Lo que la sujeción piadosa exige de nosotros
“Sujétense, por lo tanto, a Dios.” (SANTIAGO 4:7.)
1. ¿Qué se puede decir del Dios que adoramos?
¡QUÉ maravilloso Dios es Jehová! ¡Sin igual, sin par, incomparable, único! Es el Altísimo, el Soberano Universal, en quien reside toda la verdadera autoridad. Es desde la eternidad hasta la eternidad, tan glorioso que ningún hombre puede verlo y sin embargo vivir. (Éxodo 33:20; Romanos 16:26.) Es infinito en poder y sabiduría, absolutamente perfecto en justicia y la mismísima personificación del amor. Es nuestro Creador, Juez, Legislador y Rey. Toda dádiva buena y todo don perfecto vienen de él. (Salmo 100:3; Isaías 33:22; Santiago 1:17.)
2. ¿Qué implica la sujeción piadosa?
2 En vista de todos estos hechos, no puede haber duda de que estamos obligados a sujetarnos a Dios. Ahora bien, ¿qué significa esto para nosotros? Varias cosas. Como no podemos ver a Jehová Dios en persona, nuestra sujeción a él implica prestar atención a nuestra conciencia educada, cooperar con Su organización terrestre, reconocer el papel de las autoridades seglares y respetar el principio de jefatura dentro del círculo familiar.
Mantenga una buena conciencia
3. ¿A qué clase de prohibiciones tenemos que someternos para mantener una buena conciencia?
3 Para mantener una buena conciencia, tenemos que ser obedientes en asuntos que no se pueden imponer o exigir, es decir, leyes o principios que el hombre no puede hacer valer. Por ejemplo, las autoridades humanas no podían imponer el décimo mandamiento del Decálogo, que prohibía la codicia. A propósito, esta prohibición muestra el origen divino del Decálogo, pues ningún legislador humano habría dictado una ley que no hubiera podido hacer cumplir mediante sanciones en caso de que se desobedeciera. Mediante esta ley, Jehová Dios hizo que todo israelita que quisiera tener una buena conciencia fuera su propio policía. (Éxodo 20:17.) De igual manera, entre las obras de la carne que impiden heredar el Reino de Dios figuran los “celos” y las “envidias”, reacciones que ningún juez humano puede sancionar. (Gálatas 5:19-21.) Pero tenemos que evitarlas para mantener una buena conciencia.
4. ¿En conformidad con qué principios bíblicos tenemos que vivir a fin de mantener una buena conciencia?
4 Sí, debemos vivir en conformidad con los principios bíblicos. Estos pueden resumirse en los dos mandamientos que enunció Jesucristo en respuesta a la pregunta sobre cuál era el mayor mandamiento del código de Moisés. “Tienes que amar a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu mente. [...] Tienes que amar a tu prójimo como a ti mismo.” (Mateo 22:36-40.) Para aclarar lo que implica el segundo de estos mandamientos, Jesús dijo, según Mateo 7:12: “Por lo tanto, todas las cosas que quieren que los hombres les hagan, también ustedes de igual manera tienen que hacérselas a ellos; esto, de hecho, es lo que significan la Ley y los Profetas”.
5. ¿Cómo podemos mantener una buena relación con Jehová Dios?
5 Tenemos que hacer lo que sabemos que es propio y evitar lo que sabemos que es impropio, sea que otras personas nos vean o no. Y obramos así aunque tal vez pudiéramos salirnos con la nuestra no haciendo lo que deberíamos hacer o haciendo lo que deberíamos evitar. Significa mantener una buena relación con nuestro Padre celestial, teniendo presente la advertencia que el apóstol Pablo da en Hebreos 4:13: “No hay creación que no esté manifiesta a la vista de él, sino que todas las cosas están desnudas y abiertamente expuestas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta”. Si persistimos en hacer lo que es propio, podremos hacer frente a las artimañas del Diablo, resistir las presiones del mundo y luchar contra las tendencias egoístas que hemos heredado. (Compárese con Efesios 6:11.)
Sujeción a la organización de Dios
6. ¿Qué conductos de comunicación utilizó Jehová en tiempos precristianos?
6 Jehová Dios no nos ha concedido el derecho a decidir por nuestra cuenta cómo aplicar los principios bíblicos en la vida. Dios ha utilizado a seres humanos como conductos de comunicación desde el comienzo de la historia del hombre. Por ejemplo, Adán fue el vocero de Dios ante Eva. Él había recibido el mandato acerca del fruto prohibido antes de que ella fuera creada, de modo que Adán tuvo que informarle en cuanto a la voluntad de Dios para ella. (Génesis 2:16-23.) Noé sirvió de profeta de Dios para su familia y para el mundo antediluviano. (Génesis 6:13; 2 Pedro 2:5.) Abrahán fue el vocero de Dios ante su familia. (Génesis 18:19.) Moisés fue el profeta y conducto de comunicación de Dios para la nación de Israel. (Éxodo 3:15, 16; 19:3, 7.) Después de Moisés, Dios utilizó hasta los tiempos de Juan el Bautizante a muchos profetas, sacerdotes y reyes para comunicar Su voluntad a Su pueblo.
7, 8. a) ¿A quiénes se ha utilizado como voceros de Dios desde la venida del Mesías? b) ¿Qué exige de los testigos de Jehová hoy día la sujeción piadosa?
7 Cuando vino el Mesías, Jesucristo, tanto él como sus apóstoles y discípulos allegados sirvieron de voceros de Dios. Tiempo después, los fieles seguidores ungidos de Jesucristo habrían de ser un “esclavo fiel y discreto” que comunicaría al pueblo de Jehová cómo aplicar los principios bíblicos en su vida. La sujeción piadosa significa reconocer el instrumento que utiliza Jehová Dios. (Mateo 24:45-47; Efesios 4:11-14.)
8 Los hechos muestran que en la actualidad “el esclavo fiel y discreto” está asociado con los testigos de Jehová y lo representa el Cuerpo Gobernante de estos Testigos. El Cuerpo Gobernante, a su vez, nombra superintendentes para que sirvan en diversos puestos —ancianos y representantes viajantes— a fin de dirigir la obra a nivel local. La sujeción piadosa exige que todos los Testigos dedicados nos sometamos a estos superintendentes, como dice Hebreos 13:17: “Sean obedientes a los que llevan la delantera entre ustedes, y sean sumisos, porque ellos están velando por las almas de ustedes como los que han de rendir cuenta; para que ellos lo hagan con gozo y no con suspiros, por cuanto esto les sería gravemente dañoso a ustedes”.
Aceptemos la disciplina
9. ¿Qué implica con frecuencia la sujeción piadosa?
9 Con frecuencia la sujeción piadosa implica aceptar la disciplina de los superintendentes. Si nosotros mismos no nos disciplinamos lo suficiente, quizás necesitemos que nos aconsejen y disciplinen aquellos que tienen la debida experiencia y autoridad, como es el caso de nuestros ancianos de congregación. Es sabio aceptar esa disciplina. (Proverbios 12:15; 19:20.)
10. ¿Qué obligación tienen los que dan disciplina?
10 Por supuesto, los ancianos que disciplinan tienen que ser ejemplos de sujeción piadosa. ¿Cómo? Según Gálatas 6:1, no solo deben ser buenos consejeros, sino que han de ser ejemplares: “Hermanos, aunque un hombre dé algún paso en falso antes que se dé cuenta de ello, ustedes los que tienen las debidas cualidades espirituales traten de reajustar a tal hombre con espíritu de apacibilidad, vigilándote a ti mismo, por temor de que tú también seas tentado”. En otras palabras, el anciano tiene que obrar de acuerdo con el consejo que da. Esto armoniza con la exhortación de 2 Timoteo 2:24, 25 y Tito 1:9. Sí, los que censuran o corrigen deben tener mucho cuidado de nunca ser severos. Han de ser siempre apacibles y bondadosos, pero también firmes en apoyar los principios de la Palabra de Dios. Deben ser oidores imparciales, y reconfortar a los que se afanan y están cargados. (Compárese con Mateo 11:28-30.)
Sujeción a las autoridades superiores
11. ¿Qué se requiere de los cristianos en lo que respecta a las autoridades seglares?
11 La sujeción a Dios también requiere obediencia a las autoridades seglares. En Romanos 13:1 se nos aconseja: “Toda alma esté en sujeción a las autoridades superiores, porque no hay autoridad a no ser por Dios; las autoridades que existen están colocadas por Dios en sus posiciones relativas”. Ese consejo exige, entre otras cosas, que obedezcamos las leyes de tránsito y seamos concienzudos al pagar los impuestos y tributos, como dice el apóstol Pablo en Romanos 13:7.
12. ¿En qué sentido es relativa nuestra sujeción a César?
12 Es obvio que la sujeción a César tiene que ser relativa. Nunca pasemos por alto el principio que declaró Jesucristo registrado en Mateo 22:21: “Paguen a César las cosas de César, pero a Dios las cosas de Dios”. Una nota acerca de Romanos 13:1 que aparece en la obra Oxford NIV [New International Version] Scofield Study Bible dice: “Esto no significa que la persona tiene que obedecer reglamentos inmorales ni anticristianos. En esos casos su deber es obedecer a Dios más bien que a los hombres (Hechos 5:29; compárese con Daniel 3:16-18; 6:10 y los vv. siguientes)”.
Sujeción piadosa dentro del círculo familiar
13. ¿Qué exige de todo miembro de la familia la sujeción piadosa?
13 El esposo y padre es el cabeza de la familia. Este hecho exige que la esposa preste atención al consejo de Efesios 5:22, 23: “Que las esposas estén en sujeción a sus esposos como al Señor, porque el esposo es cabeza de su esposa como el Cristo también es cabeza de la congregación”.a Los hijos tampoco fijan sus propias reglas, sino que deben sujeción piadosa tanto al padre como a la madre, según explica Pablo en Efesios 6:1-3: “Hijos, sean obedientes a sus padres en unión con el Señor, porque esto es justo: ‘Honra a tu padre y a tu madre’; que es el primer mandato con promesa: ‘Para que te vaya bien y dures largo tiempo sobre la tierra’”.
14. ¿Qué exige de los cabezas de familia la sujeción piadosa?
14 Claro está, a la esposa y a los hijos les resulta más fácil estar en sujeción piadosa cuando el esposo y padre también lo está. Y él se mantiene en sujeción cuando ejerce su jefatura de acuerdo con los principios bíblicos, como los que se hallan en Efesios 5:28, 29 y Ef 6:4: “De esta manera los esposos deben estar amando a sus esposas como a sus propios cuerpos. El que ama a su esposa, a sí mismo se ama, porque nadie jamás ha odiado a su propia carne; antes bien, la alimenta y la acaricia, como también el Cristo hace con la congregación”. “Padres, no estén irritando a sus hijos, sino sigan criándolos en la disciplina y regulación mental de Jehová.”
Ayudas para estar en sujeción piadosa
15. ¿Qué fruto del espíritu nos ayudará a estar en sujeción piadosa?
15 ¿Qué nos ayudará a estar en sujeción piadosa en estos diversos campos? En primer lugar está el amor altruista: amor a Jehová Dios y a los que él ha nombrado sobre nosotros. Primera de Juan 5:3 nos dice: “Esto es lo que el amor de Dios significa: que observemos sus mandamientos; y, sin embargo, sus mandamientos no son gravosos”. Además, según Juan 14:15, Jesús dijo: “Si ustedes me aman, observarán mis mandamientos”. Sí, el amor —el primer fruto del espíritu— nos ayudará a apreciar todo lo que Jehová ha hecho por nosotros y, por lo tanto, a estar en sujeción piadosa. (Gálatas 5:22.)
16. ¿Cómo nos ayuda el temor piadoso a sujetarnos a Dios?
16 En segundo lugar está el temor piadoso. El que temamos desagradar a Jehová Dios nos ayudará porque “significa odiar lo malo”. (Proverbios 8:13.) Sin lugar a dudas, el temor de desagradar a Jehová impedirá que transijamos por temor al hombre. También nos ayudará a obedecer las instrucciones de Dios prescindiendo de las dificultades que tengamos que superar. Además, nos protegerá de ceder ante las tentaciones o malas inclinaciones. Las Escrituras muestran que fue el temor a Jehová lo que hizo que Abrahán intentara ofrecer como sacrificio a su amado hijo Isaac, y fue el temor de desagradar a Jehová lo que ayudó a José a resistir las proposiciones inmorales de la esposa de Potifar. (Génesis 22:12; 39:9.)
17. ¿Qué papel desempeña la fe en nuestra sujeción piadosa?
17 Una tercera ayuda es la fe en Jehová Dios. Esta nos permitirá seguir el consejo de Proverbios 3:5, 6: “Confía en Jehová con todo tu corazón, y no te apoyes en tu propio entendimiento. En todos tus caminos tómalo en cuenta, y él mismo hará derechas tus sendas”. La fe nos ayudará en especial cuando nos parezca que estamos sufriendo injustamente o cuando pensemos que se nos ha discriminado por nuestra raza o nacionalidad, o por algún conflicto de personalidades. Puede que algunos crean que se ha cometido una injusticia con ellos al no recomendárseles para ser ancianos o siervos ministeriales. Si tenemos fe, esperaremos que Jehová enderece los asuntos a su debido tiempo. Mientras tanto, quizás tengamos que cultivar paciencia y aguante. (Lamentaciones 3:26.)
18. ¿Cuál es la cuarta ayuda para estar en sujeción piadosa?
18 Una cuarta ayuda es la humildad. Al humilde no se le hace difícil estar en sujeción piadosa, porque ‘su humildad mental lo lleva a considerar a los demás superiores a él’. El humilde está dispuesto a portarse como “uno de los menores”. (Filipenses 2:2-4; Lucas 9:48.) Pero la persona orgullosa se resiente de estar en sujeción y se irrita debido a ello. Se ha dicho que el orgulloso prefiere que lo arruine la alabanza a que lo salve la crítica.
19. ¿Qué buen ejemplo de humildad dio un ex presidente de la Sociedad Watch Tower?
19 Joseph Rutherford, segundo presidente de la Sociedad Watch Tower Bible and Tract, dio un buen ejemplo de humildad y sujeción piadosa. Cuando Hitler proscribió la obra de los testigos de Jehová en Alemania, ellos escribieron al hermano Rutherford y le preguntaron qué deberían hacer en vista de que se habían proscrito las reuniones y la predicación. Él transmitió el mensaje a la familia Betel y confesó francamente que no sabía qué responder a los hermanos alemanes, en particular debido a las severas sanciones implicadas. Comentó que si alguien sabía qué decirles, que, por favor, se lo comunicara. ¡Qué humildad!b
Beneficios de estar en sujeción piadosa
20. ¿Qué bendiciones recibirán los que se mantienen en sujeción piadosa?
20 Bien se pudiera plantear la pregunta: ¿Qué beneficios se derivan de estar en sujeción piadosa? Muchísimos. Evitamos las inquietudes y frustraciones que afligen a los que obran de manera independiente. Disfrutamos de una buena relación con Jehová Dios. Tenemos las mejores compañías: nuestros hermanos cristianos. Además, al obrar en conformidad con las leyes, evitamos problemas innecesarios con las autoridades seglares. También gozamos de una vida de familia feliz, como esposos y esposas, como padres e hijos. Asimismo, si nos mantenemos en sujeción piadosa, obraremos en conformidad con el consejo de Proverbios 27:11: “Sé sabio, hijo mío, y regocija mi corazón, para que pueda responder al que me está desafiando con escarnio”.
[Notas a pie de página]
a Mientras hablaba con un ministro precursor soltero, otro precursor alabó el respeto que su esposa le mostraba, así como su apoyo amoroso. El soltero pensó que su amigo también debía haber dicho algo sobre las demás cualidades de su esposa. Años después, cuando el precursor soltero se casó, se dio cuenta de lo importante que es para la felicidad matrimonial el que la esposa dé apoyo amoroso.
b Después de mucha oración y estudio de la Palabra de Dios, Joseph Rutherford vio claramente la respuesta que debería dar a los hermanos de Alemania. No le tocaba a él decirles lo que deberían o no deberían hacer. Ellos tenían la Palabra de Dios, que les decía exactamente qué hacer en cuanto a las reuniones y la testificación. De modo que los hermanos alemanes empezaron a trabajar en la clandestinidad, pero siguieron obedeciendo los mandatos de Jehová de reunirse y dar testimonio de Su nombre y Su Reino.
Preguntas de repaso
◻ ¿A qué hombres ha utilizado Dios como conductos de comunicación, y qué les deben Sus siervos a estos hombres?
◻ ¿A qué diversas relaciones aplica la sujeción piadosa?
◻ ¿Qué cualidades nos ayudarán a mostrar sujeción piadosa?
◻ ¿Qué bendiciones recibiremos si estamos en sujeción piadosa?
[Fotografías en la página 18]
Campos en que podemos mostrar que estamos en sujeción piadosa
[Ilustración en la página 16]
Dios utilizó la organización del templo de Jerusalén para comunicar su voluntad a su pueblo