Ponderando las noticias
La tolerancia del pecado no es virtud
Recientemente, en un discurso a unos líderes eclesiásticos, el columnista religioso Michael J. McManus declaró que las iglesias han contribuido a la desintegración de la familia estadounidense. Así lo informa The Fresno Bee, un periódico de California. McManus indicó que durante 1985 en los Estados Unidos hubo 1.200.000 divorcios, 750.000 infantes nacieron en ilegitimidad, y 2.200.000 parejas vivían juntas sin haberse casado.
Señaló que la iglesia, en vez de dar vigoroso apoyo a las normas morales bíblicas —que instan a la fidelidad en el matrimonio— se ha hecho más pasiva en asuntos de esa índole con el fin de obtener mayor concurrencia. Como ejemplo de lo que decía, indicó que recientemente se ha propuesto “que la Iglesia Episcopal deje de oponerse a que un hombre y una mujer vivan juntos sin casarse”.
Estos puntos de vista modernistas sobre lo sexual y el matrimonio están en claro conflicto con la Biblia. El apóstol Pablo declaró: “Que el matrimonio sea honorable entre todos, y el lecho conyugal sea sin contaminación”. (Hebreos 13:4.) Cuando los fariseos disputaron con Jesucristo respecto a la cuestión del divorcio, él dijo que “el hombre dejará a su padre y a su madre y se adherirá a su esposa, y los dos serán una sola carne”. Añadió: “Cualquiera que se divorcie de su esposa, a no ser por motivo de fornicación, y se case con otra, comete adulterio”. (Mateo 19:4, 5, 9.)
Respondiendo a la propuesta de que la iglesia sea blanda respecto a esas cuestiones morales, McManus dijo: “La Iglesia Episcopal ha llegado a decir que no tiene mejor virtud que la tolerancia. En ningún lugar dice Jesús que se ha de tolerar el pecado. Él condenó el pecado”. Los que son estudiantes bien informados de la Biblia concuerdan con esa declaración.
Prueba innegable
“Después de años de orgulloso agnosticismo y escepticismo, de mala gana los científicos están reconsiderando a Dios”, observó Pete McMartin, columnista del periódico The Vancouver Sun, de Columbia Británica, Canadá. Aunque la religión y la ciencia han estado en conflicto por siglos, “eso sencillamente ya no es así— dice Wasley Krogdahl, quien fue profesor de astronomía y física en la Universidad de Kentucky, E.U.A. Añade—: La cosmología ha manifestado claramente que el universo tuvo principio, y eso implica la existencia de un creador”. (The State Journal-Register, Springfield, Illinois.)
Por lo menos algunos científicos están reconsiderando el origen del universo. ¿Por qué? “Hoy el universo es mucho más entendible que hace 50 años”, explica el astrónomo Krogdahl. Durante los pasados 25 años, se ha obtenido equipo más sensible —anteojos infrarrojos y telescopios en satélites—, y esto ha resultado en el descubrimiento de cuasares, estrellas de neutrones y pulsares. Krogdahl admite que un mayor conocimiento del universo incrementa la prueba de que existe un Dios. Tal prueba, señala él, “sencillamente ha dejado sin apoyo a los ateos”.
Sí, lo que las mentes científicas llegan a aceptar después de años de muchísima investigación y estudio, los estudiantes de la Biblia lo han sabido por siglos. “[Los] atributos invisibles [del Creador] —su poder eterno y su divinidad— se hacen visibles a los ojos de la inteligencia, desde la creación del mundo, por medio de sus obras.” (Romanos 1:20, Versión Levoratti-Trusso.) En pocas palabras: La prueba siempre ha existido; es innegable.
[Fotografía en la página 24]
Nebulosa de Orión
[Reconocimiento]
Foto: U.S. Naval Observatory