De nuestros lectores
Iglesia Ortodoxa Como cristiano ortodoxo, me intrigó su reportaje “La Iglesia Ortodoxa Griega: una religión dividida” (8 de enero de 1996). La próxima vez que denigren la ortodoxia, sean honestos y hablen de su contribución, como, por ejemplo, la conservación del cristianismo durante la persecución islámica y el régimen soviético. Además, la separación de Iglesia y Estado carece de fundamento bíblico. ¿Acaso estuvieron separados de la Iglesia el gobierno del rey David o el de Salomón?
M. F., Estados Unidos
Centramos la atención en la crisis que afronta actualmente la Iglesia Ortodoxa, un hecho muy bien documentado por los medios de comunicación griegos. Dicha crisis es consecuencia de su desatención al mandato de Jesús de ‘no ser parte del mundo’ y mantenerse neutral en política. (Juan 17:16.)—La Redacción.
Ataques de pánico Gracias por el artículo “Qué hacer ante los ataques de pánico” (8 de junio de 1996). Llevo catorce años padeciendo estos ataques, y creía que era la única persona con dicho problema. De vez en cuando me sobrevienen incluso en el Salón del Reino. Aunque tal vez mis problemas no desaparezcan, el artículo me ha ayudado mucho.
C. C., España
Leí anegada en lágrimas el artículo sobre los ataques de pánico. Me servirá de mucho la próxima vez que el pánico quiera buscar pelea. Creo que es una respuesta a mis oraciones.
M. B., Escocia
Durante casi treinta años he sido incapaz de viajar en tren o en autobús, o de estar rodeado de gente. Las reuniones en el Salón del Reino y las asambleas han constituido una gran prueba para mí. Así que pueden imaginarse cuánto ánimo y consuelo me ha brindado este artículo. Gracias de todo corazón por haber tratado tal trastorno de una manera tan fortalecedora y reconfortante.
Y. T., Japón
Soy evangelizadora de tiempo completo y sufro de estos terribles ataques desde 1994. Perdí el gozo, y ya no quería salir de casa. Pensaba que si me sentía así, era por falta de fe; ahora sé que otros cristianos también pasan por esto.
S. A., Brasil
Vals con Matilda La canción Waltzing Matilda (Bailar el vals con Matilda) me trae muy gratos recuerdos. Gracias por el artículo (8 de junio de 1996) en el que explicaron su origen. Revivió mi deseo de leer todos los artículos de ¡Despertad!
J. M., Alemania
Los modales y el teléfono Gracias por el excelente artículo “Cómo utilizar el teléfono con educación” (8 de junio de 1996). Trabajo en un banco que presta servicios al cliente por teléfono. Di el artículo a mi supervisor, quien me dijo que lo consideraba útil, oportuno y práctico, y me pidió que lo hiciera circular entre nuestras treinta y dos telefonistas.
N. J. S., Brasil
Debido a las dificultades que hemos tenido en el pasado con llamadas de naturaleza delictiva, seguimos desde hace mucho tiempo la recomendación de la compañía de teléfonos de colgar cuando la persona no se identifica después de pedírselo cortésmente tres veces. En ocasiones, esto ha herido las susceptibilidades de algún amigo que ha llamado jugando al “adivina quién soy” que menciona el artículo. Información como esta fomenta la bondad y la comprensión hasta en asuntos que parecen insignificantes.
G. A., Estados Unidos