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Perseguidos por causa de la justiciaLa Atalaya 2003 | 1 de octubre
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Perseguidos por causa de la justicia
“Felices son los que han sido perseguidos por causa de la justicia.” (MATEO 5:10.)
1. ¿Por qué se hallaba Jesús frente a Poncio Pilato, y qué dijo?
“PARA esto he nacido, y para esto he venido al mundo, para dar testimonio acerca de la verdad.” (Juan 18:37.) Cuando Jesús pronunció estas palabras, se hallaba frente a Poncio Pilato. No estaba allí por elección propia ni porque aquel gobernador romano de Judea lo hubiera invitado. Más bien, su presencia ante él se debía a que los guías religiosos judíos lo habían acusado falsamente de ser un malhechor que merecía morir (Juan 18:29-31).
2. ¿Qué hizo Jesús, y con qué resultado?
2 Jesús sabía muy bien que Pilato tenía la autoridad para liberarlo o para darle muerte (Juan 19:10). Pero eso no le impidió hablarle del Reino con valor. Aunque su vida corría peligro, aprovechó la oportunidad para dar testimonio al funcionario más encumbrado de la región. Sin embargo, pese a tal testimonio, Jesús fue sentenciado a la pena capital y murió como mártir, atrozmente ejecutado en un madero (Mateo 27:24-26; Marcos 15:15; Lucas 23:24, 25; Juan 19:13-16).
¿Testigo, o mártir?
3. ¿Qué significaba la palabra mártir en tiempos bíblicos, pero qué significa en nuestros días?
3 Hoy día, numerosas personas consideran que un mártir es una especie de extremista fanático. Quienes están dispuestos a morir por sus creencias, en especial las de carácter religioso, caen bajo la sospecha de ser terroristas o, por lo menos, de representar una amenaza para la sociedad. No obstante, la palabra mártir proviene de un término griego (már·tys) que en tiempos bíblicos quería decir “testigo”, alguien que da testimonio —quizá en un juicio— de la verdad o de sus convicciones. Fue solo posteriormente que la expresión llegó a significar “alguien que entrega la vida por dar testimonio” o incluso que da testimonio entregando la vida.
4. ¿En qué sentido, principalmente, fue Jesús un mártir?
4 Jesús fue un mártir principalmente en el sentido original del término. Como le dijo a Pilato, vino para “dar testimonio acerca de la verdad”. Su predicación suscitó respuestas muy distintas. Algunas personas comunes cifraron su fe en Jesús conmovidas por lo que escucharon y vieron (Juan 2:23; 8:30). La reacción de las multitudes en general y de los guías religiosos fue también intensa, pero negativa. Jesús indicó a sus parientes incrédulos: “El mundo no tiene razón para odiarlos a ustedes, pero a mí me odia, porque doy testimonio, respecto a él, de que sus obras son inicuas” (Juan 7:7). Su testimonio acerca de la verdad provocó la ira de los dirigentes de la nación, y eso lo llevó a la muerte. Verdaderamente, fue “el testigo (már·tys) fiel y verdadero” (Revelación [Apocalipsis] 3:14).
“Serán objeto de odio”
5. Al principio de su ministerio, ¿qué dijo Jesús sobre la persecución?
5 Jesús no solo sufrió él mismo una enconada persecución, sino que también advirtió a sus discípulos de que a ellos les sucedería igual. Al principio de su ministerio dijo a quienes escucharon su Sermón del Monte: “Felices son los que han sido perseguidos por causa de la justicia, puesto que a ellos pertenece el reino de los cielos. Felices son ustedes cuando los vituperen y los persigan y mentirosamente digan toda suerte de cosa inicua contra ustedes por mi causa. Regocíjense y salten de gozo, puesto que grande es su galardón en los cielos” (Mateo 5:10-12).
6. ¿Qué advertencia dio Jesús a los doce apóstoles cuando los envió a predicar?
6 Cuando posteriormente envió a predicar a los doce apóstoles, Jesús les dio esta advertencia: “Guárdense de los hombres; porque los entregarán a los tribunales locales, y los azotarán en sus sinagogas. ¡Si hasta los llevarán ante gobernadores y reyes por mi causa, para un testimonio a ellos y a las naciones!”. Pero las autoridades religiosas no serían las únicas que perseguirían a los discípulos, pues Jesús agregó: “El hermano entregará a la muerte al hermano, y el padre a su hijo, y los hijos se levantarán contra los padres y los harán morir. Y ustedes serán objeto de odio de parte de toda la gente por motivo de mi nombre; mas el que haya aguantado hasta el fin es el que será salvo” (Mateo 10:17, 18, 21, 22). La historia de los cristianos del siglo primero atestigua la veracidad de estas palabras.
Un historial de aguante fiel
7. ¿Qué circunstancias condujeron al martirio de Esteban?
7 Poco después de la muerte de Jesús, Esteban fue el primer cristiano en morir por dar testimonio de la verdad. Estaba “lleno de gracia y de poder, [y] ejecutaba grandes portentos presagiosos y señales entre el pueblo”. Sus enemigos religiosos “no podían mantenerse firmes contra la sabiduría y el espíritu con que él hablaba” (Hechos 6:8, 10). Consumidos por los celos, lo llevaron a rastras ante el tribunal supremo judío, el Sanedrín, donde se enfrentó a acusadores falsos y dio un vigoroso testimonio. Al final, sin embargo, los adversarios de este fiel testigo lo asesinaron (Hechos 7:59, 60).
8. ¿Qué efecto tuvo en los discípulos de Jerusalén la persecución que se desató tras la muerte de Esteban?
8 Tras el asesinato de Esteban, “se levantó gran persecución contra la congregación que estaba en Jerusalén; todos salvo los apóstoles fueron esparcidos por las regiones de Judea y de Samaria” (Hechos 8:1). ¿Puso fin la persecución a la predicación cristiana? Al contrario, pues el relato añade que “los que habían sido esparcidos iban por la tierra declarando las buenas nuevas de la palabra” (Hechos 8:4). Debieron de sentirse como el apóstol Pedro cuando previamente declaró: “Tenemos que obedecer a Dios como gobernante más bien que a los hombres” (Hechos 5:29). Pese a la persecución, aquellos discípulos fieles y valerosos no dejaron de dar testimonio acerca de la verdad, aun sabiendo que con ello les sobrevendrían más problemas (Hechos 11:19-21).
9. ¿Qué tipo de persecución siguieron padeciendo los discípulos de Jesús?
9 Realmente, sus dificultades no cesaron ni por un momento. Primero leemos que Saulo —el hombre que observaba con aprobación cuando apedreaban a Esteban—, “respirando todavía amenaza y asesinato contra los discípulos del Señor, fue al sumo sacerdote y le pidió cartas para las sinagogas de Damasco, para que pudiera traer atados a Jerusalén a cualesquiera que hallara que pertenecieran al Camino, tanto a varones como a mujeres” (Hechos 9:1, 2). Luego, hacia el año 44 E.C., “Herodes el rey extendió las manos para maltratar a algunos de la congregación. Con la espada eliminó a Santiago hermano de Juan” (Hechos 12:1, 2).
10. ¿Qué crónica de persecución hallamos en los libros de Hechos y Revelación?
10 El resto del libro de Hechos contiene una crónica imborrable de las pruebas, encarcelamientos y oposición que aguantaron cristianos fieles como Pablo, quien de ser un perseguidor se convirtió en apóstol y probablemente murió como mártir por orden del emperador romano Nerón alrededor del año 65 E.C. (2 Corintios 11:23-27; 2 Timoteo 4:6-8). Por último, en el libro de Revelación, escrito hacia finales del siglo primero, encontramos al anciano apóstol Juan encarcelado en la isla penal de Patmos “por hablar acerca de Dios y por dar testimonio de Jesús”. Y en ese mismo libro también se hace referencia a “Antipas, mi testigo, el fiel, que fue muerto” en Pérgamo (Revelación 1:9; 2:13).
11. ¿Cómo prueba la historia de los cristianos primitivos la veracidad de las palabras de Jesús sobre la persecución?
11 Aquellos sucesos probaron la veracidad de estas palabras de Jesús a sus discípulos: “Si ellos me han perseguido a mí, a ustedes también los perseguirán” (Juan 15:20). Los fieles cristianos primitivos estaban preparados para afrontar la prueba suprema, la muerte —fuera como resultado de la tortura, por ser arrojados a las fieras o de alguna otra forma—, a fin de llevar a cabo la labor que les encomendó el Señor Jesucristo cuando les dijo: “Serán testigos de mí tanto en Jerusalén como en toda Judea, y en Samaria, y hasta la parte más distante de la tierra” (Hechos 1:8).
12. ¿Por qué no es simple historia la persecución de los cristianos?
12 Sería una gran equivocación pensar que la crueldad con que se trató a los discípulos de Cristo es algo del pasado. Pablo, quien como hemos visto atravesó muchas dificultades, escribió: “Todos los que desean vivir con devoción piadosa en asociación con Cristo Jesús también serán perseguidos” (2 Timoteo 3:12). Y en referencia a la persecución, Pedro dijo: “De hecho, ustedes fueron llamados a este curso, porque hasta Cristo sufrió por ustedes, dejándoles dechado para que sigan sus pasos con sumo cuidado y atención” (1 Pedro 2:21). Desde entonces y hasta estos “últimos días” del actual sistema de cosas, el pueblo de Jehová no ha dejado de ser objeto de odio y hostilidad (2 Timoteo 3:1). En todo el planeta, ya sea bajo dictaduras o en países democráticos, los testigos de Jehová han sufrido persecución en un momento u otro, tanto a nivel individual como colectivo.
¿Por qué se les odia y persigue?
13. ¿Qué debemos recordar respecto a la persecución los siervos de Jehová de la actualidad?
13 Aunque hoy la mayoría de nosotros disfrutamos de relativa libertad para predicar y para reunirnos pacíficamente, debemos tomar conciencia de que, como nos recuerda la Biblia, “la escena de este mundo está cambiando” (1 Corintios 7:31). La situación podría cambiar de un modo tan repentino que, si no nos hallamos preparados en sentido mental, emocional y espiritual, sería fácil que tropezáramos. ¿Qué hacer, pues, para protegerse? Una sólida línea de defensa consiste en mantener claro en nuestra mente el motivo por el que se persigue a cristianos amantes de la paz y el orden.
14. ¿Cuál dijo Pedro que era la razón por la que se perseguía a los cristianos?
14 El apóstol Pedro se expresó sobre este asunto en su primera carta —escrita entre los años 62 y 64 E.C.—, cuando los cristianos soportaban pruebas y eran perseguidos en todo el Imperio romano. “Amados —dijo el apóstol—, no estén perplejos a causa del incendio entre ustedes, que les está sucediendo para prueba, como si algo extraño les sobreviniera.” A fin de explicar lo que quería decir, añadió: “Que ninguno de ustedes sufra como asesino, o ladrón, o malhechor, o como entremetido en asuntos ajenos. Pero si sufre como cristiano, no se avergüence, sino siga glorificando a Dios en este nombre”. Pedro les recordó que no estaban sufriendo porque hubieran hecho algo malo, sino por ser lo que eran. Si hubieran estado sumergidos en el “mismo bajo sumidero de disolución” que la gente que los rodeaba, tales personas los habrían acogido con los brazos abiertos. Por tanto, la razón de sus sufrimientos era que se esmeraban por vivir como es propio de discípulos de Cristo. Los cristianos de hoy nos hallamos en idéntica situación (1 Pedro 4:4, 12, 15, 16).
15. ¿Qué contradicción se observa en el trato que reciben los testigos de Jehová de la actualidad?
15 En muchas partes del mundo se elogia públicamente a los testigos de Jehová por la unidad y el espíritu de cooperación que manifiestan en sus asambleas y trabajos de construcción, por su honradez y diligencia, por su moralidad y vida familiar ejemplares, y hasta por su buena apariencia y amabilidad.a Sin embargo, en el momento de escribirse este artículo, su obra está proscrita o sujeta a restricciones en por lo menos veintiocho países, y muchos Testigos sufren malos tratos y otras dificultades por causa de su fe. ¿A qué se debe una contradicción tan evidente? ¿Y por qué lo permite Dios?
16. ¿Cuál es la principal razón por la que Dios permite que se persiga a su pueblo?
16 Ante todo, no debemos olvidar las palabras de Proverbios 27:11: “Sé sabio, hijo mío, y regocija mi corazón, para que pueda responder al que me está desafiando con escarnio”. En efecto, se trata de la antigua cuestión de la soberanía universal. A pesar del inmenso testimonio aportado por todos los que a lo largo de los siglos han sido íntegros para con Jehová, Satanás no ha dejado de desafiar con escarnio al Creador como hizo en los días del justo Job (Job 1:9-11; 2:4, 5). En nuestros tiempos, no cabe duda de que el Diablo está aún más frenético, muy ocupado en un último y desesperado intento de probar su alegación, ahora que el Reino de Dios está firmemente establecido y posee súbditos y representantes leales en toda la Tierra. ¿Permanecerán fieles a Dios estas personas sin importar las adversidades y aprietos que puedan sobrevenirles? Esta es una pregunta que cada siervo de Jehová debe responder individualmente (Revelación 12:12, 17).
17. ¿Qué quiso decir Jesús con las palabras “resultará para ustedes en testimonio”?
17 Al revelar a sus discípulos los acontecimientos que ocurrirían durante “la conclusión del sistema de cosas”, Jesús indicó otra razón por la que Jehová permite que se persiga a sus siervos. Les dijo: “Serán llevados ante reyes y gobernadores por causa de mi nombre. Resultará para ustedes en testimonio” (Mateo 24:3, 9; Lucas 21:12, 13). El propio Jesús dio testimonio frente a Herodes y Poncio Pilato. Y el apóstol Pablo también fue llevado “ante gobernadores y reyes”. Dirigido por el Señor Jesucristo y a fin de dar testimonio al gobernante más poderoso de su día, reclamó: “¡Apelo a César!” (Hechos 23:11; 25:8-12). Del mismo modo hoy día, a menudo situaciones difíciles han servido para dar un magnífico testimonio tanto a los funcionarios como al público en general.b
18, 19. a) ¿Cómo nos benefician las pruebas? b) ¿Qué cuestiones examinaremos en el próximo artículo?
18 Por último, las pruebas y tribulaciones nos benefician personalmente. ¿De qué manera? Pues bien, el discípulo Santiago recordó a otros cristianos: “Considérenlo todo gozo, mis hermanos, cuando se encuentren en diversas pruebas, puesto que ustedes saben que esta cualidad probada de su fe obra aguante”. Así es, la persecución puede refinar nuestra fe y fortalecernos para aguantar. Por tanto, no la tememos ni recurrimos a medios contrarios a las Escrituras para evitarla o hacer que cese. Más bien, obedecemos esta exhortación de Santiago: “Que el aguante tenga completa su obra, para que sean completos y sanos en todo respecto, sin tener deficiencia en nada” (Santiago 1:2-4).
19 La Palabra de Dios nos ayuda a entender por qué sufren persecución los siervos fieles de Jehová y por qué él la permite, pero eso no hace que soportarla sea siempre fácil. ¿Qué nos fortalecerá para aguantarla? ¿Qué podemos hacer al encararnos a la persecución? En el próximo artículo examinaremos estas importantes cuestiones.
[Notas]
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El aguante en las pruebas alaba a JehováLa Atalaya 2003 | 1 de octubre
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El aguante en las pruebas alaba a Jehová
“Si, cuando están haciendo lo bueno y sufren, lo aguantan, esto es algo que agrada a Dios.” (1 PEDRO 2:20.)
1. Puesto que los verdaderos cristianos nos preocupamos por vivir a la altura de nuestra dedicación, ¿qué pregunta debemos plantearnos?
LOS cristianos estamos dedicados a Jehová y deseamos hacer su voluntad. Para vivir a la altura de tal dedicación, procuramos con empeño seguir las pisadas de nuestro Modelo, Jesucristo, y dar testimonio de la verdad (Mateo 16:24; Juan 18:37; 1 Pedro 2:21). Ahora bien, Jesús y otros siervos fieles entregaron su vida y murieron como mártires a causa de su fe. ¿Significa eso que todos los cristianos tendremos que morir por nuestra fe?
2. ¿Qué opinan los cristianos de las pruebas y el sufrimiento?
2 A los cristianos se nos exhorta a ser fieles hasta la muerte, pero no necesariamente a morir por nuestra fe (2 Timoteo 4:7; Revelación 2:10). Es decir, aunque estamos dispuestos a sufrir —y si es preciso, a morir— por nuestra fe, no nos agrada la idea de hacerlo. No hallamos ningún placer en el sufrimiento ni en el dolor o la humillación. Pero dado que es de esperar que nos sobrevengan pruebas y persecución, tenemos que pensar con detenimiento en lo que podríamos hacer cuando se presenten.
Fieles ante las pruebas
3. ¿Qué ejemplos bíblicos de personas que afrontaron la persecución podría usted relatar? (Véase en la página siguiente el recuadro “Cómo afrontaron la persecución”.)
3 En la Biblia hallamos numerosos relatos que muestran la reacción de siervos de Dios de la antigüedad ante situaciones en las que su vida se vio amenazada. Sus diversos modos de actuar sirven de guía a los cristianos de hoy en caso de que alguna vez tengan que afrontar pruebas similares. Lea los relatos del recuadro “Cómo afrontaron la persecución” y procure ver qué lecciones puede extraer.
4. ¿Qué puede decirse sobre el proceder de Jesús y otros siervos fieles de Dios frente a las pruebas?
4 Aunque Jesús y otros fieles siervos de Dios respondieron a la persecución de distintas maneras, dependiendo de las circunstancias, está claro que no arriesgaron la vida innecesariamente. Cuando se hallaron en peligro, fueron valientes, pero también cautelosos (Mateo 10:16, 23). Su objetivo era fomentar la predicación y mantenerse íntegros para con Jehová. Su conducta ante diversas situaciones sirve de modelo a los cristianos que hoy afrontan pruebas y persecución.
5. ¿Qué persecución se desató en Malaui en la década de 1960, y cómo actuaron los Testigos de ese país?
5 En tiempos modernos, los siervos de Jehová han sufrido a menudo condiciones y privaciones extremas causadas por guerras, proscripción o persecución directa. Por ejemplo, a los testigos de Jehová de Malaui se les persiguió con crueldad en la década de 1960. Sus Salones del Reino, hogares, fuentes de alimentos y negocios —prácticamente todo lo que poseían— fueron destruidos. Recibieron palizas y atravesaron otras horribles experiencias. ¿Qué hicieron ante aquello? Miles tuvieron que huir de sus aldeas. Muchos se escondieron en el bosque, mientras que otros se refugiaron temporalmente en el vecino país de Mozambique. Si bien numerosos hermanos fieles perdieron la vida, otros optaron por huir de la zona de peligro, lo que en aquellas circunstancias parecía razonable. De ese modo siguieron el precedente que fijaron Jesús y Pablo.
6. ¿Qué siguieron haciendo los Testigos de Malaui pese a la cruel persecución?
6 Aun cuando los hermanos de Malaui tuvieron que mudarse o esconderse, buscaron y siguieron la guía teocrática y llevaron a cabo las actividades cristianas en la clandestinidad lo mejor que pudieron. ¿Con qué resultado? En 1967, justo antes de la proscripción, lograron un máximo de 18.519 publicadores del Reino. En 1972, a pesar de que la proscripción seguía en vigor y de que muchos habían huido a Mozambique, se alcanzó otro máximo de 23.398. Como promedio, cada mes dedicaron más de dieciséis horas al ministerio. No cabe duda de que sus actos alabaron a Jehová, y él bendijo a aquellos hermanos leales en esos tiempos extremadamente difíciles.a
7, 8. ¿Qué razones impulsan a algunos a no huir aunque la oposición les cause problemas?
7 Por otro lado, en países donde la oposición causa dificultades a los hermanos, estos quizás opten por no marcharse aunque puedan hacerlo. Mudarse tal vez solucione ciertos problemas, pero es posible que también les provoque otros. Por ejemplo, ¿podrán mantenerse en contacto con la hermandad cristiana y no quedar aislados espiritualmente? ¿Podrán seguir con su programa de actividades espirituales teniendo que luchar por establecerse en un nuevo lugar, tal vez en un país más rico o con mayores oportunidades de prosperar en sentido económico? (1 Timoteo 6:9.)
8 La razón por la que otros deciden no marcharse es su preocupación por el bienestar espiritual de sus hermanos. Eligen quedarse y afrontar la situación a fin de seguir predicando en su propio territorio y estimular a sus hermanos en la fe (Filipenses 1:14). En algunos casos, tal proceder les ha permitido desempeñar un papel importante en victorias legales conseguidas en su país.b
9. ¿Qué factores deben evaluarse al decidir si quedarse o marcharse en tiempos de persecución?
9 ¿Quedarse, o marcharse? No cabe duda de que esta es una decisión personal que, por supuesto, solo debe tomarse después de orar pidiendo la guía de Jehová. No obstante, prescindiendo de lo que escojamos, debemos recordar estas palabras del apóstol Pablo: “Cada uno de nosotros rendirá cuenta de sí mismo a Dios” (Romanos 14:12). Como vimos antes, lo que Jehová requiere de todos nosotros sus siervos es que permanezcamos fieles en cualquier circunstancia. Algunos afrontamos pruebas y persecución hoy día, y otros tal vez las afrontemos en el futuro. Lo cierto es que a todos se nos someterá a prueba de un modo u otro, y nadie debe esperar ser la excepción (Juan 15:19, 20). Los siervos dedicados de Dios no podemos eludir la cuestión universal relacionada con la santificación del nombre de Jehová y la vindicación de su soberanía (Ezequiel 38:23; Mateo 6:9, 10).
“No devuelvan mal por mal a nadie”
10. ¿Qué importante precedente sentaron para nosotros Jesús y los apóstoles en cuanto a soportar las presiones y la oposición?
10 Otro principio importante que podemos aprender de la forma en que Jesús y sus apóstoles reaccionaron ante las presiones es que jamás debemos tomar represalias contra quienes nos persiguen. En ningún lugar de la Biblia encontramos la menor indicación de que Jesús o sus discípulos formaran algún tipo de movimiento de resistencia o recurrieran a la fuerza para combatir a sus perseguidores. Al contrario, el apóstol Pablo aconsejó a los cristianos: “No devuelvan mal por mal a nadie. [...] No se venguen, amados, sino cédanle lugar a la ira; porque está escrito: ‘Mía es la venganza; yo pagaré, dice Jehová’”. Además, recomendó: “No te dejes vencer por el mal, sino sigue venciendo el mal con el bien” (Romanos 12:17-21; Salmo 37:1-4; Proverbios 20:22).
11. Según cierto historiador, ¿qué actitud para con el Estado tuvieron los primeros cristianos?
11 Los primeros cristianos tomaron a pecho aquel consejo. En su libro The Early Church and the World (La Iglesia primitiva y el mundo), el historiador Cecil J. Cadoux expone así la actitud de los cristianos para con el Estado entre los años 30 y 70 E.C.: “No existen pruebas claras de que los cristianos de ese período combatieran la persecución mediante el uso de la fuerza. A lo sumo, dirigieron enérgicas censuras a los gobernantes o les causaron frustración al ser tan escurridizos. Sin embargo, la respuesta normal de los cristianos a la persecución oficial no iba más allá de su serena pero firme negativa a acatar las órdenes que, a su juicio, estuvieran en pugna con la obediencia a Cristo”.
12. ¿Por qué es preferible aguantar el sufrimiento en vez de tomar represalias?
12 ¿Es práctica esta aparente pasividad? ¿No nos convierte en presa fácil de quienes se empeñan en eliminarnos? ¿No sería preferible defendernos? Desde una óptica humana, así podría parecer. No obstante, los siervos de Jehová sabemos que seguir las instrucciones divinas es siempre lo mejor. Recordamos estas palabras de Pedro: “Si, cuando están haciendo lo bueno y sufren, lo aguantan, esto es algo que agrada a Dios” (1 Pedro 2:20). Tenemos plena confianza en que Jehová está muy al tanto de la situación y no la tolerará indefinidamente. ¿Por qué estamos tan seguros de ello? Pues bien, él dirigió estas palabras a su pueblo cautivo en Babilonia: “El que los toca a ustedes está tocando el globo de mi ojo” (Zacarías 2:8). ¿Por cuánto tiempo permitiría alguien que le tocaran el ojo? Jehová intervendrá en su debido momento. De eso no cabe la más mínima duda (2 Tesalonicenses 1:5-8).
13. ¿Por qué no ofreció Jesús ninguna resistencia cuando sus enemigos lo arrestaron?
13 A este respecto podemos aprender de Jesús, nuestro modelo. Si permitió que sus enemigos lo arrestaran en el jardín de Getsemaní, no fue porque no pudiera defenderse. De hecho, dijo a uno de sus discípulos: “[¿]Crees que no puedo apelar a mi Padre para que me suministre en este momento más de doce legiones de ángeles? En tal caso, ¿cómo se cumplirían las Escrituras en el sentido de que tiene que suceder de esta manera?” (Mateo 26:53, 54). El cumplimiento de la voluntad de Jehová era lo más importante para Jesús, incluso si ello implicaba que él tuviera que sufrir. Tenía plena confianza en las palabras del salmo profético de David: “No dejarás mi alma en el Seol. No permitirás que el que te es leal vea el hoyo” (Salmo 16:10). Años más tarde, el apóstol Pablo escribió lo siguiente acerca de Jesús: “Por el gozo que fue puesto delante de él aguantó un madero de tormento, despreciando la vergüenza, y se ha sentado a la diestra del trono de Dios” (Hebreos 12:2).
El gozo de santificar el nombre de Jehová
14. ¿Cuál fue el gozo que sostuvo a Jesús a través de todas sus pruebas?
14 ¿Cuál fue el gozo que sostuvo a Jesús a través de las pruebas más difíciles que podamos imaginar? De todos los siervos de Jehová, el principal blanco de Satanás fue sin duda Jesús, el amado Hijo de Dios. Por tanto, la integridad de este ante las pruebas brindaría la respuesta definitiva al desafío escarnecedor que Satanás arrojó sobre el Creador (Proverbios 27:11). ¿Se imagina el gozo y la satisfacción que Jesús debió de sentir al ser resucitado? Debió de producirle gran felicidad comprender que como hombre perfecto había cumplido su parte en la vindicación de la soberanía de Jehová y la santificación de Su nombre. Además, estar sentado “a la diestra del trono de Dios” es para él un inmenso honor y la mayor causa de gozo (Salmo 110:1, 2; 1 Timoteo 6:15, 16).
15, 16. ¿Qué diabólica persecución aguantaron los Testigos recluidos en Sachsenhausen, y de dónde sacaron las fuerzas para hacerlo?
15 Para los cristianos también es motivo de gozo contribuir a la santificación del nombre de Jehová soportando pruebas y persecución, a imitación de Jesús. Un ejemplo de ello es la experiencia de los 230 Testigos recluidos en el infame campo de concentración de Sachsenhausen que sobrevivieron a la agotadora marcha de la muerte a finales de la II Guerra Mundial. Durante la marcha, miles de prisioneros murieron víctimas del frío, las enfermedades y el hambre, o fueron ejecutados sin piedad junto al camino por guardias de las SS. Sin embargo, todos aquellos Testigos sobrevivieron manteniéndose muy juntos y ayudándose mutuamente aunque con ello arriesgaran su vida.
16 ¿De dónde sacaron estos Testigos las fuerzas para aguantar una persecución tan diabólica? En cuanto se les puso en libertad, expresaron su gozo y gratitud a Jehová en un documento titulado “La resolución de 230 testigos de Jehová de seis nacionalidades, congregados en un bosque cerca de Schwerin, en Mecklemburgo”. En él declararon: “Un largo y duro período de prueba queda tras nosotros[,] y los que han sido conservados, arrebatados, por decirlo así, del horno ardiente, ni siquiera tienen sobre ellos el olor a fuego. (Véase Daniel 3:27.) Al contrario, están llenos de fortaleza y poder de Jehová y esperan ansiosamente nuevas órdenes del Rey para dar adelanto a los intereses teocráticos”.c
17. ¿Qué tipo de pruebas afrontan hoy día los siervos de Dios?
17 Quizá todavía no hayamos “resistido hasta la sangre”, pero al igual que en el caso de aquellos 230 fieles, nuestra fe también podría verse sometida a prueba (Hebreos 12:4). De hecho, las pruebas adoptan múltiples formas. Es posible que tengamos que soportar las burlas de compañeros de clase o tal vez resistir la presión de grupo que nos empuja a cometer actos inmorales y otros pecados. Además, la resolución de abstenerse de la sangre, de casarse solo en el Señor o de criar en la verdad a los hijos en un hogar dividido puede provocar enormes presiones y dificultades (Hechos 15:29; 1 Corintios 7:39; Efesios 6:4; 1 Pedro 3:1, 2).
18. ¿Qué garantía tenemos de que podemos aguantar hasta las pruebas más difíciles?
18 Sin importar qué pruebas puedan sobrevenirnos, sabemos que sufrimos porque ponemos a Jehová y su Reino en primer lugar, algo que consideramos un auténtico privilegio y motivo de gozo. Estas tranquilizadoras palabras de Pedro nos infunden valor: “Si a ustedes los están vituperando por el nombre de Cristo, son felices, porque el espíritu de gloria, sí, el espíritu de Dios, descansa sobre ustedes” (1 Pedro 4:14). Con el poder del espíritu de Jehová tenemos las fuerzas para soportar hasta las pruebas más difíciles, todo para su gloria y alabanza (2 Corintios 4:7; Efesios 3:16; Filipenses 4:13).
[Notas]
a Los sucesos de los años sesenta del pasado siglo no fueron sino el comienzo de la enconada y asesina persecución que los Testigos de Malaui tuvieron que soportar durante casi tres décadas. Para un relato detallado, véase el Anuario de los testigos de Jehová 1999, págs. 171-212.
b Véase el artículo “El más alto tribunal armenio apoya la adoración verdadera en ‘la tierra de Ararat’”, en el número del 1 de abril de 2003 de La Atalaya, págs. 11-14.
c El texto completo de esta resolución puede verse en el Anuario de los testigos de Jehová para 1974, págs. 208, 209. En La Atalaya del 1 de enero de 1998, págs. 25-29, se halla el relato en primera persona de un sobreviviente de la marcha.
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El aguante en las pruebas alaba a JehováLa Atalaya 2003 | 1 de octubre
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[Ilustraciones y recuadro de la página 15]
Cómo afrontaron la persecución
• Antes de que los soldados de Herodes llegaran a Belén para matar a todos los niños varones menores de dos años, José y María huyeron con Jesús a Egipto siguiendo la guía angélica (Mateo 2:13-16).
• Debido al vigoroso testimonio que Jesús dio durante su ministerio, muchas veces sus enemigos trataron de matarlo, pero él siempre los eludió (Mateo 21:45, 46; Lucas 4:28-30; Juan 8:57-59).
• Cuando los soldados y oficiales fueron al jardín de Getsemaní para arrestar a Jesús, él se identificó sin rodeos y en dos ocasiones les dijo: “Soy yo”. Incluso impidió a sus discípulos que opusieran resistencia y dejó que la turba se lo llevara (Juan 18:3-12).
• En Jerusalén, a Pedro y a otros cristianos se les arrestó, azotó y ordenó que dejaran de hablar sobre Jesús. Sin embargo, en cuanto se les puso en libertad “se fueron” y “todos los días en el templo, y de casa en casa, continuaban sin cesar enseñando y declarando las buenas nuevas acerca del Cristo, Jesús” (Hechos 5:40-42).
• Cuando Saulo, quien posteriormente se convirtió en el apóstol Pablo, se enteró del complot que tramaban los judíos de Damasco para acabar con él, los hermanos lo descolgaron de noche en una cesta por una abertura del muro de la ciudad, y así pudo escapar (Hechos 9:22-25).
• Años más tarde, Pablo decidió apelar a César, aunque ni el gobernador Festo ni el rey Agripa hallaron en él “nada que mere[ciera] muerte o cadenas” (Hechos 25:10-12, 24-27; 26:30-32).
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