Presentando las buenas nuevas... en toda ocasión apropiada
1 El salmista estaba profundamente interesado en mostrar su amor y aprecio por Jehová. Dijo: “Es bueno dar gracias a Jehová y celebrar con melodía tu nombre, oh Altísimo; informar por la mañana acerca de tu bondad amorosa y acerca de tu fidelidad durante las noches.” (Sal. 92:1, 2) ¿Se siente usted de esa manera?
2 Tres hermanos jóvenes que querían ser precursores auxiliares empezaban temprano en su obra. En su pueblo había un centro de transportación donde la gente tomaba trenes y autobuses para ir a su empleo en la ciudad. Los tres hermanos jóvenes estaban allí a las 6:30 cada mañana. Entre las 6:30 y las 8:00 de la mañana colocaban muchas revistas a medida que hablaban con la gente acerca de Jehová y su reino. Las personas que viajaban a la ciudad se complacían en tener algo animador que leer. La Atalaya y ¡Despertad! suministraban precisamente lo que estas personas necesitaban.
3 Las últimas horas de la tarde y las primeras de la noche también han resultado ser buenos períodos para participar en el servicio. Muchos hermanos y hermanas han descubierto que, mientras que en algunos territorios hallan pocas personas en sus hogares al trabajar de casa en casa durante el día, hallan a una mayor cantidad de personas en sus hogares durante las primeras horas de la noche. Algunas personas se sienten más tranquilas al final del día. A menudo hay hombres que se complacen en tener a alguien con quien hablar, y son precisamente los hombres quién rara vez están en sus hogares durante los días de la semana. A ellos también hay que darles la oportunidad de escuchar las buenas nuevas.
4 Puede que usted haya descubierto otras maneras de entablar conversación con la gente. Por ejemplo, después de hacer una compra, algunos hermanos y hermanas solo preguntan al dependiente: ‘¿Le gusta leer?’ Después de recibir una respuesta, buscan una revista u otra publicación y dicen: ‘Aquí hay un artículo del cual disfruté mucho.’ Se lo muestran a la persona y le preguntan si quisiera leerlo también. Si es una revista de fecha poco reciente, quizás digan: ‘He terminado de leerla. ¿Quisiera leerla usted también?’ Pueden ofrecerse publicaciones recientes por una contribución. Cierto hermano sólo deja un ejemplar de La Atalaya o ¡Despertad! sobre el tablero de instrumentos de su automóvil. Él dice que de vez en cuando alguien hace algún comentario sobre ésta. Como resultado, ha disfrutado de varias conversaciones que han comenzado de esta manera.
5 Al participar en la obra de casa en casa recuerde que buscamos a personas. A menudo la gente está en el patio o caminando por la acera. Quizás alguien esté trabajando en su auto. Pudiera haber niños jugando en la calle. La gente le ve ir de casa en casa. Deténgase y de ningún modo se retraiga de satisfacer la curiosidad de tales personas. Puede que surja una excelente oportunidad de presentar las buenas nuevas.