Ponderando las noticias
El hinduismo católico de la India
● “Es difícil creerlo,” informa The Indian Express de Bombay, “pero es verdad que sacerdotes y monjas cantan bhajans [cánticos devocionales] mientras están sentados en el suelo con los pies descalzos, ejecutan ‘arati’ [mueven de un lado a otro un plato que contiene incienso y una llama de alcanfor] en vez de mover de lado a lado el incensario,” y siguen otras prácticas hindúes. El periódico declara que “ahora no es raro el que en las iglesias de Kerala, con su antigua tradición de 2.000 años, se oiga el himno de Upanishad ‘Asatho ma sad gamaya, thamaso ma jyothirgamaya, mruthvorama amrutham gamaya’ cantado monótonamente antes del comienzo de la santa misa.”
El cardenal católico romano Joseph Parecattil, de la India, de quien se dice que es “un vigoroso defensor de la indianización de la iglesia,” declara que “este movimiento está destinado a salir vencedor.” Según el Express el cardenal Parecattil dijo que “era conveniente usar los ricos recursos del hinduismo” para ciertos rasgos de la adoración católica entre las personas de la India.
Aunque una filosofía de esta índole da la impresión de ser muy comprensiva y tolerante, ¿refleja un punto de vista verdaderamente cristiano de la adoración? Difícilmente. La Versión Nácar-Colunga de la Biblia, una versión católica, manda: “No os unáis en yunta desigual con los infieles. ¿Qué consorcio hay entre la justicia y la iniquidad? ¿Qué comunidad entre la luz y las tinieblas? . . . ¿Qué parte del creyente con el infiel?”—2 Cor. 6:14-18.
La respuesta apacible es mejor
● En los últimos años, muchos siquiatras han enseñado que la mejor manera de encargarse de una situación desagradable es desfogando la ira que uno siente. Algunos han recomendado gritar, chillar o hasta arrojar cosas. Se pensaba que esto le convendría mejor al individuo que el tratar de controlar sus sentimientos. Como declaró un artículo del Post de Denver escrito por Barbara Varro: “Siempre se nos dijo que una manera de evitar cosas malas como las úlceras y los ataques cardíacos era dar rienda suelta a la hostilidad, en vez de reprimirla.”
Sin embargo, el Creador, Jehová Dios, quien hizo a los seres humanos y sabe mejor que nadie cómo deben obrar éstos de manera que toda persona derive el mayor beneficio, hace mucho tiempo declaró: “Una respuesta, cuando es apacible, aparta la furia, pero una palabra que causa dolor hace subir la cólera.” (Pro. 15:1) Así, la Palabra de Dios recomendó “gobierno de uno mismo,” y señaló que “un corazón calmado es la vida del organismo de carne.”—Gál. 5:23; Pro. 14:30.
Ahora el Dr. Milton Layden, de la Escuela de Medicina de la Universidad Johns Hopkins reconoce que el expresar sentimientos de hostilidad es contraproducente, porque “la hostilidad es contagiosa y viene de nuevo contra uno.” Solo ‘añade combustible al fuego,’ y empeora las cosas. Dice él: “Recuerde que la hostilidad no le lleva a ninguna parte. La humildad puede llevarlo a donde quiera.” Por eso, el artículo del Post concluye así: “No chille. No grite. No golpee a nadie, ni nada, para desahogar su hostilidad. . . . Hay que mantenerse tranquilo y no responder con cólera.”
Importancia de la vestidura
● Recientemente, la revista U.S. News & World Report publicó unos comentarios sobre el valor de la vestidura apropiada, basados en una entrevista con el consejero de negocios John T. Molloy. “Lo que he descubierto,” dijo él, “es que la manera en que uno se viste puede hacer que uno ascienda en la sociedad y en los negocios, o puede mantener atrás a uno. . . . puede hacer más eficaz y más próspero al hombre o a la mujer.”
¿Pudiera esto afectar la manera en que los extraños pudieran considerar a los cristianos mientras éstos participan en compartir con otros su fe? Muy probablemente. Molloy dice: “También tengo evidencia para probar que la gente forma juicios morales de otras personas según la manera en que las ven vestidas.” También señala que “lo que uno lleva puesto establece inmediatamente autoridad, credibilidad y probabilidad de ser agradable.”
¿Qué se dice acerca de mantenerse al frente de los demás en cuanto a la moda? “No compre ningún artículo que esté de moda hasta que haya estado en el mercado por lo menos seis meses,” advierte. “El que es líder en cuanto a la moda, probablemente es un seguidor en casi todo otro asunto.”
Ciertamente esas observaciones ilustran el valor práctico de la recomendación que da la Biblia a las mujeres, y, en principio, a los hombres, de que “se vistan decentemente, con modestia y sencillez.”—1 Tim. 2:9, Versión Popular.
¿Qué clase de Dios?
● “En junio de este año,” declaró la revista jesuita católica en inglés America, “se cumplen 25 años desde que, en ademán piadoso, los estadounidenses insertaron la frase ‘bajo Dios’ en el Juramento de Lealtad a la bandera.” Al reflexionar en lo que condujo a hacer esto, America dice que “la mayoría de los que apoyaban el cambio en fraseología (y pocos eran los que no lo apoyaban) confesaban francamente que lo de incluir a Dios no era un acto religioso, sino político.” En aquellos días de ferviente anticomunismo, según señala el artículo, “los Veteranos Católicos de la Guerra, de Wayne County, Michigan, resolvieron que dejar que Dios entrara en el Juramento daría ‘más significado a la defensa espiritual de nuestra nación.’ Dios . . . estaba siendo llamado de nuevo a servicio activo.”
Lo significativo de esto lo expresó un escritor religioso de aquel tiempo, quien dijo que, al poner a Dios en el juramento, los Estados Unidos estaban “adoptando a un Dios de la guerra que se presenta como una deidad nacionalista que dirige las bombas y balas al corazón de nuestros enemigos.” America dice: “Muy sencillamente, la nación temía el futuro, y trató de enfrentarse a este temor por medio de hacer que sus hijos repitieran como loros en sonsonete lo buena que en realidad ella era. Se suponía que el Juramento fuera un campamento de [entrenamiento militar] espiritual para bebés.”
¿Desea usted que sus hijos aprendan acerca de un nacionalista “Dios de la guerra,” o, más bien, acerca del “Dios de paz” que se revela en la Biblia? (Fili. 4:9) America llega a esta conclusión: “La frase ‘bajo Dios’ es el símbolo concreto de lo que hace 25 años era, y todavía quizás sea, la religión establecida estadounidense: la adoración del Estado. Deberíamos eliminarla.”—9 de junio de 1979, págs. 469, 470.