De nuestros lectores

Comunicación Gracias por la maravillosa serie de artículos “La comunicación en el matrimonio” (22 de enero de 1994). Llevo casada veintiséis años, y hace unos pocos años mi matrimonio se vio sometido a una gran tensión que nos llevó al borde de la crisis. El problema era la falta de comunicación. Busqué en las publicaciones de la Sociedad Watch Tower e intenté aplicar lo que leía. No obstante, estos artículos me han proporcionado nuevas ideas en las que trabajar. Me ayudan a cultivar discernimiento y me han motivado a poner en práctica las sugerencias.

Y. K., Japón

Los jóvenes preguntan El artículo “Los jóvenes preguntan... ¿Es malo pasar el rato con otros jóvenes?” (22 de junio de 1993) me ha encaminado en la dirección correcta. Vivo en una zona donde salir con otros jóvenes es bastante normal. Creo que muchos jóvenes como yo se beneficiarán de esta información.

T. S., Nigeria

El artículo “¿Por qué mis padres cambian tanto de humor?” (8 de noviembre de 1993) me interesó de manera especial, pues mi padre se enfada conmigo por lo que hace mi hermano. A veces voy a trabajar con él, y ahora me doy cuenta de la gran presión a la que se ve sometido.

A. K., Estados Unidos

Muchas gracias por los artículos “¿Es normal mi desarrollo?” y “¿Por qué me desarrollo con tanta rapidez?” (22 de septiembre y 8 de octubre de 1993). Tengo 11 años y algunas personas dicen que soy muy baja para mi edad. Los artículos fueron muy buenos.

J. R. P., Alemania

Tengo 11 años de edad, y he sido el blanco de chistes crueles acerca de mi altura. Gracias por ayudarme a darme cuenta que no soy la única y que soy normal, solo que me estoy desarrollando más de prisa que otros. Los artículos me han ayudado mucho.

E. Q., Inglaterra

Desearía haber recibido este artículo hace varios años, cuando uno de nuestros hijos entró en la pubertad y creció rápidamente hasta los 2,06 metros. En muchísimas ocasiones lo primero que le decían era: “¡Vaya, pero qué altura!”, o: “¿Qué tal tiempo hace allá arriba?”, en vez de un sencillo: “Hola, ¿cómo estás?”. No hace falta decir que por hallarse en una edad de por sí difícil, fue más duro para él. Debemos ayudar a los jóvenes a sentirse cómodos con el cuerpo que tienen. Agradezco mucho su artículo.

M. D., Estados Unidos

Padre fiel Gracias por el animador artículo “El fiel ejemplo de mi padre” (22 de diciembre de 1993). Mi propio padre murió fiel hace casi dos años. Tenía las piernas tan inflamadas que durante el último mes de vida no pudo caminar. Sin embargo, predicó hasta el final a toda persona que se acercó a su lecho. Durante su último mes pasó cerca de veinte horas hablando a otros acerca de su fe. El artículo me recordó que ‘las mismas cosas en cuanto a sufrimientos van realizándose en toda la asociación de nuestros hermanos en el mundo’. (1 Pedro 5:9.)

D. P., Estados Unidos

Transfusiones de sangre Me gustaría expresar mi agradecimiento por el artículo “Cooperación entre los testigos de Jehová y la profesión médica” (22 de noviembre de 1993). Mostró la preocupación de Jehová por nuestro bienestar físico y espiritual. Hace casi trece años, poco después de dar a luz, me pusieron una transfusión de sangre a la fuerza. En ese momento me di cuenta de la importancia de contar con cristianos preparados para acudir en tu auxilio cuando se les necesita. Espero y oro para que otros se libren de pasar por lo que yo pasé.

K. T., Estados Unidos