Recomendaciones al escribir a los que están en prisión
1 El mensaje del Reino está llegando a gente de toda condición. Nuestro Ministerio del Reino de mayo de 1982 dio instrucciones respecto a testificar a los que están presos. Desde entonces se han recibido continuamente informes positivos sobre personas que han respondido favorablemente. En varias instituciones penales se conducen estudios bíblicos y se celebran reuniones. Eso ha resultado en que nuevos discípulos dediquen su vida a Jehová y se bauticen.
2 En muchos casos los presos reciben el testimonio mediante cartas. A este respecto, nos parece necesario repetir algunas recomendaciones. Se ha notado que algunos presidiarios, que se interesan en mantener correspondencia con otras personas, no tienen buenos motivos. Aunque sería apropiado escribir a los presos y suministrarles información y estímulo basado en las Escrituras, o literatura bíblica según se necesite, no debería enviárseles dinero ni regalos personales, aunque ellos los soliciten.
3 Se recomienda enfáticamente que solo hermanos varones capacitados escriban a los presos. Hermanas capacitadas deben escribir a las mujeres que estén detenidas. Miembros individuales de la congregación no deberían visitar por su propia cuenta las penitenciarías ni tener asociación estrecha con los presos.
4 Si algunos detenidos muestran interés, es mejor pasar los nombres y direcciones de estos a la congregación de la zona donde se encuentra la institución penal en la que se hallan recluidos. Hermanos capacitados de esa congregación se encargarán de visitar a los presos y, si es posible, hacer planes para estudiar con los que se interesan sinceramente en la verdad.
5 Si surgen preguntas con relación a escribir a los presos o visitar una institución penal, sírvanse repasar lo que se declaró en el artículo antes mencionado. Así mismo, a todos los cuerpos de ancianos se les suministró información adicional mediante la carta de la Sociedad con fecha del 1 de diciembre de 1981.