¿Puede usted hallar la religión verdaderamente práctica?
RONALD —mencionado en el artículo anterior— pensó que debía darse por vencido, porque no había hallado la religión que le diera ayuda y guía prácticas. Pero decidió darse otra oportunidad. “Si en verdad había un Dios, yo quería que él supiera que realmente lo estaba buscando”, dijo. Por eso, cierta noche Ronald oró: “Si de veras eres un Dios amoroso, búscame tú, porque yo te he buscado por años y no he hallado nada”.
Unos días después, en su empleo, Ronald tuvo que trabajar por un tiempo con una testigo de Jehová. Empezó a hacerle preguntas bíblicas a la Testigo. Las respuestas despertaron su curiosidad. Poco tiempo después empezó a estudiar la Biblia regularmente. También asistió a las reuniones de la congregación local de los testigos de Jehová.
Seis meses después Ronald estaba convencido de que había hallado una religión que lo impulsaba a ajustar su vida de manera verdaderamente práctica. Después de tres años de asociarse con los testigos de Jehová, explicó en una carta a la revista La Atalaya algunos beneficios que había derivado de tal asociación.
Eliminada la agresividad
Ronald escribe: “El primer beneficio de aprender la verdad [la enseñanza bíblica] fue que pude dominar mejor mi genio. Por mucho tiempo practiqué las artes marciales. [...] El adiestramiento duraba de seis a ocho horas por día, y siempre se insistía en gran agresividad”.
El pelear y el matar no son maneras eficaces de resolver los conflictos que tenemos con nuestro semejante. Por eso, una religión práctica conduce a la paz. En Romanos 12:18 la Biblia dice: “Sean pacíficos con todos los hombres”. Los testigos de Jehová no se entrenan para pelear, ni procuran protegerse aprendiendo a usar armas de fuego. Por todo el mundo se les conoce por su neutralidad pacífica en tiempos de guerra.
Una monja católica romana que vio la fuerza práctica de la religión de los Testigos escribió en una revista eclesiástica italiana: “¡Qué diferente sería el mundo si cierta mañana todos nos despertáramos resueltos a no tomar de nuevo las armas, [...] precisamente como los testigos de Jehová!”.
Este espíritu pacífico entre los Testigos ha contribuido a la formación de una hermandad mundial de más de tres millones de personas en 208 países. Sin importar su nacionalidad, raza o posición social, estas personas se tratan unas a otras como verdaderos amigos. Esto es muy práctico en un mundo hostil, especialmente cuando se necesita ayuda. Eva, una joven testigo de Jehová sueca, tuvo una demostración de esto.
Ella contrajo meningitis en una visita a Grecia. Inconsciente, y con envenenamiento sanguíneo y hemorragia interna, fue llevada de prisa a un hospital de Atenas, donde no conocía a nadie. Su padre, en Suecia, recibió la noticia. Se comunicó con un anciano de la congregación local de los testigos de Jehová. Este anciano llamó a unos Testigos, conocidos suyos, que vivían en Atenas. Compañeros de creencia griegos a quienes Eva nunca había conocido acudieron prontamente a su lado.
Esto nos hace recordar una ilustración que usó el apóstol Pablo para mostrar que la unidad y la compasión van juntas. Dijo él, en 1 Corintios 12:25, 26: ‘Que no haya división en el cuerpo, sino que sus miembros tengan el mismo cuidado los unos de los otros. Y si un miembro sufre, todos los demás miembros sufren con él’.
Eso fue una realidad para Eva en Grecia. Por casi tres semanas sus nuevos amigos le dieron continua atención. Recobró la salud, y regresó a su hogar. Dice: “De veras me beneficié de una hermandad amorosa”.
Eliminar el deseo del “dólar extra”
Volvamos a la carta de Ronald. Después de contar cómo, por su nueva creencia, ha controlado mejor su genio, se ha librado de su agresividad y es más pacífico, dice que lo que ha aprendido de la Biblia le ha dado un punto de vista equilibrado del trabajo y el dinero. “Nadie era mejor que yo como operador de computadoras en mi empleo —dice Ronald—, y muchas veces pasaba por alto oportunidades de estar con mi familia y mis amigos sólo para trabajar extra. Por más de siete años trabajé por las noches. Siempre buscaba el dólar extra.”
Con el tiempo, ese deseo del “dólar extra” puede ser dañino, hasta mortífero. “Para un grupo, el dinero significa seguridad. Para otro, poder. Para un tercer grupo, la posibilidad de comprar el amor, y para el cuarto significa competir y ganar en el juego”, dice el siquiatra Jay Rohrlich, cuyos clientes son, principalmente, ejecutivos del distrito financiero de Nueva York.
Un informe de la revista Science Digest comenta así sobre esa declaración: “Muchas veces, el resultado de creer que podemos tener estas cosas si tenemos dinero [...] es la impotencia, el insomnio, los ataques cardíacos y problemas con el cónyuge o los hijos”. El consejo bíblico es: “Que su modo de vivir esté exento del amor al dinero”. Ronald aprendió esto y lo aplicó. Le fue muy provechoso. (Hebreos 13:5.)
Punto de vista apropiado del empleo
El deseo de ganar dinero suele impulsar a la gente a buscar ascenso en su carrera. Esto puede causar grave tensión y conflicto emocional aun en las personas más saludables... hasta crear tendencias suicidas. “Un hombre que llegó a su empleo cierta mañana y halló que le habían cambiado de lugar el escritorio subió a la azotea del edificio y saltó a la muerte desde allí.” El Dr. Douglas LaBier relató este incidente en una entrevista sobre la relación entre las carreras profesionales y los problemas emocionales, presentada en la revista U.S.News & World Report.
“Lo que se necesita —dice el Dr. LaBier— es una vida más desarrollada, una que no esté tan centrada en una carrera. Además de cosas como una dieta adecuada, descanso y ejercicio, los que desean vidas más equilibradas tienen que pensar más en actividades con su familia y entrar en competencias placenteras no relacionadas con su carrera.”
Por su estudio de la Biblia, los testigos de Jehová aprenden a ser equilibrados en cuanto al empleo y el dinero. Eclesiastés 4:4, 6 considera el duro trabajo que envuelve “rivalidad de uno para con otro” y dice: “Mejor es un puñado de descanso que un puñado doble de duro trabajo y esforzarse tras el viento”. Ronald descubrió que esto es sabiduría práctica. Dedicó menos horas al trabajo seglar para dar más tiempo a sus intereses espirituales y a su familia y amigos.
Una vida familiar más feliz
En su carta Ronald pasa a decir que debido al consejo bíblico sobre el matrimonio y el hogar ha podido enfrentarse más sabiamente con las situaciones de la vida familiar. Esto es esencial ahora, cuando parece que hay un desplome de la vida de familia en muchos lugares. Países industrializados informan menos matrimonios, más divorcios y menos nacimientos.
Esta tendencia es alarmante, porque la mayoría de las necesidades fundamentales humanas se satisfacen dentro del círculo familiar. En una encuesta, el periódico australiano Sydney Morning Herald preguntó a 2.000 personas cuál de los siguientes factores les daba la mayor satisfacción: el empleo, la familia, los amigos, las actividades de su tiempo de ocio, las posesiones o la religión. La gran mayoría dio el primer lugar a “la familia”.
Los testigos de Jehová se interesan en mantener en buena condición a sus familias. Por ejemplo, en tan solo los últimos cinco años sus dos revistas, La Atalaya y ¡Despertad! —con tirada combinada de unos 22.000.000 de ejemplares en más de 100 idiomas—, han presentado unos 60 artículos prácticos sobre cómo tratar con diversas situaciones de la vida familiar. No hay duda de que una religión que está fundada en la Biblia y ayuda a la gente a atender a sus familias sabia y amorosamente es una religión práctica.
Se contesta el gran “¿Por qué?”
Ronald concluye su carta así: “Hay un punto en que suelo pensar cuando leo el periódico, veo las noticias, converso con compañeros de trabajo o hablo con otras personas acerca de mi fe. Es que el ser testigo de Jehová me da la respuesta a una de las preguntas que más se hacen en el mundo: ‘¿Por qué?’. ¿Por qué todo el crimen, la violencia, la guerra, la inmoralidad, las enfermedades, el desasosiego, además de todos los problemas cotidianos? El saber que este sistema y sus problemas son solo temporáneos me ha quitado de encima un gran peso”.
La Biblia revela lo que hay tras la compleja situación mundial. Explica por qué no se ha realizado todavía el propósito original del Creador de hacer de esta Tierra un hogar paradisíaco para la humanidad. Explica cómo Dios quitará de la Tierra toda influencia perturbadora y establecerá un paraíso permanente del que la gente disfrutará para siempre. (2 Pedro 3:9-13.)
Para que una religión tenga valor práctico, debe llevar buen fruto. Debe hacer de la gente mejores personas. Debe poder explicar por qué están las cosas como están en la Tierra hoy. Y debe inculcar en la mente y el corazón de las personas una esperanza segura. Ronald buscó tal religión, y la halló. Usted tiene la misma oportunidad. (Mateo 7:17-20.)
[Fotografía en la página 5]
Los cristianos genuinos se tratan unos a otros como verdaderos amigos