Sea adaptable en su ministerio
1 El ser adaptable denota saber ajustarse, acomodarse a las situaciones y ser ingenioso. Por ser adaptables puede que aumentemos la cantidad de tiempo que dedicamos a predicar las buenas nuevas, la cantidad de personas con quienes nos pongamos en contacto y el bien que logremos.
2 A medida que se acerca la gran tribulación, hay urgente necesidad de que enseñemos la verdad a otros. Es necesario ser adaptables al fijar el tiempo para el servicio del campo. En algunas zonas hay muy pocas personas en casa durante las horas del día cuando la mayoría de los publicadores participan en el servicio del campo. ¿Cómo podemos ponernos en contacto con ellas? ¿Podemos ajustar nuestro horario para el servicio del campo de manera que incluya actividad por la tarde o por la noche? Algunas congregaciones han obtenido resultados excelentes al hacer arreglos para que haya grupos que salgan al servicio del campo por las noches o los sábados y domingos por la tarde.
3 Se puede dar buen testimonio al hablar con las personas que esperan en la parada de autobús, las que esperan en su auto estacionado, las que están mirando los escaparates o las que simplemente caminan por la calle. Nuestro interés por las personas nos moverá a abordar a cuantas podamos con las buenas nuevas del Reino. (Mat. 9:35.)
SEA ADAPTABLE EN LAS PUERTAS
4 Al dirigirse a la puerta, piense en que es necesario ser adaptable en su conversación. Tome tiempo para observar y escuchar. ¿Está bien cuidada la casa? ¿Tiene flores o quizás un jardín? ¿Hay juguetes? ¿Se ve algún símbolo de devoción religiosa? Al abrirse la puerta, podemos notar si el amo de casa es hombre o mujer, joven o anciano, si está ocupado o descansando, y así sucesivamente. Cuando el amo de casa habla, podemos aprender algo sobre lo que le interesa, sus gustos, lo que no le gusta, sus creencias religiosas, sus preocupaciones o necesidades. La gente aprecia que se tomen en consideración sus circunstancias y puntos de vista.
5 Si el amo de casa presenta una objeción, es sabio, por lo general, concordar y quizás conversar brevemente sobre el punto de vista del amo de casa. El libro Razonamiento a partir de las Escrituras puede ayudarnos al respecto. La información bajo los encabezamientos “Creación” y “Evolución” será particularmente útil en diciembre mientras trabajamos con el libro Creación.
6 Como se mencionó en Nuestro Ministerio del Reino de noviembre de 1985, muchos publicadores estarán usando el nuevo tratado, Noticias del Reino núm. 33, para presentar el libro Creación. Otros quizás deseen usar el libro mismo para estimular el interés. Después de citar un punto interesante del tratado, uno podría dirigir la atención de la persona al capítulo 4, titulado: “¿Pudiera originarse al azar la vida?”, y leer el párrafo 1. Entonces uno pudiera decir que este capítulo considera comentarios hechos por evolucionistas tocante a la posibilidad de que la vida se originara al azar. Podría hacerse referencia a los subtítulos, citas marginales o ilustraciones escogidas de antemano que uno crea que pudieran despertar el interés del amo de casa por leer el libro.
7 Se necesitará adaptabilidad para ajustar el Tema de Conversación a las diferentes personas con quienes uno tal vez se encuentre en el servicio del campo. El capítulo 19 puede enlazarse muy bien con el actual Tema de Conversación.
8 ¿Cómo podemos ofrecer el libro Creación a aquellos que no creen en la evolución? Podría preguntarles por qué un Dios de amor permite que haya tanto sufrimiento en el mundo. Entonces diríjase a la página 188, párrafo 1, y muéstreles que esta pregunta se considera en el libro. O quizás desee dirigirse a la página 191, leer el párrafo 8 y comparar las ilustraciones de Adán y Eva en las páginas 189 y 191. Ayude al amo de casa a darse cuenta de que este capítulo da una respuesta razonable y bíblica que explica por qué Dios permite el sufrimiento.
9 Por prepararnos diligentemente y esforzarnos para ser adaptables tanto en nuestro horario para el servicio del campo como también en nuestras presentaciones, podemos mostrar amor genuino por las personas y ser más eficientes en predicar las buenas nuevas.