ARTÍCULO DE ESTUDIO 45
CANCIÓN 111 Los motivos de nuestro gozo
Cómo mantener la alegría al cuidar de un ser querido
“Los que siembran con llanto cosecharán con gritos de alegría” (SAL. 126:5).
TEMA
Sugerencias que lo ayudarán a mantener la alegría al cuidar de un amigo o un familiar mayor o enfermo.
1, 2. ¿Qué piensa Jehová de sus esfuerzos por cuidar de un ser querido? (Proverbios 19:17; vea también las imágenes).
UN HERMANO de Corea del Sur llamado Jin-yeol cuenta: “Mi esposa y yo llevamos casados más de 32 años. Los últimos cinco he estado cuidando de ella, pues tiene párkinson y casi no puede moverse. La quiero muchísimo y me gusta cuidarla. Todas las noches dormimos agarrados de la mano, yo en mi cama y ella a mi lado en una cama especial”.
2 ¿Está usted cuidando de un ser querido, tal vez un padre, un hijo, un amigo o su esposo o esposa? En ese caso, seguro que lo hace con mucho gusto por el amor que siente por esa persona. Y también lo hace porque ama a Jehová (1 Tim. 5:4, 8; Sant. 1:27). Aun así, sin duda se enfrenta a dificultades que quizás les pasen desapercibidas a los demás o incluso puede que sienta que es el único que está sufriendo. Por fuera tal vez sonría, pero puede que por dentro esté muy triste y se eche a llorar cuando está a solas (Sal. 6:6). Aunque otros quizás no sepan por lo que usted está pasando, Jehová sí lo sabe y comprende sus sentimientos (compare con Éxodo 3:7). Cada una de sus lágrimas es muy valiosa para él, y aprecia todos los sacrificios que hace por atender a su ser querido (Sal. 56:8; 126:5). De hecho, Jehová considera que está en deuda con usted y promete recompensarlo (lea Proverbios 19:17).
¿Está usted cuidando de un ser querido? (Vea el párrafo 2).
3. ¿Por qué debió resultarles difícil a Abrahán y Sara cuidar de Taré?
3 En la Biblia encontramos muchos relatos de hombres y mujeres que tuvieron que cuidar de otros. Por ejemplo, cuando Abrahán y Sara salieron de Ur, su padre, Taré, tenía unos 200 años. A pesar de su avanzada edad, fue con ellos. Viajaron unos 960 kilómetros (600 millas) hasta llegar a Harán (Gén. 11:31, 32). Sin duda, Abrahán y Sara querían mucho a Taré, pero debió resultarles difícil cuidar de él, sobre todo mientras viajaban. Probablemente iban montados en camellos o en burros, lo que tenía que ser especialmente incómodo para Taré. Así que lo más normal es que Abrahán y Sara a veces se sintieran muy cansados, incluso agotados. Pero seguro que Jehová les dio las fuerzas que necesitaban. Y lo mismo hará con usted (Sal. 55:22).
4. ¿Qué veremos en este artículo?
4 Le resultará más fácil seguir cuidando de su ser querido si tiene una actitud alegre (Prov. 15:13). Recuerde que la felicidad es una cualidad que no depende de las circunstancias (Sant. 1:2, 3). ¿Cómo puede cultivarla? Una manera es pidiéndole a Jehová que lo ayude a mantener una actitud positiva. En este artículo veremos más sugerencias para no perder la alegría. También analizaremos qué pueden hacer los demás por quienes están cuidando de un ser querido. Pero primero veamos por qué es indispensable que los cuidadores mantengan la alegría y qué cosas podrían robársela.
POR QUÉ PUEDE SER DIFÍCIL MANTENER LA ALEGRÍA
5. ¿Por qué es importante mantener la alegría?
5 Si los cuidadores pierden la alegría, es más fácil que se cansen (Prov. 24:10). Y, si están cansados, puede que no sean tan amables ni ayuden tanto como les gustaría. Veamos ahora algunas cosas que podrían robarles la alegría.
6. ¿Por qué se queman algunos cuidadores?
6 Los cuidadores pueden quemarse física y emocionalmente. Una hermana llamada Leah explica: “Incluso en los días buenos, cuidar de alguien implica un desgaste emocional tremendo. Al final del día, muchas veces siento que no me queda ni una gota de energía. Ni siquiera tengo fuerzas para responder un mensaje”. A otros les cuesta sacar tiempo para descansar bien y desconectar a pesar de lo mucho que lo necesitan. Una hermana que se llama Inés dice: “No consigo dormir lo suficiente. Muchas noches tengo que levantarme cada dos horas para atender a mi suegra. Y mi esposo y yo llevamos años sin poder tomarnos unas vacaciones”. Algunos cuidadores tienen que rechazar invitaciones sociales e incluso asignaciones teocráticas porque no pueden dejar solo a su ser querido ni un momento. Por eso quizás se sientan aislados o atrapados por sus circunstancias.
7. ¿Por qué se sienten culpables o tristes algunos cuidadores?
7 Los cuidadores pueden sentirse profundamente culpables o tristes. Jessica, que también es hermana, admite: “Me frustra no poder hacer más. A veces necesito un tiempo para descansar, pero cuando me lo tomo me siento culpable y egoísta”. Algunos cuidadores luchan con remordimientos porque de vez en cuando se sienten molestos por su situación. Otros temen que no están haciendo lo suficiente. Y hay quienes se sienten fatal porque en algún momento han perdido los nervios y le han dicho algo fuera de lugar a su ser querido (Sant. 3:2). Es posible que también les duela ver cómo la persona va perdiendo el vigor y la salud que la caracterizaban. Una hermana llamada Bárbara dice: “Una de las cosas que peor llevo es ver a mi querida amiga deteriorarse cada día un poco más”.
8. ¿Cómo se han sentido algunos cuidadores cuando les han dado las gracias por su ayuda?
8 Los cuidadores pueden sentir que no se valora lo que hacen. ¿Por qué? Porque pocas veces les dan las gracias o los felicitan por sus esfuerzos y sacrificios. Pero todos sabemos que unas palabras de gratitud pueden hacer mucho bien (1 Tes. 5:18). Por ejemplo, una hermana llamada Melissa cuenta: “En ocasiones me siento tan frustrada que me echo a llorar. Pero, cuando las personas a las que cuido me dicen ‘Gracias por todo lo que haces por mí’, siento una inyección de ánimo. Eso me ayuda a levantarme al día siguiente lista y con muchas ganas de seguir cuidándolas”. Y un hermano que se llama Ahmadu explica el efecto que tienen en él las muestras de aprecio. Él y su esposa están cuidando de su sobrina pequeña, que sufre ataques epilépticos. Dice: “Aunque ella quizás no comprenda bien todos los sacrificios que hacemos para cuidarla, mi corazón rebosa de alegría cuando nos da las gracias o garabatea en un papel ‘Los quiero mucho’”.
SUGERENCIAS PARA MANTENER LA ALEGRÍA
9. ¿De qué maneras demuestran los cuidadores que son modestos?
9 Sea modesto (Prov. 11:2). Ninguno de nosotros tiene fuerzas y tiempo sin límites. Así que usted tendrá que determinar lo que puede hacer y lo que no, y a veces tendrá que decir que no a algunas cosas. Y eso no tiene nada de malo; solo está siendo modesto. Si otros se ofrecen a darle una mano, acepte con gusto su ayuda. Un hermano que se llama Jay explica: “Es imposible hacer todo lo que nos gustaría. Para no perder la alegría, tenemos que saber cuáles son nuestros límites y no intentar ir más allá”.
10. ¿Por qué necesitan tener perspicacia los cuidadores? (Proverbios 19:11).
10 Trate de ver más allá de lo obvio (lea Proverbios 19:11). La perspicacia lo ayudará a comprender por qué su ser querido hace o dice ciertas cosas y así mantener la calma en situaciones tensas. Algunas enfermedades crónicas pueden provocar que la persona haga cosas que nunca antes había hecho (Ecl. 7:7). Por ejemplo, alguien que es amable y bondadoso puede volverse irritable o conflictivo. Quizás se vuelva exigente, crítico o difícil de complacer. Por otro lado, puede resultar útil investigar un poco sobre la enfermedad de la persona que usted está cuidando. Cuanto más la conozca, más fácil le resultará comprender que el culpable de su comportamiento no es la persona, sino su enfermedad (Prov. 14:29).
11. ¿Para qué cosas importantes deben sacar tiempo los cuidadores todos los días? (Salmo 132:4, 5).
11 Saque tiempo para fortalecer su amistad con Jehová. En ocasiones tendrá que dejar a un lado algunas actividades para atender asuntos “más importantes”, como por ejemplo fortalecer su relación con Jehová (Filip. 1:10). El rey David estaba muy ocupado, pero demostró que adorar a Jehová era lo principal en su vida (lea Salmo 132:4, 5). Igualmente, aunque usted esté muy ocupado, es importante que saque tiempo todos los días para leer la Biblia y orar. Una hermana llamada Elisha dice: “Consigo mantener la alegría orando y meditando en las palabras reconfortantes de algunos salmos. La oración ha sido mi salvavidas. Acudo a Jehová durante todo el día para que me ayude a estar tranquila”.
12. ¿Por qué tienen que apartar tiempo para cuidar su salud los cuidadores?
12 Aparte tiempo para cuidar su salud. Como usted está muy ocupado atendiendo a su ser querido, es posible que esté descuidando su alimentación porque no tiene tiempo de ir a comprar alimentos saludables y cocinar platos nutritivos. Pero recuerde que una buena alimentación y una rutina de ejercicio son esenciales para la salud física y mental. Así que aproveche bien el poco tiempo que tiene comiendo alimentos saludables y haciendo ejercicio con regularidad (Efes. 5:15, 16). Además, procure descansar lo suficiente (Ecl. 4:6). Según algunos estudios, dormir ayuda a eliminar toxinas del cerebro. El artículo “El impacto del sueño en el estrés”, publicado por la institución médica estadounidense Banner Health, afirma que dormir lo suficiente también puede reducir la ansiedad y mejorar la capacidad de procesar el estrés. Por otro lado, es bueno que busque momentos para hacer actividades que le gusten (Ecl. 8:15). Una hermana que cuida de un ser querido explica algo que la ayuda a no perder la alegría: “Cuando hace buen tiempo, salgo al aire libre para disfrutar del sol. Y por lo menos una vez al mes quedo con alguna amiga para pasar juntas un día divertido”.
13. ¿Por qué es buena la risa? (Proverbios 17:22).
13 No pierda el sentido del humor (lea Proverbios 17:22; Ecl. 3:1, 4). La risa es buena para el cuerpo y la mente. Claro, al cuidar de alguien, las cosas muchas veces no salen como esperamos. Pero, si usted logra ver el lado divertido incluso de las situaciones estresantes, le será más fácil sobrellevarlas. Y, si usted y su ser querido se ríen juntos, se sentirán más unidos.
14. ¿Por qué es bueno hablar con un amigo de confianza?
14 Hable con un amigo de confianza. Aunque se esfuerce por no perder la alegría, habrá ocasiones en las que se sentirá superado por la situación y necesite desahogarse con un buen amigo, alguien que no lo juzgue ni se escandalice por lo que usted le cuente (Prov. 17:17). Él lo escuchará con paciencia y le dirá palabras de consuelo, justo lo que usted necesita para mantener la alegría (Prov. 12:25).
15. ¿Cuáles son los beneficios de hablar sobre la vida en el Paraíso?
15 Imagine lo que harán juntos en el Paraíso. Recuerde que, cuando Jehová creó a los seres humanos, su propósito no incluía que tuviéramos que cuidar de enfermos y mayores. Esa es una tarea temporal (2 Cor. 4:16-18). En el futuro nos espera “la vida que realmente es vida” (1 Tim. 6:19). Si usted y su ser querido hablan de lo que harán juntos en el Paraíso, los dos se sentirán reconfortados (Is. 33:24; 65:21). Una hermana llamada Heather cuenta: “Suelo decirles a quienes cuido que pronto coseremos juntos, correremos juntos y pasearemos en bici juntos. Haremos pan y cocinaremos comidas ricas para nuestros seres queridos que resuciten. Y siempre le damos las gracias a Jehová por nuestra esperanza”.
QUÉ PODEMOS HACER POR LOS CUIDADORES
16. ¿Qué podemos hacer si en nuestra congregación hay algún cuidador? (Vea también la imagen).
16 Ayudemos a los cuidadores a tener tiempo para descansar. Podemos ofrecernos para atender a la persona a la que están cuidando. Así le daremos al cuidador tiempo para despejar la mente y atender sus asuntos personales (Gál. 6:2). Algunos hermanos han organizado turnos semanales. Natalya, una hermana que está cuidando de su esposo, que no puede andar, dice: “Un hermano de la congregación viene a nuestra casa una o dos veces por semana para pasar tiempo con él. Predican, hablan e incluso ven películas. Mi esposo aprecia mucho esos ratos que pasan juntos, y yo aprovecho para descansar o para hacer cosas que me gustan, como salir a dar un paseo”. En algunos casos, hasta podríamos ofrecernos para cuidar a la persona alguna noche para que así su cuidador pueda dormir bien.
¿Qué podemos hacer si en nuestra congregación hay algún cuidador? (Vea el párrafo 16).a
17. ¿Cómo podemos ayudar a los cuidadores durante las reuniones?
17 Ayudemos a los cuidadores durante las reuniones. Es posible que los cuidadores no puedan concentrarse mucho en lo que se dice en las reuniones y las asambleas porque están ocupados atendiendo a su ser querido. Así que podemos ofrecernos para sentarnos con la persona a la que cuidan durante una de estas reuniones o parte de ellas. Si la persona no puede salir de su casa, podríamos ofrecernos para ir allí y conectarnos a la reunión con ella para que el cuidador pueda asistir en persona.
18. ¿Qué más podemos hacer por los cuidadores?
18 Animemos a los cuidadores y oremos por ellos. Los ancianos deben pastorear con regularidad a estos hermanos (Prov. 27:23). Y es bueno que todos nosotros, sin importar las circunstancias, tengamos la costumbre de decirles palabras de ánimo y cariño. También podemos pedirle a Jehová que los siga fortaleciendo y ayudando a mantener la alegría (2 Cor. 1:11).
19. ¿Qué esperamos que suceda pronto?
19 Pronto Jehová secará todas las lágrimas de dolor. La enfermedad y la muerte ya no existirán (Apoc. 21:3, 4). “El cojo trepará como un ciervo” (Is. 35:5, 6). “Las cosas del pasado no serán recordadas”, entre ellas los achaques de la vejez y el dolor de tener que cuidar de un ser querido que está enfermo (Is. 65:17). Mientras llega el día en que Jehová cumpla sus maravillosas promesas, sabemos que él siempre estará a nuestro lado. Si seguimos pidiéndole que nos dé fuerzas, Jehová nos ayudará a “aguantar todo con paciencia y felicidad” (Col. 1:11).
CANCIÓN 155 Mi mayor felicidad
a DESCRIPCIÓN DE LA IMAGEN: Dos hermanas jóvenes visitan a una hermana mayor para que su cuidadora pueda salir a dar un paseo.