regla”. En tal ambiente religioso, el judío medio se sentía perdido al leer el texto bíblico y percibía que necesitaba una ayuda explicativa.

La meta y los métodos de Rashi

Rashi siempre tuvo la meta de lograr que el texto de las Escrituras Hebreas fuera entendible a todos los judíos. Para ello empezó a recopilar cuadernos en los que anotaba comentarios sobre palabras y versículos específicos que creía que presentaban alguna dificultad al lector. Las notas de Rashi incluyen las explicaciones de sus maestros y su propio conocimiento exhaustivo de toda la gama de literatura rabínica. Con respecto a la investigación lingüística, Rashi se valió de todas las fuentes disponibles. Dio atención a cómo la puntuación y los acentos que utilizaron los masoretas afecta el entendimiento del texto. Para aclarar el significado de las palabras, su comentario del Pentateuco se refiere con frecuencia a una versión aramea: el Targum de Onkelos. Con flexibilidad e ingenio, Rashi examinó posibilidades que nunca se habían explorado a la hora de explicar las preposiciones, las conjunciones, el significado de los verbos, la sintaxis y otras facetas de la gramática. Tales comentarios constituyen una valiosa aportación al entendimiento de la sintaxis y otros aspectos gramaticales del hebreo.

Apartándose de la tendencia predominante en el judaísmo rabínico, Rashi siempre procuró destacar el sentido sencillo y literal del texto. Sin embargo, no podía pasarse por alto la extensa literatura midrásica, que era muy popular entre los judíos. Una característica notable del comentario de Rashi es la manera como establece una conexión con los escritos midrásicos, que en muchas ocasiones habían oscurecido el significado literal del texto bíblico.

En su comentario sobre Génesis 3:8, Rashi explica: “Hay diversas exégesis [midrashim] de la agadá,c y se las puede encontrar ordenadas en B’reshit Rabá y otros textos [midrásicos] semejantes. Yo, por mi parte, sólo pretendo explicar el sentido llano del versículo y apelo a aquellas agadot que resuelven los problemas de interpretación en forma coherente”. Al seleccionar y editar únicamente las midrasim que le parecían que aclaraban el significado o el contexto de un versículo, Rashi excluyó las que causaban contradicciones y confusión. Gracias a esta labor, las generaciones judías posteriores se familiarizaron sobre todo con las porciones selectas del midrás que editó Rashi.

Aunque Rashi elogiaba con frecuencia a sus maestros, no tenía reparos en discrepar de ellos si le parecía que sus explicaciones contradecían el razonamiento claro del texto. Cuando no comprendía cierto pasaje o creía que lo había explicado incorrectamente en el pasado, estaba dispuesto a admitirlo; incluso mencionó casos en que sus estudiantes le ayudaron a corregir su entendimiento.

Influido por su época

Rashi era un hombre que estaba muy al día. Un escritor lo resumió así: “La gran contribución [de Rashi] a la comunidad judía fue la reinterpretación de todos los pasajes relevantes a la lengua vernácula con tanta claridad y lucidez, con tanto calor y humanidad, y con una habilidad y erudición tan excepcionales, que sus comentarios llegaron a reverenciarse como sagrados y a amarse como literatura. Rashi escribía en hebreo como si fuera en francés, con gracia y elegancia. Cuando no encontraba el vocablo preciso en hebreo, utilizaba una palabra francesa, pero la escribía con letras hebreas”. Estos términos franceses transliterados —empleó más de tres mil quinientos— se han convertido en una valiosa fuente de información para los estudiantes de la filología y pronunciación del francés antiguo.

Aunque la vida de Rashi empezó en un ambiente relativamente tranquilo, la tensión entre los judíos y los llamados cristianos aumentó durante sus últimos años. En 1096, la Primera Cruzada hizo estragos en las comunidades judías de Renania, donde Rashi había estudiado. Se masacró a miles de judíos. Parece que las noticias de dichas matanzas afectaron su salud, la cual se deterioró paulatinamente hasta que falleció en 1105. A partir de entonces hubo un cambio significativo en sus comentarios de las Escrituras. Un ejemplo sobresaliente es el capítulo 53 de Isaías, que habla del siervo doliente de Jehová. Anteriormente, Rashi había relacionado estos textos con el Mesías, como lo hace el Talmud. Pero parece que después de las cruzadas pensó que esos versículos eran aplicables al pueblo judío que había sufrido injustamente. Este resultó ser un punto de viraje en la interpretación judía de estos textos.d De este modo, el comportamiento no cristiano de la cristiandad estaba alejando a muchas personas, incluso a los judíos, de la verdad respecto a Jesús (Mateo 7:16-20; 2 Pedro 2:1, 2).

¿Cómo influyó en la traducción de la Biblia?

La influencia de Rashi pronto se dejó sentir más allá del judaísmo. El franciscano francés y comentarista bíblico Nicolás de Lyra (1270-1349), citaba con tanta frecuencia al “Rabí Salomón [Rashi]”, que recibió el apodo de “mono de imitación de Salomón”. Lyra influyó a su vez en muchos comentaristas y traductores, entre ellos los que prepararon el camino para los traductores de la Versión del rey Jacobo en inglés, y para el reformista Martín Lutero, que revolucionó la traducción de la Biblia en Alemania. Lutero se apoyaba tanto en Lyra que se hizo popular el refrán: “Si Lyra no hubiera tocado la lira, Lutero no habría bailado”.

El pensamiento rabínico que no concuerda con la verdad cristiana tuvo una profunda influencia en Rashi. No obstante, gracias a su amplio conocimiento de los términos, la sintaxis y otros aspectos gramaticales del hebreo bíblico, así como a su esfuerzo continuo por discernir el sentido sencillo y literal del texto, Rashi suministra una rica fuente de comparación para los investigadores y traductores de la Biblia.

[Notas]

a “Rashi” es un acrónimo hebreo formado por las iniciales de las palabras “Rabbi Shlomo Yitzḥaqi [Rabí Salomón ben Isaac]”.

b La palabra midrás procede de una raíz hebrea que significa “inquirir, estudiar, investigar”, y por extensión, “predicar”.

c Agadá (plural, agadot) significa literalmente “narración”, y se refiere a los elementos no legales de los escritos rabínicos. A menudo era una historia no bíblica de un personaje de las Escrituras o una leyenda sobre algún rabí.

d Si desea más información sobre este pasaje bíblico, véase el recuadro “¿Quién es ‘mi siervo’?”, en la pág. 28 del folleto ¿Habrá algún día un mundo sin guerra?, editado por Watchtower Bible and Tract Society of New York, Inc.

[Reconocimiento de la página 26]

Texto: Per gentile concessione del Ministero dei Beni Culturali e Ambientali

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