De nuestros lectores
Niños difíciles Leí con sincero agradecimiento los artículos “Cómo entender a los niños difíciles”, publicados en el número del 22 de noviembre de 1994. Mi hijo padece THDA (trastorno de hiperactividad y déficit de atención). Por años me había preguntado qué era lo que yo hacía mal para tener un niño tan difícil. Estudiaba la Biblia con él y atendía todas sus necesidades, pero cada día temía despertarlo por la mañana y recogerlo después del colegio. Espero que la información ayude a todos aquellos que estén en contacto con niños que padezcan THDA.
E. W., Estados Unidos
Tengo un hijo de 10 años sumamente difícil. A veces me he sentido impotente, deprimida, sola e incomprendida. Muchísimas gracias por darme esperanza... y tantas sugerencias prácticas.
H. S., África del Sur
Mientras leía los artículos no podía dejar de llorar. Mi hijo padece TDA (trastorno por déficit de atención). La vida es muy difícil para estos niños. Pero ellos merecen que se les trate con dignidad y, sobre todo, con amor.
B. W., Estados Unidos
Hace seis meses descubrimos que nuestro hijo padece THDA. Tiene 2 años y es un torbellino; no puede estarse quieto en el asiento durante las reuniones cristianas, empuja a los demás, corretea sin cesar y siempre está haciéndose daño. Hay quienes nos guardan las distancias, y aun nuestros buenos amigos no pueden evitar hacer a veces algún comentario hiriente. Gracias por describir los problemas de una manera tan comprensiva.
R. F., Alemania
Tengo 15 años y padezco THDA. Consuela mucho saber que Jehová nos entiende y puede ayudarnos. Estoy bajo medicación, lo cual me ayuda mucho. Puedo concentrarme mejor en las tareas escolares, los quehaceres domésticos y el estudio de la Biblia. Aprecié los artículos porque mostraron a los lectores que este trastorno es un problema real y no una manía.
S. K., Estados Unidos
Estos artículos nos ayudaron a mi esposa y a mí a eliminar nuestros sentimientos de ineptitud como padres. Algunos amigos bienintencionados han insinuado que nuestro hijo, que padece THDA, está consentido o “solo necesita unos buenos azotes”. Los artículos posiblemente les ayuden a entender la difícil situación en la que nos encontramos muchos padres.
T. G., Estados Unidos
La creación de empleos Gracias por el artículo “La creación de empleos en los países en vías de desarrollo” (22 de octubre de 1994). Actualmente voy a la escuela y planeo iniciar el servicio de precursor (evangelizador de tiempo completo) cuando me gradúe. El mayor problema será encontrar trabajo. Hasta ahora había querido un empleo sedentario que no requiriese esfuerzo físico, pero al ver que mis hermanos cristianos en países en vías de desarrollo efectúan cualquier trabajo que esté a su alcance, me dio vergüenza. He decidido aceptar cualquier trabajo que sea compatible con el precursorado.
Y. T., Japón
1914 Acabo de leer sus artículos sobre “1914: Disparos que aún agitan al mundo” (8 de noviembre de 1994). Quiero decirles que jamás había leído una información tan clara y sencilla sobre este tema tan controvertido. Las escuelas de mi país no profundizan mucho en la historia de las guerras mundiales, pero entender este asunto contribuye a una mejor comprensión de lo que acontece en el mundo.
W. S., Venezuela
Crucigramas Quisiera mencionarles lo mucho que me gustan sus crucigramas, particularmente el que apareció en el número del 8 de diciembre de 1994. Me estimulan a investigar más la Biblia. La forma en que están redactadas las claves me motiva a buscar el texto bíblico citado, aunque quizás ya sepa la respuesta. Gracias por esos crucigramas tan sanos y amenos.
D. S., Estados Unidos