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¡Despertad! 1975
g75 22/6 págs. 7-8

Vilcabamba... donde el tiempo va más lento

Por el corresponsal de “¡Despertad!” en el Ecuador

A TRAVÉS de toda la historia el hombre ha peleado una batalla perdida contra la vejez. A pesar de esto, la gente en la actualidad está tan ansiosa como siempre de oír acerca de prolongar la duración de la vida. ¿Se halla el lector entre esta vasta mayoría? Entonces le interesará oír acerca de Vilcabamba, una aldea montañés al sur del Ecuador.

Vivo en el Ecuador y desde hace algún tiempo había oído informes de personas de Vilcabamba que habían alcanzado edades de 100, 120 y hasta 140 años. ¿Podía ser cierto eso? A medida que las noticias de este valle y de sus habitantes se esparcían por otros países, personas prominentes comenzaron a visitar Vilcabamba. Habiéndose avivado mi curiosidad suficientemente, decidí ir yo también.

Llegar a Vilcabamba desde donde resido requiere un vuelo de una hora hasta las montañas de los Andes y varias horas de viaje adicional. A medida que me acercaba a mi destino observé un cambio significativo en la temperatura. El clima frío de la montaña dio paso a una temperatura más moderada en esta altura más baja. La temperatura en Vilcabamba oscila entre 18,9 y 19,4 centígrados durante todo el año. Naturalmente un clima de esta clase resulta en una vegetación profusa. Verdes de toda clase adornan este valle; los árboles cubren las faldas de las montañas y hay cultivos de maíz, caña de azúcar, plátanos y legumbres.

A primera vista es probable que uno no se impresione con Vilcabamba, especialmente si uno viene de una ciudad grande. Un camino recto de tierra conduce al centro del pueblo. Hay pocas personas alrededor, porque la mayoría está atendiendo sus granjas. Las casas son de un sencillo estilo de adobe cubiertas con el típico techo de tejas españolas; la mayoría de éstas parecen tener un simple piso de tierra.

Conozcamos al habitante más viejo de esta aldea montañosa. Su nombre es Arcángel Carpio, quien según se dice tiene 126 años de edad. Arcángel es un hombre grande con rasgos europeos. Su rostro está sorprendentemente libre de arrugas para un hombre de su edad. Él recuerda cosas sencillas, como los días cuando él y su padre salían a hacer largos paseos por los bosques buscando bayas o cabras salvajes para ordeñar.

¿Es la larga vida de Arcángel consecuencia de un régimen alimenticio especial? Evidentemente no; él disfruta de cosas corrientes como patatas, maíz molido o machacado, habichuelas, lentejas y yuca. Los residentes de Vilcabamba también comen con regularidad, huevos, queso y leche, pero no mucha carne. El estilo de vida en Vilcabamba, así como la alimentación, es sencillo. La jornada de trabajo comienza al despuntar el sol y dura hasta la caída de la noche, cuando cada uno regresa a casa para descansar.

¿Por qué vidas tan largas?

Según lo mencioné antes, la longevidad es común en Vilcabamba. Un asombroso 16,4 por ciento de sus habitantes tienen más de 60 años de edad, mientras que en el resto del Ecuador rural la cifra es de solo 4,6 por ciento.

Pero, ¿cuán confiables son las edades de estas personas? Un auxiliar en el museo que trata con Vilcabamba se complació en mostrarme viejos registros eclesiásticos que contienen las fechas de nacimiento de sus residentes. La información, con una escritura manuscrita de estilo antiguo, todavía era legible, aunque los registros estaban amarillentos por la edad. La información del Instituto Nacional de Estadísticas del Ecuador para el año 1971 reveló que en ese entonces había 93 personas en Vilcabamba con edades que iban desde 60 hasta 140 años. La más antigua edad que se registra es la de un hombre que llegó a los 140 años de edad y vivió hasta el año siguiente, agosto de 1972.

¿Qué explica las edades avanzadas que han alcanzado los habitantes de Vilcabamba? Hay varios factores implicados. Uno evidentemente es su modo de vida pacífico. Los titulares de las noticias mundiales no causan inquietud aquí. Según un estudio, solo setenta y cinco personas en todo el valle tienen radios. Estas personas trabajan arduamente en tareas manuales y su principal interés es una vida hogareña.

En cuanto a la alimentación, los habitantes de este valle tienen una alimentación baja en calorías, con un promedio de unas 1.200 al día, siendo el más alto de 1.360. También comen fruta fresca diariamente. Pero, además de esto, su alimentación es muy común. El fumar y beber es moderado entre la gente más vieja.

El abastecimiento de agua quizás sea otro factor de la longevidad en Vilcabamba. Aquí las aguas descienden desde una altura de 3.000 metros por los ríos Vilcabamba y Chamba hasta que con el tiempo desembocan en el río Amazonas. Según los descubrimientos de un reciente estudio geológico de los Estados Unidos, las aguas del Amazonas son “más puras que la mayoría del agua de grifo en los Estados Unidos.” El estudio también señaló que “en algunos lugares la pureza química era casi igual a la del agua destilada.”

El aire puro también desempeña su parte en la longevidad. Vilcabamba se halla a la entrada de la selva del Amazonas. Un científico calculó que el 50 por ciento del oxígeno puro de la Tierra lo produce esta inmensa selva.

Es indudable que un factor muy importante en las vidas largas de estas personas es la herencia. La Encyclopædia Britannica comenta: “El envejecer y la duración de la vida son influenciados por las características genéticas. . . . la prole de los padres de vida larga por lo general vive más tiempo que la de los padres de vida corta.” El administrador del museo me confirmó esto, señalando que los registros indicaban que los padres de los habitantes más viejos también vivieron vidas largas.

Es posible vidas aun más largas

Mi visita a Vilcabamba me dio mucho en que pensar. Aunque hoy en día no todas las personas tienen las ventajas del aire limpio, el agua pura y un clima moderado de temperatura pareja, ¿podemos aprender algo de estas personas humildes y laboriosas? ¿Podría ser que una vida más tranquila junto con duro trabajo físico podría solucionar muchos de los problemas de salud en las actuales sociedades urbanas?

Pronto toda la humanidad podrá disfrutar de vidas más largas de las que jamás han vivido algunos de los residentes de Vilcabamba. Pero no por medio de buscar refugio en lugares como Vilcabamba. ¿Cómo entonces?

El lector hallará que su ejemplar de la Santa Biblia contiene la promesa confortadora de que pronto la gente vivirá para siempre sobre la Tierra en perfecta salud. El apóstol Juan, en Revelación 21:3, 4, escribió: “Con eso oí una voz fuerte desde el trono decir: ‘¡Mira! La tienda de Dios está con la humanidad . . . Y él limpiará toda lágrima de sus ojos, y la muerte no será más, ni existirá ya más lamento, ni clamor, ni dolor. Las cosas anteriores han pasado.’”

¿Le suena atrayente esto? Entonces le agradará saber que en menos tiempo del que le requirió leer este artículo uno puede aprender el primer paso hacia la vida eterna. La persona que le trajo esta revista, o cualquier testigo de Jehová, se complacerá en mostrárselo en su propia Biblia. ¿Por qué no les pregunta?

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