El monoteísmo precedió al politeísmo
EL MODO de pensar evolucionista no se limita al desarrollo gradual del hombre desde la materia inanimada. También hace del Dios supremo un producto de la evolución. En el principio el hombre primitivo no tenía ningún concepto con relación a un Dios Todopoderoso, dice este modo de pensar evolucionista. El hombre primero evolucionó la idea de muchos dioses, y de estos muchos dioses se desarrolló el concepto de un solo Dios Todopoderoso. De modo que según esta teoría el monoteísmo evolucionó del politeísmo; esto se enseña con el mismo dogmatismo y volubilidad impertinente que acompañan la enseñanza de la evolución orgánica.
La revista Life (en español) del 2 de enero de 1956 publicó el artículo “El alba de la religión,” con el subtítulo: “Los fenómenos de la Naturaleza y el misterio de la vida y la muerte llevaron al hombre a creer en poderes superiores y a honrar con sus ritos a los espíritus.” Escrito por el evolucionista Lincoln Barnett, el artículo dijo:
“El hombre primitivo sólo pudo concebir la presencia de una voluntad todopoderosa y sobrenatural causante de fenómenos tan previsibles como la diaria salida y el ocaso del sol, la periodicidad de las estaciones y la nocturna rotación del firmamento estrellado. Sólo podía temblar de miedo y asombro ante los imprevisibles paroxismos de la Naturaleza: el repentino agrietamiento del suelo, el cegador centelleo del rayo en el cielo plomizo. Debió . . . buscar el origen de sus creencias en lo sobrenatural. . . .
“Pero el hombre primitivo debió darse cuenta también de los no menos misteriosos y alarmantes sucesos que acaecían dentro de sí mismo: Por ejemplo, ¿qué pensaría él del sueño? La diferencia entre el dormir y el estar despierto debió insinuarle la existencia dentro de sí mismo de algo que trascendía su cuerpo, de algo que podía ‘marcharse’ y que, en el sueño, poseía una activa vida propia y era capaz, maravillosamente, de desplazarse en el tiempo y en el espacio. Y como misterio final, el hombre confrontaba la muerte. Al morir desaparecían los atributos vitales de su ser: calor, movimiento, habla, respiración, voluntad. ¿Y a dónde iban? Puesto que la carne se desintegraba, el cuerpo no podía ser otra cosa más que morada del espíritu que lo habitaba en vida.”
De manera que se especula que desde mitos acerca de la naturaleza, mitos acerca de las estrellas, la magia, el totemismo, el fetichismo, el animismo y el politeísmo el hombre finalmente evolucionó el concepto de un solo Dios Todopoderoso supremo, llamado en la Biblia “Jehová.” No se da prueba de esto. Es solamente especulación. Se basa en otra especulación no probada—la evolución orgánica del hombre. Puesto que el cuerpo del hombre evolucionó, su cerebro evolucionó, y a medida que éste evolucionó sus pensamientos evolucionaron, y de estos pensamientos evolucionados la religión evolucionó. El artículo, como de costumbre en los escritos evolucionistas, cita una lista imponente de autoridades eruditas como prueba de su exactitud. Esto no constituye prueba alguna excepto para los que están dispuestos a seguir a los hombres ciegamente.
¿Existen hechos que prueben o refuten la especulación de que el politeísmo precedió al monoteísmo?
LA EVIDENCIA DE CULTURAS PRIMITIVAS
Los científicos, en sus esfuerzos por hallar los orígenes de la religión, hacen investigaciones arqueológicas de los restos mudos de pueblos antiguos y estudian las creencias de las culturas más primitivas cuyos miembros todavía viven sobre la tierra. Lincoln Barnett está de acuerdo con esto y dice que de esta última categoría los “principales representantes son los llamados aborígenes de Australia.” Él declara: “Es incuestionable que su religión tiene sus raíces en la prehistoria. Y es un hecho que no admite duda que una forma similar de fe prevaleció entre los hombres paleolíticos hace cien mil años.”
Pero cuando vamos hasta las raíces de estas religiones primitivas hallamos, no el politeísmo, sino el monoteísmo, la creencia en altos dioses, y se descubre que los elementos más crudos y politeístas de su adoración fueron adiciones posteriores e indican una degeneración desde un monoteísmo original hasta el politeísmo. Por ejemplo, entre las tribus de Australia las más antiguas son las del sudeste, y respecto a la religión de ellas el investigador W. Foy escribe: “A primera vista es sorprendente hallar, especialmente en el sudeste de Australia, la creencia en un solo dios, conocido como ‘padre’ o ‘abuelo,’ quien se supone creó al hombre y los principales fenómenos de la naturaleza.” Foy añade que este solo dios tiene un hijo, “actuando como mediador entre él y el hombre.”1
Uno de los trabajadores más prodigiosos en este campo es el profesor Wilhelm Schmidt. Después de mostrar que los pueblos pigmeos son aun más antiguos que los aborígenes de Australia, él dice: “Se ve que sin excepción los pueblos pigmeos, los cuales sin duda pertenecen al estrato más antiguo de la humanidad, tienen creencias y prácticas mágicas sólo a un grado relativamente pequeño . . . Por otra parte, entre todos estos pueblos del estrato más bajo, y especialmente entre ellos, hallamos clara y definitivamente el reconocimiento y la adoración de un Ser Supremo moral y personal. Así que por medio de los métodos de la investigación histórica descubrimos una prueba segura de que esta religión de un dios alto no es más reciente que la magia ni desarrollada de ella, sino que con toda probabilidad la ha precedido.”2
Schmidt cita a otra autoridad y le acredita haber dicho respecto a los pigmeos: “Ahora, si pasamos a puntos de comparación positiva, nos llama la atención un hecho muy notable sobre todos los demás. Es, a saber, el reconocimiento y adoración claros de un Ser Supremo.”3
Pero el monoteísmo entre los primitivos no se limita a los aborígenes australianos y a los pigmeos: “Tales dioses altos se hallan no sólo en el sudeste de Australia, sino también entre los pigmeos, los bosquimanos, los pueblos árticos más antiguos, los nativos de la California central septentrional, los algonquinos primitivos, los fueguinos, en una palabra, todos los pueblos primitivos acerca de los cuales tenemos algún conocimiento íntimo.”4
R. B. Dixon revela que una de estas tribus primitivas de la California central, los maidu, profesa creencia en un Creador supremo y en un opositor llamado “Coyote.” El Creador es benévolo y actúa para el bien y la felicidad y vida eterna del hombre, pero Coyote siempre se opone y trata de hacerle la vida difícil al hombre. Acerca de este punto Schmidt añade: “En realidad la razón por la cual el Creador parece ceder a las arremetidas de Coyote es que la humanidad se deja extraviar por Coyote y seguir a éste y abandonar al Creador. Por lo tanto el Creador permite que ella se salga con la suya, y a la vez prepara el castigo más condigno mediante el permitirlo.”5
Estas declaraciones adicionales se hallan en la obra monumental de Schmidt, Origin and Growth of Religion: “El monoteísmo, bajo la influencia del animismo con sus ofrendas a los muertos, sus fantasmas espectrales, su adoración de antepasados y su culto de calaveras, a menudo ha quedado cubierto, echado al olvido y sofocado. Así, la figura del Ser Supremo queda obscurecida y a menudo desaparece completamente.” “La creencia en un Ser Supremo se halla en su forma más fuerte y clara entre los pueblos más antiguos en particular, y entre todos ellos sin excepción.” “Podemos mostrar que la mitología y la magia no alcanzaron su desarrollo cabal y vigoroso sino hasta períodos de cultura posteriores, y que cuanto más temprano aparecen tanto más débiles son.” “Estos altos dioses en su forma más antigua, aquella en la cual los conocemos en las culturas primitivas, se anteponen a todos los otros elementos, sean éstos mitos acerca de la naturaleza, fetichismo, adoración de espectros, animismo, mitos acerca de las estrellas, totemismo o magia, de una o de otra de las cuales cosas derivó su origen la religión, según las teorías más tempranas de décadas anteriores.”—págs. 85, 147, 148, 220.
En 1924 Pablo Radin habló ante la Sociedad Judía de Historia acerca del “Monoteísmo entre pueblos primitivos” y dijo: “El que muchos pueblos primitivos tienen una creencia en un Creador Supremo es algo que nadie niega seriamente hoy en día.” En 1954 él dice en un prólogo a este ensayo que se publicó: “Poca duda puede haber de la existencia de alguna forma de monoteísmo entre casi todos los pueblos primitivos.”6
J. H. J. Leuba escribe: “Es una opinión antigua la de que hasta el salvaje más atrasado entretiene una creencia en un Ser Supremo, por muy obscuramente comprendido y poco reverenciado que sea. . . . Aunque esta opinión sufrió un descrédito temporáneo . . . recientes investigaciones antropológicas suministran evidencia suficiente para justificar la vuelta a este punto de vista.” Él concluye su sinopsis de esta evidencia con las palabras: “Ahora la mayoría de los antropólogos acepta la existencia general de la creencia en Altos Dioses.”7
LA EVIDENCIA DE LA ARQUEOLOGÍA
Aun más importante que las creencias actuales de pueblos primitivos es la evidencia en cuanto a las creencias antiguas de las razas más antiguas conocidas. Para tal evidencia nos dirigimos a la arqueología. Se ha descubierto que mientras más atrás se penetra en la historia de razas politeístas menos dioses tienen y más se acercan al monoteísmo. Respecto a la India y Egipto A. Rendle Short dice:
“La literatura de la India abarca un período desde más o menos 2000 a. de J.C. hasta los tiempos modernos, y a medida que uno se remonta en ella hacia atrás, según el consentimiento común, la corriente se hace más pura y tiende hacia el monoteísmo cuanto más se acerca a su fuente. A. A. MacDonell, al hablar acerca de la literatura Rig Veda, dice que ésta tiene un ‘matiz monoteísta.’ Los dioses védicos, calculados en 33, en edades posteriores vinieron a ser contados popularmente en 330,000,000. Todo el proceso fué uno de degeneración desde una edad primitiva hacia abajo. . . .
“En Egipto, también, hay evidencia de que el monoteísmo antecedió al politeísmo. Varios eruditos dan testimonio de esto: Brugsch, Blum-Ernst, Renouf. Renouf escribe: ‘Es indisputablemente cierto que las porciones más sublimes de la religión egipcia no son el resultado comparativamente reciente de un proceso de eliminación de lo más grosero. Las porciones más sublimes son demostrablemente antiguas, y la última etapa de la religión egipcia era con mucho la más corrupta.’”8
El Dr. Alberto Hyma, historiador, escribió: “Según muchas autoridades actuales, los sumerios eran originalmente monoteístas en su creencia, porque los más antiguos registros escritos declaran claramente que ellos creían en solamente un Dios. Este es un hecho importantísimo del cual tomar nota, porque hasta muy recientemente (1937) muchos historiadores creían que originalmente la humanidad era politeísta y que gradualmente, a medida que los seres humanos se hicieron civilizados, formaron un concepto más elevado respecto a la deidad.” También, “Según se ha declarado, los sumerios originalmente creían en un solo Dios, pero después de 3500 a. de J.C. [fecha puesta por Hyma] desarrollaron varias formas de politeísmo. Comenzaron a adorar a muchos dioses, de entre los cuales ellos transmitieron a los babilonios posteriores su dios Marduk.”9
Esteban Langdon, profesor de asiriología en Oxford, escribió un artículo acerca de “El monoteísmo como predecesor del politeísmo en la religión sumeria.”10 Se afirma que los sumerios son el pueblo más antiguo que la arqueología conoce y los conceptos de ellos pueden leerse en sus escritos antiguos. Algunos de los sitios de sus ciudades prehistóricas han sido excavados hasta el suelo virgen. “Al hacer esto con trescientos trabajadores en Cis,” dice Langdon, “a través de un período de doce años, he llegado a la conclusión de que el vasto sistema politeísta sumerio fué precedido por el monoteísmo. Esta conclusión también se me hizo más clara por medio de las excavaciones efectuadas por los alemanes en Erec y en una ciudad llamada Shuruppak, entre Nipur y Erec.”
El profesor Langdon hace estas declaraciones en su artículo: “Sabemos por medio de inscripciones de alrededor de 3000 a. de J.C. que el panteón sumerio ya contenía más o menos 750 deidades. . . . Sin embargo, es cierto que cuando nos remontamos hacia el principio de la religión que se halla en documentos escritos el panteón de 3000 a. de J.C. se disminuye hasta cuatro y luego hasta sólo dos deidades.” “En su apogeo el panteón contenía más de 5,000 deidades grandes y pequeñas. Se puede averiguar la historia temprana de este panteón por las inscripciones, y éstas llevan hasta el tiempo de las pictografías más primitivas. Un gran conjunto de textos primitivos de alrededor de 3300 a. de J.C. muestra un panteón de solamente 500 dioses. En todos los tratados teológicos del panteón hasta el mismo año 3300 [fecha puesta por Langdon] los babilonios y sumerios siempre ponen como principio al Dios del Cielo.” “Debo agregar inmediatamente que en estos registros primitivos no hay rastro alguno de demonios o magia. Todo señala hacia un dios personal primitivo con el nombre An, Cielo.” “Parece ser cosa admitida el que los dioses de los mitos acerca de la naturaleza hallados en India, Grecia e Italia y en todas las religiones indogermánicas comenzaron con un Dios del Cielo.”
EL MODO DE PENSAR EVOLUCIONISTA PIEDRA DE TROPIEZO
El profesor Langdon notó lo difícil que les era a los estudiantes en quienes influía el darwinismo investigar el origen de la religión. Él se apartó del señuelo de ciertas preconcepciones por su propio estudio de las religiones semíticas.
Schmidt observó las trampas del modo de pensar evolucionista: “Según esto, lo más bajo, lo más bestial y feo, tiene que también ser lo más antiguo; lo mejor en cada caso era la etapa de desarrollo más elevada, y por lo tanto la posterior.”11 “Ellos [movimientos bajo la influencia de la evolución] presumían que la religión comenzó con formas más bajas, y explicaban todas sus manifestaciones más elevadas, especialmente el monoteísmo, como las más recientes en cuanto a tiempo, productos de un largo proceso de desarrollo.”12
Pablo Radin con precisión apunta a este modo de pensar evolucionista como la cosa que cegó a los científicos para que no vieran que el monoteísmo precedió al politeísmo cuando por primera vez la evidencia fué presentada algo vagamente por Andrés Lang en su obra The Making of Religion, publicada en 1898: “El que los etnólogos profesionales y teorizantes etnológicos hayan explorado la idea es lo más natural, considerando lo ascendiente que era la teoría evolutiva en aquel tiempo. . . . El haber admitido la existencia del monoteísmo en cualquier forma entre pueblos primitivos hubiera sido equivalente a abandonar toda su doctrina de las etapas evolutivas.”13
De nuevo: “El error cardinal es y siempre ha sido la suposición de que cada elemento de la cultura tiene que haber tenido una evolución . . . no hay razón alguna para suponer que ciertos conceptos requieran un período largo para evolucionar.”14
Al criticar al Dr. Söderblom, Radin dice: “Porque, semejante a los evolucionistas más ortodoxos, él no puede resignarse a creer que la mentalidad de la gente primitiva no sea esencialmente diferente a la nuestra en cuanto a clase. . . . el monoteísmo explícito e implícito para él tiene que representar las últimas fases de un desarrollo largo y gradual.”15
Finalmente Radin observa: “Temo que la tesis que he avanzado les parezca a muchos exagerada, completamente contraria a todas las ideas comúnmente asociadas con pueblos primitivos. Casi todos nosotros hemos sido criados entre los credos de la etnología ortodoxa, y ésta por la mayor parte fué un atentado entusiasta y falto de crítica por aplicar la teoría darwinista de evolución a los hechos de la experiencia social. Muchos etnólogos, sociólogos y psicólogos aún persisten en este esfuerzo. Sin embargo, no se podrá lograr progreso alguno hasta que los eruditos se deshagan, de una vez por todas, de la noción curiosa de que todo posee una historia evolutiva.”16
LA EVIDENCIA CONCLUSIVA
La Biblia declara que Jehová Dios creó al hombre y se reveló al primer hombre. Jehová se reveló a otros hombres durante los siglos que subsiguieron. A medida que los hombres se apartaban de Dios concebían dioses falsos, centenares y eventualmente millares de ellos, dando a luz el politeísmo. Pero la Biblia muestra que el monoteísmo era primero, y los hechos procedentes tanto de las culturas primitivas de la actualidad como de los descubrimientos arqueológicos confirman la Biblia y repudian la teoría de que el concepto acerca de un solo Dios Supremo haya evolucionado del politeísmo. Jehová Dios no es ningún producto de la evolución. Cuando la revista Life y otras enseñan que lo es, están esparciendo un mensaje de muerte.
Los siervos de Jehová no andarán ciegamente a tropezones en la oscuridad del modo de pensar evolucionista, sino que darán testimonio de la verdad de que antes de Jehová no había ningún dios y después de él no hay ningún dios verdadero, sólo los imaginarios del politeísmo. “Vosotros sois mis testigos, dice Jehová, y mi Siervo, a quien he escogido; para que sepáis, y me creáis, y entendáis que yo soy. Antes de mí no fué formado dios alguno, ni después de mí habrá otro.”—Isa. 43:10.
REFERENCIAS
1 Origin and Growth of Religion, por el Dr. Wilhelm Schmidt, profesor de la Universidad de Viena, páginas 242,243.
2 Ib., páginas 157, 158.
3 Ib., página 191.
4 Ib., página 88.
5 Ib., página 190
6 Monotheism Among Primitive Peoples, por Pablo Radin, páginas 8, 3.
7 Página 100 de la obra de Leuba, A Psychological Study of Religion, Its Origin, Function and Future, según la citó Schmidt en la página 195 de Origin and Growth of Religion.
8 Modern Discovery and the Bible, por A. Rendle Short, páginas 24, 25.
9 An Outline of Ancient History por Alberto Hyma páginas 10, 11, 14.
10 Publicado en el periódico Evangelical Quarterly de abril de 1937, y reimpreso en la obra de Sir Charles Marston The Bible Comes Alive, páginas 189-200.
11 Origin and Growth of Religion, por Schmidt, página 5.
12 Ib., página 12.
13 Monotheism Among Primitive Peoples, página 7.
14 Ib., página 27.
15 Ib., página 28.
16 Ib., páginas 29, 30.