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Un profeta de Dios ilumina a la humanidadLas profecías de Isaías, una luz para toda la humanidad II
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Capítulo 1
Un profeta de Dios ilumina a la humanidad
1, 2. ¿Qué circunstancias actuales causan gran inquietud a muchos?
EN LA época que nos ha tocado vivir, el hombre parece tener prácticamente todo a su alcance. La navegación espacial, la informática, la ingeniería genética y otras técnicas revolucionarias le han abierto nuevas posibilidades, que le hacen concebir esperanzas de disfrutar de una vida mejor, e incluso más larga.
2 Ahora bien, ¿nos han permitido tales adelantos prescindir de las cerraduras de las puertas? ¿Han eliminado la amenaza de la guerra? ¿Han curado las enfermedades o suprimido el dolor de perder a un ser querido? No. El progreso humano, por notable que sea, es limitado. “Hemos resuelto cómo llegar a la luna, cómo fabricar chips [...] cada vez más potentes y cómo trasplantar genes humanos —indica un informe del Instituto Worldwatch—. Pero no hemos sido capaces de abastecer de agua potable a 1.000 millones de personas, reducir la desaparición de miles de especies o satisfacer nuestras necesidades de energía sin desestabilizar la atmósfera de la tierra.” No es de extrañar que muchos miren al futuro con inquietud, sin saber adónde acudir en busca de consuelo y esperanza.
3. ¿Qué situación existía en la Judá del siglo VIII a.E.C.?
3 La situación actual guarda semejanza con la que afrontó el pueblo de Dios en el siglo VIII a.E.C. En aquel entonces, Dios comisionó a su siervo Isaías para que transmitiera un mensaje de consuelo a los habitantes de Judá. Lo necesitaban desesperadamente, pues la nación atravesaba una etapa muy turbulenta. El cruel Imperio asirio pronto amenazaría al país, sembrando el pánico entre la población. ¿Dónde podía buscar la salvación el pueblo de Dios? Aunque el nombre de Jehová estaba en su boca, preferían confiar en el hombre (2 Reyes 16:7; 18:21).
La luz brilla en la oscuridad
4. ¿Qué dos aspectos abarcaba el mensaje que debía proclamar Isaías?
4 La rebeldía de Judá desencadenaría la destrucción de Jerusalén y el exilio de los habitantes de Judá a Babilonia. Se aproximaban tiempos oscuros. Jehová comisionó a su profeta Isaías para que predijera este período sombrío, pero también le mandó proclamar buenas nuevas. Tras setenta años de destierro, los judíos serían liberados de Babilonia. Un resto regresaría con gozo a Sión y tendría el privilegio de restaurar la adoración pura en ese lugar. Con este mensaje alegre transmitido mediante su profeta, Jehová haría brillar la luz en medio de las tinieblas.
5. ¿Por qué reveló Jehová sus propósitos con tanta antelación?
5 La desolación de Judá no se produjo sino hasta más de cien años después de la escritura de las profecías de Isaías. ¿Por qué reveló Jehová sus propósitos con tanta antelación? ¿Acaso no morirían mucho antes del cumplimiento de las profecías los que escucharon personalmente a Isaías proclamarlas? Así es. No obstante, gracias a las revelaciones que le dio Jehová a Isaías, quienes estuvieran vivos cuando Jerusalén fuese destruida, en 607 a.E.C., tendrían por escrito aquellos mensajes proféticos. Estos les demostrarían de forma irrefutable que Jehová es “Aquel que declara desde el principio el final, y desde hace mucho las cosas que no se han hecho” (Isaías 46:10; 55:10, 11).
6. ¿En qué sentido es Jehová superior a los vaticinadores humanos?
6 Jehová es el único que puede hacer con justicia dicha afirmación. Algunas personas vaticinan el futuro inmediato basándose en su percepción del clima político y social de su día. Pero solo Jehová puede prever con certeza absoluta lo que sucederá en cualquier momento, aunque sea del futuro distante. También puede facultar a sus siervos para que predigan los acontecimientos mucho antes de que tengan lugar. La Biblia asegura: “El Señor Soberano Jehová no hará ni una cosa a no ser que haya revelado su asunto confidencial a sus siervos los profetas” (Amós 3:7).
¿Cuántos “Isaías” hubo?
7. ¿Qué han puesto en duda muchos eruditos respecto a la escritura de Isaías, y por qué?
7 La cuestión de las profecías ha llevado a muchos eruditos a poner en duda que Isaías escribiera todo el libro que lleva su nombre. Tales críticos insisten en que la última parte tuvo que haberla compuesto un escritor del siglo VI a.E.C., durante el exilio babilónico o después de este. Según ellos, las profecías de la desolación de Judá se escribieron después de su cumplimiento y, por lo tanto, no fueron verdaderas predicciones. Estos críticos también señalan que a partir del capítulo 40 se presenta a Babilonia como la potencia dominante y a los israelitas como cautivos que vivían en ella. Así pues, deducen que esta última parte del libro tuvo que haberse redactado en aquella época, durante el siglo VI a.E.C. ¿Tiene base sólida dicho argumento? De ningún modo.
8. ¿Cuándo empezó a cuestionarse que Isaías hubiera escrito el libro completo, y cómo se difundió la idea?
8 Fue en el siglo XII de nuestra era, con el comentarista judío Abraham Ibn Ezra, cuando empezó a cuestionarse que Isaías hubiera escrito el libro completo. La Encyclopaedia Judaica dice: “En su comentario sobre Isaías, [Abraham Ibn Ezra] atribuye la segunda mitad, que se inicia en el capítulo 40, a un profeta que vivió durante el exilio babilónico y la fase inicial del regreso a Sión”. Durante los siglos XVIII y XIX adoptaron las ideas de Ibn Ezra varios autores, entre ellos el teólogo alemán Johann Christoph Döderlein, que publicó su obra exegética sobre Isaías en 1775, con una segunda edición en 1789. La obra New Century Bible Commentary (Comentario bíblico del nuevo siglo) indica: “Hoy en día, todos los eruditos, excepto los más conservadores, aceptan la hipótesis de Döderlein [...] de que las profecías de los capítulos 40 a 66 del libro de Isaías no son palabras del profeta Isaías del siglo VIII, sino que pertenecen a un período posterior”.
9. a) ¿Qué fragmentación ha sufrido el libro de Isaías? b) Según un comentarista bíblico, ¿a qué ha llevado la polémica en torno a la escritura de Isaías?
9 No obstante, las dudas sobre el escritor de este libro profético no acabaron ahí. La teoría del segundo Isaías —o Deutero-Isaías— dio paso a la idea de que pudo haber un tercer escritor.a Después el libro siguió fragmentándose aún más. Así, un biblista atribuye los Isa capítulos 15 y 16 a un profeta anónimo, y otro cuestiona la identidad del redactor de los Isa capítulos 23 a 27. Otro especialista afirma que Isaías no pudo haber escrito los Isa capítulos 34 y 35, y la razón que esgrime para ello es que se parecen mucho en su contenido a los Isa capítulos 40 a 66, que ya se han atribuido a un escritor distinto del Isaías del siglo VIII. El comentarista bíblico Charles C. Torrey resume así el resultado de estos razonamientos: “El que fue el gran ‘Profeta del Exilio’ ha quedado reducido a una figura insignificante, y está prácticamente sepultado bajo un revoltijo de fragmentos”. Pero no todos los entendidos aceptan tal fragmentación del libro de Isaías.
Pruebas de que hubo un solo escritor
10. Dé un ejemplo de que el uso constante de ciertas expresiones demuestra que el libro de Isaías tuvo un solo escritor.
10 Existen razones de peso para mantener que el libro de Isaías es obra de un solo escritor. Una de ellas es el uso constante de ciertas expresiones. Por ejemplo, el apelativo divino “el Santo de Israel” aparece doce veces en los Isa capítulos 1 a 39 del libro, y trece veces en los Isa capítulos 40 a 66. Sin embargo, en el resto de las Escrituras Hebreas solo se emplea en seis ocasiones. El uso repetido de esta designación, infrecuente en los demás libros, es una prueba a favor de que hubo un único escritor.
11. ¿Qué similitudes hay entre los capítulos 1 a 39 y 40 a 66 de Isaías?
11 Hay otras similitudes entre los Isa capítulos 1 a 39 y 40 a 66. En ambas secciones se utilizan con frecuencia las mismas figuras retóricas, como la de una mujer con dolores de parto y un “camino” o una “calzada”.b También se hace referencia a “Sión” repetidamente: veintinueve veces en los Isa capítulos 1 a 39 y dieciocho en los Isa capítulos 40 a 66. De hecho, en Isaías se menciona a Sión en más ocasiones que en cualquier otro libro de la Biblia. Tales pruebas, según The International Standard Bible Encyclopedia, “imprimen al libro una individualidad que sería difícil de explicar” si hubiera tenido dos, tres o más escritores.
12, 13. ¿Cómo prueban las Escrituras Griegas Cristianas que el libro de Isaías fue obra de un solo escritor?
12 La principal prueba de que Isaías fue obra de un solo escritor se encuentra en otros libros inspirados: las Escrituras Griegas Cristianas. Estas indican claramente que los cristianos del siglo primero creían que el profeta había compuesto la totalidad del libro. Lucas, por ejemplo, habla de un funcionario etíope que estaba leyendo parte de lo que ahora constituye el capítulo 53 de Isaías, el cual, según los críticos modernos, se debe a la pluma del Deutero-Isaías. Sin embargo, Lucas dice que el etíope “leía en voz alta al profeta Isaías” (Hechos 8:26-28).
13 Otro ejemplo lo hallamos en el evangelista Mateo, quien explica que el ministerio de Juan el Bautista cumplió las palabras proféticas que ahora leemos en Isaías 40:3. ¿A quién atribuye Mateo la profecía? ¿A un Deutero-Isaías desconocido? No. Él identificó al escritor sencillamente como “Isaías el profeta”c (Mateo 3:1-3). En otra ocasión, Jesús tomó un rollo y leyó las palabras que actualmente aparecen en Isaías 61:1, 2. Lucas indica en su relato que “se le dio el rollo del profeta Isaías” (Lucas 4:17). En su carta a los Romanos, Pablo cita tanto de las primeras secciones como de las últimas del libro profético, y en ningún momento da a entender siquiera que no las haya redactado una misma persona: Isaías (Romanos 10:16, 20; 15:12). Es obvio, pues, que los cristianos del siglo primero no creían que el libro de Isaías fuera obra de dos, tres o más escritores.
14. ¿Cómo ayudan los Rollos del mar Muerto a esclarecer la cuestión de la escritura de Isaías?
14 Veamos también el testimonio de los Rollos del mar Muerto. Muchos de estos documentos antiguos son anteriores a Jesucristo. El manuscrito conocido como el Rollo de Isaías, que data del siglo II a.E.C., refuta la afirmación de los críticos de que un Deutero-Isaías asumió la escritura del libro a partir del capítulo 40. ¿Cómo rebate esa alegación? En este documento antiguo, lo que ahora conocemos como el capítulo 40 empieza en la última línea de una columna, y la oración inicial concluye en la columna siguiente. Está claro que el copista no tenía conocimiento de que en ese punto del libro hubiese un supuesto cambio de escritor o división.
15. ¿Qué dice el historiador judío del siglo I Flavio Josefo sobre las profecías de Isaías relativas a Ciro?
15 Por último, examinemos el testimonio del historiador judío del siglo I Flavio Josefo. Este no solo señala que las profecías de Isaías acerca de Ciro se escribieron en el siglo VIII a.E.C., sino también que aquel monarca estaba al tanto de su contenido. “Ciro conoció esto al leer el libro en que Isaías emitió profecías relativas a él y que su autor había legado doscientos diez años antes”, escribe Josefo. Según él, es posible que el conocimiento de tales profecías incluso haya contribuido a la buena disposición de Ciro para enviar a los judíos de regreso a su patria, pues señala que a este rey “lo embargó una suerte de ímpetu y pasión por cumplir lo escrito” (Antigüedades Judías, libro XI, cap. I, sec. 2 [5, 6]).
16. ¿Qué puede decirse sobre la conclusión que extraen los críticos del hecho de que en la última parte de Isaías se presenta a Babilonia como la potencia dominante?
16 Como ya se ha mencionado, muchos críticos señalan que del capítulo 40 en adelante se habla de Babilonia como el imperio dominante y de los israelitas como si ya estuvieran en el exilio. ¿No indica esto que el escritor vivió en el siglo VI a.E.C.? No necesariamente. Hay que tener en cuenta que aun antes del capítulo 40 se presenta a veces a Babilonia como la potencia mundial dominante. Por ejemplo, en Isaías 13:19 se la llama “la decoración de reinos” o, como lo traduce la Versión Reina-Valera Actualizada, “el más hermoso de los reinos”. Estas palabras son claramente proféticas, ya que Babilonia no se convirtió en potencia mundial hasta más de un siglo después. Un crítico “resuelve” esta aparente dificultad afirmando que el capítulo 13 de Isaías pertenece a otro escritor. Pero lo cierto es que en las profecías bíblicas es bastante común que se hable de sucesos futuros como si ya hubieran tenido lugar. Este recurso literario recalca de forma eficaz la certeza del cumplimiento de la profecía en cuestión (Revelación [Apocalipsis] 21:5, 6). En realidad, el Dios de la profecía verdadera es el único que puede afirmar: “Nuevas cosas anuncio. Antes que empiecen a brotar, hago que ustedes las oigan” (Isaías 42:9).
Un libro de profecías confiables
17. ¿Cómo se explica el cambio de estilo a partir del capítulo 40?
17 ¿A qué conclusión llevan las pruebas mencionadas? A que Isaías tuvo un solo escritor, que fue inspirado por Dios. El libro completo se ha conservado a lo largo de los siglos como una sola obra, no dos ni más. Algunos pudieran alegar que su estilo varía ligeramente a partir del capítulo 40. Pero recordemos que Isaías fue profeta de Dios durante un mínimo de cuarenta y seis años. Es de esperar que en ese intervalo cambiara el contenido de su mensaje, así como su manera de expresarlo. Jehová no comisionó a Isaías tan solo para pronunciar serias advertencias de juicio, sino también para transmitir Sus palabras: “Consuelen, consuelen a mi pueblo” (Isaías 40:1). El pueblo con el que Dios había establecido su pacto recibiría verdadero consuelo de su promesa de que, tras setenta años de destierro, los judíos serían repatriados.
18. ¿Qué tema del libro de Isaías se trata en este volumen?
18 La liberación de los judíos del cautiverio babilónico constituye el tema de muchos de los capítulos de Isaías que se tratan en este volumen.d Varias profecías tienen un cumplimiento moderno, como veremos. Además, en el libro de Isaías encontramos emocionantes predicciones que se cumplieron en la vida —y la muerte— del Hijo unigénito de Dios. Verdaderamente, el estudio de las trascendentales profecías que contiene Isaías beneficiará a los siervos de Dios y a otras personas de todas las naciones. Tales profecías son, en efecto, una luz para toda la humanidad.
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Confortadoras palabras proféticas que nos conciernenLas profecías de Isaías, una luz para toda la humanidad II
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Capítulo 2
Confortadoras palabras proféticas que nos conciernen
1. ¿Por qué deberían interesarnos las profecías de Isaías?
AUNQUE Isaías redactó el libro que lleva su nombre hace casi tres mil años, su contenido es de gran valor para nosotros. De los sucesos históricos que refirió el profeta, aprendemos principios fundamentales, y mediante el estudio de las profecías que puso por escrito en nombre de Jehová, fortalecemos nuestra fe. En efecto, Isaías fue profeta del Dios vivo, quien lo inspiró para escribir historia de antemano, para relatar los hechos antes de que tuvieran lugar. De esta forma, Jehová demostró que puede tanto predecir el futuro como determinarlo. El estudio del libro de Isaías deja convencido al cristiano verdadero de que Jehová cumplirá todas sus promesas.
2. ¿Qué situación reinaba en Jerusalén cuando Isaías puso por escrito su libro profético, pero qué cambio iba a darse?
2 Cuando Isaías terminó de redactar sus profecías, Jerusalén había sobrevivido a la amenaza asiria, el templo seguía en pie y la gente se ocupaba de sus quehaceres diarios tal y como lo había hecho por siglos. No obstante, la situación iba a cambiar. Llegaría el día en que las riquezas de los reyes judíos serían llevadas a Babilonia, y algunos jóvenes judíos servirían como oficiales de la corte en esa ciudada (Isaías 39:6,7). Todo esto ocurriría más de cien años después (2 Reyes 24:12-17; Daniel 1:19).
3. ¿Qué mensaje contiene el capítulo 41 de Isaías?
3 Ahora bien, el mensaje divino que transmitió Isaías no se limitaba a anunciar calamidades. El capítulo 40 de su libro comienza con la palabra “consuelen”.b Los judíos se consolarían con la promesa de que ellos o sus hijos podrían regresar a su tierra natal. El capítulo 41 prosigue con este mensaje confortador y predice que Jehová levantaría a un rey poderoso que llevaría a cabo Su voluntad. Este capítulo contiene palabras tranquilizadoras y exhortaciones a confiar en Dios. También destaca la impotencia de los dioses falsos en los que confían las naciones. Todo ello contribuyó a fortalecer la fe en los tiempos de Isaías y también puede hacerlo en los nuestros.
Jehová desafía a las naciones
4. ¿Con qué palabras desafía Jehová a las naciones?
4 Jehová exclama mediante su profeta: “Atiendan a mí en silencio, oh islas; y recobren el poder los grupos nacionales mismos. Que se aproximen. Que hablen en aquel tiempo. Acerquémonos juntos para el juicio mismo” (Isaías 41:1). Con estas palabras, Jehová desafía a las naciones que se oponen a su pueblo. ¡Que comparezcan ante él y se preparen para hablar! Como veremos más adelante, Jehová, cual juez de un tribunal, exige a dichas naciones que presenten pruebas de que sus ídolos son dioses verdaderos. ¿Pueden estas deidades predecir salvación para sus adoradores o condenación para sus enemigos? Y si lo hacen, ¿pueden cumplir tales profecías? La respuesta es no. Solo Jehová tiene esa capacidad.
5. Dé un ejemplo de que las profecías de Isaías tienen más de un cumplimiento.
5 Al analizar las profecías de Isaías debemos tener en cuenta que, como tantas otras de la Biblia, tienen más de un cumplimiento. En el año 607 a.E.C., Judá será desterrada a Babilonia. Sin embargo, Isaías revela que Jehová la liberará del cautiverio. Dicha liberación, que aconteció en 537 a.E.C., tuvo un paralelo a comienzos del siglo XX. Durante la I Guerra Mundial, los siervos terrestres ungidos de Jehová pasaron por un período de tribulación. En 1918, la presión del mundo de Satanás —instigada por la cristiandad, la parte principal de Babilonia la Grande— prácticamente detuvo la predicación organizada de las buenas nuevas (Revelación [Apocalipsis] 11:5-10). A algunos miembros destacados de la Sociedad Watch Tower les imputaron cargos falsos y los encarcelaron. Para los efectos, el mundo había triunfado en su batalla contra los siervos de Dios. Pero, tal como en el año 537 a.E.C., Jehová inesperadamente los liberó. En 1919 salieron de la prisión, y más adelante se retiraron los cargos formulados contra ellos. En una asamblea celebrada en Cedar Point (Ohio, E.U.A.) en septiembre de 1919, los siervos de Jehová cobraron fuerzas para reanudar la predicación de las buenas nuevas del Reino (Revelación 11:11, 12). A partir de entonces, el alcance de dicha obra ha aumentado de forma considerable. Buena parte de las palabras de Isaías tendrán, además, un extraordinario cumplimiento en la venidera Tierra paradisíaca. Por consiguiente, las profecías que Isaías pronunció en la antigüedad conciernen a todos los pueblos y naciones de nuestros días.
Dios hace surgir un libertador
6. ¿Cómo describe el profeta a un futuro conquistador?
6 Jehová vaticina mediante Isaías el surgimiento de un conquistador que salvará de Babilonia a los siervos de Dios y ejecutará Su decreto contra los enemigos de estos. Jehová pregunta: “¿Quién ha suscitado a alguien desde el naciente? ¿Quién procedió en justicia a llamarlo a Sus pies, para dar delante de él las naciones, y para hacer que él vaya sojuzgando hasta a reyes? ¿Quién siguió dándolos como polvo a su espada, de manera que han sido impelidos de acá para allá como simple rastrojo con su arco? ¿Quién siguió yendo tras ellos, siguió pasando adelante pacíficamente a pie por la senda por la cual no procedió a venir? ¿Quién ha estado activo y ha hecho esto, y ha llamado a las generaciones desde el comienzo? Yo, Jehová, el Primero; y con los últimos soy lo mismo” (Isaías 41:2-4).
7. ¿Quién es el futuro conquistador, y qué logra?
7 ¿A quién se levanta desde el naciente, desde las regiones orientales? Al este de Babilonia se encuentran los países de Medopersia y Elam, desde los cuales marcha Ciro el persa con sus poderosos ejércitos (Isaías 41:25; 44:28; 45:1-4, 13; 46:11). Aunque él no adora a Jehová, el Dios justo, obra en armonía con Su voluntad. Ciro somete reyes, y estos quedan esparcidos como polvo ante él. En su ansia de conquista, pasa “pacíficamente”, o sin sufrir daño, por sendas no muy transitadas, superando todo obstáculo. En el año 539 a.E.C. llega a la poderosa ciudad de Babilonia y la toma. Como consecuencia, el pueblo de Dios es liberado y puede regresar a Jerusalén para restaurar la adoración pura (Esdras 1:1-7).c
8. ¿Qué es lo que solo Jehová puede hacer?
8 De modo que a través de Isaías, Jehová predice la aparición del rey Ciro mucho antes de que este nazca. Nadie más que el Dios verdadero tiene la capacidad de profetizar tal cosa con exactitud. Ninguno de los dioses falsos de las naciones lo iguala. Con razón Jehová afirma: “A ningún otro daré yo mi propia gloria”. Solo él puede afirmar con justicia: “Yo soy el primero y yo soy el último, y fuera de mí no hay Dios” (Isaías 42:8; 44:6, 7).
Los pueblos se atemorizan y confían en los ídolos
9-11. ¿Cómo reaccionan las naciones ante el avance de Ciro?
9 Isaías describe ahora la reacción de las naciones ante este futuro conquistador: “Las islas vieron y empezaron a temer. Las mismísimas extremidades de la tierra empezaron a temblar. Se acercaron y siguieron viniendo. Se pusieron a ayudar cada cual a su compañero, y uno decía a su hermano: ‘Sé fuerte’. De manera que el artífice se puso a fortalecer al metalario; el que alisa con el martillo de fragua al que martilla en el yunque, diciendo respecto a la soldadura: ‘Está bien’. Por fin, uno lo aseguró con clavos para que no se le pudiera hacer tambalear” (Isaías 41:5-7).
10 Jehová examina la escena mundial con unos doscientos años de anticipación. Los poderosos ejércitos de Ciro avanzan con rapidez, venciendo a cuantos les ofrecen resistencia. Todos los pueblos tiemblan ante su proximidad, aun los habitantes de las islas, de los lugares más apartados. Llenos de miedo, se unen para oponerse al que Jehová ha llamado del este para ejecutar Su sentencia. Intentan animarse unos a otros diciéndose: “Sé fuerte”.
11 Los artífices trabajan en equipo para fabricar imágenes de dioses que libren al pueblo del peligro. El carpintero construye un armazón de madera y le pide al orfebre que lo recubra de metal, quizás oro. El escultor alisa el metal con el martillo y se muestra conforme con la soldadura. Tal vez con cierto sarcasmo se indica que aseguran el ídolo con clavos para darle solidez y que no se tambalee, como la imagen de Dagón, que cayó de bruces ante el arca de Jehová (1 Samuel 5:4).
No teman
12. ¿Qué palabras tranquilizadoras dirige Jehová a Israel?
12 Ahora Jehová se dirige a su pueblo. A diferencia de las naciones que confían en los ídolos sin vida, los que confían en el Dios verdadero no tienen por qué sentir miedo nunca. Las tranquilizadoras palabras de Jehová se inician con el recordatorio de que Israel es la prole de su amigo Abrahán. En un pasaje cargado de ternura, Isaías transmite Su mensaje: “Tú, oh Israel, eres mi siervo, tú, oh Jacob, a quien he escogido, la descendencia de Abrahán, mi amigo; tú, a quien he asido desde las extremidades de la tierra, y tú, a quien he llamado hasta de las partes remotas de ella. Y por eso te dije: ‘Tú eres mi siervo; te he escogido, y no te he rechazado. No tengas miedo, porque estoy contigo. No mires por todos lados, porque soy tu Dios. Yo ciertamente te fortificaré. Yo cierta y verdaderamente te ayudaré. Sí, yo verdaderamente te mantendré firmemente asido con mi diestra de justicia’” (Isaías 41:8-10).
13. ¿Por qué consolarán a los judíos cautivos las palabras de Jehová?
13 Sin duda tales palabras consolarán a los judíos cuando estén cautivos en una tierra extranjera. Les dará mucho ánimo escuchar a Jehová llamarlos “mi siervo” en un momento en el que son exiliados, siervos del rey de Babilonia (2 Crónicas 36:20). Aunque Dios los disciplinará por su infidelidad, no los rechazará. Israel pertenece a Jehová, no a aquella nación. No habrá motivo para que el pueblo de Dios tiemble ante la cercanía del conquistador Ciro. Jehová estará con ellos y los ayudará.
14. ¿Cómo consuelan hoy a los siervos de Dios las palabras de Jehová a Israel?
14 Esas palabras han tranquilizado y fortalecido a los siervos de Dios hasta el día de hoy. En 1918 anhelaban conocer cuál era la voluntad de Jehová para ellos. Ansiaban ser liberados de su cautiverio espiritual. En la actualidad estamos deseosos de que se nos libere de las presiones a las que nos someten Satanás, el mundo y nuestra propia imperfección. Pero entendemos que Jehová sabe precisamente cuándo y cómo debe intervenir en favor de su pueblo. Como niños, nos asimos de su poderosa mano, con plena confianza en que nos ayudará (Salmo 63:7, 8). Jehová estima mucho a los que le sirven. Hoy apoya a su pueblo como lo hizo durante el difícil período de 1918-1919 y como apoyó a los israelitas fieles del pasado.
15, 16. a) ¿Qué les sucederá a los enemigos de Israel, y en qué sentido se parece este a un gusano? b) ¿Qué ataque inminente hace que las palabras de Jehová resulten muy animadoras hoy?
15 Veamos lo que Jehová agrega mediante Isaías: “¡Mira! Todos los que se acaloran contra ti se avergonzarán y serán humillados. Los hombres que tienen una riña contigo llegarán a ser como nada, y perecerán. Los buscarás, pero no los hallarás, a aquellos hombres que están en una lucha contigo. Llegarán a ser como algo inexistente y como nada, aquellos hombres que están en guerra contra ti. Porque yo, Jehová tu Dios, tengo agarrada tu diestra, Aquel que te dice: ‘No tengas miedo. Yo mismo ciertamente te ayudaré’. No tengas miedo, gusano Jacob, ustedes los hombres de Israel. Yo mismo ciertamente te ayudaré —es la expresión de Jehová, aun tu Recomprador, el Santo de Israel—” (Isaías 41:11-14).
16 Los enemigos de Israel no prevalecerán. Los que se acaloran contra él quedarán avergonzados y los que luchan contra él perecerán. Aunque los israelitas cautivos parezcan débiles e indefensos como un gusano que se arrastra por el suelo, Jehová los ayudará. Estas palabras han infundido ánimo a los cristianos verdaderos, que han afrontado la hostilidad tenaz de muchas personas del mundo durante “los últimos días” (2 Timoteo 3:1). Y ante la inminencia del ataque de Satanás, a quien se llama en una profecía “Gog de la tierra de Magog”, la promesa de Jehová los fortalece sobremanera. Cuando Gog lance su violento ataque contra el pueblo de Dios —que ‘mora sin muro, y no tiene siquiera barra y puertas’—, este parecerá tan indefenso como un gusano. Sin embargo, los que confíen en Jehová no tendrán por qué temblar de miedo. El Todopoderoso luchará en su favor y los librará (Ezequiel 38:2, 11, 14-16, 21-23; 2 Corintios 1:3).
Consuelo para Israel
17, 18. ¿Cómo describe Isaías la forma en que se fortalece a Israel, y qué cumplimiento está garantizado?
17 Jehová sigue consolando a su pueblo del siguiente modo: “¡Mira! He hecho de ti un trillo, un nuevo instrumento trillador que tiene dientes de dos filos. Pisotearás las montañas y las triturarás; y reducirás las colinas como a tamo. Las aventarás, y un viento mismo se las llevará, y un viento de tempestad mismo las impelerá en diferentes direcciones. Y tú mismo estarás gozoso en Jehová. En el Santo de Israel te jactarás acerca de ti mismo” (Isaías 41:15, 16).
18 Israel recibirá fuerzas para tomar la ofensiva y, en sentido espiritual, subyugar a sus adversarios, que son comparables a montañas. Cuando Israel regrese del exilio, triunfará sobre los enemigos que intenten impedir la reconstrucción del templo y los muros de Jerusalén (Esdras 6:12; Nehemías 6:16). No obstante, las palabras de Jehová se cumplirán a gran escala en “el Israel de Dios” (Gálatas 6:16). Jesús promete a los cristianos ungidos: “Al que venza y observe mis hechos hasta el fin, le daré autoridad sobre las naciones, y pastoreará a la gente con vara de hierro, de modo que serán hechos pedazos como vasos de barro, como lo que he recibido de mi Padre” (Revelación 2:26, 27). Llegará sin falta el día en el que los hermanos de Cristo glorificados en el cielo tras su resurrección participarán en la destrucción de los enemigos de Jehová Dios (2 Tesalonicenses 1:7, 8; Revelación 20:4, 6).
19, 20. ¿Qué escribe Isaías sobre el regreso de Israel a un lugar hermoso, y cómo se cumplen sus palabras?
19 Jehová reafirma ahora con lenguaje figurado su promesa de socorrer a su pueblo. Isaías escribe: “Los afligidos y los pobres andan buscando agua, pero no la hay. A causa de la sed su lengua misma se ha secado. Yo mismo, Jehová, les responderé. Yo, el Dios de Israel, no los dejaré. Sobre colinas peladas abriré ríos; y en medio de las llanuras-valles, manantiales. Convertiré el desierto en estanque de agua lleno de cañas; y la tierra árida, en fuentes de agua. En el desierto pondré el cedro, la acacia y el mirto y el árbol oleífero. En la llanura desértica colocaré el enebro, el fresno y el ciprés al mismo tiempo; a fin de que la gente vea y sepa y preste atención y tenga perspicacia al mismo tiempo, que la mismísima mano de Jehová ha hecho esto, y el Santo de Israel lo ha creado él mismo” (Isaías 41:17-20).
20 Aunque los israelitas desterrados viven en la capital de una potencia mundial próspera, para ellos es como un yermo. Se sienten como David cuando se escondía del rey Saúl. En el año 537 a.E.C., Jehová les abre el camino para que regresen a Judá y reconstruyan Su templo, que está en Jerusalén, restaurando así la adoración pura. Jehová, a su vez, los bendice. Isaías anuncia en una profecía posterior: “Jehová ciertamente consolará a Sión. De seguro consolará todos sus lugares devastados, y hará que su desierto sea como Edén, y su llanura desértica como el jardín de Jehová” (Isaías 51:3). Esto sucede, efectivamente, cuando los judíos regresan a su tierra natal.
21. ¿Qué restauración tuvo lugar en tiempos modernos, y qué sucederá en el futuro?
21 Algo parecido ocurrió en tiempos modernos cuando el Ciro Mayor, Jesucristo, liberó a sus discípulos ungidos del cautiverio espiritual para que restauraran la adoración pura. Los que se habían mantenido fieles fueron bendecidos con un rico paraíso espiritual, un jardín de Edén en sentido figurado (Isaías 11:6-9; 35:1-7). En breve Dios destruirá a sus enemigos, y toda la Tierra se transformará en un paraíso físico, tal como prometió Jesús al malhechor que estaba colgado de un madero (Lucas 23:43).
Desafío a los enemigos de Israel
22. ¿Con qué palabras desafía Jehová nuevamente a las naciones?
22 Jehová reanuda ahora el pleito con las naciones y sus ídolos: “Presenten ustedes su causa polémica —dice Jehová—. Produzcan sus argumentos —dice el Rey de Jacob—. Produzcan e infórmennos las cosas que van a suceder. Las primeras cosas —lo que fueron— de veras informen, para que apliquemos nuestro corazón y sepamos el futuro de ellas. O hágannos oír hasta las cosas que vienen. Informen acerca de las cosas que han de venir después, para que sepamos que ustedes son dioses. Sí, ustedes deben hacer lo bueno o hacer lo malo, para que miremos por todos lados y lo veamos al mismo tiempo. ¡Miren! Ustedes son algo inexistente, y su logro nada es. Cosa detestable es cualquiera que los escoge a ustedes” (Isaías 41:21-24). ¿Son los dioses de las naciones capaces de profetizar con exactitud y así demostrar que tienen conocimiento sobrenatural? Si lo fueran, se verían resultados, buenos o malos, que respaldaran sus afirmaciones. Pero la realidad es que los ídolos no pueden lograr nada; en la práctica, es como si no existieran.
23. ¿Por qué fue tan persistente Jehová a la hora de condenar los ídolos mediante los profetas?
23 En nuestros días, algunos tal vez se pregunten por qué Jehová, por medio de Isaías y los demás profetas, condenó en tantas ocasiones la insensatez de la idolatría. La inutilidad de los ídolos fabricados por el hombre pudiera parecer obvia a muchas personas de la actualidad. Sin embargo, cuando un conjunto de creencias falsas goza de amplia aceptación, es difícil desarraigarlo de la mente de sus adeptos. Numerosas creencias contemporáneas son tan ilógicas como la idea de que las imágenes sin vida sean realmente dioses. Pero la gente se aferra a ellas, haciendo caso omiso de los argumentos convincentes que las refutan. Solo después de escuchar la verdad una y otra vez, algunos terminan dándose cuenta de que lo más sensato es confiar en Jehová.
24, 25. ¿Qué nueva alusión hace Jehová a Ciro, y qué otra profecía nos recuerda?
24 Ahora Jehová vuelve a referirse a Ciro: “He suscitado a alguien desde el norte, y vendrá. Desde el nacimiento del sol invocará mi nombre. Y vendrá sobre los gobernantes diputados como si fueran barro y tal como un alfarero que huella el material húmedo” (Isaías 41:25).d En contraste con los dioses de las naciones, Jehová sí actúa. Cuando traiga a Ciro desde “el nacimiento del sol”, el oriente, demostrará que es capaz de predecir el futuro y luego intervenir para que se cumpla su predicción.
25 Estas palabras nos recuerdan la descripción profética del apóstol Juan de ciertos reyes que entrarían en acción en nuestra época. En Revelación 16:12 leemos que se preparará el camino “para los reyes procedentes del nacimiento del sol”. Tales monarcas son nada menos que Jehová y Jesucristo. Al igual que Ciro liberó al pueblo de Dios en el pasado, estos reyes, que son mucho más poderosos, aniquilarán a Sus enemigos y conducirán a Su pueblo a través de la gran tribulación para introducirlo en un nuevo mundo de justicia (Salmo 2:8, 9; 2 Pedro 3:13; Revelación 7:14-17).
Jehová es el Supremo
26. ¿Qué pregunta plantea ahora Jehová? ¿Recibe alguna respuesta?
26 Jehová proclama una vez más la verdad de que él es el único Dios verdadero. Pregunta: “¿Quién ha informado cosa alguna desde el comienzo, para que sepamos, o desde tiempos pasados, para que digamos: ‘Tiene razón’? Realmente no hay nadie que informe. Realmente no hay nadie que haga a uno oír. Realmente no hay nadie que oiga dicho alguno de ustedes” (Isaías 41:26). Ningún ídolo ha anunciado la venida de un conquistador que liberará a los que confían en él. Tales imágenes son inertes, mudas. No son verdaderos dioses.
27, 28. ¿Qué verdad vital se destaca en los últimos versículos de Isaías 41, y quiénes son los únicos que la proclaman?
27 Después de dar a conocer estas impresionantes palabras de Jehová, Isaías subraya una verdad vital: “Hay un primero, que dice a Sión: ‘¡Mira! ¡Aquí están!’, y a Jerusalén daré un portador de buenas nuevas. Y seguí viendo, y no hubo ningún hombre; y de entre estos no hubo nadie tampoco que diera consejo. Y seguí preguntándoles, para que dieran una respuesta. ¡Mira! Todos ellos son algo inexistente. Sus obras nada son. Sus imágenes fundidas son viento e irrealidad” (Isaías 41:27-29).
28 Jehová es el primero, el Supremo. Es el Dios verdadero, el que anuncia buenas nuevas de liberación a su pueblo. Y sus Testigos son los únicos que proclaman Su grandeza a las naciones. Jehová denuncia con desdén a los que confían en la idolatría y desprecia sus ídolos por ser “viento e irrealidad”. ¡Qué razón más poderosa para aferrarse al Dios verdadero! Solo Jehová se merece nuestra confianza.
[Notas]
c El Ciro Mayor, que en 1919 liberó al “Israel de Dios” del cautiverio espiritual, es el mismísimo Jesucristo, que está entronizado como Rey del Reino celestial de Dios desde 1914 (Gálatas 6:16).
d Aunque el país de Ciro se hallaba al este de Babilonia, cuando lanzó su ataque final contra la ciudad, venía de Asia Menor, situada al norte.
[Ilustración de la página 19]
Dios elige a Ciro, pese a ser pagano, para llevar a cabo Su voluntad
[Ilustración de la página 21]
Las naciones confían en ídolos sin vida
[Ilustraciones de la página 27]
Como si fuera “un trillo”, Israel ‘triturará las montañas’
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“Mi escogido, a quien mi alma ha aprobado”Las profecías de Isaías, una luz para toda la humanidad II
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Capítulo 3
“Mi escogido, a quien mi alma ha aprobado”
1, 2. ¿Por qué les interesa el capítulo 42 de Isaías a los cristianos de la actualidad?
“USTEDES son mis testigos —es la expresión de Jehová—, aun mi siervo a quien he escogido.” (Isaías 43:10.) Estas palabras de Jehová, consignadas por el profeta Isaías en el siglo VIII a.E.C., demuestran que el antiguo pueblo del pacto era una nación de testigos, el siervo escogido de Dios. Unos dos mil seiscientos años más tarde, en 1931, los cristianos ungidos declararon públicamente que estas frases eran aplicables a ellos. Adoptaron el nombre de testigos de Jehová y aceptaron sin reservas las responsabilidades que conlleva ser Su siervo terrestre.
2 Los testigos de Jehová desean de corazón complacer a Dios. Por ello, les interesa mucho el capítulo 42 del libro de Isaías, pues ofrece una descripción del siervo a quien Jehová aprueba y del siervo a quien rechaza. El estudio de esta profecía y de su cumplimiento nos ayuda a comprender mejor qué conduce a la aprobación de Dios y qué conduce a su desaprobación.
“He puesto mi espíritu en él”
3. ¿Qué profetiza Jehová mediante Isaías respecto a ‘su siervo’?
3 Mediante Isaías, Jehová profetiza la llegada de un siervo a quien escogerá él mismo: “¡Mira! ¡Mi siervo, a quien tengo firmemente asido! ¡Mi escogido, a quien mi alma ha aprobado! He puesto mi espíritu en él. Justicia para las naciones es lo que él sacará. No clamará ni levantará la voz, y en la calle no dejará oír su voz. No romperá ninguna caña quebrantada; y en cuanto a una mecha de lino de disminuido resplandor, no la extinguirá. En apego a la verdad sacará la justicia. Él no disminuirá en resplandor ni será quebrantado hasta que establezca la justicia en la tierra misma; y las islas mismas seguirán esperando su ley” (Isaías 42:1-4).
4. ¿Quién es el “escogido” predicho, y cómo lo sabemos?
4 ¿Quién es el Siervo al que se refieren estos versículos? No se nos deja en la duda. En el evangelio de Mateo se citan estas palabras y se aplican a Jesucristo (Mateo 12:15-21). Él es el Siervo amado, el “escogido”. ¿Cuándo puso Jehová su espíritu en Jesús? En el año 29 E.C., cuando este se bautizó. Las Escrituras inspiradas hablan de su bautismo, y dicen que en el momento en que salió del agua “el cielo se abrió y el espíritu santo bajó sobre él en forma corporal como una paloma, y salió una voz del cielo: ‘Tú eres mi Hijo, el amado; yo te he aprobado’”. El propio Jehová identificó así a su Siervo amado. El ministerio subsiguiente de Jesús y las obras milagrosas que realizó demostraron que el espíritu de Jehová estaba, en efecto, sobre él (Lucas 3:21, 22; 4:14-21; Mateo 3:16, 17).
“Justicia para las naciones es lo que él sacará”
5. ¿Por qué debía aclararse lo que era la justicia en el siglo primero de nuestra era?
5 El Escogido de Jehová iba a ‘sacar’, es decir, poner de manifiesto, la verdadera justicia. “Aclarar[ía] a las naciones lo que es la justicia.” (Mateo 12:18.) Tal aclaración se necesitaba con urgencia en el siglo primero de nuestra era. Los dirigentes religiosos judíos enseñaban doctrinas que desvirtuaban el verdadero sentido de la justicia. Trataban de alcanzar una posición justa siguiendo un código inflexible de leyes, muchas de ellas de su propia invención. En su concepto legalista de la justicia no había lugar para la misericordia ni la compasión.
6. ¿Cómo dio a conocer Jesús la justicia verdadera?
6 Jesús, en cambio, reveló el criterio divino sobre la justicia. Con sus enseñanzas y su modo de vivir demostró que la justicia verdadera es compasiva y misericordiosa. Pensemos tan solo en su famoso Sermón del Monte, en el que dio una explicación magistral de cómo debe practicarse esta cualidad (Mateo, capítulos 5-7). Cuando leemos los Evangelios, ¿no nos emociona la compasión de Jesús por los pobres y los afligidos? (Mateo 20:34; Marcos 1:41; 6:34; Lucas 7:13.) Él llevó su mensaje consolador a muchas personas que se asemejaban a cañas cascadas, pues estaban abatidas y maltratadas, y a mechas de lino humeantes, ya que su última chispa de vida casi se había apagado. Jesús no rompió ninguna “caña quebrantada” ni extinguió ninguna “mecha de lino de disminuido resplandor”. Por el contrario, con sus palabras y obras tiernas y compasivas levantó el ánimo de la gente mansa (Mateo 11:28-30).
7. ¿Por qué podía decir la profecía que Jesús ‘no clamaría ni levantaría la voz en la calle’?
7 Ahora bien, ¿por qué dice la profecía que Jesús “no clamar[ía] ni levantar[ía] la voz, y en la calle no dejar[ía] oír su voz”? Porque no se autopromocionó, como hicieron muchos de su día (Mateo 6:5). Después de curar a un leproso, le dijo: “Mira que no digas nada a nadie” (Marcos 1:40-44). En vez de darse publicidad y dejar que la gente basara sus conclusiones en informes indirectos, Jesús quería que se dieran cuenta por sí mismos, basándose en pruebas sólidas, de que él era el Cristo, el Siervo ungido de Jehová.
8. a) ¿Cómo puso Jesús de manifiesto la “justicia para las naciones”? b) ¿Qué nos enseña sobre la justicia la parábola de Jesús del buen samaritano?
8 El Siervo Escogido tenía que poner de manifiesto la “justicia para las naciones”, y así lo hizo Jesús. Además de resaltar la naturaleza compasiva de la justicia divina, enseñó que esta debe abarcar a toda persona. En una ocasión le recordó a un judío versado en la Ley que debía amar a Dios y a su prójimo. Aquel hombre le preguntó: “¿Quién, verdaderamente, es mi prójimo?”, tal vez esperando que le respondiera: “Los demás judíos”. Pero Jesús le contó, más bien, la parábola del buen samaritano que acude en auxilio de un hombre al que han atacado unos salteadores, mientras que un levita y un sacerdote le niegan toda ayuda. El judío tuvo que admitir que en ese caso, el prójimo no había sido ni el levita ni el sacerdote, sino el despreciado samaritano. Jesús concluyó la ilustración con el consejo: “Haz tú lo mismo” (Lucas 10:25-37; Levítico 19:18).
“No disminuirá en resplandor ni será quebrantado”
9. ¿Qué efecto tiene en nosotros entender la naturaleza de la justicia verdadera?
9 Como Jesús expuso con claridad la naturaleza de la justicia verdadera, sus discípulos aprendieron a mostrar dicha cualidad. Y lo mismo debemos hacer nosotros. En primer lugar, hemos de aceptar las normas divinas del bien y del mal, puesto que Jehová tiene el derecho de determinar lo que es justo y recto. Si nos esforzamos por hacer las cosas a su manera, nuestra conducta recta dirá mucho sobre el significado de la verdadera justicia (1 Pedro 2:12).
10. ¿Por qué están implicadas la predicación y la enseñanza en reflejar la justicia?
10 También reflejamos la justicia verdadera cuando predicamos y enseñamos con diligencia. Jehová ha proporcionado generosamente conocimiento salvador referente a sí mismo, su Hijo y Sus propósitos (Juan 17:3). No sería justo que lo reserváramos para nosotros. “No retengas el bien de aquellos a quienes se les debe, cuando sucede que está en el poder de tu mano hacerlo”, dice Salomón (Proverbios 3:27). Demos a conocer con entusiasmo lo que sabemos de Dios a toda persona, prescindiendo de su origen racial, étnico o nacional (Hechos 10:34, 35).
11. A imitación de Jesús, ¿cómo debemos tratar a los demás?
11 Además, el cristiano verdadero trata a su semejante como lo hizo Jesús. En la actualidad, muchos necesitan compasión y ánimo porque afrontan problemas agobiantes. Incluso los cristianos dedicados sufren a veces tantos golpes en la vida, que parecen cañas quebrantadas o mechas humeantes. Sin duda, necesitan nuestro apoyo (Lucas 22:32; Hechos 11:23). Es reconfortante formar parte de una organización de cristianos verdaderos que se esfuerzan por imitar a Jesús practicando la justicia.
12. ¿Por qué podemos estar seguros de que pronto habrá justicia para todos?
12 ¿Habrá algún día justicia para todos? Con toda seguridad. El Escogido de Jehová “no disminuirá en resplandor ni será quebrantado hasta que establezca la justicia en la tierra misma”. En breve el Cristo resucitado, investido de poder real, ‘traerá venganza sobre los que no conocen a Dios’ (2 Tesalonicenses 1:6-9; Revelación [Apocalipsis] 16:14-16). El Reino de Dios reemplazará a los gobiernos humanos, con lo que imperará la justicia en el planeta (Proverbios 2:21, 22; Isaías 11:3-5; Daniel 2:44; 2 Pedro 3:13). Todos los siervos de Jehová —hasta los que viven en lugares apartados, “las islas”— esperan con ansias ese día.
‘Lo daré como luz de las naciones’
13. ¿Qué profetiza Jehová respecto a su Siervo Escogido?
13 Isaías prosigue: “Esto es lo que ha dicho el Dios verdadero, Jehová, el Creador de los cielos y el Magnífico que los extiende; Aquel que tiende la tierra y su producto, Aquel que da aliento a la gente sobre ella, y espíritu a los que andan en ella” (Isaías 42:5). ¡Qué descripción tan impactante de Jehová, el Creador! Este recordatorio de su poder da mucho peso a lo que declara a continuación: “Yo mismo, Jehová, te he llamado en justicia, y procedí a asirte de la mano. Y te salvaguardaré y te daré como pacto del pueblo, como luz de las naciones, y has de abrir los ojos ciegos, sacar del calabozo al prisionero, de la casa de detención a los que están sentados en oscuridad” (Isaías 42:6, 7).
14. a) ¿Qué indica el hecho de que Jehová tome de la mano a su Siervo aprobado? b) ¿Qué papel desempeña el Siervo Escogido?
14 El Gran Creador del universo, el Dador y Sustentador de la vida, toma a su Siervo Escogido de la mano y le promete apoyo total y constante. ¡Qué palabras más tranquilizadoras! Además, Jehová lo protege para darlo como “pacto del pueblo”. Un pacto es un contrato, un convenio, una promesa solemne. También puede aplicarse el término a un decreto invariable. En efecto, Jehová ha hecho de su Siervo una ‘señal de su pacto con el pueblo’ (Versión Popular, 1983).
15, 16. ¿En qué sentido fue Jesús “luz de las naciones”?
15 Como “luz de las naciones”, el Siervo prometido abrirá “los ojos ciegos” y liberará a “los que están sentados en oscuridad”. Eso mismo fue lo que hizo Jesús. Al dar testimonio de la verdad, glorificó el nombre de su Padre celestial (Juan 17:4, 6). Puso al descubierto las falsedades religiosas, predicó las buenas nuevas del Reino y abrió la puerta a la libertad espiritual a quienes estaban en esclavitud religiosa (Mateo 15:3-9; Lucas 4:43; Juan 18:37). También previno contra realizar obras que pertenecen a la oscuridad y denunció a Satanás como “el padre de la mentira” y “el gobernante de este mundo” (Juan 3:19-21; 8:44; 16:11).
16 Jesús declaró: “Yo soy la luz del mundo” (Juan 8:12). Y lo demostró de forma notable cuando ofreció su vida humana perfecta como rescate, haciendo así posible que los que ejercen fe obtengan el perdón de sus pecados, una relación aprobada con Dios y la esperanza de vida eterna (Mateo 20:28; Juan 3:16). Al manifestar a perfección durante toda su vida la devoción piadosa, sostuvo la soberanía de Jehová y probó que el Diablo es un mentiroso. Jesús verdaderamente dio vista a los ciegos y liberó a los que estaban cautivos en la oscuridad espiritual.
17. ¿Cómo demostramos que somos portadores de luz?
17 Jesús dijo a sus discípulos en el Sermón del Monte: “Ustedes son la luz del mundo” (Mateo 5:14). También nosotros somos portadores de luz. Mediante nuestro modo de vivir y nuestra predicación tenemos el privilegio de dirigir a las personas a Jehová, la Fuente de la verdadera iluminación. A imitación de Jesús, damos a conocer el nombre de Jehová, sostenemos Su soberanía y proclamamos que Su Reino es la única esperanza para la humanidad. Además, como portadores de luz, ponemos al descubierto las falsedades religiosas, prevenimos contra las obras inmundas que pertenecen a la oscuridad y denunciamos a Satanás, el inicuo (Hechos 1:8; 1 Juan 5:19).
“Canten a Jehová una canción nueva”
18. ¿Qué da a conocer Jehová a su pueblo?
18 Jehová se dirige ahora a su pueblo con las siguientes palabras: “Yo soy Jehová. Ese es mi nombre; y a ningún otro daré yo mi propia gloria, ni mi alabanza a imágenes esculpidas. Las primeras cosas... miren, han llegado, pero nuevas cosas anuncio. Antes que empiecen a brotar, hago que ustedes las oigan” (Isaías 42:8, 9). La profecía en la que aparece la expresión “mi siervo” no la pronunció ninguno de los dioses inútiles, sino el único Dios vivo y verdadero. Por lo tanto, tenía que cumplirse, y así sucedió. Jehová Dios es, efectivamente, el Creador de nuevas cosas, y las da a conocer a su pueblo antes de que ocurran. ¿Cuál debería ser nuestra reacción?
19, 20. a) ¿Qué canción debe cantarse? b) ¿Quiénes cantan hoy la canción de alabanza a Jehová?
19 Isaías escribe: “Canten a Jehová una canción nueva, su alabanza desde la extremidad de la tierra, ustedes los que están bajando al mar y a lo que lo llena, islas y ustedes los que las habitan. Levanten la voz el desierto y sus ciudades, los poblados que Quedar habita. Clamen de gozo los habitantes del peñasco. Desde la cima de las montañas vocee la gente. Atribuyan ellos gloria a Jehová, y en las islas anuncien hasta su alabanza” (Isaías 42:10-12).
20 La invitación a entonar una canción de alabanza a Jehová se dirige a toda persona: a los habitantes de las ciudades, de los pueblos del desierto y de las islas, e incluso a “Quedar” (que mora en campamentos en el desierto). Impresiona ver que en nuestros días, millones de personas han respondido a ese llamamiento profético, han abrazado la verdad de la Biblia y han hecho de Jehová su Dios. En más de doscientos treinta países, el pueblo de Jehová canta esta canción nueva, en la que le atribuye gloria a Él. ¡Qué emocionante es cantar en este coro de tan variadas culturas, lenguas y razas!
21. ¿Por qué no pueden los enemigos de Dios acallar la canción de alabanza a Jehová?
21 ¿Pueden los opositores hacer frente a Dios y acallar esta canción de alabanza? De ningún modo. “Como hombre poderoso Jehová mismo saldrá. Como guerrero despertará celo. Gritará, sí, soltará un grito de guerra; sobre sus enemigos se mostrará más poderoso.” (Isaías 42:13.) ¿Quién es capaz de hacer frente a Jehová? Unos tres mil quinientos años atrás, el profeta Moisés y los hijos de Israel cantaron: “Jehová es persona varonil de guerra. Jehová es su nombre. Los carros de Faraón y sus fuerzas militares él ha echado en el mar, y los selectos de sus guerreros han sido hundidos en el mar Rojo” (Éxodo 15:3, 4). Jehová venció a la fuerza militar más potente de aquel entonces. Ningún enemigo del pueblo de Dios puede prevalecer cuando Él avanza como guerrero poderoso.
“He estado callado por largo tiempo”
22, 23. ¿Por qué permanece Jehová “callado por largo tiempo”?
22 Jehová es justo e imparcial, aun cuando ejecuta la sentencia contra sus enemigos. Dice: “He estado callado por largo tiempo. Continué silencioso. Seguí ejerciendo autodominio. Como una mujer que está dando a luz voy a gemir, jadear y boquear a la misma vez. Devastaré montañas y colinas, y secaré toda su vegetación. Y ciertamente tornaré ríos en islas, y secaré los estanques llenos de cañas” (Isaías 42:14, 15).
23 Antes de aplicar medidas judiciales, Jehová da tiempo para que los pecadores tengan la oportunidad de cambiar (Jeremías 18:7-10; 2 Pedro 3:9). Pensemos en el caso de la nación babilónica, que, como potencia mundial dominante, arrasa Jerusalén en el año 607 a.E.C. Jehová se lo permite con el fin de disciplinar a los israelitas por su infidelidad. No obstante, los babilonios no reconocen el papel que desempeñan y tratan al pueblo de Dios con mucha más dureza de lo que exige la sentencia divina (Isaías 47:6, 7; Zacarías 1:15). ¡Cuánto debe dolerle al Dios verdadero el sufrimiento de su pueblo! Aun así, no interviene hasta que lo considera oportuno. Llegado el momento, lucha con afán semejante al de una parturienta a fin de liberar y convertir en nación independiente al pueblo del pacto divino. Con ese fin, en 539 a.E.C. seca y devasta Babilonia y sus defensas.
24. ¿Qué perspectiva ofrece Jehová a Israel, su pueblo?
24 El pueblo de Dios tiene que sentirse muy emocionado ante la perspectiva de regresar por fin a su hogar después de tantos años de exilio (2 Crónicas 36:22, 23). Deben rebosar de alegría al experimentar el cumplimiento de la promesa de Jehová: “Ciertamente haré que los ciegos anden por un camino que no han conocido; en una vereda que no han conocido haré que pisen. Tornaré un lugar oscuro delante de ellos en luz, y terreno escabroso en tierra llana. Estas son las cosas que ciertamente les haré, y de seguro no los dejaré” (Isaías 42:16).
25. a) ¿De qué puede estar seguro el pueblo de Jehová? b) ¿A qué debemos estar resueltos?
25 ¿Qué aplicación tienen hoy esas palabras? Durante mucho tiempo —siglos— Jehová ha permitido que las naciones actúen a su antojo, pero se aproxima el momento que ha fijado para ajustarles las cuentas. En nuestros días ha levantado a un pueblo para que dé testimonio de su nombre. Ha eliminado toda oposición que se les presenta, allanándoles así el terreno para que lo adoren “con espíritu y con verdad” (Juan 4:24). Ha prometido: “No los dejaré”, y lo ha cumplido. ¿Qué pasará con los que siguen adorando a dioses falsos? Jehová explica: “Tienen que ser vueltos atrás —quedarán muy avergonzados— los que están cifrando confianza en la imagen tallada, los que están diciendo a una imagen fundida: ‘Ustedes son nuestros dioses’” (Isaías 42:17). Así pues, es esencial que nos mantengamos fieles a Jehová, como hizo su Escogido.
‘Un siervo sordo y ciego’
26, 27. ¿Cómo demuestra Israel que es ‘un siervo sordo y ciego’, y con qué consecuencias?
26 El Siervo Escogido de Dios, Jesucristo, fue fiel hasta la muerte. En cambio Su pueblo, Israel, fue un siervo infiel, que estaba sordo y ciego en sentido espiritual. Jehová se dirige a ellos así: “Oigan, sordos; y miren para ver, ciegos. ¿Quién es ciego, si no mi siervo, y quién es sordo como mi mensajero a quien envío? ¿Quién es ciego como el recompensado, o ciego como el siervo de Jehová? Era caso de ver muchas cosas, pero tú no seguiste vigilando. Era caso de abrir los oídos, pero no seguiste escuchando. Jehová mismo por causa de su justicia se ha deleitado en que él engrandezca la ley y la haga majestuosa” (Isaías 42:18-21).
27 ¡Qué conducta tan deplorable la de los israelitas! Una y otra vez caen en el culto a los dioses demoníacos de las naciones, sin prestar atención a ninguno de los muchos mensajeros que les envía Jehová (2 Crónicas 36:14-16). Isaías predice las consecuencias: “Es un pueblo saqueado y despojado, todos ellos atrapados en los agujeros, y en las casas de detención los han mantenido escondidos. Han llegado a ser para saqueo sin libertador, para pillaje sin nadie que diga: ‘¡Devuelve!’. ¿Quién entre ustedes prestará oído a esto? ¿Quién prestará atención y escuchará para tiempos posteriores? ¿Quién ha dado a Jacob para simple pillaje, y a Israel a los saqueadores? ¿No es Jehová, Aquel contra quien hemos pecado, y en cuyos caminos ellos no quisieron andar, y cuya ley no escucharon? Por lo tanto, Él siguió derramando sobre él furia, su cólera y la fuerza de guerra. Y esto siguió consumiéndolo todo en derredor, pero él no hizo caso; y siguió ardiendo contra él, pero él no quiso poner nada en el corazón” (Isaías 42:22-25).
28. a) ¿Qué aprendemos del ejemplo de los habitantes de Judá? b) ¿Cómo podemos buscar la aprobación de Jehová?
28 Por la infidelidad de los habitantes de Judá, Jehová permite que su tierra sea saqueada y despojada en el año 607 a.E.C. Los babilonios queman el templo de Dios, devastan Jerusalén y se llevan cautivos a los judíos (2 Crónicas 36:17-21). Que todos nosotros tomemos en serio este ejemplo amonestador y nunca seamos sordos a las instrucciones de Jehová, ni ciegos a lo que dice su Palabra escrita. Más bien, busquemos su aprobación imitando a Cristo Jesús, el Siervo a quien él mismo aprobó. Tal como Jesús, demos a conocer la justicia verdadera de palabra y obra. De este modo permaneceremos en el pueblo de Jehová y seremos portadores de luz que alaban y glorifican al Dios verdadero.
[Ilustraciones de la página 33]
La justicia verdadera es compasiva y misericordiosa
[Ilustración de la página 34]
En la parábola del buen samaritano, Jesús mostró que la justicia verdadera abarca a toda persona
[Ilustraciones de la página 36]
Cuando damos ánimo y somos afectuosos, practicamos la justicia divina
[Ilustraciones de la página 39]
Mediante la predicación reflejamos la justicia divina
[Ilustración de la página 40]
Jehová dio a su Siervo aprobado como “luz de las naciones”
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“Ustedes son mis testigos”Las profecías de Isaías, una luz para toda la humanidad II
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Capítulo 4
“Ustedes son mis testigos”
1. ¿Para qué utiliza Jehová las profecías, y cómo debe responder su pueblo al cumplimiento de estas?
LA FACULTAD de predecir el futuro es una de las características que distinguen al Dios verdadero de todos los dioses falsos. Pero cuando Jehová profetiza, no lo hace solo para demostrar su divinidad. Como revela el capítulo 43 de Isaías, mediante las profecías Él evidencia tanto su divinidad como su amor por el pueblo con el que hizo el pacto. Sus siervos, a su vez, no deben callar cuando captan el cumplimiento de las profecías, sino que deben dar testimonio de lo que han visto. En efecto, tienen que ser testigos de Jehová.
2. a) ¿En qué estado espiritual se encuentra Israel en los tiempos de Isaías? b) ¿Cómo abre Jehová los ojos de su pueblo?
2 Por desgracia, en los tiempos de Isaías, Israel se encuentra en un estado tan penoso, que Jehová lo considera incapacitado en sentido espiritual. “Saca a un pueblo que es ciego aunque ojos mismos existen, y a los que son sordos aunque tienen oídos.” (Isaías 43:8.) ¿Cómo pueden estos ciegos y sordos espirituales servir a Jehová como sus testigos vivos? Solo hay un modo: abriéndoles milagrosamente los ojos y los oídos. Y eso mismo hace Dios. ¿Cómo? En primer lugar, los disciplina con severidad. Envía al destierro a los habitantes del reino norteño de Israel en 740 a.E.C., y a los de Judá, en 607 a.E.C. Más adelante, utiliza su poder en favor de su pueblo al liberarlo y repatriar en 537 a.E.C. a un resto arrepentido y revitalizado en sentido espiritual. Tan seguro está Él de que nada puede frustrar Su propósito al respecto, que unos doscientos años antes de liberar a Israel habla de ello como si ya hubiera sucedido.
3. ¿Cómo anima Jehová a los futuros desterrados?
3 “Esto es lo que ha dicho Jehová, tu Creador, oh Jacob, y tu Formador, oh Israel: ‘No tengas miedo, porque yo te he recomprado. Te he llamado por tu nombre. Eres mío. En caso de que pases por las aguas, yo ciertamente estaré contigo; y por los ríos, no te inundarán. En caso de que andes por el fuego, no te quemarás, ni la llama misma te chamuscará. Porque yo soy Jehová tu Dios, el Santo de Israel tu Salvador’.” (Isaías 43:1-3a.)
4. ¿Por qué puede decirse que Jehová es el Creador de Israel, y qué le asegura él a su pueblo con relación al regreso a su tierra?
4 Jehová tiene especial interés por la nación de Israel porque es posesión suya. Es su propia creación, en cumplimiento del pacto abrahámico (Génesis 12:1-3). Por eso Salmo 100:3 dice: “Sepan que Jehová es Dios. Es él quien nos ha hecho, y no nosotros mismos. Somos su pueblo, y las ovejas de su apacentamiento”. Como Creador y Recomprador de Israel, lo conducirá sano y salvo a su tierra. Ni aguas ni ríos crecidos ni desiertos abrasadores los detendrán ni les causarán daño, tal como obstáculos parecidos no frenaron la marcha de sus antepasados hacia la Tierra Prometida mil años antes.
5. a) ¿Cómo consuelan las palabras de Jehová al Israel espiritual? b) ¿Quiénes son los compañeros del Israel espiritual, y quiénes los prefiguraron?
5 Las palabras de Jehová también consuelan hoy día al resto del Israel espiritual, cuyos miembros son “una nueva creación” ungida por espíritu (2 Corintios 5:17). Estos han encarado con valor “las aguas” de la humanidad y han disfrutado del tierno cuidado de Dios al afrontar pruebas semejantes a inundaciones. El fuego que emana de sus enemigos, en vez de causarles daño, los ha refinado (Zacarías 13:9; Revelación [Apocalipsis] 12:15-17). Jehová también ha protegido a quienes se han unido a su nación espiritual: la “gran muchedumbre” de “otras ovejas” (Revelación 7:9; Juan 10:16). Estas fueron prefiguradas por la “vasta compañía mixta” que emprendió el éxodo desde Egipto junto con los israelitas, así como por los gentiles que partieron de Babilonia con los judíos liberados del exilio (Éxodo 12:38; Esdras 2:1, 43, 55, 58).
6. ¿Cómo demuestra Jehová que es un Dios de justicia con relación al rescate a) del Israel natural? b) del Israel espiritual?
6 Jehová promete liberar a su pueblo de Babilonia mediante los ejércitos de Media y Persia (Isaías 13:17-19; 21:2, 9; 44:28; Daniel 5:28). Como Dios de justicia que es, pagará a sus “empleados” medopersas un rescate adecuado por Israel. “He dado a Egipto como rescate por ti, a Etiopía y Sebá en lugar de ti. Debido al hecho de que has sido precioso a mis ojos, se te ha considerado honorable, y yo mismo te he amado. Y daré hombres en lugar de ti, y grupos nacionales en lugar de tu alma.” (Isaías 43:3b, 4.) La historia confirma la predicción divina, puesto que entre las conquistas del Imperio persa estuvieron tanto Egipto como Etiopía y su vecina Sebá (Proverbios 21:18). De igual manera, en 1919 Jehová liberó al resto del Israel espiritual de su cautiverio, y para ello utilizó a Jesucristo. Sin embargo, este no necesitó una recompensa por sus servicios, pues, por una parte, no era un gobernante pagano y, por otra, estaba liberando a sus propios hermanos espirituales. Además, Jehová ya le había dado en 1914 “naciones por herencia [suya], y los cabos de la tierra por posesión [suya] propia” (Salmo 2:8).
7. ¿Cuáles son los sentimientos de Jehová por su pueblo, tanto en el pasado como en el presente?
7 Notemos que Jehová expresa sin reparos su ternura hacia los desterrados que ha recomprado. Les dice que son ‘preciosos’ y ‘honorables’ y que los ‘ama’ (Jeremías 31:3). Lo mismo siente —incluso con mayor intensidad— por sus siervos leales del presente. Los cristianos ungidos disfrutan de una relación con él, no en virtud de su nacimiento, sino del espíritu santo de Dios, que actúa en ellos después que se dedican personalmente al Creador. Jehová los conduce hacia su Hijo y hacia sí mismo, y escribe Sus leyes y principios en sus corazones receptivos (Jeremías 31:31-34; Juan 6:44).
8. ¿Qué palabras tranquilizadoras dirige Jehová a los exiliados, y qué pensarán ellos de su liberación?
8 A continuación, Jehová dirige más palabras tranquilizadoras a los exiliados: “No tengas miedo, porque yo estoy contigo. Desde el naciente traeré tu descendencia, y desde el poniente te juntaré. Diré al norte: ‘¡Entrega acá!’, y al sur: ‘No retengas. Trae a mis hijos desde lejos, y a mis hijas desde la extremidad de la tierra, a todo el que es llamado por mi nombre y a quien he creado para mi propia gloria, a quien he formado, sí, a quien he hecho’” (Isaías 43:5-7). Ni los lugares más remotos estarán fuera del alcance de Jehová cuando llegue el momento de liberar a sus hijos e hijas y devolverlos a su amada tierra (Jeremías 30:10, 11). No cabe duda de que para ellos, esta liberación sobrepasará a la que experimentó la nación cuando estaba cautiva en Egipto (Jeremías 16:14, 15).
9. ¿De qué dos maneras relaciona Jehová sus actos de liberación con su nombre?
9 Al recordar a los israelitas que se les llama por Su nombre, Jehová confirma su promesa de liberarlos (Isaías 54:5, 6). Es más, vincula su nombre con sus promesas de liberación, y de esta forma se asegura de que sea él quien reciba la gloria al cumplirse su palabra profética. Ni siquiera el conquistador de Babilonia tendrá derecho a la honra que corresponde al único Dios verdadero.
El juicio a los dioses
10. ¿Qué desafío lanza Jehová a las naciones y sus dioses?
10 Jehová ahora utiliza su promesa de liberar a Israel como base para un juicio universal en el que pone a prueba a los dioses de las naciones. Leemos: “Que todas las naciones se junten en un solo lugar, y que los grupos nacionales se reúnan. ¿Quién [de sus dioses] hay entre ellos que pueda anunciar esto? ¿O pueden ellos hacernos oír siquiera las cosas primeras? Que [sus dioses] suministren sus testigos, para que sean declarados justos, o que oigan y digan: ‘¡Es la verdad!’” (Isaías 43:9). Jehová lanza un gran desafío a las naciones del mundo. Les viene a decir, en sustancia: “Que sus dioses demuestren su divinidad prediciendo con exactitud el futuro”. Como solo el Dios verdadero puede profetizar de modo infalible, esta prueba pondrá al descubierto a los impostores (Isaías 48:5). Pero el Todopoderoso impone otra condición en el litigio: todos los que afirman ser dioses verdaderos deben presentar testigos tanto de sus predicciones como del cumplimiento de estas. Naturalmente, Jehová se somete también a esa condición.
11. ¿Qué comisión da Jehová a su siervo, y qué revela sobre Su divinidad?
11 Los dioses falsos, impotentes como son, sufren la vergüenza de que el lugar reservado para los testigos en el estrado queda vacío, por cuanto no pueden presentar ninguno. Pero ahora le llega a Jehová el momento de confirmar su divinidad. Mirando a su pueblo, le dice: “Ustedes son mis testigos [...], aun mi siervo a quien he escogido, para que sepan y tengan fe en mí, y para que entiendan que yo soy el Mismo. Antes de mí no fue formado Dios alguno, y después de mí continuó sin que lo hubiera. Yo... yo soy Jehová, y fuera de mí no hay salvador. Yo mismo he anunciado y he salvado y he hecho que sea oído, cuando no había entre ustedes dios extraño. De modo que ustedes son mis testigos [...], y yo soy Dios. Además, todo el tiempo yo soy el Mismo; y no hay nadie que efectúe liberación de mi propia mano. Me pondré activo, y ¿quién puede volverla atrás?” (Isaías 43:10-13).
12, 13. a) ¿Qué abundancia de pruebas presenta el pueblo de Jehová? b) ¿Cómo se ha puesto de relieve el nombre de Jehová en nuestros días?
12 En respuesta a las palabras de Jehová, el estrado enseguida rebosa de gozosos testigos. Su testimonio es claro y contundente. Como Josué, atestiguan que ‘todo lo que Jehová ha hablado se ha realizado. Ni una sola palabra ha fallado’ (Josué 23:14). El pueblo aún recuerda los mensajes de Isaías, Jeremías, Ezequiel y otros profetas que predijeron al unísono el destierro de Judá y su milagrosa liberación posterior (Jeremías 25:11, 12). A su libertador, Ciro, se le mencionó por nombre mucho antes de haber nacido (Isaías 44:26–45:1).
13 Ante tal abundancia de pruebas, ¿quién puede negar que Jehová es el único Dios verdadero? A diferencia de los dioses paganos, no es creación de nadie; es el único Dios verdadero.a Por consiguiente, el pueblo que lleva Su nombre tiene un privilegio emocionante y singular: hablar de Sus maravillosos actos a las generaciones futuras y a quienes pregunten sobre él (Salmo 78:5-7). De igual modo, los testigos de Jehová de la actualidad tienen el privilegio de declarar el nombre divino por toda la Tierra. En la segunda década del siglo XX, los Estudiantes de la Biblia fueron adquiriendo cada vez mayor conciencia de la gran trascendencia del nombre de Dios, Jehová. El 26 de julio de 1931, en una asamblea celebrada en Columbus (Ohio, E.U.A.), el presidente de la Sociedad Watch Tower, Joseph F. Rutherford, presentó una resolución titulada “Un nuevo nombre”. Los asambleístas, emocionados, le escucharon decir: “Deseamos que se nos conozca y se nos llame por el nombre de testigos de Jehová”, y mostraron su conformidad con un rotundo “¡Sí!”. Desde entonces, el nombre de Jehová se ha puesto de relieve por todo el mundo (Salmo 83:18).
14. ¿Qué recuerda Jehová a los israelitas, y por qué es oportuno que lo haga?
14 Jehová cuida a los que llevan su nombre de forma digna y los considera “la niña de su ojo”. Les recuerda a los israelitas este hecho al indicarles que los liberó de Egipto y los condujo por el desierto, brindándoles su protección (Deuteronomio 32:10, 12). En aquel entonces no había ningún dios extraño entre ellos, pues habían presenciado la total humillación del nutrido panteón egipcio, que no fue capaz de proteger al país ni de impedir que Israel partiera (Éxodo 12:12). De igual modo, la poderosa Babilonia, en cuyo paisaje urbano resaltan al menos cincuenta templos de dioses falsos, será incapaz de detener la mano del Todopoderoso cuando él libere a su pueblo. Es patente que “no hay salvador” aparte de Jehová.
Los caballos caen, las prisiones se abren
15. ¿Qué profetiza Jehová con relación a Babilonia?
15 “Esto es lo que ha dicho Jehová, el Recomprador de ustedes, el Santo de Israel: ‘Por causa de ustedes ciertamente enviaré a Babilonia y haré que desciendan las barras de las prisiones, y los caldeos en las naves con gritos quejumbrosos por su parte. Yo soy Jehová el Santo de ustedes, el Creador de Israel, su Rey’. Esto es lo que ha dicho Jehová, Aquel que hizo un camino a través del mar mismo y una vereda aun a través de aguas fuertes, Aquel que sacó el carro de guerra y el caballo, la fuerza militar y a los fuertes a la misma vez: ‘Yacerán. No se levantarán. Ciertamente serán extinguidos. Como una mecha de lino tienen que ser apagados’.” (Isaías 43:14-17.)
16. ¿Qué les sucederá a Babilonia, a los mercaderes caldeos y a los que intenten defender la ciudad?
16 Babilonia es como una prisión para los desterrados porque les impide regresar a Jerusalén. Pero las defensas de la ciudad no son ningún obstáculo para el Todopoderoso, que antaño “hizo un camino a través del mar [Rojo] mismo y una vereda aun a través de aguas fuertes”, al parecer las del Jordán (Éxodo 14:16; Josué 3:13). De forma parecida, el agente de Jehová, Ciro, hará que baje el nivel del imponente Éufrates, lo que permitirá a sus guerreros entrar en la ciudad. Los mercaderes caldeos que surcan los canales de Babilonia —vías de tránsito de miles de galeras comerciales y barcazas que transportan a los dioses babilónicos— gimen cuando cae su poderosa capital. Tal como los carros de Faraón en el mar Rojo, los veloces carros babilónicos no podrán hacer nada para salvar su ciudad. Con la rapidez con que se apaga la mecha de lino de una lámpara de aceite, el invasor aniquilará a cuantos intenten defender Babilonia.
Jehová lleva a Su pueblo hasta su tierra sin ningún percance
17, 18. a) ¿Qué cosa ‘nueva’ profetiza Jehová? b) ¿En qué sentido no debe el pueblo acordarse de las cosas anteriores, y por qué?
17 Comparando las liberaciones que ha efectuado en el pasado con la que está a punto de realizar, Jehová dice: “No se acuerden de las cosas primeras, y a las cosas anteriores no dirijan su consideración. ¡Miren! Yo voy a hacer algo nuevo. Ahora brotará. Ustedes lo sabrán, ¿no es verdad? Realmente, a través del desierto pondré un camino; a través del desierto árido, ríos. La bestia salvaje del campo me glorificará, los chacales y los avestruces; porque habré dado agua hasta en el desierto, ríos en el desierto árido, para hacer beber a mi pueblo, mi escogido, el pueblo a quien he formado para mí mismo, para que relate la alabanza mía” (Isaías 43:18-21).
18 Con las palabras “no se acuerden de las cosas primeras”, Jehová no da a entender que sus siervos deban borrar de la mente Sus anteriores actos de salvación. De hecho, muchos de estos forman parte de la historia divinamente inspirada de Israel, y Jehová mandó que se recordara todos los años la salida de Egipto en la celebración de la Pascua (Levítico 23:5; Deuteronomio 16:1-4). No obstante, ahora él desea que su pueblo lo glorifique por “algo nuevo”, algo que experimentará en carne propia. Esto incluye no solo su liberación de Babilonia, sino también el milagroso retorno a su patria, tal vez por la ruta más directa, la del desierto. Jehová les preparará “un camino” en aquella tierra árida y realizará actos poderosos que les recordarán lo que hizo por los israelitas en los días de Moisés. En efecto, durante su travesía por el desierto les saciará el hambre con alimentos, y la sed con auténticos ríos. Tan abundantes serán las provisiones divinas que hasta los animales salvajes glorificarán a Dios y se abstendrán de atacar al pueblo.
19. ¿Por qué puede decirse que el resto del Israel espiritual y sus compañeros andan en “el Camino de la Santidad”?
19 De igual modo, en 1919 Jehová liberó del cautiverio babilónico al resto del Israel espiritual y lo guió por la ruta que le había preparado, “el Camino de la Santidad” (Isaías 35:8). A diferencia de los israelitas, no tuvieron que atravesar un desierto tórrido literal, ni su viaje concluyó a los pocos meses con la llegada a Jerusalén. Sin embargo, “el Camino de la Santidad” sí llevó al resto de cristianos ungidos a un paraíso espiritual. En su caso permanecen en tal camino, pues aún no han finalizado el viaje por este sistema de cosas. Mientras se mantengan en esa calzada —guardando las normas divinas de pureza y santidad—, continuarán en el paraíso espiritual. Para su alegría, se les ha unido una gran muchedumbre de compañeros “no israelitas”. En marcado contraste con los que confían en el sistema de Satanás, el resto y sus compañeros siguen disfrutando del abundante banquete espiritual que les brinda Jehová (Isaías 25:6; 65:13, 14). Por otra parte, muchas personas con características salvajes han cambiado su modo de vivir y han glorificado al Dios verdadero al darse cuenta de que este ha bendecido a Su pueblo (Isaías 11:6-9).
Jehová revela su aflicción
20. ¿En qué ha fallado a Jehová el Israel de los tiempos de Isaías?
20 El resto israelita restaurado de tiempos antiguos es un pueblo reformado, en comparación con la generación perversa de Isaías, a la que Jehová dirige las siguientes palabras: “Ni siquiera a mí me has llamado, oh Jacob, porque te has fatigado de mí, oh Israel. No me has traído la oveja de tus holocaustos, y con tus sacrificios no me has glorificado. Yo no te he obligado a servirme con un regalo, ni te he fatigado con olíbano. No has comprado para mí caña aromática con dinero; y con la grasa de tus sacrificios no me has saturado. En realidad, me has obligado a servir a causa de tus pecados; me has fatigado con tus errores” (Isaías 43:22-24).
21, 22. a) ¿Por qué puede decirse que los mandamientos de Jehová no son gravosos? b) ¿Por qué está el pueblo, en la práctica, obligando a Jehová a servirlos a ellos?
21 Al decir: “Yo no te he obligado a servirme con un regalo, ni te he fatigado con olíbano”, Jehová no se refiere a que los judíos no deban ofrecer sacrificios y olíbano (componente del incienso santo), pues estos son parte integrante de la adoración verdadera bajo el pacto de la Ley. Lo mismo puede decirse de la “caña aromática”, es decir, el cálamo aromático, ingrediente de dulce fragancia del aceite santo de unción. Los israelitas han descuidado el uso de estas sustancias en el servicio del templo. Pero ¿son tales requisitos gravosos? De ningún modo. Los mandamientos de Jehová son fáciles de cumplir, en comparación con las exigencias de las deidades falsas. Por ejemplo, el dios falso Mólek requería sacrificios de niños, algo que Jehová no ha pedido jamás (Deuteronomio 30:11; Miqueas 6:3, 4, 8).
22 Si los israelitas tuvieran percepción espiritual, nunca ‘se fatigarían de Jehová’. Al estudiar Su Ley verían el amor tan profundo que siente por ellos y le ofrecerían con gusto “la grasa”, lo mejor de sus sacrificios. En cambio, la reservan para sí con avaricia (Levítico 3:9-11, 16). Esta inicua nación agobia a Jehová con el peso de sus pecados; en la práctica, es como si obligaran a Dios a que los sirviera a ellos (Nehemías 9:28-30).
La disciplina produce fruto
23. a) ¿Por qué se merece el pueblo la disciplina de Jehová? b) ¿Qué abarca la disciplina que Dios impone a Israel?
23 Aunque Jehová disciplina al pueblo con la severidad que se merece, logra los resultados deseados, lo que le permite mostrarle misericordia. “Yo... yo soy Aquel que borra tus transgresiones por causa de mí mismo, y de tus pecados no me acordaré. Hazme recordar; presentémonos para juicio juntamente; cuenta tu propio relato de ello a fin de que tengas razón. Tu propio padre, el primero, ha pecado, y tus propios voceros [“intérpretes”, nota] han transgredido contra mí. Por eso profanaré a los príncipes del lugar santo, y ciertamente entregaré a Jacob como hombre dado por entero a la destrucción, y a Israel a palabras de injuria.” (Isaías 43:25-28.) Como todas las demás naciones, Israel desciende de Adán, “el primero”. Así pues, ningún israelita puede demostrar que ‘tiene razón’. Aun los “voceros” de Israel —sus maestros o intérpretes de la Ley— han pecado contra Jehová y han enseñado falsedades. Jehová, a su vez, entregará a la nación entera “a la destrucción” y “a palabras de injuria”. También profanará a los que ofician en Su “lugar santo”, el santuario.
24. ¿Cuál es la razón principal por la que Jehová perdona a su pueblo —tanto en el pasado como en el presente— y, sin embargo, qué siente por él?
24 Notemos, sin embargo, que Jehová no mostrará misericordia a Israel solo porque esta nación se haya arrepentido, sino por causa de él mismo. En efecto, su nombre está en juego. Si dejara a Israel en el exilio para siempre, Su propio nombre caería en descrédito (Salmo 79:9; Ezequiel 20:8-10). Hoy en día, de igual modo, la salvación de los seres humanos tiene menos importancia que la santificación del nombre de Jehová y la vindicación de su soberanía. No obstante, Dios ama a los que aceptan su disciplina sin reservas y lo adoran con espíritu y con verdad. Demuestra su amor a estas personas —sean ungidas o de las otras ovejas— borrando sus transgresiones en virtud del sacrificio de Jesucristo (Juan 3:16; 4:23, 24).
25. ¿Qué actos impresionantes realizará Jehová en un futuro cercano, y cómo podemos demostrar ya nuestro agradecimiento?
25 Además, Jehová va a demostrar pronto su amor por una gran muchedumbre de adoradores leales haciendo algo nuevo por ellos, a saber, librarlos y conducirlos a través de “la gran tribulación” hacia “una nueva tierra” limpia (Revelación 7:14; 2 Pedro 3:13). Estos serán testigos de la manifestación más impresionante del poder de Jehová que jamás hayan visto los seres humanos. La esperanza segura de presenciar ese acontecimiento hace que el resto ungido y los que compondrán la gran muchedumbre se regocijen y vivan todos los días en armonía con la comisión elevada que indican las palabras: “Ustedes son mis testigos” (Isaías 43:10).
[Nota]
a En las mitologías de las naciones, muchos dioses “nacen” y “procrean”.
[Ilustración de las páginas 48 y 49]
Jehová ayudará a los judíos en el viaje de regreso a Jerusalén
[Ilustraciones de la página 52]
Jehová desafía a las naciones a que presenten testigos de sus dioses
1. Estatuilla de Baal en bronce. 2. Figuras de arcilla de Astoret. 3. Tríada egipcia de Horus, Osiris e Isis. 4. Diosas griegas Atenea (izquierda) y Afrodita
[Ilustraciones de la página 58]
“Ustedes son mis testigos.” (Isaías 43:10)
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El Dios verdadero predice liberaciónLas profecías de Isaías, una luz para toda la humanidad II
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Capítulo 5
El Dios verdadero predice liberación
1, 2. a) ¿Qué preguntas formula Jehová? b) ¿Cómo demostrará Jehová que es el único Dios verdadero?
“¿QUIÉN es el Dios verdadero?” A lo largo de los siglos, muchos hombres se han hecho esta pregunta. Pero, curiosamente, en el libro de Isaías es Jehová mismo quien la formula. Él invita a los seres humanos a reflexionar en lo siguiente: ¿Es Jehová el único Dios verdadero, o existe otro dios que pueda reclamar para sí esa dignidad? Una vez planteado el tema, Jehová presenta argumentos lógicos para resolver la cuestión de la divinidad. Sus razonamientos llevan a las personas sinceras a una inevitable conclusión.
2 En los tiempos de Isaías, la adoración de imágenes está muy extendida. Las palabras claras y directas del capítulo 44 del libro profético de Isaías revelan lo inútil que es tal práctica. Aun así, el propio pueblo de Dios ha caído en la trampa de la idolatría, de modo que, como vimos en capítulos anteriores de Isaías, se le va a infligir un severo castigo. Ahora bien, movido por su amor, Jehová asegura a la nación que aunque permitirá que los babilonios se los lleven cautivos, en su debido momento los liberará. El cumplimiento de las profecías relativas a la liberación del cautiverio y a la restauración de la adoración pura demostrará más allá de toda duda que Jehová es el único Dios verdadero, para vergüenza de los que adoran a los dioses sin vida de las naciones.
3. ¿Cómo ayudan las palabras proféticas de Isaías a los cristianos de la actualidad?
3 Las profecías de esta parte de Isaías y su cumplimiento en tiempos antiguos fortalecen la fe de los cristianos de hoy. Por otro lado, tales palabras proféticas tienen un cumplimiento actual y hasta otro futuro. Y ambos incluyen un libertador y una liberación aún mayores que los predichos para el pueblo de Dios de la antigüedad.
Esperanza para los que pertenecen a Jehová
4. ¿Cómo anima Jehová a Israel?
4 El capítulo 44 comienza en un tono positivo, pues se recuerda a Israel que Dios lo ha elegido, lo ha separado de las naciones vecinas para que sea su siervo. La profecía dice: “Ahora escucha, oh Jacob siervo mío, y tú, oh Israel, a quien he escogido. Esto es lo que ha dicho Jehová, tu Hacedor y tu Formador, que siguió ayudándote aun desde el vientre: ‘No tengas miedo, oh siervo mío Jacob, y tú, Jesurún, a quien he escogido’” (Isaías 44:1, 2). Jehová ha cuidado de Israel, por decirlo así, desde que estaba en la matriz de su madre, desde que se convirtió en nación al salir de Egipto. Dios llama a su pueblo como colectividad “Jesurún”, apelativo cariñoso y tierno que significa “Recto”. El nombre es también un recordatorio de que los israelitas deben comportarse con rectitud, lo cual a menudo no han hecho.
5, 6. ¿Qué provisiones reconfortantes suministra Jehová a Israel, y con qué resultado?
5 Las palabras que Jehová pronuncia a continuación son muy agradables y reconfortantes: “Derramaré agua sobre el sediento, y arroyos que fluyan suavemente sobre el lugar seco. Derramaré mi espíritu sobre tu descendencia, y mi bendición sobre tus descendientes. Y ciertamente brotarán como entre la hierba verde, como álamos al lado de las acequias de agua” (Isaías 44:3, 4). Hasta en parajes cálidos y secos pueden crecer arboledas junto a los manantiales. Cuando Jehová suministre sus vivificantes aguas de la verdad y derrame su espíritu santo, Israel prosperará de forma extraordinaria, como árboles plantados al lado de una acequia (Salmo 1:3; Jeremías 17:7, 8). Jehová dará a su pueblo la fuerza necesaria para cumplir con su papel de testigos de Su divinidad.
6 El derramamiento de espíritu santo también hará que algunos judíos valoren nuevamente la relación del pueblo con Jehová. De ahí que leamos: “Este dirá: ‘Yo pertenezco a Jehová’. Y aquel se llamará por el nombre de Jacob, y otro escribirá sobre su mano: ‘Perteneciente a Jehová’. Y por el nombre de Israel uno se intitulará” (Isaías 44:5). Sin duda será un honor llevar el nombre de Jehová, pues se le considerará el único Dios verdadero.
Un desafío a los dioses
7, 8. ¿Qué desafío lanza Jehová a los dioses de las naciones?
7 La Ley mosaica estipulaba que si alguien se había vendido como esclavo, un recomprador —por lo general un varón que fuera pariente cercano— podía comprar su libertad (Levítico 25:47-54; Rut 2:20). Jehová se identifica ahora como el Recomprador de Israel, quien redimirá a la nación, para humillación de Babilonia y sus deidades (Jeremías 50:34). Dirige el siguiente desafío a los dioses falsos y sus adoradores: “Esto es lo que ha dicho Jehová, el Rey de Israel y el Recomprador de él, Jehová de los ejércitos: ‘Yo soy el primero y yo soy el último, y fuera de mí no hay Dios. ¿Y quién hay como yo? Que clame, para que lo anuncie y me lo presente. Desde que asigné al pueblo de hace mucho tiempo, anuncien ellos por su parte tanto las cosas que vienen como las cosas que han de entrar. No estén ustedes en pavor, y no se atolondren. ¿No he hecho que desde aquel tiempo en adelante tú individualmente oigas, y no lo he anunciado? Y ustedes son mis testigos. ¿Existe Dios fuera de mí? No, no hay Roca. No he reconocido a ninguno’” (Isaías 44:6-8).
8 Jehová reta a los dioses a que presenten pruebas de su divinidad. ¿Pueden llamar las cosas que no son como si fueran, es decir, predecir los sucesos futuros con tal precisión que parezca que ya están aconteciendo? Solo “el primero y [...] el último”, quien existe desde antes de que se ideara a los dioses falsos y seguirá existiendo mucho después de que caigan en el olvido, puede hacer tal cosa. A su pueblo no tiene por qué amedrentarle dar testimonio de esta verdad, pues cuenta con el apoyo de Jehová, que es tan firme y estable como una enorme roca (Deuteronomio 32:4; 2 Samuel 22:31, 32).
La vanidad de la idolatría
9. ¿Tenían prohibido los israelitas hacer representaciones de seres vivos? Explique.
9 El desafío de Jehová a los dioses falsos nos recuerda el segundo de los Diez Mandamientos, que disponía sin ambages: “No debes hacerte una imagen tallada ni una forma parecida a cosa alguna que esté en los cielos arriba o que esté en la tierra debajo o que esté en las aguas debajo de la tierra. No debes inclinarte ante ellas ni ser inducido a servirlas” (Éxodo 20:4, 5). Tal prohibición no significaba, obviamente, que los israelitas no pudieran hacer figuras decorativas. Jehová mismo mandó que se adornara el tabernáculo con representaciones de plantas y querubines (Éxodo 25:18, 33; 26:31). No obstante, no debían venerarlas ni adorarlas. Nadie debía orarles ni ofrecerles sacrificios. El mandamiento inspirado por Dios prohibía hacer imágenes con el objeto de rendirles culto. Adorar imágenes o inclinarse ante ellas en señal de reverencia constituye idolatría (1 Juan 5:21).
10, 11. ¿Por qué considera Jehová vergonzosas las imágenes?
10 Isaías pasa a referirse a la inutilidad de los ídolos sin vida y la vergüenza que espera a quienes los hacen: “Los formadores de la imagen tallada son todos ellos una irrealidad, y sus predilectas mismas no serán de ningún provecho; y como sus testigos ellas no ven nada ni saben nada, a fin de que ellos se avergüencen. ¿Quién ha formado un dios o fundido una mera imagen fundida? De ningún provecho en absoluto ha sido. ¡Miren! Todos los socios mismos de él se avergonzarán, y los artífices son de entre los hombres terrestres. Todos ellos se juntarán. Se quedarán quietos. Estarán en pavor. Se avergonzarán al mismo tiempo” (Isaías 44:9-11).
11 ¿Por qué considera Dios tan vergonzosas estas imágenes? En primer lugar, es imposible hacer una representación material exacta del Todopoderoso (Hechos 17:29). En segundo lugar, rendir culto a una cosa creada en vez de al Creador es una afrenta a la divinidad de Jehová. ¿Y acaso no es denigrante para el hombre, quien fue creado “a la imagen de Dios”? (Génesis 1:27; Romanos 1:23, 25.)
12, 13. ¿Por qué no puede el hombre fabricar ninguna imagen que merezca adoración?
12 ¿Se santifica la materia al darle la forma de un objeto de adoración? Isaías nos recuerda que la fabricación de imágenes no es más que una actividad humana. Quien las hace utiliza las mismas herramientas y técnicas que cualquier otro artesano: “En cuanto al que talla hierro con el podón, él ha estado ocupado en ello con las brasas; y con los martillos procede a formarlo, y sigue ocupado en ello con su brazo poderoso. También, le ha dado hambre, y por eso se halla sin poder. No ha bebido agua; de modo que se cansa. En cuanto al que talla en madera, él ha extendido el cordel de medir; lo traza con tiza roja; le va dando forma con una escofina; y con un compás sigue trazándolo, y gradualmente lo hace como la representación de un hombre, como la hermosura de la humanidad, para que esté sentado en una casa” (Isaías 44:12, 13).
13 El Dios verdadero creó todos los seres vivos de la Tierra, entre ellos el hombre. La vida consciente es un maravilloso testimonio de la divinidad de Jehová, pero, lógicamente, todo lo que Dios creó es inferior a Él. ¿Puede el hombre sobrepasar a Dios en ese aspecto? ¿Puede fabricar un objeto que sea superior a él mismo, al grado que merezca su devoción? Cuando alguien hace una imagen, se cansa y le da hambre y sed. Aunque sufre tales limitaciones humanas, por lo menos estas indican que la persona está viva. Pero el ídolo que fabrica, sin importar que le dé forma humana o quede hermoso, es una figura inerte. Las imágenes no tienen nada de divinas. Jamás ninguna ha “ca[ído] del cielo”, como si procediera de otra fuente que no fuera el hombre mortal (Hechos 19:35).
14. ¿Por qué puede decirse que quienes hacen imágenes dependen por completo de Jehová?
14 Isaías pasa a mostrar que quienes hacen imágenes dependen por completo de los materiales y procesos naturales que Jehová ha creado: “Hay uno cuyo negocio es cortar cedros; y toma cierta especie de árbol, aun un árbol macizo, y deja que se haga fuerte para sí entre los árboles del bosque. Plantó el laurel, y la lluvia misma, que cae a cántaros, sigue haciéndolo crecer. Y ha llegado a ser algo para que el hombre mantenga ardiendo el fuego. De manera que él toma parte de él para calentarse. De hecho, hace un fuego y realmente cuece pan. También se pone a trabajar en un dios ante el cual pueda inclinarse. Lo ha hecho una imagen tallada, y se prosterna ante ella. La mitad de él realmente la quema en un fuego. Sobre la mitad de él asa bien la carne que come, y queda satisfecho. También se calienta, y dice: ‘¡Ajá! Me he calentado. He visto la lumbre’. Pero de lo restante de él realmente hace un dios mismo, su imagen tallada. Se prosterna ante ella y se inclina y le ora y dice: ‘Líbrame, porque tú eres mi dios’” (Isaías 44:14-17).
15. ¿En qué sentido revela una total falta de entendimiento el que hace imágenes?
15 ¿Puede un leño que no se ha echado al fuego librar a alguien? Claro que no. Solo el Dios verdadero tiene esa facultad. ¿Cómo es capaz la gente de idolatrar objetos inanimados? Isaías muestra que el problema estriba en el corazón: “No han llegado a saber, ni entienden, porque sus ojos han sido embadurnados para que no vean; su corazón, para que no tenga perspicacia. Y nadie hace recordar a su corazón ni tiene conocimiento ni entendimiento para decir: ‘La mitad de él la he quemado en un fuego, y sobre sus brasas también he cocido pan; aso carne y como. Pero de lo demás de él ¿haré una simple cosa detestable? ¿Ante la madera reseca de un árbol he de prosternarme?’. Está alimentándose de cenizas. Su propio corazón, con el cual se ha jugado, lo ha descarriado. Y él no libra su alma, ni dice: ‘¿No hay una falsedad en mi diestra?’” (Isaías 44:18-20). Imaginarse que la idolatría puede aportar algo bueno en sentido espiritual es como comer cenizas en vez de alimento nutritivo.
16. ¿Cómo se originó la idolatría, y qué la hace posible?
16 La idolatría se originó realmente en los cielos, cuando el poderoso espíritu que se convirtió en Satanás codició la adoración que se le debe solo a Jehová. Su deseo fue tan intenso que lo apartó de Dios. Así comenzó la idolatría, pues el apóstol Pablo dijo que la codicia es idolatría (Isaías 14:12-14; Ezequiel 28:13-15, 17; Colosenses 3:5). Satanás indujo a la primera pareja humana a abrigar pensamientos egoístas. Eva codició lo que el Diablo le ofreció: “Tendrán que abrírseles los ojos y tendrán que ser como Dios, conociendo lo bueno y lo malo”. Jesús afirmó que la codicia procede del corazón (Génesis 3:5; Marcos 7:20-23). La idolatría resulta posible cuando los corazones están corrompidos. Por consiguiente, es de suma importancia que todos ‘salvaguardemos el corazón’ y no permitamos que nada ni nadie ocupe en él el lugar que en justicia le corresponde a Jehová (Proverbios 4:23; Santiago 1:14).
Jehová apela al corazón
17. ¿Qué debería tomar muy en serio Israel?
17 A continuación, Jehová exhorta a los israelitas a recordar que, como testigos de él, se encuentran en una posición privilegiada que entraña responsabilidad. Les dice: “Acuérdate de estas cosas, oh Jacob, y tú, oh Israel, porque eres mi siervo. Yo te he formado. Eres un siervo que me pertenece. Oh Israel, no serás olvidado por parte de mí. Ciertamente borraré tus transgresiones tal como con una nube, y tus pecados tal como con una masa de nube. Vuelve a mí, sí, porque yo ciertamente te recompraré. ¡Clamen gozosamente, cielos, porque Jehová ha actuado! ¡Griten en triunfo, ustedes las partes más bajas de la tierra! ¡Alégrense, montañas, con clamor gozoso, bosque y todos los árboles en él! Porque Jehová ha recomprado a Jacob, y sobre Israel muestra su hermosura” (Isaías 44:21-23).
18. a) ¿Qué buena razón tiene Israel para alegrarse? b) ¿Cómo pueden los siervos de Jehová de hoy día imitar su ejemplo de misericordia?
18 Israel no formó a Jehová; él no es un dios hecho por el hombre. Todo lo contrario: Jehová formó a Israel para que fuera su siervo escogido, y cuando libere a la nación, demostrará su divinidad una vez más. Dios se dirige a su pueblo con ternura y le asegura que, si se arrepiente, cubrirá totalmente sus pecados, ocultará sus transgresiones como si fuera tras una masa impenetrable de nubes. Esta es, sin duda, una buena razón para que Israel se alegre. Por otra parte, el ejemplo de Jehová impulsa a sus siervos de la actualidad a imitar su misericordia. Un modo de hacerlo consiste en ayudar a los que han errado, con el fin de que se restablezcan en sentido espiritual, si es posible (Gálatas 6:1, 2).
El clímax de la prueba de divinidad
19, 20. a) ¿De qué manera lleva Jehová ahora su litigio a un clímax? b) ¿Qué sucesos alentadores para su pueblo profetiza Jehová, y a quién utilizará para que se produzcan?
19 Jehová lleva ahora su litigio a un clímax impactante. Está a punto de presentar su respuesta a la prueba más difícil de la divinidad: la capacidad de predecir el futuro con exactitud. Un biblista llamó a los cinco versículos siguientes del capítulo 44 de Isaías un “poema de la trascendencia del Dios de Israel”, el único Creador y Revelador del futuro y la única esperanza de liberación de Israel. El pasaje va cobrando más y más intensidad hasta alcanzar el punto culminante con el anuncio del nombre del personaje que liberará a la nación del yugo babilónico.
20 “Esto es lo que ha dicho Jehová, tu Recomprador y el Formador de ti desde el vientre: ‘Yo, Jehová, estoy haciendo todo, extendiendo los cielos, yo solo, tendiendo la tierra. ¿Quién estuvo conmigo? Estoy frustrando las señales de los de habla vacía, y soy Aquel que hace que los adivinos mismos actúen locamente; Aquel que vuelve a los sabios al revés, y Quien torna hasta el conocimiento de ellos en tontedad; Quien hace que se realice la palabra de su siervo, y Quien lleva a cabo por completo el consejo de sus propios mensajeros; Aquel que dice de Jerusalén: “Será habitada”, y de las ciudades de Judá: “Serán reedificadas, y levantaré sus lugares desolados”; Aquel que dice a la profundidad acuosa: “Evapórate; y secaré todos tus ríos”; Aquel que dice de Ciro: “Es mi pastor, y todo aquello en que me deleito él lo llevará a cabo por completo”; aun en mi decir de Jerusalén: “Será reedificada”, y del templo: “Te será colocado tu fundamento”’.” (Isaías 44:24-28.)
21. ¿Qué garantía ofrecen las palabras de Jehová?
21 En efecto, Jehová tiene no solo la facultad de predecir los sucesos futuros, sino también el poder de realizar por completo su propósito revelado. Esta declaración será una fuente de esperanza para Israel. Constituye una garantía de que, aunque los ejércitos babilónicos desolarán la tierra, Jerusalén y sus ciudades dependientes se levantarán de nuevo y la adoración verdadera se restablecerá en esos lugares. Pero ¿cómo se cumplirá esta promesa?
22. Explique en qué sentido se evapora el río Éufrates.
22 Los adivinos no cuentan con la inspiración de Dios, así que por lo general no se atreven a ser muy precisos en sus predicciones por miedo de que el tiempo demuestre que estaban equivocados. Jehová, en cambio, revela a través de Isaías el mismísimo nombre de aquel de quien se valdrá para liberar a Su pueblo del cautiverio a fin de que regresen a su tierra y reconstruyan Jerusalén y el templo. Se llama Ciro, y se le conoce como Ciro el Grande de Persia. Jehová también facilita detalles de la estrategia que aquel utilizará para penetrar en el sólido y complejo sistema defensivo de Babilonia. La ciudad estará protegida por altas murallas y por canales que la atravesarán y rodearán. Ciro sacará partido de uno de los principales elementos de tales defensas: el río Éufrates. Según los historiadores antiguos Heródoto y Jenofonte, Ciro lo desvió en cierto punto río arriba y, cuando el nivel de las aguas bajó lo suficiente, sus soldados avanzaron por su lecho. En lo que respecta a la protección que brinda a Babilonia, el poderoso Éufrates se evapora.
23. ¿Qué constancia escrita hay del cumplimiento de la profecía de que Ciro liberaría a Israel?
23 ¿Y qué puede decirse de la promesa de que Ciro liberará al pueblo de Dios y se encargará de la reedificación de Jerusalén y su templo? En una proclamación oficial recogida en la Biblia, el propio Ciro declara: “Esto es lo que ha dicho Ciro el rey de Persia: ‘Todos los reinos de la tierra me los ha dado Jehová el Dios de los cielos, y él mismo me ha comisionado para que le edifique una casa en Jerusalén, que está en Judá. Cualquiera que haya entre ustedes de todo su pueblo, resulte su Dios estar con él. Así, pues, que suba a Jerusalén, que está en Judá, y reedifique la casa de Jehová el Dios de Israel —él es el Dios verdadero— la cual estaba en Jerusalén’” (Esdras 1:2, 3). De este modo se cumple totalmente la palabra de Jehová comunicada mediante Isaías.
Isaías, Ciro y los cristianos actuales
24. ¿Qué relación hay entre la proclamación del mandato de Artajerjes de “restaurar y reedificar a Jerusalén” y la llegada del Mesías?
24 El capítulo 44 de Isaías ensalza a Jehová como el único Dios verdadero y el Libertador de su pueblo antiguo. Pero, además, la profecía encierra un profundo significado para todos nosotros. El decreto de Ciro sobre la reconstrucción del templo de Jerusalén, emitido a finales del 538 o principios del 537 a.E.C., puso en marcha una serie de acontecimientos que culminaron en el cumplimiento de otra profecía extraordinaria. Al decreto de Ciro le siguió el de Artajerjes, gobernante que ordenó la reconstrucción de la ciudad de Jerusalén. El libro de Daniel había revelado que “desde la salida de la palabra de restaurar y reedificar a Jerusalén [en 455 a.E.C.] hasta Mesías el Caudillo”, pasarían 69 “semanas” de siete años cada una (Daniel 9:24, 25). Dicha profecía también se cumplió. Tal como esta señalaba, en el 29 E.C., 483 años después de entrar en vigor el decreto de Artajerjes en la Tierra Prometida, Jesús se bautizó y comenzó su ministerio terrestre.a
25. ¿A qué señala en nuestros tiempos la caída de Babilonia a manos de Ciro?
25 El hecho de que se liberara a los judíos fieles de su destierro en Babilonia a raíz de la caída de esta ciudad, prefiguró la liberación del destierro espiritual experimentada por los cristianos ungidos en 1919. Tal liberación demostró que había caído otra Babilonia, a la que se describe como una ramera, Babilonia la Grande, símbolo de todas las religiones falsas del mundo vistas en su conjunto. Como indica el libro de Revelación (Apocalipsis), el apóstol Juan previó su caída (Revelación 14:8). También vio por anticipado su destrucción repentina. La descripción que ofrece de la aniquilación de dicho imperio mundial cargado de ídolos guarda algunas semejanzas con las palabras de Isaías relativas a la conquista de la antigua ciudad de Babilonia por parte de Ciro. Tal como sus canales protectores no pudieron salvar a esta del ataque del rey persa, así las ‘aguas’ de la humanidad que apoyan y amparan a Babilonia la Grande ‘se secarán’ antes de su justa destrucción (Revelación 16:12).b
26. ¿Por qué nos fortalecen la fe las profecías de Isaías y su cumplimiento?
26 Desde la perspectiva actual, más de dos mil quinientos años después de que Isaías pronunciara sus profecías, podemos ver que Dios verdaderamente “lleva a cabo por completo el consejo de sus propios mensajeros” (Isaías 44:26). El cumplimiento de las profecías de Isaías es, por tanto, un ejemplo destacado de la confiabilidad de todas las profecías de las Santas Escrituras.
[Notas]
a Véase el cap. 11 del libro Prestemos atención a las profecías de Daniel, editado por Watchtower Bible and Tract Society of New York, Inc.
b Véanse los caps. 35, 36 del libro Apocalipsis... ¡se acerca su magnífica culminación!, editado por Watchtower Bible and Tract Society of New York, Inc.
[Ilustración de la página 63]
¿Puede un leño que no se ha echado al fuego librar a alguien?
[Ilustración de la página 75]
Ciro cumple la profecía desviando las aguas del Éufrates
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Jehová, “un Dios justo y un Salvador”Las profecías de Isaías, una luz para toda la humanidad II
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Capítulo 6
Jehová, “un Dios justo y un Salvador”
1, 2. ¿Qué garantías ofrece el capítulo 45 de Isaías, y qué preguntas analizaremos?
LAS promesas de Jehová son confiables. Él es el Dios de la revelación y de la creación. En repetidas ocasiones ha demostrado ser un Dios justo y un Salvador para gente de todas las naciones. Estas son algunas de las garantías alentadoras que ofrece el capítulo 45 de Isaías.
2 Dicho capítulo contiene además un ejemplo notable de la capacidad de Jehová de profetizar. El espíritu de Dios faculta a Isaías para contemplar países lejanos y examinar acontecimientos de siglos venideros, y lo impulsa a describir un episodio que solo Jehová, el Dios de la verdadera profecía, podría predecir con tanta exactitud. ¿A qué suceso nos referimos? ¿Cómo afecta al pueblo de Dios en los tiempos de Isaías? ¿Qué trascendencia tiene para nosotros? Analicemos las palabras del profeta.
Declaración formal de Jehová contra Babilonia
3. ¿Con qué gráficas expresiones se describe la conquista de Ciro en Isaías 45:1-3a?
3 “Esto es lo que ha dicho Jehová a su ungido, a Ciro, a quien he asido de la diestra, para sojuzgar delante de él naciones, para que yo desciña hasta las caderas de reyes; para abrir delante de él las puertas de dos hojas, de modo que las puertas mismas no estén cerradas: ‘Delante de ti yo mismo iré, y enderezaré las protuberancias del terreno. Las puertas de cobre haré pedazos, y cortaré las barras de hierro. Y ciertamente te daré los tesoros que están en la oscuridad y los tesoros escondidos que están en los escondrijos’.” (Isaías 45:1-3a.)
4. a) ¿Por qué llama Jehová a Ciro su “ungido”? b) ¿Qué hará Jehová para que Ciro tenga la victoria asegurada?
4 Por medio de Isaías, Jehová habla a Ciro como si este monarca estuviera vivo en los días del profeta, aunque en realidad aún no ha nacido (Romanos 4:17). Dado que Jehová lo nombra por anticipado para una determinada misión, puede decirse que es el “ungido” de Dios. Bajo su dirección sojuzgará naciones y dejará a sus reyes sin fuerzas para ofrecer resistencia. Cuando Ciro ataque Babilonia, Jehová se encargará de que las puertas de la ciudad queden abiertas, con lo cual serán tan inútiles como si estuvieran destrozadas. Dios irá delante del rey persa, eliminando todo obstáculo. Finalmente, las tropas de Ciro conquistarán la ciudad y se apoderarán de sus “tesoros escondidos”, sus riquezas almacenadas en cámaras oscuras. ¿Se hacen realidad todas estas predicciones de Isaías?
5, 6. ¿Cuándo y cómo se cumple la profecía de la caída de Babilonia?
5 En 539 a.E.C. —unos doscientos años después que Isaías escribe esta profecía—, Ciro llega a los muros de Babilonia con la intención de atacar la ciudad (Jeremías 51:11, 12). Pero los babilonios no se preocupan, pues creen que su capital es inexpugnable. Sus elevadas murallas se alzan sobre profundos fosos alimentados por el río Éufrates, que forma parte del sistema defensivo de la ciudad. Hace más de cien años que ningún enemigo ha podido tomarla por asalto. Tan seguro se siente en el palacio el gobernante de Babilonia, Belsasar, que celebra un banquete con los miembros de su corte (Daniel 5:1). Esa misma noche, la del 5 al 6 de octubre, Ciro lleva a cabo una brillante táctica militar.
6 Corriente arriba, los ingenieros del rey persa han desviado el cauce del Éufrates, de modo que sus aguas ya no fluyen en dirección sur hacia la ciudad. En breve, el nivel del río dentro de Babilonia y alrededor de ella desciende tanto, que las tropas de Ciro pueden avanzar por el lecho hasta el corazón de la capital (Isaías 44:27; Jeremías 50:38). Increíble como parezca, las puertas que dan al río están abiertas, tal como predijo Isaías. Las fuerzas de Ciro irrumpen en Babilonia, toman el palacio y dan muerte al rey Belsasar (Daniel 5:30). La conquista se efectúa en una sola noche. Babilonia ha caído, y la profecía se ha cumplido al pie de la letra.
7. ¿Cómo fortalece a los cristianos el extraordinario cumplimiento de la profecía de Isaías referente a Ciro?
7 El cumplimiento exacto de esta predicción fortalece la fe de los cristianos de hoy. Les da una razón sólida para creer que las profecías bíblicas que aún no se han realizado son igualmente confiables (2 Pedro 1:20, 21). Los adoradores de Jehová saben que el suceso prefigurado por la caída de Babilonia en el año 539 a.E.C. —la caída de “Babilonia la Grande”— ya aconteció en 1919. Pero esperan con ansias la destrucción de esa organización religiosa actual, así como la prometida aniquilación del sistema político controlado por Satanás, el abismamiento de este espíritu malvado y la instauración de unos nuevos cielos y una nueva tierra (Revelación [Apocalipsis] 18:2, 21; 19:19-21; 20:1-3, 12, 13; 21:1-4). Tienen la certeza de que las profecías de Jehová no son promesas vacías, sino descripciones de sucesos futuros precisos. La confianza de los cristianos verdaderos se fortalece cuando recuerdan el cumplimiento de todos los detalles de la profecía de Isaías sobre la caída de Babilonia. Saben que Jehová siempre cumple su palabra.
Razones por las que Jehová favorecerá a Ciro
8. ¿Cuál es la primera razón por la que Jehová da a Ciro la victoria sobre Babilonia?
8 Tras indicar quién conquistará Babilonia y cómo lo hará, Jehová pasa a dar la primera razón por la que dará la victoria a Ciro. Dirigiéndose a este proféticamente, le dice que es “para que sepas que yo soy Jehová, Aquel que te llama por tu nombre, el Dios de Israel” (Isaías 45:3b). Es lo propio que el gobernante de la cuarta potencia mundial de la historia bíblica reconozca que su mayor victoria la obtuvo gracias al apoyo de alguien superior a él, el Soberano Universal, y que quien lo llama o comisiona es Jehová, el Dios de Israel. La Biblia muestra que sí reconoció que su gran victoria procedía de Jehová (Esdras 1:2, 3).
9. ¿Por qué segunda razón conduce Jehová a Ciro a la conquista de Babilonia?
9 Jehová explica la segunda razón por la que conduce a Ciro a la conquista de Babilonia: “Por causa de mi siervo Jacob y de Israel mi escogido, hasta procedí a llamarte por tu nombre; procedí a darte un nombre de honra, aunque tú no me conocías” (Isaías 45:4). El triunfo del monarca persa sobre Babilonia reviste gran trascendencia, ya que marca la caída de una potencia mundial y el ascenso de otra, y deja una huella que afectará a las generaciones posteriores. No obstante, quienes siguen con preocupación los acontecimientos desde las naciones vecinas probablemente se quedarían atónitos si se enteraran de que todo sucede por causa de unos cuantos miles de “insignificantes” exiliados en Babilonia: los judíos, descendientes de Jacob. Pero a los ojos de Jehová, estos sobrevivientes de la antigua nación de Israel no son insignificantes, ni mucho menos. Son el “siervo” de Dios, el “escogido” de entre todas las naciones de la Tierra. Aunque Ciro no conocía a Jehová, Él lo utiliza como Su ungido para conquistar la ciudad que se ha negado a soltar a sus cautivos. No es el propósito de Dios que Su pueblo escogido sufra para siempre en tierra extranjera.
10. ¿Cuál es la razón más importante por la que Jehová se vale de Ciro para poner fin a la potencia mundial babilónica?
10 Hay una tercera razón, la más importante, por la que Jehová se vale de Ciro para tomar Babilonia. Él dice: “Yo soy Jehová, y no hay ningún otro. Con la excepción de mí no hay Dios. Yo te ceñiré apretadamente, aunque no me has conocido, a fin de que desde el nacimiento del sol y desde su puesta la gente sepa que no hay ninguno fuera de mí. Yo soy Jehová, y no hay ningún otro” (Isaías 45:5, 6). La caída de la potencia mundial babilónica es una demostración de la divinidad de Jehová, una prueba para todo el mundo de que nadie más que él merece adoración. La liberación de su pueblo hará que gente de todas las naciones —desde el este hasta el oeste— reconozca que Jehová es el único Dios verdadero (Malaquías 1:11).
11. ¿Cómo ilustra Jehová el hecho de que dispone del poder para cumplir su propósito con respecto a Babilonia?
11 Recordemos que esta profecía de Isaías se escribió unos doscientos años antes de que tuvieran lugar los sucesos en cuestión. Al escucharla, algunos pueden haberse preguntado: “¿De verdad dispone Jehová del poder necesario para cumplirla?”. La historia da testimonio de que así es. Jehová explica por qué es lógico creer que puede realizar lo que dice: “Yo, Jehová, quien formo luz y creo oscuridad, hago paz y creo calamidad, estoy haciendo todas estas cosas” (Isaías 45:7). Todo lo creado —desde la luz hasta la oscuridad— y todos los avatares de la historia —desde la paz hasta la calamidad— están sujetos al control de Jehová. Así como crea la claridad del día y la negrura de la noche, traerá paz para Israel y calamidad para Babilonia. Jehová tuvo poder para crear el universo, y también lo tiene para cumplir sus profecías. El conocimiento de este hecho alienta a los cristianos de la actualidad, quienes estudian minuciosamente su palabra profética.
12. a) ¿Qué hace Jehová que produzcan los cielos y tierra figurados? b) ¿Qué promesa alentadora ofrece Isaías 45:8 a los cristianos de hoy?
12 Jehová se refiere con acierto a los ciclos naturales para ilustrar algunas experiencias que aguardan a los judíos cautivos: “Oh cielos, hagan que gotee desde arriba; y destilen los cielos nublados mismos la justicia. Ábrase la tierra, y sea fructífera con salvación, y haga que la justicia misma brote al mismo tiempo. Yo mismo, Jehová, lo he creado” (Isaías 45:8). Al igual que los cielos literales hacen que caiga lluvia vivificadora, Jehová hará que los cielos figurados derramen justicia sobre su pueblo. Y así como la tierra literal se abre para producir cosechas abundantes, Jehová hará que la tierra figurada produzca sucesos que estén en armonía con su justo propósito, en especial los que lleven a la salvación de su pueblo cautivo en Babilonia. De modo parecido, en 1919 él hizo que “los cielos” y “la tierra” figurados dieran lugar a ciertos sucesos con el fin de liberar a su pueblo. Todo lo anterior llena de alegría a los cristianos de hoy. ¿Por qué? Porque fortalece su fe mientras esperan con ilusión el día en el que los cielos figurados, que representan el Reino de Dios, traigan bendiciones sobre una tierra justa. En aquel tiempo, los cielos y la tierra simbólicos producirán justicia y salvación a una escala mucho mayor que cuando cayó la antigua Babilonia. ¡Qué cumplimiento final tan glorioso de las palabras de Isaías! (2 Pedro 3:13; Revelación 21:1.)
Bendiciones por reconocer la soberanía de Jehová
13. ¿Por qué es ridículo que los seres humanos cuestionen los propósitos de Jehová?
13 Tras esta descripción de las gozosas bendiciones futuras, el tono de la profecía cambia bruscamente, e Isaías pronuncia dos recriminaciones, precedidas de un “¡ay!”: “¡Ay del que ha contendido con su Formador, como un fragmento de vasija de barro con los otros fragmentos de vasija de barro del suelo! ¿Debe el barro decir a su formador: ‘¿Qué haces?’? ¿Y tu logro decir: ‘No tiene manos’? ¡Ay del que diga a un padre: ‘¿De qué llegas a ser padre?’, y a la esposa: ‘¿Con qué estás con dolores de parto?’!” (Isaías 45:9, 10). Según parece, los hijos de Israel ponen reparos a las predicciones de Jehová. Tal vez no crean que vaya a permitir que los destierren o no conciban que sea un rey de una nación pagana quien los libere, en vez de uno de la casa de David. Para ilustrar lo absurdas que son tales objeciones, Isaías compara a sus autores a terrones de barro o fragmentos de cerámica desechados que osan cuestionar la sabiduría de su hacedor. La pieza moldeada por el alfarero afirma ahora que este no tiene manos ni poder para moldear. ¡Qué ridículo! Quienes presentan dichas objeciones son como niños pequeños que se atreven a criticar la autoridad de sus padres.
14, 15. ¿Qué revelan respecto a Jehová las expresiones “el Santo” y “el Formador”?
14 Isaías comunica la respuesta de Jehová a tales personas: “Esto es lo que ha dicho Jehová, el Santo de Israel y el Formador de él: ‘Pregúntenme hasta acerca de las cosas que vienen respecto a mis hijos; y respecto a la actividad de mis manos ustedes deben darme órdenes. Yo mismo he hecho la tierra y he creado aun al hombre sobre ella. Yo... mis propias manos han extendido los cielos, y a todo el ejército de ellos he dado órdenes’. ‘Yo mismo he suscitado a alguien en justicia, y todos sus caminos enderezaré. Él es el que edificará mi ciudad, y a los míos que están en destierro soltará, no por precio ni por soborno’, ha dicho Jehová de los ejércitos” (Isaías 45:11-13).
15 Al aplicar a Jehová el apelativo “el Santo”, Isaías recalca Su santidad. Y al llamarlo “el Formador”, subraya su derecho como Creador a decidir el curso de los acontecimientos. Jehová tiene la capacidad de informar a los hijos de Israel sobre lo que va a ocurrir y de cuidar de la obra de sus manos, es decir, su pueblo. Una vez más se muestra que los conceptos de creación y revelación están relacionados. Como Creador de todo el universo, Jehová tiene el derecho de encauzar los sucesos del modo que desee (1 Crónicas 29:11, 12). En el caso que nos ocupa, el Gobernante Soberano ha decidido levantar a Ciro, un pagano, para que libere a Israel. La intervención del monarca persa, aunque todavía futura, es tan indudable como la existencia del cielo y de la tierra. Por lo tanto, ¿qué hijo de Israel se atrevería a criticar al Padre, “Jehová de los ejércitos”?
16. ¿Por qué deben someterse a Jehová sus siervos?
16 Estos mismos versículos de Isaías señalan otra razón por la que los siervos de Dios deben someterse a Él: Jehová siempre toma sus decisiones pensando en el bien de ellos (Job 36:3). Las leyes divinas son para su beneficio (Isaías 48:17). Los judíos contemporáneos de Ciro que aceptan la soberanía de Jehová lo comprueban por sí mismos, pues el monarca persa, actuando en armonía con la justicia divina, los envía de Babilonia a su tierra para que reconstruyan el templo (Esdras 6:3-5). De igual modo, quienes hoy en día observan las leyes de Dios en la vida cotidiana y se someten a Su soberanía reciben bendiciones de parte de él (Salmo 1:1-3; 19:7; 119:105; Juan 8:31, 32).
Bendiciones para otras naciones
17. ¿Quiénes, además de Israel, se beneficiarán de los actos de salvación de Jehová, y cómo?
17 Israel no será la única nación que se beneficie de la caída de Babilonia. Isaías añade: “Esto es lo que ha dicho Jehová: ‘Los trabajadores no retribuidos de Egipto y los mercaderes de Etiopía y los sabeos, hombres de alta talla, se pasarán ellos mismos aun a ti, y tuyos llegarán a ser. Detrás de ti andarán; en grilletes pasarán, y ante ti se inclinarán. A ti orarán y dirán: “Realmente Dios está en unión contigo, y no hay ningún otro; no hay otro Dios”’” (Isaías 45:14). En los días de Moisés, “una vasta compañía mixta” de no israelitas emprendieron el éxodo desde Egipto con Israel (Éxodo 12:37, 38). De igual modo, los judíos desterrados en Babilonia irán acompañados de extranjeros en el viaje de regreso a su tierra. Nadie obligará a estos, sino que “se pasarán ellos mismos”. Cuando Jehová afirma “ante ti se inclinarán” y “a ti orarán”, se refiere a que se someterán de buena gana a Israel y le mostrarán lealtad. El que lleven grilletes, lo cual será por voluntad propia, indica que estarán dispuestos a servir al pueblo del pacto divino, al que dirán: “Dios está en unión contigo”. Adorarán a Jehová como prosélitos y acatarán lo que estipula Su pacto con Israel (Isaías 56:6).
18. ¿Quiénes se benefician hoy de que Jehová haya liberado al “Israel de Dios”, y de qué maneras?
18 Desde que en 1919 se liberó al “Israel de Dios” del cautiverio espiritual, las palabras de Isaías han tenido un cumplimiento mayor que en los días de Ciro. Millones de personas de toda la Tierra se han mostrado dispuestas a servir a Jehová (Gálatas 6:16; Zacarías 8:23). Tal como “los trabajadores” y “los mercaderes” que menciona Isaías, apoyan de buena gana la adoración verdadera con sus fuerzas físicas y recursos materiales (Mateo 25:34-40; Marcos 12:30). Se dedican a Dios y andan en sus caminos, convirtiéndose así con gusto en sus esclavos (Lucas 9:23). Adoran solo a Jehová y se benefician del trato con Su “esclavo fiel y discreto”, que disfruta de una relación especial de pacto con Dios (Mateo 24:45-47; 26:28; Hebreos 8:8-13). Si bien no son partícipes del pacto, esos “trabajadores” y “mercaderes” se benefician de él y obedecen las leyes vinculadas a él, a la vez que proclaman con valor: “No hay otro Dios”. Es emocionante ser testigos del gran aumento que han experimentado hoy día quienes apoyan con tan buena disposición la adoración pura (Isaías 60:22).
19. ¿Qué les sucederá a los que insisten en adorar ídolos?
19 Después de revelar que gente de las naciones adorará a Jehová junto con Su pueblo, el profeta declara: “Verdaderamente, tú eres un Dios que te mantienes oculto, el Dios de Israel, un Salvador” (Isaías 45:15). Aunque Jehová se abstiene de manifestar su poder ahora, en el futuro dejará de ocultarse y demostrará que es el Dios de Israel, el Salvador de su pueblo. No será, sin embargo, el Salvador de los que confían en ídolos. Isaías dice de estos: “Ellos ciertamente quedarán avergonzados y hasta serán humillados, todos ellos. Juntos en humillación tendrán que andar los fabricantes de formas de ídolos” (Isaías 45:16). Su humillación será más que un sentimiento temporero de vergüenza. Significará muerte, lo contrario de lo que Jehová promete seguidamente a Israel.
20. ¿De qué forma experimentará Israel “una salvación para tiempos indefinidos”?
20 “En cuanto a Israel, ciertamente será salvado en unión con Jehová con una salvación para tiempos indefinidos. Ustedes no quedarán avergonzados, ni serán humillados para los tiempos indefinidos de la eternidad.” (Isaías 45:17.) Jehová promete salvación eterna a Israel, pero con la condición de que permanezca “en unión con [él]”. Cuando la nación rechace a Jesús como Mesías, romperá esa unión y perderá la posibilidad de recibir “salvación para tiempos indefinidos”. No obstante, algunos israelitas pondrán fe en Jesús y formarán el núcleo del Israel de Dios, que reemplazará al Israel natural (Mateo 21:43; Gálatas 3:28, 29; 1 Pedro 2:9). El Israel espiritual jamás sufrirá humillación. Será introducido en “un pacto eterno” (Hebreos 13:20).
Jehová es confiable en la creación y en la revelación
21. ¿Por qué puede decirse que Jehová ha demostrado ser confiable tanto en la creación como en la revelación?
21 ¿Pueden confiar los judíos en la promesa de salvación eterna para Israel? Isaías responde: “Esto es lo que ha dicho Jehová, el Creador de los cielos, Él, el Dios verdadero, el Formador de la tierra y el Hacedor de ella, Él, Aquel que la estableció firmemente, que no la creó sencillamente para nada, que la formó aun para ser habitada: ‘Yo soy Jehová, y no hay ningún otro. En un escondrijo no hablé, en un lugar oscuro de la tierra; ni dije yo a la descendencia de Jacob: “Búsquenme sencillamente para nada”. Yo soy Jehová, que hablo lo que es justo, que informo lo que es recto’” (Isaías 45:18, 19). Por cuarta y última vez en este capítulo, el profeta inicia un pasaje profético importante con la declaración: “Esto es lo que ha dicho Jehová” (Isaías 45:1, 11, 14). ¿Y qué dice Jehová? Que es confiable tanto en la creación como en la revelación. Así como Dios no creó la Tierra “sencillamente para nada”, tampoco le pide a su pueblo, Israel, que lo busque “sencillamente para nada”. Del mismo modo que su propósito para este planeta se llevará a cabo, también se realizará su propósito para su pueblo escogido. A diferencia de las expresiones oscuras de los que sirven a dioses falsos, las palabras de Jehová se hablan en público. Son justas y se cumplirán. Los que sirven a Dios no lo hacen en vano.
22. a) ¿De qué pueden estar seguros los judíos desterrados en Babilonia? b) ¿Con qué garantía cuentan los cristianos de la actualidad?
22 En este pasaje, Dios asegura a su pueblo desterrado en Babilonia que la Tierra Prometida no permanecerá desolada, sino que será repoblada. Y Jehová cumple lo que les ha prometido. Por extensión, las palabras de Isaías constituyen una garantía para el pueblo de Dios de la actualidad de que la Tierra no se convertirá en un yermo, ya sea calcinada por fuego, como creen algunos, o destruida por bombas atómicas, como temen otros. El propósito de Dios es que la Tierra perdure para siempre, transformada en un bello paraíso y habitada por seres humanos justos (Salmo 37:11, 29; 115:16; Mateo 6:9, 10; Revelación 21:3, 4). Como en el caso de Israel, las palabras de Jehová resultarán confiables.
Jehová extiende su misericordia
23. ¿Qué resultados obtienen los idólatras, y qué puede decirse de los que adoran a Jehová?
23 Lo que Jehová dice a continuación hace hincapié en la salvación de Israel: “Júntense y vengan. Acérquense juntamente, ustedes los escapados de las naciones. Los que llevan la madera de su imagen tallada no han llegado a tener conocimiento; tampoco los que oran a un dios que no puede salvar. Hagan ustedes su informe y su presentación. Sí, consulten ellos juntos en unidad. ¿Quién ha hecho oír esto desde hace mucho tiempo? ¿Quién lo ha informado desde aquel mismo tiempo? ¿No soy yo, Jehová, fuera de quien no hay otro Dios; un Dios justo y un Salvador, pues no hay ninguno a excepción de mí?” (Isaías 45:20, 21). Jehová convoca a “los escapados” para que comparen su salvación con lo que les sucede a los adoradores de ídolos (Deuteronomio 30:3; Jeremías 29:14; 50:28). Los idólatras “no han llegado a tener conocimiento”, pues rezan y sirven a deidades que no pueden salvarlos. Su adoración es totalmente inútil. Los que adoran a Jehová, en cambio, se dan cuenta de que él tiene el poder de producir los sucesos que predijo “hace mucho tiempo”, como por ejemplo la salvación de su pueblo exiliado en Babilonia. Tal poder y presciencia distingue a Jehová de todos los demás dioses. Él es, verdaderamente, “un Dios justo y un Salvador”.
“La salvación se la debemos a nuestro Dios”
24, 25. a) ¿Qué invitación hace Jehová, y por qué se cumplirá sin falta su promesa? b) ¿Qué exige Jehová con todo derecho?
24 La misericordia de Jehová lo impele a hacer la siguiente invitación: “Diríjanse a mí y sean salvos, todos ustedes los que están en los cabos de la tierra; porque yo soy Dios, y no hay ningún otro. Por mí mismo he jurado —de mi propia boca en justicia ha salido la palabra, de modo que no volverá— que ante mí toda rodilla se doblará, a mí toda lengua jurará, y dirá: ‘De seguro en Jehová hay plena justicia y fuerza. Todos los que se acaloran contra él vendrán directamente a él y quedarán avergonzados. En Jehová toda la descendencia de Israel resultará tener razón y se jactará en cuanto a sí misma’” (Isaías 45:22-25).
25 Jehová promete a Israel que salvará a los cautivos de Babilonia que se dirijan a él. En vista de que tiene tanto el deseo como la capacidad de rescatar a su pueblo, es imposible que su profecía falle (Isaías 55:11). Sus palabras son de por sí confiables, pero aún lo son más si añade su juramento para confirmarlas (Hebreos 6:13). Jehová exige, con todo derecho, sumisión (“toda rodilla se doblará”) y compromiso (“toda lengua jurará”) de parte de los que desean su favor. Los israelitas que perseveren en la adoración de Jehová serán salvos. Podrán jactarse de lo que Jehová hace por ellos (2 Corintios 10:17).
26. ¿Cómo está respondiendo “una gran muchedumbre” de todas las naciones a la invitación de Jehová para dirigirse a él?
26 Ahora bien, la invitación de Dios para dirigirse a él no se limita a los desterrados en la antigua Babilonia (Hechos 14:14, 15; 15:19; 1 Timoteo 2:3, 4). La invitación todavía está vigente, y “una gran muchedumbre [...] de todas las naciones” responde a ella y proclama: “La salvación se la debemos a nuestro Dios [...] y al Cordero [Jesús]” (Revelación 7:9, 10; 15:4). Todos los años engrosan la gran muchedumbre cientos de miles de nuevos miembros. Estos se dirigen a Dios, reconocen plenamente su soberanía y declaran en público su lealtad a él. Además, apoyan fielmente al Israel espiritual, la “descendencia de Abrahán” (Gálatas 3:29). Expresan su amor a la gobernación justa de Jehová anunciando por todo el mundo: “De seguro en Jehová hay plena justicia y fuerza”.a En su carta a los Romanos, el apóstol Pablo citó Isaías 45:23 de la versión Septuaginta para mostrar que, con el tiempo, todos los seres humanos reconocerán la soberanía de Dios y alabarán su nombre de continuo (Romanos 14:11; Filipenses 2:9-11; Revelación 21:22-27).
27. ¿Por qué pueden los cristianos de hoy confiar plenamente en las promesas de Jehová?
27 ¿Por qué pueden los miembros de la gran muchedumbre estar seguros de que dirigirse a Dios significa salvación? Porque Sus promesas son dignas de confianza, como muestran claramente las palabras proféticas del capítulo 45 de Isaías. Así como Jehová tuvo el poder y la sabiduría necesarios para crear los cielos y la Tierra, también dispone del poder y la sabiduría necesarios para hacer realidad sus profecías. Y tal como se encargó de que la predicción sobre Ciro se cumpliera, así cumplirá todas las profecías bíblicas que aún no se han realizado. Por consiguiente, los adoradores de Jehová pueden tener la certeza de que él pronto volverá a demostrar que es “un Dios justo y un Salvador”.
[Nota]
a La Traducción del Nuevo Mundo emplea la expresión “plena justicia” porque en el texto hebreo la palabra justicia está en plural. La forma plural indica en este caso que Jehová posee dicha cualidad en grado superlativo.
[Ilustración de las páginas 80 y 81]
Jehová, quien forma luz y crea oscuridad, puede hacer paz y crear calamidad
[Ilustración de la página 83]
Jehová hará que “los cielos” derramen bendiciones y “la tierra” produzca salvación
[Ilustración de la página 84]
¿Deben fragmentos de cerámica desechados cuestionar la sabiduría de su hacedor?
[Ilustración de la página 89]
Jehová no creó la Tierra sencillamente para nada
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Se adora a Jehová de nuevoLas profecías de Isaías, una luz para toda la humanidad II
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Capítulo 7
Se adora a Jehová de nuevo
1. ¿Cuáles son dos de las principales deidades babilónicas, y qué se predice respecto a ellas?
CUANDO los israelitas estén desterrados en Babilonia, los rodeará la adoración falsa. En los tiempos de Isaías, el pueblo todavía vive en su tierra y tiene el templo y el sacerdocio, pero muchos miembros de la nación dedicada de Dios han sucumbido a la idolatría. Por consiguiente, es fundamental prepararlos para que no se dejen intimidar por los dioses falsos de Babilonia ni sientan la tentación de servirlos. Isaías profetiza lo siguiente acerca de dos de las principales deidades de esa nación: “Bel se ha doblado, Nebo está agachado; sus ídolos han llegado a ser para las bestias salvajes y para los animales domésticos, las cargas de estos, piezas de equipaje, una carga pesada para los animales cansados” (Isaías 46:1). Bel es la divinidad suprema de los caldeos, y Nebo, el dios de la sabiduría y la erudición. El hecho de que sus nombres estén incluidos en nombres propios babilónicos como Belsasar, Nabopolasar, Nabucodonosor y Nebuzaradán, por mencionar solo unos pocos, indica el respeto que muchos guardan a ambas deidades.
2. ¿Cómo se subraya la impotencia de los dioses babilónicos?
2 Isaías dice que Bel “se ha doblado” y Nebo “está agachado”, lo que muestra que sufrirán una humillación. Cuando Jehová ejecute su sentencia contra Babilonia, estos dioses falsos serán incapaces de acudir en ayuda de sus adoradores. Ni siquiera podrán salvarse a sí mismos. Bel y Nebo ya no ocuparán el lugar de honor en las procesiones, como la que se celebraba en el día de Año Nuevo babilónico. Más bien, sus devotos los acarrearán como simple equipaje, y la alabanza y veneración que les dispensaban se tornará en escarnio y desdén.
3. a) ¿Qué sacudirá a los babilonios? b) ¿Qué aprendemos hoy de lo que les sucedió a las divinidades babilónicas?
3 Los babilonios recibirán una sacudida cuando se den cuenta de que sus preciados ídolos no son más que cargas que deberán transportar bestias cansadas. Hoy ocurre igual. Los dioses del mundo, todo aquello en lo que la gente confía y gasta sus energías y por lo cual incluso da la vida, son una ilusión. La riqueza, el armamento, los placeres, los gobernantes, la patria o sus símbolos y muchas otras cosas se han convertido en objetos de devoción. La inutilidad de tales dioses quedará en evidencia en el momento fijado por Jehová (Daniel 11:38; Mateo 6:24; Hechos 12:22; Filipenses 3:19; Colosenses 3:5; Revelación [Apocalipsis] 13:14, 15).
4. ¿En qué sentido se “agacha[n]” y se “dobla[n]” los dioses de Babilonia?
4 A continuación, la profecía recalca el fracaso total de las divinidades babilónicas: “Tienen que agacharse; cada uno tiene que doblarse por igual; simplemente no pueden suministrar escape para la carga, sino que su propia alma tiene que ir al cautiverio” (Isaías 46:2). Los dioses de Babilonia parecen “agacharse” y “doblarse” como si de heridos en combate o de viejos decrépitos se tratara. Ni siquiera pueden aligerar la carga ni ofrecer escape a las humildes bestias que los llevan. Por lo tanto, aunque el pueblo del pacto divino esté cautivo en Babilonia, ¿debe honrar a estos ídolos? Claro que no. De igual modo, los siervos ungidos de Jehová, aun cuando estuvieron cautivos en sentido espiritual, no honraron a los dioses falsos de “Babilonia la Grande”. Tales dioses no pudieron impedir la caída de esta en 1919 y tampoco podrán salvarla de la calamidad que le espera durante la “gran tribulación” (Revelación 18:2, 21; Mateo 24:21).
5. ¿Cómo evitan los cristianos de la actualidad repetir los errores de los babilonios idólatras?
5 Los verdaderos cristianos de la actualidad no se inclinan ante ídolos de ninguna clase (1 Juan 5:21). Los crucifijos, los rosarios y las imágenes de santos no nos acercan más al Creador ni pueden interceder por nosotros. En el siglo primero, Jesús enseñó a sus discípulos cuál es el modo correcto de adorar a Dios cuando declaró: “Yo soy el camino y la verdad y la vida. Nadie viene al Padre sino por mí. Si ustedes piden algo en mi nombre, lo haré” (Juan 14:6, 14).
“Llevados desde la matriz”
6. ¿En qué difiere Jehová de los dioses de las naciones?
6 Después de dejar claro que la adoración de los dioses babilónicos es inútil, Jehová dice a su pueblo: “Escúchenme, oh casa de Jacob, y todos ustedes los restantes de la casa de Israel, ustedes los transportados por mí desde el vientre, los llevados desde la matriz” (Isaías 46:3). ¡Qué diferente es Jehová de las imágenes talladas de Babilonia! Los dioses de esta nación no pueden hacer nada por sus adoradores. Ni siquiera se mueven a menos que los trasladen bestias de carga. Jehová, en cambio, ha llevado a su pueblo, lo ha sustentado “desde la matriz”, desde que se formó la nación. Los gratos recuerdos de las ocasiones en que los ha llevado deberían inducir a los judíos a evitar la idolatría y confiar en él como su Padre y Amigo.
7. ¿Por qué puede decirse que los tiernos cuidados que Jehová dispensa a sus adoradores superan incluso a los de los padres humanos?
7 Jehová tiene más palabras afectuosas para su pueblo: “Aun hasta la vejez de uno yo soy el Mismo; y hasta la canicie de uno yo mismo seguiré soportando. Yo mismo ciertamente actuaré, para que yo mismo pueda llevar y para que yo mismo pueda soportar y suministrar escape” (Isaías 46:4). Los cuidados que Jehová dispensa a su pueblo hacen palidecer a los que brindan los padres humanos más atentos. A medida que crecen los hijos, los progenitores se sienten cada vez menos responsables de ellos, y cuando los padres se hacen mayores, con frecuencia son los hijos quienes los cuidan. No sucede así con Jehová, quien nunca deja de ocuparse de sus hijos humanos, ni siquiera cuando envejecen. Los adoradores actuales de Dios, que aman a su Creador y confían en él, obtienen mucho consuelo de estas palabras de la profecía de Isaías. No hay razón para que se inquieten por los días o años que les quedan por vivir en este sistema de cosas. Jehová promete ‘seguir soportando’ a los de edad avanzada, es decir, dándoles las fuerzas necesarias para aguantar fielmente. Los llevará, los fortalecerá y les suministrará escape (Hebreos 6:10).
Cuidado con los ídolos modernos
8. ¿Qué pecado inexcusable han cometido algunos coterráneos de Isaías?
8 Nos podemos imaginar la decepción que sufrirán los babilonios que confían en los ídolos cuando se evidencie la inutilidad total de estos. ¿Debería pensar Israel que esos dioses son comparables a Jehová? De ningún modo. Él pregunta con todo derecho: “¿A quién me asemejarán ustedes o me harán igual o me compararán, para que nos parezcamos uno al otro?” (Isaías 46:5). Es inexcusable que algunos coterráneos de Isaías hayan empezado a adorar estatuas mudas, inertes e impotentes. Para una nación que conoce a Jehová, confiar en imágenes indefensas y sin vida fabricadas por manos humanas es una verdadera estupidez.
9. Explique el proceder ilógico de algunos idólatras.
9 Veamos el proceder ilógico de los idólatras. La profecía continúa: “Hay los que con profusión sacan el oro de la bolsa, y con el brazo de la balanza pesan la plata. Alquilan a un metalario, y él hace de ello un dios. Se prosternan, sí, se inclinan” (Isaías 46:6). Algunos idólatras no reparan en gastos a la hora de fabricar su deidad, como si los ídolos caros tuvieran más poder salvador que los de madera. Pero sin importar cuánto trabajo o dinero se invierta en ellos, no son más que figuras inertes, y siempre lo serán.
10. ¿Cómo se describe la inutilidad total de la idolatría?
10 La profecía sigue poniendo de relieve la insensatez de la idolatría: “Lo llevan sobre el hombro, lo cargan y lo depositan en su lugar para que quede quieto. De su lugar donde está parado no se mueve. Hasta le clama uno, pero él no responde; de la angustia en que uno se halla, este no lo salva” (Isaías 46:7). ¡Qué ridículo es orar a una imagen que no puede ni oír ni hacer nada! Bien describe el salmista la inutilidad de tales objetos de adoración: “Los ídolos de ellos son plata y oro, la obra de las manos del hombre terrestre. Boca tienen, pero no pueden hablar; ojos tienen, pero no pueden ver; oídos tienen, pero no pueden oír. Nariz tienen, pero no pueden oler. Manos son suyas, pero no pueden palpar. Pies son suyos, pero no pueden andar; no profieren sonido con su garganta. Quienes los hacen llegarán a ser lo mismo que ellos, todos los que confían en ellos” (Salmo 115:4-8).
“Cobren ánimo”
11. ¿Qué ayudará a “cobr[ar] ánimo” a quienes vacilan?
11 Una vez establecido lo inútil que es adorar ídolos, Jehová da a su pueblo razones por las que deben servirle: “Acuérdense de esto, para que cobren ánimo. Pónganlo en el corazón, transgresores. Acuérdense de las primeras cosas de mucho tiempo atrás, que yo soy el Divino y no hay otro Dios, ni nadie semejante a mí” (Isaías 46:8, 9). Los que vacilan entre la adoración verdadera y la idolatría tienen que refrescar su memoria histórica. Deben recordar todo lo que Jehová ha hecho. Esto los ayudará a cobrar ánimo, hacer lo correcto y adorar de nuevo a Jehová.
12, 13. ¿Contra qué combaten los cristianos, y cómo pueden salir victoriosos?
12 Esta exhortación sigue siendo necesaria en nuestros días. Al igual que los israelitas, los cristianos sinceros tienen que luchar contra las tentaciones y su propia imperfección (Romanos 7:21-24). Además, están enzarzados en una batalla espiritual con un enemigo invisible, pero inmensamente poderoso. El apóstol Pablo dice: “Tenemos una lucha, no contra sangre y carne, sino contra los gobiernos, contra las autoridades, contra los gobernantes mundiales de esta oscuridad, contra las fuerzas espirituales inicuas en los lugares celestiales” (Efesios 6:12).
13 Satanás y sus demonios están dispuestos a hacer cualquier cosa con tal de apartar a los cristianos de la adoración verdadera. Para ganar la lucha, estos tienen que seguir el consejo de Jehová y cobrar ánimo. ¿Cómo? El apóstol Pablo explica: “Pónganse la armadura completa que proviene de Dios para que puedan estar firmes contra las maquinaciones del Diablo”. Jehová no envía a sus siervos a la batalla sin equiparlos. Su armadura espiritual incluye “el escudo grande de la fe, con el cual podrán apagar todos los proyectiles encendidos del inicuo” (Efesios 6:11, 16). Los israelitas pecaron porque hicieron caso omiso de las provisiones espirituales procedentes de Jehová. Si hubieran meditado sobre los actos poderosos que él había realizado repetidas veces en su favor, nunca habrían caído en la repugnante adoración de ídolos. Que su ejemplo nos sirva de lección y nos resolvamos a no vacilar nunca en la lucha por hacer lo correcto (1 Corintios 10:11).
14. ¿Qué facultad presenta Jehová como prueba de que es el único Dios verdadero?
14 Jehová es “Aquel que declara desde el principio el final, y desde hace mucho las cosas que no se han hecho; Aquel que dice: ‘Mi propio consejo subsistirá, y todo lo que es mi deleite haré’” (Isaías 46:10). ¿Qué otro dios se asemeja a Jehová en este aspecto? La facultad de predecir el futuro es una prueba notable de la divinidad del Creador. No obstante, se necesita más que presciencia para garantizar el cumplimiento de lo predicho. Las palabras “mi propio consejo subsistirá” destacan la inmutabilidad del propósito declarado de Dios. Como Jehová es omnipotente, nada en el universo puede impedir que efectúe su voluntad (Daniel 4:35). Así pues, podemos estar seguros de que las profecías que quedan por cumplirse se harán realidad cuando él lo considere oportuno (Isaías 55:11).
15. ¿Qué magnífico ejemplo de la capacidad de Jehová de predecir el futuro se nos presenta?
15 Isaías nos presenta ahora un magnífico ejemplo de la capacidad de Jehová de predecir acontecimientos futuros y después hacer que sucedan: “Aquel que llama desde el naciente a un ave de rapiña; desde un país distante, al hombre que ha de ejecutar mi consejo. Hasta lo he hablado; también lo haré venir. Lo he formado, también lo haré” (Isaías 46:11). Siendo Jehová Dios “Aquel que declara desde el principio el final”, intervendrá en los asuntos humanos de tal manera que se lleve a cabo su voluntad. Llamará a Ciro “desde el naciente”, desde Persia, que está al este, donde se encontrará su capital preferida, Pasargada. Ciro será como “un ave de rapiña”, pues se abalanzará súbitamente sobre Babilonia.
16. ¿Cómo confirma Jehová que su predicción respecto a Babilonia se cumplirá sin falta?
16 La oración “hasta lo he hablado; también lo haré venir” confirma que la predicción de Jehová respecto a Babilonia se cumplirá sin falta. Si bien el hombre imperfecto tiende a hacer promesas de forma precipitada, el Creador nunca deja de cumplir su palabra. Puesto que Jehová es el Dios “que no puede mentir”, podemos tener la convicción de que si “lo h[a] formado, también lo har[á]” (Tito 1:2).
Corazones sin fe
17, 18. ¿A quiénes puede denominarse “poderosos de corazón” a) en la antigüedad? b) hoy día?
17 Jehová de nuevo dirige su atención a los babilonios y les dice proféticamente: “Escúchenme, ustedes los poderosos de corazón, ustedes los que están lejos de la justicia” (Isaías 46:12). La expresión “los poderosos de corazón” se refiere a los que se oponen con terquedad a la voluntad divina. Sin duda los babilonios están lejos de Dios. Su odio a Jehová y a Su pueblo los impulsa a destruir Jerusalén y el templo, y llevarse a la población al destierro.
18 Hoy día, aquellos cuyo corazón es escéptico e incrédulo se niegan obstinadamente a escuchar el mensaje del Reino, que se está predicando en toda la tierra habitada (Mateo 24:14). No quieren reconocer a Jehová como el Soberano legítimo (Salmo 83:18; Revelación 4:11). Con corazones “que están lejos de la justicia”, se oponen a su voluntad (2 Timoteo 3:1-5). Tal como los babilonios, rehúsan escuchar a Jehová.
La salvación de Dios no tardará
19. ¿En qué sentido realizará Jehová un acto de justicia para Israel?
19 Las palabras de conclusión del capítulo 46 de Isaías destacan determinados aspectos de la personalidad de Jehová: “He acercado mi justicia. No está lejos, y mi propia salvación no tardará. Y ciertamente daré en Sión salvación; a Israel, mi hermosura” (Isaías 46:13). La liberación de Israel será un acto de justicia divina. Dios no permitirá que su pueblo se consuma en el exilio. La salvación de Sión llegará en el momento oportuno, “no tardará”. Cuando Dios ponga fin al cautiverio de los israelitas, estos se convertirán en un espectáculo para las naciones vecinas. Su liberación servirá de testimonio del poder salvador de Jehová. La inutilidad de los dioses babilónicos Bel y Nebo se hará patente para todo el mundo; su impotencia se pondrá de manifiesto (1 Reyes 18:39, 40).
20. ¿Por qué pueden estar seguros los cristianos de que la “salvación [de Jehová] no tardará”?
20 En 1919, Jehová liberó a su pueblo del cautiverio espiritual. No tardó. Ese acontecimiento, así como los relacionados con la caída de Babilonia a manos de Ciro, nos infunde ánimo a los cristianos de hoy. Jehová ha prometido acabar con este sistema de cosas perverso, que incluye la religión falsa (Revelación 19:1, 2, 17-21). Desde una perspectiva humana, algunos cristianos quizá piensen que su salvación se ha retrasado. No obstante, el que Dios espere pacientemente hasta el momento que ha fijado para cumplir esa promesa constituye, en realidad, un acto de justicia. Después de todo, “Jehová [...] no desea que ninguno sea destruido; más bien, desea que todos alcancen el arrepentimiento” (2 Pedro 3:9). Por consiguiente, podemos tener la seguridad de que, tal como en los días del antiguo Israel, la “salvación no tardará”. De hecho, ante la proximidad del día de salvación, Dios dirige esta invitación amorosa: “Busquen a Jehová mientras pueda ser hallado. Clamen a él mientras resulte estar cerca. Deje el inicuo su camino, y el hombre dañino sus pensamientos; y regrese a Jehová, quien tendrá misericordia de él, y a nuestro Dios, porque él perdonará en gran manera” (Isaías 55:6, 7).
[Ilustraciones de la página 94]
Los dioses babilónicos no impiden que la ciudad sea destruida
[Ilustraciones de la página 98]
Los cristianos deben tener cuidado con los ídolos modernos
[Ilustraciones de la página 101]
Cobremos ánimo para hacer lo correcto
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El anuncio del fin catastrófico de la religión falsaLas profecías de Isaías, una luz para toda la humanidad II
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Capítulo 8
El anuncio del fin catastrófico de la religión falsa
1, 2. a) ¿Por qué les parece improbable a algunos que pronto vaya a producirse un cambio radical en el ámbito religioso mundial? b) ¿Cómo sabemos que el capítulo 47 de Isaías tiene una aplicación futura? c) ¿Por qué es “Babilonia la Grande” un apelativo adecuado para las religiones falsas?
“EL RESURGIMIENTO de la religión.” Bajo ese título, un artículo de la revista The New York Times Magazine indicó que la religión aún parece tener firme arraigo en el corazón y la mente de millones de personas. De ahí que pueda ser difícil creer que esté a punto de producirse un cambio radical en el ámbito religioso mundial. Sin embargo, así lo muestra el capítulo 47 de Isaías.
2 Las palabras del profeta se cumplieron hace dos mil quinientos años. No obstante, en Revelación (Apocalipsis) se cita Isaías 47:8 y se le da una aplicación futura. Dicho libro bíblico predice el fin de una prostituta simbólica, la organización llamada “Babilonia la Grande”, que representa el imperio mundial de la religión falsa (Revelación 16:19). “Babilonia” es un apelativo adecuado, pues en aquella antigua ciudad se originó la adoración falsa y desde allí se esparció a todo el globo terráqueo (Génesis 11:1-9). Algunas doctrinas paganas que surgieron en Babilonia, tales como la inmortalidad del alma, el infierno y el culto a tríadas de dioses, son comunes a casi todas las confesiones, incluidas las de la cristiandad.a ¿Arroja luz sobre el futuro de la religión la profecía de Isaías?
La humillación de Babilonia
3. Describa la grandeza de la potencia mundial babilónica.
3 Escuchemos este impactante mensaje divino: “Baja y siéntate en el polvo, oh virgen hija de Babilonia. Siéntate en la tierra donde no hay trono, oh hija de los caldeos. Porque no volverás a experimentar que la gente te llame delicada y melindrosa” (Isaías 47:1). Durante muchos años, Babilonia ha ocupado el trono de la dominación mundial. Ha sido “la decoración de reinos”, un próspero centro religioso, comercial y militar (Isaías 13:19). En el cenit de su gloria, los límites del imperio se extienden en dirección sur hasta la frontera de Egipto. Cuando derrota a Jerusalén, en el año 607 a.E.C., da la impresión de que ni el propio Dios puede detener su avance. De ahí que se vea a sí misma como una “virgen hija”, es decir, un pueblo que nunca sufrirá invasión extranjera.b
4. ¿Qué le sucederá a Babilonia?
4 No obstante, a esta altiva “virgen”, la potencia mundial indiscutible, la destronarán y le harán ‘sentarse en el polvo’, lo que indica su humillación (Isaías 26:5). Ya no la considerarán “delicada y melindrosa” como una reina colmada de atenciones. Así, Jehová ordena: “Toma un molinillo y muele harina. Descúbrete el velo. Quítate la falda amplia. Descubre la pierna. Atraviesa los ríos” (Isaías 47:2). La que en su día esclavizó a toda la nación de Judá recibirá el trato de una esclava. Los medos y los persas la depondrán del poder y la obligarán a servirlos en tareas humillantes.
5. a) ¿Qué significa el que se despoje a Babilonia de su ‘velo y falda amplia’? b) ¿A qué puede referirse el mandato de ‘atravesar los ríos’?
5 Estos amos despojarán a Babilonia de su ‘velo y falda amplia’, con lo que perderá todo vestigio de grandeza y dignidad. “Atraviesa los ríos”, le mandarán. La profecía tal vez indique que forzarán a algunos babilonios a efectuar trabajos serviles al aire libre, o que literalmente les harán cruzar ríos cuando los lleven al exilio. En cualquier caso, Babilonia ya no viajará con la pompa de una reina, atravesando las corrientes en una silla o en un carruaje. Más bien, será como una esclava que al vadear el río tiene que olvidarse del pudor y remangarse la falda, enseñando las piernas. ¡Qué humillante!
6. a) ¿En qué sentido se descubre la desnudez de Babilonia? b) ¿Qué significa el que Dios ‘no se encuentre bondadosamente con ningún hombre’? (Véase la nota.)
6 Jehová prosigue con su reprensión irónica: “Debes descubrir tu desnudez. También, debe verse tu oprobio. Venganza es lo que tomaré, y no me encontraré bondadosamente con ningún hombre” (Isaías 47:3).c En efecto, Babilonia sufrirá vergüenza y deshonra. La crueldad con que trata al pueblo de Dios se manifestará con claridad, y ningún ser humano podrá evitar que Dios se vengue.
7. a) ¿Cómo responderán los exiliados judíos a la noticia de la caída de Babilonia? b) ¿En qué sentido recomprará Jehová a su pueblo?
7 Después de setenta años de cautiverio en la poderosa Babilonia, el pueblo de Dios se alegrará mucho de su caída. Exclamará: “Hay Uno que nos está recomprando. Jehová de los ejércitos es su nombre, el Santo de Israel” (Isaías 47:4). De acuerdo con la Ley mosaica, si un israelita se vendía como esclavo para saldar sus deudas, podía redimirlo un recomprador (un pariente consanguíneo) con el pago correspondiente (Levítico 25:47-54). En vista de que los judíos habrán sido vendidos como esclavos a Babilonia, necesitarán que los recompren, es decir, que los liberen. Para los esclavos, la conquista por lo general solo significa un cambio de amo, pero Jehová inducirá al victorioso rey Ciro a emancipar a los judíos y le dará como “rescate” Egipto, Etiopía y Sebá (Isaías 43:3). El Redentor de Israel recibe con toda propiedad el nombre “Jehová de los ejércitos”, pues las aparentemente poderosas tropas babilónicas son insignificantes en comparación con las huestes angélicas invisibles.
El precio de la crueldad
8. ¿En qué sentido “entra[rá] en la oscuridad” Babilonia?
8 Jehová reanuda su denuncia profética de Babilonia: “Siéntate silenciosamente y entra en la oscuridad, oh hija de los caldeos; porque no volverás a experimentar que la gente te llame Señora de Reinos” (Isaías 47:5). A Babilonia solo le espera oscuridad y desgracia. Ya no va a dominar a otros reinos como cruel señora (Isaías 14:4).
9. ¿Por qué se indigna Jehová con los judíos?
9 Ahora bien, ¿por qué permite Dios que Babilonia haga daño a Su pueblo? Jehová explica el motivo: “Me indigné con mi pueblo. Profané mi herencia, y procedí a darlos en tu mano” (Isaías 47:6a). Dios tiene buenas razones para indignarse con los judíos. Les había advertido que los desterraría si desobedecían su Ley (Deuteronomio 28:64). Cuando caían en la idolatría y la inmoralidad sexual, Jehová, en prueba de su amor, les enviaba profetas para que los ayudaran a volver a la adoración pura, pero “ellos continuamente estuvieron burlándose de los mensajeros del Dios verdadero y despreciando sus palabras y mofándose de sus profetas, hasta que la furia de Jehová subió contra su pueblo, hasta que no hubo curación” (2 Crónicas 36:16). Por lo tanto, Dios permite que Babilonia profane su herencia, Judá, invadiendo la tierra y contaminando Su santo templo (Salmo 79:1; Ezequiel 24:21).
10, 11. ¿Por qué está Jehová enojado con Babilonia, aunque era Su voluntad que hiciera cautivo a Su pueblo?
10 En vista de lo anterior, ¿acaso no se limita Babilonia a cumplir con la voluntad divina cuando esclaviza a los judíos? No, pues Dios asegura: “No les mostraste misericordias. Sobre el viejo hiciste muy pesado tu yugo. Y seguiste diciendo: ‘Hasta tiempo indefinido resultaré ser Señora, para siempre’. No pusiste estas cosas en tu corazón; no te acordaste del final del asunto” (Isaías 47:6b, 7). Dios no ha mandado a los babilonios actuar con crueldad excesiva, sin mostrar favor “siquiera a los viejos” (Lamentaciones 4:16; 5:12). Tampoco los ha incitado a que se mofen sádicamente de los cautivos judíos (Salmo 137:3).
11 Babilonia no comprende que su control sobre los judíos es temporal. Ha pasado por alto las advertencias de Isaías de que con el tiempo Jehová liberará a Su pueblo. Se comporta como si tuviera el derecho de dominar a los judíos a perpetuidad y ser señora de sus naciones vasallas para siempre. Hace caso omiso del mensaje de que su tiranía tendrá “final”.
Se predice la caída de Babilonia
12. ¿Por qué se llama a Babilonia “mujer dada a los placeres”?
12 Jehová declara: “Ahora oye esto, tú, mujer dada a los placeres, la que se sienta en seguridad, la que dice en su corazón: ‘Yo soy, y no hay nadie más. No me sentaré como viuda, y no conoceré la pérdida de hijos’” (Isaías 47:8). Babilonia tiene fama de hedonista. El historiador Heródoto, del siglo V a.E.C., habla de una “costumbre [...] ignominiosa que tienen los babilonios”, a saber, que todas las mujeres deben prostituirse en honor de su diosa del amor. Otro historiador de la antigüedad, Curcio, escribe: “Nada más corrompido que las costumbres de esta ciudad; nada más a propósito para excitar y conducir a las concupiscencias [pasiones] inmoderadas”.
13. ¿Por qué puede decirse que el ansia de placeres de Babilonia precipitará su caída?
13 El ansia de placeres de Babilonia precipitará su caída. La noche de la toma de la ciudad, el rey y sus grandes estarán celebrando un banquete. Su estado de embriaguez les impedirá percatarse de que los ejércitos medopersas invaden la ciudad (Daniel 5:1-4). ‘Sentada en seguridad’ como está, Babilonia se imaginará que sus aparentemente impenetrables muros y foso la protegerán del enemigo. Se dice a sí misma que “no hay nadie más” que pueda ocupar su posición preeminente. No concibe la posibilidad de quedar “viuda”, es decir, de perder a su gobernante imperial y a sus “hijos”, sus habitantes. Con todo, ningún muro la protegerá del brazo vengador de Jehová Dios, quien dirá más adelante: “Aunque Babilonia ascienda a los cielos, y aunque haga inaccesible la altura de su fuerza, de mí llegarán a ella los violentos despojadores” (Jeremías 51:53).
14. ¿En qué sentido sufrirá Babilonia la “pérdida de hijos y viudez”?
14 ¿Qué le sucederá a Babilonia? Jehová prosigue: “Pero te vendrán estas dos cosas de repente, en un solo día: pérdida de hijos y viudez. En su medida completa tienen que venir sobre ti, por la abundancia de tus hechicerías, por el pleno poderío de tus maleficios... en sumo grado” (Isaías 47:9). En efecto, Babilonia perderá de súbito la supremacía como potencia mundial. En las tierras orientales de la antigüedad, enviudar y perder hijos eran las peores desgracias que podían sobrevenirle a una mujer. No sabemos cuántos “hijos” pierde Babilonia en la noche de su caída.d En su debido momento, sin embargo, la ciudad quedará totalmente abandonada (Jeremías 51:29). También enviudará, en el sentido de que sus reyes serán destronados.
15. ¿Por qué razón está furioso Jehová con Babilonia, además de por su crueldad para con los judíos?
15 No obstante, los malos tratos que Babilonia inflige a los judíos no son la única causa de la furia de Jehová. “La abundancia de [sus] hechicerías” también suscita la ira divina. La Ley que Dios dio a Israel condena el espiritismo; pero ella lo practica con vehemencia (Deuteronomio 18:10-12; Ezequiel 21:21). Un libro sobre la vida social de los asirios y los babilonios dice que estos últimos “vivían en temor constante de los innumerables demonios que, según ellos, los rodeaban” (Social Life Among the Assyrians and Babylonians).
Babilonia confía en la maldad
16, 17. a) ¿Cómo ‘confía en su maldad’ Babilonia? b) ¿Por qué es inevitable el fin de Babilonia?
16 ¿Salvarán a Babilonia sus adivinos? Jehová responde: “Seguiste confiando en tu maldad. Has dicho: ‘No hay quien me vea’. Tu sabiduría y tu conocimiento... esto es lo que te ha descarriado; y sigues diciendo en tu corazón: ‘Yo soy, y no hay nadie más’” (Isaías 47:10). Babilonia considera que la sabiduría profana y religiosa, el poderío militar, la astucia y la crueldad le permitirán mantener su posición de potencia mundial. Cree que nadie puede ‘verla’, o sea, pedirle cuentas por su perversidad. Tampoco divisa ningún rival en el horizonte. “Yo soy, y no hay nadie más”, se dice a sí misma.
17 Ahora bien, Jehová advierte mediante otro profeta suyo: “¿[...] puede cualquier hombre estar ocultado en escondrijos y yo mismo no verlo?” (Jeremías 23:24; Hebreos 4:13). Por consiguiente, declara a Babilonia: “Sobre ti tiene que venir calamidad; no conocerás ningún encantamiento contra ella. Y sobre ti caerá adversidad; no podrás evitarla. Y sobre ti de repente vendrá una ruina que no estás acostumbrada a conocer” (Isaías 47:11). Ni sus dioses ni los ‘encantamientos’ de sus espiritistas evitarán la calamidad que se le avecina, la cual no se parecerá a nada que haya experimentado antes.
Los consejeros de Babilonia fracasan
18, 19. ¿Por qué tendrá consecuencias catastróficas la confianza de Babilonia en sus consejeros?
18 Con aguda ironía, Jehová ordena: “Quédate quieta, ahora, con tus maleficios y con la abundancia de tus hechicerías, en los cuales te has afanado desde tu juventud; para que tal vez saques provecho, para que tal vez infundas miedo a la gente” (Isaías 47:12). Jehová reta a Babilonia a ‘quedarse quieta’, o en otras palabras, a que no se reforme y que siga confiando en las artes mágicas. Después de todo, la nación se ha afanado en la práctica del ocultismo desde su “juventud”.
19 Sin embargo, Jehová le dice con sorna: “Te has fatigado con la multitud de tus consejeros. Que se pongan de pie, ahora, y te salven, los adoradores de los cielos, los contempladores de las estrellas, los que divulgan conocimiento en las lunas nuevas respecto a las cosas que vendrán sobre ti” (Isaías 47:13).e La nación presenciará el fracaso rotundo de sus consejeros. Es cierto que la astrología de Babilonia refleja siglos de observación astronómica, pero en la noche de su caída, el fracaso miserable de sus astrólogos pondrá en evidencia la inutilidad de la adivinación (Daniel 5:7, 8).
20. ¿Qué les sucederá a los consejeros de Babilonia?
20 Jehová concluye esta profecía con las palabras: “¡Mira! Se han hecho como rastrojo. Un fuego mismo ciertamente los quemará por completo. No librarán su alma del poder de la llama. No habrá brillo de brasas para que la gente se caliente, ninguna lumbre enfrente de la cual sentarse. Así ciertamente llegarán a ser para ti, aquellos con quienes te has afanado como encantadores tuyos desde tu juventud. Realmente irán vagando, cada uno a su propia región. No habrá quien te salve” (Isaías 47:14, 15). Estos falsos consejeros afrontarán el “fuego” que se avecina. Pero no el de una fogata acogedora que les serviría para calentarse, sino un fuego devorador que demostrará que son tan inútiles como el rastrojo. Así, no causará extrañeza que huyan despavoridos. Una vez desaparecido el último apoyo de Babilonia, no quedará nadie que la salve. Será objeto de las mismas penalidades que ella habrá infligido a Jerusalén (Jeremías 11:12).
21. ¿Cómo y cuándo se cumplen las palabras proféticas de Isaías?
21 El cumplimiento de estas palabras da comienzo en el año 539 a.E.C., cuando los ejércitos medos y persas dirigidos por Ciro capturan la ciudad y matan al rey Belsasar, que reside en ella (Daniel 5:1-4, 30). En una sola noche, Babilonia pierde la hegemonía mundial, lo cual marca el fin de siglos de dominio semítico y el comienzo del control ario. La propia Babilonia inicia un período de decadencia que se extenderá por varias centurias. En el siglo IV E.C. ha quedado reducida a “montones de piedras” (Jeremías 51:37). La predicción de Isaías se realiza así en su totalidad.
Una Babilonia moderna
22. ¿Qué nos enseña sobre el orgullo la caída de Babilonia?
22 La profecía de Isaías contiene muchos motivos de reflexión. Para empezar, resalta lo peligrosos que son el orgullo y la altivez. La caída de la arrogante Babilonia ilustra el siguiente proverbio bíblico: “El orgullo está antes de un ruidoso estrellarse; y un espíritu altivo, antes del tropiezo” (Proverbios 16:18). Es cierto que esta actitud a veces domina nuestra naturaleza imperfecta, pero si nos “hinch[amos] de orgullo” podemos caer “en vituperio y en un lazo del Diablo” (1 Timoteo 3:6, 7). Por lo tanto, hacemos bien en seguir el consejo de Santiago: “Humíllense a los ojos de Jehová, y él los ensalzará” (Santiago 4:10).
23. ¿En quién nos ayuda a confiar la profecía de Isaías?
23 Las palabras que transmite el profeta también nos ayudan a confiar en Jehová, quien es más poderoso que todos sus enemigos (Salmo 24:8; 34:7; 50:15; 91:14, 15). En estos tiempos difíciles consuela tener presente este hecho. La confianza en Jehová fortalece nuestra resolución de permanecer intachables a sus ojos, sabiendo que “el futuro de[l] hombre [exento de culpa] será pacífico” (Salmo 37:37, 38). En vista de las “artimañas” de Satanás, lo sensato es acudir siempre a Jehová y no confiar en nosotros mismos (Efesios 6:10-13, nota).
24, 25. a) ¿Por qué es ilógica la astrología, y aun así, por qué recurren muchos a ella? b) ¿Qué razones tienen los cristianos para evitar las supersticiones?
24 La profecía nos previene en particular contra las prácticas espiritistas, y más concretamente contra la astrología (Gálatas 5:20, 21). Cuando cayó Babilonia, este arte adivinatorio no perdió su popularidad. Reviste interés el comentario del libro Great Cities of the Ancient World (Las grandes ciudades del mundo antiguo) de que las constelaciones delimitadas por los babilonios se han “alejado” de sus posiciones primitivas, “lo que demuestra lo absurda que es [la astrología]”. Aun así, esta sigue teniendo gran aceptación, como lo indica el hecho de que muchos periódicos publiquen una sección de horóscopos.
25 ¿Qué impulsa a tantas personas —muchas de ellas cultas— a consultar las estrellas o participar en otras actividades ilógicas y supersticiosas? The World Book Encyclopedia dice: “Mientras los seres humanos se teman unos a otros y sientan incertidumbre respecto al futuro, lo más probable es que las supersticiones sigan formando parte de la vida”. El temor y la incertidumbre llevan a algunos a refugiarse en las supersticiones. Los cristianos, en cambio, las evitan. Ellos no temen al hombre, pues se apoyan en Jehová (Salmo 6:4-10). Ni tampoco se sienten inseguros respecto al mañana, pues conocen los propósitos revelados de Jehová y están convencidos de que “hasta tiempo indefinido el mismísimo consejo de Jehová subsistirá” (Salmo 33:11). Si armonizamos nuestra vida con Su consejo, tendremos asegurado un futuro largo y feliz.
26. ¿Por qué puede decirse que “los razonamientos de los sabios” han resultado “vanos”?
26 En los últimos años, algunos han intentado conocer el porvenir por medios más “científicos”. Existe incluso una disciplina llamada futurología, que se define como “conjunto de los estudios que se proponen predecir científicamente el futuro del hombre”. Por ejemplo, en 1972, un grupo de académicos y empresarios conocido como el Club de Roma predijo que en 1992 se habrían agotado las reservas mundiales de oro, mercurio, cinc y petróleo. Pues bien, aunque el mundo se ha enfrentado a problemas terribles desde 1972, el vaticinio no se ha cumplido en modo alguno. La Tierra sigue disponiendo de tales reservas. En realidad, pese a todos los afanes del hombre por anunciar el futuro de antemano, sus predicciones nunca son confiables. Es indudable que “los razonamientos de los sabios son vanos” (1 Corintios 3:20).
El fin cercano de Babilonia la Grande
27. ¿Cuándo y de qué forma sufrió Babilonia la Grande una caída como la que experimentó la ciudad del mismo nombre en 539 a.E.C.?
27 Las religiones actuales han perpetuado muchas doctrinas de la Babilonia antigua. De ahí que resulte adecuado llamar Babilonia la Grande al imperio mundial de la religión falsa (Revelación 17:5). Ese conglomerado internacional ya ha sufrido una caída como la que experimentó aquella potencia en 539 a.E.C. (Revelación 14:8; 18:2). En 1919, el resto de los hermanos de Cristo fue liberado del cautiverio espiritual y se deshizo de la influencia religiosa de la cristiandad, que constituye un sector dominante de Babilonia la Grande. Desde entonces se ha debilitado considerablemente la fuerte influencia que ejercía la cristiandad en muchos países.
28. ¿De qué se jacta Babilonia la Grande, pero qué le espera?
28 Esa caída, sin embargo, fue solo un anticipo de la destrucción final de la religión falsa. Cabe señalar que la profecía de Revelación sobre la destrucción de Babilonia la Grande recuerda las palabras proféticas de Isaías 47:8, 9. Al igual que la ciudad antigua, Babilonia la Grande dice en la actualidad: “Estoy sentada como reina, y no soy viuda, y nunca veré lamento”. Pero “en un solo día vendrán sus plagas: muerte y lamento y hambre, y será quemada por completo con fuego, porque fuerte es Jehová Dios que la juzgó”. De modo que el mensaje profético del capítulo 47 de Isaías sirve de advertencia a quienes no han cortado los vínculos con la religión falsa. Si no quieren ser destruidos junto con ella, deben obedecer el mandato de inspiración divina: “Sálganse de ella” (Revelación 18:4, 7, 8).
[Notas]
a Para más información sobre la evolución de las doctrinas religiosas falsas, véase el libro El hombre en busca de Dios, editado por Watchtower Bible and Tract Society of New York, Inc.
b La expresión hebrea “virgen hija de Babilonia” se refiere a Babilonia o a sus habitantes. Es “virgen” porque no la ha saqueado ningún conquistador desde que se convirtió en potencia mundial.
c La expresión hebrea vertida “no me encontraré bondadosamente con ningún hombre” es, según algunos biblistas, “dificilísima” de traducir. La Traducción del Nuevo Mundo inserta el adverbio “bondadosamente” para transmitir la idea de que no se permitiría a nadie acudir en auxilio de Babilonia. La versión castellana de Moisés Katznelson dice: “No dejaré que hombre alguno interceda”.
d Según el libro Nabonidus and Belshazzar, de Raymond Philip Dougherty, la Crónica de Nabonido afirma que los invasores penetraron en Babilonia “sin combatir”, pero el historiador griego Jenofonte da a entender que se derramó bastante sangre.
e En vez de “adoradores de los cielos”, algunos biblistas emplean la frase “los que dividen los cielos” para traducir la expresión hebrea. En este caso, la profecía se referiría a la costumbre de parcelar el cielo para elaborar los horóscopos.
[Ilustraciones de la página 111]
La hedonista Babilonia será humillada
[Ilustración de la página 114]
Los astrólogos de Babilonia serán incapaces de predecir la caída de la ciudad
[Ilustración de la página 116]
Calendario astrológico babilónico, primer milenio a.E.C.
[Ilustraciones de la página 119]
La Babilonia moderna pronto dejará de existir
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Jehová nos enseña para nuestro bienLas profecías de Isaías, una luz para toda la humanidad II
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Capítulo 9
Jehová nos enseña para nuestro bien
1. ¿Cómo responden las personas sensatas a las palabras de Jehová?
CUANDO Jehová habla, las personas sensatas lo escuchan con gran respeto y responden a sus palabras. Todo lo que él dice es para nuestro beneficio, pues está muy interesado en nuestro bienestar. Un ejemplo de ello es el modo alentador como se dirigió al antiguo pueblo del pacto: “¡Oh, si realmente prestaras atención a mis mandamientos!” (Isaías 48:18.) El valor comprobado de las enseñanzas divinas debería impulsarnos a escucharlo y seguir Su guía. El historial de profecías cumplidas disipa cualquier duda sobre la determinación de Jehová de hacer realidad sus promesas.
2. ¿Para quiénes se escribieron las palabras del capítulo 48 de Isaías, y quiénes más pueden beneficiarse de ellas?
2 Aunque las palabras del capítulo 48 del libro de Isaías se escribieron aparentemente pensando en los judíos que estarían exiliados en Babilonia, encierran un mensaje que los cristianos de la actualidad no pueden pasar por alto. En el capítulo 47 de Isaías, la Biblia predijo la caída de Babilonia. Ahora Jehová revela sus intenciones para con los judíos desterrados en esa ciudad. Dios está apenado por la hipocresía del pueblo escogido y su terca negativa a confiar en sus promesas. Aun así, quiere enseñarles por su propio bien. Prevé un período de refinación que llevará a la restitución de un resto fiel a su tierra.
3. ¿Por qué es censurable la adoración de Judá?
3 ¡Cuánto se ha alejado el pueblo de Jehová de la adoración pura! Las palabras de apertura de Isaías invitan a la reflexión: “Oigan esto, oh casa de Jacob, ustedes que se llaman por el nombre de Israel y que han salido de las mismísimas aguas de Judá, ustedes que juran por el nombre de Jehová y que hacen mención hasta del Dios de Israel, no en verdad y no en justicia. Porque ellos se han llamado a sí mismos como que son de la ciudad santa, y se han apoyado sobre el Dios de Israel, Jehová de los ejércitos por nombre” (Isaías 48:1, 2). ¡Qué hipócritas! Evidentemente, cuando “juran por el nombre de Jehová”, utilizan este nombre de forma mecánica (Sofonías 1:5). Antes del exilio en Babilonia, los judíos rendían culto a Jehová en “la ciudad santa”, Jerusalén, pero no lo hacían con sinceridad. Su corazón estaba muy alejado de Dios, y sus actos de adoración no eran ‘en verdad ni en justicia’. No tenían la fe de los patriarcas (Malaquías 3:7).
4. ¿Qué clase de adoración le agrada a Jehová?
4 Las palabras de Jehová nos recuerdan que no se le debe adorar de forma rutinaria, sino de corazón. Un simple servicio de muestra, cuyo único objetivo tal vez sea agradar o impresionar a los demás, no constituye “hechos de devoción piadosa” (2 Pedro 3:11). El que alguien se llame a sí mismo cristiano no hace que su adoración sea aceptable a Dios (2 Timoteo 3:5). Reconocer que Jehová existe es vital, pero es solo el inicio. Él desea que lo adoremos de toda alma, movidos por un amor y un agradecimiento profundos (Colosenses 3:23).
Predicciones de cosas nuevas
5. ¿Cuáles son algunas de “las primeras cosas” predichas por Jehová?
5 Quizá los judíos cautivos en Babilonia necesiten que se les refresque la memoria. Por eso Jehová les recuerda una vez más que él es el Dios de la verdadera profecía: “Las primeras cosas las he anunciado aun desde aquel tiempo, y de mi propia boca salieron, y seguí haciendo que se oyeran. De repente actué, y las cosas procedieron a venir” (Isaías 48:3). “Las primeras cosas” son actos que Dios ya ha realizado; por ejemplo, liberar a los israelitas de Egipto y entregarles en herencia la Tierra Prometida (Génesis 13:14, 15; 15:13, 14). Tales predicciones salen de la boca de Dios; son de origen divino. Él hace que los hombres oigan sus decretos, y lo que estos oyen debería inducirlos a ser obedientes (Deuteronomio 28:15). Jehová actúa de repente para cumplir lo que ha predicho. El hecho de que sea el Todopoderoso garantiza la realización de su propósito (Josué 21:45; 23:14).
6. ¿Hasta qué punto se ha vuelto “terc[o] y rebelde” el pueblo judío?
6 El pueblo de Jehová se ha vuelto “terc[o] y rebelde” (Salmo 78:8). Dios le dice sin rodeos: “Tú eres duro y [...] tu cerviz es un tendón de hierro y tu frente es cobre” (Isaías 48:4). Al igual que los metales, los judíos no ceden fácilmente, son obstinados, y esa es una de las razones por las que Jehová revela los sucesos antes de que ocurran. Si no, su pueblo dirá de las cosas que él ha efectuado: “Mi propio ídolo las ha hecho, y mi propia imagen tallada y mi propia imagen fundida las han ordenado” (Isaías 48:5). ¿Tendrá algún efecto en los judíos infieles lo que Jehová les está indicando? Él añade: “Has oído. Contémplalo todo. En cuanto a ustedes, ¿no lo anunciarán? Te he hecho oír cosas nuevas desde la actualidad, hasta cosas mantenidas en reserva, que no has sabido. En la actualidad tienen que ser creadas, y no desde aquel tiempo, aun cosas que antes de hoy no has oído, para que no digas: ‘¡Mira! Ya las he sabido’” (Isaías 48:6, 7).
7. ¿Qué tendrán que admitir los judíos exiliados, y qué pueden esperar?
7 Isaías puso por escrito la predicción de la caída de Babilonia con mucha antelación. Ahora se manda proféticamente a los judíos exiliados en Babilonia que contemplen su realización. ¿Pueden negar que Jehová es el Dios que cumple las profecías? Y puesto que los habitantes de Judá han visto y oído que es el Dios de la verdad, ¿no deberían también anunciar esta verdad? La palabra revelada de Jehová vaticina cosas nuevas que aún no han ocurrido, como la conquista de Babilonia por Ciro y la liberación de los judíos (Isaías 48:14-16). Estos sucesos tan asombrosos parecen tener lugar en el momento más inesperado. Nadie pudiera haberlos previsto con solo analizar la situación mundial. Llegan como creados de la nada. ¿Quién los origina? Teniendo en cuenta que Jehová los predice con unos doscientos años de anticipación, la respuesta es obvia.
8. ¿Qué cosas nuevas esperan ver cumplidas los cristianos de hoy, y por qué tienen confianza plena en la palabra profética de Jehová?
8 Por otra parte, Jehová lleva a cabo su palabra de acuerdo con su propio horario. Las profecías cumplidas son una prueba de su divinidad no solo para los judíos de la antigüedad, sino también para los cristianos de hoy. Las numerosas profecías realizadas en el pasado —“las primeras cosas”— constituyen una garantía de que también se cumplirán las muchas cosas nuevas que Jehová ha prometido, entre ellas la inminente “gran tribulación”, la supervivencia de “una gran muchedumbre” cuando azote dicha tribulación y la “nueva tierra” (Revelación [Apocalipsis] 7:9, 14, 15; 21:4, 5; 2 Pedro 3:13). Tal garantía impulsa actualmente a quienes poseen un corazón justo a hablar de Dios con celo. Estas personas se sienten como el salmista, quien dijo: “He anunciado las buenas nuevas de la justicia en la congregación grande. ¡Mira! No restrinjo mis labios” (Salmo 40:9).
Jehová muestra autodominio
9. ¿Cómo ha demostrado el pueblo de Israel que es “transgresor desde el vientre”?
9 La actitud escéptica de los judíos ante las profecías de Jehová ha impedido que presten atención a sus advertencias, de modo que él pasa a decirles: “Además, tú no has oído, ni has sabido, ni desde aquel tiempo en adelante ha sido abierto tu oído. Porque bien sé yo que sin falta seguiste tratando traidoramente, y ‘transgresor desde el vientre’ se te ha llamado” (Isaías 48:8). Judá ha cerrado su oído a las alegres noticias procedentes de Jehová (Isaías 29:10). La manera como ha actuado el pueblo del pacto divino demuestra que es “transgresor desde el vientre”, es decir, desde su nacimiento. A lo largo de toda su existencia, la nación de Israel se ha labrado un historial de rebeldía. La transgresión y la traición del pueblo son faltas arraigadas, no simples pecados ocasionales (Salmo 95:10; Malaquías 2:11).
10. ¿Por qué se refrenará Jehová?
10 ¿Hay que perder, pues, toda esperanza? No. Si bien Judá ha sido rebelde y traidora, Jehová es siempre fiel. Por respeto a su gran nombre, controlará la manifestación de su ira. Indica: “Por causa de mi nombre reprimiré mi cólera, y por mi alabanza me refrenaré para contigo para que no se te corte” (Isaías 48:9). ¡Qué diferencia entre Dios y su pueblo! Tanto Israel como Judá han sido infieles a Jehová, pero él santificará Su nombre y obrará de manera que redunde en alabanza y honra para este. Por tal razón no cortará a su pueblo escogido (Joel 2:13, 14).
11. ¿Por qué no permitirá Dios que su pueblo sea completamente destruido?
11 Los exiliados judíos de corazón justo reaccionan ante la reprensión de Dios y se resuelven a prestar atención a sus enseñanzas. La siguiente declaración los tranquiliza muchísimo: “¡Mira! Te he refinado, pero no en la forma de plata. He hecho la selección de ti en el horno de fundición de la aflicción. Por mi propia causa, por mi propia causa actuaré, porque, ¿cómo podría uno dejarse profanar? Y a ningún otro daré mi propia gloria” (Isaías 48:10, 11). Las terribles experiencias por las que Jehová ha permitido que pase su pueblo —comparables a un “horno de [...] aflicción”— lo han sometido a prueba y lo han refinado, revelando así lo que hay en su corazón. Algo parecido sucedió siglos antes, cuando Moisés dijo a sus antepasados: “Jehová tu Dios te hizo andar estos cuarenta años en el desierto, a fin de humillarte, de ponerte a prueba para saber lo que estaba en tu corazón” (Deuteronomio 8:2). Pese a la actitud rebelde de la nación, Jehová no la exterminó entonces y tampoco la destruirá por completo en esta ocasión. De este modo no se pondrán en entredicho Su nombre y Su honor. Si el pueblo pereciera a manos de los babilonios, Jehová no sería fiel a Su pacto y Su nombre sería profanado. Parecería que el Dios de Israel es incapaz de salvar a su pueblo (Ezequiel 20:9).
12. ¿Cómo se refinó a los cristianos verdaderos durante la I Guerra Mundial?
12 También en nuestros tiempos ha necesitado refinación el pueblo de Jehová. A comienzos del siglo XX, muchos miembros del pequeño círculo de Estudiantes de la Biblia servían a Dios con el deseo sincero de agradarle, pero algunos tenían malos motivos, como el de alcanzar prominencia. Antes de emprender la predicación mundial de las buenas nuevas predicha para el tiempo del fin, el grupo debía ser limpiado (Mateo 24:14). El profeta Malaquías vaticinó que tal refinación tendría lugar cuando Jehová llegara a su templo (Malaquías 3:1-4). Sus palabras se cumplieron en 1918. Durante la I Guerra Mundial, los cristianos verdaderos habían atravesado un período de duras pruebas que culminó con el encarcelamiento de Joseph F. Rutherford, entonces presidente de la Sociedad Watch Tower, y de algunos miembros destacados de esta. Aquellos cristianos sinceros se beneficiaron de la refinación. Al acabar la guerra, estaban más decididos que nunca a servir a su gran Dios del modo que él indicara.
13. ¿Cómo ha respondido el pueblo de Jehová a la persecución desde la I Guerra Mundial?
13 Desde entonces, los testigos de Jehová han sido objeto una y otra vez de la persecución más despiadada. Pero no por ello han puesto en duda la palabra de su Creador; más bien, han tenido en cuenta lo que dijo el apóstol Pedro a los cristianos perseguidos de su día: “[Ustedes] han sido contristados por diversas pruebas, a fin de que la cualidad probada de su fe [...] sea hallada causa de alabanza y gloria y honra al tiempo de la revelación de Jesucristo” (1 Pedro 1:6, 7). La persecución intensa no quebranta la integridad de los cristianos verdaderos, sino que revela la pureza de sus motivos. Hace de su fe una cualidad probada y pone de manifiesto la profundidad de su devoción y amor (Proverbios 17:3).
“Soy el primero [...], soy el último”
14. a) ¿En qué sentido es Jehová “el primero” y “el último”? b) ¿Qué obras poderosas realizó Jehová con su “mano”?
14 Ahora Jehová apela con cariño al pueblo del pacto en estos términos: “Escúchame, oh Jacob, y tú, Israel mi llamado. Yo soy el Mismo. Yo soy el primero. Además, soy el último. Además, mi propia mano colocó el fundamento de la tierra, y mi propia diestra extendió los cielos. Llamo a ellos, para que sigan subsistiendo juntos” (Isaías 48:12, 13). A diferencia del hombre, Dios es eterno y no cambia (Malaquías 3:6). En Revelación declara: “Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último, el principio y el fin” (Revelación 22:13). Antes de Jehová no existía ningún Dios todopoderoso y después de él tampoco lo habrá. Él es el Supremo y el Eterno, el Creador. Su “mano” —su poder en acción— fundó la Tierra y tendió los cielos estrellados (Job 38:4; Salmo 102:25). Cuando llama a sus creaciones, estas se aprestan a servirle (Salmo 147:4).
15. ¿En qué sentido “ha amado” Jehová a Ciro, y con qué objetivo?
15 A continuación se dirige una invitación solemne a judíos y gentiles por igual: “Júntense, todos ustedes, y oigan. ¿Quién entre ellos ha anunciado estas cosas? Jehová mismo lo ha amado. Él hará lo que es su deleite sobre Babilonia, y su propio brazo estará sobre los caldeos. Yo... yo mismo he hablado. Además, yo lo he llamado. Lo he hecho entrar, y se hará que su camino tenga éxito” (Isaías 48:14, 15). Jehová es el único que tiene poder ilimitado, así como la facultad de predecir el futuro con precisión. Ninguno de “ellos”, los ídolos inútiles, puede anunciar estas cosas. Es Jehová, y no algún ídolo, quien “ha amado” a Ciro, en el sentido de que lo ha escogido para un fin determinado (Isaías 41:2; 44:28; 45:1, 13; 46:11). Es Él quien ha previsto su aparición en la escena mundial y lo ha designado futuro conquistador de Babilonia.
16, 17. a) ¿Por qué puede decirse que Dios no ha comunicado sus predicciones en secreto? b) ¿Cómo ha dado a conocer Jehová sus propósitos hoy en día?
16 Jehová prosigue con un tono afectuoso: “Acérquense a mí. Oigan esto. Desde el comienzo no he hablado en ningún escondrijo. Desde el tiempo en que ocurrió esto, yo he estado allí” (Isaías 48:16a). Las predicciones de Jehová no se han comunicado en secreto o solo a unos cuantos iniciados. Sus profetas transmitieron el mensaje divino sin ambages (Isaías 61:1). Declararon en público Su voluntad. Por ejemplo, los sucesos relacionados con Ciro no fueron nada nuevo para Dios, ya que unos doscientos años antes los había predicho abiertamente por medio de Isaías.
17 Tampoco hoy en día mantiene Jehová sus propósitos en secreto. Millones de personas de cientos de países e islas proclaman de casa en casa, en las calles y en todo lugar donde les es posible, la advertencia de que se aproxima el fin de este sistema de cosas, así como las buenas nuevas de las bendiciones que traerá el Reino de Dios. Jehová es verdaderamente un Dios que da a conocer sus propósitos.
‘Presten atención a mis mandamientos’
18. ¿Qué desea Jehová para su pueblo?
18 Impelido por el espíritu de Dios, el profeta declara: “El Señor Soberano Jehová mismo me ha enviado, hasta su espíritu. Esto es lo que ha dicho Jehová, tu Recomprador, el Santo de Israel: ‘Yo, Jehová, soy tu Dios, Aquel que te enseña para que te beneficies a ti mismo, Aquel que te hace pisar en el camino en que debes andar’” (Isaías 48:16b, 17). Esta expresión amorosa del interés de Dios debería convencer a los israelitas de que Él los liberará de Babilonia. Jehová es su Recomprador (Isaías 54:5), y desea de todo corazón que restablezcan su relación con él y presten atención a sus mandamientos. La adoración verdadera se basa en la obediencia a los preceptos divinos. Israel no puede seguir la senda correcta a menos que se le enseñe “el camino en que [debe] andar”.
19. ¿Qué exhortación sincera hace Jehová?
19 Jehová expresa de forma hermosa su deseo de que el pueblo evite la calamidad y disfrute de la vida: “¡Oh, si realmente prestaras atención a mis mandamientos! Entonces tu paz llegaría a ser justamente como un río, y tu justicia como las olas del mar” (Isaías 48:18). ¡Qué exhortación tan sincera les dirige el Creador todopoderoso! (Deuteronomio 5:29; Salmo 81:13.) En lugar de ir al destierro, los israelitas tienen la oportunidad de disfrutar de una paz tan abundante como el agua de un río (Salmo 119:165). Sus actos de justicia podrían ser tan innumerables como las olas del mar (Amós 5:24). Jehová, que realmente se interesa por ellos, les muestra amorosamente el camino correcto y los exhorta a andar por él. ¡Cuánto le gustaría que lo escucharan!
20. a) ¿Qué desea Dios para Israel, pese a la rebeldía de este? b) ¿Qué aprendemos de Jehová al analizar sus tratos con su pueblo? (Véase el recuadro de la pág. 133.)
20 ¿Qué bendiciones recibiría Israel si se arrepintiera? Jehová explica: “Tu prole llegaría a ser justamente como la arena, y los descendientes de tus entrañas como los granos de ella. El nombre de uno no sería cortado, ni sería aniquilado de delante de mí” (Isaías 48:19). Dios recuerda al pueblo Su promesa de que la descendencia de Abrahán se multiplicaría “como las estrellas de los cielos y como los granos de arena que hay en la orilla del mar” (Génesis 22:17; 32:12). No obstante, estos descendientes del patriarca han sido rebeldes, por lo que no tienen derecho a recibir el cumplimiento de la promesa. De hecho, su historial es tan deplorable que, con arreglo a la Ley divina, como nación merecen que se corte su nombre (Deuteronomio 28:45). Aun así, Jehová no desea aniquilar a su pueblo ni abandonarlo por completo.
21. ¿Qué bendiciones podemos recibir hoy si buscamos la guía de Jehová?
21 Los principios contenidos en este impactante pasaje son aplicables a todos los adoradores de Jehová de la actualidad. Como Fuente de la vida, él sabe mejor que nadie cómo debemos usar nuestra existencia (Salmo 36:9). Si nos ha dado directrices, no es para privarnos de felicidad, sino para que nos beneficiemos. Por consiguiente, los cristianos verdaderos buscan la guía de Jehová (Miqueas 4:2). Sus normas protegen nuestra espiritualidad y nuestra relación con él, y nos amparan de la influencia corruptora de Satanás. Cuando percibimos los principios que subyacen tras las leyes divinas, vemos que Jehová nos enseña para nuestro bien y que “sus mandamientos no son gravosos”. Además, si los obedecemos, no seremos cortados (1 Juan 2:17; 5:3).
“¡Salgan de Babilonia!”
22. ¿Qué insta a hacer Jehová a los judíos fieles, y qué garantía les da?
22 Una vez que caiga Babilonia, ¿habrá judíos que manifiesten una buena condición de corazón? ¿Aprovecharán la liberación procedente de Jehová para regresar a su tierra y restablecer la adoración pura? Sí. Las palabras que pronuncia seguidamente Jehová demuestran su confianza en que así será. “¡Salgan de Babilonia! Huyan de los caldeos. Anuncien aun con el sonido de un clamor gozoso, hagan oír esto. Háganlo salir hasta la extremidad de la tierra. Digan: ‘Jehová ha recomprado a su siervo Jacob. Y ellos no tuvieron sed cuando él estuvo haciéndolos andar hasta por lugares devastados. Agua de la roca hizo que fluyera para ellos, y procedió a partir una roca para que el agua saliera corriendo’.” (Isaías 48:20, 21.) Jehová insta proféticamente a su pueblo a salir de Babilonia sin demora (Jeremías 50:8). Las noticias de su redención deben llegar hasta los confines del mundo (Jeremías 31:10). Cuando los israelitas atravesaron el desierto, tras su partida de Egipto, Jehová satisfizo sus necesidades, y lo mismo hará con su pueblo en el camino de regreso a su tierra desde Babilonia (Deuteronomio 8:15, 16).
23. ¿Quiénes no disfrutarán de la paz de Dios?
23 Hay otro principio fundamental que los judíos deben tener presente con respecto a los actos salvadores de Jehová. Los que aman la justicia tal vez sufran a causa de sus pecados, pero no serán destruidos. Sin embargo, en el caso de los injustos será diferente. “No hay paz —ha dicho Jehová— para los inicuos.” (Isaías 48:22.) Los pecadores impenitentes no recibirán la paz que Dios ha reservado para quienes lo aman. Los actos de salvación no están destinados a los malvados incorregibles ni los incrédulos, sino solo a los que tienen fe (Tito 1:15, 16; Revelación 22:14, 15). La paz de Dios no es posesión de los inicuos.
24. ¿Qué regocijó al pueblo de Dios en nuestros tiempos?
24 En el año 537 a.E.C., los israelitas fieles se alegraron muchísimo cuando pudieron salir de Babilonia. De igual modo, en 1919, los siervos de Dios se regocijaron al ser liberados del cautiverio babilónico (Revelación 11:11, 12). Llenos de esperanza, se valieron de la oportunidad para ampliar sus actividades. Es cierto que aquel pequeño grupo de cristianos necesitó valor para aprovechar las posibilidades que se les abrían de predicar las buenas nuevas en un mundo hostil, pero, con la ayuda de Jehová, pusieron manos a la obra. Y la historia da testimonio de que él los bendijo.
25. ¿Por qué es importante prestar cuidadosa atención a los justos decretos de Dios?
25 Esta sección del libro profético de Isaías pone de relieve que Jehová nos enseña para nuestro beneficio. Es esencial, pues, que prestemos cuidadosa atención a Sus justos decretos (Revelación 15:2-4). Tener siempre presente que es un Dios de sabiduría y amor nos ayudará a actuar en armonía con lo que él dice que debe hacerse. Todos sus mandamientos son, efectivamente, para nuestro bien (Isaías 48:17, 18).
[Ilustración y recuadro de la página 133]
El Dios todopoderoso se refrena
“Reprimiré mi cólera, [...] me refrenaré”, declaró Jehová a los israelitas apóstatas (Isaías 48:9). Tales palabras nos muestran que Dios da un ejemplo perfecto en cuanto a no abusar nunca del poder. Nadie tiene más poder que él; por eso decimos que es omnipotente. Con toda justicia se aplica a sí mismo el título de “Todopoderoso” (Génesis 17:1). Además de fuerza ilimitada, posee autoridad absoluta, pues es el Señor Soberano del universo, que Él creó. Por eso nadie puede atreverse a detener su mano ni decirle: “¿Qué has estado haciendo?” (Daniel 4:35).
Dios es tardo para la cólera aun cuando se hace necesario que utilice su poder en contra de sus enemigos (Nahúm 1:3). Jehová puede ‘reprimir su cólera’, y con toda propiedad se dice que es “tardo para la cólera”, ya que su cualidad predominante no es esta, sino el amor. Siempre que manifiesta su ira está justificado para ello y lo hace de forma controlada (Éxodo 34:6; 1 Juan 4:8).
¿Por qué actúa Jehová así? Porque equilibra a la perfección su poder ilimitado con sus otros tres atributos principales: la sabiduría, la justicia y el amor. Su uso del poder siempre armoniza con estas otras cualidades.
[Ilustración de la página 122]
El mensaje de restauración de Isaías constituye un rayo de esperanza para los judíos fieles que están desterrados
[Ilustraciones de la página 124]
Los judíos tenían tendencia a atribuir los actos de Jehová a los ídolos
1. Istar. 2. Friso de ladrillos esmaltados de la Vía Procesional de Babilonia. 3. Símbolo de Marduk con forma de dragón
[Ilustración de la página 127]
El “horno de [...] aflicción” revela si nuestros motivos para servir a Jehová son puros o no
[Ilustraciones de la página 128]
Los cristianos verdaderos han sido objeto de la persecución más despiadada
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“Tiempo de buena voluntad”Las profecías de Isaías, una luz para toda la humanidad II
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Capítulo 10
“Tiempo de buena voluntad”
1, 2. a) ¿Qué bendición se concedió a Isaías? b) ¿A quiénes se refiere el pasaje profético de la primera mitad del capítulo 49 de Isaías?
LOS seres humanos fieles han contado desde antiguo con la aprobación y la protección divinas. Sin embargo, no todo el mundo es objeto de la buena voluntad de Jehová; tan incomparable bendición se reserva a personas que cumplen ciertos requisitos. Entre ellas estuvo Isaías, a quien Jehová concedió su favor y utilizó para dar a conocer su voluntad. Hallamos un ejemplo de ello en la primera mitad del capítulo 49 del libro de Isaías.
2 Este pasaje profético se dirige a la prole de Abrahán, que en el cumplimiento inicial es la nación de Israel, la cual provino de dicho patriarca. No obstante, es obvio que buena parte de sus palabras inspiradas se refieren a la ansiada Descendencia de Abrahán, el Mesías prometido, así como a los hermanos espirituales de este, quienes llegan a ser integrantes de esa misma descendencia y del “Israel de Dios” (Gálatas 3:7, 16, 29; 6:16). En particular, esta sección de las profecías de Isaías se centra en la especial relación que une a Jehová con su amado Hijo, Jesucristo (Isaías 49:26).
Nombrado y protegido por Jehová
3, 4. a) ¿Con qué respaldo cuenta el Mesías? b) ¿A quiénes dirige sus palabras el Mesías?
3 El Mesías cuenta con la buena voluntad de Dios, es decir, con su aprobación. Jehová le confiere la autoridad y las credenciales necesarias para cumplir con su cometido. Es propio, pues, que el futuro Mesías proclame: “Escúchenme, oh islas, y presten atención, lejanos grupos nacionales. Jehová mismo me ha llamado hasta desde el vientre. Desde las entrañas de mi madre ha hecho mención de mi nombre” (Isaías 49:1).
4 El Mesías dirige sus palabras a pueblos “lejanos”, pues si bien es verdad que su llegada se ha prometido a los judíos, su ministerio servirá para bendecir a todas las naciones (Mateo 25:31-33). Aunque no tengan ningún pacto con Jehová, las “islas” y los “grupos nacionales” deben escuchar al Mesías de Israel, ya que se le envía para salvar a toda la humanidad.
5. ¿Por qué puede decirse que se da nombre al Mesías antes de que nazca como hombre?
5 La profecía indica que Jehová dará nombre al Mesías antes de que nazca como hombre (Mateo 1:21; Lucas 1:31). Cuando aún falta mucho para ese acontecimiento, se le denomina “Maravilloso Consejero, Dios Poderoso, Padre Eterno, Príncipe de Paz” (Isaías 9:6). Emmanuel, probablemente el nombre de un hijo de Isaías, también resulta ser una designación profética del Mesías (Isaías 7:14; Mateo 1:21-23). E incluso se predice antes de su nacimiento el nombre por el que será conocido: Jesús (Lucas 1:30, 31). Este vocablo procede del término hebreo que significa “Jehová Es Salvación”. Es patente que no se trata de un Cristo autoproclamado.
6. ¿En qué sentido es la boca del Mesías como una espada aguda, y cómo se le esconde, u oculta?
6 El Mesías continúa su mensaje profético: “Y procedió a hacer mi boca como una espada aguda. En la sombra de su mano me ha escondido. Y gradualmente hizo de mí una flecha pulida. Me ocultó en su propia aljaba” (Isaías 49:2). En el año 29 de nuestra era, cuando llega la hora de que el Mesías de Jehová inicie su ministerio terrestre, sus palabras y acciones realmente son como armas agudas y pulidas, capaces de penetrar en el corazón de sus oyentes (Lucas 4:31, 32). Por otra parte, provocan la ira del gran enemigo de Jehová, Satanás, y de sus agentes. El Diablo se propone asesinar a Jesús desde que este nace, pero él puede confiar en la protección de su Padre, como si fuera una flecha escondida en la misma aljaba de Dios (Salmo 91:1; Lucas 1:35).a En el momento señalado entrega su vida en favor de la humanidad. Sin embargo, vendrá el día en que avanzará como poderoso guerrero celestial, armado, en un sentido muy distinto, con una espada aguda que saldrá de su boca y que en este caso representa su autoridad para dictar y ejecutar sentencia contra los enemigos de Jehová (Revelación [Apocalipsis] 1:16).
La labor de los siervos de Dios no es en vano
7. ¿En quién encuentran aplicación las palabras de Jehová consignadas en Isaías 49:3, y por qué?
7 Ahora es Jehová quien pronuncia esta declaración profética: “Tú eres mi siervo, oh Israel, tú aquel en quien mostraré mi hermosura” (Isaías 49:3). Jehová se refiere al pueblo de Israel y lo llama su siervo (Isaías 41:8). No obstante, el principal Siervo de Dios es Cristo (Hechos 3:13). Ninguna otra criatura refleja como él la “hermosura” divina. De modo que estas palabras, pese a dirigirse en sentido literal a Israel, tienen su verdadera aplicación en Jesús (Juan 14:9; Colosenses 1:15).
8. ¿Qué recibimiento dispensa su propio pueblo al Mesías, pero quién espera este que juzgue sus logros?
8 Pero ¿acaso no sufre Jesús el desprecio y el rechazo de la mayoría de su propio pueblo? Así es. La nación de Israel en general no lo recibe como el Siervo ungido de Dios (Juan 1:11). Sus contemporáneos quizá consideren de escaso valor, sí, insignificante, todo lo que él logra durante su vida en la Tierra. En alusión a este aparente fracaso en su ministerio, el Mesías dice: “Para nada he trabajado con afán. Para irrealidad y vanidad he agotado mi propio poder” (Isaías 49:4a). Tales afirmaciones no son fruto del desánimo, pues a continuación señala: “Verdaderamente mi juicio está con Jehová, y mi salario con mi Dios” (Isaías 49:4b). El juez de los logros del Mesías es Dios, no los hombres.
9, 10. a) ¿Qué comisión divina tiene el Mesías, y qué resultados logra él? b) ¿Por qué animan a los cristianos de hoy las experiencias del Mesías?
9 El objetivo primordial de Jesús es obtener la aprobación de Dios, su buena voluntad. El Mesías prosigue: “Ahora Jehová, Aquel que me formó desde el vientre como siervo que le pertenece, ha dicho que yo le traiga de vuelta a Jacob, a fin de que Israel mismo sea reunido a él. Y yo seré glorificado a los ojos de Jehová, y mi propio Dios se habrá hecho mi fuerza” (Isaías 49:5). El propósito de su venida es volver los corazones de los hijos de Israel a su Padre celestial. La mayoría no responde, pero algunos sí. Sin embargo, el verdadero salario del Mesías procede de Jehová Dios. Su éxito no se mide según criterios humanos, sino de acuerdo con las normas divinas.
10 Es posible que los discípulos de Jesús de hoy día se sientan a veces desalentados, como si se afanaran para nada. En algunos lugares, los resultados tal vez parezcan insignificantes en comparación con el trabajo y esfuerzo invertido. Aun así perseveran en la obra, animados por el ejemplo de Jesús y fortalecidos con esta exhortación del apóstol Pablo: “Por consiguiente, amados hermanos míos, háganse constantes, inmovibles, siempre teniendo mucho que hacer en la obra del Señor, sabiendo que su labor no es en vano en lo relacionado con el Señor” (1 Corintios 15:58).
“Luz a las naciones”
11, 12. ¿De qué manera ha sido el Mesías una “luz a las naciones”?
11 En esta profecía, Jehová conforta al Mesías recordándole que ser el Siervo de Dios no es un “asunto trivial”. Jesús va a “levantar las tribus de Jacob y [...] traer de vuelta aun a los salvaguardados de Israel”. Además, Jehová le explica: “Yo también te he dado por luz a las naciones, para que mi salvación llegue hasta la extremidad de la tierra” (Isaías 49:6). Puesto que el ministerio terrestre de Jesús se limita a Israel, ¿cómo es posible que ilumine a los pueblos “hasta la extremidad de la tierra”?
12 La Biblia muestra que la “luz [de Dios] a las naciones” no se apagaría una vez que Jesús abandonara la escena terrestre. Unos quince años después de la muerte del Mesías, los misioneros Pablo y Bernabé aplicaron la profecía de Isaías 49:6 a los discípulos y hermanos espirituales de Cristo, pues dijeron: “Jehová nos ha impuesto el mandamiento con estas palabras: ‘Te he nombrado como luz de naciones, para que seas una salvación hasta la extremidad de la tierra’” (Hechos 13:47). Antes de morir, Pablo pudo afirmar que las buenas nuevas de salvación no solo se habían proclamado a los judíos, sino a “toda la creación que está bajo el cielo” (Colosenses 1:6, 23). En nuestros días, el resto de hermanos ungidos de Cristo sigue efectuando esta obra. Con el respaldo de “una gran muchedumbre” de millones de personas, constituye una “luz a las naciones” en más de doscientos treinta países (Revelación 7:9).
13, 14. a) ¿Qué respuesta a la predicación han hallado el Mesías y sus discípulos? b) ¿Qué cambio de circunstancias se ha producido?
13 Jehová ha demostrado sin lugar a dudas que es la fuente de fortaleza de su Siervo el Mesías, así como de los hermanos ungidos de este y de la gran muchedumbre que, junto con ellos, sigue predicando las buenas nuevas. Cierto es que, al igual que Jesús, sus discípulos han sido objeto de desdén y oposición (Juan 15:20). Al debido tiempo, sin embargo, Jehová siempre provoca un cambio de circunstancias a fin de rescatar y recompensar a sus siervos leales. Respecto al Mesías, “despreciado de alma” y “detestado por la nación”, el Creador promete: “Reyes mismos verán y ciertamente se levantarán, y príncipes, y se inclinarán, a causa de Jehová, quien es fiel, el Santo de Israel, quien te escoge” (Isaías 49:7).
14 El apóstol Pablo escribió más tarde a los cristianos de Filipos en cuanto al predicho cambio de circunstancias. Dijo que se había humillado a Jesús en un madero de tormento, pero que luego Dios lo había ensalzado. Jehová elevó a su Siervo a “un puesto superior y bondadosamente le dio el nombre que está por encima de todo otro nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla” (Filipenses 2:8-11). Los fieles discípulos de Cristo están avisados de que a ellos también los perseguirán, pero, como el Mesías, tienen garantizada la buena voluntad de Jehová (Mateo 5:10-12; 24:9-13; Marcos 10:29, 30).
“El tiempo especialmente acepto”
15. ¿Qué “tiempo” especial menciona la profecía de Isaías, y qué se da a entender con ello?
15 La profecía de Isaías continúa con una declaración de gran trascendencia. Jehová le dice al Mesías: “En un tiempo de buena voluntad te he respondido, y en día de salvación te he ayudado; y seguí salvaguardándote para darte como pacto para el pueblo” (Isaías 49:8a). En el Salmo 69:13-18 hallamos una predicción similar. En vez de “tiempo de buena voluntad”, el salmista lo llama “tiempo acepto”. Tales expresiones denotan que Jehová ofrece su buena voluntad y protección, pero solo durante un período específico.
16. ¿De qué tiempo de buena voluntad de Jehová disfrutó el antiguo Israel?
16 ¿Cuándo transcurre ese tiempo de buena voluntad? En un principio, estas palabras eran parte de una profecía de restauración que predijo el retorno de los judíos exiliados. La nación de Israel disfrutó de una época de buena voluntad cuando se le permitió “rehabilitar la tierra” y recuperar sus “posesiones hereditarias desoladas” (Isaías 49:8b). Dejaron de ser “prisioneros” en Babilonia. En el viaje de regreso a casa, Jehová se encargó de que no padecieran “hambre” ni “sed”, y de que no los consumiera ningún “calor abrasador ni sol”. Los israelitas dispersos se reunieron en su tierra natal procedentes “de lejos, [...] del norte y del oeste” (Isaías 49:9-12). La Biblia indica que este espectacular cumplimiento inicial de la profecía no sería el único.
17, 18. ¿Qué tiempo de buena voluntad designó Jehová durante el siglo primero?
17 En primer lugar, con ocasión del nacimiento de Jesús, los ángeles proclamaron la paz y la buena voluntad —es decir, el favor— de Dios para con los hombres (Lucas 2:13, 14). Dicha buena voluntad no se ofreció a la humanidad en general, sino solo a quienes ejercieran fe en Jesús. Posteriormente, este leyó en público la profecía de Isaías 61:1, 2 y la aplicó a sí mismo en calidad de proclamador del “año acepto de Jehová” (Lucas 4:17-21). El apóstol Pablo dijo que Dios protegió de un modo especial a Cristo “en los días de su carne” (Hebreos 5:7-9). De modo que este tiempo de buena voluntad corresponde al de la vida humana de Jesús, durante la cual disfrutó del favor divino.
18 Sin embargo, la profecía tiene aún otro cumplimiento. Tras citar el pasaje de Isaías referente al tiempo de buena voluntad, Pablo pasó a decir: “¡Miren! Ahora es el tiempo especialmente acepto. ¡Miren! Ahora es el día de salvación” (2 Corintios 6:2). El apóstol escribió estas declaraciones veintidós años después de la muerte de Jesús. Parece, pues, que en Pentecostés de 33 E.C., cuando nació la congregación cristiana, Jehová prolongó su año de buena voluntad para que alcanzara a los seguidores ungidos de Cristo.
19. ¿Cómo pueden los cristianos actuales beneficiarse del tiempo de buena voluntad de Jehová?
19 ¿Qué puede decirse de los discípulos de Jesús actuales que no han sido ungidos para heredar el Reino celestial de Dios? ¿Se benefician de este tiempo acepto ellos, que abrigan una esperanza terrestre? Así es. El libro bíblico de Revelación indica que vivimos en un tiempo de buena voluntad para con la gran muchedumbre, la cual “[saldrá] de la gran tribulación” y disfrutará de la vida en un paraíso terrestre (Revelación 7:13-17). Por tanto, todos los cristianos pueden aprovechar este período limitado en el que Jehová ofrece su buena voluntad a los seres humanos imperfectos.
20. ¿De qué modo pueden los cristianos asegurarse de cumplir el propósito de la bondad inmerecida de Jehová?
20 Justo antes de proclamar el tiempo acepto de Jehová, el apóstol Pablo da una advertencia. Suplica a los cristianos que “no acepten la bondad inmerecida de Dios y dejen de cumplir su propósito” (2 Corintios 6:1). Por consiguiente, los discípulos de Jesús se valen de toda oportunidad para agradar a Dios y efectuar Su voluntad (Efesios 5:15, 16). Hacen bien en seguir este firme consejo de Pablo: “Cuidado, hermanos, por temor de que alguna vez se desarrolle en alguno de ustedes un corazón inicuo y falto de fe al alejarse del Dios vivo; pero sigan exhortándose los unos a los otros cada día, mientras pueda llamársele ‘Hoy’, por temor de que alguno de ustedes se deje endurecer por el poder engañoso del pecado” (Hebreos 3:12, 13).
21. ¿Con qué gozosa declaración concluye la primera parte del capítulo 49 de Isaías?
21 Una vez que concluyen las expresiones proféticas entre Jehová y su Mesías, Isaías declara con júbilo: “Den un grito gozoso, cielos, y regocíjate, tierra. Alégrense las montañas con un clamor gozoso. Porque Jehová ha consolado a su pueblo, y muestra piedad a sus propios afligidos” (Isaías 49:13). Qué hermosas palabras de consuelo para los israelitas de la antigüedad y el gran Siervo de Jehová, Jesucristo, así como para los siervos ungidos de Dios y las “otras ovejas” que los acompañan (Juan 10:16).
Jehová no olvida a su pueblo
22. ¿Cómo recalca Jehová que nunca se olvidará de su pueblo?
22 Isaías transmite ahora varias declaraciones formales de Jehová, quien predice la tendencia de los israelitas exiliados a cansarse y perder la esperanza: “Sión siguió diciendo: ‘Jehová me ha dejado, y Jehová mismo se ha olvidado de mí’” (Isaías 49:14). ¿Es cierto lo que afirman? ¿Ha abandonado y olvidado a su pueblo Jehová? Por medio de Isaías, el Creador pasa a decirles: “¿Puede una esposa olvidarse de su niño de pecho, de modo que no tenga piedad al hijo de su vientre? Hasta estas mujeres pueden olvidar; no obstante, yo mismo no me olvidaré de ti” (Isaías 49:15). ¡Qué amorosa respuesta! Dios siente por su pueblo un amor más intenso que el de una madre por su hijo. Nunca deja de pensar en sus leales, pues los recuerda como si tuviera sus nombres grabados en las manos: “¡Mira! Sobre las palmas de mis manos te he grabado. Tus muros están enfrente de mí constantemente” (Isaías 49:16).
23. ¿Cómo animó Pablo a los cristianos a confiar en que Jehová no los olvidará?
23 En su carta a los Gálatas, el apóstol Pablo exhortó a los cristianos: “No desistamos de hacer lo que es excelente, porque al debido tiempo segaremos si no nos cansamos” (Gálatas 6:9). Y a los hebreos les escribió estas alentadoras palabras: “Dios no es injusto para olvidar la obra de ustedes y el amor que mostraron para con su nombre” (Hebreos 6:10). Nunca pensemos que Jehová se ha olvidado de su pueblo. Al igual que la antigua Sión, los cristianos tienen sobrada razón para regocijarse y esperar en Jehová con paciencia, pues él cumple sin falta los términos y promesas de su pacto.
24. ¿De qué manera será restaurada Sión, y qué preguntas hará?
24 Jehová brinda más consuelo mediante Isaías. Quienes “demolieron [Sión]”, fueran los babilonios o los judíos apóstatas, ya no suponen una amenaza. Los “hijos” de Sión, es decir, los judíos exiliados que permanecen leales a Jehová, “se han apresurado”. Todos serán “juntados”. Tras su veloz regreso a Jerusalén, su ciudad capital se adornará con ellos, tal como “una novia” se viste “con adornos” (Isaías 49:17, 18). Dado que sus lugares han sido “devastados”, podemos imaginar el asombro de Sión cuando de repente se vea tan poblada que el recinto habitable parezca abarrotado (léase Isaías 49:19, 20). Naturalmente, preguntará de dónde vienen esos hijos: “De seguro dirás en tu corazón: ‘¿Quién ha llegado a ser padre de estos para mí, puesto que soy una mujer privada de hijos y estéril, llevada al destierro y tomada prisionera? En cuanto a estos, ¿quién los ha criado? ¡Mira! Yo misma había quedado sola. Estos... ¿dónde han estado?’” (Isaías 49:21). Sión, en otro tiempo estéril, rebosará entonces de felicidad.
25. ¿Qué restauración experimentó el Israel espiritual en tiempos modernos?
25 Esta profecía tiene un cumplimiento moderno. En los difíciles años de la I Guerra Mundial, el Israel espiritual atravesó un período de desolación y cautiverio. Sin embargo, fue restaurado y colocado en un paraíso espiritual (Isaías 35:1-10). Al igual que la ciudad devastada de la que habló Isaías, se llenó de alegría al verse, por así decirlo, atestado de adoradores de Jehová activos y dichosos.
“Como señal enhiesta para los pueblos”
26. ¿Qué guía facilita Jehová a su pueblo liberado?
26 Jehová traslada proféticamente a Isaías al momento en que liberará de Babilonia a Su pueblo. ¿Recibirán los israelitas alguna guía de parte de Dios? El Creador responde: “¡Mira! Levantaré mi mano hasta a las naciones, y a los pueblos alzaré mi señal enhiesta. Y traerán a tus hijos en el seno, y sobre el hombro llevarán a tus propias hijas” (Isaías 49:22). En el cumplimiento inicial, la que fue sede del gobierno y emplazamiento del templo de Jehová, Jerusalén, se convierte en Su “señal enhiesta”. Incluso extranjeros prominentes y poderosos, como “reyes” y “princesas”, ayudarán a los israelitas en el viaje de regreso a la ciudad (Isaías 49:23a). Los monarcas persas Ciro y Artajerjes Longimano, junto con los miembros de su corte, son ejemplos de ello (Esdras 5:13; 7:11-26). Además, este pasaje de Isaías tiene aún otro cumplimiento.
27. a) En el cumplimiento mayor, ¿a qué “señal enhiesta” afluirán los pueblos? b) ¿Qué se logrará cuando todas las naciones tengan que inclinarse ante el gobierno del Mesías?
27 Isaías 11:10 habla de una “señal enhiesta para los pueblos”, y el apóstol Pablo aplicó esta expresión a Cristo (Romanos 15:8-12). Por tanto, en el cumplimiento mayor, Jesús y los ungidos con espíritu que con él gobiernan constituyen la “señal enhiesta” de Jehová a la que afluyen las naciones (Revelación 14:1). A su debido tiempo, todos los pueblos de la Tierra, incluidas las actuales clases dirigentes, tendrán que inclinarse ante el gobierno del Mesías (Salmo 2:10, 11; Daniel 2:44). ¿Qué se logrará con ello? Dice Jehová: “Tendrás que saber que yo soy Jehová, de quien no quedarán avergonzados los que esperan en mí” (Isaías 49:23b).
“Ahora está más cerca nuestra salvación”
28. a) ¿Con qué palabras vuelve a asegurar Jehová que su pueblo será liberado? b) ¿Qué compromiso tiene aún Jehová para con su pueblo?
28 Es posible que algunos de los exiliados en Babilonia duden de que Israel en realidad vaya a ser liberado. Con esto presente, Jehová pregunta: “¿Pueden los que ya han sido tomados ser tomados de un hombre poderoso mismo, o puede el cuerpo de cautivos del tirano efectuar su escape?” (Isaías 49:24). La respuesta es afirmativa, pues Jehová les asegura: “Hasta el cuerpo de cautivos del poderoso será quitado, y los que ya han sido tomados por el tirano mismo efectuarán su escape” (Isaías 49:25a). ¡Qué reconfortante garantía! Y por si fuera poco, la buena voluntad de Dios para con su pueblo va acompañada del firme compromiso de protegerlo. En términos muy claros, Él señala: “Contra cualquiera que contienda contra ti yo mismo contenderé, y a tus propios hijos yo mismo salvaré” (Isaías 49:25b). Este compromiso aún sigue en pie. En Zacarías 2:8, Jehová le dice a su nación: “El que los toca a ustedes está tocando el globo de mi ojo”. Aunque es cierto que ahora disfrutamos de un tiempo de buena voluntad, en el que los pueblos de toda la Tierra disponen de la oportunidad de afluir a la Sión espiritual, tal período llegará a su fin.
29. ¿Qué sombrío porvenir aguarda a quienes se niegan a obedecer a Jehová?
29 ¿Qué será de los que se empeñan en desobedecer a Jehová y hasta persiguen a quienes lo adoran? Dios mismo señala: “Haré que los que te maltratan coman su propia carne; y como con el vino dulce se emborracharán con su propia sangre” (Isaías 49:26a). ¡Qué sombrío porvenir! Tales adversarios obstinados carecen de futuro a largo plazo, pues serán destruidos. De modo que a Jehová se le considerará el Salvador, tanto por librar a su pueblo como por acabar con los enemigos de este. “Toda carne tendrá que saber que yo, Jehová, soy tu Salvador y tu Recomprador, el Poderoso de Jacob.” (Isaías 49:26b.)
30. ¿Qué actos de salvación ha realizado Jehová a favor de su pueblo, y qué hará en el futuro?
30 Estas promesas tuvieron un primer cumplimiento cuando Jehová se valió de Ciro para emancipar a Israel del yugo de Babilonia. También se hicieron realidad en 1919, año en que, de modo similar, Jehová utilizó a su Hijo entronizado, Jesucristo, para liberar a Su pueblo del cautiverio espiritual. Por esta razón, la Biblia califica de salvadores tanto a Jehová como a Jesucristo (Tito 2:11-13; 3:4-6). Jehová es nuestro Salvador, y Jesús, el Mesías, su “Agente Principal” (Hechos 5:31). Verdaderamente, los actos de salvación que Dios ejecuta a través de Jesucristo son maravillosos. Mediante las buenas nuevas, libera a las personas rectas de las cadenas de la religión falsa. En virtud del sacrificio redentor, los libra de la dominación del pecado y la muerte. En 1919, salvó a los hermanos de Jesús de la esclavitud espiritual. Y en la cercana guerra de Armagedón, salvará a una gran muchedumbre de seres humanos fieles de la destrucción que les sobrevendrá a los pecadores.
31. ¿Cómo deben corresponder los cristianos al privilegio de ser objeto de la buena voluntad de Dios?
31 El privilegio de ser objeto de la buena voluntad de Dios es inestimable. Utilicemos con sabiduría este tiempo acepto y actuemos en consonancia con la urgencia de nuestros días, prestando atención a lo que Pablo escribió a los romanos: “Ustedes conocen el tiempo, que ya es hora de que despierten del sueño, porque ahora está más cerca nuestra salvación que cuando nos hicimos creyentes. La noche está muy avanzada; el día se ha acercado. Por lo tanto, quitémonos las obras que pertenecen a la oscuridad y vistámonos las armas de la luz. Como de día, andemos decentemente, no en diversiones estrepitosas y borracheras, no en coito ilícito y conducta relajada, no en contienda y celos. Antes bien, vístanse del Señor Jesucristo, y no estén haciendo planes con anticipación para los deseos de la carne” (Romanos 13:11-14).
32. ¿Con qué garantías cuenta el pueblo de Dios?
32 Jehová seguirá favoreciendo a quienes obedecen sus consejos. Les dará la fuerza y las facultades necesarias para llevar a cabo la predicación de las buenas nuevas (2 Corintios 4:7). Utilizará a sus siervos del mismo modo que a su Caudillo Jesús, haciendo que su boca sea “como una espada aguda”, para que puedan llegar al corazón de los mansos con su mensaje (Mateo 28:19, 20). Protegerá a sus siervos “en la sombra de su mano”. Los ocultará “en su propia aljaba” como “una flecha pulida”. Ciertamente, Jehová nunca abandonará a su pueblo (Salmo 94:14; Isaías 49:2, 15).
[Nota]
a “Como Satanás sabía que Jesús era el Hijo de Dios y aquel de quien se había profetizado que lo magullaría en la cabeza (Gé 3:15), hizo todo lo que pudo por destruirle. No obstante, cuando el ángel Gabriel anunció a María la concepción de Jesús, le dijo: ‘Espíritu santo vendrá sobre ti, y poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso, también, lo que nace será llamado santo, Hijo de Dios’. (Lu 1:35.) Jehová protegió a su Hijo, de modo que los esfuerzos por destruir a Jesús cuando aún era un niño no tuvieron éxito.”(Perspicacia para comprender las Escrituras, vol. 2, pág. 971, editado por Watchtower Bible and Tract Society of New York, Inc.)
[Ilustración de la página 139]
El Mesías es como “una flecha pulida” en la aljaba de Jehová
[Ilustración de la página 141]
El Mesías ha sido una “luz a las naciones”
[Ilustración de la página 147]
Dios siente por su pueblo un amor más intenso que el de una madre por su hijo
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“No cifren su confianza en nobles”Las profecías de Isaías, una luz para toda la humanidad II
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Capítulo 11
“No cifren su confianza en nobles”
1, 2. a) ¿Qué consejo inspirado no siguen los judíos, y con qué consecuencias? b) ¿Por qué pregunta Jehová dónde está “el certificado de divorcio”?
“NO CIFREN su confianza en nobles, ni en el hijo del hombre terrestre, a quien no pertenece salvación alguna. [...] Feliz es el que tiene al Dios de Jacob por ayuda suya, cuya esperanza está en Jehová su Dios, el Hacedor del cielo y de la tierra.” (Salmo 146:3-6.) ¡Ojalá los judíos contemporáneos de Isaías siguieran el consejo del salmista! ¡Ojalá cifraran su confianza en el “Dios de Jacob”, y no en Egipto o cualquier otra nación pagana! Entonces Jehová los protegería del ataque de sus enemigos. Sin embargo, puesto que se han negado a recurrir a su Dios, él permitirá la destrucción de Jerusalén y la deportación de los habitantes de Judá a Babilonia.
2 Judá no puede culpar a nadie más que a sí misma, ni afirmar que su destrucción se deba a que Jehová la haya traicionado o haya faltado a su alianza con la nación. El Creador no viola los pactos que establece (Jeremías 31:32; Daniel 9:27; Revelación [Apocalipsis] 15:4). Subrayando este hecho, pregunta a los judíos: “¿Dónde, pues, está el certificado de divorcio de la madre de ustedes, a la cual yo despedí?” (Isaías 50:1a). La Ley mosaica estipula que el hombre que se divorcie le dé un certificado a su esposa, lo que la deja libre para volver a casarse (Deuteronomio 24:1, 2). En sentido figurado, Jehová no ha extendido tal documento a Judá, sino solo a la hermana de esta, el reino de Israel.a Por lo tanto, todavía es su “dueño marital” (Jeremías 3:8, 14). Judá no está libre, ni mucho menos, para comprometerse con naciones paganas. Dios mantendrá su relación con ella “hasta que venga Siló”, el Mesías (Génesis 49:10).
3. ¿Por qué razón ‘vende’ Jehová a su pueblo?
3 Jehová también pregunta a los habitantes de Judá: “¿O cuál de mis acreedores es aquel a quien los he vendido?” (Isaías 50:1b). Los judíos no partirán al cautiverio en Babilonia para pagar una deuda que Jehová haya contraído, como si él se asemejara a un israelita pobre que tuviese que vender sus hijos a algún acreedor para saldar las cuentas (Éxodo 21:7). Jehová indica la verdadera razón por la que su pueblo acabará esclavizado: “¡Miren! A causa de sus propios errores han sido vendidos, y a causa de las propias transgresiones de ustedes su madre ha sido despedida” (Isaías 50:1c). Son los judíos quienes han dejado a Dios, y no al revés.
4, 5. ¿Cómo demuestra Jehová que ama a su pueblo, pero cómo responde Judá?
4 La siguiente pregunta de Jehová pone de manifiesto el amor que siente por su nación: “¿Por qué, cuando vine, no hubo nadie? ¿Cuando llamé, no hubo quien respondiera?” (Isaías 50:2a). Mediante sus siervos los profetas, Jehová, por así decirlo, ha ido a la casa de Su pueblo para rogarle que se vuelva a él de todo corazón, pero solo ha obtenido el silencio por respuesta. Los judíos prefieren acudir al hombre terrestre en busca de ayuda, sí, en ocasiones al propio Egipto (Isaías 30:2; 31:1-3; Jeremías 37:5-7).
5 ¿Es Egipto un salvador más confiable que Jehová? Los judíos infieles parecen haber olvidado los acontecimientos que condujeron al nacimiento de su nación siglos atrás. Jehová les pregunta: “¿Se ha acortado verdaderamente tanto mi mano que no pueda redimir, o no hay en mí poder para librar? ¡Miren! Con mi reprensión seco el mar; hago de los ríos un desierto. Hieden sus peces por no haber agua, y mueren a causa de sed. Yo visto los cielos de lobreguez, y hago que el saco mismo sea su cobertura” (Isaías 50:2b, 3).
6, 7. ¿Cómo manifestó Jehová su poder salvador frente a la amenaza egipcia?
6 En 1513 a.E.C., Egipto era el opresor del pueblo de Dios, no su ansiado libertador. Los israelitas vivían esclavizados en aquella nación pagana. Pero Jehová los liberó, y lo hizo de forma impresionante. Primero envió diez plagas contra aquella tierra, y después de la décima, especialmente desoladora, el Faraón rogó a los israelitas que salieran del país (Éxodo 7:14–12:31). Sin embargo, poco después de que partieron, él cambió de idea, de modo que reunió a sus tropas y se dispuso a hacerlos regresar (Éxodo 14:5-9). Con las huestes egipcias detrás y el mar Rojo delante, los israelitas estaban atrapados, pero Dios acudió en su ayuda y luchó por ellos.
7 Jehová frenó en seco a los perseguidores interponiendo una columna de nube entre ellos y los israelitas. Por el lado de la masa nubosa donde estaban los egipcios había oscuridad, mientras que por el otro, luz (Éxodo 14:20). A continuación, con el ejército de Faraón a raya, “empezó a hacer que el mar se retirara por un fuerte viento del este durante toda la noche, y que la cuenca del mar se convirtiera en suelo seco” (Éxodo 14:21). Una vez dividido el mar Rojo, toda la nación —hombres, mujeres y niños— pudo cruzarlo para ponerse a salvo, y cuando casi había alcanzado la orilla opuesta, Jehová retiró la nube. Los egipcios se lanzaron en loca persecución por el lecho marino, y cuando el pueblo ya estaba a salvo en la ribera, Dios soltó las aguas, ahogando a Faraón y su ejército. Así luchó Jehová por su pueblo. ¡Qué estímulo para los cristianos de la actualidad! (Éxodo 14:23-28.)
8. ¿Qué advertencias desoye Judá, de modo que termina en el destierro?
8 Para la época de Isaías han transcurrido setecientos años desde aquella victoria divina. Judá es ahora una nación por derecho propio. A veces entabla negociaciones diplomáticas con gobiernos extranjeros, como Asiria y Egipto, pero los dirigentes de esas potencias paganas no son de fiar, pues siempre anteponen sus intereses a cualquier acuerdo al que hayan llegado con Judá. Hablando en nombre de Jehová, los profetas advierten al pueblo que no confíe en tales hombres, pero este desoye las amonestaciones. Los judíos acabarán desterrados en Babilonia, donde serán esclavos durante setenta años (Jeremías 25:11). Sin embargo, Jehová no los olvidará ni los abandonará para siempre. A su tiempo se acordará de ellos y les abrirá el camino de regreso a su tierra para que restauren la adoración pura. ¿Con qué propósito? Con el de prepararse para la llegada de Siló, a quien pertenecerá la obediencia de todos los pueblos.
La llegada de Siló
9. ¿Quién es Siló, y qué clase de maestro es?
9 Pasan los siglos y se cumple “el límite cabal del tiempo” para que se presente en la escena terrestre el llamado Siló, nuestro Señor Jesucristo (Gálatas 4:4; Hebreos 1:1, 2). Al designar a su allegado más íntimo como Portavoz ante los judíos, Jehová demuestra cuánto ama a Su pueblo. ¿Y qué clase de vocero es Jesús? El mejor, pues además es un maestro, sí, el Gran Maestro. No es de extrañar, pues tiene un Instructor sublime, el propio Jehová Dios (Juan 5:30; 6:45; 7:15, 16, 46; 8:26). Las palabras proféticas que Jesús pronuncia mediante Isaías confirman este hecho: “El Señor Soberano Jehová mismo me ha dado la lengua de los enseñados, para que sepa responder al cansado con una palabra. Él despierta mañana a mañana; me despierta el oído para que oiga como los enseñados” (Isaías 50:4).b
10. ¿Cómo refleja Jesús el amor de Jehová por Su pueblo, pero qué respuesta obtiene?
10 Antes de venir a la Tierra, Jesús trabajó al lado de su Padre en los cielos. Proverbios 8:30 alude poéticamente a la afectuosa relación que existe entre el Padre y el Hijo: “Llegué a estar [...] [al lado de Jehová] como un obrero maestro, [...] y estuve alegre delante de él todo el tiempo”. Jesús, quien sentía profundo gozo al escuchar a su Padre, compartía Su amor por “los hijos de los hombres” (Proverbios 8:31). Ya en la Tierra, responde “al cansado con una palabra”. Comienza su ministerio leyendo un alentador pasaje de la profecía de Isaías: “El espíritu de Jehová está sobre mí, porque él me ungió para declarar buenas nuevas a los pobres, [...] para despachar a los quebrantados con una liberación” (Lucas 4:18; Isaías 61:1). ¡Buenas nuevas para los pobres! ¡Alivio para los cansados! Esta proclamación debería entusiasmar a todos los judíos, pero solo unos pocos se regocijan. Al final, la mayoría se niega a aceptar las credenciales de Jesús que prueban que Jehová le ha enseñado.
11. ¿Quiénes aceptan el yugo de Jesús, y qué comprueban?
11 Hay, sin embargo, quienes desean aprender más y aceptan con gusto la afectuosa invitación de Jesús: “Vengan a mí, todos los que se afanan y están cargados, y yo los refrescaré. Tomen sobre sí mi yugo y aprendan de mí, porque soy de genio apacible y humilde de corazón, y hallarán refrigerio para sus almas” (Mateo 11:28, 29). Entre los que se acercan a él, se encuentran sus futuros apóstoles, quienes saben que aceptar el yugo de Jesús supone trabajar arduamente. Implica, entre otras cosas, predicar las buenas nuevas del Reino hasta los confines de la Tierra (Mateo 24:14). Al entregarse a esta labor, tanto ellos como los demás discípulos comprueban que de verdad les refresca el alma. Los cristianos fieles de hoy llevan a cabo esa misma obra y hallan un gozo similar.
No es rebelde
12. ¿De qué maneras demuestra Jesús obediencia a su Padre celestial?
12 Jesús no olvida que el propósito de su venida a la Tierra es cumplir la voluntad divina. Las Escrituras predicen cuál sería su actitud: “El Señor Soberano Jehová mismo me ha abierto el oído, y yo, por mi parte, no fui rebelde. No me volví en la dirección opuesta” (Isaías 50:5). Siempre obedece a Dios, y, de hecho, llega a decir: “El Hijo no puede hacer ni una sola cosa por su propia iniciativa, sino únicamente lo que ve hacer al Padre” (Juan 5:19). Tras su existencia prehumana, en la que ha colaborado con Él tal vez durante miles de millones de años, viene a la Tierra y sigue acatando Sus directrices. Cuánto más nosotros, discípulos imperfectos de Cristo, debemos cuidar de hacer lo que Jehová manda.
13. ¿Qué le espera a Jesús, y aun así, cómo demuestra su valentía?
13 Algunos de los que rechazan al Hijo unigénito de Jehová lo persiguen, como también se predijo: “Mi espalda di a los golpeadores, y mis mejillas a los que mesaban el pelo. Mi rostro no oculté de cosas humilladoras ni del esputo” (Isaías 50:6). Según la profecía, el Mesías sufrirá dolor y humillación a manos de sus adversarios. Jesús lo sabe, y también sabe el punto al que llegará la persecución. Aun así, no se muestra atemorizado cuando se le acaba el tiempo en la Tierra. Con una determinación tan firme como el duro pedernal se dirige a Jerusalén, donde concluirá su vida humana. En el trayecto anuncia a sus discípulos: “Aquí estamos, subiendo hacia Jerusalén, y el Hijo del hombre será entregado a los sacerdotes principales y a los escribas, y lo condenarán a muerte y lo entregarán a hombres de las naciones, y se burlarán de él y le escupirán y lo azotarán y lo matarán, pero tres días después se levantará” (Marcos 10:33, 34). Todas estas vejaciones las instigarán quienes deberían ser los más informados: los principales sacerdotes y los escribas.
14, 15. ¿Cómo se cumplen las predicciones de Isaías de que Jesús sufriría golpes y humillaciones?
14 La noche del 14 de Nisán del año 33 de nuestra era, Jesús se encuentra en el jardín de Getsemaní con varios discípulos suyos. De repente, mientras ora a Dios, una turba se presenta y se lo lleva preso. Pero él no siente miedo, pues sabe que cuenta con el apoyo de Jehová. A sus aterrorizados apóstoles les garantiza que, si quisiera, podría apelar a su Padre para que enviara más de doce legiones de ángeles a rescatarlo, pero añade: “En tal caso, ¿cómo se cumplirían las Escrituras[?]” (Mateo 26:36, 47, 53, 54).
15 Todas las predicciones relativas a las pruebas y la muerte del Mesías llegan a cumplirse. Tras el amañado juicio a que lo somete el Sanedrín, Poncio Pilato lo interroga y lo manda azotar. En cumplimiento de las palabras de Isaías, los soldados romanos ‘le dan en la cabeza con una caña y le escupen’ (Marcos 14:65; 15:19; Mateo 26:67, 68). Aunque la Biblia no lo mencione, sin duda le arrancan literalmente pelos de la barba —gesto que denota desprecio extremo—, tal como había predicho Isaíasc (Nehemías 13:25).
16. ¿Cómo se comporta Jesús bajo una presión tan inmensa, y por qué no se avergüenza?
16 Frente a Pilato, Jesús no suplica que le perdone la vida, sino que mantiene una serena dignidad, consciente de que debe morir para que se cumplan las Escrituras. Cuando el gobernador romano le dice que sus atribuciones le permiten condenarlo a muerte o ponerlo en libertad, él replica sin temor: “No tendrías autoridad alguna contra mí a menos que te hubiera sido concedida de arriba” (Juan 19:11). Los soldados de Pilato le dispensan un trato inhumano, pero no consiguen avergonzarlo. ¿Por qué debería sentir vergüenza? No está recibiendo el justo castigo por alguna transgresión, sino que sufre por causa de la justicia. En este particular, se cumplen las palabras proféticas de Isaías: “El Señor Soberano Jehová mismo me ayudará. Por eso no tendré que sentirme humillado. Por eso he puesto mi rostro como pedernal, y sé que no seré avergonzado” (Isaías 50:7).
17. Durante todo el ministerio de Jesús en la Tierra, ¿de qué maneras ha estado Jehová a su lado?
17 La valentía de Jesús nace de su absoluta confianza en Jehová. Su comportamiento está en total consonancia con las palabras de Isaías: “Aquel que me declara justo está cerca. ¿Quién puede contender conmigo? Pongámonos de pie juntos. ¿Quién es mi antagonista judicial? Que se me acerque. ¡Miren! El Señor Soberano Jehová mismo me ayudará. ¿Quién hay que pueda pronunciarme inicuo? ¡Miren! Todos ellos, cual prenda de vestir, se gastarán. Una mera polilla se los comerá” (Isaías 50:8, 9). El día de su bautismo, Jehová lo declara justo como hijo espiritual suyo. De hecho, en aquella ocasión se oye la propia voz de Dios diciendo: “Este es mi Hijo, el amado, a quien he aprobado” (Mateo 3:17). Ya cercano el fin de su vida en la Tierra, mientras ora de rodillas en el jardín de Getsemaní, ‘se le aparece un ángel del cielo y lo fortalece’ (Lucas 22:41-43). De modo que Jesús sabe que su Padre aprueba la trayectoria de su vida. Sí, este Hijo perfecto de Dios no ha cometido ningún pecado (1 Pedro 2:22). Sus enemigos lo acusan de ser infractor de las leyes sabáticas, borracho y endemoniado, pero tales calumnias no lo deshonran. Si Dios está con él, ¿quién puede oponérsele? (Lucas 7:34; Juan 5:18; 7:20; Romanos 8:31; Hebreos 12:3.)
18, 19. ¿Qué experiencias similares a las de Jesús han vivido los cristianos ungidos?
18 Jesús advierte a sus discípulos: “Si ellos me han perseguido a mí, a ustedes también los perseguirán” (Juan 15:20). Los acontecimientos pronto le dan la razón. En Pentecostés de 33 E.C., el espíritu santo desciende sobre sus fieles seguidores y nace la congregación cristiana. Casi de inmediato, los caudillos religiosos intentan acabar con la predicación de estos hombres y mujeres leales, a quienes Dios ha adoptado como hijos espirituales y que ya forman parte, junto con Cristo, de la “descendencia de Abrahán” (Gálatas 3:26, 29; 4:5, 6). Desde el siglo primero hasta nuestros días, los cristianos ungidos se han mantenido firmes a favor de la justicia, por lo que han tenido que soportar la propaganda engañosa y la persecución enconada de los enemigos de Jesús.
19 No obstante, recuerdan las animadoras palabras de su Maestro: “Felices son ustedes cuando los vituperen y los persigan y mentirosamente digan toda suerte de cosa inicua contra ustedes por mi causa. Regocíjense y salten de gozo, puesto que grande es su galardón en los cielos” (Mateo 5:11, 12). Por consiguiente, aun bajo el ataque más feroz, tienen la cabeza bien alta. Al margen de lo que afirmen quienes se les oponen, saben que Dios los ha declarado justos y que a Sus ojos están “sin tacha y no expuestos a ninguna acusación” (Colosenses 1:21, 22).
20. a) ¿Quiénes apoyan a los cristianos ungidos, y qué han experimentado? b) ¿Cómo obtienen la lengua de los enseñados los cristianos ungidos y las “otras ovejas”?
20 En tiempos modernos, los cristianos ungidos cuentan con el apoyo de “una gran muchedumbre” de “otras ovejas”, personas que también defienden la justicia y que, por tanto, han sufrido junto con ellos y “han lavado sus ropas largas y las han emblanquecido en la sangre del Cordero”. Jehová las ha declarado justas con la perspectiva de sobrevivir a “la gran tribulación” (Revelación 7:9, 14, 15; Juan 10:16; Santiago 2:23). Por fuertes que ahora parezcan los adversarios, la profecía de Isaías declara que, en el momento que Dios estime oportuno, se asemejarán a una prenda de vestir comida por la polilla, que solo sirve para tirarla. Entre tanto, los ungidos y las “otras ovejas” se mantienen firmes merced a su constancia en la oración, el estudio de la Palabra de Dios y la asistencia a las reuniones cristianas. De esta forma reciben la instrucción de Jehová y aprenden a hablar con la lengua de los enseñados.
Confiemos en el nombre de Jehová
21. a) ¿Quiénes son los que andan en la luz, y cuál es el resultado de su proceder? b) ¿Qué les sucede a quienes andan en la oscuridad?
21 Notemos ahora un acusado contraste: “¿Quién entre ustedes teme a Jehová, escuchando la voz de su siervo, que ha andado en oscuridad continua y para quien no ha habido resplandor? Confíe él en el nombre de Jehová y apóyese en su Dios” (Isaías 50:10). Los que escuchan la voz de Jesucristo, el Siervo de Dios, andan en la luz (Juan 3:21). No solo emplean el nombre Jehová, sino que cifran su confianza en el Dios que así se llama. Incluso si en un tiempo anduvieron en la oscuridad, ahora se apoyan en Jehová y no sienten el temor al hombre, que atenaza a quienes se obstinan en seguir los caminos de las tinieblas. Tal es el caso de Poncio Pilato. Este funcionario romano sabe que Jesús es inocente de los falsos cargos que se le imputan, pero el miedo le impide liberarlo. Aunque sus soldados asesinan al Hijo de Dios, Jehová lo resucita y lo corona con gloria y honra. ¿Qué sucede con Pilato? Según el historiador judío Flavio Josefo, tan solo cuatro años después de la muerte de Jesús se le destituye de su cargo de gobernador y se le ordena regresar a Roma para responder a graves acusaciones. ¿Y qué es de los judíos que provocan la muerte de Jesús? No han transcurrido cuatro décadas cuando los ejércitos romanos destruyen Jerusalén y dan muerte a sus habitantes o los llevan cautivos. No hay resplandor que ilumine el porvenir de quienes prefieren la oscuridad (Juan 3:19).
22. ¿Por qué es el colmo de la insensatez buscar la salvación en los hombres?
22 La profecía de Isaías explica por qué es el colmo de la insensatez buscar la salvación en los hombres: “¡Miren! Todos ustedes los que están encendiendo un fuego, haciendo que las chispas brillen, anden a la luz de su fuego, y entre las chispas que han encendido. De mi mano ciertamente llegarán a tener esto: En verdadero dolor yacerán” (Isaías 50:11). Los dirigentes humanos vienen y van. Un líder con carisma tal vez cautive la imaginación de la gente durante algún tiempo, pero hasta el más sincero de los seres humanos se ve limitado en lo que puede lograr. En vez de prender un buen fuego, como esperan sus partidarios, quizá solo encienda unas cuantas “chispas” que iluminan y calientan un poco, pero que no tardan en apagarse. Por otro lado, quienes cifran su confianza en Siló, el Mesías que Dios ha prometido, nunca se verán decepcionados.
[Notas]
a En los tres primeros versículos del capítulo 50 de Isaías, Jehová señala que la nación de Judá en conjunto es su esposa, y sus habitantes, los hijos de ella.
b Desde el versículo 4 hasta el final del capítulo, parece que el escritor habla de sí mismo. Aunque es posible que Isaías sufriera algunas de las pruebas que menciona este pasaje, en su sentido más pleno la profecía se cumple en Jesucristo.
c Es de interés que la Septuaginta vierta Isaías 50:6 de este modo: “Mis espaldas entregué a los azotes, y mis mejillas a las bofetadas”.
[Ilustración de la página 155]
Los judíos no recurren a Jehová sino a gobernantes humanos
[Ilustración de las páginas 156 y 157]
En el mar Rojo, Jehová protegió a su pueblo interponiendo una columna de nube entre ellos y los egipcios
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Consuelo para el pueblo de DiosLas profecías de Isaías, una luz para toda la humanidad II
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Capítulo 12
Consuelo para el pueblo de Dios
1. ¿Qué funestas perspectivas tienen Jerusalén y sus habitantes, pero qué esperanza hay?
SETENTA años —toda una vida— estará cautiva en Babilonia la nación de Judá (Salmo 90:10; Jeremías 25:11; 29:10). La mayoría de los desterrados israelitas envejecerán y morirán allí. Podemos pensar en la humillación que sienten al oír los insultos y burlas de sus enemigos, así como en el oprobio que caerá sobre su Dios, Jehová, cuando yazca desolada por tanto tiempo la ciudad en la que puso Su nombre (Nehemías 1:9; Salmo 132:13; 137:1-3). Ya no existirá el amado templo que se llenó de la gloria divina cuando lo dedicó Salomón (2 Crónicas 7:1-3). Pese a estas funestas perspectivas, Jehová predice mediante Isaías una restauración (Isaías 43:14; 44:26-28). En el capítulo 51 de su libro hallamos más profecías que comunican consuelo y confianza.
2. a) ¿A quién dirige Jehová, mediante Isaías, su alentador mensaje? b) ¿De qué manera ‘siguen tras la justicia’ los judíos fieles?
2 A los habitantes de Judá que lo buscan de corazón, Jehová les dice: “Escúchenme, ustedes los que están siguiendo tras la justicia, ustedes los que están procurando hallar a Jehová” (Isaías 51:1a). Quienes ‘sigan tras la justicia’ —expresión que implica actuar— no se limitarán a afirmar que son siervos de Dios, sino que se afanarán por ser justos y hacer la voluntad divina (Salmo 34:15; Proverbios 21:21). Verán en Jehová la única Fuente de justicia, y ‘procurarán hallarlo’ (Salmo 11:7; 145:17). No es que hayan olvidado quién es, o cómo elevarle sus oraciones. Más bien, se esforzarán por acercarse a él, adorarlo, orarle y procurar su dirección en todos sus pasos.
3, 4. a) ¿Quién es “la roca” de la que los judíos fueron labrados, y quién el “hueco del hoyo” del que fueron excavados? b) ¿Por qué se consolarán los judíos al recordar cuáles son sus raíces?
3 Ahora bien, en Judá son relativamente pocos los que de verdad anhelan la justicia, y es posible que este hecho los desaliente. Por ello, Jehová los anima con la ilustración de una cantera: “Miren a la roca de la cual fueron labrados, y al hueco del hoyo del cual fueron excavados. Miren a Abrahán su padre y a Sara que gradualmente los dio a luz con dolores de parto. Porque él era uno solo cuando lo llamé, y procedí a bendecirlo y a hacer que fuera muchos” (Isaías 51:1b, 2). “La roca” de la que fueron labrados los judíos es Abrahán, personaje histórico del que se enorgullece la nación (Mateo 3:9; Juan 8:33, 39). Él es su progenitor, su antecesor humano. El “hueco del hoyo” es Sara, de cuyo seno salió Isaac, antepasado de Israel.
4 Abrahán y Sara no tenían descendencia, y ya se les había pasado la edad fértil. Pese a ello, Jehová prometió bendecir al patriarca y “hacer que fuera muchos” (Génesis 17:1-6, 15-17). Dios restableció la capacidad reproductora de ambos, de modo que en la vejez engendraron un hijo, del cual descendió el pueblo del pacto divino. De este modo, hizo de aquel hombre el padre de una gran nación cuyos habitantes llegaron a ser innumerables, como las estrellas del cielo (Génesis 15:5; Hechos 7:5). Por consiguiente, si Dios pudo tomar a Abrahán de una región distante y convertirlo en una nación poderosa, de seguro podrá llevar a cabo su promesa de liberar a un resto fiel del cautiverio en Babilonia, devolverlo a su tierra natal y hacer que de nuevo sea una gran nación. Si en el caso de Abrahán cumplió su palabra, lo mismo ocurrirá en el de los judíos cautivos.
5. a) ¿A quiénes representan Abrahán y Sara? Explique. b) En el cumplimiento final, ¿quiénes surgen de “la roca”?
5 Es probable que la extracción de la cantera a la que alude Isaías 51:1, 2 tenga otra aplicación. Deuteronomio 32:18 llama a Jehová “la Roca” que engendró a Israel y “Aquel que [...] produjo [a la nación] con dolores de parto”. En esta última expresión, se emplea el mismo verbo hebreo que en Isaías 51:2 con respecto al alumbramiento de Israel por parte de Sara. Por tanto, Abrahán es un tipo profético de Jehová, el Abrahán Mayor. Su esposa, Sara, constituye una prefiguración idónea de la organización celestial de criaturas espirituales, a la que se representa en las Santas Escrituras con el símbolo de la esposa, o mujer, de Dios (Génesis 3:15; Revelación [Apocalipsis] 12:1, 5). En el cumplimiento final de estas palabras de Isaías, la nación que surge de “la roca” es “el Israel de Dios”, es decir, la congregación de cristianos ungidos por espíritu, que nació en Pentecostés del año 33 de nuestra era. Como ya se ha mostrado en capítulos anteriores, aquella nación atravesó una etapa de cautiverio babilónico en 1918, pero en 1919 fue restaurada a un estado de prosperidad espiritual (Gálatas 3:26-29; 4:28; 6:16).
6. a) ¿Qué le espera a la tierra de Judá, y qué restauración será necesaria? b) ¿Qué restauración de tiempos modernos evoca Isaías 51:3?
6 El consuelo que Jehová brinda a Sión (es decir, a Jerusalén) no se limita a la promesa de producir una nación populosa, pues leemos: “Jehová ciertamente consolará a Sión. De seguro consolará todos sus lugares devastados, y hará que su desierto sea como Edén, y su llanura desértica como el jardín de Jehová. Alborozo y regocijo mismos se hallarán en ella, acción de gracias y la voz de melodía” (Isaías 51:3). En los setenta años de desolación, la tierra de Judá se tornará en un desierto plagado de espinos, zarzas y otros tipos de vegetación silvestre (Isaías 64:10; Jeremías 4:26; 9:10-12). Por tanto, además de repoblar Judá, la restauración también tendrá que abarcar la rehabilitación de la tierra, que se convertirá en un jardín edénico con fértiles campos y huertos. Dará la impresión de que el terreno se regocija, y en comparación con su aspecto desolado durante el exilio, será un paraíso. En sentido espiritual, el resto ungido del Israel de Dios entró en un paraíso así en 1919 (Isaías 11:6-9; 35:1-7).
Razones para confiar en Jehová
7, 8. a) ¿Qué implica el requerimiento de Jehová de prestarle oído? b) ¿Por qué es importante que Judá escuche con atención a Jehová?
7 Jehová reclama de nuevo el interés de sus oyentes: “Préstenme atención, oh pueblo mío; y grupo nacional mío, a mí presten oído. Porque de mí saldrá una ley misma, y haré que mi decisión judicial repose hasta como una luz para los pueblos. Mi justicia está cerca. Mi salvación ciertamente saldrá, y mis propios brazos juzgarán hasta a los pueblos. En mí esperarán las islas mismas, y aguardarán mi brazo” (Isaías 51:4, 5).
8 El requerimiento de Jehová de prestarle oído no es una simple invitación a oír su mensaje, sino a escucharlo con atención para actuar en consecuencia (Salmo 49:1; 78:1). La nación debe comprender que Jehová es la Fuente de la instrucción, justicia y salvación, la única que da iluminación espiritual (2 Corintios 4:6). En última instancia es el Juez de la humanidad, por lo que las leyes y decisiones judiciales que de él emanan son una luz para quienes se dejan guiar por ellas (Salmo 43:3; 119:105; Proverbios 6:23).
9. ¿Quiénes, además del pueblo del pacto divino, se beneficiarán de los actos de salvación de Jehová?
9 Lo antedicho no solo es aplicable al pueblo del pacto divino, sino también a las personas de buen corazón de todo lugar —hasta de las islas más remotas—, quienes no verán defraudada su confianza en Dios y en su capacidad de intervenir a favor de sus siervos fieles y salvarlos. El brazo de Jehová, su poder, nunca flaquea; nadie puede detenerlo (Isaías 40:10; Lucas 1:51, 52). Del mismo modo, la celosa predicación que realizan hoy día los miembros restantes del Israel de Dios ha inducido a millones de seres humanos, muchos de ellos de distantes territorios insulares, a volverse a Jehová y cifrar fe en él.
10. a) ¿Qué verdad se verá obligado a aprender el rey Nabucodonosor? b) ¿Qué “cielos” y “tierra” se eliminarán?
10 Jehová pasa a referirse a una verdad que el rey Nabucodonosor tendrá que aprender: nada hay en Tierra y cielo que impida a Dios hacer Su voluntad (Daniel 4:34, 35). Leemos: “Levanten los ojos a los cielos mismos, y miren a la tierra abajo. Porque los mismísimos cielos tienen que dispersarse en fragmentos justamente como humo, y cual prenda de vestir la tierra misma se gastará, y sus habitantes mismos morirán como un sencillo jején. Pero en cuanto a mi salvación, resultará ser aun hasta tiempo indefinido, y mi propia justicia no será destrozada” (Isaías 51:6). Aunque permitir el regreso de los cautivos a su tierra sea contrario a lo que los monarcas caldeos tienen por norma, nada evitará que Jehová salve a su pueblo (Isaías 14:16, 17). “Los cielos” —los poderes gobernantes— de Babilonia sufrirán el quebranto de la derrota, y “la tierra” —sus súbditos— se extinguirá de modo gradual. En efecto: ni siquiera la mayor potencia de la época puede oponerse al poderío de Jehová o truncar sus actos salvadores.
11. ¿Por qué reconforta a los cristianos actuales saber que se cumplió en su totalidad la profecía de la destrucción de “los cielos” y “la tierra” babilónicos?
11 A los cristianos de hoy los reconforta saber que estas palabras proféticas se cumplieron en su totalidad. ¿Por qué? Porque el apóstol Pedro empleó expresiones similares respecto a un acontecimiento todavía futuro. Habló del inminente día de Jehová, “por el cual los cielos, estando encendidos, serán disueltos, y los elementos, estando intensamente calientes, se derretirán”. Luego añadió: “Hay nuevos cielos y una nueva tierra que esperamos según su promesa, y en estos la justicia habrá de morar” (2 Pedro 3:12, 13; Isaías 34:4; Revelación 6:12-14). Aunque las naciones poderosas y sus dirigentes encumbrados como estrellas desafíen a Jehová, cuando él lo decida los aniquilará, aplastándolos como a un simple jején (Salmo 2:1-9). Un único gobierno, el justo gobierno de Dios, regirá para siempre a una justa sociedad humana (Daniel 2:44; Revelación 21:1-4).
12. ¿Por qué no hay razón para que los siervos de Dios se asusten ante los insultos de sus adversarios humanos?
12 A continuación, Jehová se dirige a “los que están siguiendo tras la justicia” para decirles: “Escúchenme, ustedes, los que conocen la justicia, el pueblo en cuyo corazón está mi ley. No tengan miedo al oprobio de los hombres mortales, y no se sobrecojan de terror simplemente a causa de sus palabras injuriosas. Porque la polilla se los comerá precisamente como si fueran una prenda de vestir, y la polilla de la ropa se los comerá tal como si fueran lana. Pero en cuanto a mi justicia, resultará ser aun hasta tiempo indefinido, y mi salvación hasta generaciones incontables” (Isaías 51:7, 8). A quienes confían en Jehová, su postura valerosa les acarreará deshonra y oprobio de parte de sus adversarios, pero no deben asustarse, pues estos son simples mortales que serán ‘comidos’ como una prenda de lana atacada por la polilla.a Al igual que los judíos fieles de la antigüedad, los cristianos verdaderos actuales no tienen razón para temer a sus antagonistas. Jehová, el Dios eterno, es su salvación (Salmo 37:1, 2). En realidad, los insultos de los enemigos del Creador son prueba de que el pueblo de Jehová cuenta con Su espíritu (Mateo 5:11, 12; 10:24-31).
13, 14. ¿De qué son símbolo “Rahab” y el “monstruo marino”, y cómo se le ‘hace pedazos’ y ‘traspasa’?
13 Como si llamara a Jehová para que actúe a favor de Su pueblo cautivo, Isaías dice: “¡Despierta, despierta, vístete de fuerza, oh brazo de Jehová! Despierta como en los días de mucho tiempo atrás, como durante las generaciones de tiempos del pasado remoto. ¿No eres tú el que hizo pedazos a Rahab, el que traspasó al monstruo marino? ¿No eres tú el que secó el mar, las aguas de la vasta profundidad? ¿El que hizo de las profundidades del mar un camino para que pasaran los recomprados?” (Isaías 51:9, 10).
14 Los ejemplos históricos a que alude el profeta están bien escogidos. Todo israelita sabe que su nación fue liberada del yugo egipcio y cruzó el mar Rojo (Éxodo 12:24-27; 14:26-31). Las expresiones “Rahab” y “monstruo marino” se refieren al Faraón y sus súbditos, quienes se opusieron al éxodo de Israel (Salmo 74:13; 87:4; Isaías 30:7). Con la cabeza en el delta del Nilo y el cuerpo alargado extendiéndose cientos de kilómetros río arriba en su fértil valle, el antiguo Egipto se asemejaba a una monstruosa serpiente (Ezequiel 29:3). Pero Jehová la cortó en pedazos enviándole las diez plagas, y al destruir a su ejército en las aguas del mar Rojo, la dejó traspasada, gravemente herida y debilitada. En efecto, Jehová demostró el poder de su brazo con aquella nación pagana. ¿Estará acaso menos dispuesto a luchar por su pueblo desterrado en Babilonia?
15. a) ¿Cuándo y cómo huirán el desconsuelo y el suspirar de Sión? b) ¿Cuándo huyó el desconsuelo y el suspirar del Israel de Dios en tiempos modernos?
15 La profecía nos transporta ahora al futuro, al momento en que Israel queda libre de Babilonia: “Entonces los mismos redimidos de Jehová regresarán y tendrán que venir a Sión con un clamor gozoso, y regocijo hasta tiempo indefinido estará sobre la cabeza de ellos. Alborozo y regocijo alcanzarán. El desconsuelo y el suspiro ciertamente huirán” (Isaías 51:11). Pese a su deplorable situación en Babilonia, quienes buscan la justicia de Jehová tienen ante sí gloriosas perspectivas. Llegará el día en que su desconsuelo y suspirar quedarán atrás. De labios de los redimidos, o rescatados, se oirá un clamor de gozo, de regocijo, de alborozo. En el cumplimiento moderno de estas palabras proféticas, el Israel de Dios fue liberado del cautiverio babilónico en 1919 y regresó a su heredad espiritual con gran alegría, una alegría que ha perdurado hasta hoy.
16. ¿Qué precio se paga para redimir a los judíos?
16 ¿Qué precio se pagará por la redención de los judíos? La profecía de Isaías ya ha revelado que Jehová da “a Egipto como rescate por ti, a Etiopía y Sebá en lugar de ti” (Isaías 43:1-4). Estas palabras se cumplirán más tarde, cuando el Imperio persa, tras tomar Babilonia y liberar a los judíos cautivos, conquiste Egipto, Etiopía y Sebá. Tales naciones le serán entregadas a cambio de las almas de los israelitas, en armonía con el principio que expone Proverbios 21:18: “El inicuo es un rescate para el justo; y el que obra traidoramente toma el lugar de los rectos”.
Más garantías
17. ¿Por qué no tienen los judíos razón para temer la furia de Babilonia?
17 Jehová da a su pueblo otra garantía: “Yo... yo mismo soy Aquel que está consolándolos. ¿Quién eres tú para que tengas miedo a un hombre mortal que ha de morir, y a un hijo de la humanidad que quedará como simple hierba verde? ¿Y para que te olvidaras de Jehová tu Hacedor, Aquel que extendió los cielos y colocó el fundamento de la tierra, de modo que estuviste en pavor constantemente durante todo el día a causa de la furia del que te cercaba, como si él estuviera listo para arruinarte? ¿Y dónde está la furia del que te cercaba?” (Isaías 51:12, 13). Les esperan años de exilio, pero no tienen razón para temer la furia de Babilonia. Aunque esta nación, la tercera potencia mundial de la historia bíblica, conquistará al pueblo de Dios y procurará ‘cercarlo’, es decir, bloquear su vía de escape, los judíos fieles saben que Jehová ha predicho que caerá a manos de Ciro (Isaías 44:8, 24-28). A diferencia del Creador —el Dios eterno, Jehová—, los babilonios perecerán como la hierba que se marchita durante la estación seca bajo los intensos rayos solares. ¿Dónde quedarán entonces su furia y sus amenazas? ¡Qué insensato es temer al hombre y olvidarse de Jehová, aquel que hizo los cielos y la Tierra!
18. Si bien su pueblo pasará algún tiempo cautivo, ¿qué garantías le da Jehová?
18 Si bien el pueblo de Jehová pasará algún tiempo cautivo, “agachado en cadenas”, por así decirlo, su liberación será repentina. No serán exterminados en Babilonia ni morirán de inanición en el cautiverio, entregados sin vida al hoyo del Seol (Salmo 30:3; 88:3-5). Jehová les garantiza: “El que anda agachado en cadenas ciertamente será soltado velozmente, para que no vaya en muerte al hoyo y para que no le falte su pan” (Isaías 51:14).
19. ¿Por qué pueden los judíos fieles depositar toda su confianza en las palabras de Jehová?
19 Jehová sigue consolando a Sión con estas palabras: “Pero yo, Jehová, soy tu Dios, Aquel que agita el mar para que sus olas estén bulliciosas. Jehová de los ejércitos es su nombre. Y pondré mis palabras en tu boca, y con la sombra de mi mano ciertamente te cubriré, a fin de plantar los cielos y colocar el fundamento de la tierra y decir a Sión: ‘Tú eres mi pueblo’” (Isaías 51:15, 16). La Biblia menciona en múltiples ocasiones el poder de Dios sobre el mar (Job 26:12; Salmo 89:9; Jeremías 31:35). Él controla por completo las fuerzas de la naturaleza, como demostró al liberar a su pueblo de Egipto. ¿Quién puede compararse, siquiera remotamente, a “Jehová de los ejércitos”? (Salmo 24:10.)
20. ¿Qué “cielos” y “tierra” nacerán cuando Jehová restaure a Sión, y qué alentadoras palabras le dirigirá?
20 Los judíos aún son el pueblo del pacto divino, y Jehová les garantiza que tornarán a su tierra para vivir una vez más bajo Su Ley. Reedificarán Jerusalén y el templo, y reasumirán los deberes que les impone la alianza que Dios celebró con ellos mediante Moisés. Cuando el país empiece a poblarse de nuevo con los repatriados israelitas y sus animales domésticos, nacerá “una nueva tierra” bajo unos “nuevos cielos”, un nuevo sistema de gobierno (Isaías 65:17-19; Ageo 1:1, 14). Jehová volverá a decirle a Sión: “Tú eres mi pueblo”.
Una llamada a la acción
21. ¿Qué llamada a la acción dirige Jehová?
21 Después de tranquilizarla, Jehová habla a Sión como si ya se hubieran acabado sus sufrimientos y le dirige una llamada a la acción: “Despiértate, despiértate, levántate, oh Jerusalén, tú que has bebido de la mano de Jehová su copa de furia. El cáliz, la copa que causa vértigo, has bebido, la has escurrido” (Isaías 51:17). En efecto, Jerusalén debe levantarse de su calamidad y recobrar su antigua posición y esplendor. Llegará la hora en que haya apurado la copa simbólica del castigo divino, sin dejar ni rastro de la furia que Dios sintió contra ella.
22, 23. ¿Qué le sucederá a Jerusalén cuando beba la copa de la cólera de Jehová?
22 Sin embargo, ninguno de los “hijos” de Jerusalén, sus habitantes, podrá impedir el castigo que le sobrevendrá (Isaías 43:5-7; Jeremías 3:14). La profecía señala: “No hubo ninguno de todos los hijos que ella dio a luz que la condujera, y no hubo ninguno de todos los hijos que ella crió que la tomara de la mano” (Isaías 51:18). ¡Cuánto la harán padecer los babilonios! “Aquellas dos cosas te sobrevenían. ¿Quién se condolerá de ti? ¡Despojo violento y quebranto, y hambre y espada! ¿Quién te consolará? Tus propios hijos se han desmayado. Han yacido en la cabecera de todas las calles como las ovejas silvestres en la red, como los que están llenos de la furia de Jehová, la reprensión de tu Dios.” (Isaías 51:19, 20.)
23 ¡Pobre Jerusalén! Aguantará “despojo violento y quebranto”, así como “hambre y espada”. Incapaces de guiarla y mantenerla en pie, sus “hijos” se hallarán indefensos, demacrados, demasiado débiles para repeler el ataque de los invasores babilonios. A plena vista, en las cabeceras (esquinas) de las calles, yacerán desmayados, endebles, exhaustos (Lamentaciones 2:19; 4:1, 2). Habrán bebido la copa de la furia divina y se verán impotentes, como animales atrapados en una red.
24, 25. a) ¿Qué no volverá a hacer Jerusalén? b) Después de Jerusalén, ¿a quién le tocará beber la copa de la cólera de Jehová?
24 Esta penosa situación, sin embargo, llegará a su fin, como indican las reconfortantes palabras de Isaías: “Por lo tanto, escucha esto, por favor, oh mujer afligida y borracha, pero no con vino. Esto es lo que ha dicho tu Señor, Jehová, hasta tu Dios, que contiende por su pueblo: ‘¡Mira! Ciertamente quitaré de tu mano la copa que causa vértigo. El cáliz, mi copa de furia... ya no volverás a beber de ella. Y ciertamente la pondré en la mano de los que te irritan, que han dicho a tu alma: “Inclínate para que pasemos”, de manera que hacías que tu espalda fuera justamente como la tierra, y como la calle para los que pasaban’” (Isaías 51:21-23). Tras disciplinar a Jerusalén, Jehová está dispuesto a tenerle lástima y perdonarla.
25 Dios retirará entonces su cólera de Jerusalén y la volcará sobre Babilonia, la potencia que la habrá arrasado y humillado (Salmo 137:7-9). La capital de Judá ya no volverá a beber de una copa semejante de manos de ella ni de sus aliados. Por el contrario, Jehová quitará ese cáliz a Jerusalén y se lo dará a quienes se alegran por su desgracia (Lamentaciones 4:21, 22). Borracha perdida, Babilonia caerá (Jeremías 51:6-8). Sión, por el contrario, se levantará, de modo que ciertamente tiene motivos para consolarse con la perspectiva de un cambio tan extraordinario. Y los siervos de Jehová pueden estar seguros de que el nombre divino se santificará por medio de Sus actos de salvación.
[Nota]
a El insecto al que se refiere este pasaje debe ser la polilla de las pieles, particularmente en su destructivo estado de larva.
[Ilustración de la página 167]
Jehová, el Abrahán Mayor, es “la roca” de la que se ‘labró’ su pueblo
[Ilustración de la página 170]
Los adversarios del pueblo de Dios desaparecerán, como una prenda de vestir comida por la polilla
[Ilustración de las páginas 176 y 177]
Jehová ha demostrado su poder sobre los elementos
[Ilustración de la página 178]
La copa de la que habrá bebido Jerusalén pasará a Babilonia y sus aliados
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¡“Clamen gozosamente a una”!Las profecías de Isaías, una luz para toda la humanidad II
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Capítulo 13
¡“Clamen gozosamente a una”!
1. ¿Por qué constituyen una fuente de gozo las palabras proféticas del capítulo 52 de Isaías, y qué dos cumplimientos tienen?
¡LIBERACIÓN! ¿Qué perspectiva podría alegrar más a una nación cautiva? Dado que Isaías habla tanto de la liberación y la restauración, no sorprende que, aparte de los Salmos, sea el libro bíblico que más expresiones de gozo contiene. En particular, el capítulo 52 brinda al pueblo de Dios razones para regocijarse. Sus palabras proféticas se hacen realidad en la Jerusalén del año 537 a.E.C., pero encuentran un cumplimiento mayor en “la Jerusalén de arriba”, la organización celestial de Jehová compuesta por seres espirituales y representada en ocasiones como madre y esposa (Gálatas 4:26; Revelación [Apocalipsis] 12:1).
¡“Ponte tu fuerza, oh Sión”!
2. ¿Cuándo despierta Sión, y cómo?
2 Mediante Isaías, Jehová llama a Sión, Su ciudad amada: “¡Despierta, despierta, ponte tu fuerza, oh Sión! ¡Ponte tus hermosas prendas de vestir, oh Jerusalén, la ciudad santa! Porque ya no volverá a entrar en ti el incircunciso e inmundo. Sacúdete y líbrate del polvo, levántate, toma asiento, oh Jerusalén. Suéltate las ataduras de tu cuello, oh cautiva hija de Sión” (Isaías 52:1, 2). Al haber incurrido sus habitantes en la ira divina, Jerusalén ha yacido desolada setenta años (2 Reyes 24:4; 2 Crónicas 36:15-21; Jeremías 25:8-11; Daniel 9:2). Ya es hora de que despierte de su prolongada inactividad y se vista con las hermosas prendas de la libertad. Jehová ha movido el corazón de Ciro para que libere a la “cautiva hija de Sión” a fin de que los antiguos moradores de Jerusalén, junto con su prole, salgan de Babilonia, regresen a su ciudad y restablezcan la adoración verdadera. Ningún incircunciso ni inmundo podrá hallarse en la capital de Judá (Esdras 1:1-4).
3. ¿Por qué puede llamarse “hija de Sión” a la congregación de cristianos ungidos, y de qué se les libera?
3 Estas palabras de Isaías se cumplen asimismo en la congregación de cristianos ungidos. De ella puede decirse que es la moderna “hija de Sión”, ya que su madre es “la Jerusalén de arriba”.a Una vez liberados de las enseñanzas paganas y doctrinas apóstatas, los ungidos deben mantenerse puros ante Jehová, no circuncidándose la carne, sino el corazón (Jeremías 31:33; Romanos 2:25-29). Ello supone preservar su pureza espiritual, mental y moral (1 Corintios 7:19; Efesios 2:3).
4. Si bien “la Jerusalén de arriba” nunca ha desobedecido a Jehová, ¿qué experiencias de sus representantes en la Tierra son un reflejo de las que vivieron los habitantes de Jerusalén?
4 Si bien “la Jerusalén de arriba” nunca ha desobedecido a Jehová, sus representantes en la Tierra —los cristianos ungidos— quebrantaron de manera involuntaria la ley de Dios durante la I Guerra Mundial por no entender debidamente en qué consiste la auténtica neutralidad cristiana. Al perder el favor divino, cayeron cautivos de “Babilonia la Grande”, el imperio mundial de la religión falsa (Revelación 17:5). Tal esclavitud alcanzó su punto culminante en junio de 1918, con el encarcelamiento de ocho miembros de la Sociedad Watch Tower por conspiración y otras acusaciones falsas. En ese momento, la predicación organizada de las buenas nuevas se detuvo casi por completo. En 1919, sin embargo, se emitió una resonante llamada a la vigilia espiritual, de modo que los cristianos ungidos comenzaron a separarse de forma más plena de la inmundicia moral y espiritual de Babilonia la Grande. Se levantaron del polvo de la cautividad, y “la Jerusalén de arriba” se revistió con el esplendor de una “ciudad santa” en la que no se tolera la impureza espiritual.
5. ¿Por qué tiene Jehová perfecto derecho a recomprar a su pueblo sin entregar compensación alguna a los captores?
5 Tanto en 537 a.E.C. como en 1919 E.C., Jehová tenía perfecto derecho a liberar a su pueblo. Explica Isaías: “Esto es lo que ha dicho Jehová: ‘Por nada ustedes fueron vendidos, y será sin dinero como serán recomprados’” (Isaías 52:3). Ni la Babilonia antigua ni Babilonia la Grande pagaron nada cuando esclavizaron al pueblo del pacto divino. Puesto que no hubo ninguna transacción monetaria, Jehová todavía era el Dueño legítimo de su nación. ¿Debería sentirse en deuda con alguien? Claro que no. En ambos casos podía recomprar en justicia a sus adoradores sin entregar compensación alguna a quienes los apresaban (Isaías 45:13).
6. ¿Qué lecciones históricas han pasado por alto los enemigos de Jehová?
6 Los enemigos de Jehová no han aprendido las lecciones de la historia. Leemos: “Esto es lo que ha dicho el Señor Soberano Jehová: ‘Fue a Egipto adonde bajó mi pueblo en el primer caso para residir allí como forasteros; y sin causa Asiria, por su parte, los oprimió’” (Isaías 52:4). El Faraón de Egipto esclavizó a los israelitas, a quienes se había invitado a residir como huéspedes en el país, y Jehová lo ahogó junto con su ejército en el mar Rojo (Éxodo 1:11-14; 14:27, 28). Cuando el rey Senaquerib de Asiria amenazó a Jerusalén, el ángel de Jehová abatió a 185.000 de sus soldados (Isaías 37:33-37). Del mismo modo, ni la Babilonia antigua ni Babilonia la Grande pueden eludir las consecuencias de haber oprimido al pueblo de Dios.
“Mi pueblo conocerá mi nombre”
7. ¿Qué repercusión ha tenido en el nombre de Jehová el cautiverio de su pueblo?
7 El cautiverio del pueblo de Jehová repercute en Su nombre, tal como muestra la profecía: “Y ahora, ¿qué interés tengo aquí? —es la expresión de Jehová—. Porque mi pueblo fue tomado por nada. Los mismísimos que los gobernaban siguieron aullando —es la expresión de Jehová—, y constantemente, todo el día, se trataba con falta de respeto mi nombre. Por esa razón mi pueblo conocerá mi nombre, aun por esa razón en aquel día, porque yo soy Aquel que está hablando. ¡Mira! Soy yo” (Isaías 52:5, 6). ¿Qué interés tiene Jehová en la situación? ¿Qué le importa la esclavitud de Israel en Babilonia? Él debe actuar porque esta última ha capturado a su pueblo y ha lanzado aullidos de victoria por ello. Su jactancia la ha llevado a tratar con falta de respeto el nombre divino (Ezequiel 36:20, 21). No ha reconocido que la desolación de Jerusalén obedece al desagrado de Jehová para con Su pueblo. Antes bien, ha visto en el cautiverio de los judíos una prueba de la debilidad del Dios al que adoran. Belsasar, que gobierna como segundo rey, hasta se mofa de Él usando los vasos del templo de Jehová en un banquete en honor de los dioses babilónicos (Daniel 5:1-4).
8. ¿Qué trato ha recibido el nombre de Dios desde la muerte de los apóstoles?
8 ¿Qué aplicación tiene todo lo antedicho en “la Jerusalén de arriba”? Desde que la apostasía echó raíces entre los supuestos cristianos, podría decirse que “el nombre de Dios es blasfemado entre las naciones a causa de” ellos (Romanos 2:24; Hechos 20:29, 30). Por otro lado, la superstición llevó a los judíos a evitar el empleo del nombre divino. Los cristianos apóstatas siguieron su ejemplo, y poco después de morir los apóstoles, también dejaron de utilizarlo. De tal apostasía brotó una parte sobresaliente de Babilonia la Grande: la cristiandad, cuya inmoralidad desenfrenada y descarado derramamiento de sangre ha desacreditado el nombre de Jehová (2 Tesalonicenses 2:3, 7; Revelación 17:5; 2 Pedro 2:1, 2).
9, 10. ¿Qué comprensión más profunda de las normas y el nombre de Jehová ha adquirido el pueblo del pacto divino en tiempos recientes?
9 El pueblo del pacto divino comprendió mejor los requisitos de Jehová cuando el Ciro Mayor, Jesucristo, lo liberó del cautiverio de Babilonia la Grande en 1919. Ya se habían purificado de muchas enseñanzas de la cristiandad arraigadas en el paganismo precristiano, como la Trinidad, la inmortalidad del alma y el tormento eterno en un infierno ardiente; pero en ese momento se propusieron desprenderse de todo vestigio de influencia babilónica. Entendieron asimismo la importancia de mantener estricta neutralidad respecto a las facciones del mundo, y desearon incluso purificarse de toda culpa de sangre en la que hubieran incurrido algunos de ellos.
10 Los siervos de Dios de nuestra época también adquirieron una comprensión más profunda de la importancia del nombre divino. Al adoptar la denominación de testigos de Jehová en 1931, anunciaron públicamente que apoyaban al Creador y su nombre. Además, desde 1950, mediante la publicación de la Traducción del Nuevo Mundo, han restituido el nombre de Jehová al lugar que en justicia merece en las páginas de la Biblia. En efecto, lo han llegado a apreciar y lo están dando a conocer hasta los cabos de la Tierra.
El que “trae buenas nuevas”
11. ¿Por qué resulta apropiada la exclamación: “¡Tu Dios ha llegado a ser rey!” con respecto a los sucesos acaecidos en 537 a.E.C.?
11 Nuestra atención vuelve a dirigirse a Sión cuando aún yace desolada. Se acerca un mensajero con buenas noticias: “¡Cuán hermosos sobre las montañas son los pies del que trae buenas nuevas, del que publica paz, del que trae buenas nuevas de algo mejor, del que publica salvación, del que dice a Sión: ‘¡Tu Dios ha llegado a ser rey!’” (Isaías 52:7). ¿Cómo puede decirse en 537 a.E.C. que el Dios de Sión ha llegado a ser rey? ¿Es que Jehová no lo ha sido siempre? Desde luego, pues es el “Rey de la eternidad” (Revelación 15:3). Pero la exclamación: “¡Tu Dios ha llegado a ser rey!” resulta apropiada, ya que la caída de Babilonia y el edicto real que permite la reedificación del templo de Jerusalén y la restauración de la adoración pura en él, constituyen una nueva expresión del reinado de Jehová (Salmo 97:1).
12. ¿Quién fue el primero en ‘traer buenas nuevas’, y cómo lo hizo?
12 En tiempos de Isaías no se señaló a ningún individuo ni grupo como aquel que “trae buenas nuevas”. Hoy, sin embargo, sí conocemos su identidad. Jesucristo es el gran mensajero de la paz de Jehová. Mientras estuvo en la Tierra, predicó las buenas nuevas de que habría una liberación de todas las consecuencias del pecado heredado de Adán, incluidas la enfermedad y la muerte (Mateo 9:35). Jesús fue un ejemplo de celo en la proclamación de estas buenas nuevas de algo mejor, pues se valió de toda oportunidad para enseñar las verdades sobre el Reino de Dios (Mateo 5:1, 2; Marcos 6:34; Lucas 19:1-10; Juan 4:5-26). Y sus discípulos siguieron sus pasos.
13. a) ¿Cómo amplía el apóstol Pablo el significado de la expresión: “Cuán hermosos sobre las montañas son los pies del que trae buenas nuevas”? b) ¿Por qué puede decirse que los pies de los mensajeros son “hermosos”?
13 En su carta a los Romanos, el apóstol Pablo cita de Isaías 52:7 para resaltar la importancia de predicar las buenas nuevas. Formula una serie de preguntas que inducen a la reflexión, entre otras, ‘¿cómo oirá la gente sin alguien que predique?’. Y entonces pasa a decir: “Así como está escrito: ‘¡Cuán hermosos son los pies de los que declaran buenas nuevas de cosas buenas!’” (Romanos 10:14, 15). Pablo amplía de este modo la aplicación de Isaías 52:7, y emplea el plural “los que declaran” en vez del singular que figura en el texto original. A imitación de Jesucristo, todos los cristianos son mensajeros de las buenas nuevas de la paz. ¿Por qué puede decirse que sus pies son “hermosos”? Isaías habla como si un heraldo se aproximara a Jerusalén procedente de las cercanas montañas de Judá. Desde lejos, es imposible verle los pies, por lo que estos representan al propio emisario, en quien se centra toda la atención. Tal como Jesús y sus discípulos constituyeron una hermosa vista para las personas mansas del siglo primero, los Testigos de la actualidad son una visión agradable para los humildes que obedecen el mensaje salvador de las buenas nuevas.
14. ¿Cómo ha llegado Jehová a ser Rey en tiempos modernos, y desde cuándo se ha anunciado este hecho a la humanidad?
14 ¿Desde cuándo se ha oído en tiempos modernos el grito: “¡Tu Dios ha llegado a ser rey!”? Desde 1919. En una asamblea celebrada ese año en Cedar Point (Ohio), J. F. Rutherford, a la sazón presidente de la Sociedad Watch Tower, entusiasmó a sus oyentes con la conferencia intitulada “Discurso a los colaboradores”. Basándose en Isaías 52:7 y Revelación 15:2, animó a los asistentes a emprender la tarea de predicar. Así, ‘pies hermosos’ comenzaron a aparecer sobre “las montañas”. Primero los cristianos ungidos, y más tarde sus compañeros de las “otras ovejas”, participaron con celo en la proclamación de las buenas nuevas de que Jehová había llegado a ser Rey (Juan 10:16). ¿En qué sentido había llegado a serlo? En 1914 llevó a cabo una nueva expresión de su reinado elevando a su Hijo, Jesucristo, al trono del Reino celestial recién establecido. Luego, en 1919, volvió a manifestar su soberanía, esta vez al liberar de Babilonia la Grande al “Israel de Dios” (Gálatas 6:16; Salmo 47:8; Revelación 11:15, 17; 19:6).
“Tus propios atalayas han levantado la voz”
15. ¿Quiénes son los “atalayas” que levantan su voz en 537 a.E.C.?
15 ¿Provoca alguna respuesta el grito: “¡Tu Dios ha llegado a ser rey!”? Así es. Isaías escribe: “¡Escucha! Tus propios atalayas han levantado la voz. Al unísono siguen clamando gozosamente; porque será ojo a ojo como verán cuando Jehová recoja de vuelta a Sión” (Isaías 52:8). En 537 a.E.C., ningún vigía literal se aposta en Jerusalén para dar la bienvenida a los primeros repatriados. La ciudad lleva setenta años desolada (Jeremías 25:11, 12). De modo que los “atalayas” que alzan la voz deben ser israelitas que reciben por adelantado la noticia de la restauración de Sión, lo que los hace responsables de transmitirla al resto de los hijos de ella. Cuando ven que Jehová entrega a Babilonia en manos de Ciro en 539 a.E.C., no les cabe ninguna duda de que Jehová va a liberar a su pueblo. Junto con quienes responden a su llamada, no dejan de clamar gozosamente al unísono, para que todos oigan las buenas noticias.
16. ¿A quién ven “ojo a ojo” los atalayas, y en qué sentido?
16 Los atentos atalayas acceden a una íntima relación con Jehová, como si lo vieran “ojo a ojo”, es decir, cara a cara (Números 14:14). La estrecha comunicación que mantienen con Dios y entre ellos pone de relieve su unidad y la naturaleza alegre del mensaje que portan (1 Corintios 1:10).
17, 18. a) ¿Cómo ha alzado su voz la clase del atalaya en tiempos modernos? b) ¿En qué sentido ha emitido una llamada al unísono la clase del atalaya?
17 En el cumplimiento moderno, la clase del atalaya, “el esclavo fiel y discreto”, no solo dirige su voz a los miembros de la organización visible de Dios, sino también a quienes no lo son (Mateo 24:45-47). En 1919 se emitió una llamada para reunir a los restantes de los ungidos, llamada que cobró fuerza en 1922, en la asamblea de Cedar Point (Ohio), con la exhortación “anuncien, anuncien, anuncien al Rey y su reino”. Desde 1935, la atención se ha centrado en recoger a una gran muchedumbre de personas mansas como ovejas (Revelación 7:9, 10). En estos últimos años, el anuncio del reinado de Jehová ha resonado con más intensidad aún. ¿Cómo? En el año 2000 lo proclamaron unos seis millones de cristianos en más de doscientos treinta países y territorios. Además, la revista La Atalaya, el órgano principal de la clase del atalaya, difunde el gozoso mensaje en más de ciento treinta idiomas.
18 La participación en esta obra unificadora exige humildad y amor fraternal. Para que la llamada resulte eficaz, todos deben predicar el mismo mensaje, un mensaje que proclama el nombre de Jehová, su provisión del rescate, su sabiduría, su amor y su Reino. Al trabajar hombro a hombro en todo el mundo, los cristianos fortalecen sus lazos personales con Dios, lo que les permite anunciar al unísono las alegres noticias.
19. a) ¿Cómo se tornan alegres los “lugares devastados de Jerusalén”? b) ¿En qué sentido “ha desnudado su santo brazo” Jehová?
19 Ante el clamor jubiloso del pueblo de Dios, hasta el lugar donde residen parece alegrarse. La profecía continúa: “Alégrense, clamen gozosamente a una, lugares devastados de Jerusalén, porque Jehová ha consolado a su pueblo; ha recomprado a Jerusalén. Jehová ha desnudado su santo brazo ante los ojos de todas las naciones; y todos los cabos de la tierra tienen que ver la salvación de nuestro Dios” (Isaías 52:9, 10). Con la llegada de los repatriados de Babilonia, los desolados parajes de Jerusalén adquieren un aspecto dichoso, ya que en ellos va a restablecerse la adoración pura (Isaías 35:1, 2). La mano de Jehová se ve con claridad en todo ello. “Ha desnudado su santo brazo”, como si se hubiera arremangado para salvar a su pueblo (Esdras 1:2, 3).
20. ¿Qué ha logrado y logrará Jehová al desnudar su santo brazo en tiempos modernos?
20 En estos “últimos días”, Jehová ha desnudado su santo brazo con objeto de reavivar al resto ungido, los “dos testigos” del libro de Revelación (2 Timoteo 3:1; Revelación 11:3, 7-13). Desde 1919 los ha ido introduciendo en un paraíso espiritual, la heredad que ahora comparten con millones de compañeros de las otras ovejas. Llegado el momento, Jehová desnudará su santo brazo para salvar a su pueblo en “Har–Magedón” (Revelación 16:14, 16). En ese entonces, “todos los cabos de la tierra [tendrán] que ver la salvación de nuestro Dios”.
Un requisito ineludible
21. a) ¿Qué se requerirá de “los que llevan los utensilios de Jehová”? b) ¿Por qué no tendrán razón para sentir pánico los judíos que partan de Babilonia?
21 Los que partan de Babilonia para regresar a Jerusalén tendrán que satisfacer un requisito. Escribe Isaías: “Apártense, apártense, sálganse de allí, no toquen nada inmundo; sálganse de en medio de ella, manténganse limpios, ustedes los que llevan los utensilios de Jehová. Porque no saldrán en pánico, y no irán en fuga. Porque Jehová estará yendo aun delante de ustedes, y el Dios de Israel será su retaguardia” (Isaías 52:11, 12). Los israelitas que emprendan la marcha deberán dejar atrás cuanto esté manchado con la babilónica adoración falsa. Dado que portarán los utensilios de Jehová procedentes del templo de Jerusalén, han de ser puros, no solo en sentido externo, o ceremonial, sino sobre todo de corazón (2 Reyes 24:11-13; Esdras 1:7). Por otra parte, Jehová irá delante de ellos, así que no habrá razón para que sientan pánico ni para que corran frenéticamente como si tuvieran perseguidores sanguinarios pisándoles los talones. El Dios de Israel será su retaguardia (Esdras 8:21-23).
22. ¿Cómo subraya Pablo la necesidad de que los cristianos ungidos se mantengan puros?
22 La exhortación de Isaías a mantenerse puros encuentra un cumplimiento mayor en la prole de la “Jerusalén de arriba”. Cuando Pablo instó a los cristianos corintios a no unirse en yugo desigual con los incrédulos, citó de Isaías 52:11: “‘Por lo tanto, sálganse de entre ellos, y sepárense —dice Jehová—, y dejen de tocar la cosa inmunda’” (2 Corintios 6:14-17). Al igual que los israelitas que viajaron de Babilonia a su tierra, los cristianos deben evitar la babilónica adoración falsa.
23. ¿En qué campos procuran mantenerse puros los siervos de Jehová?
23 Estas palabras se cumplieron de modo especial cuando los discípulos ungidos de Jesús huyeron en 1919 de Babilonia la Grande y fueron limpiándose de todo vestigio de la adoración falsa (Isaías 8:19, 20; Romanos 15:4). También comprendieron cada vez mejor la importancia de la pureza moral. Si bien los testigos de Jehová siempre han sostenido elevadas normas morales, en 1952 publicaron en la revista La Atalaya algunos artículos que recalcaban la necesidad de disciplinar a quienes fueran inmorales, a fin de preservar la pureza de la congregación. Dicha medida ayuda asimismo al pecador a comprender que debe arrepentirse con sinceridad (1 Corintios 5:6, 7, 9-13; 2 Corintios 7:8-10; 2 Juan 10, 11).
24. a) ¿Qué son “los utensilios de Jehová” en la actualidad? b) ¿Por qué confían los cristianos actuales en que Jehová seguirá marchando delante de ellos y también será su retaguardia?
24 Tanto los cristianos ungidos como la gran muchedumbre de otras ovejas están resueltos a no tocar nada inmundo en sentido espiritual. Su condición limpia los hace aptos para llevar “los utensilios de Jehová”, es decir, los preciosos medios que Dios les facilita para prestar servicio sagrado cuando predican de casa en casa y dirigen estudios bíblicos o participan en las demás facetas de la actividad cristiana. Al conservar su pureza, los siervos de Dios actuales pueden confiar en que Jehová seguirá marchando delante de ellos y también será su retaguardia. Componen su pueblo purificado, así que tienen sobradas razones para ‘clamar gozosamente a una’.
[Nota]
a En el cap. 15 de este libro se da una explicación más detallada de la relación existente entre “la Jerusalén de arriba” y sus hijos terrestres ungidos.
[Ilustración de la página 183]
Sión será liberada del cautiverio
[Ilustración de la página 186]
Desde 1919, de nuevo se ven ‘pies hermosos’ sobre “las montañas”
[Ilustración de la página 189]
Los testigos de Jehová hablan al unísono
[Ilustración de la página 192]
“Los que llevan los utensilios de Jehová” han de conservar la pureza moral y espiritual
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Jehová ensalza a su Siervo MesiánicoLas profecías de Isaías, una luz para toda la humanidad II
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Capítulo 14
Jehová ensalza a su Siervo Mesiánico
1, 2. a) Ilustre la situación en la que se vieron muchos judíos a principios del siglo I E.C. b) ¿Qué había proporcionado Jehová a los judíos fieles para ayudarlos a reconocer al Mesías?
IMAGÍNESE que está a punto de reunirse con un importante dignatario. La hora y el lugar del encuentro ya se han fijado, pero hay un problema: él viaja discretamente, sin ostentación, y usted no sabe qué aspecto tiene. ¿Cómo va a reconocerlo? Una descripción detallada de la persona le sería útil.
2 A principios del siglo I E.C., muchos judíos se vieron en una situación similar. Esperaban al Mesías, el hombre más importante de todos los tiempos (Daniel 9:24-27; Lucas 3:15). Sin embargo, ¿cómo lo reconocerían los judíos fieles? Mediante los escritos de los profetas hebreos, Jehová había proporcionado un detallado retrato de los acontecimientos relacionados con el Mesías, retrato que permitiría a quienes fueran discernidores identificarlo inequívocamente.
3. ¿Qué descripción del Mesías facilita Isaías 52:13–53:12?
3 De las profecías hebreas relativas al Mesías, tal vez ninguna facilite un cuadro tan claro como la de Isaías 52:13–53:12. Con más de setecientos años de antelación, este profeta describió, no el aspecto físico del Mesías, sino detalles más relevantes: qué sufrimientos padecería y con qué propósito, así como datos específicos sobre su muerte, entierro y ensalzamiento. El análisis de esta profecía y de su realización nos reconfortará y fortalecerá nuestra fe.
“Mi siervo”: ¿quién es?
4. ¿Qué opiniones en cuanto a la identidad del “siervo” han expresado algunos eruditos judíos, pero por qué no encajan con la profecía de Isaías?
4 Isaías acaba de hablar de la liberación de los judíos del destierro babilónico. Ahora se refiere a un suceso futuro mucho más trascendente, y escribe las palabras de Jehová: “¡Miren! Mi siervo actuará con perspicacia. Estará en puesto alto, y ciertamente será elevado y ensalzado en gran manera” (Isaías 52:13). ¿Quién es, exactamente, este “siervo”? En el transcurso de los siglos, los eruditos judíos han expresado diversas opiniones. Algunos han afirmado que se trató de un símbolo de toda la nación israelita durante su exilio en Babilonia. Pero tal explicación no encaja con la profecía. El Siervo de Dios sufre de manera voluntaria. Aunque es inocente, padece por los pecados ajenos. Mal podría aplicarse este rasgo a la nación judía, pues esta se fue al destierro por culpa de su conducta pecaminosa (2 Reyes 21:11-15; Jeremías 25:8-11). Por otra parte, hay quienes sostienen que el Siervo representó a una piadosa y selecta minoría de israelitas que sufrió en nombre de sus compatriotas pecadores. No obstante, en aquellos tiempos de aflicción para Israel no hubo ningún grupo concreto que sufriera por otro.
5. a) ¿Qué aplicación de la profecía de Isaías han hecho unos cuantos eruditos judíos? (Véase la nota.) b) ¿Qué identificación clara del Siervo se hace en el libro bíblico de Hechos?
5 Antes de la llegada del cristianismo, y en cierta medida durante los primeros siglos de la era común, unos cuantos eruditos judíos interpretaron que esta profecía hacía referencia al Mesías,a y las Escrituras Griegas Cristianas exponen con claridad que esta es su aplicación correcta. Según el libro de Hechos, cuando el eunuco etíope admitió que no conocía la identidad del Siervo predicho por Isaías, Felipe “le declaró las buenas nuevas acerca de Jesús” (Hechos 8:26-40; Isaías 53:7, 8). Otros libros bíblicos también señalan a Jesucristo como el Siervo Mesiánico de la profecía de Isaías. El estudio de esta nos mostrará los paralelos innegables que existen entre aquel a quien Jehová llama “mi siervo” y Jesús de Nazaret.
6. ¿Cómo indica la profecía de Isaías que el Mesías logrará cumplir la voluntad divina?
6 La profecía comienza indicando que el Mesías logrará cumplir la voluntad divina. El término siervo denota que se someterá a tal voluntad, como un sirviente acata los deseos de su amo. Además, “actuará con perspicacia”, la facultad que permite analizar las situaciones en profundidad. Actuar con perspicacia es hacerlo con discreción. Respecto al verbo hebreo empleado en este pasaje, cierta obra de consulta señala: “En esencia, transmite la idea de comportarse con prudencia y sabiduría. Aquel que se conduzca con sabiduría tendrá éxito”. El Mesías de veras tendrá éxito, pues la profecía indica que “será elevado y ensalzado en gran manera”.
7. ¿En qué sentido ‘actuó con perspicacia’ Jesucristo, y cómo ha sido “elevado y ensalzado en gran manera”?
7 Jesús realmente ‘actuó con perspicacia’, pues demostró entendimiento de las profecías bíblicas que se referían a él y se dejó guiar por ellas para cumplir la voluntad de su Padre (Juan 17:4; 19:30). ¿Con qué resultado? Una vez que resucitó y ascendió al cielo, “Dios lo ensalzó a un puesto superior y bondadosamente le dio el nombre que está por encima de todo otro nombre” (Filipenses 2:9; Hechos 2:34-36). En 1914, el glorificado Jesús fue ensalzado aún más, pues Jehová lo elevó al trono del Reino mesiánico (Revelación [Apocalipsis] 12:1-5). Fue, en efecto, “elevado y ensalzado en gran manera”.
‘Clavan en él la mirada con asombro’
8, 9. ¿Cómo reaccionarán los dirigentes terrestres cuando el ensalzado Jesús venga a ejecutar la sentencia contra ellos, y por qué?
8 ¿Cómo reaccionarán las naciones y sus dirigentes ante el ensalzado Mesías? Si por un momento suprimimos la observación aclaratoria que figura en la segunda parte del versículo 14, la profecía continúa así: “Al grado que muchos han clavado en él la mirada con asombro [...], él igualmente espantará a muchas naciones. Ante él reyes cerrarán la boca, porque realmente verán lo que no se les había relatado, y tendrán que dirigir su consideración a lo que no habían oído” (Isaías 52:14a, 15). Isaías no se refiere aquí a la primera venida del Mesías, sino a su confrontación final con los gobernantes terrestres.
9 Cuando el ensalzado Jesús venga para ejecutar la sentencia contra este sistema de cosas impío, las autoridades terrestres ‘clavarán en él la mirada con asombro’. Es verdad que no contemplarán literalmente a Jesús glorificado, pero sí verán las pruebas visibles de su poder en su condición de Guerrero celestial de Jehová (Mateo 24:30). Se verán obligados a dirigir su atención a algo que no habrán oído relatar a los guías religiosos, a saber, que Jesús es el Ejecutor del castigo divino. El ensalzado Siervo con quien se enfrentarán actuará de un modo inesperado para ellos.
10, 11. ¿En qué sentido se desfiguró a Jesús en el siglo primero, y cómo se hace esto hoy?
10 En la aclaración del versículo 14, Isaías dice: “Tanto más fue la desfiguración en cuanto a su apariencia que la de cualquier otro hombre, y en cuanto a su regia forma que la de los hijos de la humanidad” (Isaías 52:14b). ¿Sufrió Jesús alguna desfiguración física? No. Aunque la Biblia no da detalles en cuanto a su aspecto, no hay duda de que el perfecto Hijo de Dios tenía una apariencia y un semblante agradables. Parece que las palabras de Isaías se refieren a la humillación de que Jesús fue objeto. Con valentía denunció a los caudillos religiosos de su día por hipócritas, mentirosos y asesinos, y ellos respondieron injuriándolo (1 Pedro 2:22, 23). Lo acusaron de incumplimiento de la ley, blasfemia, engaño y sedición contra Roma. De modo que, con sus calumnias, ofrecieron un cuadro totalmente desfigurado de Jesús.
11 Hoy en día todavía se representa a Jesús en falsos colores. La mayoría de las personas se lo imaginan como un bebé en un pesebre, o como una trágica figura clavada a una cruz y con el rostro crispado de dolor bajo una corona de espinas. El clero de la cristiandad ha fomentado tales percepciones, y no lo ha presentado como el poderoso Rey celestial a quien las naciones tendrán que rendir cuentas. Cuando en el futuro cercano los gobernantes humanos se enfrenten al ensalzado Jesús, se verán obligados a tratar con un Mesías investido con “toda autoridad [...] en el cielo y sobre la tierra” (Mateo 28:18).
¿Quién pondrá fe en estas buenas nuevas?
12. ¿Qué interesantes cuestiones suscitan las palabras de Isaías 53:1?
12 Tras referirse a la asombrosa transformación del Mesías —de estar ‘desfigurado’ a ser “ensalzado en gran manera”—, Isaías pregunta: “¿Quién ha puesto fe en la cosa oída por nosotros? Y en cuanto al brazo de Jehová, ¿a quién ha sido revelado?” (Isaías 53:1). Estas palabras suscitan interesantes cuestiones: ¿Se cumplirá la profecía? ¿Se revelará el “brazo de Jehová”, es decir, su facultad para ejercer poder, y hará que se realice la predicción de Isaías?
13. ¿Cómo indicó Pablo que la profecía de Isaías se cumplió en Jesús, pero qué respuesta hubo?
13 Sin ningún género de dudas, la respuesta es sí. En su carta a los Romanos, Pablo cita las palabras de Isaías para indicar que la profecía que este oyó y escribió se cumplió en Jesús, pues su glorificación tras los sufrimientos que soportó en la Tierra significó buenas nuevas. “Sin embargo —señala Pablo refiriéndose a los judíos incrédulos—, no todos obedecieron las buenas nuevas. Pues Isaías dice: ‘Jehová, ¿quién puso fe en la cosa oída de parte de nosotros?’. De modo que la fe sigue a lo oído. A su vez, lo oído es mediante la palabra acerca de Cristo.” (Romanos 10:16, 17.) Por desgracia, en los días del apóstol fueron pocos los que pusieron fe en las buenas nuevas respecto al Siervo de Dios. ¿Por qué?
14, 15. ¿Qué telón de fondo va a tener la llegada del Mesías a la Tierra?
14 La profecía pasa a explicar a los israelitas las razones de las preguntas recogidas en el versículo 1, y al hacerlo, aclara por qué muchos no aceptarían al Mesías: “Él subirá como una ramita delante de [un observador], y como una raíz de tierra árida. No tiene forma regia, ni ningún esplendor; y cuando lo veamos, no hay la apariencia que haría que lo deseáramos” (Isaías 53:2). He aquí el telón de fondo de la llegada del Mesías a la Tierra. Sus comienzos van a ser modestos, y quienes lo observen no creerán probable que vaya a convertirse en alguien importante. Se parecerá a una simple ramita, a un brote tierno que crece en el tronco o en la rama de un árbol. También se asemejará a una raíz sedienta en un terreno seco y poco fértil. Y no llegará con pompa y esplendor: ni llevará vestiduras de realeza ni brillantes diademas. Más bien, tendrá un principio humilde y sencillo.
15 Sin duda, una acertada descripción de los modestos comienzos de Jesús como ser humano. La virgen judía María lo dio a luz en un establo de un pequeño pueblo llamado Belénb (Lucas 2:7; Juan 7:42). Tanto ella como su esposo, José, eran pobres. Unos cuarenta días después del nacimiento de Jesús presentaron la ofrenda por el pecado estipulada para las personas de escasos recursos, “un par de tórtolas o dos pichones” (Lucas 2:24; Levítico 12:6-8). Más tarde se establecieron en Nazaret, donde Jesús creció en el seno de una familia numerosa, probablemente en circunstancias humildes (Mateo 13:55, 56).
16. ¿Por qué puede decirse que Jesús no tuvo “forma regia” ni “esplendor”?
16 Como ser humano, Jesús no parecía tener sus raíces en el terreno adecuado (Juan 1:46; 7:41, 52). Aunque era un hombre perfecto y descendiente del rey David, su humilde posición no le confería ninguna “forma regia” ni “esplendor”, por lo menos a los ojos de quienes esperaban que el Mesías procediera de una clase social más elevada. Instigados por los guías religiosos judíos, muchos no le hicieron caso y hasta lo despreciaron. Al final, las muchedumbres no vieron nada deseable en el perfecto Hijo de Dios (Mateo 27:11-26).
‘Despreciado y evitado por los hombres’
17. a) ¿Qué descripción comienza Isaías, y por qué escribe en tiempo pasado? b) ¿Quiénes ‘despreciaron’ y ‘evitaron’ a Jesús, y cómo lo hicieron?
17 Isaías comienza ahora una descripción detallada del concepto que se tendría del Mesías y de cómo se le trataría: “Fue despreciado y fue evitado por los hombres, un hombre que era para dolores y para estar familiarizado con la enfermedad. Y hubo como si fuera el ocultar uno su rostro de nosotros. Fue despreciado, y lo consideramos como de ninguna importancia” (Isaías 53:3). Seguro de que sus palabras se harían realidad, Isaías escribe en pasado, como si ya se hubieran cumplido. ¿Fue Jesucristo despreciado y evitado por los hombres? ¡Desde luego! Aquellos caudillos religiosos santurrones y sus seguidores lo consideraron el más aborrecible de los seres humanos. Lo llamaron amigo de recaudadores de impuestos y rameras (Lucas 7:34, 37-39). Le escupieron en el rostro. Le dieron puñetazos y lo insultaron. Lo ridiculizaron y se burlaron de él (Mateo 26:67). Influidos por aquellos enemigos de la verdad, “los suyos no lo recibieron” (Juan 1:10, 11).
18. Puesto que Jesús nunca tuvo problemas de salud, ¿en qué sentido fue “un hombre que era para dolores y para estar familiarizado con la enfermedad”?
18 Puesto que era perfecto, Jesús nunca tuvo problemas de salud. Aun así, fue “un hombre que era para dolores y para estar familiarizado con la enfermedad”. No es que él tuviera dolores y afecciones. Más bien, vino desde el cielo a un mundo enfermo. Vivió en medio de padecimientos y angustias, pero no rehuyó a quienes sufrían en sentido físico o espiritual. Al igual que un doctor afectuoso, se familiarizó íntimamente con el dolor de quienes lo rodeaban. Es más, hizo lo que ningún médico puede hacer (Lucas 5:27-32).
19. ¿El rostro de quién quedó ‘oculto’, y cómo demostraron los enemigos de Jesús que ‘lo consideraban como de ninguna importancia’?
19 Pero los enemigos de Jesús estimaron que el enfermo era él, y se negaron a mirarlo con simpatía. Su rostro quedó ‘oculto’ de la vista, pero no porque él lo escondiera. Al traducir Isaías 53:3, la Versión Moderna (1966) emplea la frase “uno de quien se aparta la vista”. Sus adversarios lo consideraron tan detestable que, en realidad, se apartaron de él como si fuera demasiado repugnante para mirarlo. Según ellos, su valor equivalía meramente al precio de un esclavo (Éxodo 21:32; Mateo 26:14-16). Prefirieron a Barrabás, un asesino, antes que a él (Lucas 23:18-25). ¿Qué más podrían haber hecho para demostrar su desprecio por Jesús?
20. ¿Qué consuelo brindan las palabras de Isaías al pueblo de Jehová de la actualidad?
20 Las palabras de Isaías consuelan mucho a los siervos de Jehová de la actualidad. Puede que, en ocasiones, los opositores desprecien a quienes adoran fielmente a Dios o los traten como si no tuvieran importancia. Sin embargo, al igual que en el caso de Jesús, lo que cuenta es cómo nos considera Jehová Dios. Al fin y al cabo, el que aquellos hombres ‘consideraran como de ninguna importancia’ a Jesús no alteró la gran estima en que Dios lo tenía.
‘Traspasado por nuestra transgresión’
21, 22. a) ¿Qué llevó el Mesías por otras personas? b) ¿Qué opinaron muchos respecto al Mesías, y qué culminación tuvieron sus sufrimientos?
21 ¿Por qué tuvo que sufrir y morir el Mesías? Isaías explica: “Verdaderamente nuestras enfermedades fueron las que él mismo llevó; y en cuanto a nuestros dolores, él los cargó. Pero nosotros mismos lo consideramos como plagado, golpeado por Dios y afligido. Pero a él se le estuvo traspasando por nuestra transgresión; se le estuvo aplastando por nuestros errores. El castigo que era para nuestra paz estuvo sobre él, y a causa de sus heridas ha habido una curación para nosotros. Como ovejas todos nosotros hemos andado errantes; cada cual a su propio camino nos hemos dirigido; y Jehová mismo ha hecho que el error de todos nosotros se encuentre con aquel” (Isaías 53:4-6).
22 El Mesías llevó las enfermedades y los dolores de otras personas. Por así decirlo, colocó las cargas de ellas sobre sus propios hombros y las acarreó. Y dado que la enfermedad y el dolor son producto de la condición pecaminosa de la humanidad, el Mesías llevó los pecados de los demás. Muchos no comprendieron la razón de sus padecimientos, e incluso creyeron que Dios lo estaba castigando, plagándolo con una dolencia repugnante.c Los sufrimientos del Mesías culminaron al ser traspasado, aplastado y herido, términos impactantes que denotan una muerte violenta y dolorosa. Sin embargo, esta tiene un poder expiatorio, pues sienta la base para el recobro de cuantos vagan en las sendas del error y el pecado, ayudándolos a hallar paz con Dios.
23. ¿En qué sentido llevó Jesús los sufrimientos ajenos?
23 ¿En qué sentido llevó Jesús los sufrimientos ajenos? El Evangelio de Mateo cita de Isaías 53:4 en el siguiente pasaje: “La gente le trajo muchos endemoniados; y con una palabra él expulsó a los espíritus, y curó a todos los que se sentían mal; para que se cumpliera lo que se había hablado mediante Isaías el profeta, que dijo: ‘Él mismo tomó nuestras enfermedades y llevó nuestras dolencias’” (Mateo 8:16, 17). Al devolver la salud a los que acudieron a él con diversas enfermedades, Jesús cargó en realidad con el sufrimiento de ellos. Además, tales curaciones le restaban vitalidad (Lucas 8:43-48). Por su capacidad para sanar todo tipo de dolencias, tanto físicas como espirituales, demostró que estaba facultado para limpiar los pecados de la gente (Mateo 9:2-8).
24. a) ¿Por qué creyeron muchos que Dios había “plagado” a Jesús? b) ¿Por qué sufrió y murió Jesús?
24 Aun así, muchos creyeron que Dios había “plagado” a Jesús, pues sufrió por instigación de dirigentes religiosos respetados. Recordemos, no obstante, que sus padecimientos no se debieron a pecados propios. “Cristo sufrió por ustedes —señaló Pedro—, dejándoles dechado para que sigan sus pasos con sumo cuidado y atención. Él no cometió pecado, ni en su boca se halló engaño. Él mismo cargó con nuestros pecados en su propio cuerpo sobre el madero, para que acabáramos con los pecados y viviéramos a la justicia. Y ‘por sus heridas ustedes fueron sanados’.” (1 Pedro 2:21, 22, 24.) Hubo un tiempo en que todos los seres humanos estaban perdidos en el pecado y “como ovejas, andaban descarriados” (1 Pedro 2:25). Pero Jehová nos redimió mediante Jesús de nuestra condición pecaminosa. Hizo que nuestro error ‘se encontrara con él’, que recayera sobre él. Jesús, que no cometió ningún pecado, aceptó de buena gana la pena correspondiente a los nuestros. Sin merecerlo, sufrió una muerte ignominiosa en un madero, y así hizo posible que nos reconciliáramos con Dios.
‘Dejó que se le afligiera’
25. ¿Cómo sabemos que el Mesías estuvo dispuesto a sufrir y morir?
25 ¿Estuvo dispuesto el Mesías a sufrir y morir? Dice Isaías: “Estuvo en severa estrechez, y él fue dejando que se le afligiera; no obstante, no abría la boca. Se le fue llevando justamente como una oveja a la degollación; y, como una oveja que delante de sus esquiladores ha enmudecido, él igualmente no abría la boca” (Isaías 53:7). La última noche de su vida, Jesús pudo haber hecho que “más de doce legiones de ángeles” acudieran en su ayuda. Sin embargo, señaló: “En tal caso, ¿cómo se cumplirían las Escrituras en el sentido de que tiene que suceder de esta manera?” (Mateo 26:53, 54). “El Cordero de Dios” no ofreció ninguna resistencia (Juan 1:29). Cuando los sacerdotes principales y los ancianos lo acusaron falsamente ante Pilato, Jesús ‘no contestó’ (Mateo 27:11-14). No quería decir nada que pudiera estorbar el cumplimiento de la voluntad de Dios en cuanto a él. Jesús estuvo dispuesto a morir como un Cordero propiciatorio, plenamente consciente de que así redimiría del pecado, la enfermedad y la muerte a los seres humanos fieles.
26. ¿En qué sentido trataron a Jesús con “restricción” sus opositores?
26 Isaías da ahora más pormenores respecto al sufrimiento y la humillación del Mesías. El profeta escribe: “A causa de restricción y de juicio fue quitado; y ¿quién se preocupará siquiera con los detalles de su generación? Pues fue cortado de la tierra de los vivientes. A causa de la transgresión de mi pueblo sufrió la herida” (Isaías 53:8). Cuando Jesús cayó por fin en manos de sus enemigos, aquellos opositores religiosos lo trataron con “restricción”. No es que se contuvieran de expresar su odio, sino que restringieron la justicia, es decir, la obstruyeron. La Septuaginta griega emplea en Isaías 53:8 el término humillación en vez de restricción. Los enemigos de Jesús lo humillaron al negarle el trato justo al que incluso los delincuentes comunes tenían derecho. El juicio de Jesús no fue más que una farsa. ¿Qué nos lleva a esta conclusión?
27. ¿Qué reglas pasaron por alto los líderes religiosos que dirigieron el juicio de Jesús, y de qué maneras quebrantaron la Ley de Dios?
27 Decididos a librarse de Jesús, los guías religiosos judíos rompieron sus propias reglas. Según la tradición, el Sanedrín no podía juzgar en la casa del sumo sacerdote las ofensas cuyo castigo era la muerte, sino únicamente en la sala de las piedras talladas, situada en el recinto del templo. Tales juicios debían celebrarse de día, no después del anochecer, y si el veredicto era de culpabilidad, tenía que anunciarse al día siguiente de concluir la audiencia. Por consiguiente, no se procesaba a nadie en la víspera de un sábado o de una fiesta. En el juicio de Jesús se pasaron por alto todas estas normas (Mateo 26:57-68). Peor aún, los caudillos religiosos quebrantaron de manera flagrante la Ley de Dios. Por ejemplo, recurrieron al soborno para capturar a Jesús (Deuteronomio 16:19; Lucas 22:2-6). Dieron crédito a testigos falsos (Éxodo 20:16; Marcos 14:55, 56). Y además, conspiraron para poner en libertad a un asesino, por lo que acarrearon culpa de sangre tanto a sí mismos como a su tierra (Números 35:31-34; Deuteronomio 19:11-13; Lucas 23:16-25). De modo que no hubo ningún verdadero “juicio”, ningún proceso justo que condujera a un veredicto acertado e imparcial.
28. ¿De qué hicieron caso omiso los enemigos de Jesús?
28 ¿Investigaron los enemigos de Jesús la verdadera identidad del hombre al que juzgaban? Isaías formula una pregunta similar: “¿Quién se preocupará siquiera con los detalles de su generación?”. El término generación puede referirse al linaje, a los antecedentes de una persona. Cuando el Sanedrín juzgó a Jesús, sus miembros hicieron caso omiso de sus antecedentes, es decir, que cumplía los requisitos para ser el Mesías prometido. Más bien, lo acusaron de blasfemia y declararon que merecía ser ejecutado (Marcos 14:64). Después, el gobernador romano Poncio Pilato cedió a la presión y lo sentenció a morir en un madero (Lucas 23:13-25). Así que Jesús “fue cortado” en la flor de la vida, cuando solo contaba treinta y tres años y medio.
29. ¿Por qué puede decirse que la sepultura de Jesús estuvo “con los inicuos” y “con la clase rica”?
29 Tocante al fallecimiento y entierro del Mesías, Isaías pasa a escribir: “Hará su sepultura hasta con los inicuos, y con la clase rica en su muerte, a pesar de que no había hecho violencia y no hubo engaño en su boca” (Isaías 53:9). ¿En qué sentido estuvo Jesús tanto con los inicuos como con los ricos en su muerte y sepultura? El 14 de Nisán del año 33 E.C. expiró en un madero de ejecución fuera de las murallas de Jerusalén. Puesto que lo ajusticiaron entre dos malhechores, puede decirse que, en cierto sentido, su tumba estuvo con los inicuos (Lucas 23:33). Ahora bien, cuando Jesús murió, un hombre rico de Arimatea llamado José cobró valor y pidió permiso a Pilato para bajar el cadáver y darle sepultura. Junto con Nicodemo, José preparó el cuerpo para el entierro y luego lo colocó en una tumba recién excavada que poseía (Mateo 27:57-60; Juan 19:38-42). De esta forma, la sepultura de Jesús también estuvo con la clase rica.
‘Jehová se deleitó en aplastarlo’
30. ¿En qué sentido se deleitó Jehová en aplastar a Jesús?
30 A continuación, Isaías dice algo sorprendente: “Jehová mismo se deleitó en aplastarlo; lo enfermó. Si pones su alma como ofrenda por la culpa, él verá su prole, prolongará sus días, y en su mano lo que es el deleite de Jehová tendrá éxito. A causa del penoso afán de su alma él verá, quedará satisfecho. Por medio de su conocimiento el justo, mi siervo, traerá una posición de justos a muchas personas; y él mismo cargará los errores de ellas” (Isaías 53:10, 11). ¿Cómo es posible que Jehová se deleitara en ver a su fiel siervo aplastado? Está claro que no fue él quien causó el sufrimiento de su querido Hijo. Sobre los enemigos de Jesús recayó toda la responsabilidad por lo que le hicieron. Pero Jehová permitió aquel trato cruel (Juan 19:11). ¿Por qué razón? Sin duda, al Dios de la empatía y de la tierna compasión le dolió ver cómo padecía su Hijo aunque era inocente (Isaías 63:9; Lucas 1:77, 78). Es obvio que Jehová no estaba disgustado en modo alguno con Jesús. Aun así, se deleitó en que su Hijo estuviera dispuesto a sufrir, debido a todas las bendiciones que de ello resultarían.
31. a) ¿En qué sentido consideró Jehová el alma de Jesús como una “ofrenda por la culpa”? b) Después de todas las angustias que Jesús soportó como ser humano, ¿qué debe causarle una gran satisfacción?
31 Por un lado, Jehová consideró el alma de Jesús una “ofrenda por la culpa”. Cuando este ascendió al cielo, entró ante la presencia de Jehová llevando como ofrenda por la culpa el mérito del sacrificio de su vida humana, y a Dios le complació aceptarla en favor de toda la humanidad (Hebreos 9:24; 10:5-14). Mediante dicha ofrenda, Jesús llegó a tener “prole”, pues se convirtió en un “Padre Eterno” que puede dar vida —vida eterna— a cuantos ejercen fe en su sangre derramada (Isaías 9:6). Después de todas las angustias que Jesús soportó en su condición de alma humana, debe causarle una gran satisfacción la perspectiva de liberar a la humanidad del pecado y la muerte. Claro está, más gratificante aún debe resultarle saber que su integridad proporcionó a su Padre celestial una respuesta a las provocaciones de Su gran adversario, Satanás el Diablo (Proverbios 27:11).
32. ¿Por medio de qué “conocimiento” eleva Jesús a “una posición de justos a muchas personas”, y quiénes reciben tal distinción?
32 Otra bendición que se logró por la muerte de Jesús es que, incluso ahora, él eleva a “una posición de justos a muchas personas”. Según Isaías, lo hace “por medio de su conocimiento”, al parecer el que adquirió al llegar a ser un hombre y sufrir injustamente por su obediencia a Dios (Hebreos 4:15). Puesto que los padecimientos de Jesús llegaron al extremo de causarle la muerte, pudo proporcionar el sacrificio requerido para ayudar a los seres humanos a conseguir una posición de justos. ¿Quiénes reciben tal distinción? En primer lugar, sus discípulos ungidos. Por su fe en el mencionado sacrificio, Jehová los declara justos con el propósito de adoptarlos como hijos y hacerlos coherederos con Jesús (Romanos 5:19; 8:16, 17). Y después, “una gran muchedumbre” de “otras ovejas” ponen fe en la sangre derramada de este y gozan de una posición de justos con la perspectiva de ser amigos de Dios y supervivientes del Armagedón (Revelación 7:9; 16:14, 16; Juan 10:16; Santiago 2:23, 25).
33, 34. a) ¿Qué enseñanza en cuanto a Jehová resulta alentadora? b) ¿Quiénes son “los muchos” entre los que el Siervo Mesiánico recibe “una porción”?
33 Isaías concluye hablando de los triunfos del Mesías: “Por esa razón le daré una porción entre los muchos, y será con los poderosos con quienes él repartirá proporcionalmente el despojo, debido a que derramó su alma hasta la mismísima muerte, y con los transgresores fue contado; y él mismo llevó el mismísimo pecado de muchas personas, y por los transgresores procedió a interponerse” (Isaías 53:12).
34 Las palabras finales de esta sección de las profecías de Isaías encierran una enseñanza alentadora: Jehová valora a los que le son fieles. Esto se desprende de la promesa de que ‘daría’ al Siervo Mesiánico “una porción entre los muchos”. Parece que esta expresión alude a la costumbre de dividir el despojo, o botín, de guerra. Jehová aprecia la lealtad de “los muchos” fieles de la antigüedad, como Noé, Abrahán o Job, y les ha reservado “una porción” en su venidero nuevo mundo (Hebreos 11:13-16). De igual modo, otorgará una porción a su Siervo Mesiánico. Ciertamente, no dejará su integridad sin recompensa. Nosotros asimismo podemos estar seguros de que Jehová no ‘olvidará nuestra obra y el amor que mostramos para con su nombre’ (Hebreos 6:10).
35. ¿Quiénes son “los poderosos” con quienes Jesús comparte el botín, y qué incluye este?
35 El Siervo de Dios también obtendrá un botín de guerra cuando derrote a sus enemigos, botín que compartirá con “los poderosos”. ¿Quiénes resultan ser estos en el cumplimiento de la profecía? Son los primeros discípulos de Jesús en vencer al mundo tal como él lo hizo, es decir, los 144.000 ciudadanos del “Israel de Dios” (Gálatas 6:16; Juan 16:33; Revelación 3:21; 14:1). ¿Qué es, entonces, el botín, o despojo? Al parecer incluye las “dádivas en hombres” que Jesús arrebata del control de Satanás, por así decirlo, para entregarlas a la congregación cristiana (Efesios 4:8-12). Los 144.000 “poderosos” reciben una porción de otro botín más. Por su victoria sobre el mundo, despojan a Satanás de toda base para desafiar a Dios con escarnio. Con su devoción inquebrantable, ensalzan a Jehová y regocijan su corazón.
36. ¿Sabía Jesús que estaba cumpliendo la profecía relativa al Siervo de Dios? Explique.
36 Jesús sabía que estaba cumpliendo la profecía relativa al Siervo de Dios. La noche de su arresto citó las palabras de Isaías 53:12 y las aplicó a sí mismo: “Les digo que esto que está escrito tiene que realizarse en mí, a saber: ‘Y fue contado con los desaforados’. Porque lo que tiene que ver conmigo está realizándose” (Lucas 22:36, 37). Lamentablemente, a Jesús de veras lo trataron como a un desaforado. Lo ejecutaron como a un delincuente, clavándolo a un madero entre dos salteadores (Marcos 15:27). Aun así soportó todo ese oprobio, plenamente consciente de que con ello intercedía por nosotros. En realidad, se interpuso entre los pecadores y el azote de la pena de muerte, de modo que fue él quien recibió el golpe.
37. a) ¿A qué conclusión nos permite llegar el relato histórico de la vida y la muerte de Jesús? b) ¿Por qué debemos sentirnos agradecidos a Jehová Dios y a Jesucristo, su Siervo ensalzado?
37 El relato histórico de la vida y la muerte de Jesús nos permite llegar a una conclusión inequívoca: Jesucristo es el Siervo Mesiánico de la profecía de Isaías. Verdaderamente, debemos sentirnos muy agradecidos a Jehová, pues permitió con gusto que su querido Hijo desempeñara el papel profético del Siervo, que sufriera y muriera para redimirnos del pecado y la muerte. Romanos 5:8 resalta el gran amor que nos demostró: “Dios recomienda su propio amor a nosotros en que, mientras todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros”. Y también deberíamos rebosar de agradecimiento hacia Jesucristo, el ensalzado Siervo que de buena gana derramó su alma hasta la mismísima muerte.
[Notas]
a El Targum de Jonatán ben Uzziel, del siglo I E.C., vierte Isaías 52:13 de este modo: “He aquí que mi siervo, el Mesías, prosperará” (traducción de Josep Ribera Florit). Así mismo, el Talmud de Babilonia (c. siglo III E.C.) dice: “¿Cómo se llama el Mesías? [...] Se llama [el enfermo] —dijeron los rabíes—, porque dice lo escrito: [‘]Ciertamente llevó él nuestras enfermedades[’]” (Sanedrín 98b; Isaías 53:4).
b El profeta Miqueas llamó a Belén “el demasiado pequeño para llegar a estar entre los miles de Judá” (Miqueas 5:2). Sin embargo, pese a su pequeñez, a esta población le correspondió el singular honor de ser la cuna del Mesías.
c El vocablo hebreo para “plagado” se emplea también en conexión con la lepra (2 Reyes 15:5). Según ciertos biblistas, algunos judíos dedujeron de Isaías 53:4 que el Mesías padecería lepra. El Talmud de Babilonia aplica este versículo al Mesías y lo llama “el leproso de la casa de estudios”. La versión católica Torres Amat, que se basa en la Vulgata latina, lo traduce así: “Le reputamos entonces como un leproso”.
[Tabla de la página 212]
EL SIERVO DE JEHOVÁ
Cómo cumplió Jesús ese papel
PROFECÍA SUCESO CUMPLIMIENTO
Isa. 53:1 No creyeron Juan 12:37, 38;
en él Rom. 10:11, 16, 17
Isa. 53:4 Llevó nuestras Mat. 8:16, 17;
enfermedades Luc. 8:43-48
Isa. 53:5 Traspasado Juan 19:34
Isa. 53:6 Sufrió por los 1 Ped. 2:21-25
pecados ajenos
Isa. 53:7 Se quedó Mat. 27:11-14;
callado y no se Mar. 14:60, 61;
quejó ante sus Hech. 8:32, 35
acusadores
Isa. 53:8 Juzgado y Mat. 26:57-68; 27:1, 2,
condenado Mat. 27:11-26;
injustamente Juan 18:12-14, 19-24,
Isa. 53:9 Enterrado con Mat. 27:57-60;
los ricos Juan 19:38-42
Isa. 53:11 Abrió el camino Rom. 5:18, 19;
para que muchos 1 Ped. 2:24;
obtuvieran una Rev. 7:14
posición de
justos
Isa. 53:12 Contado con Mat. 26:55, 56; 27:38;
los pecadores Luc. 22:36, 37
[Ilustración de la página 203]
‘Fue despreciado por los hombres’
[Ilustración de la página 206]
“No abría la boca”
[Reconocimiento]
Detalle de “Ecce Homo”, de Antonio Ciseri
[Ilustración de la página 211]
“Derramó su alma hasta la mismísima muerte”
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La mujer estéril se regocijaLas profecías de Isaías, una luz para toda la humanidad II
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Capítulo 15
La mujer estéril se regocija
1. ¿Por qué anhelaba Sara tener hijos, y cuál fue su experiencia?
SARA anhelaba tener hijos. Lamentablemente, era estéril, y eso le producía un gran pesar. Además de que en su tiempo la esterilidad se consideraba una deshonra, existía otro motivo para su dolor. Ansiaba ver cumplida la promesa que Dios le había hecho a su esposo, a saber, que Abrahán engendraría una descendencia que supondría una bendición para todas las familias de la Tierra (Génesis 12:1-3). Ahora bien, desde entonces habían transcurrido varias décadas, y todavía no eran padres. Sara había envejecido y seguía sin concebir ningún hijo. Puede que a veces se preguntara si sus esperanzas habrían sido vanas. No obstante, llegó el día en que su desesperación se tornó en gozo.
2. ¿Por qué debe interesarnos la profecía del capítulo 54 de Isaías?
2 La angustiosa situación de Sara nos ayuda a comprender la profecía que se halla en el capítulo 54 de Isaías, en la cual se dirige la palabra a Jerusalén como si esta fuera una mujer estéril bendecida con la dicha de tener muchos hijos. Jehová manifiesta sus tiernos sentimientos para con su antiguo pueblo al representarlo como su esposa. Por otra parte, este capítulo de Isaías nos permite desentrañar un aspecto esencial de lo que la Biblia llama un “secreto sagrado” (Romanos 16:25, 26). La identidad de la “mujer”, así como sus experiencias predichas en esta profecía, son una valiosa ayuda para entender la adoración pura hoy día.
Se identifica a la “mujer”
3. ¿Por qué tendrá motivos para regocijarse la “mujer” estéril?
3 El capítulo 54 se inicia con una nota alegre: “¡Clama gozosamente, mujer estéril que no diste a luz! Alégrate con clamor gozoso y grita agudamente, tú que no tuviste dolores de parto, porque los hijos de la desolada son más numerosos que los hijos de la mujer que tiene dueño marital —ha dicho Jehová—” (Isaías 54:1). Podemos imaginar la emoción de Isaías al pronunciar estas palabras y cuánto consolará su cumplimiento a los judíos desterrados en Babilonia. En esos momentos, Jerusalén aún yacerá desolada. Desde una óptica humana, no parecerá que vayan a repoblarla, tal como no es de esperar que una mujer estéril tenga hijos en la vejez. Pero a esta “mujer” le aguarda una gran bendición: será fructífera. Jerusalén saltará de gozo, ya que de nuevo rebosará de “hijos”, o sea, de habitantes.
4. a) ¿Cómo nos hace ver el apóstol Pablo que el capítulo 54 de Isaías debe tener un cumplimiento mayor que el del año 537 a.E.C.? b) ¿Qué es “la Jerusalén de arriba”?
4 Si bien es posible que Isaías no lo sepa, su profecía tendrá más de un cumplimiento. El apóstol Pablo cita del capítulo 54 de Isaías y explica que la “mujer” significa algo mucho más importante que la ciudad terrestre de Jerusalén. Escribe: “La Jerusalén de arriba es libre, y ella es nuestra madre” (Gálatas 4:26). ¿Qué es esta “Jerusalén de arriba”? Es patente que no se trata de la ciudad con ese nombre situada en la Tierra Prometida, pues tal población está sobre este planeta, no “arriba” en los cielos. “La Jerusalén de arriba” es la “mujer” celestial de Dios, su organización de poderosas criaturas espirituales.
5. En el drama simbólico expuesto en Gálatas 4:22-31, ¿a quiénes representan a) Abrahán? b) Sara? c) Isaac? d) Agar? e) Ismael?
5 Pero ¿cómo puede tener Jehová dos mujeres simbólicas, una celestial y otra terrestre? ¿Es una contradicción? En absoluto. Según Pablo, la respuesta estriba en el cuadro profético que la familia de Abrahán protagonizó (Gálatas 4:22-31; véase “La familia de Abrahán, un cuadro profético”, pág. 218). Sara, “la mujer libre” esposa de Abrahán, representa la organización de seres espirituales, que es como una esposa para Jehová. Agar, esclava y concubina (esposa secundaria) de Abrahán, simboliza la Jerusalén terrestre.
6. ¿En qué sentido atravesó un largo período de esterilidad la organización celestial de Dios?
6 Con este trasfondo empezamos a percibir el hondo significado de Isaías 54:1. Tras décadas de esterilidad, Sara dio a luz a Isaac a los 90 años. Así también, la organización celestial de Jehová atravesó un largo período de esterilidad. Allá en Edén, Dios prometió que su “mujer” daría a luz a “la descendencia” (Génesis 3:15). Más de dos mil años después, Jehová estableció un pacto con Abrahán respecto a dicha Descendencia de la promesa, pero la “mujer” celestial de Dios todavía tendría que esperar muchos siglos más para engendrarla. Aun así, llegaría el día en que los hijos de esta “mujer” antes “estéril” serían más numerosos que los del Israel carnal. La ilustración de la mujer estéril nos ayuda a comprender por qué anhelaban tanto los ángeles presenciar la llegada de la predicha Descendencia (1 Pedro 1:12). ¿Cuándo ocurrió por fin este acontecimiento?
7. ¿Cuándo tuvo ocasión de regocijarse “la Jerusalén de arriba”, tal como se predijo en Isaías 54:1, y por qué?
7 El nacimiento humano de Jesús sin duda regocijó a los ángeles (Lucas 2:9-14). Sin embargo, aquel no fue el suceso profetizado en Isaías 54:1. Solo cuando se le ungió con espíritu santo, en el año 29 E.C., y Dios lo reconoció públicamente como su “Hijo, el amado”, llegó a ser Jesús un hijo espiritual de “la Jerusalén de arriba” (Marcos 1:10,11; Hebreos 1:5; 5:4, 5). Fue entonces cuando la “mujer” celestial de Dios tuvo motivos para regocijarse, en cumplimiento de Isaías 54:1. Por fin había dado a luz a la Descendencia prometida, es decir, al Mesías. Los siglos de su esterilidad quedaron atrás. Pero no así su regocijo.
Los numerosos hijos de la mujer estéril
8. ¿Por qué tuvo razón para regocijarse la “mujer” celestial de Dios tras producir la Descendencia prometida?
8 Tras la muerte y resurrección de Jesús, la “mujer” celestial de Dios se alegró con la vuelta de su favorecido Hijo como “el primogénito de entre los muertos” (Colosenses 1:18). A continuación, comenzó a producir más hijos espirituales. En Pentecostés de 33 E.C., unos ciento veinte discípulos de Jesús fueron ungidos con espíritu santo, y así se les adoptó en calidad de coherederos de Cristo. Más tarde en aquel día se ‘añadió’ a otras 3.000 personas (Juan 1:12; Hechos 1:13-15; 2:1-4, 41; Romanos 8:14-16). Este grupo de hijos siguió incrementándose. Durante los primeros siglos de la apostasía de la cristiandad, el crecimiento fue muy lento, pero en el siglo XX el panorama iba a cambiar.
9, 10. ¿Qué significaría el mandato “haz más espacioso el lugar de tu tienda” para una mujer de la antigüedad que viviera en tiendas, y por qué sería ese un momento gozoso?
9 Isaías pasa a profetizar un período de notable crecimiento: “Haz más espacioso el lugar de tu tienda. Y que extiendan las telas de tienda de tu magnífico tabernáculo. No te retengas. Alarga tus cuerdas de tienda, y haz fuertes aquellas estacas de tienda tuyas. Porque hacia la derecha y hacia la izquierda prorrumpirás, y tu propia prole tomará posesión hasta de naciones, y habitará aun las ciudades desoladas. No tengas miedo, porque no serás avergonzada; y no te sientas humillada, porque no serás desilusionada. Porque te olvidarás hasta de la vergüenza del tiempo de tu juventud, y del oprobio de tu viudez continua no te acordarás más” (Isaías 54:2-4).
10 Estas palabras se dirigen a Jerusalén, como si fuera una esposa y madre que viviera en tiendas, al igual que Sara. La bendición de ver aumentar su familia hace preciso que expanda su hogar. Necesita alargar las telas y cuerdas de la tienda, así como asegurar en un nuevo emplazamiento las estacas que la sostienen. Se trata de una labor gozosa, y con tanto ajetreo es fácil que se olvide de los años que pasó preguntándose ansiosamente si alguna vez tendría hijos que perpetuaran el linaje familiar.
11. a) ¿Cómo se bendijo a la “mujer” celestial de Dios en 1914? (Véase la nota.) b) ¿De qué bendición han disfrutado los ungidos en la Tierra a partir de 1919?
11 Tras el exilio en Babilonia, la Jerusalén terrestre fue favorecida con un período similar de renovación. Sin embargo, la bendición de “la Jerusalén de arriba” ha sido aún mayor.a En especial desde 1919, su “prole” ungida ha florecido en su condición espiritual recién restaurada (Isaías 61:4; 66:8). Sus integrantes ‘tomaron posesión de naciones’ en el sentido de que se esparcieron por muchos países para buscar a todos los que se unirían a su familia espiritual. Como resultado, la recolección de los hijos ungidos experimentó un avance espectacular. La cifra definitiva de 144.000 pareció alcanzarse a mediados de los años treinta del siglo XX (Revelación [Apocalipsis] 14:3). En esa época, el objetivo principal de la predicación dejó de ser el de reunir a los ungidos. Pero no por ello se detuvo la expansión.
12. Además de los ungidos, ¿quiénes han sido introducidos en la congregación cristiana desde la década de 1930?
12 Jesús mismo predijo que, además de su “rebaño pequeño” de hermanos ungidos, tendría “otras ovejas” a las que introduciría en el aprisco de cristianos verdaderos (Lucas 12:32; Juan 10:16). Aunque estas no figuran entre los hijos ungidos de “la Jerusalén de arriba”, son sus fieles compañeras y desempeñan un importante papel profetizado mucho tiempo atrás (Zacarías 8:23). Desde la década de los treinta hasta ahora se ha reunido a “una gran muchedumbre” de ellas, lo que ha producido un crecimiento sin precedentes de la congregación cristiana (Revelación 7:9, 10). En la actualidad, los componentes de la gran muchedumbre se cuentan por millones. Todo este aumento ha creado una urgente necesidad de Salones del Reino, Salones de Asambleas y sucursales. Las palabras de Isaías parecen cada vez más oportunas, y a nosotros nos cabe el privilegio de formar parte de la expansión predicha.
Una madre que cuida de sus hijos
13, 14. a) ¿Qué dificultad aparente hay en ciertas expresiones dirigidas a la “mujer” celestial de Dios? b) ¿Qué aprendemos gracias a las ilustraciones divinas basadas en las relaciones familiares?
13 Hemos visto que, en el cumplimiento mayor, la “mujer” de la profecía representa la organización celestial de Jehová. Ahora bien, al leer Isaías 54:4, quizá nos preguntemos qué vergüenza y oprobio ha sufrido dicha organización. Los versículos siguientes señalan que la “mujer” de Dios se vería rechazada, afligida y sometida a ataque, y que incluso provocaría la indignación divina. ¿Cómo se pueden hacer tales afirmaciones de una organización compuesta de seres espirituales perfectos que nunca han pecado? La respuesta radica en la naturaleza de la familia.
14 A fin de transmitir profundas verdades espirituales, Jehová emplea como símbolo las relaciones familiares —entre marido y mujer o entre madre e hijos—, ya que estas son muy significativas para los seres humanos. Prescindiendo de lo amplia o rica que sea nuestra experiencia en el ámbito familiar, lo más probable es que tengamos una noción de cómo debería ser la relación entre esposos o entre padres e hijos. Así pues, de una manera muy gráfica, Jehová nos revela que mantiene una relación de confianza, afectuosa e íntima con su vasta multitud de siervos de la región espiritual. Además, nos enseña magistralmente que Su organización celestial cuida de su prole terrestre ungida por espíritu. Cuando los siervos humanos de Dios sufren, Sus fieles siervos celestiales, que componen “la Jerusalén de arriba”, sufren también. Jesús expresó una idea parecida cuando dijo: “Al grado que lo hicieron a uno de los más pequeños de estos hermanos míos [ungidos por espíritu], a mí me lo hicieron” (Mateo 25:40).
15, 16. ¿Cómo se cumple inicialmente Isaías 54:5, 6, pero cuál es su cumplimiento mayor?
15 No es extraño, por tanto, que gran parte de las palabras que se dirigen a la “mujer” celestial de Jehová reflejen las vivencias de sus hijos en la Tierra. Examinemos este segmento de la profecía: “‘Tu Magnífico Hacedor es tu dueño marital, Jehová de los ejércitos por nombre; y el Santo de Israel es tu Recomprador. El Dios de toda la tierra será llamado él. Porque Jehová te llamó como si fueras una esposa dejada por completo y herida en espíritu, y como una esposa del tiempo de la juventud que fue entonces rechazada’, ha dicho tu Dios” (Isaías 54:5, 6).
16 ¿Quién es la esposa a la que se alude? En el cumplimiento inicial es Jerusalén como representación del pueblo de Dios, cuyos miembros se sintieron como si Jehová los hubiera rechazado y abandonado por completo durante su exilio de setenta años en Babilonia. En el cumplimiento mayor, estas palabras se refieren a “la Jerusalén de arriba” y a su experiencia de producir por fin “la descendencia”, en cumplimento de Génesis 3:15.
Disciplina momentánea, bendiciones eternas
17. a) ¿En qué sentido se abate la indignación divina como una ‘inundación’ sobre la Jerusalén terrestre? b) ¿Qué ‘inundación’ sobrevino a los hijos de “la Jerusalén de arriba”?
17 La profecía continúa así: “‘Por un momentito te dejé por completo, pero con grandes misericordias te juntaré. Con inundante indignación oculté de ti mi rostro por solo un momento, pero con bondad amorosa hasta tiempo indefinido ciertamente tendré misericordia de ti’, ha dicho tu Recomprador, Jehová” (Isaías 54:7, 8). La indignación divina se abate como una ‘inundación’ sobre la Jerusalén terrestre en 607 a.E.C., cuando las fuerzas de Babilonia la atacan. Por largo que se haga el destierro de setenta años, sus pruebas duran “solo un momento” en comparación con las bendiciones eternas que aguardan a quienes acepten de buen grado la disciplina. De igual forma, los hijos ungidos de “la Jerusalén de arriba” se sintieron como si les hubiera sobrevenido una ‘inundación’ de ira divina cuando Jehová permitió que sufrieran el ataque de los elementos políticos instigados por Babilonia la Grande. Sin embargo, la era de bendiciones espirituales que han disfrutado desde 1919 ha hecho que aquella medida disciplinaria les parezca sumamente breve.
18. ¿Qué importante principio podemos notar respecto a las ocasiones en que Jehová se encoleriza con su pueblo, y qué efecto puede tener esta verdad en nosotros?
18 Estos versículos expresan otra gran verdad: la ira de Dios es fugaz, pero su misericordia, eterna. Su cólera arremete contra la maldad, pero siempre de un modo controlado, con un fin concreto. Si aceptamos la disciplina de Jehová, su indignación dura “solo un momento” y luego se aplaca. La reemplazan sus “grandes misericordias”, o sea, su perdón y bondad amorosa, cualidades que manifiesta “hasta tiempo indefinido”. Por tanto, no vacilemos en arrepentirnos y buscar la reconciliación con Dios en caso de cometer un pecado. Si este es grave, acudamos al instante a los ancianos de la congregación (Santiago 5:14). Quizá necesitemos disciplina, y hasta nos resulte difícil aceptarla (Hebreos 12:11). Pero será breve comparada con las bendiciones eternas que conlleva el perdón de Jehová.
19, 20. a) ¿En qué consiste el pacto del arco iris, y qué importancia tiene para los exiliados en Babilonia? b) ¿Qué garantía brinda en nuestros días el “pacto [...] de paz” a los cristianos ungidos?
19 A continuación se menciona una garantía alentadora que Jehová ofrece a su pueblo: “‘Esto es para mí justamente como los días de Noé. Tal como he jurado que las aguas de Noé no pasarán más sobre la tierra, así he jurado que ciertamente no me indignaré contigo ni te reprenderé. Porque las montañas mismas podrán ser removidas, y las colinas mismas podrán bambolear, pero mi bondad amorosa misma no será removida de ti, ni bamboleará mi pacto mismo de paz’, ha dicho Jehová, Aquel que tiene misericordia de ti” (Isaías 54:9, 10). Tras el Diluvio, Dios hizo un pacto con Noé y todas las demás almas vivientes, el pacto del arco iris, como a veces se le conoce. Jehová prometió que nunca más destruiría la Tierra mediante un diluvio universal (Génesis 9:8-17). ¿Qué significa esta promesa para Isaías y su pueblo?
20 Reconforta saber que no sufrirán más que una vez el castigo de setenta años de exilio en Babilonia. Después que concluya, no se repetirá. A partir de entonces, el “pacto [...] de paz” de Jehová entrará en vigor. La voz hebrea para “paz” no solo denota la ausencia de guerra, sino todo tipo de bienestar. En lo que a Dios respecta, el pacto es perpetuo. Antes desaparecerán las colinas y las montañas que su bondad amorosa para con su pueblo fiel. Lamentablemente, su nación terrestre acabará incumpliendo su parte del trato y truncará su paz al rechazar al Mesías. A los hijos de “la Jerusalén de arriba”, en cambio, les ha ido mucho mejor. Una vez concluido el difícil período de disciplina, han tenido garantizada la protección de Dios.
La seguridad espiritual del pueblo de Dios
21, 22. a) ¿Por qué se dice que “la Jerusalén de arriba” es una “mujer afligida, arrojada por la tormenta”? b) ¿Qué refleja la condición bendita de la “mujer” celestial de Dios respecto a su “prole” terrestre?
21 Acto seguido, Jehová predice que su pueblo fiel disfrutará de seguridad: “Oh mujer afligida, arrojada por la tormenta, no consolada, aquí voy a colocar tus piedras con argamasa dura, y ciertamente colocaré tu fundamento con zafiros. Y ciertamente haré tus almenajes de rubíes, y tus puertas de piedras relumbrantes como el fuego, y todos tus límites de piedras deleitables. Y todos tus hijos serán personas enseñadas por Jehová, y la paz de tus hijos será abundante. Resultarás estar firmemente establecida en la justicia misma. Estarás lejos de la opresión —pues no temerás— y de cualquier cosa aterradora, porque no se acercará a ti. Si alguien de manera alguna ataca, no será por orden mía. Cualquiera que te ataque caerá aun por causa de ti” (Isaías 54:11-15).
22 Puesto que la “mujer” de Jehová está en el cielo, es obvio que nunca ha sido afligida ni arrojada por tormenta alguna. Sin embargo, sí sufrió con las dificultades que atravesó en la Tierra su “prole” ungida, sobre todo cuando sus miembros estuvieron cautivos en sentido espiritual en 1918 y 1919. Del mismo modo, el ensalzamiento de la “mujer” refleja lo que sucede con su prole. Fijémonos, por tanto, en el esplendor atribuido a “la Jerusalén de arriba”. Como señala una obra de consulta, las gemas de las puertas, la costosa “argamasa dura”, el fundamento e incluso sus límites sugieren “belleza, magnificencia, pureza, fuerza y solidez”. ¿Qué conduciría a los cristianos ungidos a una condición tan segura y bendita?
23. a) ¿Qué efecto ha tenido en los cristianos ungidos de los últimos días ser “enseñad[o]s por Jehová”? b) ¿En qué sentido ha bendecido Dios a su pueblo con “límites de piedras deleitables”?
23 El versículo 13 del capítulo 54 de Isaías nos da la clave: todos ellos serían “enseñad[o]s por Jehová”. El propio Jesús aplicó estas palabras a sus discípulos ungidos (Juan 6:45). Respecto a estos, Daniel el profeta predijo que en “el tiempo del fin” se les bendeciría con verdadero conocimiento y perspicacia espiritual en abundancia (Daniel 12:3, 4). Tal entendimiento les ha permitido encabezar la mayor campaña educativa de la historia, con la que han difundido la enseñanza divina por toda la Tierra (Mateo 24:14). Además, les ha ayudado a distinguir entre la religión verdadera y la falsa. Isaías 54:12 habla de “límites de piedras deleitables”. Desde 1919, Jehová ha concedido a los ungidos un entendimiento cada vez más claro de los límites, o líneas de demarcación espirituales, apartándolos así de la religión falsa y de los elementos impíos del mundo (Ezequiel 44:23; Juan 17:14; Santiago 1:27). Por consiguiente, se les ha separado para que sean el pueblo de Dios mismo (1 Pedro 2:9).
24. ¿Cómo podemos asegurarnos de que Jehová nos enseñe?
24 Así pues, a todos nosotros nos conviene preguntarnos: “¿Estoy siendo enseñado por Jehová?”. El aprendizaje no es automático; debemos poner de nuestra parte. Para que Dios realmente nos enseñe se requiere que leamos con asiduidad su Palabra y meditemos en ella; que asimilemos la información contenida en las publicaciones bíblicas que edita “el esclavo fiel y discreto”, y que nos preparemos para las reuniones cristianas y asistamos a ellas (Mateo 24:45-47). Si ponemos todo nuestro empeño en aplicar lo que aprendemos y permanecemos despiertos y alertas en sentido espiritual, la enseñanza divina hará que nos distingamos de quienes forman parte de este mundo impío (1 Pedro 5:8, 9). Y lo que es más, nos ayudará a ‘acercarnos a Dios’ (Santiago 1:22-25; 4:8).
25. ¿Qué significa la promesa de paz de Dios para su pueblo de tiempos modernos?
25 La profecía de Isaías también muestra que se bendice a los ungidos con paz abundante. ¿Significa esto que nadie los atacará? No, pero Dios les asegura que ni ordenará tales ataques ni permitirá que estos logren su objetivo. Leemos: “‘¡Mira! Yo mismo he creado al artífice, el que sopla sobre el fuego de brasas y produce un arma como su hechura. Yo mismo, también, he creado al hombre ruinoso para obra de destrozar. Sea cual sea el arma que se forme contra ti, no tendrá éxito, y sea cual sea la lengua que se levante contra ti en el juicio, la condenarás. Esta es la posesión hereditaria de los siervos de Jehová, y su justicia proviene de mí’, es la expresión de Jehová” (Isaías 54:16, 17).
26. ¿Por qué es tranquilizador saber que Jehová es el Creador de toda la humanidad?
26 Por segunda vez en este capítulo de Isaías, Jehová recuerda a sus siervos que es el Creador. Anteriormente le ha dicho a su esposa simbólica que él es su “Magnífico Hacedor”, y en este pasaje aclara que es el Creador de toda la humanidad. El versículo 16 representa a un metalario que sopla para avivar las brasas de la fragua mientras forja sus armas destructivas, así como a un guerrero, un “hombre ruinoso para obra de destrozar”. Aunque ambos personajes presenten un cuadro sobrecogedor para otros seres humanos, ¿cómo pueden aspirar a vencer a su propio Creador? De igual modo, cuando las fuerzas de este mundo ataquen al pueblo de Jehová, ni siquiera las más poderosas tendrán la menor posibilidad de lograr un triunfo definitivo. ¿Por qué no?
27, 28. ¿De qué podemos estar seguros durante estos tiempos turbulentos, y cómo sabemos que los ataques que Satanás lance contra nosotros no lograrán su objetivo?
27 Pues bien, ya han pasado los días de los ataques destructivos contra el pueblo de Dios y la adoración que rinde con espíritu y verdad (Juan 4:23, 24). Jehová permitió a Babilonia la Grande lanzar una ofensiva que triunfó por algún tiempo. Durante un breve instante, “la Jerusalén de arriba” vio a su prole prácticamente reducida al silencio, pues la predicación casi se detuvo en la esfera terrestre. Pero eso jamás se repetirá. La “mujer” salta ahora de júbilo por sus hijos, pues en sentido espiritual son invencibles (Juan 16:33; 1 Juan 5:4). Claro está que se han forjado armas en su contra y aún se forjarán más (Revelación 12:17). Pero estas no han logrado ni lograrán su objetivo. Satanás no posee ningún arma que pueda acabar con la fe y el celo ardiente de los ungidos y sus compañeros. Tal paz espiritual es “la posesión hereditaria de los siervos de Jehová”; nadie conseguirá arrebatársela (Salmo 118:6; Romanos 8:38, 39).
28 No, el mundo de Satanás es totalmente incapaz de poner fin a la labor y la adoración limpia y perdurable de los siervos dedicados de Dios, y esta garantía es muy tranquilizadora tanto para la prole ungida de “la Jerusalén de arriba” como para quienes componen la gran muchedumbre. Cuanto más aprendamos de la organización celestial de Jehová y la relación de esta con Sus adoradores terrestres, más se fortalecerá nuestra fe. Y si esta es fuerte, las armas de Satanás nunca lograrán derrotarnos.
[Nota]
a Según Revelación 12:1-17, la “mujer” de Dios tuvo la gran bendición de dar a luz en el cielo a una “prole” de la mayor importancia: no a un solo hijo espiritual, sino al Reino mesiánico. Esto sucedió en 1914 (véase el libro Apocalipsis... ¡se acerca su magnífica culminación!, págs. 177-186). La profecía de Isaías se centra en el gozo que ella siente al ver la bendición de Dios sobre sus hijos ungidos terrestres.
[Recuadro de las páginas 218 y 219]
La familia de Abrahán, un cuadro profético
El apóstol Pablo explicó que la familia de Abrahán constituye un drama simbólico, un cuadro profético de la relación de Jehová con su organización celestial y con Israel, la nación terrestre con la que estableció el pacto de la Ley mosaica (Gálatas 4:22-31).
Abrahán, el cabeza de familia, representa a Jehová Dios. Su actitud en cuanto a ofrecer en sacrificio a su querido hijo Isaac prefigura la buena disposición de Jehová para ofrecer a su Hijo amado en sacrificio por los pecados de la humanidad (Génesis 22:1-13; Juan 3:16).
Sara representa a la “esposa” celestial de Dios, su organización de seres espirituales. Se trata de un símil apropiado, pues dicha organización está íntimamente unida a Jehová, es obediente a su jefatura y colabora a plenitud en el cumplimiento de Sus propósitos. También se la llama “Jerusalén de arriba” (Gálatas 4:26). Es la misma “mujer” que se menciona en Génesis 3:15 y que aparece en la visión de Revelación 12:1-6, 13-17.
Isaac tipifica a la Descendencia espiritual de la mujer de Dios. El componente principal de dicha Descendencia es Jesucristo; sin embargo, después incluyó también a sus hermanos ungidos, quienes son adoptados como hijos espirituales y llegan a ser coherederos con Cristo (Romanos 8:15-17; Gálatas 3:16, 29).
Agar, la concubina (esposa secundaria) de Abrahán, era una esclava. Por consiguiente, constituye un símbolo adecuado de la Jerusalén terrestre, pues esta ciudad se hallaba sujeta a la Ley mosaica, la cual ponía de manifiesto que todos los israelitas eran esclavos del pecado y la muerte. Pablo dijo que “Agar significa Sinaí, una montaña de Arabia”, debido a que el pacto de la Ley se estableció en ese lugar (Gálatas 3:10, 13; 4:25).
Ismael, el hijo de Agar, representa a los judíos del siglo primero, los hijos de la Jerusalén todavía esclava de la Ley mosaica. Tal como Ismael persiguió a Isaac, aquellos judíos persiguieron a los cristianos, quienes eran hijos ungidos de la Sara simbólica, “la Jerusalén de arriba”. Y de la misma manera como Abrahán despachó a Agar e Ismael, Jehová acabó por abandonar a Jerusalén y a sus rebeldes hijos (Mateo 23:37, 38).
[Ilustración de la página 220]
El cumplimiento más importante de Isaías 54:1 comenzó cuando se ungió a Jesús con espíritu santo tras su bautismo
[Ilustración de la página 225]
Jehová ocultó su rostro de Jerusalén “solo un momento”
[Ilustraciones de la página 231]
¿Pueden el guerrero y el metalario vencer a su Creador?
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Mensaje de esperanza para los desalentados cautivosLas profecías de Isaías, una luz para toda la humanidad II
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Capítulo 16
Mensaje de esperanza para los desalentados cautivos
1. Describa la situación de los judíos desterrados en Babilonia.
ERA un período sombrío de la historia de Judá. El pueblo del pacto divino había sido arrancado de su tierra y ahora languidecía cautivo en Babilonia. Hay que reconocer, sin embargo, que disfrutaban de cierta libertad para desempeñar sus quehaceres diarios (Jeremías 29:4-7). Algunos aprendieron oficios o montaron negociosa (Nehemías 3:8, 31, 32). Con todo, la vida no era fácil para ellos, pues estaban sometidos, tanto en sentido físico como espiritual. Veamos de qué forma.
2, 3. ¿Cómo repercutió el exilio en la adoración de los judíos a Jehová?
2 Cuando los ejércitos babilónicos destruyeron Jerusalén en el año 607 a.E.C., hicieron más que devastar una nación; también asestaron un golpe a la adoración verdadera. Saquearon el templo de Jehová y lo arrasaron, además de desbaratar la estructura del sacerdocio llevándose cautivos a algunos miembros de la tribu de Leví y matando a otros. Sin casa de adoración ni altar ni sacerdocio organizado, a los judíos les resultaba imposible ofrecer sacrificios al Dios verdadero del modo prescrito en la Ley.
3 Aun así, los judíos fieles podían conservar su identidad religiosa si practicaban la circuncisión y seguían la Ley al grado posible, por ejemplo, absteniéndose de alimentos prohibidos y observando el sábado. Pero de ese modo se exponían a las burlas de sus captores, ya que para los babilonios, los ritos religiosos judíos eran necedades. Las siguientes palabras del salmista reflejan bien el desaliento de los exiliados: “Junto a los ríos de Babilonia... allí nos sentamos. También lloramos al acordarnos de Sión. Sobre los álamos en medio de ella colgamos nuestras arpas. Porque allí los que nos tenían cautivos nos pidieron las palabras de una canción, y los que se mofaban de nosotros... regocijo: ‘Cántennos una de las canciones de Sión’” (Salmo 137:1-3).
4. ¿Por qué era inútil que los judíos buscaran la liberación en otras naciones, pero a quién podían recurrir?
4 ¿A quién, entonces, podían acudir los cautivos judíos en busca de consuelo? ¿De dónde vendría su salvación? No de las naciones vecinas, desde luego, pues ninguna de ellas podía hacer frente a los ejércitos babilónicos, y muchas tenían una actitud hostil hacia los judíos. Pero no todo estaba perdido. Jehová, contra quien se habían rebelado cuando eran un pueblo libre, les dirigió misericordiosamente una invitación alentadora, a pesar de que estaban en el destierro.
“Vengan al agua”
5. ¿Qué significan las palabras “vengan al agua”?
5 Mediante Isaías, Jehová habla en tono profético a los judíos cautivos en Babilonia: “¡Oigan, todos ustedes los sedientos! Vengan al agua. ¡Y los que no tienen dinero! Vengan, compren y coman. Sí, vengan, compren vino y leche hasta sin dinero y sin precio” (Isaías 55:1). Estas palabras están cargadas de simbolismo. Por ejemplo, analicemos la invitación “vengan al agua”. Sin agua, no hay vida. Los seres humanos solo podemos sobrevivir alrededor de una semana sin el preciado líquido. Por consiguiente, resulta adecuado que Jehová utilice la metáfora del agua para referirse a su mensaje, por el efecto que este tendrá en los judíos cautivos. Los reconfortará, como una bebida fría en un día caluroso. Les levantará el ánimo y saciará su sed de verdad y justicia. Les hará concebir la esperanza de ser liberados del cautiverio. Ahora bien, para recibir estos beneficios, tendrán que beber el mensaje divino, prestarle atención y actuar en consecuencia.
6. ¿Qué beneficios recibirán los judíos si compran “vino y leche”?
6 Jehová ofrece también “vino y leche”. La leche fortalece físicamente a los niños y favorece su crecimiento. Del mismo modo, las palabras de Jehová fortalecerán a su pueblo en sentido espiritual y le ayudarán a afianzar su relación con él. ¿Y qué se puede decir del vino? Esta bebida, que suele servirse en ocasiones festivas, se asocia en la Biblia con la prosperidad y el regocijo (Salmo 104:15). Al decir a su pueblo que “compren vino”, Dios les asegura que si regresan de todo corazón a la adoración verdadera, “nada sino gozoso[s]” llegarán a estar (Deuteronomio 16:15; Salmo 19:8; Proverbios 10:22).
7. ¿Por qué es extraordinaria la compasión de Jehová para con los desterrados, y qué nos enseña esto sobre él?
7 ¡Qué misericordioso de parte de Jehová ofrecer tal estímulo espiritual a los desterrados! Su compasión resulta todavía más extraordinaria si tenemos en cuenta el historial de rebeldía de los judíos. No merecen en modo alguno la aprobación de Jehová. No obstante, tal como escribió el salmista David siglos antes, “Jehová es misericordioso y benévolo, tardo para la cólera y abundante en bondad amorosa. No por todo tiempo seguirá señalando faltas, ni hasta tiempo indefinido se quedará resentido” (Salmo 103:8, 9). Lejos de volver la espalda a su pueblo, Jehová da el primer paso hacia la reconciliación. Verdaderamente, es un Dios que “se deleita en la bondad amorosa” (Miqueas 7:18).
Confían en quien no deben
8. ¿En quiénes han confiado muchos judíos, y pese a qué advertencia?
8 Hasta el momento, muchos judíos no han demostrado plena confianza en Jehová como salvador. Antes de la caída de Jerusalén, por ejemplo, sus gobernantes buscaron la ayuda de naciones poderosas, como Egipto y Babilonia, lo que pudiera compararse a prostituirse con ellas (Ezequiel 16:26-29; 23:14). Con razón Jeremías les advirtió: “Maldito es el hombre físicamente capacitado que cifra su fiada expectativa en el hombre terrestre y realmente hace de la carne su brazo, y cuyo corazón se aparta de Jehová mismo” (Jeremías 17:5). Sin embargo, eso fue precisamente lo que hizo el pueblo de Dios.
9. ¿En qué sentido puede que muchos judíos estén “pagando dinero por lo que no es pan”?
9 Ahora son esclavos de una de las naciones en las que depositaron su confianza. ¿Han aprendido la lección? Parece que muchos de ellos no, pues Jehová les pregunta: “¿Por qué siguen pagando dinero por lo que no es pan, y por qué es su afán por lo que no resulta en satisfacción?” (Isaías 55:2a). Si los judíos cautivos están confiando en alguien que no sea Jehová, están “pagando dinero por lo que no es pan”. Babilonia no los va a liberar, ni mucho menos, pues tiene por norma no permitir el regreso de los cautivos a su tierra natal bajo ninguna circunstancia. Lo cierto es que la imperialista, mercantilista e idólatra Babilonia no puede ofrecer nada a los judíos expatriados.
10. a) ¿Cómo premiará Jehová a los judíos exiliados si le escuchan? b) ¿Qué pacto hizo Jehová con David?
10 Jehová implora a su pueblo: “Escúchenme atentamente, y coman lo que es bueno, y halle su alma su deleite exquisito en la grosura misma. Inclinen su oído y vengan a mí. Escuchen, y su alma se mantendrá viva, y prestamente celebraré con ustedes un pacto de duración indefinida respecto a las bondades amorosas para con David, que son fieles” (Isaías 55:2b, 3). La única esperanza de estos judíos desnutridos en sentido espiritual radica en Jehová, quien ahora les habla proféticamente mediante Isaías. Su misma vida depende de escuchar el mensaje de Dios, pues él indica que si lo hacen, “su alma se mantendrá viva”. Pero ¿cuál es el “pacto de duración indefinida” que Jehová celebrará con los que respondan a sus palabras? Tal pacto es “respecto a las bondades amorosas para con David”. Siglos antes, Jehová prometió a David que su trono llegaría a estar “firmemente establecido hasta tiempo indefinido” (2 Samuel 7:16). Por consiguiente, el “pacto de duración indefinida” que se menciona en este versículo está relacionado con la gobernación.
Heredero permanente de un Reino eterno
11. ¿Por qué puede parecerles improbable a los desterrados en Babilonia que se cumpla la promesa de Dios a David?
11 Debe admitirse que la idea de que gobierne un descendiente de David puede parecer improbable a los judíos exiliados. Al fin y al cabo, han perdido su tierra e incluso han dejado de ser una nación. Sin embargo, dicha situación es temporal. Jehová no ha olvidado su pacto con David. Prescindiendo de lo inverosímil que parezca desde un punto de vista humano, el propósito de Dios tocante a un Reino eterno en manos de un descendiente de David se cumplirá. Pero ¿cómo y cuándo? En el año 537 a.E.C., Jehová libera a su pueblo de Babilonia y lo repatría. ¿Se instaura entonces un reino de duración indefinida? No, pues los judíos siguen estando bajo la dominación de un imperio pagano, en este caso Medopersia. “Los tiempos señalados” para que las naciones gobiernen aún no han concluido (Lucas 21:24). Sin rey en Israel, la promesa de Jehová a David quedará sin cumplirse durante siglos.
12. ¿Qué paso dio Jehová hacia el cumplimiento de su pacto del Reino con David?
12 Más de quinientos años después de la liberación de Israel del cautiverio babilónico, Jehová dio un paso importante hacia el cumplimiento del pacto del Reino: transfirió la vida de su Hijo primogénito, el principio de su creación, de la gloria celestial a la matriz de una virgen judía llamada María (Colosenses 1:15-17). Cuando el ángel de Jehová se lo anunció a María, le dijo: “Este será grande y será llamado Hijo del Altísimo; y Jehová Dios le dará el trono de David su padre, y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y de su reino no habrá fin” (Lucas 1:32, 33). Así pues, Jesús nació en la línea real de David y heredó el derecho a ser rey. Una vez entronizado, gobernaría “hasta tiempo indefinido” (Isaías 9:7; Daniel 7:14). De este modo quedaron abiertas las puertas para que se cumpliera la promesa centenaria que Jehová le hizo a David de darle un heredero permanente.
“Comandante a los grupos nacionales”
13. ¿En qué sentido fue Jesús “testigo a los grupos nacionales” tanto durante su ministerio como después de su ascensión?
13 ¿Qué haría este futuro rey? Jehová indica: “¡Miren! Lo he dado como testigo a los grupos nacionales, como caudillo y comandante a los grupos nacionales” (Isaías 55:4). Al llegar a la edad adulta, Jesús se convirtió en el representante de Jehová en la Tierra, su testigo a las naciones. Mientras fue humano, centró su ministerio en “las ovejas perdidas de la casa de Israel”. Sin embargo, poco antes de ascender al cielo, dijo a sus seguidores: “Vayan, por lo tanto, y hagan discípulos de gente de todas las naciones [...]. Y, ¡miren!, estoy con ustedes todos los días hasta la conclusión del sistema de cosas” (Mateo 10:5, 6; 15:24; 28:19, 20). De modo que, con el tiempo, el mensaje del Reino se llevó a los no judíos, y algunos de ellos participaron en el cumplimiento del pacto hecho con David (Hechos 13:46). Así, aun después de su muerte, resurrección y ascensión al cielo, Jesús continuó siendo “testigo [de Jehová] a los grupos nacionales”.
14, 15. a) ¿Cómo demostró Jesús ser “caudillo y comandante”? b) ¿Qué esperanza abrigaban los seguidores de Jesús del siglo primero?
14 Jesús tenía que ser también “caudillo y comandante”. En armonía con esta designación profética, cuando estuvo en la Tierra asumió las responsabilidades de su jefatura y tomó la iniciativa en todo, atrayendo a multitudes, enseñándoles las palabras de la verdad e indicando los beneficios que reciben quienes siguen su dirección (Mateo 4:24; 7:28, 29; 11:5). Enseñó con eficacia a sus discípulos y los capacitó para emprender la campaña de predicación que tenían por delante (Lucas 10:1-12; Hechos 1:8; Colosenses 1:23). En solo tres años y medio, Jesús puso los cimientos para una congregación unida e internacional compuesta de miles de miembros de muchas razas. Solo un “caudillo y comandante” genuino pudiera haber realizado una tarea de tal magnitud.b
15 Los que formaban parte de la congregación cristiana del siglo primero estaban ungidos con el espíritu santo de Dios y abrigaban la esperanza de gobernar con Jesús en su Reino celestial (Revelación 14:1). Pero la profecía de Isaías apunta a una época posterior a la de los primeros cristianos. Las pruebas indican que Jesucristo no empezó a gobernar como Rey del Reino de Dios sino hasta 1914. Poco después de este año se dio entre los cristianos ungidos de la Tierra una situación que tuvo muchos paralelos con la de los judíos desterrados del siglo VI a.E.C. De hecho, lo que sucedió a estos cristianos constituye un cumplimiento mayor de la profecía de Isaías.
Cautiverio y liberación modernos
16. ¿Qué dificultades surgieron después del entronizamiento de Jesús en 1914?
16 El entronizamiento de Jesús en 1914 estuvo marcado por dificultades sin precedentes en nuestro planeta. ¿Por qué razón? Porque al asumir el poder real, Jesús expulsó del cielo a Satanás y a los demás espíritus perversos. Una vez confinado a la Tierra, Satanás empezó a guerrear contra los santos que quedaban en ella, el resto de cristianos ungidos (Revelación 12:7-12, 17). Su lucha alcanzó un punto culminante en 1918 cuando prácticamente se paralizó la predicación pública y algunos miembros destacados de la Sociedad Watch Tower fueron encarcelados por cargos falsos de sedición. Aquello condujo a los siervos modernos de Jehová a un cautiverio espiritual que recordaba el cautiverio físico de los judíos de la antigüedad y que les ocasionó un gran oprobio.
17. ¿Qué cambio experimentó la condición de los ungidos en 1919, y cómo se fortalecieron?
17 No obstante, la condición de cautivos de los siervos ungidos de Dios no duró mucho. El 26 de marzo de 1919, los miembros de la Sociedad presos fueron liberados, y posteriormente se retiraron todos los cargos formulados contra ellos. Jehová derramó espíritu santo sobre su pueblo liberado, vigorizándolo así para acometer la obra que tenía por delante. Con gozo respondieron a la invitación de “tom[ar] gratis el agua de la vida” (Revelación 22:17). Compraron “vino y leche hasta sin dinero y sin precio” y se fortalecieron en sentido espiritual para la formidable expansión que se avecinaba, expansión que el resto ungido no había previsto.
Una gran muchedumbre ‘corre’ hacia los ungidos de Dios
18. ¿Qué dos grupos existen entre los discípulos de Jesucristo, y qué conforman hoy en día?
18 Existen dos esperanzas distintas para los discípulos de Jesús. En primer lugar, el “rebaño pequeño”, compuesto de 144.000 cristianos ungidos de origen tanto judío como gentil y que constituyen “el Israel de Dios”, abriga la esperanza de gobernar con Jesús en su Reino celestial (Lucas 12:32; Gálatas 6:16; Revelación 14:1). En segundo lugar, la “gran muchedumbre” de “otras ovejas” que se ha manifestado en los últimos días, tiene la esperanza de vivir para siempre en una Tierra paradisíaca. Esta multitud —cuyo número no se ha predeterminado— sirve junto al rebaño pequeño antes del estallido de la gran tribulación, y ambos grupos conforman “un solo rebaño” bajo la guía de “un solo pastor” (Revelación 7:9, 10; Juan 10:16).
19. ¿Cómo ha respondido al llamamiento del Israel de Dios “una nación” que este no conocía?
19 En las siguientes palabras de la profecía de Isaías se percibe una alusión a la labor de reunir a esta gran muchedumbre: “¡Mira! A una nación a quien tú no conoces llamarás, y los de una nación que no te han conocido correrán aun a ti, por causa de Jehová tu Dios, y por el Santo de Israel, por cuanto él te habrá hermoseado” (Isaías 55:5). Tras su liberación del cautiverio espiritual, el resto ungido no entendió enseguida que antes de Armagedón desempeñaría un papel fundamental en llamar a una gran “nación” a la adoración de Jehová. Sin embargo, con el paso de los años, muchas personas sinceras que no tenían la esperanza celestial empezaron a unirse a los ungidos y a servir a Jehová con el mismo celo que ellos. Estos nuevos se fijaron en la condición hermoseada del pueblo de Dios y reconocieron que él estaba con dicho pueblo (Zacarías 8:23). En la década de los treinta, los ungidos captaron finalmente cuál era la verdadera identidad de este grupo que crecía en su seno. También se dieron cuenta de que les aguardaba una extensa obra de recolección. La gran muchedumbre se apresuraba, con razón, a relacionarse con el pueblo del pacto divino.
20. a) ¿Por qué es urgente “[buscar] a Jehová” hoy día, y cómo se hace? b) ¿Cómo responderá Jehová a los que lo buscan?
20 En los tiempos de Isaías se hizo la exhortación: “Busquen a Jehová mientras pueda ser hallado. Clamen a él mientras resulte estar cerca” (Isaías 55:6). En nuestros días, tales palabras son aplicables tanto al Israel de Dios como a la creciente gran muchedumbre. La bendición de Jehová no es incondicional ni su invitación seguirá vigente para siempre. Es ahora cuando debe buscarse el favor divino. Cuando llegue el momento señalado por Jehová para ejecutar su sentencia, será demasiado tarde. De ahí que Isaías diga: “Deje el inicuo su camino, y el hombre dañino sus pensamientos; y regrese a Jehová, quien tendrá misericordia de él, y a nuestro Dios, porque él perdonará en gran manera” (Isaías 55:7).
21. ¿Por qué puede decirse que la nación de Israel ha sido infiel a la resolución de sus antepasados?
21 La oración “regrese a Jehová” implica que los que necesitan arrepentirse disfrutaban anteriormente de una buena relación con Dios. La expresión nos recuerda que muchos aspectos de esta profecía de Isaías tuvieron su primer cumplimiento en los judíos cautivos en Babilonia. Siglos antes, los antepasados de estos expresaron así su resolución de ser obedientes a Jehová: “Es inconcebible, por nuestra parte, dejar a Jehová para servir a otros dioses” (Josué 24:16). Pero la historia muestra que lo “inconcebible” sucedió, y muchas veces. Si el pueblo de Dios está exiliado en Babilonia, es por su falta de fe.
22. ¿Por qué dice Jehová que sus pensamientos y caminos son más altos que los nuestros?
22 ¿Qué les sucederá si se arrepienten? Mediante Isaías, Jehová promete que “perdonará en gran manera” y añade: “Porque los pensamientos de ustedes no son mis pensamientos, ni son mis caminos los caminos de ustedes [...]. Porque como los cielos son más altos que la tierra, así mis caminos son más altos que los caminos de ustedes, y mis pensamientos que los pensamientos de ustedes” (Isaías 55:8, 9). Jehová es perfecto, y sus pensamientos y caminos son inalcanzablemente altos. Su misericordia, por ejemplo, es de tal magnitud que el hombre no puede aspirar a igualarla. Pensemos en lo siguiente: cuando nosotros perdonamos a nuestro semejante, se trata de un pecador que perdona a otro pecador, y reconocemos que antes o después necesitaremos que otro ser humano nos perdone a nosotros (Mateo 6:12). Jehová, en cambio, aunque nunca necesita que lo perdonen, perdona “en gran manera”. Él es verdaderamente un Dios de gran bondad amorosa. Y en su misericordia, abre las compuertas de los cielos para derramar bendiciones sobre los que regresan a él de todo corazón (Malaquías 3:10).
Bendiciones para los que regresan a Jehová
23. ¿Cómo ilustra Jehová el hecho de que su palabra se cumple sin falta?
23 Jehová promete a su pueblo: “Tal como la lluvia fuerte desciende, y la nieve, desde los cielos, y no vuelve a ese lugar, a menos que realmente sature la tierra y la haga producir y brotar, y realmente se dé semilla al sembrador y pan al que come, así resultará ser mi palabra que sale de mi boca. No volverá a mí sin resultados, sino que ciertamente hará aquello en que me he deleitado, y tendrá éxito seguro en aquello para lo cual la he enviado” (Isaías 55:10, 11). Todo lo que Jehová dice se lleva a cabo sin falta. Así como la lluvia y la nieve que caen del cielo cumplen su propósito de saturar la tierra y producir fruto, también la palabra que sale de la boca de Jehová es absolutamente confiable. Lo que él promete se realiza sin ningún género de dudas (Números 23:19).
24, 25. ¿Qué bendiciones aguardan a los judíos desterrados que obren en armonía con el mensaje que Jehová les dirige por medio de Isaías?
24 Por lo tanto, si los judíos hacen caso de las palabras proféticas que Jehová les dirige por medio de Isaías, obtendrán, con toda certeza, la salvación que Él les ha prometido. Como resultado, sentirán mucho gozo. Jehová asegura: “Con regocijo saldrán ustedes, y con paz se les hará entrar. Las montañas y las colinas mismas se alegrarán delante de ustedes con clamor gozoso, y todos los mismísimos árboles del campo batirán las manos. En vez del matorral de espinas subirá el enebro. En vez de la ortiga que causa comezón subirá el mirto. Y tendrá que llegar a ser para Jehová algo famoso, una señal hasta tiempo indefinido que no será cortada” (Isaías 55:12, 13).
25 En el año 537 a.E.C., los judíos desterrados ciertamente salen de Babilonia con regocijo (Salmo 126:1, 2). Cuando llegan a Jerusalén, se encuentran una tierra invadida de matorrales de espinas y ortigas (recordemos que el país lleva décadas desolado). Pero al pueblo repatriado de Dios se le brinda la oportunidad de colaborar para que se produzca una hermosa transformación. Árboles imponentes como el enebro y el mirto ocupan el lugar de los espinos y las ortigas. La bendición de Jehová se hace patente cuando se ve que su pueblo le sirve “con clamor gozoso”. Es como si la propia tierra se alegrara.
26. ¿De qué condición bendita disfruta el pueblo de Dios hoy día?
26 En 1919, el resto de los cristianos ungidos fueron liberados de su cautiverio espiritual (Isaías 66:8). Actualmente, junto con la gran muchedumbre de otras ovejas, sirven a Dios con regocijo en un paraíso espiritual. Libres de toda influencia babilónica, disfrutan de una condición favorecida que ha llegado a ser para Jehová “algo famoso”. La prosperidad espiritual de Su pueblo resulta en gloria para Su nombre y lo ensalza como el Dios de la profecía verdadera. Lo que ha hecho Jehová por ellos demuestra su divinidad, fidelidad a su palabra y misericordia para con los arrepentidos. Que todos los que siguen “[comprando] vino y leche hasta sin dinero y sin precio” le sirvan para siempre con regocijo.
[Notas]
a Se han encontrado muchos nombres judíos en documentos comerciales de la antigua Babilonia.
b Jesús continúa supervisando la obra de hacer discípulos (Revelación [Apocalipsis] 14:14-16), y los cristianos de la actualidad lo consideran Cabeza de la congregación (1 Corintios 11:3). Además, en el momento fijado por Dios, hará de “caudillo y comandante” en otro sentido, al librar la batalla decisiva contra los enemigos de Dios en la guerra de Armagedón (Revelación 19:19-21).
[Ilustración de la página 234]
Los judíos con sed espiritual reciben la invitación de ‘venir al agua’ y ‘comprar vino y leche’
[Ilustración de la página 239]
Jesús demostró ser “caudillo y comandante” a los grupos nacionales
[Ilustraciones de las páginas 244 y 245]
“Deje el inicuo su camino”
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Extranjeros reunidos en la casa de oración de DiosLas profecías de Isaías, una luz para toda la humanidad II
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Capítulo 17
Extranjeros reunidos en la casa de oración de Dios
1, 2. ¿Qué anuncio emocionante se hizo en 1935, y de qué formaba parte?
EL VIERNES 31 de mayo de 1935, Joseph F. Rutherford habló ante una multitud congregada en la ciudad de Washington sobre la identidad de la “gran muchedumbre” que el apóstol Juan contempló en una visión. En el clímax de su discurso, el hermano Rutherford preguntó: “¿Quisieran, por favor, ponerse de pie todos los que tienen la esperanza de vivir para siempre en la Tierra?”. Según un asistente a la asamblea, “más de la mitad del auditorio se puso de pie”. Entonces el orador dijo: “¡He aquí la grande muchedumbre!”. Otra hermana que estaba también presente recuerda: “Al principio se hizo un silencio, después vino un alegre clamor y una larga e intensa ovación” (Revelación [Apocalipsis] 7:9; Versión Moderna).
2 Aquel fue un momento destacado en el cumplimiento de una profecía escrita unos dos mil setecientos años antes y que encontramos en nuestras Biblias en el capítulo 56 de Isaías. Dicha predicción, al igual que muchas otras del profeta, contiene tanto promesas alentadoras como advertencias severas. En un principio se dirigió al pueblo del pacto divino de los tiempos del propio Isaías, pero su cumplimiento se prolonga a lo largo de los siglos hasta llegar a nuestros días.
Requisitos para alcanzar la salvación
3. ¿Qué deben hacer los judíos que buscan la salvación divina?
3 El capítulo 56 de Isaías se inicia con una exhortación a los judíos, a la que todos los adoradores verdaderos deberían prestar atención. Leemos: “Esto es lo que ha dicho Jehová: ‘Guarden el derecho y hagan lo que es justo. Porque a la mano está mi salvación para entrar, y mi justicia para ser revelada. Feliz es el hombre mortal que hace esto, y el hijo de la humanidad que se ase de ello, que guarda el sábado para no profanarlo, y que guarda su mano para no hacer ninguna clase de maldad’” (Isaías 56:1, 2). Los habitantes de Judá que buscan la salvación divina deben obedecer la Ley mosaica, actuando conforme a derecho y llevando vidas rectas. ¿Por qué motivo? Porque Jehová es justo. Los que van tras la justicia disfrutan de la felicidad que resulta de tener el favor divino (Salmo 144:15b).
4. ¿Por qué es importante la observancia del sábado en Israel?
4 La profecía menciona específicamente la observancia del sábado porque constituye un requisito fundamental de la Ley mosaica. De hecho, una de las razones por las que los habitantes de Judá acaban yéndose al destierro es que dejan de observarlo (Levítico 26:34, 35; 2 Crónicas 36:20, 21). El sábado es una señal de la relación especial que Jehová tiene con los judíos, y quienes lo guardan demuestran que valoran dicha relación (Éxodo 31:13). Además, el que los contemporáneos de Isaías lo respetaran les recordaría que Jehová es el Creador y también les traería a la memoria sus misericordias para con ellos (Éxodo 20:8-11; Deuteronomio 5:12-15). Por último, su observancia les permitiría adorar a Jehová de forma periódica y organizada; el descanso semanal brindaría a los habitantes de Judá la oportunidad de orar, estudiar y meditar.
5. ¿Cómo aplican los cristianos en esencia el consejo de guardar el sábado?
5 ¿Qué puede decirse de los cristianos? ¿Es aplicable a ellos la exhortación de guardar el sábado? No de forma directa, pues, como no están sujetos a la Ley, no tienen obligación de observarlo (Colosenses 2:16, 17). Aun así, el apóstol Pablo mencionó “un descanso sabático” para los cristianos fieles, el cual implica tener fe en el sacrificio redentor de Jesús y dejar de confiar solo en las obras (Hebreos 4:6-10). De modo que la alusión de la profecía de Isaías al sábado recuerda a los siervos actuales de Jehová que es vital tener fe en el medio que Dios ha dispuesto para la salvación. También es un buen recordatorio de la necesidad de cultivar una relación estrecha con Él y adorarlo de manera periódica.
Consuelo para el extranjero y el eunuco
6. ¿A qué dos grupos se dirige ahora la atención?
6 Jehová se dirige ahora a dos grupos que desean servirle, pero que, en conformidad con la Ley mosaica, no pueden formar parte de la congregación judía. Leemos: “No diga el extranjero que se ha unido a Jehová: ‘Sin duda Jehová me separará por completo de su pueblo’. Ni diga el eunuco: ‘¡Mira! Soy un árbol seco’” (Isaías 56:3). La preocupación del extranjero es que lo aparten de Israel, y la del eunuco, que nunca tendrá hijos que conserven su nombre. Ambos grupos deben cobrar ánimos. Pero antes de mencionar el motivo, veamos cuál es su situación, según la Ley, con respecto a la nación de Israel.
7. ¿Qué restricciones impone la Ley a los extranjeros que viven en Israel?
7 Los extranjeros incircuncisos no tienen derecho a participar en actos de adoración junto con Israel. Por ejemplo, no pueden comer de la Pascua (Éxodo 12:43). Si no infringen de manera descarada las leyes del país, se les trata con justicia y hospitalidad, pero no se les permite forjar vínculos permanentes con la nación. Algunos aceptan plenamente la Ley y, en el caso de los varones, se circuncidan como prueba de ello. Ya como prosélitos, tienen el privilegio de adorar en el patio de la casa de Jehová y se les considera parte de la congregación de Israel (Levítico 17:10-14; 20:2; 24:22). No obstante, ni siquiera siendo prosélitos participan de lleno en el pacto de Jehová con Israel, y tampoco se les concede una herencia en la Tierra Prometida. Otros extranjeros pueden orar hacia el templo y, según parece, ofrecer sacrificios mediante los sacerdotes, con tal de que la ofrenda se conforme a la Ley (Levítico 22:25; 1 Reyes 8:41-43). Pero los israelitas no deben tener una relación estrecha con ellos.
Los eunucos reciben un nombre hasta tiempo indefinido
8. a) ¿Qué estipulaba la Ley con respecto a los eunucos? b) ¿Cómo utilizaban las naciones paganas a los eunucos, y a qué se refiere también el término eunuco?
8 A los eunucos, sin importar que hayan nacido de padres judíos, no se les permite ser miembros de pleno derecho del pueblo de Israela (Deuteronomio 23:1). Algunas naciones paganas de tiempos bíblicos que tenían la costumbre de castrar a niños capturados en la guerra, concedían a los eunucos cargos especiales en la corte real, como por ejemplo, el de “guardián de las mujeres”, “guardián de las concubinas” o asistente de la reina (Ester 2:3, 12-15; 4:4-6, 9). No hay pruebas de que en Israel se siguieran tales prácticas ni de que se buscara específicamente a eunucos para que trabajaran al servicio del rey.b
9. ¿Qué palabras de consuelo dirige Jehová a los eunucos literales?
9 Además de solo poder participar de forma limitada en la adoración del único Dios verdadero, los eunucos literales de Israel sufren la gran humillación de ser incapaces de tener descendencia que pueda llevar el nombre de la familia. Así que las siguientes palabras de la profecía les son de mucho consuelo. Leemos: “Esto es lo que ha dicho Jehová a los eunucos que guardan mis sábados y que han escogido aquello en que me he deleitado y que están asiéndose de mi pacto: ‘Ciertamente hasta les daré en mi casa y dentro de mis muros un monumento y un nombre, algo mejor que hijos e hijas. Un nombre hasta tiempo indefinido les daré, uno que no será cortado’” (Isaías 56:4, 5).
10. ¿Cuándo cambió la situación de los eunucos, y qué privilegio se les ha ofrecido desde entonces?
10 En efecto, llegará el momento en el que ni siquiera el hecho de ser un eunuco literal impedirá que se acepte plenamente a alguien como siervo de Jehová. Si son obedientes, los eunucos tendrán “un monumento” —es decir, un lugar— en la casa de Jehová, además de un nombre, lo cual es mejor que hijos e hijas. ¿Cuándo se cumple esta promesa? Tras la muerte de Jesucristo, cuando el nuevo pacto sustituye al antiguo pacto de la Ley, y “el Israel de Dios”, al Israel carnal (Gálatas 6:16). Desde entonces, todos los que manifiestan fe han podido adorar a Dios de forma aceptable. Las distinciones basadas en factores carnales y la condición física ya no cuentan. Los que aguanten fielmente, sin importar su estado físico, tendrán “un nombre hasta tiempo indefinido [...], uno que no será cortado”. Jehová no los olvidará. Escribirá los nombres de esas personas en Su “libro de recuerdo” y en el momento designado por él, les dará vida eterna (Malaquías 3:16; Proverbios 22:1; 1 Juan 2:17).
Extranjeros adoran a Dios junto con Su pueblo
11. ¿Qué se espera que hagan los extranjeros a fin de recibir bendiciones?
11 ¿Y los extranjeros? La profecía se dirige nuevamente a estos, y Jehová los consuela sobremanera. Isaías escribe: “A los extranjeros que se han unido a Jehová para ministrarle y para amar el nombre de Jehová, a fin de llegar a ser siervos de él, a todos los que guardan el sábado para no profanarlo, y que se asen de mi pacto, yo también ciertamente los traeré a mi santa montaña y haré que se regocijen dentro de mi casa de oración. Sus holocaustos y sus sacrificios serán para aceptación sobre mi altar. Porque mi propia casa será llamada hasta casa de oración para todos los pueblos” (Isaías 56:6, 7).
12. ¿Cómo se entendió en un tiempo la profecía de Jesús sobre las “otras ovejas”?
12 En nuestros días, “los extranjeros” se han ido presentando paulatinamente. Antes de la I Guerra Mundial ya se entendía que no se salvarían solo los que tienen la esperanza de gobernar en el cielo con Jesús, a quienes hoy identificamos como el Israel de Dios. Los estudiantes de la Biblia tenían presentes las palabras de Jesús recogidas en Juan 10:16: “Tengo otras ovejas, que no son de este redil; a esas también tengo que traer, y escucharán mi voz, y llegarán a ser un solo rebaño, un solo pastor”. Aquellos cristianos eran conscientes de que las “otras ovejas” eran una clase terrestre. Sin embargo, la mayoría de ellos creían que estas aparecerían durante el Reinado Milenario de Jesucristo.
13. ¿Por qué se concluyó que las ovejas del capítulo 25 de Mateo debían aparecer durante los últimos días de este sistema de cosas?
13 Posteriormente se comprendió mejor un pasaje relacionado: la parábola de Jesús de las ovejas y las cabras, que encontramos en el capítulo 25 de Mateo. Según dicha parábola, las ovejas reciben vida eterna por el apoyo que brindan a los hermanos ungidos de Cristo, de modo que constituyen una clase distinta de estos. En 1923, durante una asamblea celebrada en Los Ángeles (California, E.U.A.), se explicó que esas ovejas aparecerían, no en el Milenio, sino en los últimos días de este sistema de cosas. La razón que se dio fue que la parábola formaba parte de la respuesta de Jesús a la pregunta: “¿Cuándo serán estas cosas, y qué será la señal de tu presencia y de la conclusión del sistema de cosas?” (Mateo 24:3).
14, 15. ¿Cómo se esclareció progresivamente el lugar que les corresponde a las otras ovejas durante el tiempo del fin?
14 En la década de los veinte, a algunas personas que se relacionaban con los Estudiantes de la Biblia no les parecía que el espíritu de Jehová les diera testimonio de que hubieran recibido el llamamiento celestial. Aun así, eran siervos celosos del Dios Altísimo. En 1931 se entendió mejor el lugar que les correspondía a estos gracias a la obra Vindicación, que en su análisis versículo por versículo del libro bíblico de Ezequiel incluía una explicación de la visión del “hombre” del tintero (Ezequiel 9:1-11). Dicho “hombre” recorre Jerusalén y pone una marca en la frente de los que gimen y se angustian por las abominaciones que se cometen en la ciudad. El “hombre” representa a los hermanos de Jesús, el resto de cristianos ungidos que están en la Tierra cuando se lleva a cabo la sentencia contra la Jerusalén antitípica, la cristiandad. Los que reciben la marca son las otras ovejas que viven en ese momento. En la visión, quienes ejecutan la venganza de Jehová sobre la ciudad apóstata conservan a estas personas con vida.
15 El esclarecimiento que hubo en 1932 del drama profético del rey israelita Jehú y de Jehonadab —un no israelita que le ofreció ayuda— mostró que así como Jehonadab se unió a Jehú y le ayudó a eliminar el culto de Baal, también estas otras ovejas colaboran con los hermanos ungidos de Cristo. Finalmente, en 1935 se identificó a las otras ovejas del tiempo del fin de este sistema de cosas con la gran muchedumbre que contempló en visión el apóstol Juan. Tal identificación se dio a conocer por primera vez en la asamblea de la ciudad de Washington antes mencionada, cuando Joseph F. Rutherford dijo que los que tenían la esperanza terrenal eran “la grande muchedumbre”.
16. ¿Qué privilegios y obligaciones tienen “los extranjeros”?
16 Así, poco a poco se fue comprendiendo que “los extranjeros” desempeñan un papel importante en los propósitos de Jehová en estos últimos días. Acuden al Israel de Dios para adorar a Jehová (Zacarías 8:23), y junto con esa nación espiritual ofrecen sacrificios aceptables a Dios y entran en el descanso sabático (Hebreos 13:15, 16). Además, rinden culto en el templo espiritual de Dios, que, al igual que el templo de Jerusalén, es una “casa de oración para todas las naciones” (Marcos 11:17). Manifiestan fe en el sacrificio redentor de Jesucristo, pues se dice que “han lavado sus ropas largas y las han emblanquecido en la sangre del Cordero”. Además, “le están rindiendo servicio sagrado [a Jehová] día y noche”, es decir, le sirven con constancia (Revelación 7:14, 15).
17. ¿Cómo se asen del nuevo pacto los extranjeros de nuestros días?
17 Estos extranjeros de nuestros días se asen del nuevo pacto en el sentido de que, al relacionarse con el Israel de Dios, disfrutan de los beneficios y bendiciones que dicho pacto reporta. Aunque no participan de él, se someten sin reservas a los estatutos que abarca. Tienen la ley de Jehová en su corazón y llegan a conocerlo como su Padre celestial y el Soberano Supremo (Jeremías 31:33, 34; Mateo 6:9; Juan 17:3).
18. ¿A quiénes reúne Jehová durante el tiempo del fin?
18 La profecía de Isaías prosigue: “La expresión del Señor Soberano Jehová, que está juntando a los dispersos de Israel, es: ‘Juntaré otros a él además de los suyos ya juntados’” (Isaías 56:8). Durante el tiempo del fin, Jehová ha reunido a “los dispersos de Israel”, los del resto ungido, pero también está reuniendo a otros, los de la gran muchedumbre. Los dos grupos juntos rinden adoración en paz y armonía bajo la supervisión de Jehová y su Rey entronizado, Jesucristo. Por su lealtad al gobierno de Jehová en manos de Cristo, el Pastor Excelente los ha unido para que formen un solo rebaño gozoso.
Atalayas ciegos, perros mudos
19. ¿Qué invitación se hace a los animales salvajes del campo y del bosque?
19 Entre las palabras precedentes, llenas de afecto y ánimo, y las que vienen a continuación, existe un contraste muy marcado, casi impactante. Jehová está dispuesto a mostrar misericordia a los extranjeros y los eunucos, pero a muchos de los que afirman ser miembros de Su congregación los condena. Tales personas recibirán su castigo. No son dignas ni siquiera de un entierro decente; solo merecen que las devoren fieras voraces. De ahí que leamos: “Todos ustedes, animales salvajes del campo abierto, vengan a comer, todos ustedes, animales salvajes del bosque” (Isaías 56:9). ¿De qué es el festín que se van a dar estos animales salvajes? La profecía pasa a indicarlo. El pasaje tal vez nos recuerde lo que les espera a quienes se opongan a Dios en la guerra futura de Armagedón, cuyos cadáveres se dejarán a la intemperie para que las aves los devoren (Revelación 19:17, 18).
20, 21. ¿Qué defectos descalifican como guías espirituales a los dirigentes religiosos?
20 La profecía sigue diciendo: “Los atalayas de él son ciegos. Ninguno de ellos ha notado. Todos ellos son perros mudos; no pueden ladrar, jadeantes, echados, que aman dormitar. Hasta son perros fuertes en el deseo del alma; no han conocido satisfacción. También son pastores que no han sabido entender. Todos ellos se han dirigido a su propio camino, cada uno por su ganancia injusta de su propio confín: ‘¡Vengan! Tomaré vino; y bebamos licor embriagante hasta el límite. Y mañana ciertamente resultará tal como hoy, magnífico de una manera mucho más grande’” (Isaías 56:10-12).
21 Los dirigentes religiosos de Judá se precian de adorar a Jehová y de ser “atalayas de él”. Pero están ciegos, mudos y adormilados en sentido espiritual. Si no pueden hacer guardia y dar la voz de alarma ante el peligro, ¿de qué sirven? Tales atalayas religiosos no tienen entendimiento, no se encuentran en condiciones de dar orientación espiritual a personas mansas como ovejas. Además, son corruptos. Tienen deseos egoístas insaciables. En vez de seguir la guía de Jehová, siguen su propio camino, buscan ganancia injusta, abusan del licor embriagante y animan a los demás a beber con ellos. El juicio inminente de Dios les resulta tan ajeno, que le dicen al pueblo que no se preocupen por el mañana.
22. ¿En qué sentido son los líderes religiosos de los tiempos de Jesús como los de la antigua Judá?
22 Isaías ya ha usado antes imágenes literarias parecidas para referirse a los dirigentes religiosos de Judá; por ejemplo, ha dicho que estaban borrachos y somnolientos en sentido espiritual y que carecían de entendimiento. Tales guías cargaron al pueblo con tradiciones humanas, enseñaron mentiras religiosas y acudieron a Asiria en busca de ayuda más bien que recurrir a Dios (2 Reyes 16:5-9; Isaías 29:1, 9-14). Es obvio que no han mejorado nada. En el siglo I de nuestra era existía, lamentablemente, el mismo tipo de líderes. En lugar de abrazar las buenas nuevas que les llevó el propio Hijo de Dios, lo rechazaron y conspiraron para darle muerte. Jesús les dijo directamente que eran “guías ciegos” y añadió que “si un ciego guía a un ciego, ambos caerán en un hoyo” (Mateo 15:14).
Los atalayas de nuestros días
23. ¿Qué profecía de Pedro respecto a los líderes religiosos se ha cumplido?
23 El apóstol Pedro advirtió que aparecerían asimismo falsos maestros que engañarían a los cristianos. Escribió: “Llegó a haber también falsos profetas entre el pueblo [de Israel], como también habrá falsos maestros entre ustedes. Estos mismísimos introducirán calladamente sectas destructivas y repudiarán hasta al dueño que los compró, trayendo sobre sí mismos destrucción acelerada” (2 Pedro 2:1). ¿Qué surgió a raíz de las enseñanzas falsas y el sectarismo de estos maestros falsos? La cristiandad, cuyos líderes religiosos actuales piden que Dios bendiga a sus amigos políticos y prometen un brillante porvenir. Tales dirigentes han demostrado estar ciegos, mudos y dormidos en cuestiones espirituales.
24. ¿Qué clase de unidad existe entre el Israel espiritual y los extranjeros?
24 No obstante, Jehová está reuniendo a millones de extranjeros en su gran casa espiritual de oración para que lo adoren junto con los restantes del Israel de Dios. Aunque son de orígenes nacionales y raciales muy diversos y hablan numerosos idiomas, estos extranjeros disfrutan de unidad entre sí y con el Israel de Dios. Están convencidos de que la salvación solo puede provenir de Jehová Dios a través de Jesucristo. Impulsados por su amor a Jehová, proclaman su fe junto con los hermanos ungidos de Cristo. Y se consuelan enormemente con las palabras del apóstol inspirado que escribió: “Si declaras públicamente aquella ‘palabra en tu propia boca’, que Jesús es Señor, y en tu corazón ejerces fe en que Dios lo levantó de entre los muertos, serás salvo” (Romanos 10:9).
[Notas]
a El término eunuco también adquirió el significado de “oficial de la corte”, sin ninguna referencia a la mutilación sexual. El etíope bautizado por Felipe debe haber sido eunuco en este sentido, pues el hecho de que se bautizara antes de abrirse las puertas a los gentiles incircuncisos indica que era prosélito (Hechos 8:27-39).
b Parece que se llama eunuco a Ébed-mélec, quien tenía acceso directo al rey Sedequías y acudió en auxilio de Jeremías, no porque estuviera castrado, sino porque era oficial de la corte (Jeremías 38:7-13).
[Ilustración de la página 250]
El sábado brindaría la oportunidad de orar, estudiar y meditar
[Ilustraciones de la página 256]
En la asamblea celebrada en la ciudad de Washington en 1935 se explicó claramente el lugar que les corresponde a las otras ovejas (abajo: bautismos; derecha: programa)
[Ilustración de la página 259]
Se invita a los animales salvajes a darse un festín
[Ilustraciones de la página 261]
Los extranjeros y el Israel de Dios disfrutan de unidad entre sí
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Jehová revivifica el espíritu de los humildesLas profecías de Isaías, una luz para toda la humanidad II
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Capítulo 18
Jehová revivifica el espíritu de los humildes
1. ¿Qué garantía dio Jehová, y qué preguntas plantean sus palabras?
“ESTO es lo que ha dicho el Alto y Excelso, que está residiendo para siempre y cuyo nombre es santo: ‘En la altura y en el lugar santo es donde resido, también con el aplastado y de espíritu humilde, para revivificar el espíritu de los de condición humilde y para revivificar el corazón de los que están siendo aplastados’.” (Isaías 57:15.) El profeta Isaías escribió tal declaración en el siglo VIII a.E.C. ¿Qué sucedía en Judá para que este mensaje fuera tan alentador? ¿Cómo ayudan dichas palabras inspiradas a los cristianos de la actualidad? El análisis del capítulo 57 de Isaías nos mostrará la respuesta a estas preguntas.
“Suban acá cerca”
2. a) ¿A qué parecen referirse las palabras del capítulo 57 de Isaías? b) ¿En qué situación se hallan los justos en los tiempos de Isaías?
2 Esta profecía de Isaías parece referirse a los tiempos del profeta. Veamos cuánto ha arraigado la maldad en sus días: “El justo mismo ha perecido, pero no hay nadie que ponga esto en su corazón. Y hombres de bondad amorosa están siendo recogidos a los muertos, mientras que nadie discierne que a causa de la calamidad ha sido recogido el justo. Él entra en la paz; descansan sobre sus camas, cada uno que está andando en derechura” (Isaías 57:1, 2). A nadie le preocupa que perezca el justo; su final prematuro pasa inadvertido. Sin embargo, la muerte le proporciona paz, liberación del sufrimiento infligido por los impíos y escape de la calamidad. La nación escogida de Dios se ha sumido en un estado deplorable. Pero los que se mantienen fieles sin duda se animan al saber que Jehová no solo ve lo que sucede, sino que los ayudará.
3. ¿Qué dice Jehová a la generación perversa de Judá, y por qué?
3 Jehová se dirige así a la generación perversa de Judá: “En cuanto a ustedes, suban acá cerca, hijos de una adivinadora, descendencia de una persona adúltera y de una mujer que comete prostitución” (Isaías 57:3). Esos pecadores se han ganado apelativos tan vergonzosos como el de ‘hijos de adivinadora’ y ‘descendientes de adúltera y de prostituta’. La adoración falsa que ahora practican incluye repugnantes actos idolátricos y espiritistas, así como conducta sexual inmoral. Jehová les pregunta: “¿Por quién se divierten con tanta alegría? ¿Contra quién siguen abriendo ancha la boca, siguen sacando la lengua? ¿No son ustedes hijos de la transgresión, descendencia de la falsedad, aquellos que están excitando la pasión entre los árboles grandes, debajo de todo árbol frondoso, degollando a los hijos en los valles torrenciales, debajo de las hendiduras de los peñascos?” (Isaías 57:4, 5).
4. ¿De qué son culpables los impíos de Judá?
4 Los impíos de Judá practican su escandaloso culto pagano abiertamente, ‘divirtiéndose con alegría’. Se burlan de los profetas que Dios les ha enviado para corregirlos, y les sacan la lengua con descaro. Aunque son hijos de Abrahán, su rebeldía los convierte en hijos de la transgresión y descendencia de la falsedad (Isaías 1:4; 30:9; Juan 8:39, 44). Entre los árboles grandes del campo fomentan el fervor por su adoración idolátrica. ¡Y qué cruel es esta! Hasta degüellan a sus propios hijos, como las naciones que Jehová expulsó de la tierra a causa de sus obras detestables (1 Reyes 14:23; 2 Reyes 16:3, 4; Isaías 1:29).
Derraman una libación a las piedras
5, 6. a) ¿Qué han optado por hacer los habitantes de Judá en vez de adorar a Jehová? b) ¿Qué dimensiones alcanza el culto idolátrico de Judá?
5 Veamos hasta qué punto se han entregado a la idolatría los habitantes de Judá: “Con las piedras lisas del valle torrencial era tu porción. Ellas... ellas eran tu suerte. Además, a ellas derramaste una libación, ofreciste un regalo. ¿Por estas cosas me consolaré yo?” (Isaías 57:6). Los judíos son el pueblo con el que Dios hizo su pacto y, sin embargo, en vez de adorarlo a él, recogen piedras del lecho del río y las convierten en dioses. En contraste con David, quien dijo que Jehová era su porción, estos pecadores han escogido ídolos inertes de piedra como su suerte, o porción, y les derraman libaciones (Salmo 16:5; Habacuc 2:19). ¿Qué consuelo puede hallar Jehová en tal culto pervertido del pueblo que lleva su nombre?
6 Judá practica la idolatría en todas partes: bajo árboles grandes, en valles torrenciales, sobre las colinas y en sus ciudades. Pero Jehová lo ve todo y, mediante Isaías, denuncia la depravación del pueblo: “Sobre una montaña alta y elevada colocaste tu cama. Allí también subiste para ofrecer sacrificio. Y detrás de la puerta y de la jamba colocaste tu señal para memoria” (Isaías 57:7, 8a). Judá coloca su cama de inmundicia espiritual sobre los lugares altos y allí ofrece sacrificios a dioses extranjeros.a Hasta las casas particulares tienen ídolos detrás de las puertas y las jambas.
7. ¿Con qué actitud participa Judá en la adoración inmoral?
7 Tal vez nos preguntemos por qué se entrega Judá de tal forma a la adoración inmunda. ¿La ha obligado alguna fuerza superior a dejar a Jehová? La respuesta es no. Lo hace voluntariamente, y con vehemencia. Jehová dice: “Apartada de mí te descubriste y procediste a subir; hiciste espaciosa tu cama. Y para ti misma te pusiste a celebrar un pacto con ellos. Amaste una cama con ellos. Contemplaste el miembro viril” (Isaías 57:8b). Judá ha hecho un pacto con sus dioses falsos, y le encanta tener relaciones ilícitas con ellos. Se deleita, sobre todo, con las prácticas sexuales inmorales que caracterizan la adoración de estos dioses y entre las cuales es probable que figure el uso de símbolos fálicos.
8. ¿Con qué rey en particular floreció la idolatría en Judá?
8 La descripción del culto idolátrico de Judá como algo extremadamente inmoral y cruel encaja con lo que sabemos de varios reyes inicuos de esta nación. Manasés, por ejemplo, volvió a construir los lugares altos, levantó altares a Baal y colocó altares de religiones falsas en dos patios del templo. Hizo pasar a sus hijos por el fuego, practicó la magia y la adivinación, y fomentó el espiritismo. Además, puso en el templo de Jehová la imagen tallada del poste sagrado que había hecho.b Incitó a Judá a “hacer lo que era malo, más que las naciones que Jehová había aniquilado” (2 Reyes 21:2-9). Hay quien cree que Manasés mandó matar a Isaías, si bien el nombre de este rey no aparece en Isaías 1:1.
“Continuaste despachando lejos a tus enviados”
9. ¿Por qué despacha Judá “lejos” a sus enviados?
9 Las transgresiones de Judá no consisten únicamente en servir a dioses falsos. Jehová le dice a través de su portavoz, Isaías: “Procediste a descender hacia Mélec con aceite, y seguiste haciendo abundantes tus ungüentos. Y continuaste despachando lejos a tus enviados, de manera que bajaste los asuntos al Seol” (Isaías 57:9). El infiel reino de Judá acude a “Mélec” —“rey”, en hebreo; probablemente el de una potencia extranjera— y le ofrece regalos caros y atractivos, simbolizados por el aceite y los ungüentos perfumados. Judá envía emisarios a lugares lejanos. ¿Con qué motivo? Para convencer a las naciones gentiles de que formen alianzas políticas con ella. Como ha vuelto la espalda a Jehová, deposita su confianza en reyes extranjeros.
10. a) ¿Qué hace Acaz para que el rey de Asiria se alíe con él? b) ¿En qué sentido ‘baja Judá los asuntos al Seol’?
10 Un ejemplo de ello lo tenemos en los días de Acaz. Este infiel rey de Judá se siente amenazado por la alianza entre Israel y Siria, y envía mensajeros a Tiglat-piléser III de Asiria para que le comuniquen: “Soy tu siervo y tu hijo. Sube y sálvame de la palma de la mano del rey de Siria y de la palma de la mano del rey de Israel, que están levantándose contra mí”. Acaz le manda además plata y oro como soborno, y el rey de Asiria responde lanzando un ataque demoledor contra Siria (2 Reyes 16:7-9). Los tratos de Judá con las naciones gentiles la sumen en “la profundidad del Seol” (Reina-Valera, 1960). Tal relación la conducirá a su muerte, es decir, su fin como nación independiente gobernada por un monarca.
11. ¿Qué falso sentido de seguridad manifiesta Judá?
11 Jehová sigue diciendo a Judá: “En la multitud de tus caminos te has afanado. No has dicho: ‘¡No hay esperanza!’. Has hallado un reavivamiento de tu propio poder. Por eso no has enfermado” (Isaías 57:10). En efecto, la nación ha perseverado con afán en sus caminos apóstatas y no reconoce que no hay esperanza de que estos tengan éxito. Al contrario: se engaña pensando que todo le va bien con su propio poder. Se siente llena de energías y saludable. ¡Qué insensata!
12. ¿Qué características de la cristiandad son análogas a las de Judá?
12 Hoy día existe una colectividad cuya conducta recuerda a la de Judá en los tiempos de Isaías. Se trata de la cristiandad, que, pese a utilizar el nombre de Jesús, forma alianzas con las naciones y ha llenado de ídolos sus lugares de culto. Sus fieles incluso tienen imágenes idolátricas en sus casas particulares. Además, la cristiandad ha sacrificado a sus jóvenes en las guerras de las naciones. Al Dios verdadero, quien manda a los cristianos ‘huir de la idolatría’, debe parecerle muy ofensiva su conducta (1 Corintios 10:14). Al intervenir en la política, la cristiandad ha ‘cometido fornicación con los reyes de la tierra’ (Revelación [Apocalipsis] 17:1, 2). De hecho, presta mucho apoyo a las Naciones Unidas. ¿Qué le espera a esta ramera religiosa? Pues bien, ¿qué le dice Jehová a su prototipo, la infiel Judá, representada por su capital, Jerusalén?
‘Tu colección no te librará’
13. ¿En qué sentido se ha puesto a “mentir” Judá, y cómo reacciona ante la paciencia de Jehová?
13 “¿De quién te aterraste y a quién empezaste a temer, de manera que te pusiste a mentir?”, inquiere Jehová. Esa es una buena pregunta. Judá no demuestra tener ningún temor sano y piadoso de Dios. Si lo tuviera, no se habría convertido en una nación de mentirosos, de adoradores de dioses falsos. Jehová pasa a decirle: “Yo no fui aquel de quien te acordaste. No pusiste nada en tu corazón. ¿No estaba yo guardando silencio y escondiendo los asuntos? De modo que ni siquiera a mí me temías” (Isaías 57:11). Jehová se ha mantenido en silencio, no ha castigado enseguida a Judá. ¿Lo agradece esta? No; más bien, interpreta la paciencia de Dios como indiferencia. Le ha perdido el temor por completo.
14, 15. ¿Qué dice Jehová sobre las obras de Judá y su “colección de cosas”?
14 No obstante, la paciencia divina llegará a su fin. Refiriéndose a ese momento, Jehová declara: “Yo mismo anunciaré tu justicia y tus obras, que no te aprovecharán. Cuando clames por socorro, tu colección de cosas no te librará, sino que un viento se las llevará aun a todas ellas. Una exhalación se las llevará” (Isaías 57:12, 13a). Jehová desenmascarará la falsa justicia de Judá. Sus obras hipócritas no le serán de ningún provecho. Su “colección de cosas” —su gran cantidad de ídolos— no la librará. Cuando la azote la calamidad, un mero soplo de viento barrerá a los dioses en los que confía.
15 Las palabras de Jehová se cumplen en el año 607 a.E.C., cuando el rey babilonio Nabucodonosor destruye Jerusalén, quema el templo y se lleva cautivos a la mayoría de sus habitantes. “Así Judá se fue al destierro de sobre su suelo.” (2 Reyes 25:1-21.)
16. ¿Qué le espera a la cristiandad y al resto de “Babilonia la Grande”?
16 De igual modo, la gran colección de ídolos de la cristiandad no librará a esta en el día de la cólera de Jehová (Isaías 2:19-22; 2 Tesalonicenses 1:6-10). Será aniquilada junto con el resto de “Babilonia la Grande”, el conglomerado mundial de religiones falsas. La simbólica bestia salvaje de color escarlata y sus diez cuernos “harán que [Babilonia la Grande] quede devastada y desnuda, y se comerán sus carnes y la quemarán por completo con fuego” (Revelación 17:3, 16, 17). Cuánto nos alegramos de haber obedecido el mandato: “Sálganse de ella, pueblo mío, si no quieren participar con ella en sus pecados, y si no quieren recibir parte de sus plagas” (Revelación 18:4, 5). Que nunca regresemos a ella ni a sus caminos.
“El que se refugia en mí heredará la tierra”
17. ¿Qué promesa se hace al que “se refugia en [Jehová]”, y cuándo se cumple?
17 ¿Qué puede decirse de las siguientes palabras de la profecía de Isaías? “El que se refugia en mí heredará la tierra y tomará posesión de mi santa montaña.” (Isaías 57:13b.) ¿A quién se refiere Jehová? En este punto mira más allá del venidero cataclismo y predice la liberación de su pueblo cautivo en Babilonia y la restauración de la adoración pura en su santa montaña, Jerusalén (Isaías 66:20; Daniel 9:16). Sus palabras deben dar mucho ánimo a los judíos que se mantienen fieles. Jehová añade: “Uno ciertamente dirá: ‘¡Terraplenen, terraplenen! Despejen el camino. Quiten del camino de mi pueblo todo obstáculo’” (Isaías 57:14). Cuando Dios vaya a liberar a su pueblo, el camino estará listo; se habrán eliminado todos los obstáculos (2 Crónicas 36:22, 23).
18. ¿Qué posición excelsa ocupa Jehová y, sin embargo, cómo demuestra su interés amoroso?
18 Es en este momento cuando el profeta Isaías consigna las palabras citadas al principio de este capítulo: “Esto es lo que ha dicho el Alto y Excelso, que está residiendo para siempre y cuyo nombre es santo: ‘En la altura y en el lugar santo es donde resido, también con el aplastado y de espíritu humilde, para revivificar el espíritu de los de condición humilde y para revivificar el corazón de los que están siendo aplastados’” (Isaías 57:15). El trono de Jehová se halla en los más altos cielos. No existe posición más elevada ni excelsa. Es reconfortante saber que desde allí lo ve todo: no solo los pecados de los malvados, sino también las obras justas de los que se esfuerzan por servirle (Salmo 102:19; 103:6). También oye los lamentos de los oprimidos y revivifica el corazón de los aplastados. Estas expresiones deben haber conmovido a los judíos arrepentidos de la antigüedad, como también nos conmueven a nosotros.
19. ¿Cuándo cesa la indignación de Jehová?
19 Lo que Jehová añade a continuación resulta asimismo consolador: “No contenderé hasta tiempo indefinido, ni estaré indignado perpetuamente; porque a causa de mí el espíritu mismo se pondría endeble, hasta las criaturas que respiran, que yo mismo he hecho” (Isaías 57:16). Ninguna criatura de Jehová sobreviviría si Su indignación fuera perpetua. Felizmente, tiene una duración limitada; cuando se cumple su objetivo, cesa. Esta revelación inspirada nos ayuda a cultivar profundo agradecimiento por el amor de Jehová a su creación.
20. a) ¿Cómo reacciona Jehová ante el pecador impenitente? b) ¿En qué sentido consuela Jehová al arrepentido?
20 Las siguientes palabras de Jehová profundizan más en la cuestión. Primero dice: “Por lo erróneo de la ganancia injusta de él me indigné, y procedí a golpearlo, ocultando mi rostro, mientras estuve indignado. Pero él siguió andando como renegado en el camino de su corazón” (Isaías 57:17). No cabe duda de que los males cometidos por codicia provocan la cólera de Dios. Mientras la persona sea una renegada, Jehová estará indignado con ella. Pero ¿qué sucede si responde a la disciplina? Jehová muestra lo que su amor y compasión le impulsan a hacer entonces: “He visto sus caminos mismos; y empecé a sanarlo y a conducirlo y a hacer compensación con consuelo para él y para los suyos que estaban de duelo” (Isaías 57:18). Después de tomar medidas disciplinarias, Jehová cura al arrepentido y consuela tanto a él como a los que están de duelo con él. Por eso los judíos pudieron regresar a su tierra en el año 537 a.E.C. Aunque es cierto que Judá no volvió a ser nunca un reino independiente gobernado por un rey del linaje de David, se reconstruyó el templo y se restableció la adoración verdadera.
21. a) ¿Cómo revivificó Jehová el espíritu de los cristianos ungidos en 1919? b) ¿Qué cualidad hacemos bien en cultivar cada uno de nosotros?
21 “El Alto y Excelso”, Jehová, también se interesó por el bienestar del resto ungido en 1919. El espíritu arrepentido y humilde de aquellos cristianos llevó al gran Dios, Jehová, a tomar en cuenta bondadosamente su aflicción y liberarlos del cautiverio babilónico. Eliminó todos los escollos y los condujo a la libertad para que pudieran rendirle adoración pura. Así pues, las palabras de Jehová mediante Isaías se cumplieron de nuevo entonces. Por otra parte, tras esas palabras subyacen principios eternos que son aplicables a cada uno de nosotros. Dios solo acepta la adoración de los humildes. De modo que si un siervo suyo peca, debe reconocer rápidamente su error, aceptar la censura y corregir su camino. Nunca olvidemos que Jehová cura y consuela a los humildes, pero “se opone a los altivos” (Santiago 4:6).
‘Paz para los que están lejos y los que están cerca’
22. ¿Qué futuro predice Jehová para a) los que se arrepienten? b) los inicuos?
22 Jehová contrasta ahora el futuro de los que se arrepienten con el de los que persisten en sus caminos perversos: “Estoy creando el fruto de los labios. Paz continua habrá para el que está lejos y para el que está cerca [...], y ciertamente lo sanaré. Pero los inicuos son como el mar que está siendo agitado, cuando no puede calmarse, cuyas aguas siguen arrojando alga marina y fango. No hay paz [...] para los inicuos” (Isaías 57:19-21).
23. ¿Qué es el fruto de los labios, y por qué puede decirse que Jehová lo crea?
23 El fruto de los labios es el sacrificio de alabanza que se ofrece a Dios: la declaración pública de su nombre (Hebreos 13:15). ¿Cómo crea Jehová dicha declaración pública? Para ofrecer un sacrificio de alabanza, primero hay que aprender acerca de Dios y a continuación tener fe en él. La fe, un fruto del espíritu de Dios, impulsa a la persona a hablar sobre lo que ha aprendido; en otras palabras, a hacer declaración pública (Romanos 10:13-15; Gálatas 5:22). También debe recordarse que Jehová es, en definitiva, quien comisiona a sus siervos para que lo alaben; además, es quien los libera, haciendo así posible que ofrezcan tales sacrificios de alabanza (1 Pedro 2:9). Por consiguiente, puede decirse con propiedad que Jehová crea este fruto de los labios.
24. a) ¿Quiénes experimentan la paz de Dios, y con qué resultado? b) ¿Quiénes no disfrutan de paz, y con qué consecuencias?
24 Seguro que el regreso de los judíos a su tierra hace que ofrezcan un emocionante fruto de los labios cantando alabanzas a Jehová. Sea que estén “lejos” —distanciados de Judá, esperando aún su retorno— o “cerca” —ya en su país—, deben sentirse felices de experimentar la paz de Dios. ¡Qué diferente es el caso de los inicuos, los que no responden a la disciplina de Jehová! Sin importar quiénes sean o dónde vivan, no disfrutan de ninguna paz en absoluto. Agitados como un mar embravecido, producen, no el fruto de los labios, sino “alga marina y fango”, es decir, toda suerte de inmundicia.
25. ¿Cómo llegan a experimentar paz muchas personas del mundo entero?
25 Hoy en día, los adoradores de Jehová del mundo entero declaran las buenas nuevas del Reino de Dios. En más de doscientos treinta países ofrecen el fruto de sus labios, alabando al único Dios verdadero. Las alabanzas que cantan se oyen hasta “la extremidad de la tierra” (Isaías 42:10-12). Los que escuchan su mensaje y responden a él abrazan la verdad de la Palabra de Dios, la Biblia. Al servir al “Dios que da paz”, llegan a experimentar dicho estado de ánimo (Romanos 16:20).
26. a) ¿Qué les espera a los inicuos? b) ¿Qué grandiosa promesa hace Jehová a los mansos, y a qué debemos estar resueltos?
26 Dentro de poco se impedirá que los inicuos, quienes no prestan atención al mensaje del Reino, sigan perturbando la paz de los justos. “Solo un poco más de tiempo, y el inicuo ya no será”, promete Jehová. Los que se refugian en Él recibirán la maravillosa bendición de heredar la tierra. “Los mansos mismos poseerán la tierra, y verdaderamente hallarán su deleite exquisito en la abundancia de paz.” (Salmo 37:10, 11, 29.) Nuestro planeta se convertirá en un lugar precioso donde vivir. Que todos nosotros nos resolvamos a no perder jamás la paz de Dios, para que podamos cantarle alabanzas por toda la eternidad.
[Notas]
a El término cama se refiere probablemente al altar o al lugar donde practicaban la adoración pagana. Al llamarlo de este modo se nos recuerda que tal culto constituye prostitución espiritual.
b Se cree que los postes sagrados representaban el elemento femenino y que las columnas sagradas eran símbolos fálicos. Los habitantes infieles de Judá utilizaban ambos objetos idolátricos (2 Reyes 18:4; 23:14).
[Ilustración de la página 263]
Judá participa en la adoración inmoral debajo de todo árbol frondoso
[Ilustración de la página 267]
Judá construye altares en toda la tierra
[Ilustración de la página 275]
“Estoy creando el fruto de los labios”
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Denuncia de la hipocresíaLas profecías de Isaías, una luz para toda la humanidad II
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Capítulo 19
Denuncia de la hipocresía
1. ¿Qué piensan Jesús y Jehová de la hipocresía, y qué forma adopta esta en los tiempos de Isaías?
“POR fuera realmente parecen justos a los hombres —dijo Jesús a los guías religiosos de su día—, pero por dentro están llenos de hipocresía y de desafuero.” (Mateo 23:28.) La condena que hizo Jesús de la hipocresía refleja el punto de vista de su Padre celestial. El capítulo 58 del libro profético de Isaías centra la atención en la hipocresía que reina en Judá. Las luchas, la opresión y la violencia están a la orden del día, y la observancia del sábado ha degenerado hasta convertirse en un rito sin sentido. El pueblo rinde un mero servicio de muestra a Jehová y hace un despliegue ostentoso de piedad al ayunar de modo formalista. No extraña que Jehová los denuncie por su manera de ser.
‘Anuncia al pueblo sus pecados’
2. ¿Qué espíritu demuestra Isaías al declarar el mensaje de Jehová, y quiénes se parecen a él hoy día?
2 Aunque Jehová está indignado con la conducta de Judá, Sus palabras incluyen un llamamiento sincero a la nación para que se arrepienta. Con todo, Jehová quiere que su censura se oiga con claridad, por lo que le manda a Isaías: “Clama a voz en cuello; no te retengas. Levanta tu voz justamente como un cuerno, y anuncia a mi pueblo su sublevación, y a la casa de Jacob sus pecados” (Isaías 58:1). Si Isaías proclama enérgicamente el mensaje divino, puede atraerse el odio del pueblo; pero eso no lo acobarda. Sigue teniendo el mismo espíritu dispuesto que demostró cuando dijo: “¡Aquí estoy yo! Envíame a mí” (Isaías 6:8). Sin duda constituye un buen ejemplo de aguante para los testigos de Jehová de la actualidad, a quienes también se ha encomendado predicar la Palabra de Dios y denunciar la hipocresía religiosa (Salmo 118:6; 2 Timoteo 4:1-5).
3, 4. a) ¿Qué fachada presentan los contemporáneos de Isaías? b) ¿Cuál es la situación real de Judá?
3 La gente de la época de Isaías busca, en apariencia, a Dios y dice deleitarse en Sus justos juicios. Jehová indica: “Día tras día era a mí a quien seguían buscando, y era en el conocimiento de mis caminos en lo que expresaban deleite, como una nación que ejecutara la justicia misma y que no hubiera dejado el mismísimo derecho de su Dios, puesto que seguían pidiéndome juicios justos, acercándose a Dios en quien se deleitaban” (Isaías 58:2). ¿Es genuino el deleite que afirman encontrar en los caminos de Jehová? No. Son “como una nación que [ejecuta] la justicia misma”, pero la semejanza es solo superficial. La realidad es que Judá ha “dejado el mismísimo derecho de su Dios”.
4 La situación es muy similar a la que Jehová reveló más tarde a Ezequiel. Según le indicó al profeta, los judíos se decían unos a otros: “Vengan, por favor, y oigan lo que es la palabra que sale de Jehová”. Pero Dios le avisó a Ezequiel que no eran sinceros: “Vendrán a ti [...]; y ciertamente oirán tus palabras, pero no las pondrán por obra, porque con la boca están expresando deseos lujuriosos y tras de su ganancia injusta es a donde va su corazón. Y, ¡mira!, tú eres para ellos como una canción de amores sensuales, como uno con bella voz y que toca bien un instrumento de cuerdas. Y ciertamente oirán tus palabras, pero no hay ninguno que las ponga por obra” (Ezequiel 33:30-32). Los contemporáneos de Isaías también aseguran que buscan a Jehová de continuo, pero en realidad no le obedecen.
Ayuno hipócrita
5. ¿Cómo intentan ganarse el favor de Jehová los judíos, y qué respuesta reciben de él?
5 En su afán de obtener el favor divino, los judíos ayunan de manera formalista, pero su piedad fingida solo los aleja de Jehová. Con aparente perplejidad se preguntan: “¿Por qué razón ayunamos y tú no viste, y nos afligimos el alma y tú no notabas?”. Jehová les responde con franqueza: “En realidad, ustedes hallaban deleite en el mismísimo día de su ayuno, cuando allí estaban todos sus trabajadores a quienes ustedes obligaban a trabajar. En realidad, para riña y para lucha ustedes ayunaban, y para golpear con el puño de la iniquidad. ¿No siguieron ayunando como en el día de hacer oír su voz en la altura? ¿Debe el ayuno que yo escoja llegar a ser como este, como día en que el hombre terrestre se aflija el alma? ¿Para inclinar su cabeza justamente como un junco, y para que extienda mera tela de saco y cenizas como su lecho? ¿Es esto lo que tú llamas un ayuno y un día acepto a Jehová?” (Isaías 58:3-5).
6. ¿Qué obras de los judíos revelan que su ayuno es hipócrita?
6 Los judíos ayunan, fingen ser virtuosos e incluso piden los juicios justos de Jehová, pero al mismo tiempo buscan placeres egoístas y se dedican a sus negocios. Tienen riñas, oprimen al prójimo y son violentos. A fin de aparentar arrepentimiento de los pecados y así encubrir su conducta, realizan demostraciones ostentosas de duelo —inclinando la cabeza como juncos y sentándose sobre tela de saco y ceniza—. ¿De qué valor es todo eso si siguen rebelándose? No manifiestan el pesar y el arrepentimiento piadosos que acompañan al ayuno genuino. Sus gemidos, aunque ruidosos, no se escuchan en el cielo.
7. ¿Cómo demostraron ser unos hipócritas los judíos de los días de Jesús, y cómo hacen lo mismo muchas personas de la actualidad?
7 Los judíos de los días de Jesús también hicieron alarde de su ayuno ceremonial, ayuno que algunos guardaban hasta dos veces a la semana (Mateo 6:16-18; Lucas 18:11, 12). Muchos líderes religiosos imitaron, además, a la generación de Isaías siendo duros y dominantes. De ahí que Jesús denunciara con valor a aquellos hipócritas y les dijera que la adoración que rendían era inútil (Mateo 15:7-9). En la actualidad hay asimismo millones de personas que “declaran públicamente que conocen a Dios, pero por sus obras lo repudian, porque son detestables y desobedientes y no aprobad[a]s para obra buena de clase alguna” (Tito 1:16). Aunque tengan esperanzas de recibir la misericordia divina, su conducta revela su falta de sinceridad. Los testigos de Jehová, en cambio, manifiestan devoción piadosa y amor fraternal auténticos (Juan 13:35).
El arrepentimiento genuino
8, 9. ¿Qué obras deben acompañar al arrepentimiento sincero?
8 Jehová no se conforma con que las personas ayunen por sus pecados; quiere que se arrepientan. Solo así pueden ganarse su favor (Ezequiel 18:23, 32). Él explica que el ayuno no tiene valor a menos que el individuo corrija al mismo tiempo los pecados cometidos. Jehová formula unas preguntas que invitan a la reflexión: “¿No es este el ayuno que yo escojo? ¿El desatar los grilletes de la iniquidad, soltar las ataduras de la vara que sirve de yugo, y despachar libres a los aplastados, y que ustedes rompan en dos toda vara que sirve de yugo?” (Isaías 58:6).
9 Los grilletes y el yugo son símbolos de esclavitud cruel. Así que, en vez de ayunar y al mismo tiempo oprimir a sus hermanos, los judíos deberían obedecer el mandato: “Tienes que amar a tu prójimo como a ti mismo” (Levítico 19:18). Deberían liberar a todos los que han oprimido y esclavizado injustamente.a Las prácticas religiosas con las que pretenden llamar la atención, como el ayuno, no sustituyen a la verdadera devoción piadosa ni a las obras que manifiestan amor fraternal. Un contemporáneo de Isaías, el profeta Miqueas, escribe: “¿Y qué es lo que Jehová está pidiendo de vuelta de ti sino ejercer justicia y amar la bondad y ser modesto al andar con tu Dios?” (Miqueas 6:8).
10, 11. a) ¿Qué deberían hacer los judíos, en lugar de ayunar? b) ¿Cómo aplican hoy los cristianos el consejo de Jehová a los judíos?
10 Para actuar con justicia, bondad y modestia, los judíos deben hacer el bien a los demás, lo cual constituye la esencia de la Ley de Jehová (Mateo 7:12). En lugar de ayunar, sería mucho mejor que compartieran sus bienes con los necesitados. Jehová pregunta: “¿No es el [ayuno que yo escojo] repartir tu pan al hambriento, e introducir en tu casa a los afligidos, que no tienen hogar? ¿Que, en caso de que veas a alguien desnudo, de veras lo cubras, y que no te escondas de tu propia carne?” (Isaías 58:7). En efecto, más bien que ayunar con ostentación, los que disponen de medios deben ofrecer alimento, ropa y hospedaje a sus compatriotas que sufren necesidades, su propia carne.
11 Los hermosos principios de amor fraternal y compasión que expresa aquí Jehová son aplicables no solo a los judíos de los tiempos de Isaías, sino también a los cristianos. Por eso el apóstol Pablo escribió: “Realmente, pues, mientras tengamos tiempo favorable para ello, obremos lo que es bueno para con todos, pero especialmente para con los que están relacionados con nosotros en la fe” (Gálatas 6:10). En la congregación cristiana debe reinar el amor y cariño fraternal, sobre todo en vista de que nuestros tiempos son cada vez más críticos (2 Timoteo 3:1; Santiago 1:27).
La obediencia reporta muchas bendiciones
12. ¿Qué hará Jehová si su pueblo le obedece?
12 Jehová indica a su pueblo lo que sucedería si prestaran atención a su amorosa censura: “En tal caso rompería tu luz justamente como el alba; y velozmente brotaría el recobro para ti. Y delante de ti tu justicia ciertamente andaría; la mismísima gloria de Jehová sería tu retaguardia. En tal caso llamarías, y Jehová mismo respondería; clamarías por ayuda, y él diría: ‘¡Aquí estoy!’” (Isaías 58:8, 9a). ¡Qué palabras más afectuosas y atrayentes! Jehová bendice y protege a los que se deleitan en la bondad amorosa y la justicia. Si el pueblo se arrepiente de su crueldad e hipocresía y le obedece, tendrá un brillante porvenir. Jehová concederá un “recobro” a la nación tanto en sentido espiritual como físico. También la protegerá, como hizo con sus antepasados cuando salieron de Egipto, y responderá de inmediato a sus llamadas de auxilio (Éxodo 14:19, 20, 31).
13. ¿Qué bendiciones aguardan a los judíos si responden a la exhortación de Jehová?
13 Jehová reanuda ahora su exhortación anterior diciendo: “Si quitas de en medio de ti la vara que sirve de yugo [la esclavitud injusta y opresiva], el extender el dedo [tal vez para indicar desprecio o acusar falsamente] y el hablar lo que es perjudicial; y otorgas al hambriento el deseo de tu propia alma, y satisfaces el alma que está siendo afligida, también tu luz ciertamente fulgurará hasta en la oscuridad, y tus tinieblas serán como el mediodía” (Isaías 58:9b, 10). Obrar con egoísmo y crueldad es contraproducente y provoca la ira de Jehová. En cambio, la bondad y la generosidad, sobre todo para con los hambrientos y los afligidos, reportan muchas bendiciones de Su parte. Si los judíos tomaran en serio estas verdades, su radiante prosperidad espiritual los haría resplandecer como el sol del mediodía, disipando toda perspectiva tenebrosa. Más importante aún, darían honra y alabanza a Jehová, la Fuente de su gloria y bendiciones (1 Reyes 8:41-43).
El restablecimiento de la nación
14. a) ¿Cómo reaccionan los contemporáneos de Isaías ante el mensaje del profeta? b) ¿Qué sigue ofreciendo Jehová?
14 Lamentablemente, la nación no escucha a Jehová e incluso se hunde más en la maldad. A la larga, Dios se ve obligado a enviarlos al exilio, tal como les advirtió (Deuteronomio 28:15, 36, 37, 64, 65). Aun así, las palabras que les dirige a continuación mediante Isaías siguen ofreciendo esperanza. Jehová predice que un resto arrepentido que ha respondido a la disciplina regresará con gozo a la tierra de Judá, a pesar de que esta se encuentra devastada.
15. ¿Qué restablecimiento alegre predice Jehová?
15 Jehová dice a través de Isaías, aludiendo al futuro restablecimiento de su pueblo en 537 a.E.C.: “Jehová no podrá menos que guiarte constantemente y satisfacer tu alma aun en una tierra abrasada, y vigorizará tus mismísimos huesos; y tendrás que llegar a ser como un jardín bien regado, y como la fuente de agua [“manantial”, Biblia de Jerusalén], cuyas aguas no mienten [“nunca faltan”, BJ]” (Isaías 58:11). Jehová hará que la tierra abrasada de Israel vuelva a producir cosechas abundantes. Mejor aún, bendecirá a su pueblo arrepentido, fortaleciéndole sus “mismísimos huesos” de modo que pase de un estado inerte en sentido espiritual a uno lleno de vitalidad (Ezequiel 37:1-14). Los judíos se asemejarán a “un jardín bien regado” rebosante de fruto espiritual.
16. ¿Cómo se restablecerá el país?
16 El restablecimiento incluirá la reconstrucción de ciudades destruidas por los invasores babilonios en 607 a.E.C. “A tu instancia los hombres ciertamente edificarán los lugares por largo tiempo devastados; levantarás aun los fundamentos de generaciones continuas. Y realmente serás llamado el reparador de la brecha, el restaurador de veredas junto a las cuales morar.” (Isaías 58:12.) Las expresiones paralelas “los lugares por largo tiempo devastados” y “los fundamentos de generaciones continuas” (es decir, los fundamentos que han estado en ruinas por generaciones), demuestran que el resto repatriado edificará de nuevo las ciudades asoladas de Judá, en especial Jerusalén (Nehemías 2:5; 12:27; Isaías 44:28). Reparará “la brecha”, término empleado con valor de plural para referirse a todas las brechas de los muros de Jerusalén y sin duda de otras ciudades (Jeremías 31:38-40; Amós 9:14).
Bendiciones por guardar fielmente el sábado
17. ¿Cómo exhorta Jehová a su pueblo a obedecer las leyes sabáticas?
17 El sábado era una expresión del gran interés de Dios en el bienestar físico y espiritual de su pueblo. Jesús dijo: “El sábado vino a existir por causa del hombre” (Marcos 2:27). Este día santificado por Jehová ofrecía a los israelitas una oportunidad singular de demostrar su amor a Él. Tristemente, en los tiempos de Isaías no es más que un día para observar ritos vacíos y satisfacer deseos egoístas, de modo que Jehová se ve obligado a censurar de nuevo a su pueblo. Y también esta vez intenta llegar a su corazón. Dice: “Si en vista del sábado vuelves atrás tu pie respecto a hacer tus propios deleites en mi día santo, y realmente llamas el sábado un deleite exquisito, un día santo de Jehová, uno que está siendo glorificado, y realmente lo glorificas en vez de hacer según tus propios caminos, en vez de hallar lo que a ti te deleita y hablar una palabra; en tal caso hallarás tu exquisito deleite en Jehová, y yo ciertamente te haré cabalgar sobre los lugares altos de la tierra; y ciertamente te haré comer de la posesión hereditaria de Jacob tu antepasado, porque la misma boca de Jehová lo ha hablado” (Isaías 58:13, 14).
18. ¿Qué resultado tendrá la profanación del sábado que hace Judá?
18 El sábado es un día de contemplación espiritual, oración y culto en familia. Debería estimular a los judíos a reflexionar en las maravillosas obras que Jehová ha realizado a su favor, y en la justicia y el amor que se manifiestan en su Ley. Así pues, la observancia fiel de este día santo debería acercarlos más a su Dios; pero, en vez de eso, profanan el sábado y, por tanto, corren el riesgo de que Jehová les retire su bendición (Levítico 26:34; 2 Crónicas 36:21).
19. ¿Qué bendiciones le esperan al pueblo de Dios si empieza a guardar el sábado?
19 Ahora bien, si los judíos aprenden de la disciplina y empiezan a guardar el sábado, les esperan muchas bendiciones. Los buenos efectos de practicar la adoración verdadera y respetar el sábado se extenderán a todo aspecto de su vida (Deuteronomio 28:1-13; Salmo 19:7-11). Por ejemplo, Jehová hará que su pueblo “cabalg[ue] sobre los lugares altos de la tierra”, expresión que denota seguridad y victoria sobre los enemigos. Quien controla los lugares altos —las colinas y montañas— controla el territorio (Deuteronomio 32:13; 33:29). Hubo un tiempo en el que Israel obedecía a Jehová y disfrutaba de su protección, por lo que otras naciones lo respetaban e incluso lo temían (Josué 2:9-11; 1 Reyes 4:20, 21). Si el pueblo acude nuevamente a él con actitud obediente, recuperará parte de aquella gloria. Jehová le concederá toda “la posesión hereditaria de Jacob”: las bendiciones prometidas mediante el pacto celebrado con sus antepasados, en especial la de poseer la Tierra Prometida (Salmo 105:8-11).
20. ¿Qué “descanso sabático” guardan los cristianos?
20 ¿Qué aprenden de esto los cristianos? Tras la muerte de Cristo quedó abolida la Ley mosaica, que incluía la observancia del sábado (Colosenses 2:16, 17). No obstante, el espíritu que dicha observancia debería haber infundido en Judá —el de dar prioridad a los intereses espirituales y acercarse a Jehová— continúa siendo fundamental para Sus adoradores (Mateo 6:33; Santiago 4:8). Por otra parte, Pablo dice en su carta a los Hebreos que “queda un descanso sabático para el pueblo de Dios”. Los cristianos entran en ese “descanso sabático” obedeciendo a Jehová y procurando obtener una condición de justos ante él basada en la fe en la sangre derramada de Jesús (Hebreos 3:12, 18, 19; 4:6, 9-11, 14-16). Ellos guardan este tipo de sábado no una vez a la semana, sino todos los días (Colosenses 3:23, 24).
El Israel espiritual ‘cabalga sobre los lugares altos de la tierra’
21, 22. ¿En qué sentido ha hecho Jehová “cabalgar sobre los lugares altos de la tierra” al Israel de Dios?
21 Desde su liberación del cautiverio babilónico en 1919, los cristianos ungidos han cumplido fielmente lo que fue prefigurado por el sábado. Como consecuencia, Jehová los ha hecho “cabalgar sobre los lugares altos de la tierra”. ¿En qué sentido? En el año 1513 a.E.C., Jehová hizo con los descendientes de Abrahán un pacto en virtud del cual llegarían a ser un reino de sacerdotes y una nación santa si le eran obedientes (Éxodo 19:5, 6). Durante los cuarenta años que pasaron en el desierto, Jehová los guió de forma segura, como un águila que lleva sobre sí a sus polluelos, y los bendijo con abundantes provisiones (Deuteronomio 32:10-12). Sin embargo, la nación no manifestó fe y finalmente perdió todos los privilegios que estaban a su alcance. Pese a ello, Jehová tiene un reino de sacerdotes hoy día: el Israel espiritual de Dios (Gálatas 6:16; 1 Pedro 2:9).
22 Esta nación espiritual ha hecho en “el tiempo del fin” lo que no hizo el antiguo Israel: ha sido fiel a Dios (Daniel 8:17). Como sus miembros siguen con rigor los elevados caminos y normas de Jehová, él los alza en sentido espiritual (Proverbios 4:4, 5, 8; Revelación [Apocalipsis] 11:12). Amparados así de la inmundicia que los cerca, gozan de un estilo de vida elevado y, en vez de obstinarse en seguir sus propias sendas, “[se deleitan] exquisitamente en Jehová” y su Palabra (Salmo 37:4). Dios ha protegido su espiritualidad frente a la intensa oposición mundial. Desde 1919, nadie ha invadido su “tierra” espiritual (Isaías 66:8). Siguen siendo un pueblo para Su excelso nombre, el cual declaran con gozo por doquier (Deuteronomio 32:3; Hechos 15:14). Un número creciente de personas mansas de toda nación también tienen el gran privilegio de que se les enseñen los caminos de Jehová y se les ayude a andar en ellos.
23. ¿En qué sentido ha hecho Jehová que sus siervos ungidos “com[an] de la posesión hereditaria de Jacob”?
23 Jehová ha hecho que sus siervos ungidos “com[an] de la posesión hereditaria de Jacob”. Cuando el patriarca Isaac bendijo a Jacob en lugar de a Esaú, predijo bendiciones para todos los que tuvieran fe en la Descendencia prometida de Abrahán (Génesis 27:27-29; Gálatas 3:16, 17). Al igual que Jacob —y a diferencia de Esaú—, los cristianos ungidos y sus compañeros ‘aprecian las cosas sagradas’, sobre todo el abundante alimento espiritual que Dios suministra (Hebreos 12:16, 17; Mateo 4:4). Dicho alimento —que incluye el conocimiento de lo que Jehová está logrando mediante la Descendencia prometida y quienes están estrechamente vinculados a ella— fortalece y sustenta la espiritualidad de los cristianos, por lo que es vital que lo ingieran de forma constante leyendo la Palabra de Dios y meditando en ella (Salmo 1:1-3). También es esencial que se relacionen con sus hermanos en las reuniones cristianas y que mantengan las altas normas de la adoración pura, a la vez que proporcionan con gozo ese alimento a otros.
24. ¿Qué proceder siguen hoy en día los verdaderos cristianos?
24 Es de esperar que los cristianos verdaderos sigan repudiando todo tipo de hipocresía mientras aguardan con ansia la realización de las promesas de Dios. Nutridos con “la posesión hereditaria de Jacob”, que continúen gozando de seguridad espiritual en “los lugares altos de la tierra”.
[Nota]
a Jehová dispuso que los judíos que se endeudaran pudieran venderse como esclavos —básicamente trabajadores asalariados— para saldar su deuda (Levítico 25:39-43). No obstante, la Ley exigía que se tratara bien a los esclavos. Si alguno recibía un trato brutal, debía ser puesto en libertad (Éxodo 21:2, 3, 26, 27; Deuteronomio 15:12-15).
[Ilustración de la página 278]
Los judíos ayunaban e inclinaban la cabeza para aparentar arrepentimiento, pero no cambiaban de proceder
[Ilustración de la página 283]
Los que disponen de medios ofrecen hospedaje, ropa o comida a los necesitados
[Ilustración de la página 286]
Si Judá se arrepiente, reconstruirá sus ciudades devastadas
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“La mano de Jehová no se ha acortado”Las profecías de Isaías, una luz para toda la humanidad II
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Capítulo 20
“La mano de Jehová no se ha acortado”
1. ¿En qué situación se encuentra Judá, y qué se preguntan muchos?
EL PUEBLO de Judá dice tener un pacto con Jehová, pero aun así surgen problemas por doquier. Escasea la justicia; prolifera el delito y la opresión, y las esperanzas de alivio se ven frustradas. En efecto, algo anda muy mal. Muchos contemporáneos de Isaías se preguntan si Jehová remediará algún día la situación. No obstante, la crónica que el profeta hace de su época no es simple historia antigua, pues encierra una advertencia para todo el que, afirmando adorar a Dios, desobedezca Sus leyes. Además, en el capítulo 59 de Isaías hallamos una profecía inspirada que alienta a cuantos se afanan por servir a Jehová pese a vivir en tiempos difíciles y peligrosos.
Alejada del Dios verdadero
2, 3. ¿Por qué no tiene Judá la protección divina?
2 El pueblo del pacto divino ha caído nada menos que en la apostasía. Al volverle la espalda a su Hacedor se han alejado de su mano protectora, y ahora la angustia los acosa. ¿Echarán a Jehová la culpa de sus dificultades? Isaías les dice: “¡Miren! La mano de Jehová no se ha acortado demasiado, de modo que no pueda salvar, ni se ha hecho su oído demasiado pesado, de modo que no pueda oír. No, sino que los mismos errores de ustedes han llegado a ser las cosas que causan división entre ustedes y su Dios, y los propios pecados de ustedes han hecho que sea ocultado de ustedes el rostro de él para no oír” (Isaías 59:1, 2).
3 Palabras francas, pero verdaderas. Jehová sigue siendo el Dios de la salvación. Es el “Oidor de la oración”, y como tal, escucha las súplicas de sus siervos fieles (Salmo 65:2). Sin embargo, no bendice a pecadores. El culpable de haberse distanciado de Jehová es el pueblo, y su propia maldad lleva a Dios a ocultar su rostro de ellos.
4. ¿De qué se acusa a Judá?
4 De hecho, el historial de Judá es espantoso. La profecía de Isaías enumera varias acusaciones que pesan sobre la nación: “Las propias palmas de las manos de ustedes se han contaminado con sangre, y sus dedos con error. Sus propios labios han hablado falsedad. Su propia lengua siguió hablando entre dientes pura injusticia” (Isaías 59:3). Abundan la mentira y los comentarios injustos. La alusión a las “palmas [...] [que] se han contaminado con sangre” indica que hay quienes han llegado hasta el extremo de convertirse en homicidas y, por tanto, en una deshonra para Dios, cuya Ley no solo prohíbe asesinar, sino también ‘odiar a un hermano en el corazón’ (Levítico 19:17). El desenfreno de los habitantes de Judá y sus inevitables consecuencias deberían recordarnos que tenemos que reprimir los sentimientos e ideas impropios. De otro modo podríamos acabar cometiendo actos malvados que nos alejarían de Dios (Romanos 12:9; Gálatas 5:15; Santiago 1:14, 15).
5. ¿Hasta qué punto ha llegado la corrupción de Judá?
5 La profecía muestra que el pecado infecta a toda la nación: “No hay nadie que clame en justicia, y absolutamente nadie ha ido al tribunal en fidelidad. Ha habido un confiar en irrealidad, y un hablar de inutilidad. Ha habido un concebir lo gravoso, y un dar a luz lo que es perjudicial” (Isaías 59:4). Nadie habla lo que es justo, e incluso en los tribunales es raro encontrar a alguien fidedigno o leal. Judá le ha dado la espalda a Jehová y ha confiado en alianzas con otras naciones y hasta en ídolos sin vida, en cosas que son una “irrealidad”, totalmente inútiles (Isaías 40:17, 23; 41:29). La palabrería que suscitan no vale nada, y los planes que se forjan solo acarrean problemas y perjuicio.
6. ¿Por qué puede decirse que el historial de la cristiandad se asemeja al de Judá?
6 La injusticia y la violencia de Judá encuentran un sorprendente paralelo en la cristiandad (véase el recuadro “La Jerusalén apóstata: paralelo de la cristiandad”, en la pág. 294). Países “cristianos” han intervenido en dos atroces guerras mundiales, y hasta este mismo día, la religión que practican ha sido incapaz de poner coto a la limpieza étnica y las matanzas intertribales que perpetran sus adeptos (2 Timoteo 3:5). Jesús enseñó a sus discípulos a confiar en el Reino de Dios, pero las naciones de la cristiandad se amparan en arsenales militares y pactos políticos (Mateo 6:10). De hecho, algunas son las mayores productoras mundiales de armamento. Al basar sus expectativas de un futuro seguro en iniciativas e instituciones humanas, la cristiandad también confía en una “irrealidad”.
Una cosecha amarga
7. ¿Por qué son siempre dañinas las intrigas de Judá?
7 La idolatría y la falta de honradez no pueden originar una sociedad próspera, y hacen que los judíos infieles cosechen los problemas que ellos mismos han sembrado: “Los huevos de una culebra venenosa son lo que ellos han empollado, y siguieron tejiendo la mera tela de una araña. Cualquiera que comía algunos de sus huevos moría, y el huevo que era aplastado producía una víbora” (Isaías 59:5). Desde que se conciben hasta que se llevan a cabo, las intrigas de Judá no dan ningún fruto que valga la pena. Sus ideas erróneas solo los perjudican, como los huevos de una serpiente venenosa, de los que solo nacen más serpientes venenosas. Y mientras tanto, la nación sufre.
8. ¿Qué revela el modo de pensar erróneo de Judá?
8 Algunos habitantes de Judá quizá recurran a la violencia para protegerse, pero de nada les servirá. Tal como la telaraña no sustituye al buen tejido a la hora de resguardarse de los elementos, tampoco la fuerza física es sustituto de la confianza en Jehová y las obras de justicia. Isaías lo expresa así: “Su mera telaraña no servirá de prenda de vestir, ni se cubrirán con sus obras. Sus obras son obras perjudiciales, y la actividad de la violencia está en las palmas de sus manos. Sus propios pies siguen corriendo a simple maldad, y tienen prisa para derramar sangre inocente. Sus pensamientos son pensamientos perjudiciales; despojo violento y quebranto se hallan en sus calzadas” (Isaías 59:6, 7). Judá se equivoca al pensar que resolverá sus problemas por la fuerza, y con ello revela su impiedad, pues poco le importa que muchas de sus víctimas sean inocentes ni que entre ellas haya siervos verdaderos de Dios.
9. ¿Por qué no alcanzarán la paz verdadera los dirigentes de la cristiandad?
9 Estas palabras inspiradas evocan el sangriento historial de la cristiandad, a la cual, sin duda, Jehová le pedirá cuentas por su trágica distorsión del cristianismo. Como los judíos de tiempos de Isaías, ha seguido un proceder de perversión, pues es el único que consideran práctico sus dirigentes, quienes con manifiesta hipocresía hablan de paz mientras cometen injusticias. Puesto que no abandonan esa táctica, nunca alcanzarán la paz verdadera, como pasa a decir la profecía: “El camino de la paz han pasado por alto, y no hay derecho en sus senderos trillados. Sus veredas ellos han torcido para sí. Nadie en absoluto que pise en ellas realmente conocerá la paz” (Isaías 59:8).
Vagan en oscuridad espiritual
10. ¿Qué confiesa Isaías en nombre de Judá?
10 Jehová no puede bendecir las tortuosas y destructivas sendas de Judá (Salmo 11:5). Por consiguiente, Isaías habla en nombre de toda la nación y confiesa la culpa del pueblo: “El derecho ha llegado a estar lejos de nosotros, y la justicia no nos alcanza. Seguimos esperando que haya luz, pero, ¡miren!, oscuridad; resplandor, pero en tinieblas continuas seguimos andando. Seguimos palpando el muro justamente como ciegos, y como los que no tienen ojos seguimos palpando. Hemos tropezado en pleno mediodía tal como en la oscuridad del atardecer; entre los fornidos somos justamente como muertos. Seguimos gimiendo, todos nosotros, justamente como osos; y como palomas seguimos zureando tristemente” (Isaías 59:9-11a). Los judíos no han utilizado la Palabra de Dios como lámpara para su pie y luz para su vereda (Salmo 119:105). Debido a ello, la oscuridad parece invadirlo todo: en pleno mediodía andan a tientas, como si fuera de noche. Es como si estuvieran muertos. En su anhelo de encontrar alivio aúllan como osos hambrientos o heridos, y algunos gimen lastimeramente cual palomas solitarias.
11. ¿Por qué son vanas las esperanzas de justicia y salvación que abriga Judá?
11 Muy al tanto de que las dificultades de Judá se deben a la rebelión de esta contra Dios, Isaías dice: “Seguimos esperando que hubiera derecho, pero no lo hubo; salvación, pero se ha mantenido lejos de nosotros. Pues nuestras sublevaciones han llegado a ser muchas enfrente de ti; y en cuanto a nuestros pecados, cada uno ha testificado contra nosotros. Porque nuestras sublevaciones están con nosotros; y en cuanto a nuestros errores, los conocemos bien. Ha habido transgresión y negación de Jehová; y hubo un movernos hacia atrás de estar con nuestro Dios, un hablar de opresión y sublevación, un concebir y un hablar entre dientes palabras de falsedad desde el corazón mismo” (Isaías 59:11b-13). Los habitantes de la nación no se han arrepentido, así que sus pecados aún los condenan. La justicia dejó el país cuando ellos dejaron a Jehová. Han demostrado lo falsos que son, llegando hasta el punto de oprimir a sus hermanos. ¡Cuánto se les parecen los miembros de la cristiandad actual! Muchos de estos no solo pasan por alto la justicia, sino que también toman parte activa en la persecución de los testigos fieles de Jehová, quienes procuran cumplir la voluntad divina.
Jehová ejecuta su sentencia
12. ¿Cuál es la actitud de los responsables de administrar justicia en Judá?
12 Parece que el derecho, la justicia y la verdad han desaparecido de Judá. “El derecho se vio obligado a moverse hacia atrás, y la justicia misma se quedó parada simplemente a lo lejos. Porque la verdad ha tropezado aun en la plaza pública, y lo que tiene derechura no puede entrar.” (Isaías 59:14.) Los ancianos de Judá se reúnen para dirimir litigios en las plazas públicas situadas tras las puertas de sus ciudades (Rut 4:1, 2, 11). Deberían juzgar y proceder con justicia, sin aceptar sobornos (Deuteronomio 16:18-20). Sin embargo, dictan fallos que evidencian su egoísmo. Peor aún: consideran presa fácil a quien sinceramente trata de hacer el bien, pues leemos: “La verdad resulta estar ausente, y cualquiera que se aparta de la maldad está siendo despojado violentamente” (Isaías 59:15a).
13. ¿Qué hará Jehová en vista de la negligencia de los jueces de Judá?
13 Quienes no denuncian la perversión moral olvidan que Dios no es ciego, ignorante ni impotente. Isaías escribe que “Jehová vio por fin, y fue malo a sus ojos el que no hubiera derecho. Y cuando vio que no había hombre alguno, empezó a mostrarse pasmado de que no hubiera quien se interpusiera. Y su brazo procedió a salvar para sí, y su propia justicia fue la cosa que lo sostuvo” (Isaías 59:15b, 16). La negligencia de los jueces nombrados provocará que Jehová intervenga en la cuestión, y cuando así sea, lo hará con justicia y poder.
14. a) ¿Qué actitud es común en nuestro tiempo? b) ¿Cómo se prepara Jehová para entrar en acción?
14 La situación es similar en nuestro tiempo, pues en el mundo actual mucha gente vive “más allá de todo sentido moral” (Efesios 4:19). Son pocos los que creen que Jehová erradicará algún día la maldad de este planeta. No obstante, la profecía de Isaías indica que Él vigila muy de cerca los asuntos humanos, que dicta sentencias y que, en el momento que estima oportuno, procede en consecuencia. ¿Son justos sus veredictos? Isaías muestra que sí. En el caso de la nación de Judá, escribe lo siguiente: “Entonces [Jehová] se puso la justicia como cota de malla, y el yelmo de la salvación sobre la cabeza. Además, se puso las prendas de vestir de la venganza como vestido y se envolvió de celo como si fuera una vestidura sin mangas” (Isaías 59:17). Estas palabras proféticas representan a Jehová como un guerrero que se prepara para la batalla, decidido a salvar la causa por la que lucha y seguro de que actúa con absoluta e indisputable justicia. Además, ejecutará sus sentencias con celo y denuedo. El triunfo de la rectitud está garantizado.
15. a) ¿Qué proceder seguirán los cristianos verdaderos cuando Jehová ejecute sentencia? b) ¿Qué caracteriza a los juicios de Jehová?
15 Hoy, en algunos países, los enemigos de la verdad recurren a propaganda mentirosa y difamatoria en su afán por obstaculizar la labor de los siervos de Jehová. Los cristianos verdaderos no vacilan en defender la verdad, pero jamás tratan de vengarse (Romanos 12:19). Los adoradores terrestres de Jehová no colaborarán en la destrucción de la apóstata cristiandad, ni siquiera cuando él le ajuste las cuentas. Saben que Dios se ha reservado el derecho de vengarse de ella y que, llegada la hora, lo ejercerá. La profecía nos garantiza: “En conformidad con los tratos, él recompensará correspondientemente: furia a sus adversarios, el debido tratamiento a sus enemigos. A las islas pagará el debido tratamiento” (Isaías 59:18). Tal como en tiempos de Isaías, los juicios de Jehová no solo serán justos, sino también exhaustivos. Llegarán incluso “a las islas”, a zonas remotas. Nadie se hallará tan apartado o aislado que quede fuera del alcance de los actos judiciales divinos.
16. ¿Quiénes sobrevivirán a los juicios de Jehová, y qué lección aprenderán de ello?
16 Jehová juzga con justicia a quienes procuran hacer lo correcto, e Isaías predice que tales personas sobrevivirán desde un horizonte hasta el otro, por todo el globo. Disfrutar de Su protección reforzará notablemente la reverencia y el respeto que le tienen (Malaquías 1:11). Así lo revela la profecía: “Desde la puesta del sol empezarán a temer el nombre de Jehová; y desde el nacimiento del sol, la gloria de él, porque vendrá cual río angustioso, que el mismísimo espíritu de Jehová ha impelido” (Isaías 59:19). Como un poderoso vendaval que empujara un muro de agua y asolara todo a su paso, el espíritu de Jehová barrerá cuanto se oponga al cumplimiento de Su voluntad, pues supera a cualquier fuerza que los hombres puedan emplear. Cuando Dios lo utilice para ejecutar su sentencia contra estos y contra las naciones, Su triunfo será total e inexorable.
Esperanza y bendición para los arrepentidos
17. ¿Quién es el Recomprador de Sión, y cuándo la recompra?
17 La Ley mosaica estipulaba la posibilidad de que un recomprador redimiera a un israelita que se hubiera vendido como esclavo. El libro profético de Isaías ya ha representado antes a Jehová como el Recomprador de quienes se arrepienten (Isaías 48:17). Ahora lo hace de nuevo. El profeta pone por escrito la promesa divina: “‘A Sión ciertamente vendrá el Recomprador, y a los que se vuelven de la transgresión en Jacob’, es la expresión de Jehová” (Isaías 59:20). Esta tranquilizadora promesa se hizo realidad en el año 537 a.E.C., pero aún tendría otro cumplimiento. Citando de la Septuaginta, el apóstol Pablo la aplicó a los cristianos cuando escribió: “De esta manera todo Israel será salvo. Así como está escrito: ‘Saldrá de Sión el libertador y apartará de Jacob las prácticas impías. Y este es el pacto de parte mía con ellos, cuando les quite sus pecados’” (Romanos 11:26, 27). De hecho, la profecía de Isaías tiene una aplicación mucho más amplia, tanto que se extiende hasta nuestros días y aún más allá. ¿A qué nos referimos?
18. ¿Cuándo y cómo dio existencia Jehová al “Israel de Dios”?
18 En el siglo primero, un pequeño resto de la nación de Israel aceptó a Jesús como el Mesías (Romanos 9:27; 11:5). El día de Pentecostés del año 33, Jehová derramó su espíritu santo sobre unos ciento veinte de tales creyentes y así los introdujo en un nuevo pacto del que Jesucristo fue mediador (Jeremías 31:31-33; Hebreos 9:15). En aquel momento nació “el Israel de Dios”, una nueva nación cuyos integrantes no se caracterizan por ser descendientes carnales de Abrahán, sino por haber sido engendrados por el espíritu de Jehová (Gálatas 6:16). Luego, comenzando por Cornelio, se incorporaron a ella incircuncisos de origen gentil (Hechos 10:24-48; Revelación [Apocalipsis] 5:9, 10). De ese modo, Jehová Dios los adoptó y los convirtió en sus hijos espirituales y en coherederos junto con Jesús (Romanos 8:16, 17).
19. ¿Qué pacto establece Jehová con el Israel de Dios?
19 Jehová establece ahora un pacto con el Israel de Dios: “‘En cuanto a mí, este es mi pacto con ellos’ [...]. ‘Mi espíritu que está sobre ti y mis palabras que he puesto en tu boca... no serán quitadas de tu boca ni de la boca de tu prole ni de la boca de la prole de tu prole [...], desde ahora en adelante aun hasta tiempo indefinido’” (Isaías 59:21). Sea que estas palabras se cumplieran o no en Isaías, no hay duda de que se realizaron en Jesús, a quien se le garantizó que ‘vería su prole’ (Isaías 53:10). Este habló las palabras que había oído de Jehová, y el espíritu santo descansó sobre él (Juan 1:18; 7:16). Es apropiado, pues, que sus hermanos y coherederos, miembros del Israel de Dios, reciban ese mismo espíritu y prediquen un mensaje que han aprendido de su Padre celestial, pues todos ellos son “personas enseñadas por Jehová” (Isaías 54:13; Lucas 12:12; Hechos 2:38). Por medio de Isaías, así como de Jesús —a quien el primero representa en sentido profético—, Jehová se compromete a no reemplazarlos nunca, a emplearlos como testigos suyos hasta tiempo indefinido (Isaías 43:10). Entonces, ¿quiénes componen la “prole” de ellos, que también es beneficiaria de este pacto?
20. ¿Cómo se cumplió en el siglo primero la promesa que Jehová hizo a Abrahán?
20 En tiempos antiguos, Jehová prometió a Abrahán: “Mediante tu descendencia ciertamente se bendecirán todas las naciones de la tierra debido a que has escuchado mi voz” (Génesis 22:18). En consonancia con estas palabras, el pequeño resto de israelitas naturales que aceptaron al Mesías llevó a muchas naciones las buenas nuevas acerca del Cristo. Cornelio fue el primero de los numerosos gentiles incircuncisos que ‘se bendijeron’ mediante Jesús, la Descendencia de Abrahán. Estos llegaron a integrarse en el Israel de Dios y en la parte secundaria de la descendencia de Abrahán, así como en la “nación santa” de Jehová, cuya comisión consiste en “‘que declaren en público las excelencias’ de aquel que los llamó de la oscuridad a su luz maravillosa” (1 Pedro 2:9; Gálatas 3:7-9, 14, 26-29).
21. a) ¿Qué “prole” ha tenido en tiempos modernos el Israel de Dios? b) ¿De qué modo reconforta a la “prole” el pacto, o contrato, que Jehová ha establecido con el Israel de Dios?
21 En la actualidad, parece que ya se ha recogido la totalidad de los componentes del Israel de Dios. Aun así, las naciones siguen bendiciéndose en gran escala, pues el Israel de Dios ha tenido una “prole” de discípulos de Jesús que abrigan la esperanza de vivir eternamente en una Tierra paradisíaca y que también son enseñados por Jehová y aprenden sus caminos (Salmo 37:11, 29; Isaías 2:2-4). Aunque no se les considera partícipes del nuevo pacto ni se les bautiza con espíritu santo, este los fortalece para superar los obstáculos que pone Satanás a su predicación (Isaías 40:28-31). Ya se cuentan por millones, y siguen en aumento a medida que producen su propia prole. El pacto, o contrato, de Jehová con los ungidos infunde a dicha “prole” confianza en que Dios también utilizará a sus miembros como Sus voceros hasta tiempo indefinido (Revelación 21:3, 4, 7).
22. ¿Qué confianza podemos tener en Jehová, y cómo debería influir en nosotros?
22 Por consiguiente, mantengamos viva nuestra fe en Jehová, quien tiene tanto el deseo como el poder de salvarnos. Su mano nunca será tan corta que no pueda liberar a su pueblo fiel. Todos los que en Él confían llevarán Sus buenas palabras en la boca “desde ahora en adelante aun hasta tiempo indefinido”.
[Recuadro de la página 294]
La Jerusalén apóstata: paralelo de la cristiandad
Jerusalén, la capital de la nación escogida de Dios, prefigura Su organización celestial de criaturas espirituales y también el conjunto de cristianos ungidos que resucitan en el cielo y componen la novia de Cristo (Gálatas 4:25, 26; Revelación 21:2). Sin embargo, sus habitantes a menudo fueron infieles a Jehová, por lo que fue asemejada a una prostituta y a una adúltera (Ezequiel 16:3, 15, 30-42). En esta última caracterización, la ciudad constituyó un modelo adecuado de la cristiandad apóstata.
Jesús la llamó “la que mata a los profetas y apedrea a los que son enviados a ella” (Lucas 13:34; Mateo 16:21). Como la Jerusalén infiel, la cristiandad afirma servir al Dios verdadero al tiempo que se desvía muchísimo de Sus sendas justas. Podemos confiar en que Jehová la juzgará con las mismas normas rectas que aplicó a Jerusalén.
[Ilustración de la página 296]
Los jueces deberían juzgar y proceder con justicia, sin aceptar sobornos
[Ilustración de la página 298]
Como un río crecido, los juicios de Jehová barrerán cuanto se oponga al cumplimiento de su voluntad
[Ilustración de la página 302]
Jehová garantiza con su pacto que los miembros de su pueblo jamás perderán el privilegio de ser sus testigos
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La expansión mundial de la adoración verdaderaLas profecías de Isaías, una luz para toda la humanidad II
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Capítulo 21
La expansión mundial de la adoración verdadera
1. ¿Qué alentador mensaje ofrece el capítulo 60 de Isaías?
EL CAPÍTULO 60 de Isaías se presenta como un drama conmovedor. En sus primeros versículos nos cautiva una enternecedora escena, y una rápida sucesión de acontecimientos nos conduce a un final emocionante. Con vívidas figuras retóricas se representan la restauración de la adoración verdadera en la antigua Jerusalén y su expansión mundial en nuestros días. Además, señala las bendiciones eternas que aguardan a cuantos sirven a Dios con lealtad. Examinemos esta fascinante sección de las profecías de Isaías, ya que todos estamos invitados a participar en su cumplimiento.
En la oscuridad brilla la luz
2. ¿Qué mandato se da a la mujer que yace en oscuridad, y por qué es urgente que lo obedezca?
2 Las palabras de apertura del capítulo se dirigen a una mujer que atraviesa circunstancias penosas y que, al parecer, yace en el suelo a oscuras. De pronto, la claridad se abre paso cuando Jehová proclama mediante Isaías: “Levántate, oh mujer, despide luz, porque ha venido tu luz y sobre ti ha brillado la mismísima gloria de Jehová” (Isaías 60:1). En efecto, la “mujer” debe ponerse en pie y reflejar la gloria de Dios. ¿Por qué es urgente que lo haga? La profecía explica: “¡Mira!, la oscuridad misma cubrirá la tierra, y densas tinieblas a los grupos nacionales; pero sobre ti brillará Jehová, y sobre ti se verá la propia gloria de él” (Isaías 60:2). La “mujer” tiene que ‘despedir luz’ para beneficio de quienes la rodean y aún andan a tientas. ¿Cuál será el resultado? “Naciones ciertamente irán a tu luz, y reyes al resplandor de tu brillar.” (Isaías 60:3.) Esta introducción encierra la esencia del tema que desarrollan los versículos que siguen: la adoración verdadera se expandirá por todo el mundo.
3. a) ¿Quién es la “mujer”? b) ¿Por qué ha yacido en oscuridad?
3 Pese a referirse a sucesos futuros, Jehová le dice a la “mujer” que su luz “ha venido”, recalcando con ello que la profecía se cumplirá sin falta. La “mujer” a la que alude es Sión, es decir, Jerusalén (Isaías 52:1, 2; 60:14). En su función de capital de Judá, representa a toda la nación. Cuando la profecía se cumple por primera vez, la “mujer” yace en oscuridad, en la que ha estado desde que Jerusalén fue destruida en 607 a.E.C. Sin embargo, un resto fiel de judíos exiliados regresa a ella en 537 a.E.C. y restablece la adoración pura. Por fin, al hacer que la luz brille sobre su “mujer”, Jehová convierte a su pueblo restaurado en una fuente de iluminación en medio de la oscuridad espiritual de las naciones.
El cumplimiento mayor
4. ¿Quiénes representan hoy día en la Tierra a la “mujer”, y a quiénes son extensibles las palabras proféticas?
4 Nuestro interés en estas palabras proféticas va más allá de su cumplimiento en la Jerusalén antigua. Hoy día, la “mujer” celestial de Jehová está representada en la Tierra por “el Israel de Dios” (Gálatas 6:16). A lo largo de su existencia, que se inició en el Pentecostés de 33 E.C., esta nación espiritual ha alcanzado un total de 144.000 componentes ungidos por espíritu, los cuales “han sido comprados de la tierra” para reinar con Cristo en el cielo (Revelación [Apocalipsis] 14:1, 3). La aplicación actual del capítulo 60 de Isaías se centra en los integrantes de ese grupo que viven en la Tierra durante “los últimos días” (2 Timoteo 3:1). Asimismo, la profecía se relaciona con la “gran muchedumbre” de “otras ovejas” que acompaña a tales cristianos ungidos (Revelación 7:9; Juan 10:11, 16).
5. ¿Cuándo se vieron postrados en oscuridad los restantes miembros del Israel de Dios, y cuándo brilló sobre ellos la luz de Jehová?
5 A principios del siglo XX, y durante un breve plazo, los miembros del Israel de Dios se vieron postrados en oscuridad, por así decirlo. Cuando la I Guerra Mundial tocaba a su fin, se encontraban en la situación simbólica descrita en el libro de Revelación: sus cadáveres yacían “en el camino ancho de la gran ciudad que en sentido espiritual se llama Sodoma y Egipto” (Revelación 11:8). No obstante, la luz de Jehová brilló sobre ellos en 1919, de modo que se levantaron y la reflejaron al proclamar sin temor las buenas nuevas del Reino de Dios (Mateo 5:14-16; 24:14).
6. ¿Cómo ha respondido el mundo en general a la proclamación de la presencia de Jesús como Rey, pero a quiénes se ha atraído a la luz de Jehová?
6 Influida por el principal de “los gobernantes mundiales de esta oscuridad”, Satanás, la humanidad en general ha rechazado el anuncio de la presencia como Rey de Jesucristo, “la luz del mundo” (Efesios 6:12; Juan 8:12; 2 Corintios 4:3, 4). Aun así, se ha atraído a la luz de Jehová a millones de personas, tanto a “reyes” (quienes son ungidos como herederos del Reino celestial) como a “naciones” (la gran muchedumbre de otras ovejas).
La expansión es motivo de regocijo
7. ¿Qué escena reconfortante ve la “mujer”?
7 Jehová desgrana el tema planteado en Isaías 60:3 al dar a la “mujer” otro mandato: “¡Alza tus ojos todo en derredor y ve!”. Cuando ella obedece, contempla una escena reconfortante: sus hijos volviendo a casa. “Todos ellos han sido juntados; han venido a ti. Desde lejos siguen viniendo tus propios hijos, y tus hijas que serán cuidadas al costado.” (Isaías 60:4.) Gracias a la proclamación internacional del Reino que empezó en 1919, miles de “hijos” e “hijas” ungidos engrosaron el Israel de Dios. De esta forma, Jehová tomó medidas conducentes a alcanzar la cantidad predicha de 144.000 futuros gobernantes con Cristo (Revelación 5:9, 10).
8. ¿Qué causa de felicidad tiene el Israel de Dios desde 1919?
8 Este aumento fue motivo de gran alegría. “En aquel tiempo verás, y ciertamente te pondrás radiante, y realmente se estremecerá tu corazón y se ensanchará, porque a ti se dirigirá la riqueza del mar; los recursos mismos de las naciones vendrán a ti.” (Isaías 60:5.) Al Israel de Dios le causó gran felicidad la recolección de cristianos ungidos que llevó a cabo en las décadas de 1920 y 1930. Pero todavía ha tenido otra razón para regocijarse, pues, en especial desde mediados de los años treinta, se le han unido en la adoración de Jehová personas que han salido de todas las naciones de la Tierra y que en su día fueron parte del “mar”, es decir, de la humanidad alejada de Jehová (Isaías 57:20; Ageo 2:7). En vez de actuar cada cual por su cuenta a la hora de servir al Altísimo, acuden a la “mujer” de Dios y se integran en Su rebaño unido. De este modo, todos los siervos del Creador contribuyen a la expansión de la adoración verdadera.
Las naciones confluyen en Jerusalén
9, 10. ¿A quiénes se ve confluir en Jerusalén, y cómo los recibe Jehová?
9 Jehová describe la expansión con imágenes que resultan familiares para los contemporáneos de Isaías. Desde su ventajosa posición sobre el monte Sión, la “mujer” otea primero el horizonte en dirección oeste. ¿Qué es lo que ve? “La mismísima oleada en masa de camellos te cubrirá, los camellos jóvenes de Madián y de Efá. Todos los de Seba... vendrán. Oro y olíbano traerán. Y las alabanzas de Jehová anunciarán.” (Isaías 60:6.) Por las calzadas que conducen a Jerusalén avanzan caravanas de camellos guiadas por comerciantes de varias tribus (Génesis 37:25, 28; Jueces 6:1, 5; 1 Reyes 10:1, 2). Los camellos son tan numerosos que parecen cubrir el país, y los valiosos obsequios que transportan revelan las pacíficas intenciones de los mercaderes: adorar a Jehová y ofrecerle lo mejor que tienen.
10 Ellos no son los únicos que componen la marcha. “Todos los rebaños de Quedar... te serán juntados. Los carneros de Nebayot... te ministrarán.” También están en camino tribus dedicadas al pastoreo que llevan como regalo sus posesiones más preciadas —rebaños de ovejas—, y cuyos integrantes se ofrecen a sí mismos como ministros. ¿Cómo los recibirá Jehová? “Con aprobación subirán sobre mi altar, y yo hermosearé mi propia casa de hermosura.” (Isaías 60:7.) El Creador acepta sus presentes para que se utilicen en la adoración pura (Isaías 56:7; Jeremías 49:28, 29).
11, 12. a) ¿Qué ve la “mujer” al mirar hacia el oeste? b) ¿Por qué hay tantos que se dan prisa en llegar a Jerusalén?
11 Acto seguido, Jehová ordena a la “mujer” que divise el horizonte al oeste y le plantea esta cuestión: “¿Quiénes son estos que vienen volando justamente como una nube, y como palomas a los agujeros de su palomar?”. Él responde a su propia pregunta: “En mí las islas mismas seguirán esperando, las naves de Tarsis también como al principio, para traer a tus hijos desde lejos, y con ellos su plata y su oro, al nombre de Jehová tu Dios y al Santo de Israel, porque él te habrá hermoseado” (Isaías 60:8, 9).
12 Imagínese junto a la “mujer”, mirando hacia el poniente, al mar Grande. ¿Qué ve? En la lejanía, una nube de puntos blancos se desplaza rozando la superficie del agua. Parecen aves, pero a medida que se aproximan, distingue que son barcos con las velas desplegadas. Vienen “de lejos”a (Isaías 49:12). Tantos son los navíos que se dirigen a toda vela a Sión, que semejan una bandada de palomas de regreso a su hogar. ¿Por qué navegan tan aprisa? Están ansiosos por entregar su carga de adoradores de Jehová procedentes de puertos distantes. De hecho, todas las expediciones, sean de israelitas o extranjeros, de oriente u occidente, de tierras vecinas o lejanas, se apresuran a llegar a Jerusalén para dedicar todo lo que tienen al nombre de Jehová, su Dios (Isaías 55:5).
13. En tiempos modernos, ¿quiénes son los “hijos” e “hijas”, y quiénes constituyen “los recursos mismos de las naciones”?
13 Isaías 60:4-9 representa muy vívidamente la expansión mundial que se ha producido desde que la “mujer” de Jehová comenzó a despedir luz en medio de la oscuridad de este mundo. Primero llegaron los “hijos” e “hijas” de la Sión celestial, quienes se convirtieron en cristianos ungidos y adoptaron, en 1931, el nombre de testigos de Jehová. Luego, una nube de personas mansas, “los recursos mismos de las naciones” y “la riqueza del mar”, se apresuraron a unirse al resto de los hermanos de Cristo.b Hoy, estos siervos del Altísimo, procedentes de todo lugar y estrato social, alaban junto con el Israel de Dios a su Señor Soberano, Jehová, y ensalzan Su nombre como el más grande del universo.
14. ¿En qué sentido ‘suben al altar’ de Dios los recién llegados?
14 Ahora bien, ¿qué significa el que los recién llegados de las naciones ‘suban al altar’ de Dios? Sobre un altar se colocan sacrificios. El apóstol Pablo empleó una expresión alusiva a este hecho cuando escribió: “Les suplico [...] que presenten sus cuerpos como sacrificio vivo, santo, acepto a Dios, un servicio sagrado con su facultad de raciocinio” (Romanos 12:1). Los auténticos cristianos manifiestan un espíritu de entrega (Lucas 9:23, 24). Dedican su tiempo, energías y aptitudes a promover la adoración pura (Romanos 6:13). Con ello ofrecen sacrificios de alabanza aceptos a Dios (Hebreos 13:15). Es sumamente alentador ver a millones de adoradores de toda edad anteponer los intereses del Reino de Dios a sus deseos personales y demostrar abnegación sincera (Mateo 6:33; 2 Corintios 5:15).
Los recién llegados contribuyen a la expansión
15. a) En la antigüedad, ¿cómo se valió Jehová de extranjeros para expresar Su misericordia? b) En la actualidad, ¿cómo han colaborado “extranjeros” en la edificación de la adoración verdadera?
15 Los recién llegados ponen tanto sus posesiones como sus servicios a disposición de la “mujer” de Jehová. “Extranjeros realmente edificarán tus muros, y sus propios reyes te ministrarán; porque en mi indignación te habré golpeado, pero en mi buena voluntad ciertamente tendré misericordia de ti.” (Isaías 60:10.) Jehová expresó su misericordia en el siglo VI a.E.C., cuando hubo extranjeros que ayudaron en las labores de construcción de Jerusalén (Esdras 3:7; Nehemías 3:26). En el cumplimiento actual y mayor, los “extranjeros” —los miembros de la gran muchedumbre— apoyan al resto ungido en la edificación de la adoración verdadera, pues al forjar cualidades cristianas en sus estudiantes de la Biblia, fortalecen las congregaciones y reafirman los “muros” que, como los de una ciudad, protegen a la organización de Jehová (1 Corintios 3:10-15). También construyen literalmente, trabajando con ahínco en las obras de Salones del Reino, Salones de Asambleas e instalaciones de Betel. De estas maneras, cooperan con sus hermanos ungidos en atender las necesidades de la organización de Jehová, que se halla en continua expansión (Isaías 61:5).
16, 17. a) ¿Cómo han seguido abiertas las “puertas” de la organización de Dios? b) ¿En qué sentido han ministrado “reyes” a Sión? c) ¿Qué les sucederá a quienes traten de cerrar las “puertas” que Jehová desea dejar abiertas?
16 Gracias a este programa de edificación espiritual, todos los años cientos de miles de “extranjeros” comienzan a relacionarse con la organización de Jehová, y el camino no se ha cerrado. El Creador declara: “Tus puertas realmente habrán de ser mantenidas abiertas constantemente; no serán cerradas ni de día ni de noche, para que se traigan a ti los recursos de las naciones, y sus reyes estarán a la delantera” (Isaías 60:11). Sin embargo, ¿quiénes son los “reyes” que llevan la delantera en trasladar a Sión los recursos de las naciones? En la antigüedad, Jehová influyó en ciertos monarcas para que ‘ministraran’ a Sión. Ciro, por ejemplo, fue el primero en repatriar a los judíos a Jerusalén a fin de que reedificaran el templo. Y más tarde, Artajerjes contribuyó recursos y envió a Nehemías para reconstruir los muros de la ciudad (Esdras 1:2, 3; Nehemías 2:1-8). Verdaderamente, “el corazón de un rey es como corrientes de agua en la mano de Jehová” (Proverbios 21:1). Nuestro Dios puede motivar hasta a poderosos gobernantes a actuar según Su voluntad.
17 En nuestros días, muchas autoridades civiles (“reyes”) han tratado de cerrar las “puertas” de la organización de Jehová, pero otras han ‘ministrado’ a Sión tomando decisiones que han contribuido a mantenerlas abiertas (Romanos 13:4). En 1919, tales autoridades liberaron a Joseph F. Rutherford y sus compañeros de un encarcelamiento injusto (Revelación 11:13). Asimismo, los gobiernos humanos ‘se tragaron’ el torrente de persecución que Satanás provocó tras caer del cielo (Revelación 12:16). Algunos de ellos han promovido la tolerancia religiosa, en ocasiones con el fin concreto de favorecer a los testigos de Jehová. Este tipo de ‘ministerio’ ha propiciado que multitud de personas mansas hayan entrado por las “puertas” abiertas de la organización de Jehová. ¿Y los adversarios que intentan cerrarlas? Jamás lo lograrán. Dios dice de ellos: “Cualquier nación y cualquier reino que no te sirva perecerá; y las naciones mismas sin falta serán devastadas” (Isaías 60:12). Todos los contrincantes de la “mujer” de Dios, sean individuos u organizaciones, perecerán a más tardar en la venidera guerra de Armagedón (Revelación 16:14, 16).
18. a) ¿Qué mensaje encierra la promesa de que los árboles de Israel florecerán? b) ¿Qué es el ‘lugar de los pies’ de Jehová hoy día?
18 Pronunciada esta advertencia de castigo, la profecía se centra de nuevo en las promesas de ensalzamiento y prosperidad. Jehová se dirige a su “mujer” con estas palabras: “A ti vendrá la gloria misma del Líbano: el enebro, el fresno y el ciprés al mismo tiempo, para hermosear el lugar de mi santuario; y yo glorificaré el mismo lugar de mis pies” (Isaías 60:13). Los árboles frondosos simbolizan la belleza y la fertilidad (Isaías 41:19; 55:13), y las expresiones “santuario” y “lugar de mis pies” que hallamos en este versículo se refieren al templo de Jerusalén (1 Crónicas 28:2; Salmo 99:5). Ahora bien, el apóstol Pablo explicó que aquel templo era una representación típica de un templo espiritual mayor, la estructura que Jehová provee para acercarse a él y adorarlo en virtud del sacrificio de Cristo (Hebreos 8:1-5; 9:2-10, 23). Hoy día, Jehová glorifica ‘el lugar de sus pies’, los patios terrestres de su gran templo espiritual, los cuales se vuelven tan atractivos, que personas de todas las naciones afluyen a ellos para participar en la adoración verdadera (Isaías 2:1-4; Ageo 2:7).
19. ¿Qué se verán forzados a reconocer los adversarios, y cuándo, como muy tarde, lo harán?
19 En una nueva referencia a los opositores, Jehová señala: “A ti tendrán que venir, inclinándose, los hijos de aquellos que te afligieron; y todos los que te trataron con falta de respeto tendrán que doblarse ante las mismísimas plantas de tus pies, y tendrán que llamarte la ciudad de Jehová, Sión del Santo de Israel” (Isaías 60:14). En efecto, algunos adversarios se verán obligados a postrarse y llamar a la “mujer” al ver el copioso aumento y la superioridad del modo de vivir de que disfruta el pueblo de Dios gracias a Su bendición. Es decir, se verán forzados a reconocer, como muy tarde en Armagedón, que el resto ungido y sus compañeros son los verdaderos representantes de la organización celestial de Dios, “la ciudad de Jehová, Sión del Santo de Israel”.
Emplea los recursos a su alcance
20. ¿Qué gran cambio de circunstancias experimenta la “mujer”?
20 ¡Qué gran cambio de circunstancias experimenta la “mujer” de Jehová! El Creador le dirige estas palabras: “En vez de que resultes ser una que ha sido dejada por completo y odiada, sin que haya nadie que pase, yo ciertamente te colocaré aun como cosa de orgullo hasta tiempo indefinido, un alborozo para generación tras generación. Y realmente mamarás la leche de naciones, y el pecho de reyes mamarás; y de seguro sabrás que yo, Jehová, soy tu Salvador, y que el Poderoso de Jacob es tu Recomprador” (Isaías 60:15, 16).
21. a) ¿Cómo se convierte la antigua Jerusalén en “cosa de orgullo”? b) ¿De qué bendiciones han disfrutado desde 1919 los siervos ungidos de Jehová, y cómo han mamado “la leche de naciones”?
21 Por decirlo así, la antigua Jerusalén permanece setenta años fuera del mapa, “sin que haya nadie que pase” por ella, pero Jehová la repuebla a partir de 537 a.E.C. y la convierte en una “cosa de orgullo”. De igual modo, hacia finales de la I Guerra Mundial, el Israel de Dios atravesó un período de desolación en el que se sintió ‘dejado por completo’; pero en 1919, Jehová recompró del cautiverio a sus siervos ungidos para bendecirlos desde entonces con una expansión y prosperidad espiritual sin precedentes. Su pueblo ha mamado “la leche de naciones” al valerse de los recursos de estas para fomentar la adoración verdadera. Por ejemplo, la acertada utilización de la tecnología moderna ha permitido la traducción y edición de Biblias y publicaciones bíblicas en cientos de idiomas. Esto ha hecho posible que todos los años, centenares de miles de personas estudien la Palabra de Dios con los testigos de Jehová y aprendan que el Creador es quien los salva y recompra mediante Cristo (Hechos 5:31; 1 Juan 4:14).
Su organización progresa
22. ¿Qué clase especial de progreso promete Jehová?
22 Jehová declara que el aumento numérico de su pueblo va acompañado del progreso de su organización: “En vez del cobre traeré oro, y en vez del hierro traeré plata, y en vez de la madera, cobre, y en vez de las piedras, hierro; y ciertamente nombraré la paz como tus superintendentes, y la justicia como los que te asignan tus tareas” (Isaías 60:17). Reemplazar cobre por oro supone una mejora, y lo mismo puede decirse de los demás materiales mencionados en el pasaje. En armonía con estas palabras, la organización del pueblo de Jehová se ha ido perfeccionando en el transcurso de los últimos días.
23, 24. ¿Qué mejoras se han producido desde 1919 en la organización del pueblo de Jehová?
23 En 1919, cada congregación contaba con ancianos y diáconos escogidos mediante un procedimiento democrático. A partir de aquel año se designó teocráticamente para cada congregación un director de servicio con la misión de supervisar el ministerio del campo, pero hubo casos en que los ancianos electos se opusieron a él. Esta situación cambió en 1932, pues a través de la revista The Watchtower (en español, La Torre del Vigía) se dieron instrucciones de poner fin a las elecciones de ancianos y diáconos. En su lugar, la congregación seleccionaría un comité de servicio que colaboraría con el director de servicio. Aquello representó un considerable progreso.
24 En 1938 se aportó aún más “oro”, pues se dispuso que todos los siervos de congregación fueran designados de manera teocrática. La administración de la congregación pasó a manos de un siervo de compañía (con posterioridad, siervo de congregación) y de los demás siervos que le ayudaban, todos ellos nombrados bajo la dirección del “esclavo fiel y discreto”c (Mateo 24:45-47). Sin embargo, en 1972 se entendió que el método bíblico es que la supervisión de cada congregación esté a cargo de un cuerpo de ancianos, no de un solo hombre (Filipenses 1:1). Luego se efectuaron más cambios, que incidieron tanto en las congregaciones como en el Cuerpo Gobernante. Uno de los últimos se produjo el 7 de octubre de 2000, con el anuncio de que los miembros del Cuerpo Gobernante que eran directores de la Watch Tower Society of Pennsylvania y sus corporaciones afiliadas habían renunciado voluntariamente a sus cargos en dichas entidades legales. De tal forma, este grupo de hombres que representa al esclavo fiel y discreto puede concentrarse en la supervisión espiritual de “la congregación de Dios” y de quienes se unen a ella, las otras ovejas (Hechos 20:28). Tales ajustes han sido ventajosos, pues han fortalecido a la organización de Jehová y han supuesto una bendición para quienes adoran al Altísimo.
25. ¿Quién ha estado detrás de los progresos en materia de organización de los siervos de Jehová, y qué beneficios han cosechado estos?
25 ¿Quién ha estado detrás de estas mejoras? ¿Se deben a las dotes organizadoras o al ingenio de seres humanos? No, pues fue Jehová quien declaró: “Traeré oro”. Todo este progreso es fruto de la dirección divina. Al someterse a ella y efectuar los cambios oportunos, los siervos de Jehová cosechan beneficios. La paz reina entre ellos, y el amor a la justicia los impulsa a servirlo.
26. ¿Qué distintivo de los cristianos verdaderos resulta evidente incluso para sus opositores?
26 La paz que Dios da transforma a los hombres. Jehová promete: “Ya no se oirá la violencia en tu tierra, despojo violento ni quebranto dentro de tus límites. Y ciertamente llamarás a tus propios muros: Salvación, y a tus puertas: Alabanza” (Isaías 60:18). ¡Qué ciertas han resultado estas palabras! Hasta los opositores admiten que la paz es un distintivo de los cristianos verdaderos (Miqueas 4:3). Los testigos de Jehová disfrutan de paz con Dios y paz entre sí mismos, hecho que convierte a los lugares donde celebran sus reuniones cristianas en oasis refrescantes en medio de un mundo violento (1 Pedro 2:17). Esta armonía constituye un anticipo de la abundante paz que existirá cuando todos los habitantes de la Tierra sean “personas enseñadas por Jehová” (Isaías 11:9; 54:13).
La gloriosa luz de la aprobación divina
27. ¿Qué luz brilla de continuo sobre la “mujer” de Jehová?
27 Jehová describe la intensidad de la luz que brilla sobre Jerusalén con estas palabras: “Para ti el sol ya no resultará ser luz de día, y para resplandor la luna misma ya no te dará luz. Y Jehová tiene que llegar a ser para ti una luz de duración indefinida; y tu Dios, tu hermosura. Ya no se pondrá tu sol, ni irá menguando tu luna; porque Jehová mismo llegará a ser para ti una luz de duración indefinida, y los días de tu duelo habrán quedado completos” (Isaías 60:19, 20). El Altísimo seguirá siendo “una luz de duración indefinida” para su “mujer”, pues nunca “se pondrá”, como el Sol, ni “irá menguando”, como la Luna.d Su constante luz de aprobación fulgura sobre los cristianos ungidos, los seres humanos que representan a la “mujer” de Dios. Tanto ellos como la gran muchedumbre disfrutan de un resplandor espiritual que nunca debilitarán las tinieblas de los elementos políticos y económicos de este mundo. Además, miran con confianza hacia el brillante porvenir que Jehová les ofrece (Romanos 2:7; Revelación 21:3-5).
28. a) ¿Qué promete Jehová con respecto a los habitantes de Jerusalén que regresan a ella? b) ¿De qué tomaron posesión en 1919 los cristianos ungidos? c) ¿Hasta cuándo poseerán la Tierra los justos?
28 Jehová pasa a referirse a los habitantes de Jerusalén: “En cuanto a tu pueblo, todos ellos serán justos; hasta tiempo indefinido tendrán posesión de la tierra, el brote de mi plantío, la obra de mis manos, para que yo sea hermoseado” (Isaías 60:21). Los israelitas naturales tomaron “posesión de la tierra” a su regreso de Babilonia, pero la expresión “hasta tiempo indefinido” significó en su caso hasta el siglo primero de nuestra era, cuando Roma destruyó Jerusalén y acabó con el estado judío. En 1919, el resto de los cristianos ungidos salió del cautiverio espiritual y tomó posesión de una tierra figurativa (Isaías 66:8). Esta tierra, o ámbito de actividad, se distingue por una paradisíaca prosperidad espiritual que jamás cesará. A diferencia de aquella nación antigua, el Israel de Dios, en conjunto, no se volverá infiel. Además, la profecía de Isaías tendrá también un cumplimiento material, cuando este planeta se convierta en un paraíso literal caracterizado por “la abundancia de paz”. En ese entonces, los justos con esperanza terrestre poseerán la Tierra para siempre (Salmo 37:11, 29).
29, 30. ¿Cómo ha llegado “el pequeño” a ser “mil”?
29 En la conclusión del capítulo 60 de Isaías hallamos una promesa solemne, una promesa que Jehová avala con su propio nombre: “El pequeño mismo llegará a ser mil, y el chico una nación poderosa. Yo mismo, Jehová, lo aceleraré a su propio tiempo” (Isaías 60:22). En 1919, año en que vieron reanudadas sus actividades, aquellos ungidos dispersos eran “el pequeño”.e No obstante, su número se multiplicó con la llegada del resto de israelitas espirituales, y el aumento alcanzó cotas impresionantes al ir reuniéndose a la gran muchedumbre.
30 En poco tiempo, la paz y la justicia reinantes en el pueblo de Dios han atraído a tantas personas sinceras, que “el chico” ha crecido hasta convertirse literalmente en “una nación poderosa”, de hecho, más populosa que bastantes estados soberanos del mundo actual. Es patente que Jehová, mediante Jesucristo, ha dirigido y acelerado la obra del Reino. Nos emociona contemplar la expansión mundial de la adoración verdadera y ser parte de ella. Sí, nos llena de alegría comprender que el aumento glorifica a Jehová, Aquel que profetizó estos sucesos mucho tiempo atrás.
[Notas]
a Aunque Tarsis probablemente se encontraba en lo que ahora es España, varias obras de consulta sostienen que la expresión “naves de Tarsis” se refiere al tipo de barco —“de mástil alto, preparado para navegar en alta mar”— “adecuado para viajar a Tarsis”; dicho de otro modo, embarcaciones consideradas idóneas para largas travesías entre puertos distantes (1 Reyes 22:48).
b Si bien había cristianos activos y celosos que colaboraban con el Israel de Dios antes de la década de 1930, su número se incrementó de forma notable a partir de entonces.
c En aquellos tiempos, a las congregaciones se las llamaba compañías.
d El apóstol Juan se refiere en términos similares a “la nueva Jerusalén”, los 144.000 en su gloria celestial (Revelación 3:12; 21:10, 22-26). Tal descripción es acertada, pues “la nueva Jerusalén” representa a todos los del Israel de Dios una vez que reciben su recompensa celestial y, junto con Jesucristo, llegan a ser la parte principal de la “mujer” de Dios, es decir, de “la Jerusalén de arriba” (Gálatas 4:26).
e En 1918, el promedio mensual de proclamadores de la palabra era inferior a 4.000.
[Ilustración de la página 305]
“Levántate”, ordena Jehová a la “mujer”
[Ilustración de las páginas 312 y 313]
“Las naves de Tarsis” transportan adoradores de Jehová
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La justicia brota en SiónLas profecías de Isaías, una luz para toda la humanidad II
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Capítulo 22
La justicia brota en Sión
1, 2. ¿Qué cambio está a punto de sobrevenirle a Israel, y quién va a provocarlo?
¡PROCLÁMESE libertad! Jehová ha decidido liberar a su pueblo y devolverlo a la tierra de sus antepasados. La adoración verdadera resurgirá como la semilla que germina tras la lluvia. Ese día, la desesperación dará paso a las alabanzas gozosas, y las cabezas que se cubrieron de ceniza en señal de luto lucirán la corona de la aprobación divina.
2 ¿Quién provocará esta maravillosa transformación? Solo Jehová puede lograr algo así (Salmo 9:19, 20; Isaías 40:25). Sofonías dio este mandato profético: “¡Gozosamente grita, oh hija de Sión! ¡Rompe en gritos de alegría, oh Israel! ¡Regocíjate y alborózate con todo el corazón, oh hija de Jerusalén! Jehová ha removido los juicios que estaban sobre ti” (Sofonías 3:14, 15). ¡Qué momento tan feliz! Cuando Jehová junte al resto restaurado que regrese de Babilonia en 537 a.E.C., parecerá un sueño hecho realidad (Salmo 126:1).
3. ¿Qué cumplimientos tienen las palabras proféticas del capítulo 61 de Isaías?
3 El capítulo 61 de Isaías predice esta restauración. Ahora bien, aunque la profecía tiene una clara aplicación en 537 a.E.C., se cumple luego con mayor detalle en Jesús y sus seguidores del siglo primero, así como en el pueblo de Jehová de tiempos modernos. Por consiguiente, tales palabras inspiradas revisten gran importancia.
“El año de buena voluntad”
4. ¿Quién tiene la comisión de anunciar buenas nuevas en el primer cumplimiento de Isaías 61:1, y quién la tiene en el segundo?
4 Isaías escribe: “El espíritu del Señor Soberano Jehová está sobre mí, por razón de que Jehová me ha ungido para anunciar buenas nuevas a los mansos. Me ha enviado para vendar a los quebrantados de corazón, para proclamar libertad a los que han sido llevados cautivos y la apertura ancha de los ojos aun a los prisioneros” (Isaías 61:1). ¿Quién es la persona comisionada para anunciar buenas nuevas? Es probable que, en un principio, sea el propio Isaías, quien por inspiración escribe buenas noticias para los cautivos en Babilonia. Pero Jesús señaló al cumplimiento mayor al aplicarse a sí mismo estas palabras (Lucas 4:16-21). En efecto, Jehová envió a Cristo para declarar buenas nuevas a los mansos, y para ello lo ungió con espíritu santo en el momento de su bautismo (Mateo 3:16, 17).
5. ¿Quiénes llevan unos dos mil años predicando las buenas nuevas?
5 A su vez, Jesús enseñó a sus discípulos a ser evangelizadores, predicadores de las buenas nuevas. En Pentecostés de 33 E.C., se ungió con espíritu santo a unos ciento veinte de ellos y llegaron a ser hijos espirituales de Dios (Hechos 2:1-4, 14-42; Romanos 8:14-16). También se les encargó declarar las buenas nuevas a los mansos y a los quebrantados de corazón. Fueron los primeros de 144.000 ungidos de ese modo. Dado que los últimos de este grupo aún están vivos en la Tierra, los discípulos ungidos de Jesús llevan ya unos dos mil años predicando “acerca del arrepentimiento para con Dios y de la fe en nuestro Señor Jesús” (Hechos 20:21).
6. ¿A quiénes consolaron las buenas nuevas en la antigüedad, y qué puede decirse de hoy día?
6 El mensaje inspirado de Isaías supuso un alivio para los israelitas arrepentidos que vivían en Babilonia. En tiempos de Jesús y sus discípulos, consoló a los judíos “quebrantados” por la maldad reinante en Israel y desalentados por el cautiverio a las tradiciones religiosas falsas del judaísmo del siglo primero (Mateo 15:3-6). Hoy día, millones de personas atrapadas en la cristiandad, cuyas costumbres paganas y tradiciones deshonran a Dios, están “suspirando y gimiendo” debido a las cosas detestables que se cometen en el seno de ese sistema religioso (Ezequiel 9:4). Quienes aceptan las buenas nuevas se liberan de tan lamentable situación (Mateo 9:35-38). Los ojos del entendimiento se les abren por completo, pues aprenden a adorar a Jehová “con espíritu y con verdad” (Juan 4:24).
7, 8. a) ¿Cuáles son los dos ‘años de buena voluntad’? b) ¿Cuáles son los ‘días de la venganza’ de Jehová?
7 La predicación de las buenas nuevas está sujeta a un horario. A Jesús y sus discípulos se les comisionó “para proclamar el año de la buena voluntad de parte de Jehová, y el día de la venganza de parte de nuestro Dios; para consolar a todos los que están de duelo” (Isaías 61:2). Aunque un año es mucho tiempo, tiene un principio y un final. “El año de la buena voluntad” de Jehová es el período en que concede a los mansos la oportunidad de responder a su proclamación de libertad.
8 En el siglo primero, el año de la buena voluntad para la nación judía comenzó en 29 E.C., con el inicio del ministerio terrestre de Jesús, quien formuló esta exhortación: “Arrepiéntanse, porque el reino de los cielos se ha acercado” (Mateo 4:17). Aquel año de buena voluntad se prolongó hasta “el día de la venganza” de Jehová que culminó en 70 E.C., cuando Dios dejó que los ejércitos romanos destruyeran Jerusalén y su templo (Mateo 24:3-22). Hoy vivimos otro año de buena voluntad, un año que empezó con la instauración del Reino de Dios en el cielo en 1914 y que concluirá con un nuevo día de venganza divina, esta vez más abarcador, en el que Jehová destruirá el actual sistema mundial en la “gran tribulación” (Mateo 24:21).
9. ¿Quiénes se benefician de este año de buena voluntad de Jehová?
9 ¿Quiénes se benefician de este año de buena voluntad de Dios? Los que aceptan el mensaje, demuestran mansedumbre y apoyan con celo la proclamación del Reino de Dios en “todas las naciones” (Marcos 13:10). Estos hallan consuelo en las buenas nuevas. Por otro lado, quienes las rechazan se niegan a aprovecharse del año de la buena voluntad de Jehová, de modo que no tardarán en afrontar la realidad de Su día de venganza (2 Tesalonicenses 1:6-9).
Fruto espiritual que glorifica a Dios
10. ¿Qué efecto tiene en los judíos que regresan de Babilonia el gran acto que Jehová ejecuta a favor de ellos?
10 Los judíos que regresan de Babilonia comprenden que Jehová ha ejecutado un gran acto a favor de ellos. Libres al fin, el duelo de su cautiverio se torna en júbilo y alabanza. De esta forma, Isaías cumple su comisión profética, que consiste en “hacer la asignación a los que están de duelo por Sión, [en] darles una prenda de adorno para la cabeza en vez de cenizas, el aceite de alborozo en vez de duelo, el manto de alabanza en vez del espíritu desalentado; y se les tiene que llamar árboles grandes de justicia, el plantío de Jehová, para que él sea hermoseado” (Isaías 61:3).
11. ¿Quiénes tuvieron sobradas razones para alabar a Jehová por Su gran acto?
11 En el siglo primero, los judíos que permitieron que Dios los soltara de las cadenas de la religión falsa también lo alabaron por aquel gran acto. Su espíritu desalentado se cambió por un “manto de alabanza” al librárseles de una nación muerta en sentido espiritual. Los discípulos del Señor Jesús fueron los primeros en experimentar tal cambio, pues el duelo por la muerte de su maestro se transformó en regocijo cuando él resucitó y los ungió con espíritu santo. Poco después sucedió lo mismo con otras 3.000 personas mansas, las cuales respondieron a la predicación de los cristianos recién ungidos y se bautizaron en Pentecostés de 33 E.C. (Hechos 2:41.) La seguridad de contar con la bendición divina los llenó de alegría. En vez del “duelo por Sión”, recibieron espíritu santo y el refrescante “aceite de alborozo”, que simboliza el júbilo de quienes reciben abundantes bendiciones de Jehová (Hebreos 1:9).
12, 13. a) ¿Quiénes se destacaron como “árboles grandes de justicia” entre los judíos repatriados en 537 a.E.C.? b) ¿Qué “árboles grandes de justicia” han existido desde Pentecostés de 33 E.C.?
12 Jehová bendice a su pueblo con “árboles grandes de justicia”. ¿Quiénes son estos? En los años que siguieron al 537 a.E.C., fueron personas que estudiaron la Palabra de Dios, meditaron en ella y se rigieron por sus justas normas (Salmo 1:1-3; Isaías 44:2-4; Jeremías 17:7, 8). Esdras, Ageo, Zacarías y el sumo sacerdote Josué, entre otros, se destacaron en la nación como “árboles grandes”, como baluartes de la verdad y enemigos de la contaminación espiritual.
13 A partir del Pentecostés del año 33 E.C., Dios ha plantado otros “árboles grandes de justicia” —valerosos cristianos ungidos— en la heredad espiritual de su nueva nación, “el Israel de Dios” (Gálatas 6:16). Con el paso de los siglos han alcanzado la cifra de 144.000, y su fruto justo ha hermoseado, sí, ha glorificado, a Jehová Dios (Revelación [Apocalipsis] 14:3). Los últimos de estos “árboles” majestuosos han florecido en los años transcurridos desde 1919, cuando Jehová despertó al resto del Israel de Dios de su temporal inactividad. Al suministrarles agua espiritual en abundancia, el Creador ha producido todo un bosque de árboles justos y fructíferos (Isaías 27:6).
14, 15. Una vez liberados, ¿qué labores emprendieron los adoradores de Jehová en a) 537 a.E.C.? b) 33 E.C.? c) 1919?
14 Isaías resalta la labor de dichos “árboles”: “Tienen que reedificar los lugares que han estado devastados por largo tiempo; levantarán hasta los lugares desolados de tiempos pasados, y ciertamente renovarán las ciudades devastadas, los lugares que por generación tras generación han estado desolados” (Isaías 61:4). En virtud del decreto del rey Ciro el persa, los judíos fieles repatriados desde Babilonia reconstruyen Jerusalén y su templo, cuya devastación tanto había durado. Igualmente, las labores de restauración marcarían los años que siguieron a 33 E.C. y a 1919.
15 En 33 E.C., el arresto, procesamiento y muerte de Jesús causó mucho dolor a sus discípulos (Mateo 26:31). No obstante, su actitud cambió cuando se les apareció su maestro ya resucitado, y una vez que recibieron el espíritu santo, se dieron a la tarea de predicar las buenas nuevas “tanto en Jerusalén como en toda Judea, y en Samaria, y hasta la parte más distante de la tierra” (Hechos 1:8). Así, comenzaron a restablecer la adoración pura. De igual forma, a partir de 1919, Jesucristo hizo que el resto de sus hermanos ungidos reedificaran “lugares que por generación tras generación ha[bía]n estado desolados”. Durante siglos, el clero de la cristiandad no ha impartido el conocimiento de Jehová, sino que lo ha sustituido por tradiciones humanas y doctrinas contrarias a las Escrituras. Los cristianos ungidos erradicaron de sus congregaciones las prácticas contaminadas con la religión falsa, a fin de que la restauración de la adoración verdadera siguiera completándose. Además, emprendieron lo que sería la mayor campaña de predicación que el mundo ha conocido (Marcos 13:10).
16. ¿Quiénes han colaborado con los cristianos ungidos en la obra de restauración, y qué tareas se les han confiado?
16 ¿Cómo llevaría a cabo una comisión tan enorme el pequeño resto del Israel de Dios? Por inspiración divina, Isaías declaró: “Extraños realmente estarán allí y pastorearán los rebaños de ustedes, y los extranjeros serán sus labradores y sus viñadores” (Isaías 61:5). Los extraños y extranjeros figurativos han resultado ser los componentes de la “gran muchedumbre” de las “otras ovejas” de Jesúsa (Revelación 7:9; Juan 10:11, 16). A estos no se les unge con espíritu santo, pues no aguardan una herencia celestial. Más bien, su esperanza es vivir para siempre en una Tierra paradisíaca (Revelación 21:3, 4). Sin embargo, también aman a Jehová, y en sentido espiritual se les han confiado faenas de pastores, labradores y viñadores, tareas nada insignificantes. Dichos trabajadores se someten a la dirección del resto del Israel de Dios y colaboran con este en el pastoreo, alimentación y recolección de otras personas (Lucas 10:2; Hechos 20:28; 1 Pedro 5:2; Revelación 14:15, 16).
17. a) ¿Qué se llamará a los miembros del Israel de Dios? b) ¿Cuál es el único sacrificio que se precisa para el perdón de los pecados?
17 ¿Y qué sucederá con los miembros del Israel de Dios? Mediante Isaías, Jehová les dice: “En cuanto a ustedes, los sacerdotes de Jehová se les llamará; los ministros de nuestro Dios se dirá que son. Los recursos de las naciones ustedes comerán, y en la gloria de ellas ustedes hablarán con exultación acerca de sí mismos” (Isaías 61:6). En el antiguo Israel, Jehová instauró el sacerdocio levítico con objeto de ofrecer sacrificios en favor de los propios sacerdotes y de los demás israelitas. No obstante, en 33 E.C. canceló tal sistema e inauguró uno mejor al aceptar la vida perfecta de Jesús como expiación por los pecados de la humanidad. Desde entonces no se ha precisado ningún otro sacrificio, pues el de su Hijo sigue en vigor en todo momento (Juan 14:6; Colosenses 2:13, 14; Hebreos 9:11-14, 24).
18. ¿Qué clase de sacerdocio forma el Israel de Dios, y cuál es su misión?
18 ¿En qué sentido, pues, son “sacerdotes de Jehová” los miembros del Israel de Dios? El apóstol Pedro escribió a cristianos ungidos como él: “Ustedes son ‘una raza escogida, un sacerdocio real, una nación santa, un pueblo para posesión especial, para que declaren en público las excelencias’ de aquel que los llamó de la oscuridad a su luz maravillosa” (1 Pedro 2:9). Por consiguiente, los cristianos ungidos forman, en conjunto, un sacerdocio con una misión específica: hablar de la gloria de Jehová a las naciones, sí, ser testigos de él (Isaías 43:10-12). En el transcurso de los últimos días han desempeñado fielmente esta asignación vital, lo que ha propiciado que ahora millones de personas den testimonio con ellos del Reino de Jehová.
19. ¿Qué servicio tendrán el privilegio de prestar los cristianos ungidos?
19 Los componentes del Israel de Dios tienen, además, la perspectiva de ser sacerdotes en otro sentido. Resucitan a una vida inmortal en los cielos, donde no solo son gobernantes con Jesús en su Reino, sino también sacerdotes de Dios (Revelación 5:10; 20:6). Como tales, tendrán el privilegio de aplicar los beneficios del sacrificio redentor de Jesús a la humanidad obediente que vivirá en la Tierra. Se les vuelve a representar como “árboles” en la visión que hallamos en el capítulo 22 de Revelación, donde el apóstol Juan contempló en el cielo la totalidad de los 144.000 “árboles”, que “producían doce cosechas de fruto, y que daban sus frutos cada mes. Y las hojas de los árboles eran para la curación de las naciones” (Revelación 22:1, 2). ¡Qué maravilloso servicio sacerdotal!
Vergüenza y humillación se tornan en regocijo
20. Pese a la oposición, ¿qué bendición le aguarda al sacerdocio real?
20 Desde que en 1914 comenzó el año de la buena voluntad de Jehová, el clero no ha hecho más que oponerse al sacerdocio real (Revelación 12:17). No obstante, todos los intentos de detener la predicación de las buenas nuevas han fracasado, tal como profetizó Isaías: “En vez de la vergüenza de ustedes habrá una porción doble, y en vez de humillación ellos clamarán gozosamente por la parte que les corresponde. Por lo tanto, en su tierra ellos tomarán posesión de hasta una porción doble. Regocijo hasta tiempo indefinido es lo que vendrá a ser suyo” (Isaías 61:7).
21. ¿Qué condujo a que los cristianos ungidos disfrutaran de una porción doble de bendiciones?
21 Durante la I Guerra Mundial, la nacionalista cristiandad avergonzó y humilló al resto ungido. Algunos clérigos figuraron entre quienes acusaron falsamente de sedición a ocho hermanos fieles de las oficinas centrales de Brooklyn, los cuales sufrieron un encarcelamiento injusto de nueve meses. En la primavera de 1919 se les puso por fin en libertad, y más adelante se desestimaron todos los cargos, así que el ardid para detener la predicación tuvo un efecto contrario al esperado. Jehová no dejó que la vergüenza de sus adoradores se prolongara, sino que los liberó y los restableció en la heredad espiritual que les pertenece, “su tierra”, donde les dio una porción doble de bendiciones, compensando con creces todos sus sufrimientos. Sin duda, les sobraban razones para clamar de puro gozo.
22, 23. ¿En qué aspecto imitan a su Creador los cristianos ungidos, y cómo los ha recompensado Jehová?
22 Las palabras que Jehová pronuncia a continuación dan a los cristianos de hoy otro motivo de regocijo: “Yo, Jehová, amo el derecho, odio el robo junto con la injusticia. Y ciertamente daré su salario en apego a la verdad, y un pacto de duración indefinida celebraré para con ellos” (Isaías 61:8). Por su estudio de la Biblia, el resto ungido aprendió a amar la justicia y odiar la maldad, así como a “batir sus espadas en rejas de arado y sus lanzas en podaderas”, permaneciendo neutral en las guerras y disturbios políticos (Proverbios 6:12-19; 11:20; Isaías 2:4). Asimismo abandonó las prácticas que deshonran a Dios, como la calumnia, el adulterio, el robo y la borrachera (Gálatas 5:19-21).
23 Debido a que los cristianos ungidos comparten el amor del Creador por la justicia, él les ha otorgado “su salario en apego a la verdad”. Entre otras cosas, este consiste en el nuevo pacto, el pacto de duración indefinida del que Cristo habló a sus discípulos la noche antes de morir, gracias al cual son una nación espiritual, el pueblo de Dios en sentido especial (Jeremías 31:31-34; Lucas 22:20). En virtud de tal alianza, Jehová aplicará los beneficios del sacrificio redentor de Jesús, incluido el perdón de los pecados, tanto a los ungidos como a los demás seres humanos fieles.
Alborozo por las bendiciones de Jehová
24. ¿Qué personas de las naciones son “la prole” a la que se bendice, y cómo han llegado a serlo?
24 Algunas personas de las naciones han observado que Jehová bendice a Su pueblo. La promesa divina anunció: “Su prole realmente será conocida aun entre las naciones, y sus descendientes en medio de los pueblos. Todos los que los vean los reconocerán, que son la prole que Jehová ha bendecido” (Isaías 61:9). Los ungidos que componen el Israel de Dios han efectuado su labor entre las naciones en el año de la buena voluntad de Jehová, y ya son millones los que han respondido a su ministerio. Por su estrecha cooperación con el Israel de Dios, los cristianos de las naciones tienen el privilegio de ser “la prole que Jehová ha bendecido”. Su felicidad está a la vista de toda la humanidad.
25, 26. ¿Cómo se hacen eco todos los cristianos de los sentimientos que se expresan en Isaías 61:10?
25 Los cristianos, tanto los ungidos como las otras ovejas, anhelan alabar a Jehová por toda la eternidad. Suscriben sin reservas las palabras inspiradas de Isaías el profeta: “Sin falta me alborozaré en Jehová. Mi alma estará gozosa en mi Dios. Porque me ha vestido con las prendas de vestir de la salvación; con la vestidura sin mangas de la justicia me ha envuelto, como el novio que, al modo del sacerdote, se pone una prenda sobre la cabeza, y como la novia que se engalana con sus cosas ornamentales” (Isaías 61:10).
26 Ataviados “con la vestidura sin mangas de la justicia”, los ungidos están decididos a preservar su pureza y castidad ante Jehová (2 Corintios 11:1, 2). Él los declara justos con la perspectiva de heredar la vida celestial, así que jamás regresarán a la heredad desolada de Babilonia la Grande, de la cual los ha liberado (Romanos 5:9; 8:30). Las prendas de la salvación tienen para ellos un valor incalculable, y sus compañeros de las otras ovejas están igualmente resueltos a guardar las elevadas normas divinas para la adoración pura. Dado que “han lavado sus ropas largas y las han emblanquecido en la sangre del Cordero”, se les declara justos y sobrevivirán a “la gran tribulación” (Revelación 7:14; Santiago 2:23, 25). Hasta entonces, imitan a los ungidos evitando toda contaminación de Babilonia la Grande.
27. a) ¿Qué notable ‘brote’ tendrá lugar durante el Reinado Milenario? b) ¿Por qué puede decirse que la justicia ya está brotando entre los seres humanos?
27 Hoy día, a los adoradores de Jehová les deleita morar en un paraíso espiritual, y pronto también disfrutarán de uno literal. Anhelamos de todo corazón ese día, cuya gráfica descripción leemos en la conclusión del capítulo 61 de Isaías: “Como la tierra misma produce su brote, y como el jardín mismo hace brotar las cosas que se siembran en él, de igual manera el Señor Soberano Jehová hará brotar justicia y alabanza enfrente de todas las naciones” (Isaías 61:11). Durante el Reinado Milenario de Cristo se “hará brotar justicia” en la Tierra. Los seres humanos gritarán en triunfo, y la rectitud se extenderá hasta el último rincón del planeta (Isaías 26:9). Sin embargo, no tenemos que esperar hasta ese glorioso día para alabar al Creador enfrente de todas las naciones. La justicia ya está brotando entre los millones de personas que glorifican al Dios del cielo y proclaman las buenas nuevas de Su Reino. Incluso ahora, nuestra fe y esperanza nos dan sobradas razones para alborozarnos por las bendiciones de nuestro Dios.
[Nota]
a Tal vez Isaías 61:5 tuviera un cumplimiento en tiempos antiguos, pues es probable que los gentiles que acompañaron a los judíos naturales en su regreso a Jerusalén los ayudaran a restaurar la tierra (Esdras 2:43-58). A partir del versículo 6, sin embargo, parece que la profecía se cumple de modo exclusivo en el Israel de Dios.
[Ilustración de la página 323]
Isaías tiene buenas nuevas para los judíos cautivos
[Ilustración de la página 331]
Desde 33 E.C., Jehová ha plantado 144.000 “árboles grandes de justicia”
[Ilustración de la página 334]
La justicia brotará en la Tierra
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“Un nombre nuevo”Las profecías de Isaías, una luz para toda la humanidad II
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Capítulo 23
“Un nombre nuevo”
1. ¿Qué garantía contiene el capítulo 62 de Isaías?
PALABRAS que los tranquilicen, los consuelen y les infundan esperanzas de restauración: eso es lo que necesitan los judíos abatidos que residen en Babilonia. Han transcurrido varias décadas desde la destrucción de Jerusalén y su templo. La tierra de Judá, situada a unos 800 kilómetros de Babilonia, sigue desolada, y parece que Jehová se ha olvidado de los judíos. ¿Qué puede mejorar su situación? Las promesas de Jehová de que los repatriará y les permitirá restablecer la adoración pura. Cuando esto suceda, calificativos como “dejada por completo” y “desolada” se cambiarán por nombres que denoten la aprobación divina (Isaías 62:4; Zacarías 2:12). El capítulo 62 de Isaías abunda en tales promesas. No obstante, al igual que otras profecías de restauración, este capítulo trata de cuestiones que trascienden la liberación de los judíos cautivos en Babilonia. El cumplimiento principal del capítulo 62 de Isaías nos garantiza que la salvación de la nación espiritual de Jehová, “el Israel de Dios”, es segura (Gálatas 6:16).
Jehová no se está quieto
2. ¿Cómo vuelve a favorecer Jehová a Sión?
2 Tras la derrota de Babilonia en el año 539 a.E.C., el rey Ciro de Persia emite un decreto que autoriza a los judíos devotos a regresar a Jerusalén para restablecer la adoración de Jehová (Esdras 1:2-4). En 537 a.E.C. llegan los primeros a su tierra, y Dios vuelve a favorecer a Jerusalén, como lo refleja el tono afectuoso de su declaración profética: “Por causa de Sión no me quedaré callado, y por causa de Jerusalén no me estaré quieto hasta que salga la justicia de ella justamente como el resplandor, y su salvación como una antorcha que arde” (Isaías 62:1).
3. a) ¿Por qué rechazó Jehová por fin a la Sión terrestre, y quién la reemplazó? b) ¿Qué distanciamiento se produjo y cuándo, y en qué período vivimos hoy?
3 En 537 a.E.C., Jehová cumplió su promesa de restaurar Sión, es decir, Jerusalén. Salvó a sus habitantes, y la justicia de estos resplandeció. Sin embargo, más adelante, los judíos volvieron a alejarse de la adoración pura; no aceptaron a Jesús como el Mesías, y Jehová acabó por abandonarlos como nación escogida (Mateo 21:43; 23:38; Juan 1:9-13). Entonces hizo que naciera una nueva nación, “el Israel de Dios”, la cual se convirtió en su pueblo especial. En el siglo primero, los miembros de esta nación predicaron con celo las buenas nuevas por todo el mundo conocido (Gálatas 6:16; Colosenses 1:23). Lamentablemente, tras la muerte de los apóstoles se produjo un distanciamiento de la fe verdadera que propició la aparición de un tipo de cristianismo apóstata, que se ha perpetuado en la cristiandad (Mateo 13:24-30, 36-43; Hechos 20:29, 30). Por siglos se permitió que esta causara oprobio considerable al nombre de Dios; hasta 1914, cuando se inició “el año de la buena voluntad” de Jehová, así como el cumplimiento principal de esta parte de las profecías de Isaías (Isaías 61:2).
4, 5. a) ¿A quiénes simbolizan Sión y sus hijos hoy? b) ¿En qué sentido ha utilizado Jehová a Sión para que “su salvación [sea] como una antorcha que arde”?
4 Hoy en día, la promesa de Dios de restaurar Sión se ha cumplido en Su organización celestial, “la Jerusalén de arriba”, que está representada en la Tierra por sus hijos, los cristianos ungidos por espíritu (Gálatas 4:26). Dicha organización es una ayudante leal, vigilante, amorosa y trabajadora. ¡Qué emocionante fue cuando en 1914 dio a luz al Reino mesiánico! (Revelación [Apocalipsis] 12:1-5). Desde 1919 en particular, sus hijos terrestres han predicado a las naciones acerca de la justicia y salvación de ella. Como predijo Isaías, han iluminado la oscuridad como una antorcha al difundir su luz (Mateo 5:15, 16; Filipenses 2:15).
5 Jehová se interesa muchísimo por sus adoradores y no se callará ni se estará quieto, en otras palabras, no parará hasta que haya cumplido todas las promesas que hizo a Sión y sus hijos. El resto ungido y sus compañeros de las “otras ovejas” también se niegan a quedarse callados (Juan 10:16). Efectivamente, no dejan de hablar del único camino a la salvación (Romanos 10:10).
“Un nombre nuevo” otorgado por Jehová
6. ¿Qué tiene pensado Jehová para Sión?
6 ¿Qué tiene pensado Jehová para Sión, su “mujer” celestial, representada por la antigua Jerusalén? Él explica: “Las naciones ciertamente verán tu justicia, oh mujer, y todos los reyes tu gloria. Y realmente se te llamará por un nombre nuevo, que la mismísima boca de Jehová designará” (Isaías 62:2). Cuando el pueblo de Dios obra con justicia, las naciones se ven obligadas a observarlo con atención. Hasta los reyes han de reconocer que Dios utiliza a Jerusalén y que los gobiernos de ellos resultan insignificantes en comparación con el Reino de Jehová (Isaías 49:23).
7. ¿Qué denota el nuevo nombre de Sión?
7 Con el objeto de confirmar que la situación de Sión ha cambiado, Jehová le da un nombre nuevo. Este denota la condición bendita y honrosa de que disfrutan los hijos terrestres de Sión a partir de 537 a.E.C.a y muestra que él reconoce que Sión le pertenece. En la actualidad, los miembros del Israel de Dios se alegran de que Jehová se complazca en ellos del mismo modo, y las otras ovejas comparten su alegría.
8. ¿De qué maneras ha honrado Jehová a Sión?
8 Una vez otorgado el nuevo nombre, Jehová le promete a Sión: “Tienes que llegar a ser una corona de hermosura en la mano de Jehová, y un turbante regio en la palma de tu Dios” (Isaías 62:3). Jehová muestra en su mano a su esposa simbólica, la Sión celestial, para que sea objeto de admiración (Salmo 48:2; 50:2). La corona de hermosura y el “turbante regio” indican que se la inviste de honra y autoridad (Zacarías 9:16). El Israel de Dios, que representa a la Sión celestial o “Jerusalén de arriba”, es un resultado notable de la intervención de la mano de Dios, es decir, de su poder en acción (Gálatas 4:26). Con la ayuda de Jehová, esa nación espiritual se ha labrado un historial extraordinario de integridad y devoción. Dios imparte fuerzas a millones de personas —tanto ungidas como de las otras ovejas— para que demuestren una fe y un amor fuera de lo común. Por otra parte, durante el Reinado Milenario de Cristo, los ungidos, que habrán alcanzado su gloriosa recompensa celestial, serán instrumentos en la mano de Jehová para conducir a la afligida creación a la vida eterna (Romanos 8:21, 22; Revelación 22:2).
“Jehová se [ha] deleitado en ti”
9. Describa la transformación que experimentará Sión.
9 La concesión de un nombre nuevo forma parte de la maravillosa transformación que experimentará la Sión celestial, representada por sus hijos terrestres. Leemos: “Ya no se dirá de ti que eres una mujer dejada por completo; y de tu propia tierra ya no se dirá que está desolada; sino que tú misma serás llamada: Mi Deleite Está en Ella, y tu tierra: Poseída como Esposa. Porque Jehová se habrá deleitado en ti, y tu propia tierra será poseída como esposa” (Isaías 62:4). La Sión terrestre está desolada desde su destrucción en 607 a.E.C. Sin embargo, las palabras de Jehová le garantizan que su país será restaurado y repoblado. Ya no será una mujer dejada por completo, y su tierra ya no estará desolada. La restauración de Jerusalén en el año 537 a.E.C. significará para ella una situación diametralmente opuesta a la anterior. Jehová declara que se llamará a Sión “Mi Deleite Está en Ella”, y a su tierra, “Poseída como Esposa” (Isaías 54:1, 5, 6; 66:8; Jeremías 23:5-8; 30:17; Gálatas 4:27-31).
10. a) ¿Qué transformación se operó en el Israel de Dios? b) ¿Qué es la “tierra” del Israel de Dios?
10 En el Israel de Dios se operó un cambio parecido a partir de 1919. Durante la I Guerra Mundial dio la impresión de que Jehová había repudiado a los cristianos ungidos. Pero en 1919 recuperaron su posición favorecida y su adoración fue purificada, lo cual repercutió en sus enseñanzas, organización y actividades. El Israel de Dios recibió su “tierra”, es decir, su heredad o ámbito de actividad espiritual (Isaías 66:7, 8, 20-22).
11. ¿En qué sentido toman los judíos por esposa a su madre?
11 Jehová recalca la nueva posición favorecida de su pueblo al decir: “Tal como un joven toma en posesión a una virgen como su esposa, tus hijos te tomarán en posesión como esposa. Y con el alborozo de un novio por una novia, tu Dios se alborozará aun por ti” (Isaías 62:5). ¿Cómo pueden los judíos, los “hijos” de Sión, tomar a su madre por esposa? En el sentido de que los que regresen del exilio babilónico volverán a ocupar su antigua capital y a establecerse en ella. Cuando llegue ese momento, Sión ya no estará desolada, sino llena de hijos (Jeremías 3:14).
12. a) ¿Cómo ha dejado claro Jehová que los cristianos ungidos forman parte de la organización que está unida a él en matrimonio? b) ¿Por qué constituye la relación de Jehová con su pueblo un modelo perfecto para los matrimonios actuales? (Véase el recuadro de la pág. 342.)
12 Del mismo modo, en 1919 los hijos de la Sión celestial tomaron posesión de su tierra, su heredad espiritual, a la que se llama proféticamente “Poseída como Esposa”. La actividad cristiana de los ungidos en dicha tierra ha evidenciado que son el “pueblo para [el] nombre [de Jehová]” (Hechos 15:14). El hecho de que produzcan los frutos del Reino y publiquen el nombre de Jehová ha puesto de manifiesto que gozan de su beneplácito. Dios ha dejado claro que forman parte de la organización que está unida a él con un vínculo inquebrantable. Al ungir a estos cristianos con espíritu santo, liberarlos del cautiverio espiritual y utilizarlos para predicar la esperanza del Reino a la humanidad, ha demostrado que se alboroza con ellos igual que un novio con su novia (Jeremías 32:41).
“No haya silencio por parte de ustedes”
13, 14. a) ¿Cómo se convierte la antigua Jerusalén en una ciudad que ofrece protección? b) ¿Cómo ha llegado a ser una “alabanza en la tierra” la Sión de nuestros días?
13 El nombre nuevo de carácter simbólico que Jehová concede a sus siervos les infunde seguridad. Saben que él los reconoce y los considera posesión suya. Ahora Dios se dirige a ellos con una nueva ilustración, en la que los representa como una ciudad amurallada: “Sobre tus muros, oh Jerusalén, he comisionado atalayas. Todo el día y toda la noche, constantemente, que no se queden callados. Ustedes, los que están haciendo mención de Jehová, no haya silencio por parte de ustedes, y no le den silencio sino hasta que él fije sólidamente, sí, hasta que establezca a Jerusalén como alabanza en la tierra” (Isaías 62:6, 7). En el momento señalado por Dios, tras el retorno del resto fiel de Babilonia, Jerusalén se convierte en una “alabanza en la tierra”, pues vuelve a contar con murallas que protegen a sus habitantes. Los atalayas de los muros montan guardia día y noche para garantizar la seguridad de la ciudad y dar la voz de alarma a la población (Nehemías 6:15; 7:3; Isaías 52:8).
14 En nuestros días, Jehová se ha valido de sus atalayas ungidos para mostrar a las personas mansas el modo de liberarse del yugo de la religión falsa e invitarlas a entrar en Su organización, donde se las protege de la contaminación espiritual, las influencias impías y el desagrado de Jehová (Jeremías 33:9; Sofonías 3:19). En dicha labor protectora desempeña un papel fundamental la clase del atalaya, “el esclavo fiel y discreto”, que suministra “alimento al tiempo apropiado” (Mateo 24:45-47). La “gran muchedumbre”, que colabora con la clase del atalaya, también contribuye significativamente a que Sión sea una “alabanza en la tierra” (Revelación 7:9).
15. ¿Por qué puede decirse que la clase del atalaya y sus compañeros sirven a Jehová con constancia?
15 La clase del atalaya y sus compañeros prestan servicio con constancia. La actitud de entrega de estas personas fieles, cuyo número asciende a millones, se hace patente en su predicación celosa, que recibe el apoyo de superintendentes viajantes y sus esposas; voluntarios de los hogares Betel e imprentas de los testigos de Jehová; misioneros, y precursores especiales, regulares y auxiliares. Ambos grupos también ponen empeño en construir Salones del Reino, visitar a los enfermos, ayudar a quienes afrontan situaciones médicas delicadas y socorrer a las víctimas de catástrofes naturales y accidentes. Muchos de estos cristianos abnegados a menudo prestan servicio literalmente “día y noche” (Revelación 7:14, 15).
16. ¿En qué sentido “no le [dan] silencio” a Jehová sus siervos?
16 Las Escrituras animan a los siervos de Jehová a orar con persistencia, a pedirle a Dios que se ‘efectúe Su voluntad, como en el cielo, también sobre la Tierra’ (Mateo 6:9, 10; 1 Tesalonicenses 5:17). Los exhorta a que “no le den silencio” a Jehová hasta que se hayan cumplido todos los deseos y esperanzas con respecto al restablecimiento de la adoración verdadera. Jesús hizo hincapié en la necesidad de orar constantemente cuando instó a sus discípulos a “que clama[ra]n a [Dios] día y noche” (Lucas 18:1-8).
El servicio a Dios será recompensado
17, 18. a) ¿Por qué pueden confiar los habitantes de Sión en que disfrutarán del fruto de su labor? b) ¿Cómo disfruta el pueblo de Jehová del fruto de su labor hoy día?
17 Al darle un nombre nuevo a su pueblo, Jehová le garantiza que sus esfuerzos no serán en vano. “Jehová ha jurado con su diestra y con su brazo fuerte: ‘Ciertamente no daré más tu grano como alimento a tus enemigos, ni beberán los extranjeros tu vino nuevo, por el cual te has afanado. Antes bien, los mismísimos que lo recogen lo comerán, y de seguro alabarán a Jehová; y los mismísimos que lo juntan lo beberán en mis santos patios’.” (Isaías 62:8, 9.) La diestra y el brazo fuerte de Jehová son símbolos de su fuerza y poder (Deuteronomio 32:40; Ezequiel 20:5). El hecho de que los utilice para pronunciar un juramento indica que está resuelto a cambiar la situación de Sión. En el año 607 a.E.C., Jehová permite que los enemigos de Sión la saqueen (Deuteronomio 28:33, 51). Pero ahora asegura que solo disfrutarán de los bienes de ella quienes tengan el derecho (Deuteronomio 14:22-27).
18 En el cumplimiento moderno de esta promesa, el pueblo restaurado de Jehová vive una gran prosperidad espiritual. Disfruta a plenitud del fruto de su labor, a saber, el incremento en la cantidad de discípulos cristianos y la abundancia de alimento espiritual (Isaías 55:1, 2; 65:14). Como es un pueblo fiel, Jehová no permite que sus enemigos menoscaben su prosperidad espiritual ni le priven de los resultados de su servicio de todo corazón. Nada de lo que se hace en el servicio de Jehová es en vano (Malaquías 3:10-12; Hebreos 6:10).
19, 20. a) ¿Cómo se despeja el camino para que los judíos regresen a Jerusalén? b) ¿Cómo se ha despejado el camino en nuestros tiempos para que los mansos entren en la organización de Jehová?
19 Por otra parte, el nombre nuevo atrae a personas sinceras a la organización de Jehová. Multitudes ya han entrado en ella, y el camino sigue abierto. La profecía de Isaías afirma: “Pasen, pasen afuera por las puertas. Despejen el camino del pueblo. Terraplenen, terraplenen la calzada. Límpienla de piedras. Levanten una señal enhiesta para los pueblos” (Isaías 62:10). En el primer cumplimiento, esta exhortación probablemente se refiera a salir por las puertas de las ciudades babilónicas para regresar a Jerusalén. Los judíos liberados tendrán que quitar las piedras del camino para facilitar la marcha y erigir una señal que muestre la ruta (Isaías 11:12).
20 En 1919 se separó a los cristianos ungidos para efectuar servicio divino, y desde entonces viajan por “el Camino de la Santidad” (Isaías 35:8). Ellos fueron los primeros en caminar por la calzada espiritual que sale de Babilonia la Grande (Isaías 40:3; 48:20). Dios les concedió el privilegio de encabezar la obra de proclamar sus actos poderosos y mostrar a otras personas la manera de tomar la calzada. La tarea de limpiarla de piedras de tropiezo fue principalmente en beneficio propio (Isaías 57:14). Necesitaban tener una visión clara de los propósitos y enseñanzas divinos. Las creencias falsas son piedras de tropiezo en el camino a la vida, pero la Palabra de Jehová es “como un martillo de fragua que desmenuza el peñasco”. Con ella, los cristianos ungidos hicieron añicos las rocas con las que podían tropezar quienes deseaban servir a Jehová (Jeremías 23:29).
21, 22. ¿Qué señal enhiesta ha levantado Jehová para los que dejan la religión falsa, y cómo lo sabemos?
21 En 537 a.E.C., Jerusalén se convirtió en la señal enhiesta que invitaba al resto judío a regresar a la ciudad y reconstruir el templo (Isaías 49:22). En 1919, cuando el resto ungido fue liberado del yugo de la religión falsa, no emprendió un camino sin rumbo. Conocía su destino, ya que Jehová le había levantado una señal. ¿Cuál? La misma que se predijo en Isaías 11:10: “En aquel día tiene que suceder que habrá la raíz de Jesé que estará de pie como señal enhiesta para los pueblos”. El apóstol Pablo aplica estas palabras a Jesús (Romanos 15:8, 12). En efecto, la señal enhiesta es Jesucristo como Rey que gobierna desde el monte Sión celestial (Hebreos 12:22; Revelación 14:1).
22 En torno a él se reúne a los cristianos ungidos y las otras ovejas para que participen en la adoración unificadora del Dios Altísimo. La gobernación de Cristo vindica la soberanía universal de Jehová y bendice a la gente de bien de todas las naciones. ¿No es suficiente razón para que todos lo ensalcemos?
“Tu salvación viene”
23, 24. ¿Cómo se lleva hoy la salvación a los que tienen fe en Dios?
23 El nombre nuevo que Jehová otorga a su organización, la cual es como su esposa, tiene que ver con la salvación eterna de los hijos de ella. Isaías escribe: “¡Miren! Jehová mismo ha hecho oír esto hasta la parte más lejana de la tierra: ‘Digan a la hija de Sión: “¡Mira! Tu salvación viene. ¡Mira! El galardón que él da está con él, y el salario que él paga está delante de él”’” (Isaías 62:11). A los judíos les llegó la salvación cuando cayó Babilonia y regresaron a su tierra. Pero estas palabras apuntan a una salvación mayor. La declaración de Jehová nos recuerda la siguiente profecía de Zacarías sobre Jerusalén: “Ponte muy gozosa, oh hija de Sión. Grita en triunfo, oh hija de Jerusalén. ¡Mira! Tu rey mismo viene a ti. Es justo, sí, salvado; humilde, y cabalga sobre un asno, aun sobre un animal plenamente desarrollado, hijo de un asna” (Zacarías 9:9).
24 Tres años y medio después de bautizarse en agua y ser ungido con el espíritu de Dios, Jesús entró en Jerusalén montado sobre un asno y limpió el templo (Mateo 21:1-5; Juan 12:14-16). Hoy en día, Jesucristo es quien lleva la salvación procedente de Jehová a cuantos tienen fe en Dios. Desde su entronización, en 1914, también es el Juez y Ejecutor nombrado por su Padre. En 1918, tres años y medio después de acceder al trono, limpió el templo espiritual de Jehová, representado en la Tierra por la congregación de cristianos ungidos (Malaquías 3:1-5). El alzamiento de Jesucristo como señal enhiesta marcó el comienzo de una gran recolección de partidarios del Reino mesiánico por toda la Tierra. En correspondencia con el primer cumplimiento, el Israel de Dios obtuvo la “salvación” cuando fue liberado de Babilonia la Grande en 1919. “El galardón”, o “el salario”, que aguarda a los abnegados cosechadores es, o bien la vida inmortal en el cielo, o bien la vida eterna en la Tierra. Todos los que permanecen fieles pueden estar seguros de que su “labor no es en vano en lo relacionado con el Señor” (1 Corintios 15:58).
25. ¿Qué garantía recibe el pueblo de Jehová?
25 Las perspectivas son verdaderamente halagüeñas para la organización celestial de Jehová, sus representantes ungidos en la Tierra y todo el que se relaciona y colabora con ellos (Deuteronomio 26:19). Isaías profetizó: “Los hombres ciertamente los llamarán el pueblo santo, los recomprados por Jehová; y a ti misma se te llamará: Buscada, una Ciudad No Dejada por Completo” (Isaías 62:12). Hubo un tiempo en el que “la Jerusalén de arriba”, representada por el Israel de Dios, se sintió abandonada; pero eso no volverá a suceder jamás. El pueblo de Jehová disfrutará para siempre de Su amparo y Su aprobación.
[Nota]
a En las profecías bíblicas, “un nombre nuevo” puede significar una nueva posición o privilegio (Revelación 2:17; 3:12).
[Recuadro de la página 342]
Un modelo perfecto para los matrimonios
Todo el que se casa tiene sus propias expectativas respecto al matrimonio. ¿Cuáles son las de Dios, el creador de esta institución? ¿Con qué objetivo la originó?
Su relación con la nación de Israel nos da un indicio. Isaías representa dicha relación como la de un matrimonio (Isaías 62:1-5). Observemos lo que Jehová Dios, el “esposo”, hace por su “esposa”: la protege y santifica (Isaías 62:6, 7, 12); la honra y valora (Isaías 62:3, 8, 9), y se deleita en ella, como muestran los nombres nuevos que le da (Isaías 62:4, 5, 12).
En las Escrituras Griegas Cristianas, Pablo evoca la descripción que hace Isaías de la relación entre Jehová e Israel cuando compara el vínculo conyugal con el que existe entre Cristo y la congregación de cristianos ungidos (Efesios 5:21-27).
Pablo animó a los cristianos a imitar en su matrimonio la relación de Jesús con la congregación. No puede haber mayor amor que el que demostraron Jehová a Israel, y Cristo a la congregación. Aquellas relaciones simbólicas constituyen un modelo perfecto para los cristianos que deseen tener un matrimonio satisfactorio y feliz (Efesios 5:28-33).
[Ilustraciones de la página 339]
Jehová llamará a la Sión celestial por un nombre nuevo
[Ilustraciones de la página 347]
En nuestros días, la clase del atalaya de Jehová no se ha quedado callada
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Jehová se hace un nombre hermosoLas profecías de Isaías, una luz para toda la humanidad II
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Capítulo 24
Jehová se hace un nombre hermoso
1, 2. a) ¿Por qué se interesan los cristianos en el venidero “día de Jehová”? b) ¿Qué importantísima cuestión está implicada en la llegada del día de Jehová?
LOS cristianos llevan casi dos mil años “esperando y teniendo muy presente la presencia del día de Jehová” (2 Pedro 3:12; Tito 2:13). Es normal que suspiren por la llegada de ese día, pues entonces comenzarán a borrarse los estragos que les ha causado la imperfección (Romanos 8:22). También supondrá el fin de las presiones que soportan durante estos “tiempos críticos, difíciles de manejar” (2 Timoteo 3:1).
2 No obstante, aunque el día de Jehová aliviará a los justos, significará destrucción para “los que no conocen a Dios y [...] no obedecen las buenas nuevas acerca de nuestro Señor Jesús” (2 Tesalonicenses 1:7, 8). Esta profecía da en qué pensar. ¿Destruirá Dios a los malvados simplemente para librar a su pueblo de las penalidades? El capítulo 63 de Isaías muestra que está implicada otra cuestión mucho más importante, a saber, la santificación del nombre divino.
La marcha del guerrero victorioso
3, 4. a) ¿Cuál es el contexto de la profecía del capítulo 63 de Isaías? b) ¿A quién ve Isaías marchando hacia Jerusalén, y con quién lo identifican algunos comentaristas?
3 En el capítulo 62 de Isaías leímos acerca de la liberación de los judíos del cautiverio babilónico y el retorno a su tierra. La pregunta lógica que surge ahora es: ¿deberá temer el resto judío repatriado que las naciones enemigas vuelvan a devastar el país? La visión de Isaías contribuye mucho a disipar cualquier temor. La profecía empieza así: “¿Quién es este que viene de Edom, el que viene con prendas de vestir de colores relumbrantes desde Bozrá, este que es honorable en su ropa, que marcha en la abundancia de su poder?” (Isaías 63:1a).
4 Isaías contempla a un enérgico guerrero que marcha triunfante hacia Jerusalén. Ostenta el rango más elevado, como indica su espléndida vestimenta. Viene de Bozrá, la ciudad más importante de Edom, lo que da a entender que ha obtenido una gran victoria sobre dicha nación enemiga. ¿Quién será este personaje? Algunos comentaristas opinan que es Jesucristo, y otros, el cabecilla judío Judas Macabeo. Sin embargo, el propio guerrero se identifica cuando responde a la pregunta anterior de este modo: “Yo, Aquel que habla en justicia, Aquel que abunda en poder para salvar” (Isaías 63:1b).
5. ¿Quién es el guerrero que ve Isaías, y por qué contesta usted así?
5 Todo indica que este vencedor es Jehová Dios. De él se dice en otros pasajes que tiene “abundancia de energía dinámica” y “habl[a] lo que es justo” (Isaías 40:26; 45:19, 23). Además, su magnífico ropaje nos recuerda las palabras del salmista: “Oh Jehová Dios mío, te has mostrado muy grande. Con dignidad y esplendor te has vestido” (Salmo 104:1). Aunque Jehová es el Dios del amor, la Biblia muestra que cuando es preciso, asume el papel de guerrero (Isaías 34:2; 1 Juan 4:16).
6. ¿Por qué ha estado luchando Jehová en Edom?
6 Ahora bien, ¿por qué ha estado luchando Jehová en Edom? Los edomitas son enemigos antiguos del pueblo del pacto divino, pues han perpetuado la animosidad que comenzó con su antepasado, Esaú (Génesis 25:24-34; Números 20:14-21). La profundidad de su odio hacia Judá se hizo patente de modo especial cuando alentaron a los soldados babilonios que estaban desolando Jerusalén (Salmo 137:7). Jehová considera tal inquina como una ofensa contra su persona. No es de extrañar que decidiera blandir la espada de su venganza contra Edom (Isaías 34:5-15; Jeremías 49:7-22).
7. a) ¿Cómo se cumplió la profecía contra Edom en un principio? b) ¿Qué simboliza Edom?
7 Por consiguiente, la visión de Isaías infunde mucho ánimo a los judíos que regresan a Jerusalén, pues les garantiza que disfrutarán de seguridad en su nuevo hogar. En tiempos del profeta Malaquías, Dios ya había hecho que las “montañas [de Edom] fueran un yermo desolado, y su herencia para los chacales del desierto” (Malaquías 1:3). ¿Debe entenderse, entonces, que todos los pormenores de la profecía de Isaías ya se habían cumplido en tiempos de Malaquías? No, pues a pesar de su estado ruinoso, Edom se resolvió a reconstruir sus lugares devastados, y el profeta siguió llamándolo “el territorio de la iniquidad” y “la gente a quien Jehová ha denunciado hasta tiempo indefinido”a (Malaquías 1:4, 5). Sin embargo, en sentido simbólico, Edom no solo abarca a los descendientes de Esaú, sino a todas las naciones hostiles a los adoradores de Jehová. Y las que más se han destacado en este aspecto han sido las de la cristiandad. ¿Qué le sucederá al Edom moderno?
El lagar
8, 9. a) ¿Qué ha hecho el guerrero que ve Isaías? b) ¿Cuándo y cómo se pisa el lagar simbólico?
8 Isaías pregunta al guerrero que vuelve de la batalla: “¿Por qué está roja tu ropa, y tus prendas de vestir están como las de uno que está pisando en el lagar?”. Jehová responde: “La artesa para vino he pisado yo solo, mientras no estuvo conmigo ningún hombre de los pueblos. Y seguí pisándolos en mi cólera, y seguí hollándolos en mi furia. Y su sangre que salía a chorros siguió salpicando mis prendas de vestir, y toda mi ropa la he contaminado” (Isaías 63:2, 3).
9 En el baño de sangre descrito de forma tan gráfica en este pasaje, hasta las elegantes vestiduras divinas se manchan, como la ropa del que pisa la uva. El lagar es un símbolo adecuado de la difícil situación en la que se encuentran los enemigos de Jehová Dios cuando él se dispone a destruirlos. ¿En qué momento pisará este lagar? Las profecías de Joel y del apóstol Juan hablan asimismo de un lagar simbólico, en el cual se huella la uva cuando Jehová aplasta a sus enemigos en Armagedón (Joel 3:13; Revelación [Apocalipsis] 14:18-20; 16:16). El lagar profético de Isaías también alude a este acontecimiento.
10. ¿Por qué dice Jehová que ha pisado el lagar él solo?
10 No obstante, ¿por qué dice Jehová que ha pisado este lagar él solo, sin que lo acompañara hombre alguno de los pueblos? ¿Acaso no dirige esa tarea Jesucristo como representante suyo? (Revelación 19:11-16). Sí, pero Jehová se refiere en este versículo a seres humanos, no a espíritus; de este modo indica que ningún hombre es capaz de librar a la Tierra de los seguidores de Satanás (Isaías 59:15, 16). Al Dios todopoderoso corresponde la labor de pisotearlos con cólera hasta destruirlos por completo.
11. a) ¿Por qué trae Jehová un “día de venganza”? b) ¿Quiénes son los “recomprados” de la antigüedad y de nuestros días?
11 Jehová pasa a explicar por qué realiza esta tarea personalmente: “El día de venganza está en mi corazón, y el mismísimo año de mis recomprados ha venido” (Isaías 63:4).b Dios es el único que tiene el derecho de vengar el daño infligido a su pueblo (Deuteronomio 32:35). En la antigüedad, los “recomprados” fueron los judíos que habían sufrido a manos de los babilonios (Isaías 35:10; 43:1; 48:20). En nuestros días son los miembros del resto ungido (Revelación 12:17). Estos, al igual que aquellos judíos, han sido recomprados del cautiverio religioso y, junto con sus compañeros de las “otras ovejas”, han sufrido persecución y oposición (Juan 10:16). Así pues, la profecía de Isaías asegura a los cristianos de la actualidad que Dios intervendrá a favor de ellos en el momento que Él ha designado.
12, 13. a) ¿Por qué puede decirse que Jehová no tiene “ayudador”? b) ¿Cómo le suministra salvación a Jehová su brazo, y en qué sentido lo sostiene su furia?
12 Jehová prosigue: “Seguí mirando, pero no había ayudador; y empecé a mostrarme pasmado, pero no había nadie que ofreciera sostén. De modo que mi brazo me suministró salvación, y mi furia me sostuvo. Y seguí pisando duro a los pueblos en mi cólera, y procedí a emborracharlos con mi furia y a hacer bajar hasta la tierra su sangre que salía a chorros” (Isaías 63:5, 6).
13 No existe “ayudador” humano que pueda atribuirse el mérito por el gran día de venganza de Jehová. Tampoco necesita Dios que lo sustente ningún hombre a fin de llevar a cabo su voluntad.c Con su brazo omnipotente le basta (Salmo 44:3; 98:1; Jeremías 27:5). Además, su furia lo sostiene. ¿En qué sentido? Tal indignación no es una emoción incontrolada, sino justa. Como Jehová se basa siempre en principios justos, su furia lo sostiene, lo motiva, cuando hace “bajar hasta la tierra” la ‘sangre de sus enemigos que sale a chorros’, lo que indica que los humilla y derrota (Salmo 75:8; Isaías 25:10; 26:5).
Expresiones de la bondad amorosa de Dios
14. ¿Qué oportunos recordatorios hace ahora Isaías?
14 En épocas anteriores, los judíos perdieron enseguida el aprecio por lo que Jehová había hecho por ellos, de modo que Isaías les recuerda muy oportunamente por qué actuó Dios así. Les dice: “Las bondades amorosas de Jehová mencionaré, las alabanzas de Jehová, conforme a todo lo que nos ha hecho Jehová, hasta el abundante bien a la casa de Israel que les ha hecho conforme a sus misericordias y conforme a la abundancia de sus bondades amorosas. Y él pasó a decir: ‘De seguro ellos son mi pueblo, hijos que no resultarán falsos’. De modo que para ellos se hizo Salvador. Durante el tiempo de toda la angustia de ellos le fue angustioso a él. Y su propio mensajero personal los salvó. En su amor y en su compasión él mismo los recompró, y procedió a alzarlos y llevarlos todos los días de mucho tiempo atrás” (Isaías 63:7-9).
15. ¿Cómo y por qué mostró Jehová bondad amorosa a la descendencia de Abrahán en Egipto?
15 ¡Qué ejemplo tan extraordinario de bondad amorosa, o amor leal, nos da Jehová! (Salmo 36:7; 62:12.) Por el amor que le tenía a Abrahán, entabló una relación con él (Miqueas 7:20). Además, le prometió que mediante su descendencia se bendecirían todas las naciones de la Tierra (Génesis 22:17, 18). Jehová cumplió su promesa, mostrando así gran bondad a la casa de Israel. Entre sus actos leales destacó el de liberar a la descendencia de Abrahán de la esclavitud en Egipto (Éxodo 14:30).
16. a) ¿Con qué actitud hizo Jehová su pacto con Israel? b) ¿Qué cualidad caracterizó la relación de Dios con su pueblo?
16 Después del éxodo, Jehová llevó a Israel al monte Sinaí y le hizo esta promesa: “Si ustedes obedecen estrictamente mi voz y verdaderamente guardan mi pacto, entonces ciertamente llegarán a ser mi propiedad especial [...]. Y ustedes mismos llegarán a ser para mí un reino de sacerdotes y una nación santa” (Éxodo 19:5, 6). ¿Era esa oferta un engaño? No, pues Isaías revela que Jehová se dijo: “De seguro ellos son mi pueblo, hijos que no resultarán falsos”. Un biblista señala: “La expresión ‘de seguro’ no indica un decreto de Su soberanía o Su presciencia, sino la esperanza y confianza que emanan de Su amor”. En efecto, Jehová hizo su pacto de buena fe, con el deseo sincero de que los judíos lo cumplieran. A pesar de las claras deficiencias que manifestaron, tuvo confianza en ellos. Sin duda es maravilloso adorar a un Dios que confía de tal manera en sus siervos. Cuando los ancianos de la actualidad demuestran una confianza similar en la bondad intrínseca del pueblo de Dios, fortalecen mucho a quienes tienen encomendados (2 Tesalonicenses 3:4; Hebreos 6:9, 10).
17. a) ¿Qué prueba dio Jehová de su amor por los israelitas? b) ¿De qué podemos estar seguros hoy en día?
17 Sin embargo, como dijo el salmista, los israelitas “olvidaron a Dios su Salvador, el Hacedor de cosas grandes en Egipto” (Salmo 106:21). Su desobediencia y obstinación les acarrearon serias dificultades en multitud de ocasiones (Deuteronomio 9:6). ¿Dejó de mostrarles Jehová bondad amorosa? Al contrario: Isaías dice que “durante el tiempo de toda la angustia de ellos le fue angustioso a él”. ¡Cuánta empatía! Como a todo padre amoroso, a Dios le dolía ver los padecimientos de sus hijos, aunque ellos mismos se los hubiesen causado por su propia insensatez. Tal como estaba predicho y en prueba de su amor, envió a su “mensajero personal” —probablemente Jesús en su existencia prehumana— para que los condujera a la Tierra Prometida (Éxodo 23:20). De ese modo, Jehová ‘alzó’ a la nación y la ‘llevó’, “justamente como un hombre lleva a su hijo” (Deuteronomio 1:31; Salmo 106:10). Hoy en día también podemos estar seguros de que Jehová conoce nuestros sufrimientos y de que se compadece de nosotros cuando nos encontramos en situaciones angustiosas. Con plena confianza podemos ‘echar sobre él toda nuestra inquietud, porque él se interesa por nosotros’ (1 Pedro 5:7).
Dios se convierte en enemigo
18. ¿Por qué se convierte Jehová en enemigo de su pueblo?
18 No obstante, jamás debemos abusar de la bondad amorosa de Dios. Isaías afirma a continuación: “Ellos mismos se rebelaron e hicieron que su espíritu santo se sintiera herido. Ahora él fue cambiado en enemigo de ellos; él mismo guerreó contra ellos” (Isaías 63:10). Jehová advirtió que, aunque es misericordioso y benévolo, “de ninguna manera dará exención de castigo” (Éxodo 34:6, 7). Como los israelitas se han vuelto unos rebeldes incorregibles, van a recibir su merecido. “No olvides cómo has provocado a Jehová tu Dios en el desierto —les recordó Moisés—. Desde el día en que saliste de la tierra de Egipto hasta la llegada de ustedes a este lugar, han resultado rebeldes en su comportamiento para con Jehová.” (Deuteronomio 9:7.) Han herido o contristado el espíritu de Dios al oponerse a los buenos efectos que produce (Efesios 4:30). Han obligado a Jehová a convertirse en su enemigo (Levítico 26:17; Deuteronomio 28:63).
19, 20. ¿De qué se acuerdan los judíos, y por qué?
19 En medio de sus tribulaciones, algunos judíos se sienten impulsados a reflexionar en el pasado. Dice Isaías: “Uno empezó a acordarse de los días de mucho tiempo atrás, de Moisés su siervo: ‘¿Dónde está Aquel que los hizo subir del mar con los pastores de su rebaño? ¿Dónde está Aquel que puso dentro de él Su propio espíritu santo? ¿Aquel que hizo que Su hermoso brazo fuera a la diestra de Moisés; Aquel que partió las aguas de delante de ellos para hacer para sí mismo un nombre de duración indefinida; Aquel que los hizo andar a través de las aguas agitadas de modo que, cual caballo en el desierto, no tropezaron? Tal como cuando baja una bestia misma a la llanura-valle, el mismísimo espíritu de Jehová procedió a hacerlos descansar’” (Isaías 63:11-14a).d
20 Ahora que están sufriendo los resultados de la desobediencia, los judíos anhelan los días en que Jehová era su Libertador, y no su enemigo. Se acuerdan de cómo sus “pastores”, Moisés y Aarón, los condujeron a través del mar Rojo (Salmo 77:20; Isaías 51:10). Les viene a la memoria la ocasión en la que, en vez de herir el espíritu de Dios, permitieron que este los guiara por medio de Moisés y otros ancianos nombrados por dicho espíritu (Números 11:16, 17). También recuerdan que Jehová usó “Su hermoso brazo” en favor de ellos mediante Moisés, y finalmente los sacó del desierto grande e inspirador de temor y los llevó a una tierra que manaba leche y miel, un lugar de descanso (Deuteronomio 1:19; Josué 5:6; 22:4). Pero ahora sufren porque han perdido su buena relación con Dios.
‘Un nombre hermoso para sí’
21. a) ¿De qué gran privilegio podría haber disfrutado Israel en relación con el nombre de Dios? b) ¿Cuál fue la razón principal por la que Dios liberó a los descendientes de Abrahán cautivos en Egipto?
21 Con todo, la pérdida de los bienes de los israelitas resulta insignificante en comparación con la del privilegio que han despreciado: contribuir a la glorificación del nombre de Dios. Moisés prometió a los israelitas: “Jehová te establecerá como pueblo santo para sí, tal como te juró, porque continúas guardando los mandamientos de Jehová tu Dios, y has andado en sus caminos. Y todos los pueblos de la tierra tendrán que ver que el nombre de Jehová ha sido llamado sobre ti, y de veras tendrán miedo de ti” (Deuteronomio 28:9, 10). Cuando Jehová actuó en defensa de los descendientes de Abrahán cautivos en Egipto y los liberó, no lo hizo tan solo para que tuvieran una vida más agradable. Había una motivación mucho más importante: Su nombre. Efectivamente, se encargó de que su nombre fuera “declarado en toda la tierra” (Éxodo 9:15, 16). Y cuando mostró misericordia a Israel tras su rebelión en el desierto, no lo hizo por pura emoción. Él mismo dijo: “Me puse a actuar por causa de mi propio nombre para que no fuera profanado delante de los ojos de las naciones” (Ezequiel 20:8-10).
22. a) ¿Con qué fin volverá a luchar Jehová a favor de su pueblo en el futuro? b) ¿De qué manera influye el amor al nombre de Dios en nuestro proceder?
22 Isaías concluye de manera impactante esta profecía con las palabras: “Así condujiste a tu pueblo para hacer para ti mismo un nombre hermoso” (Isaías 63:14b). Ahí se ve claramente la finalidad de la vigorosa lucha de Jehová a favor de su pueblo: hacerse un nombre hermoso. De modo que la profecía de Isaías constituye un recordatorio poderoso de que llevar el nombre de Jehová es tanto un formidable privilegio como una gran responsabilidad. Los cristianos verdaderos de la actualidad aman Su sagrado nombre más que su propia vida (Isaías 56:6; Hebreos 6:10). Por tanto, están resueltos a no hacer nada que le cause oprobio en modo alguno. Responden al amor leal de Dios manteniéndose leales a él. Y como aman el hermoso nombre de Jehová, anhelan que llegue el día en que él huelle a Sus enemigos en el lagar de su cólera, pero no solo por los beneficios que ellos recibirán, sino porque así se glorificará el nombre del Dios al que aman (Mateo 6:9).
[Notas]
a Los Herodes del siglo I E.C. eran edomitas.
b Las expresiones “día de venganza” y “año de mis recomprados” posiblemente aludan a un mismo período. Obsérvese el paralelo que se establece en Isaías 34:8 con expresiones parecidas.
c Jehová se queda pasmado de que nadie le ofrezca apoyo. Pudiera sorprender, en efecto, que casi dos mil años después de la muerte de Jesús, los poderosos de la humanidad sigan oponiéndose a la voluntad divina (Salmo 2:2-12; Isaías 59:16).
d La primera oración de este pasaje también pudiera traducirse “Él empezó a acordarse” (Isaías 63:11, nota). Pero esto no significa necesariamente que Jehová sea el sujeto de la acción. Las palabras que siguen no expresan los sentimientos de él, sino los de su pueblo. De ahí que la versión Nácar-Colunga (1972) traduzca así el versículo: “Entonces su pueblo se acordó de los días antiguos”.
[Ilustración de la página 359]
Jehová depositó grandes esperanzas en su pueblo
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Oración de arrepentimientoLas profecías de Isaías, una luz para toda la humanidad II
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Capítulo 25
Oración de arrepentimiento
1, 2. a) ¿Qué objetivo tiene la disciplina de Jehová? b) ¿Ante qué disyuntiva se hallaban los judíos tras recibir la disciplina de Jehová?
LA DESTRUCCIÓN de Jerusalén y de su templo en el año 607 a.E.C. fue una medida disciplinaria de parte de Jehová, una manera de expresar su desaprobación total. Aunque la desobediente nación de Judá merecía aquel severo castigo, Dios no se proponía exterminarla. El apóstol Pablo mencionó el objetivo de la disciplina de Jehová cuando dijo: “Es cierto que ninguna disciplina parece por el presente ser cosa de gozo, sino penosa; sin embargo, después, a los que han sido entrenados por ella, da fruto pacífico, a saber, justicia” (Hebreos 12:11).
2 ¿Cómo reaccionarían los judíos ante tan dura experiencia? ¿Odiarían la disciplina de Jehová? (Salmo 50:16, 17.) ¿O más bien la aceptarían como parte de su entrenamiento? ¿Se arrepentirían y serían sanados? (Isaías 57:18; Ezequiel 18:23.) La profecía de Isaías da a entender que por lo menos algunos de ellos respondieron bien a la corrección. En los últimos versículos del capítulo 63 y todo el capítulo 64 se representa a la nación de Judá como un pueblo arrepentido que dirige súplicas sinceras a Jehová. El profeta Isaías pronuncia una oración de arrepentimiento en nombre de sus compatriotas que estarán en el destierro, y en ella habla de acontecimientos futuros como si estuvieran ocurriendo ante sus ojos.
Un Padre compasivo
3. a) ¿Cómo ensalza a Jehová la oración profética de Isaías? b) ¿Cómo demuestra la oración de Daniel que la oración profética de Isaías representa los pensamientos de los judíos arrepentidos que viven en Babilonia? (Véase el recuadro de la pág. 362.)
3 Isaías le ruega a Jehová: “Mira desde el cielo y ve desde tu excelsa morada de santidad y hermosura”. El profeta se refiere a los cielos espirituales, donde moran Jehová y sus criaturas invisibles, de naturaleza espiritual. Isaías prosigue, expresando los pensamientos de los judíos exiliados: “¿Dónde están tu celo y tu pleno poderío, la conmoción de tus entrañas, y tus misericordias? Para conmigo se han restringido” (Isaías 63:15). Jehová ha retenido su poder y ha controlado sus sentimientos profundos —“la conmoción de [sus] entrañas, y [sus] misericordias”— para con el pueblo. Aun así, es el “Padre” de la nación judía. Si Abrahán e Israel (Jacob), los antepasados naturales de esta, volvieran a la vida, pudieran sentirse inclinados a renegar de su descendencia apóstata; Jehová, en cambio, es más compasivo (Salmo 27:10). Isaías dice agradecido: “Tú, oh Jehová, eres nuestro Padre. Nuestro Recomprador de mucho tiempo atrás es tu nombre” (Isaías 63:16).
4, 5. a) ¿En qué sentido hace Jehová que su pueblo ‘vague de Sus caminos’? b) ¿Qué clase de adoración desea Jehová?
4 Isaías continúa con las siguientes palabras sinceras: “¿Por qué, oh Jehová, sigues haciendo que vaguemos de tus caminos? ¿Por qué endureces nuestro corazón contra el temor de ti? Vuélvete por causa de tus siervos, las tribus de tu posesión hereditaria” (Isaías 63:17). El profeta suplica a Jehová que vuelva a dirigir la atención a sus siervos. Ahora bien, ¿en qué sentido hace Dios que los judíos ‘vaguen de Sus caminos’, es decir, se descaminen? ¿Es Jehová el causante de que se endurezca su corazón y no le tengan temor? No, pero lo permite; y en su desesperación, los judíos se lamentan de que les haya concedido tal libertad (Éxodo 4:21; Nehemías 9:16). Les gustaría que Jehová hubiera impedido que se descarriaran.
5 Huelga decir que Dios no actúa de ese modo con los seres humanos. Él nos ha dado libre albedrío, por lo que somos nosotros quienes decidimos si le vamos a obedecer o no (Deuteronomio 30:15-19). La clase de adoración que Jehová desea es la que procede de un corazón y una mente motivados por amor genuino. Así pues, Dios ha permitido que los judíos hagan uso de su libre albedrío y se rebelen contra él. Es en este sentido en el que ha endurecido su corazón (2 Crónicas 36:14-21).
6, 7. a) ¿A qué ha llevado el que los judíos dejen los caminos de Jehová? b) ¿Qué deseo expresan los judíos, pero qué no tienen derecho a esperar?
6 ¿A qué ha llevado su rebeldía? Isaías responde proféticamente: “Por un ratito tu pueblo santo tuvo posesión. Nuestros propios adversarios han pisado duro tu santuario. Mucho tiempo hace que llegamos a ser como aquellos sobre quienes no gobernaste, como aquellos sobre quienes no se había llamado tu nombre” (Isaías 63:18, 19). El pueblo de Jehová poseyó temporalmente el santuario, hasta que él permitió que lo destruyeran y se llevaran a Su nación al destierro. Cuando eso sucedió, fue como si no hubiera existido ningún pacto entre él y los descendientes de Abrahán y como si estos nunca hubieran llevado Su nombre. Ahora que están cautivos en Babilonia, los judíos exclaman desesperados: “¡Oh, que hubieras rasgado los cielos, que hubieras bajado, que a causa de ti las montañas mismas se hubieran estremecido, como cuando un fuego enciende la maleza, y el fuego hace hervir el agua misma, a fin de dar a conocer tu nombre a tus adversarios, para que a causa de ti se agitaran las naciones!” (Isaías 64:1, 2). Jehová tiene, sin lugar a dudas, el poder de salvar. Podría haber bajado para pelear por su pueblo, ‘rasgando’ gobiernos comparables a cielos y desintegrando imperios semejantes a montañas. Podría haber manifestado su celo ardiente en favor de su pueblo y así haber dado a conocer Su nombre.
7 Jehová ya lo había hecho en el pasado. Isaías narra: “Cuando hiciste cosas inspiradoras de temor que no podíamos esperar, descendiste. A causa de ti las montañas mismas se estremecieron” (Isaías 64:3). Con aquellas obras maravillosas, Jehová puso de manifiesto su poder y divinidad. No obstante, los judíos infieles de los tiempos de Isaías no tienen derecho a esperar que intervenga de igual modo en favor de ellos.
Solo Jehová puede salvar
8. a) ¿Cuál es una de las diferencias que existen entre Jehová y los dioses falsos de las naciones? b) ¿Por qué no salva Jehová a su pueblo, aunque podría hacerlo? c) ¿Qué alusión hace Pablo a Isaías 64:4, y qué aplicación le da? (Véase el recuadro de la pág. 366.)
8 Los dioses falsos no realizan actos poderosos de salvación en beneficio de sus adoradores. Isaías escribe: “Desde tiempo muy remoto ninguno ha oído, ni nadie ha prestado oído, ni ningún ojo mismo ha visto a un Dios, fuera de ti, que obre a favor del que se mantiene en expectación de él. Has salido al encuentro del que se alboroza y hace justicia, los que siguen acordándose de ti en tus propios caminos” (Isaías 64:4, 5a). Jehová es el único que ‘remunera a los que le buscan solícitamente’ (Hebreos 11:6). Es un Dios que protege a quienes obran con justicia y se acuerdan de él (Isaías 30:18). ¿Han actuado así los judíos? No. Isaías le dice a Jehová: “¡Mira! Tú mismo te indignaste, mientras nosotros seguimos pecando... en ellos mucho tiempo, y ¿se nos debería salvar?” (Isaías 64:5b). En vista del dilatado historial pecaminoso del pueblo, no hay razón para que Jehová contenga su indignación y lo salve.
9. ¿Qué pueden esperar los judíos arrepentidos, y qué aprendemos nosotros de ello?
9 Los judíos no pueden cambiar el pasado, pero si se arrepienten y retornan a la adoración verdadera, pueden esperar que Jehová los perdone y les conceda bendiciones en un futuro. Él recompensará a los arrepentidos liberándolos del cautiverio babilónico cuando llegue el momento que ha estipulado. Por lo tanto, tienen que ser pacientes. Aunque se hayan arrepentido, Jehová no alterará su horario; pero les garantiza que si se mantienen alerta y responden a Su voluntad, los liberará. Los cristianos de la actualidad también nos mantenemos en expectación de Jehová pacientemente (2 Pedro 3:11, 12). Tomamos a pecho lo que escribió el apóstol Pablo: “No desistamos de hacer lo que es excelente, porque al debido tiempo segaremos si no nos cansamos” (Gálatas 6:9).
10. ¿Qué incapacidad se confiesa con franqueza en la oración de Isaías?
10 La oración profética de Isaías es más que una confesión formal de los pecados: expresa el reconocimiento sincero de que la nación es incapaz de salvarse a sí misma. El profeta dice: “Llegamos a ser como alguien inmundo, todos nosotros, y todos nuestros actos de justicia son como una prenda de vestir para períodos de menstruación; y nos marchitaremos como follaje, todos nosotros, y nuestros errores mismos nos llevarán justamente como un viento” (Isaías 64:6). Es posible que al finalizar el destierro, los judíos arrepentidos ya hayan dejado sus prácticas apóstatas y hayan recurrido a Jehová con actos de justicia. Pero siguen siendo imperfectos. Sus buenas obras, aunque loables, son comparables a vestiduras inmundas, por lo que no sirven para expiar los pecados. El perdón de Jehová es una dádiva inmerecida que él otorga por su misericordia; no es algo que se pueda ganar (Romanos 3:23, 24).
11. a) ¿En qué condición espiritual se hallan la mayoría de los judíos desterrados, y a qué puede deberse? b) ¿Quiénes fueron modelos de fe durante el exilio?
11 ¿Qué ve Isaías cuando mira hacia el futuro? El profeta continúa con su oración: “No hay nadie que invoque tu nombre, nadie que se despierte para asirse de ti; pues has ocultado tu rostro de nosotros, y haces que nos derritamos por el poder de nuestro error” (Isaías 64:7). La condición espiritual de la nación es pésima. Los judíos no han invocado el nombre de Dios en oración. Si bien ya no son culpables del grave pecado de la idolatría, al parecer descuidan su adoración y no hay “nadie que se despierte para asirse” de Jehová. Es obvio que no disfrutan de una buena relación con el Creador. Tal vez se sientan indignos de orarle o estén tan absortos en sus quehaceres diarios que no piensen en él. Hay, claro está, modelos de fe entre los exiliados, como Daniel, Hananías, Misael, Azarías y Ezequiel (Hebreos 11:33, 34). Cuando los setenta años de cautiverio están a punto de concluir, hombres como Ageo, Zacarías, Zorobabel y el sumo sacerdote Josué están listos para dar el ejemplo invocando el nombre de Jehová. No obstante, parece que la mayoría de los desterrados se hallan en la condición descrita en la oración profética de Isaías.
“El obedecer es mejor que un sacrificio”
12. ¿Cómo expresa Isaías la buena disposición de los judíos arrepentidos a cambiar de conducta?
12 Los judíos arrepentidos están dispuestos a cambiar. Isaías le pide a Jehová en representación de ellos: “Ahora, oh Jehová, tú eres nuestro Padre. Nosotros somos el barro, y tú eres nuestro Alfarero; y todos somos la obra de tu mano” (Isaías 64:8). Con estas palabras se reconoce nuevamente la autoridad de Jehová como Padre o Dador de Vida (Job 10:9). Los judíos arrepentidos son comparados a barro maleable; si responden a Su disciplina, él los moldea en armonía con sus normas. Pero esto solo puede suceder si Jehová, el Alfarero, les concede el perdón. Por eso Isaías le suplica dos veces indulgencia, recordándole que los judíos son Su pueblo: “No estés indignado, oh Jehová, hasta el extremo, y no te acuerdes para siempre de nuestro error. Mira, ahora, por favor: todos somos pueblo tuyo” (Isaías 64:9).
13. ¿En qué estado se halla la tierra de Israel durante el exilio del pueblo de Dios?
13 Durante el exilio, los judíos tienen que soportar mucho más que el cautiverio en un país pagano. El estado ruinoso de Jerusalén y su templo es un oprobio para ellos y para su Dios. La oración de arrepentimiento de Isaías menciona algunas causas de tal oprobio: “Tus propias ciudades santas han llegado a ser un desierto. Sión misma ha llegado a ser un verdadero desierto; Jerusalén, un yermo desolado. Nuestra casa de santidad y hermosura, en la cual nuestros antepasados te alabaron, ha llegado a ser ella misma algo para ser quemado en el fuego; y cada una de nuestras cosas deseables ha llegado a ser una devastación” (Isaías 64:10, 11).
14. a) ¿Qué advertencia dio Jehová respecto a la situación que existe ahora? b) Aunque Jehová se deleitaba en su templo y los sacrificios ofrecidos en él, ¿qué era más importante?
14 Jehová, naturalmente, tiene plena conciencia de la situación en que se encuentra la tierra ancestral de los judíos. Unos cuatrocientos veinte años antes de la destrucción de Jerusalén les advirtió que si dejaban sus mandamientos y servían a otros dioses, los ‘cortaría de sobre la superficie del suelo’, y el hermoso templo “llegar[ía] a ser montones de ruinas” (1 Reyes 9:6-9). Es cierto que Jehová se complacía en la tierra que había entregado a su pueblo, el espléndido templo construido en su honor y los sacrificios que se le ofrecían, pero la lealtad y la obediencia eran más importantes que las cosas materiales, incluso que los sacrificios. El profeta Samuel dijo acertadamente al rey Saúl: “¿Se deleita tanto Jehová en ofrendas quemadas y sacrificios como en que se obedezca la voz de Jehová? ¡Mira! El obedecer es mejor que un sacrificio, el prestar atención que la grasa de carneros” (1 Samuel 15:22).
15. a) ¿Qué pregunta Isaías proféticamente a Jehová en tono suplicante, y cómo responde Él? b) ¿Qué llevó a que Jehová repudiara definitivamente a Israel como nación?
15 Pese a todo, ¿es posible que el Dios de Israel no se compadezca de su pueblo arrepentido al ver las calamidades que sufre? Isaías concluye su oración profética con dicho interrogante. En nombre de los judíos desterrados, pregunta en tono suplicante: “Ante estas cosas, ¿continuarás conteniéndote, oh Jehová? ¿Te quedarás callado y dejarás que se nos aflija hasta el extremo?” (Isaías 64:12). Al final Jehová perdona a su pueblo y en el año 537 a.E.C. lo devuelve a su tierra para que reanude allí la adoración pura (Joel 2:13). No obstante, siglos más tarde, Jerusalén y su templo fueron destruidos otra vez después de que Dios repudiara definitivamente a la nación del pacto divino por haberse apartado de Sus mandamientos y haber rechazado al Mesías (Juan 1:11; 3:19, 20). Jehová reemplazó a Israel con una nueva nación, en este caso espiritual, a saber, “el Israel de Dios” (Gálatas 6:16; 1 Pedro 2:9).
Jehová, el “Oidor de la oración”
16. ¿Qué nos enseña la Biblia respecto al perdón de Jehová?
16 De lo que le sucedió a Israel aprendemos lecciones importantes. Vemos que Jehová es “bueno y [está] listo para perdonar” (Salmo 86:5). Como criaturas imperfectas, dependemos de su misericordia y perdón para ser salvos; no podemos ganarnos dicha bendición con ninguna obra nuestra. Pero Jehová no perdona indiscriminadamente. Solo pueden aspirar al perdón divino los que se arrepienten de sus pecados y se vuelven (Hechos 3:19).
17, 18. a) ¿Cómo sabemos que Jehová se interesa de verdad por nuestros pensamientos y sentimientos? b) ¿Por qué es Jehová paciente con los pecadores?
17 También aprendemos que Jehová se interesa mucho por los pensamientos y sentimientos que le expresamos al orarle, pues es el “Oidor de la oración” (Salmo 65:2, 3). El apóstol Pedro nos asegura: “Los ojos de Jehová están sobre los justos, y sus oídos están hacia su ruego” (1 Pedro 3:12). Otra lección importante es que la oración de arrepentimiento debe incluir una confesión humilde de los pecados (Proverbios 28:13). Lo anterior no significa, sin embargo, que podamos abusar de la misericordia divina. La Biblia advierte a los cristianos que “no acepten la bondad inmerecida de Dios y dejen de cumplir su propósito” (2 Corintios 6:1).
18 Por último, aprendemos la razón por la que Jehová es paciente con su pueblo pecador. Según explicó el apóstol Pedro, es “porque no desea que ninguno sea destruido; más bien, desea que todos alcancen el arrepentimiento” (2 Pedro 3:9). No obstante, los que abusan continuamente de la paciencia divina recibirán su castigo. Respecto a ellos leemos: “[Jehová] pagará a cada uno conforme a sus obras: vida eterna a los que por aguante en la obra que es buena buscan gloria y honra e incorruptibilidad; sin embargo, para los que son contenciosos y que desobedecen la verdad, pero obedecen la injusticia, habrá ira y cólera” (Romanos 2:6-8).
19. ¿Qué cualidades manifestará siempre Jehová?
19 Como Dios no cambia, los principios que, según hemos visto, rigieron su relación con el antiguo Israel son los mismos que rigen su relación con nosotros. Aunque no se retiene de castigar a quienes lo merecen, Jehová siempre será “un Dios misericordioso y benévolo, tardo para la cólera y abundante en bondad amorosa y verdad, que conserva bondad amorosa para miles, que perdona error y transgresión y pecado” (Éxodo 34:6, 7).
[Ilustraciones y recuadro de la página 362]
La oración de arrepentimiento de Daniel
El profeta Daniel vivió en Babilonia durante los setenta años que duró el cautiverio judío. En el año sexagésimo octavo, Daniel entendió por su estudio de la profecía de Jeremías que el destierro israelita se acercaba a su fin (Jeremías 25:11; 29:10; Daniel 9:1, 2). Como consecuencia, el profeta ofreció una oración de arrepentimiento a Jehová de parte de toda la nación judía. Él relata: “Procedí a dirigir mi rostro hacia Jehová el Dios verdadero, para buscarlo con oración y con súplicas, con ayuno y saco y cenizas. Y empecé a orar a Jehová mi Dios y a hacer confesión” (Daniel 9:3, 4).
Daniel pronunció su ruego unos doscientos años después que Isaías escribiera la oración profética recogida en los capítulos 63 y 64 de su libro. No cabe duda de que muchos judíos sinceros oraron a Jehová durante los difíciles años del destierro. Sin embargo, la Biblia destaca la oración de Daniel porque, al parecer, representaba el sentir de muchos judíos fieles. Así, su plegaria demuestra que los sentimientos expresados en la oración profética de Isaías eran verdaderamente los que abrigaban los judíos fieles de Babilonia.
Obsérvense algunas de las similitudes que existen entre la oración de Daniel y la de Isaías:
Isaías 64:10, 11 Daniel 9:16-18
[Recuadro de la página 366]
“Ojo no ha visto”
En su carta a los Corintios, el apóstol Pablo aludió al libro de Isaías cuando dijo: “Así como está escrito: ‘Ojo no ha visto, ni oído ha oído, ni se han concebido en el corazón del hombre las cosas que Dios ha preparado para los que lo aman’” (1 Corintios 2:9).a Ni el apóstol ni el profeta se referían a lo que Jehová tiene preparado para su pueblo, sea en los cielos o en el futuro Paraíso terrestre. Pablo aplicó las palabras de Isaías a las bendiciones de las que ya estaban disfrutando los cristianos del siglo primero, tales como el entendimiento de las cosas más profundas de Dios y la iluminación espiritual procedente de él.
Las cosas espirituales profundas solo pueden entenderse cuando Jehová considera oportuno revelarlas, y aun entonces, únicamente las captan quienes son espirituales y disfrutan de una relación estrecha con él. Las palabras de Pablo se refieren a los que tienen poca o ninguna espiritualidad. Su ojo no puede ver (percibir) las verdades espirituales ni su oído oírlas (comprenderlas). Tales personas ni siquiera pueden concebir en su corazón las cosas que Dios ha preparado para los que lo aman. Pero a los que, como Pablo, se han dedicado a Él, las ha revelado mediante su espíritu (1 Corintios 2:1-16).
[Nota]
a Pablo no citó textualmente de ningún pasaje de las Escrituras Hebreas. Parece que combinó los pensamientos de Isaías 52:15; 64:4, y Isa 65:17.
[Ilustración de la página 367]
El pueblo de Dios poseyó Jerusalén y su templo “por un ratito”
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“Estén gozosos para siempre en lo que voy a crear”Las profecías de Isaías, una luz para toda la humanidad II
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Capítulo 26
“Estén gozosos para siempre en lo que voy a crear”
1. ¿Qué palabras tranquilizadoras escribió el apóstol Pedro, y qué pregunta surge?
¿VEREMOS algún día el fin de las injusticias y el sufrimiento? Hace más de mil novecientos años, el apóstol Pedro escribió las tranquilizadoras palabras: “Hay nuevos cielos y una nueva tierra que esperamos según su promesa [divina], y en estos la justicia habrá de morar” (2 Pedro 3:13). Como tantos fieles de todos los tiempos, Pedro esperaba con ilusión el gran día en que desaparecieran el delito, la opresión y la violencia, y triunfara la justicia. ¿Podemos estar seguros de que se cumplirá esa promesa?
2. ¿Qué profeta había hablado de “nuevos cielos y una nueva tierra”, y qué cumplimientos tiene esa profecía antigua?
2 Por supuesto que sí. Pedro no fue el primero en hablar de “nuevos cielos y una nueva tierra”. Unos ochocientos años antes, Jehová había pronunciado palabras similares por boca del profeta Isaías. Esa promesa anterior se cumplió a pequeña escala en el año 537 a.E.C., cuando los judíos fueron liberados del cautiverio babilónico y regresaron a su tierra. Pero la profecía de Isaías tiene un cumplimiento mayor en nuestros días, y esperamos con ansias un cumplimiento aún más emocionante en el nuevo mundo. En efecto, la animadora profecía transmitida mediante Isaías nos permite entrever las bendiciones que Dios tiene preparadas para quienes lo aman.
Jehová tiende la mano a “un pueblo terco”
3. ¿Qué pregunta nos contesta el capítulo 65 de Isaías?
3 Recordemos que Isaías 63:15–64:12 contiene la oración profética de Isaías en nombre de los judíos desterrados en Babilonia. Como muestran las palabras del profeta, muchos de ellos no están adorando a Dios con devoción, pero otros se han arrepentido y han vuelto a él. ¿Restablecerá Jehová a la nación por causa de ese resto arrepentido? El capítulo 65 de Isaías nos da la respuesta. Pero antes de hacer una promesa de liberación para los fieles, Dios menciona el castigo que les espera al gran número de judíos sin fe.
4. a) ¿Quién buscará a Jehová, en contraste con su pueblo rebelde? b) ¿Qué aplicación hizo el apóstol Pablo de Isaías 65:1, 2?
4 Jehová ha soportado la rebeldía persistente de su pueblo, pero llegará el momento en que lo entregará al enemigo y con gusto extenderá su favor a otro grupo. Mediante Isaías le revela: “Me he dejado buscar por los que no habían preguntado por mí. Me he dejado hallar por los que no me habían buscado. He dicho: ‘¡Aquí estoy, aquí estoy!’, a una nación que no invocaba mi nombre” (Isaías 65:1). La gente de las naciones acudirá a Jehová, pero la obstinada nación de Judá se negará a hacerlo, lo cual dice muy poco en favor del pueblo del pacto divino. Isaías no es el único profeta en predecir que Dios terminaría escogiendo a un pueblo al que antes no reconocía (Oseas 1:10; 2:23). El apóstol Pablo citó Isaías 65:1, 2 de la Septuaginta para demostrar que gente de las naciones alcanzaría “la justicia que resulta de la fe”, aun cuando los judíos naturales no quisieron hacerlo (Romanos 9:30; 10:20, 21).
5, 6. a) ¿Qué deseo sincero ha manifestado Jehová, pero cómo ha respondido su pueblo? b) ¿Qué aprendemos de la relación de Jehová con Judá?
5 Jehová explica por qué permitirá que su propio pueblo sufra calamidades: “He extendido mis manos todo el día a un pueblo terco, a los que están andando en el camino que no es bueno, en pos de sus pensamientos” (Isaías 65:2). La acción de tender la mano denota una invitación o una súplica. Dios ha extendido sus manos, no por un rato, sino todo el día, porque desea sinceramente que Judá regrese a él. Con todo, su testarudo pueblo no le ha respondido.
6 Estas palabras encierran un mensaje alentador: Jehová desea que nos acerquemos a él porque es accesible (Santiago 4:8). También nos enseñan que es humilde (Salmo 113:5, 6), pues sigue tendiendo la mano a su pueblo para suplicarle que vuelva a él, aunque lo hayan “herido” con su obstinación (Salmo 78:40, 41). Durante siglos exhorta con ruegos a los judíos, hasta que finalmente los entrega en manos de sus enemigos; pero ni siquiera entonces les cierra la puerta a quienes se muestran humildes.
7, 8. ¿De qué maneras ha provocado a Jehová su terco pueblo?
7 Los tercos judíos han provocado a Jehová en repetidas ocasiones con su conducta vergonzosa. Él describe así sus actos ofensivos: “El pueblo compuesto de los que constantemente me ofenden a mi misma cara, sacrificando en los jardines y haciendo humo de sacrificio sobre los ladrillos, sentándose entre las sepulturas, que también pasan la noche hasta en las chozas de guarda, que comen la carne del cerdo, y en cuyas vasijas se halla hasta el caldo de cosas viciadas; los que están diciendo: ‘Apégate a ti mismo. No te acerques a mí, porque ciertamente te comunicaré santidad’. Estos son un humo en mis narices, un fuego que arde todo el día” (Isaías 65:3-5). Estos judíos parecen devotos pero ofenden a Jehová ‘a su misma cara’, expresión que puede implicar insolencia o falta de respeto. No hacen ningún esfuerzo por ocultar sus abominaciones. Son particularmente censurables por cometer pecados en presencia de Aquel a quien deben honrar y obedecer.
8 Por sus actos, esos pecadores santurrones vienen a decir a otros judíos: “No se me acerquen porque soy más santo que ustedes”. ¡Qué hipócritas! Violan la Ley divina ofreciendo sacrificios a dioses falsos y quemándoles incienso (Éxodo 20:2-6). Se sientan entre las sepulturas, volviéndose así ceremonialmente impuros (Números 19:14-16). Además, comen carne de cerdo, que es un alimento inmundoa (Levítico 11:7). Sin embargo, creen que sus prácticas religiosas los hacen más santos que otros judíos; por tanto, no quieren que nadie se les acerque, no sea que con solo relacionarse con ellos se santifiquen, por así decirlo, o se vuelvan limpios. Pero el Dios que exige “devoción exclusiva” no comparte su opinión en absoluto (Deuteronomio 4:24).
9. ¿Cómo considera Jehová a los pecadores pagados de su justicia?
9 Jehová no considera santos a estos judíos pagados de su justicia, pues dice: “Son un humo en mis narices”. La palabra hebrea para “nariz” o “narices” suele referirse de modo figurado a la ira, y el humo también se relaciona con la cólera ardiente (Deuteronomio 29:20). La idolatría repugnante en la que ha caído el pueblo ha provocado la cólera ardiente de Jehová.
10. ¿Qué castigo impondrá Dios a Judá en pago por sus pecados?
10 Como Jehová es justo, no puede dejar impunes a tales pecadores obstinados. Isaías escribe: “¡Miren! Está escrito delante de mí. No me quedaré callado, sino que ciertamente haré el pago; sí, hasta haré el pago en su propio seno, por sus propios errores y por los errores de sus antepasados a la misma vez —ha dicho Jehová—. Porque han hecho humo de sacrificio sobre las montañas, y sobre las colinas me han vituperado, yo también ciertamente les mediré su salario en primer lugar en su propio seno” (Isaías 65:6, 7). Los judíos han causado oprobio a Jehová con sus cultos paganos. Han hecho que la adoración del Dios verdadero parezca equivalente a la que rinden las naciones vecinas. “Por sus propios errores”, entre ellos la idolatría y el espiritismo, Jehová les pagará “en su propio seno”. La palabra “seno” se refiere por lo visto al pliegue de la parte superior de la vestidura, que formaba una bolsa y en el que los vendedores vertían una medida del producto (Lucas 6:38). El significado es claro para los judíos apóstatas: Jehová medirá “el pago” que corresponde a cada uno, es decir, su castigo. El Dios de la justicia les dará su merecido (Salmo 79:12; Jeremías 32:18). Como Jehová no cambia, podemos estar seguros de que en el momento señalado dará también a este sistema inicuo la medida de castigo que merece (Malaquías 3:6).
“Por causa de mis siervos”
11. ¿Cómo indica Jehová que salvará a un resto fiel?
11 ¿Tendrá Dios misericordia de los judíos fieles? Isaías explica: “Esto es lo que ha dicho Jehová: ‘Del mismo modo como se halla el vino nuevo en el racimo y alguien tiene que decir: “No lo arruines, porque hay una bendición en él”, así haré yo por causa de mis siervos para no arruinarlos a todos. Y ciertamente haré salir de Jacob una prole; y de Judá, el poseedor hereditario de mis montañas; y mis escogidos tienen que tomar posesión de ella, y mis propios siervos residirán allí’” (Isaías 65:8, 9). Al compararlos con un racimo, Jehová utiliza una ilustración que les resulta fácil de entender. En su tierra abundan las uvas, cuyo producto, el vino, es una bendición para la humanidad (Salmo 104:15). Quizás se quiera transmitir la imagen de un racimo con algunos granos buenos, pero no todos, o de un solo racimo bueno acompañado de otros verdes o podridos. Sea como sea, el viñador no destruye las uvas buenas. Jehová asegura de este modo a la nación que no la aniquilará, sino que le perdonará la vida a un resto fiel. Afirma que este resto favorecido poseerá las “montañas” de Dios, es decir, Jerusalén y la tierra de Judá, el país montañoso que Él tomó para sí.
12. ¿Qué bendiciones aguardan al resto fiel?
12 ¿Qué bendiciones aguardan a este resto fiel? Jehová explica: “Sarón tiene que llegar a ser una dehesa para ovejas, y la llanura baja de Acor un descansadero para ganado vacuno, para mi pueblo que me habrá buscado” (Isaías 65:10). El ganado lanar y el vacuno desempeñan un papel importante en la vida de muchos judíos, y la abundancia de pastos contribuye a la prosperidad en tiempos de paz. Jehová menciona dos extremos del país para pintar un cuadro de paz y bonanza. Al oeste, en la costa mediterránea, se extiende la llanura de Sarón, célebre por su belleza y fertilidad, y el valle de Acor forma parte del límite nordeste de la tierra (Josué 15:7). Durante el destierro, ambas regiones yacerán desoladas, junto con el resto del país. No obstante, Jehová promete que, tras el exilio, se convertirán en hermosas dehesas para el resto repatriado (Isaías 35:2; Oseas 2:15).
Confían en “el dios de la Buena Suerte”
13, 14. ¿Qué prácticas demuestran que el pueblo ha dejado a su Dios, y cuáles serán las consecuencias?
13 La profecía de Isaías se centra de nuevo en quienes han dejado a Jehová y continúan con sus ritos idolátricos. Dice así: “Ustedes son los que dejan a Jehová, los que olvidan mi santa montaña, los que arreglan una mesa para el dios de la Buena Suerte y los que llenan vino mezclado para el dios del Destino” (Isaías 65:11). Al poner una mesa con alimento y bebida ante “el dios de la Buena Suerte” y “el dios del Destino”, estos judíos incorregibles han caído en las prácticas idolátricas de las naciones paganas.b ¿Qué será de los que confían ingenuamente en tales dioses?
14 Jehová les advierte sin rodeos: “Ciertamente los destinaré a la espada, y todos ustedes se encorvarán para ser degollados; por razón de que llamé, pero no respondieron; hablé, pero no escucharon; y siguieron haciendo lo que era malo a mis ojos, y escogieron la cosa en que no tuve deleite” (Isaías 65:12). Jehová les dice, valiéndose de un juego de palabras con el nombre hebreo del dios del Destino, que a los adoradores de esta deidad falsa los “destinar[á] a la espada”, es decir, a la destrucción. Mediante Sus profetas, los ha instado una y otra vez a arrepentirse, pero ellos no le han hecho caso y han escogido tercamente la conducta que saben que le desagrada, demostrando un gran desprecio por Dios. En cumplimiento de la advertencia divina, la nación sufrirá un azote terrible en el año 607 a.E.C., cuando Jehová permita que los babilonios destruyan Jerusalén y su templo. En ese momento, “el dios de la Buena Suerte” no protegerá a sus devotos que vivan en Judá y Jerusalén (2 Crónicas 36:17).
15. ¿Cómo prestan atención los cristianos verdaderos a la advertencia de Isaías 65:11, 12?
15 En la actualidad, los cristianos verdaderos escuchan la advertencia de Isaías 65:11, 12. No creen en la “buena suerte”, como si esta fuera una especie de fuerza sobrenatural capaz de conceder favores. Se niegan a despilfarrar sus recursos económicos tratando de apaciguar al “dios de la Buena Suerte”, por lo que evitan todo tipo de juegos de azar. Están convencidos de que los devotos de este dios terminarán por perderlo todo, pues Jehová les dice: “Ciertamente los destinaré a la espada”.
“¡Miren! Mis propios siervos se regocijarán”
16. ¿Qué bendiciones concederá Jehová a sus siervos fieles, pero qué les sucederá a quienes lo han abandonado?
16 Como parte de la censura profética a quienes han abandonado a Jehová, se establece un contraste entre el futuro de los adoradores sinceros y el de los hipócritas: “Esto es lo que ha dicho el Señor Soberano Jehová: ‘¡Miren! Mis propios siervos comerán, pero ustedes mismos padecerán hambre. ¡Miren! Mis propios siervos beberán, pero ustedes mismos padecerán sed. ¡Miren! Mis propios siervos se regocijarán, pero ustedes mismos sufrirán vergüenza. ¡Miren! Mis propios siervos clamarán gozosamente a causa de la buena condición de corazón, pero ustedes mismos darán alaridos a causa del dolor de corazón y aullarán a causa de puro quebranto de espíritu’” (Isaías 65:13, 14). Jehová bendecirá a sus siervos fieles, y estos clamarán con corazones jubilosos. El empleo de los verbos comer, beber y regocijarse da a entender que Jehová satisfará con creces las necesidades de sus adoradores. En cambio, los que han optado por abandonarlo padecerán hambre y sed espirituales; no verán remediadas sus carencias. Gritarán y aullarán a causa de las angustias y calamidades que les sobrevendrán.
17. ¿Por qué tiene el pueblo de Dios toda razón para clamar gozosamente?
17 La declaración de Jehová describe bien el estado espiritual de quienes hoy sirven a Dios tan solo de palabra. Los millones de miembros de la cristiandad sufren quebranto de espíritu. En contraste, los adoradores de Jehová claman gozosamente. Y con razón, pues están bien nutridos en sentido espiritual. Mediante publicaciones basadas en la Biblia y las reuniones cristianas, Jehová les suministra alimento espiritual en abundancia. Sin duda alguna, gracias a las verdades edificantes y las promesas consoladoras de la Palabra de Dios, tenemos una “buena condición de corazón”.
18. ¿Qué es lo único que quedará de quienes han abandonado a Jehová, y qué puede dar a entender el que su nombre sirva para proferir juramentos?
18 Jehová sigue diciendo a quienes lo han abandonado: “Ustedes ciertamente reservarán su nombre para un juramento por mis escogidos, y el Señor Soberano Jehová realmente les dará muerte a ustedes individualmente, pero a sus propios siervos los llamará por otro nombre; de manera que cualquiera que se bendiga en la tierra se bendecirá por el Dios de la fe, y cualquiera que haga una declaración jurada en la tierra jurará por el Dios de la fe; porque las angustias anteriores realmente serán olvidadas, y porque realmente serán ocultadas de mis ojos” (Isaías 65:15, 16). Lo único que quedará de quienes abandonan a Jehová es su nombre, que solo servirá para proferir juramentos, es decir, maldiciones. El pasaje tal vez quiera decir que los que asuman un compromiso solemne mediante un juramento dirán, en esencia: “Que reciba el mismo castigo que aquellos apóstatas si no cumplo esta promesa”. O quizá signifique que se usará su nombre, al igual que los de Sodoma y Gomorra, para ilustrar el castigo que Dios inflige a los perversos.
19. ¿En qué sentido llamará Dios a sus siervos por otro nombre, y por qué confiarán estos en el Dios de la fidelidad? (Véase también la nota a pie de página.)
19 ¡Qué diferente será la situación para los siervos de Dios! A ellos los llamará por otro nombre, que simboliza las bendiciones y los honores de que disfrutarán una vez que regresen a su hogar patrio. No procurarán que los bendiga ningún dios falso ni jurarán por ningún ídolo inerte, sino que cuando invoquen una bendición sobre sí o realicen un juramento, lo harán por el Dios de la fidelidad (Isaías 65:16, nota). Los habitantes de la tierra tendrán razones para confiar de lleno en Jehová, pues habrá demostrado que es fiel a sus promesas.c Cuando se encuentren sanos y salvos en su país, los judíos olvidarán enseguida las angustias del pasado.
“Voy a crear nuevos cielos y una nueva tierra”
20. ¿Cómo se cumplió en 537 a.E.C. la promesa de Jehová de unos “nuevos cielos y una nueva tierra”?
20 Jehová aporta ahora más detalles sobre su promesa de restaurar al resto arrepentido tras su regreso del destierro babilónico. Mediante Isaías revela: “¡Miren!, voy a crear nuevos cielos y una nueva tierra; y las cosas anteriores no serán recordadas, ni subirán al corazón” (Isaías 65:17). Esta promesa se cumplirá con toda seguridad, razón por la que en hebreo, tal acción futura de restaurar se expresa con una forma del verbo crear (“creo”) que da a entender que ya está sucediendo. La profecía tuvo un cumplimiento inicial en el año 537 a.E.C., cuando el resto judío regresó a Jerusalén. ¿Qué constituyeron los “nuevos cielos” en aquel entonces? La gobernación de Zorobabel, apoyada por el sumo sacerdote Josué y con sede en Jerusalén. El resto judío restablecido fue la “nueva tierra”, la sociedad limpia que se sometió a dicha gobernación y ayudó a restaurar la adoración pura en el país (Esdras 5:1, 2). El gozo de esa restauración compensó con creces todos los sufrimientos pasados e hizo que ni siquiera se recordaran (Salmo 126:1, 2).
21. ¿Qué nuevos cielos se establecieron en 1914?
21 Tengamos presente, sin embargo, que Pedro aludió a un cumplimiento futuro de la profecía de Isaías. Escribió: “Hay nuevos cielos y una nueva tierra que esperamos según su promesa, y en estos la justicia habrá de morar” (2 Pedro 3:13). Los tan esperados nuevos cielos se establecieron en 1914 con el nacimiento del Reino mesiánico, que gobierna desde el cielo y al que Jehová ha concedido autoridad sobre toda la Tierra (Salmo 2:6-8). Esta administración, en manos de Cristo y 144.000 cogobernantes, constituye los nuevos cielos (Revelación [Apocalipsis] 14:1).
22. ¿Quiénes compondrán la nueva tierra, y cómo se está preparando aun hoy a muchas personas para ser el núcleo de dicha sociedad?
22 ¿Y qué puede decirse de la nueva tierra? En consonancia con el cumplimiento antiguo, se compondrá de personas de buena disposición que se sometan con gusto al nuevo gobierno celestial. Aun ahora, millones de ellas, de toda nacionalidad, lengua y raza, se esfuerzan por seguir las leyes de ese gobierno, expuestas en la Biblia, y sirven unidas al Rey entronizado, Jesucristo (Miqueas 4:1-4). Cuando desaparezca el actual sistema malvado, este grupo será el núcleo de la nueva tierra, la sociedad mundial de seres humanos temerosos de Jehová que heredarán el ámbito terrestre del Reino de Dios (Mateo 25:34).
23. ¿Qué predicción encontramos en el libro de Revelación sobre “un nuevo cielo y una nueva tierra”, y cómo se cumplirá?
23 El libro de Revelación describe una visión que tuvo el apóstol Juan acerca del venidero día de Jehová, en el que se aniquilará este sistema de cosas. Después seguirá el abismamiento de Satanás (Revelación 19:11–20:3). Tras esa descripción, Juan escribió, aludiendo a las palabras proféticas de Isaías: “Vi un nuevo cielo y una nueva tierra”. Los versículos subsiguientes del relato de esta gloriosa visión hablan del día en el que Dios mejorará radicalmente las condiciones de esta Tierra (Revelación 21:1, 3-5). Está claro que la promesa de Isaías de unos “nuevos cielos y una nueva tierra” tendrá un cumplimiento maravilloso en el nuevo mundo de Dios. Bajo los nuevos cielos gubernamentales, la nueva sociedad terrestre disfrutará de un paraíso, tanto físico como espiritual. La garantía de que “las cosas anteriores [enfermedades, sufrimiento y demás penalidades humanas] no serán recordadas, ni subirán al corazón”, es todo un consuelo. Prescindiendo de qué recuerdos conservemos entonces, ninguno de ellos nos causará el dolor profundo que ahora aflige a muchos corazones.
24. ¿Por qué se regocijará Jehová por la restauración de Jerusalén, y qué no se oirá más en sus calles?
24 La profecía de Isaías dice a continuación: “Alborócense y estén gozosos para siempre en lo que voy a crear. Porque, ¡miren!, voy a crear a Jerusalén una causa para gozo y a su pueblo una causa para alborozo. Y ciertamente estaré gozoso en Jerusalén y me alborozaré en mi pueblo; y ya no se oirá más en ella el sonido de llanto ni el sonido de un lastimero clamor” (Isaías 65:18, 19). Cuando los judíos retornen a su tierra, no solo se regocijarán ellos, sino también Dios, pues embellecerá la ciudad de Jerusalén al convertirla de nuevo en el centro de la adoración verdadera en la Tierra. Ya no se oirán en sus calles llantos por las calamidades, como sucedió décadas antes.
25, 26. a) ¿Cómo hace Jehová “a Jerusalén una causa para gozo” hoy en día? b) ¿Para qué fin se valdrá Jehová de la Nueva Jerusalén, y por qué podemos alborozarnos?
25 Hoy en día, Jehová también hace “a Jerusalén una causa para gozo”. ¿En qué sentido? Como ya hemos visto, los nuevos cielos que se establecieron en 1914 finalmente contarán con 144.000 cogobernantes que participarán en el Reino celestial. El conjunto de todos ellos recibe el nombre profético de “Nueva Jerusalén” (Revelación 21:2). Es de esta de quien Dios dice: “¡Miren!, voy a crear a Jerusalén una causa para gozo y a su pueblo una causa para alborozo”. Él se valdrá de la Nueva Jerusalén para colmar de indecibles bendiciones a la humanidad obediente. Ya no se oirán llantos ni clamores lastimeros, pues Jehová satisfará “las peticiones de [nuestro] corazón” (Salmo 37:3, 4).
26 Verdaderamente tenemos motivos más que suficientes para alborozarnos. Dentro de poco, Jehová santificará su glorioso nombre destruyendo a todos sus enemigos (Salmo 83:17, 18). Los nuevos cielos asumirán entonces el control total. Sin duda son magníficas razones para alborozarnos y estar gozosos para siempre en lo que Dios va a crear.
La promesa de un futuro seguro
27. ¿Cómo describe Isaías la seguridad de que disfrutarán los judíos repatriados?
27 En el primer cumplimiento, ¿cómo será la vida para los judíos repatriados que vivan bajo los nuevos cielos? Jehová dice: “Ya no llegará a haber de aquel lugar un niño de pecho de unos cuantos días de edad, ni un viejo que no cumpla sus días; porque uno morirá como simple muchacho, aunque tenga cien años de edad; y en cuanto al pecador, aunque tenga cien años de edad se invocará el mal contra él” (Isaías 65:20). ¡Qué cuadro tan hermoso de la seguridad de que disfrutarán en su tierra ancestral restaurada! Ya no sufrirán muerte prematura los recién nacidos, de solo unos cuantos días de edad, ni los viejos que no hayan vivido la cantidad de años considerada normal.d Las palabras de Isaías infunden una gran tranquilidad a los judíos que van a regresar a Judá. En su tierra se hallarán a salvo, de modo que no tendrán que preocuparse de que los enemigos se lleven a sus bebés o sieguen la vida de sus hombres.
28. ¿Qué aprendemos de las palabras de Jehová sobre cómo será la vida en el nuevo mundo, bajo su Reino?
28 ¿Qué nos enseñan las palabras de Jehová sobre la vida en el nuevo mundo venidero? Bajo el Reino de Dios, todo niño tendrá ante sí un futuro seguro, y la muerte no arrebatará a más hombres devotos que se encuentren en sus mejores años. Al contrario: los seres humanos obedientes estarán totalmente a salvo y gozarán de la vida. ¿Y qué pasará con quien opte por rebelarse contra Dios? Perderá el privilegio de la vida. Aunque el pecador rebelde tenga “cien años de edad”, morirá, y en ese momento será un “simple muchacho” en comparación con lo que podría haber sido: un hombre de longevidad sin límites.
29. a) ¿Qué satisfacciones tendrá el pueblo obediente de Dios en la tierra restaurada de Judá? b) ¿Por qué son los árboles un buen ejemplo de longevidad? (Véase la nota.)
29 Jehová prosigue la descripción de las condiciones que imperarán en la tierra restaurada de Judá: “Ciertamente edificarán casas, y las ocuparán; y ciertamente plantarán viñas y comerán su fruto. No edificarán y otro lo ocupará; no plantarán y otro lo comerá. Porque como los días de un árbol serán los días de mi pueblo; y la obra de sus propias manos mis escogidos usarán a grado cabal” (Isaías 65:21, 22). Tras su retorno a la desolada tierra de Judá —sin duda desprovista de casas y viñas—, el pueblo obediente de Dios tendrá la satisfacción de habitar en sus propias casas y comer el fruto de sus propias viñas. Jehová bendecirá su labor, y tendrán vidas largas —como los días de un árbol— en las que disfrutarán del producto de su trabajo.e
30. ¿De qué feliz situación gozan hoy los siervos de Jehová, y de qué disfrutarán en el nuevo mundo?
30 En nuestros días ha tenido lugar un cumplimiento de esta profecía. El pueblo de Jehová salió de su destierro espiritual en 1919 y empezó a restaurar su “tierra”, es decir, su ámbito de actividad y adoración. Fundó congregaciones y cultivó frutos espirituales y, como resultado, aun ahora goza de un paraíso espiritual y de la paz divina. Podemos estar seguros de que tal paz continuará cuando se instaure el Paraíso físico. Ni siquiera nos imaginamos lo que Jehová logrará en el nuevo mundo con los corazones y manos dispuestos de sus adoradores. ¡Qué placer será construir nuestra propia casa y habitarla! El Reino brindará un sinfín de ocupaciones satisfacientes. Será muy gratificante ‘ver siempre el bien’ por el fruto de nuestro trabajo (Eclesiastés 3:13). ¿Dispondremos de suficiente tiempo para disfrutar plenamente del producto de nuestras manos? Claro que sí. La vida sin fin de los seres humanos fieles será “como los días de un árbol”: de miles y miles de años de duración.
31, 32. a) ¿Qué bendiciones recibirán los judíos repatriados? b) ¿Qué perspectiva tendrán ante sí los seres humanos fieles en el nuevo mundo?
31 Jehová menciona otras bendiciones reservadas para los judíos que regresen a su tierra: “No se afanarán para nada, ni darán a luz para disturbio; porque son la prole que está compuesta de los benditos de Jehová, y sus descendientes con ellos” (Isaías 65:23). Tendrán la bendición de Dios, de modo que no se afanarán en vano. Los padres no engendrarán hijos para que sufran una muerte prematura. Así pues, los repatriados no serán los únicos que se beneficiarán de la restauración; su prole también lo hará. Tan deseoso está Dios de remediar las necesidades de su pueblo, que promete: “Realmente sucederá que, antes que ellos clamen, yo mismo responderé; mientras todavía estén hablando, yo mismo oiré” (Isaías 65:24).
32 ¿Cómo cumplirá Jehová estas promesas en el venidero nuevo mundo? Tendremos que esperar para saberlo, ya que no nos ha dado todos los pormenores. Pero de lo que sí podemos estar seguros es de que los seres humanos fieles nunca más “se afanarán para nada”. La gran muchedumbre de sobrevivientes del Armagedón y los niños que les puedan nacer tendrán ante sí la perspectiva de disfrutar de una existencia larga y remuneradora: vida eterna. Los que resuciten y opten por obedecer las normas divinas también vivirán dichosos en el nuevo mundo. Jehová escuchará sus peticiones y colmará sus necesidades; incluso se adelantará a ellas. En efecto, abrirá su mano y satisfará “el deseo [apropiado] de toda cosa viviente” (Salmo 145:16).
33. ¿En qué sentido serán pacíficos los animales cuando los judíos regresen a su tierra?
33 ¿Qué alcance tendrán la paz y la seguridad prometidas? Jehová concluye así esta profecía mediante Isaías: “‘El lobo y el cordero mismos pacerán como uno solo, y el león comerá paja justamente como el toro; y en cuanto a la serpiente, su alimento será polvo. No harán daño ni causarán ruina en toda mi santa montaña’, ha dicho Jehová” (Isaías 65:25). Cuando el resto judío fiel regrese a su tierra, estará bajo el cuidado divino. Por así decirlo, el león comerá paja como el toro, pues no les hará daño ni al pueblo ni a sus animales domésticos. Sabemos que esta promesa es segura porque finaliza con la expresión “ha dicho Jehová”, y su palabra siempre se hace realidad (Isaías 55:10, 11).
34. ¿Qué emocionante cumplimiento tiene la declaración de Jehová en la actualidad y en el nuevo mundo?
34 Esta declaración de Jehová tiene un cumplimiento emocionante entre los adoradores verdaderos de la actualidad. Dios ha bendecido la tierra espiritual de su pueblo desde 1919, transformándola en un paraíso espiritual. Los que entran en este efectúan cambios notables en su vida (Efesios 4:22-24). Con la ayuda del espíritu de Dios, personas que se comportaban como fieras —que, por ejemplo, explotaban a su semejante o lo maltrataban de cualquier otra forma— van dominando sus características indeseables. Como consecuencia, disfrutan de paz y unidad de adoración con sus compañeros cristianos. Las bendiciones que recibe ahora el pueblo de Jehová en su paraíso espiritual continuarán en el Paraíso físico, donde reinará la paz no solo entre los hombres, sino también entre estos y los animales. Podemos estar seguros de que en el momento determinado por Dios se llevará a cabo la comisión que dio en un principio a la humanidad: “Sojúzguenla [la tierra], y tengan en sujeción los peces del mar y las criaturas voladoras de los cielos y toda criatura viviente que se mueve sobre la tierra” (Génesis 1:28).
35. ¿Por qué tenemos razones de sobra para “est[ar] gozosos para siempre”?
35 ¡Cuánto agradecemos la promesa divina de crear “nuevos cielos y una nueva tierra”! Tanto su cumplimiento del año 537 a.E.C. como el actual señalan hacia un futuro glorioso para la humanidad obediente. Jehová ha tenido la bondad de darnos, mediante la profecía de Isaías, un anticipo de lo que tiene preparado para los que lo aman. Verdaderamente tenemos razones de sobra para prestar atención a las palabras de Jehová: “Estén gozosos para siempre en lo que voy a crear” (Isaías 65:18).
[Notas]
a Muchos comentaristas piensan que estos pecadores acudían a las sepulturas para comunicarse con los muertos. La ingestión de carne de cerdo pudiera relacionarse con el culto idolátrico.
b Al comentar este versículo, el traductor bíblico Jerónimo (nacido en el siglo IV E.C.) mencionó una costumbre antigua que seguían los idólatras en el último día del último mes de su calendario: “Ponen una mesa colmada de manjares diversos y una copa con una mezcla de vino endulzado para agradecer la fertilidad del año pasado o propiciarla para el venidero”.
c El texto hebreo masorético dice en Isaías 65:16 que Jehová es “el Dios del Amén”. La palabra amén significa “así sea; seguro”. Con ella se afirma o garantiza que algo es cierto o se va a realizar sin falta. Jehová cumple todas sus promesas, demostrando de este modo que cuanto dice es cierto.
d La versión Levoratti-Trusso traduce Isaías 65:20 así : “Ya no habrá allí niños que vivan pocos días ni ancianos que no completen sus años”.
e Los árboles son un buen ejemplo de longevidad porque figuran entre los organismos que más tiempo viven. Por ejemplo, el olivo da fruto durante siglos y llega a vivir mil años.
[Ilustración de la página 389]
En el nuevo mundo de Dios dispondremos de suficiente tiempo para disfrutar del producto de nuestras manos
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Jehová bendice la adoración puraLas profecías de Isaías, una luz para toda la humanidad II
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Capítulo 27
Jehová bendice la adoración pura
1. ¿Qué temas se tratan en el capítulo final de Isaías, y qué preguntas se responden?
EN EL capítulo final del libro profético de Isaías culminan de forma impresionante algunos de sus temas principales y reciben respuesta varias preguntas importantes. Entre dichos temas se encuentran la posición excelsa de Jehová, su odio por la hipocresía, su resolución de castigar a los malvados y su amor e interés por los fieles. Las preguntas que se responden son las siguientes: ¿Qué distingue a la adoración verdadera de la falsa? ¿Cómo sabemos que Jehová castigará a los hipócritas que fingen ser santos a la vez que oprimen al pueblo de Dios? ¿Cómo bendecirá Jehová a los que se mantengan fieles a él?
La clave de la adoración pura
2. ¿Qué declaración hace Jehová respecto a su grandiosidad, y qué no debe entenderse de sus palabras?
2 Para empezar, la profecía hace hincapié en la grandiosidad de Jehová: “Esto es lo que ha dicho Jehová: ‘Los cielos son mi trono, y la tierra es el escabel de mis pies. ¿Dónde, pues, está la casa que ustedes pueden edificar para mí, y dónde, pues, está el lugar que me es lugar de descanso?’” (Isaías 66:1). Algunos comentaristas creen que aquí el profeta disuade a los judíos repatriados de reconstruir el templo de Dios. Pero no es así. El propio Jehová mandará reedificarlo (Esdras 1:1-6; Isaías 60:13; Ageo 1:7, 8). ¿Qué significa, entonces, este pasaje?
3. ¿Por qué resulta apropiado que se llame a la Tierra “el escabel de [los] pies” de Jehová?
3 En primer lugar, veamos por qué se llama a la Tierra “el escabel de [los] pies” de Jehová. No se trata de una expresión despectiva. De entre la infinidad de cuerpos celestes que hay en el universo, solo la Tierra recibe esta designación especial. Nuestro planeta se distinguirá para siempre por ser el lugar donde el Hijo unigénito de Dios pagó el rescate y donde Jehová vindicará Su soberanía mediante el Reino mesiánico. Teniendo en cuenta que los reyes utilizaban a veces un escabel para ascender a su elevado trono y, una vez sentados, descansar sobre él los pies, resulta apropiado que se llame a la Tierra el escabel de los pies de Jehová.
4. a) ¿Por qué es imposible que un edificio de la Tierra le sirva de lugar de descanso a Jehová Dios? b) ¿A qué se refiere la expresión “todas estas cosas”, y qué debemos concluir acerca de la adoración a Jehová?
4 Así como los reyes obviamente no residían en su escabel, tampoco Jehová reside en nuestro planeta. Si ni siquiera los vastos cielos físicos pueden contenerlo, mucho menos puede un simple edificio de la Tierra servirle de vivienda en sentido literal (1 Reyes 8:27). El trono de Jehová y su lugar de descanso se encuentran en la región espiritual, “los cielos” mencionados en Isaías 66:1. El versículo siguiente nos ayuda a entender mejor la cuestión: “Ahora bien, todas estas cosas mi propia mano las ha hecho, de manera que todas estas llegaron a ser —es la expresión de Jehová—” (Isaías 66:2a). Imaginémonos a Jehová realizando un amplio ademán con la mano mientras dice: “todas estas cosas”, en otras palabras, todo cuanto hay en el cielo y en la Tierra (Isaías 40:26; Revelación [Apocalipsis] 10:6). El Magnífico Creador del universo entero merece que se le dedique más que un simple edificio. Merece que se le adore no solo en apariencia.
5. ¿Cómo demostramos que estamos “afligido[s] y contrito[s] de espíritu”?
5 ¿Qué tipo de adoración es adecuada para el Soberano Universal? Él mismo nos responde: “A este, entonces, miraré: al afligido y contrito de espíritu, y que tiembla ante mi palabra” (Isaías 66:2b). En efecto, para que la adoración que se le rinde sea pura, es esencial tener la actitud correcta (Revelación 4:11). El siervo de Jehová debe estar “afligido y contrito de espíritu”. ¿Significa eso que Él desea que seamos desdichados? No, pues como “Dios feliz”, quiere que sus adoradores también sean felices (1 Timoteo 1:11; Filipenses 4:4). No obstante, todos erramos con frecuencia, y no debemos tomar a la ligera nuestros pecados. Hemos de sentirnos “afligido[s]” por haberlos cometido, tristes por no haber cumplido con las justas normas de Jehová (Salmo 51:17). Tenemos que demostrar que estamos “contrito[s] de espíritu” arrepintiéndonos, luchando contra nuestras tendencias pecaminosas y pidiendo a Jehová que nos perdone (Lucas 11:4; 1 Juan 1:8-10).
6. ¿En qué sentido ‘tiemblan ante la palabra de Dios’ los adoradores verdaderos?
6 Jehová mira asimismo a los que ‘tiemblan ante su palabra’. ¿Desea, pues, que temblemos de miedo cuando leemos sus declaraciones? No; desea, más bien, que sintamos un temor reverencial por ellas. Espera que busquemos con sinceridad sus consejos y los pongamos por obra en todo aspecto de la vida (Salmo 119:105). También ‘temblamos’ en el sentido de que nos estremece la sola idea de desobedecer a Dios y de contaminar su verdad con tradiciones humanas o tratarla con ligereza. Para rendir adoración pura a Jehová es imprescindible tener una actitud así de humilde; pero, lamentablemente, en el mundo actual es muy escasa.
Jehová odia la adoración hipócrita
7, 8. ¿Qué opina Jehová de la adoración ritualista de los hipócritas?
7 Cuando Isaías se fija en sus contemporáneos, se da perfecta cuenta de que pocos tienen la disposición que Jehová espera de sus adoradores. Por eso, los habitantes de la apóstata Jerusalén se merecen el castigo que les va a sobrevenir. Veamos lo que opina Jehová de la adoración que se rinde en la ciudad: “El que degüella el toro es como uno que derriba a un hombre. El que sacrifica la oveja es como uno que quiebra la cerviz de un perro. El que ofrece un regalo... ¡la sangre de cerdo! El que presenta una memoria de olíbano es como uno que dice una bendición con palabras mágicas. También son ellos los que han escogido sus propios caminos, y en sus cosas repugnantes su misma alma se ha deleitado” (Isaías 66:3).
8 Este pasaje nos recuerda las palabras de Jehová recogidas en el primer capítulo de Isaías, con las que Él aclaró a su rebelde pueblo que los actos de culto meramente ritualistas, aparte de no complacerlo, avivaban su justa cólera porque eran una manifestación de hipocresía (Isaías 1:11-17). Dios ahora asemeja sus ofrendas a delitos atroces. Sacrificando un toro costoso no aplacan a Jehová más de lo que lo harían asesinando a un hombre. También compara otros sacrificios a ofrecer perros o cerdos, animales inmundos según la Ley mosaica y de ningún modo aptos para las ofrendas (Levítico 11:7, 27). ¿Deja Dios que tal hipocresía religiosa quede impune?
9. ¿Cómo han respondido la mayoría de los judíos a los recordatorios de Jehová mediante Isaías, y cuál será, inevitablemente, el resultado?
9 Jehová dice a continuación: “Yo mismo, en cambio, escogeré maneras de maltratarlos; y traeré sobre ellos las cosas que les son aterradoras; por razón de que llamé, pero no hubo quien respondiera; hablé, pero no hubo quienes escucharan; y siguieron haciendo lo que era malo a mis ojos, y escogieron la cosa en que no tuve deleite” (Isaías 66:4). No cabe duda de que Isaías puede repetir estas palabras con profunda convicción. El profeta es desde hace muchos años el instrumento de Jehová para ‘llamar’ y ‘hablar’ a Su pueblo, y sabe muy bien que, en general, no le han escuchado. Como han seguido obrando mal, inevitablemente recibirán su merecido. Jehová escogerá el castigo adecuado para su pueblo apóstata y hará que le sobrevengan sucesos aterradores.
10. Teniendo en cuenta las relaciones de Jehová con Judá, ¿qué debe pensar él de la cristiandad?
10 En nuestros días, Jehová tampoco se deleita en las prácticas de la cristiandad. Las iglesias de esta se encuentran repletas de ídolos, desde sus púlpitos se glorifican ideas y tradiciones no bíblicas, y con su ansia de poder político se estrecha cada vez más su relación de adulterio espiritual con las naciones del mundo (Marcos 7:13; Revelación 18:4, 5, 9). Tal como en el caso de la antigua Jerusalén, la cristiandad recibirá su merecido —algo ‘aterrador’— de forma inexorable. Entre las razones por las que será castigada, también figura el modo como ha tratado al pueblo de Dios.
11. a) ¿Qué agrava el pecado de los apóstatas de los tiempos de Isaías? b) ¿En qué sentido “excluyen” los contemporáneos de Isaías a los fieles ‘por causa del nombre de Dios’?
11 Isaías prosigue: “Oigan la palabra de Jehová, ustedes los que están temblando ante su palabra: ‘Sus hermanos que los odian, que los excluyen por causa de mi nombre, dijeron: “¡Sea glorificado Jehová!”. Él también tiene que aparecer con regocijo de parte de ustedes, y ellos son los que quedarán avergonzados’” (Isaías 66:5). Los “hermanos” de Isaías, sus compatriotas, recibieron de Jehová Dios la responsabilidad de representarlo y someterse a su soberanía. Al no cumplir con ella han incurrido en un pecado muy grave, y lo han agravado aún más al odiar a quienes son fieles y humildes, como Isaías. Tales apóstatas odian y rechazan —“excluyen”— a los fieles ‘por causa del nombre de Dios’, es decir, porque estos representan al Altísimo debidamente. Al mismo tiempo, los siervos falsos de Jehová afirman representarlo y usan de forma santurrona expresiones piadosas, como “¡Sea glorificado Jehová!”.a
12. ¿Qué ejemplos se mencionan de persecución de siervos fieles de Jehová por parte de hipócritas religiosos?
12 El odio que la religión falsa siente por los practicantes de la adoración pura no es nuevo. Forma parte del cumplimiento de la profecía de Génesis 3:15, en la que se predijo enemistad prolongada entre la descendencia de Satanás y la de la mujer de Dios. Jesús dijo a sus discípulos ungidos del siglo I que ellos también sufrirían a manos de sus coterráneos, quienes los expulsarían de las sinagogas e incluso los perseguirían a muerte (Juan 16:2). ¿Qué puede decirse de nuestros tiempos? Cuando comenzaron “los últimos días”, el pueblo de Dios comprendió que le aguardaba una persecución semejante (2 Timoteo 3:1). En 1914, la revista The Watch Tower citó Isaías 66:5 e indicó: “Casi toda persecución que ha padecido el pueblo de Dios ha provenido de personas que dicen ser cristianas”. El mismo artículo añadía: “No sabemos si en nuestros días llegarán al extremo de darnos muerte en sentido social, eclesiástico o incluso físico”. Tales palabras se cumplieron puntualmente poco después, durante la I Guerra Mundial, cuando la persecución instigada por el clero alcanzó gran intensidad. Pero la cristiandad quedó avergonzada, tal como se predijo. ¿De qué forma?
Una restauración rápida y súbita
13. ¿Qué es el “sonido de alboroto desde la ciudad” en el cumplimiento original?
13 Isaías profetiza: “¡Hay un sonido de alboroto desde la ciudad, un sonido desde el templo! Es el sonido de Jehová que paga lo merecido a sus enemigos” (Isaías 66:6). En el cumplimiento original de este pasaje, “la ciudad” es Jerusalén, donde está situado el templo de Jehová. El “sonido de alboroto” se refiere al estruendo que se oye en la ciudad cuando los ejércitos babilónicos la asaltan en el año 607 a.E.C. ¿Cómo se cumple la profecía en la actualidad?
14. a) ¿Qué predijo Malaquías sobre la venida de Jehová a su templo? b) Según la profecía de Ezequiel, ¿qué sucedió cuando Jehová vino a su templo? c) ¿Cuándo inspeccionaron Jehová y Jesús el templo espiritual, y cuáles fueron las consecuencias para los que afirmaban representar la adoración pura?
14 Estas palabras de Isaías armonizan con otras dos declaraciones proféticas que encontramos en Ezequiel 43:4, 6-9 y Malaquías 3:1-5. En ambos pasajes se predice la venida de Jehová Dios a su templo. La profecía de Malaquías muestra que viene para inspeccionar su casa de adoración pura y, en calidad de Refinador, rechazar a quienes lo representan de manera impropia. La visión de Ezequiel muestra a Jehová entrando en el templo y pidiendo que se elimine todo rastro de inmoralidad e idolatría.b El cumplimiento moderno de estas predicciones se inició en 1918, cuando tuvo lugar en el ámbito espiritual un importante suceso relacionado con la adoración de Jehová. Todo indica que Él y Jesús examinaron a cuantos afirmaban representar la adoración pura y que, como consecuencia, la corrupta cristiandad fue definitivamente abandonada. Para los seguidores ungidos de Cristo, la inspección significó un breve período de refinación seguido de una rápida restauración espiritual en 1919 (1 Pedro 4:17).
15. ¿Qué nacimiento se predice, y cómo se cumple la predicción en el año 537 a.E.C.?
15 Los siguientes versículos de Isaías hablan simbólicamente de tal restauración: “Antes que ella empezara a estar con dolores dio a luz. Antes que pudieran llegarle los dolores de parto, hasta dio a luz un hijo varón. ¿Quién ha oído cosa como esta? ¿Quién ha visto cosas como estas? ¿Acaso una tierra será producida con dolores de parto en un solo día? ¿O nacerá una nación de una vez? Porque Sión ha entrado en dolores de parto y también ha dado a luz sus hijos” (Isaías 66:7, 8). Para los judíos exiliados en Babilonia, estas palabras tienen un primer cumplimiento muy emocionante. Se representa de nuevo a Sión (Jerusalén) como una mujer que da a luz, pero de una forma muy poco común. El parto es tan rápido y súbito, que tiene lugar antes de que comiencen los dolores. La metáfora es acertada, pues el renacimiento del pueblo de Dios como nación en el año 537 a.E.C. se produce de manera tan veloz y repentina, que parece un milagro. Desde que Ciro libera a los judíos cautivos hasta la llegada del resto fiel a su tierra, transcurren apenas unos meses. ¡Qué diferencia con los sucesos previos al nacimiento original de la nación de Israel! En 537 a.E.C. no hay que solicitar la libertad a un monarca hostil ni huir de un ejército ni emprender una peregrinación de cuarenta años por el desierto.
16. ¿A quién representa Sión en el cumplimiento moderno de Isaías 66:7, 8, y qué renacimiento ha experimentado su prole?
16 En el cumplimiento moderno, Sión representa a la “mujer” celestial de Jehová, su organización celestial de seres espirituales. En 1919, dicha “mujer” se alegró de ver nacer a sus hijos ungidos terrestres como un pueblo organizado, “una nación”. Su renacimiento fue rápido y súbito.c En cuestión de meses, el conjunto de los ungidos pasó de un estado de inactividad comparable a la muerte a un estado de mucho dinamismo en su “tierra”, el ámbito de actividad espiritual que Dios les había concedido (Revelación 11:8-12). En el otoño de 1919 incluso anunciaron la publicación de otra revista para complementar The Watch Tower (La Torre del Vigía, conocida ahora como La Atalaya). La nueva publicación, llamada The Golden Age (precursora de ¡Despertad!), dio prueba de que el pueblo de Dios se encontraba revitalizado y nuevamente organizado para el servicio.
17. ¿Qué garantía da Jehová a su pueblo de que nada puede impedir que lleve a cabo Su propósito respecto al Israel espiritual?
17 No había fuerza en el universo capaz de impedir tal renacimiento espiritual. El siguiente versículo lo muestra vívidamente: “‘En cuanto a mí, ¿haré que se rompa a través, y no haré que se dé a luz? —dice Jehová—. ¿O estoy haciendo que se dé a luz, y realmente causo un cerramiento?’, ha dicho tu Dios” (Isaías 66:9). Al igual que un parto, el renacimiento del Israel espiritual fue imparable una vez iniciado. Aunque hubo oposición, y seguramente volverá a haberla en el futuro, lo cierto es que solo Jehová puede detener lo que él mismo comienza, y nunca lo hace. Ahora bien, ¿cómo trata Jehová a su pueblo revitalizado?
Los tiernos cuidados de Jehová
18, 19. a) ¿Qué conmovedora ilustración usa Jehová, y cómo puede aplicarse al pueblo exiliado? b) ¿Cómo se ha beneficiado el resto ungido hoy del alimento y los cuidados que se le han dispensado con amor?
18 Los siguientes cuatro versículos pintan una imagen conmovedora de los tiernos cuidados de Jehová. Isaías empieza diciendo: “Regocíjense con Jerusalén y estén gozosos con ella, todos ustedes los amadores de ella. Alborócense en gran manera con ella, todos los que se mantienen de duelo por ella; por razón de que mamarán y ciertamente se satisfarán del pecho de la plena consolación por ella; por razón de que sorberán y experimentarán exquisito deleite de la mama de la gloria de ella” (Isaías 66:10, 11). Jehová utiliza la ilustración de una mujer que amamanta a su hijo. Cuando el bebé está hambriento, llora con insistencia, pero tan pronto como la madre se lo acerca al pecho, su aflicción se torna en alegría y satisfacción. De igual modo, cuando el resto de judíos fieles que reside en Babilonia sea liberado y restaurado, su duelo se transformará rápidamente en felicidad y satisfacción. Estarán gozosos. A medida que reconstruyan y repueblen Jerusalén, le devolverán su gloria, y esta, a su vez, envolverá a todos los habitantes fieles. De nuevo serán nutridos en sentido espiritual por medio de un sacerdocio activo (Ezequiel 44:15, 23).
19 El Israel de Dios también fue bendecido con abundancia de alimento espiritual tras la restauración de 1919. Desde entonces se ha suministrado dicho alimento de forma regular mediante “el esclavo fiel y discreto” (Mateo 24:45-47). Para el resto ungido ha sido un período de verdadero consuelo y regocijo. Pero ha recibido aún más bendiciones.
20. ¿Qué bendiciones recibe Jerusalén en forma de “torrente inundante” tanto en la antigüedad como en nuestros días?
20 La profecía continúa: “Porque esto es lo que ha dicho Jehová: ‘Aquí voy a extenderle paz justamente como un río, y la gloria de naciones justamente como un torrente inundante, y ustedes ciertamente mamarán. Sobre el costado serán llevados, y sobre las rodillas serán acariciados’” (Isaías 66:12). En este versículo se combina la imagen de la madre que amamanta con la de un raudal de bendiciones, comparado a “un río” y “un torrente inundante”. Jehová bendecirá a Jerusalén no solo con paz abundante, sino también con “la gloria de naciones” que afluirá al pueblo de Dios. Esto significa que una gran cantidad de gente de las naciones se unirá a dicho pueblo (Ageo 2:7). En la antigüedad se cumplió la profecía cuando personas de diversas nacionalidades se incorporaron a Israel, convirtiéndose en prosélitos judíos. No obstante, en nuestros días ha tenido lugar un cumplimiento mucho mayor, pues “una gran muchedumbre [...] de todas las naciones y tribus y pueblos y lenguas” —un verdadero torrente humano— se ha unido al resto de judíos espirituales (Revelación 7:9; Zacarías 8:23).
21. ¿Qué consuelo se predice en esta atrayente imagen literaria?
21 Isaías 66:12 también incluye manifestaciones de amor maternal: acariciar al bebé sobre las rodillas y llevarlo sobre el costado. En el versículo siguiente se expresa una idea parecida con un interesante cambio en la imagen literaria: “Como un hombre a quien su propia madre sigue consolando, así yo mismo seguiré consolándolos a ustedes; y en el caso de Jerusalén serán consolados” (Isaías 66:13). El niño es ahora “un hombre”, un adulto, pero su madre no ha perdido el deseo de consolarlo en los momentos de angustia.
22. ¿Cómo manifiesta Jehová la ternura y fuerza de su amor?
22 Jehová ilustra de esta forma tan atractiva la fuerza y la ternura del amor que siente por su pueblo. Hasta el amor maternal más fuerte es solo un débil reflejo del amor profundo de Jehová por su pueblo fiel (Isaías 49:15). Sin duda alguna, es fundamental que los cristianos reflejen esta cualidad de su Padre celestial. El apóstol Pablo lo hizo, y con ello dio un magnífico ejemplo a los ancianos de la congregación cristiana (1 Tesalonicenses 2:7). Jesús dijo que lo que distinguiría principalmente a sus discípulos sería el amor fraternal (Juan 13:34, 35).
23. Describa la felicidad del pueblo restaurado de Jehová.
23 Jehová expresa su amor con hechos. De ahí que diga a continuación: “Ciertamente verán, y su corazón no podrá menos que alborozarse, y sus huesos mismos brotarán justamente como la hierba tierna. Y la mano de Jehová ciertamente se dará a conocer a sus siervos, pero él realmente denunciará a sus enemigos” (Isaías 66:14). Un hebraísta indica que la expresión “ciertamente verán” implica que miren donde miren los repatriados en su tierra restaurada, “solo verán alegría”. La emoción indescriptible de haber regresado a su amada tierra de origen les causará verdadero alborozo. Se sentirán rejuvenecidos, como si sus huesos recuperaran la fortaleza, como si reverdecieran al igual que la hierba en la primavera. Todos sabrán que esta condición bendita no se debe a ningún esfuerzo del hombre, sino a “la mano de Jehová”.
24. a) ¿A qué conclusión llegamos tras analizar los acontecimientos relacionados con el pueblo de Jehová hoy día? b) ¿A qué deberíamos resolvernos?
24 ¿Reconocemos la intervención de la mano de Jehová a favor de su pueblo hoy día? Ningún ser humano podría haber restablecido la adoración pura ni haber hecho que millones de personas valiosas de todas las naciones se unieran al resto fiel en su tierra espiritual. Solo Jehová puede. Estas manifestaciones del amor de Dios nos dan motivos para sentir un gozo intenso. Que siempre valoremos debidamente su amor y sigamos ‘temblando ante su palabra’. Resolvámonos a vivir en consonancia con los principios bíblicos y a deleitarnos en servir a Jehová.
[Notas]
a En la cristiandad, muchos se niegan a utilizar el nombre propio de Dios, que ha llegado a eliminarse de numerosas traducciones bíblicas. Algunos ridiculizan al pueblo de Jehová por usar Su nombre. Sin embargo, no son pocos los que emplean con santurronería la expresión “Aleluya”, que significa “Alaben a Jah”.
b La expresión “los cadáveres de sus reyes”, empleada en Ezequiel 43:7, 9, se refiere a los ídolos. Los dirigentes y demás habitantes rebeldes de Jerusalén habían contaminado el templo de Dios con ídolos y prácticamente los habían convertido en reyes.
c El nacimiento aquí profetizado difiere del descrito en Revelación 12:1, 2, 5, donde el “hijo, un varón”, representa el Reino mesiánico, que fue instaurado en 1914. La “mujer”, en cambio, es la misma en ambas profecías.
[Ilustración de la página 395]
“Todas estas cosas mi propia mano las ha hecho”
[Ilustración de la página 402]
Jehová bendecirá a Sión con “la gloria de naciones”
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Luz para las nacionesLas profecías de Isaías, una luz para toda la humanidad II
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Capítulo 28
Luz para las naciones
1, 2. ¿Por qué es vital la luz, y qué clase de oscuridad cubre hoy nuestro planeta?
JEHOVÁ es la Fuente de la luz, “el Dador del sol para luz de día, los estatutos de la luna y las estrellas para luz de noche” (Jeremías 31:35). Tan solo por eso ya debería reconocérsele como la Fuente de la vida, pues luz significa vida. Si la luz y el calor del sol no bañaran de continuo la Tierra, no sería posible la vida tal como la conocemos. Nuestro planeta sería inhabitable.
2 Por consiguiente, es de suma importancia el hecho de que Jehová, en alusión a nuestros días, predijera una época de oscuridad, no de luz. Isaías escribió por inspiración: “¡Mira!, la oscuridad misma cubrirá la tierra, y densas tinieblas a los grupos nacionales” (Isaías 60:2). Estas palabras se refieren, naturalmente, a la oscuridad espiritual, no la física, pero no se debe subestimar su seriedad. Los que no disfrutan de iluminación espiritual acaban perdiendo la vida, tal como los que se ven privados de la luz del sol.
3. ¿Dónde podemos encontrar luz en estos tiempos tenebrosos?
3 En estos tiempos tenebrosos no podemos darnos el lujo de prescindir de la luz espiritual que Jehová nos suministra. Es esencial que acudamos a la Palabra de Dios para que ilumine nuestro camino y que procuremos leerla a diario (Salmo 119:105). Las reuniones cristianas nos brindan la oportunidad de animarnos unos a otros a permanecer en “la senda de los justos” (Proverbios 4:18; Hebreos 10:23-25). Las fuerzas que obtenemos del estudio concienzudo de la Biblia y la sana compañía cristiana evitan que nos envuelva la oscuridad de estos “últimos días”, que culminarán en el gran “día de la cólera de Jehová” (2 Timoteo 3:1; Sofonías 2:3). Dicho día se aproxima a ritmo acelerado. Tan seguro es que vendrá como que un día parecido sobrevino a los habitantes de la antigua Jerusalén.
Jehová “tomará a su cargo la controversia”
4, 5. a) ¿En qué sentido viene Jehová contra Jerusalén? b) ¿Por qué podemos concluir que relativamente pocos judíos sobrevivirán a la destrucción de Jerusalén del 607 a.E.C.? (Véase la nota.)
4 En los versículos finales del emocionante libro profético de Isaías, Jehová describe gráficamente los acontecimientos que desembocan en el día de su cólera. Leemos: “Jehová mismo viene como un mismo fuego, y sus carros son como un viento de tempestad, para hacer el pago de su cólera con pura furia y de su reprensión con llamas de fuego. Porque como fuego Jehová mismo en realidad tomará a su cargo la controversia, sí, con su espada, contra toda carne; y los muertos por Jehová ciertamente llegarán a ser muchos” (Isaías 66:15, 16).
5 Estas palabras deberían ayudar a los contemporáneos de Isaías a comprender la gravedad de su situación. Se acerca el momento en el que los babilonios, los ejecutores de la sentencia divina, vendrán contra Jerusalén con carros que levantarán nubes de polvo semejantes a las de un viento de tempestad. Será, sin duda, un suceso estremecedor. Jehová se valdrá de los invasores para traer sus juicios ardientes contra toda “carne” judía infiel. Será como si el propio Jehová luchara contra su pueblo. No retendrá su “pura furia”, y las bajas judías, “los muertos por Jehová”, serán numerosas. La profecía se cumplió en el año 607 a.E.C.a
6. ¿Qué prácticas censurables se siguen en Judá?
6 ¿Tiene Jehová motivos justificados para ‘tomar a su cargo la controversia’ contra su pueblo? Por supuesto. A lo largo de nuestro análisis del libro de Isaías hemos visto que los judíos, pese a estar supuestamente dedicados a Dios, se entregaron vez tras vez a la adoración falsa. Y Él no cerró los ojos a sus acciones. En las siguientes palabras de la profecía vemos repetirse la situación: “Los que se santifican y se purifican para los jardines detrás de uno en el centro, que comen la carne del cerdo y la cosa asquerosa, hasta el roedor saltador, todos ellos a una se acabarán —es la expresión de Jehová—” (Isaías 66:17). ¿Se están ‘santificando’ y ‘purificando’ esos judíos para rendir adoración limpia? Es obvio que no. Están realizando, más bien, ritos paganos de purificación en jardines especiales, tras lo cual devoran con glotonería carne de cerdo y de otras criaturas inmundas según la Ley mosaica (Levítico 11:7, 21-23).
7. ¿En qué se parece la cristiandad a la idólatra Judá?
7 ¡Qué vergüenza para una nación que ha hecho un pacto con el único Dios verdadero! Hoy en día, entre las religiones de la cristiandad se da una situación igualmente vergonzosa. Estas también afirman servir a Dios, y muchos de sus líderes fingen ser devotos. Sin embargo, se contaminan con enseñanzas y tradiciones paganas, demostrando así que se hallan en oscuridad espiritual. ¡Y qué grande es esa oscuridad! (Mateo 6:23; Juan 3:19, 20.)
“Tendrán que [...] ver mi gloria”
8. a) ¿Qué les sucederá tanto a Judá como a la cristiandad? b) ¿En qué sentido ‘verán la gloria de Jehová’ las naciones?
8 ¿Repara Jehová en los hechos censurables y las enseñanzas falsas de la cristiandad? Veamos qué se deduce de sus palabras, escritas por Isaías: “En cuanto a sus obras y sus pensamientos, vengo a fin de juntar todas las naciones y lenguas; y ellas tendrán que venir y ver mi gloria” (Isaías 66:18). Jehová está al tanto no solo de las obras, sino de los pensamientos de quienes dicen ser sus siervos, y los juzgará por todo ello. Judá afirma creer en Jehová, pero sus actos idolátricos y sus prácticas paganas desmienten tal afirmación. De nada sirve que sus ciudadanos se ‘purifiquen’ según los ritos paganos. La nación será destruida, y a la vista de sus vecinos idólatras. Estos ‘verán la gloria de Jehová’ en el sentido de que presenciarán los acontecimientos y tendrán que reconocer que la palabra de Dios se ha cumplido. ¿Qué paralelo tendrá esto en la cristiandad? Cuando llegue su fin, muchos de sus anteriores amigos y socios comerciales se verán obligados a contemplar el cumplimiento de la palabra de Jehová sin poder hacer nada (Jeremías 25:31-33; Revelación [Apocalipsis] 17:15-18; 18:9-19).
9. ¿Qué buenas nuevas declara Jehová?
9 ¿Implica la destrucción de Jerusalén en el 607 a.E.C. que Jehová se quedará sin testigos en la Tierra? No, pues habrá judíos de integridad excepcional, como Daniel y sus tres compañeros, que seguirán sirviéndole pese a estar desterrados en Babilonia (Daniel 1:6, 7). En efecto, la sucesión de testigos leales de Jehová no se interrumpirá, y al finalizar los setenta años, hombres y mujeres fieles saldrán de Babilonia y regresarán a Judá para restablecer allí la adoración pura. A eso se refiere Jehová a continuación: “Ciertamente pondré en medio de ellas una señal, y ciertamente enviaré algunos de los escapados a las naciones, a Tarsis, Pul y Lud, los que estiran el arco, Tubal y Javán, las islas lejanas, que no han oído un informe acerca de mí ni han visto mi gloria; y de seguro anunciarán mi gloria entre las naciones” (Isaías 66:19).
10. a) ¿En qué sentido constituirán una señal los judíos fieles liberados de Babilonia? b) ¿Quiénes son hoy una señal?
10 La gran cantidad de hombres y mujeres fieles que regresarán a Jerusalén en 537 a.E.C. constituirán una señal asombrosa, una prueba de que Jehová habrá liberado a su pueblo. ¿Quién hubiera pensado que algún día los judíos cautivos recuperarían su libertad y reanudarían la adoración pura en el templo de Jehová? Los cristianos ungidos del siglo I sirvieron igualmente “como señales y como milagros”, y atrajeron a mucha gente mansa que deseaba servir a Jehová (Isaías 8:18; Hebreos 2:13). Hoy, los cristianos ungidos, que prosperan en su tierra restaurada, constituyen una señal asombrosa en el mundo entero (Isaías 66:8). Son una prueba viviente del poder del espíritu de Jehová, y también atraen a personas mansas cuyo corazón las impulsa a servir a Dios.
11. a) ¿Cómo llegará a conocer a Jehová mucha gente de las naciones tras la restauración? b) ¿Qué cumplimiento inicial tuvo Zacarías 8:23?
11 Ahora bien, tras la restauración del 537 a.E.C., ¿cómo llegará a conocer a Jehová mucha gente de las naciones que no ha oído un informe acerca de él? Pues bien, no todos los judíos fieles retornarán a Jerusalén al concluir el cautiverio babilónico. Algunos, como Daniel, permanecerán en Babilonia, y otros se dispersarán por todo el mundo. En el siglo V a.E.C. ya había judíos de un extremo a otro del Imperio persa (Ester 1:1; 3:8). Sin duda hubo quienes hablaron de Jehová a sus vecinos paganos, puesto que muchos extranjeros se hicieron prosélitos judíos. Parece que tal era el caso del eunuco etíope a quien el discípulo cristiano Felipe predicó en el siglo I (Hechos 8:26-40). Todo esto supuso un cumplimiento inicial de las palabras del profeta Zacarías: “En aquellos días sucederá que diez hombres de todos los lenguajes de las naciones asirán, sí, realmente asirán la falda de un hombre que sea judío, y dirán: ‘Ciertamente iremos con ustedes, porque hemos oído que Dios está con ustedes’” (Zacarías 8:23). Es obvio que Jehová envió luz a las naciones (Salmo 43:3).
Traen un “regalo a Jehová”
12, 13. ¿En qué sentido se traerán “hermanos” a Jerusalén a partir del 537 a.E.C.?
12 Tras la reconstrucción de Jerusalén, los judíos esparcidos por países lejanos considerarán la ciudad y su sacerdocio restaurado como el centro de la adoración pura. Muchos de ellos viajarán largas distancias para asistir a las fiestas anuales que allí se celebren. Isaías escribe por inspiración: “Realmente traerán a todos los hermanos de ustedes de todas las naciones como regalo a Jehová, en caballos y en carros y en carruajes cubiertos y en mulos y en camellas veloces, a mi santa montaña, Jerusalén —ha dicho Jehová—, justamente como cuando los hijos de Israel traen el regalo en una vasija limpia a la casa de Jehová. Y también de ellos tomaré algunos para los sacerdotes, para los levitas” (Isaías 66:20, 21).
13 Algunos de estos “hermanos [...] de todas las naciones” estaban presentes en Jerusalén en el día de Pentecostés cuando se derramó espíritu santo sobre los discípulos de Jesús. La Biblia dice: “Sucedía que moraban en Jerusalén judíos, varones reverentes, de toda nación de las que hay bajo el cielo” (Hechos 2:5). Siguiendo la costumbre judía, dichos varones habían acudido a Jerusalén para rendir culto, pero cuando escucharon las buenas nuevas acerca de Jesucristo, muchos pusieron fe en él y se bautizaron.
14, 15. a) ¿Cómo recogieron los cristianos ungidos a más de sus “hermanos” espirituales después de la I Guerra Mundial, y por qué pudieron presentarlos a Jehová como “regalo en una vasija limpia”? b) ¿En qué sentido ‘tomó Jehová algunos para los sacerdotes’? c) Mencione algunos cristianos ungidos que participaron en la obra de recoger a sus hermanos espirituales (véase el recuadro de esta página).
14 ¿Tiene esta profecía un cumplimiento moderno? Desde luego. Tras la I Guerra Mundial, los siervos ungidos de Jehová se dieron cuenta de que, según las Escrituras, en 1914 se había instaurado el Reino de Dios en los cielos. Su estudio meticuloso de la Biblia les hizo ver que debían recogerse más herederos del Reino, o “hermanos”. Una serie de ministros intrépidos viajaron en todo medio de transporte “hasta la parte más distante de la tierra” en busca de posibles miembros del resto ungido. Cuando localizaban a tales personas, que en su mayoría procedían de las iglesias de la cristiandad, las ofrecían a Jehová como regalo (Hechos 1:8).
15 Los ungidos recogidos en aquellos años no esperaban que Jehová los aceptara tal como eran antes de conocer la verdad bíblica, por lo que dieron pasos para limpiarse de toda contaminación espiritual y moral, y así poder ser presentados como “regalo en una vasija limpia” o, como dijo el apóstol Pablo, “cual virgen casta al Cristo” (2 Corintios 11:2). Además de rechazar las doctrinas falsas, los ungidos tenían que aprender a mantener estricta neutralidad en los asuntos políticos del mundo. En 1931, cuando ya se habían purificado bastante, Jehová les concedió misericordiosamente el privilegio de portar su nombre al llegar a conocérseles como testigos de Jehová (Isaías 43:10-12). Pero ¿de qué forma ‘tomó Jehová algunos para los sacerdotes’? Como grupo, estos ungidos se convirtieron en parte de “un sacerdocio real, una nación santa” que ofrecía sacrificios de alabanza a Dios (1 Pedro 2:9; Isaías 54:1; Hebreos 13:15).
Prosigue la recolección
16, 17. ¿A quiénes representa “la prole” tras la I Guerra Mundial?
16 La cantidad total de componentes de ese “sacerdocio real” es de 144.000, y con el tiempo se les recogió a todos (Revelación 7:1-8; 14:1). ¿Finalizó entonces la recolección? No. La profecía de Isaías sigue diciendo: “Tal como los nuevos cielos y la nueva tierra que voy a hacer subsisten delante de mí —es la expresión de Jehová—, así seguirán subsistiendo la prole de ustedes y el nombre de ustedes” (Isaías 66:22). En el cumplimiento inicial de estas palabras, los judíos que regresen del cautiverio babilónico tendrán hijos. De esa forma, el resto judío restaurado —“la nueva tierra”—, que vivirá bajo la nueva administración judía —“los nuevos cielos”—, quedará firmemente establecido. La profecía ha tenido, además, un cumplimiento extraordinario en nuestros días.
17 “La prole” que la nación de hermanos espirituales produce es la “gran muchedumbre”, que tiene la esperanza de vivir para siempre en la Tierra. Sus integrantes, “de todas las naciones y tribus y pueblos y lenguas, [están] de pie delante del trono y delante del Cordero” y “han lavado sus ropas largas y las han emblanquecido en la sangre del Cordero” (Revelación 7:9-14; 22:17). Esta “gran muchedumbre” pasa de la oscuridad espiritual a la luz que suministra Jehová. Tiene fe en Jesucristo y, al igual que sus hermanos ungidos, se esfuerza por mantenerse espiritual y moralmente limpia. Como grupo sigue rindiendo servicio bajo la guía de Cristo y ‘seguirá subsistiendo’ para siempre (Salmo 37:11, 29).
18. a) ¿Por qué puede decirse que la gran muchedumbre ha actuado como sus hermanos ungidos? b) ¿En qué sentido adoran a Jehová “de luna nueva en luna nueva y de sábado en sábado” los ungidos y sus compañeros?
18 Estos hombres y mujeres laboriosos que tienen la esperanza terrestre saben que, si bien es esencial permanecer puros en sentido moral y espiritual, para agradar a Jehová se necesita algo más. La obra de la recolección está en pleno apogeo, y desean participar en ella. El libro de Revelación profetiza respecto a esas personas: “Están delante del trono de Dios; y le están rindiendo servicio sagrado día y noche en su templo” (Revelación 7:15). Tales palabras nos recuerdan el penúltimo versículo del libro profético de Isaías: “Ciertamente sucederá que de luna nueva en luna nueva y de sábado en sábado vendrá toda carne para inclinarse delante de mí —ha dicho Jehová—” (Isaías 66:23). Esta predicción se está cumpliendo hoy. “De luna nueva en luna nueva y de sábado en sábado” —es decir, constantemente, semana a semana, mes tras mes—, los cristianos ungidos y sus compañeros, la gran muchedumbre, adoran juntos a Jehová. Como parte de su adoración, asisten a las reuniones cristianas y participan en el ministerio público. ¿Se encuentra usted entre quienes ‘vienen y se inclinan ante Jehová’ con constancia? El pueblo de Dios lo hace con gran satisfacción, y los que son miembros de la gran muchedumbre anhelan que llegue el día en que “toda carne”, todo ser humano, sirva a Jehová “de luna nueva en luna nueva y de sábado en sábado” por toda la eternidad.
La destrucción total de los enemigos de Dios
19, 20. ¿Para qué se utilizaba el Gehena en tiempos bíblicos, y qué simboliza?
19 Solo nos resta un versículo de las profecías de Isaías por analizar. El libro concluye con las siguientes palabras: “Realmente saldrán y pondrán la vista sobre los cadáveres de los hombres que estuvieron transgrediendo contra mí; porque los gusanos mismos que están sobre ellos no morirán, y su fuego mismo no se extinguirá, y tienen que llegar a ser algo repulsivo para toda carne” (Isaías 66:24). Es probable que Jesucristo tuviera en mente esta profecía cuando animó a sus discípulos a simplificar su vida y dar prioridad a los intereses del Reino. “Si tu ojo te hace tropezar, tíralo; mejor te es entrar con un solo ojo en el reino de Dios que con dos ojos ser arrojado al Gehena, donde su cresa no muere y el fuego no se apaga”, les dijo (Marcos 9:47, 48; Mateo 5:29, 30; 6:33).
20 ¿Qué es el Gehena? El erudito judío David Kimhi escribió hace varios siglos: “Es un lugar situado junto a Jerusalén, un lugar repugnante donde se arrojan inmundicias y cadáveres. En él ardía sin cesar un fuego que quemaba las inmundicias y los huesos de los cadáveres. De ahí que el juicio de los inicuos reciba en lenguaje alegórico el nombre de Gehinnom”. Si la finalidad del Gehena, tal como indica este comentarista judío, era eliminar los desperdicios y los cadáveres de la gente considerada indigna de recibir sepultura, el fuego sería un medio adecuado para ello. Y lo que este no consumiera lo consumirían las cresas. ¡Qué imagen más apropiada de la destrucción total que sufrirán los enemigos de Dios!b
21. ¿Para quiénes concluye el libro de Isaías con una nota optimista, y por qué?
21 En vista de la referencia a los cadáveres, el fuego y los gusanos, ¿puede decirse que el emocionante libro profético de Isaías concluye con una nota macabra? Los enemigos declarados de Dios sin duda pensarán que sí. Para Sus amigos, en cambio, la descripción que hace Isaías de la destrucción eterna de los impíos es muy alentadora. El pueblo de Jehová necesita tal garantía de que sus adversarios no volverán a dominar jamás. Todos los que han ocasionado tanto sufrimiento a los adoradores de Dios y tanto oprobio a Su nombre serán destruidos para siempre. Por ello, “la angustia no se levantará una segunda vez” (Nahúm 1:9).
22, 23. a) Mencione algunos de los beneficios que ha obtenido de estudiar el libro de Isaías. b) Tras su estudio del libro de Isaías, ¿qué resolución ha tomado, y qué esperanza abriga?
22 Al finalizar nuestro análisis del libro bíblico de Isaías, nos damos perfecta cuenta de que no es mera historia muerta. Al contrario: contiene un mensaje para nuestros días. Cuando pensamos en la época sombría en la que vivió el profeta, vemos cuánto se parece a la actual. Los disturbios políticos, la hipocresía religiosa, la corrupción judicial, y la opresión de los fieles y los pobres que caracterizaron los tiempos de Isaías, también caracterizan los nuestros. Los judíos fieles del siglo VI a.E.C. sin duda agradecieron contar con las profecías de Isaías, y nosotros, por nuestra parte, cobramos ánimos al estudiarlas.
23 En estos tiempos críticos en los que la oscuridad cubre la Tierra y densas tinieblas a los grupos nacionales, estamos profundamente agradecidos de que Jehová haya suministrado luz para toda la humanidad mediante Isaías. Tal iluminación espiritual significa vida eterna para los que la aceptan sin reservas, prescindiendo de su origen nacional o étnico (Hechos 10:34, 35). Así pues, que todos sigamos andando en la luz de la Palabra de Dios, leyéndola a diario, meditando en ella y valorando su mensaje. De esta forma cosecharemos bendiciones eternas y alabaremos el santo nombre de Jehová.
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